Partida Rol por web

Tus palabras detienen a Kal que se disponia a cambiar de lugarcomo habia sugerido. Es con Dagna que cuesta un poco que te deje, pero lo hace disfrutando ahora teniendote frente y lo sientes ya cerca de tu omblio la punta de su miembro mojado por tus fluidos. "Con que dos a la vez?" dice Dagna como si esperara una confirmacion de vos. "Te veia ansiosa la primera vez que nos conocimos aca. Pero no creia que ibas con todo." comento el hombre aunque no avergonzaba con ello sino que parecia animarte por ello.

"Se ve que quiere aprovecharse de nosotros." comenta Kal detras tuyo, donde sientas que acaricia tu culo con una mano mientras la otra corre tu pelo a costado para luego besarte.

Ambos hombres dando una mirada entre ellos como planeando sin decir palabras como harian. Es Kal quien empieza tomando una de sus piernas y elevandola para que sea mas facil para Dagna meterse en tu interior. Ahi lo sientes entero pero no se mueve sino que sostiene tu pierna tambien. "Abre tus piernas." dijo este con un tono dulzon.

Mientras atras sentias como tus cachetes se separaban por las manos de Kal. "Supongo que no es tu primera vez. Pero que tal con dos hombres?" pregunto con un tono seductor, acomodandose dentro tuyo. Ahi sentiste una sensacion bastante nueva mientras tu cuerpo trataba de recibir lo mejor posible a los miembros de ambos hombres. Esto te daba una sensacion de estar entera y tal vez ellos lo sabian (o les habias dicho recien) pero ibana a una velocidad tranquila mientras Kal se meti y Dagna te acomoda abriendote entera de ambas piernas.

Afirmo mientras me muerdo el labio. Reconozco que estoy un poco nerviosa, es algo nuevo para mí. Pero me apetecía probarlo, y no iba a desaprovechar la oportunidad.

¿Quién se quiere aprovechar de quién? pregunto con una sonrisa ante las palabras de Kal. Porque no he sido ajena en ningún momento a las miradas que me ibais echando digo, sin reprimir un estremecimiento y un suspiro ante el beso en mi cuello. Uff... La cosa para mí se está calentando y mucho, y a juzgar por lo que tienen debajo para ellos también.

Cuando Kal levanta una de mis piernas, llevándola por el costado de Dagna y exponiendo así mis dos agujeros, sé que llega el momento y me sujeto de los hombros del esclavo que tengo delante.

Sentir la polla de Dagna abrir mi interior hasta la misma base se siente bien, ya lo había experimentado antes. Pero es cuando siento la de Kal abriendo mi estrecho esfínter, haciéndome un poco de daño pero dándome mucho más placer, cuando todo se dispara y el placer empieza a acumularse. La sensación es extraña pero maravillosa, sintiéndome completamente llena y sin poder dejar de gemir.

Miro a Dagna y pongo sus manos a sujetar mis piernas por la parte de abajo. Creo que podré sentiros todavía mejor así digo entre gemidos levantando la otra pierna para quedar completamente en el aire, sujeta tan solo por las manos de Dagna y por sus miembros que ahora entran todavía más adentro. En ese momento mis gemidos subirán de intensidad, superando por supuesto los que solté con Zared. No me podía imaginar que esta situación fuera a ser tan increíble, pero simplemente no puedo dejar de disfrutar hasta el punto de sujetarme del cuello de Dagna para intentar mover yo también un poco mis caderas.

No tiene porqué extrañarme que dos esclavos sexuales se acompasen tan bien tan pronto. Así pues disfruto de los besos de uno en mis labios y de los del otro en mi cuello mientras sus miembros me arrancan gemido tras gemido.

Nunca hubiera imaginado lo maravilloso que se siente estar tan llena con dos hombres, y aunque admito que el trasero me está empezando a escocer, el placer me impide notarlo mucho. Todo mi cuerpo se estremece mientras en algunos momentos incluso el placer se dispara hasta alcanzar lo que podría definirse como un pequeño orgasmo que me arranca un grito de placer pero que solo me anima a seguir adelante para experimentar más.

Dioses... es todo lo que acierto a decir además de otras palabras incomprensibles (en realidad dichas en mi idioma nativo) cuando aumentan el ritmo haciendo que mi cuerpo se mueva arriba y abajo, sostenida por los fuertes brazos de Dagna y Kal, además evidentemente de sus pollas. Hasta mis ojos lagrimean un poco de placer.

Tu mente no queria pensar en que posiblemente no fueras la primera en pedirselos, pero imaginabas que lo que harian contigo lo hacian mas libremente. No como esclavos ya que disfrutaban con alguien que mas o menos tenia el mismo status.

Pero tu mente tal vez ni siquiera iba a eso, ya que estabas disfrutando de un placer nuevo ahora mismo yy con gente que sabia como hacerlo. Sentias sus miembros moverse dentro de ti a un ritmo cada vez mas rapido pero no por eso menos ritmo. A veces tomandose turnos mientras entraban bien adentro uno u otro y unas veces sentias que te llenaban completa.

Mientras esos hombres te besaban en tu cuerpo, con uno aprovechando tu cuello y reclamando tu rostro para atras para besarte en los labios al tiempo que el otro reclamaba tus pechos, saboreandolos y mordiendolos con ganas. Ahi te sentias sobre estimulada por sus acciones e incluso te pirmitio sentir con facilidad como Dagna se metia en ti y sin moverse mas terminaba dentro tuyo sin verguenza alguna.

"Putos dioses..." dijo este suspirando y gimiendo en parte como hacia su compañero. "Nos pones con todo preciosa!" decia casi gritando a Brinda mas por animo que porque ella necesesitara que le muestra lo a gusto que estaban los hombres. A pesar de eso por un momento lo sentiste mas pasivo, mientras Karl te empujaba contra este y con mas fuerza perforaba en tu culo.

Mis gemidos no hace más que aumentar mientras siento como los dos esclavos se compaginan de esa forma tan maravillosa para irme llevando a un Nirvana de placer y sexo, donde solo estamos nosotros tres. Me estremezco sintiendo esos pequeños picos de placer ahora de continuo mientras me agarro al hombre que tengo delante buscando sus labios, su boca, su lengua, como deseando algo que pueda silenciar los gemidos que me arrancan.

Cuando Dagna deja de penetrarme y siento su polla palpitar dentro de mí, soltando su preciada carga, simplemente me parece tan natural que ni siquiera pienso en las consecuencias. Yo también me siento cerca de correrme, pero todavía puedo aguantar un poco más.

Como parece que también le pasa a Kal, pues sigue penetrando mi ano mientras Dagna toma un papel más pasivo recuperándose del orgasmo. Me vais a... volver loca... Dioses... mmm... voy a correrme... digo con la voz entrecortada, los ojos cerrados y la boca abierta buscando un aire que por momentos me falta.

Las palpitaciones del miembro de Kal lo que necesitaba para estallar en un orgasmo que me provoca lanzar un grito de placer. Todo mi cuerpo se estremece mientras ambos hombres podrán sentir los estremecimientos de mi sexo y mi ano que buscan exprimirles lo que les quede. Me agarro a ellos sintiendo como, si ahora me dejaran en el suelo, sería incapaz de mantenerme en pie por la debilidad de las piernas.

Finalmente el placer se termina pero no me muevo en absoluto, esperando a ver qué quieren hacer y recuperando mi respiración. Aunque sentir todavía sus miembros dentro me gusta demasiado. Por tanto, estaría dispuesta a otro si quieren. Ya habrá tiempo para comentar lo de que me ayuden a vigilar a Manius.

Les sonrío a los dos mientras me estremezco ante esas caricias postcoitales. Bajar hasta las aguas no ha sido difícil, y ahora su calor nos rodea relajando músculos y cuerpos.

Me siento demasiado bien digo, ensanchando mi sonrisa. La verdad es que nunca había probado algo así y es una de esas veces en que no te arrepientes de haberlo probado. Mmm... Me gusta esta sensación de estar llena. Y la verdad, yo tampoco quisiera acabar.

Dicho eso en que, básicamente, les estoy diciendo que sigamos follando, me entrego a compartir y disfrutar de sus besos, caricias y lamidas.

Acaricio la polla de Kal con suavidad, casi con cariño, mientras me inclino hasta que mi aliento roza apenas su miembro, levantando la vista para mirarle desde esa posición. Puedo sentir las manos de su compañero acariciando mis pechos y excitándome cada vez más, haciendo que mis pezones se endurezcan y que pequeños y suaves gemidos salgan en mi boca.

Mmm... Tendré que ver como inspiraros entonces digo antes de abrir la boca para empezar a tragar el miembro de Kal. Mientras tanto estiro la mano para buscar el de Dagna, si es que llego, y poder masturbarle fsi es que se ha salido de mí, claro, que si no lo que haría sería mover las caderas para excitarle en forma circular).

Me sonrío sin perder de vista a Kal, disfrutando de las expresiones que pone y a la vez dejándole disfrutar de las que pongo yo. Eventualmente subiré el ritmo buscando excitarle todavía más, momento que coincidirá también con un aumento del ritmo de la paja a su compañero.

Cuando este introduze los dedos en mi empapado sexo, le recibo con un gemido ahogado por la polla de Kal mientras muevo las caderas. Levanto el culo para que pueda hacérmelo bien, incluso abriendo más las piernas para disfrutar de sus caricias en mi zona íntima.

Dejo que me de las palmadas aunque quizás tantas no me acaban de gustar. Pero el trabajo con el que me regala su otra mano hace que me olvidé de cualquier molestia o queja que pudiera decir.

Eventualmente terminaré por sacarme la polla de Kal de la boca para mirarle, aunque sin dejar de masturbarle. Vaya, creo que mi amigo ya está en plena forma nuevamente. ¿Tú qué opinas?

Me estremezco ante la caricia de Kal mientras escucho sus palabras. Quizás si van por turnos puedan hacer varios seguidos, pero sentirme llena por los dos a la vez fue glorioso. Así pues giro la cabeza un poco mirándoles.

¿Y por qué no es cogéis vosotros? Estoy convencida de que con los patricios pocas veces podéis escoger, pues ahora tenéis completa libertad. De las dos formas se me antoja deseable y no soy capaz de escoger una.

Mientras escogen muevo un poco las caderas incitándoles a que no tarden demasiado.

Cuando Kal se introduze de golpe en mi sexo, al sonoro golpe de nuestras caderas se une el gemido de placer que se me escapa. Entonces empiezo a sentir las fuertes embestidas de Kal mientras mis gemidos se vuelven continuos, disfrutando como arrastra mis interiores acariciando las distintas zonas erógenas.

Puedo sentir como su miembro palpita llevando las olas que provoca por todo mi cuerpo, extendiendo el placer y haciéndome gemir y hasta gritar. Veo a Dagna a mi lado, masturbándose, y le sonrío al tiempo que echo un vistazo a su buena verga.

Kal me pide de levantar una pierna y acepto encantada, dejando que ahora su compañero vea absolutamente todo: mi sexo abierto aceptando el miembro de Kal que no para de entrar una y otra vez, mis pechos rebotando con cada embestida, mis gemidos y mi cara de placer ante los actos de su compañero. Una escena seguramente bastante lasciva.