Partida Rol por web

─Joder, Xabier, ¿eso no es matar moscas a cañonazos, pues? O sea, vale, la he liado, muy bien, vendrán a por mi. Pero no me van a matar en medio del hotel, ¿no? Al menos no a lo bestia. Puedo hacer de cebo y llamar la atención mientras vosotros os movéis alrededor, ¿no? Aprovecháos de eso. Si hace falta Trillo ya me ha salvado el culo una vez, imagino que podría hacerlo una segunda vez. Los rusos no se arriesgarán a usar la fuerza delante de todos los demás... la que podrían liar internacionalmente no les compensa. Yo seguiría casi como hasta ahora, la misión debe continuar o algo así, ¿no?

Gastelu se mostraba reacio a aceptar el plan de Xabier, tal vez porque suponía reconocer que su error había sido garrafal y a él no se lo parecía tanto. Para empezar iba disfrazado de camarero y si las cámaras les habían pillado (cosa que sería más bien rara, porque en un hotel de prestigio como este se valora mucho la privacidad) el que resultaba más reconocible por su imagen sería Trillo y no él. Tampoco era él el que había decidido acabar con la vida del ruso, lo más probable era que el vasco se hubiera escabullido por el área de servicio o, siendo arrinconado, se hubiera deshecho del gorila con un bote de pimienta o con un táser invocados de la nada.

Cruzado de brazos en gesto defensivo inconsciente, Gastelu aguardó a que Xavier diera su veredicto. En otro momento de su vida habría pasado olímpicamente del gallego, pero ahora estaba supeditado a que todo aquello saliera bien o se arriesgaba a que a su novia le pasara algo indeseable.

No sabía quien hablaba, si yo o el miedo a lo que pudiese causar el plan loco de Xabier, pero no pude evitar ponerme del lado del vasco. - A mí también me parece excesivo. De hecho, si hay cámaras en los pasillos... a parte de que estaría indicado, se verían. Pero la verdad es que tampoco entiendo de esas cosas...

No me hacía gracia tener que colarme en ningún sitio y menos aún destrozar nada. ¿Y si nos pillaban? ¿Y si tenía que cambiar de forma y matar a alguien? No era una asesina. No aún... y no quería serlo.

- Si buscan a un camarero con bigote y con tupe y el pelo castaño... no buscarán a un tipo sin bigote, con el pelo corto o rapado y que no vista de camarero... - Poco más podía aportar a todo aquello. Era eso o seguir las instrucciones de Silva, a las cuales no me negaría llegado el momento.

- El objetivo es encontrar esa cepa de virus ¿no?- recordó Trillo.- Si asustamos al vendedor, huirá y habrá que volver a empezar, mejor ser discretos. Esta claro que los rusos y los japoneses están aquí para comprar, ¿para qué iban a estar si no? Tenemos que contactar con el otro equipo, a ver si saben cuando será la subhasta, o mejor, cuando será el intercambio.

Veis a Xabier pensativo, está preocupado y lo notáis pero parece recapacitar con lo que le decís y os indica.

- Tenéis razón, si hacemos eso sabrán que pasa algo. Con el cambio de aspecto será suficiente por el momento. Pero a partir de ahora tenemos que estar mejor comunicados aunque sea por walkies...creo que nos los puedes conseguir fácilmente.

En esos momentos por la megafonía del hotel se escucha una voz que dice en cada idioma de los huéspedes del hotel:

- En dos horas llegará el funicular con los invitados a la cena-gala de Navidad. Por favor, se informa a los huéspedes que la cena de esta noche será de gala. Para el acceso al comedor principal será necesario traje o vestido formal. Gracias y disfruten de su estancia.

Xabier mira para vosotros y añade:

- Creo que nuestros compañeros vienen en ese funicular si todo ha salido bien, esperemos que tengan más información o hayan recuperado el virus ya. Lo que nos permitiría abortar la misión en cuanto el tiempo mejore. Bueno, mejor vayamos  a comer algo y luego descansemos...será una noche interesante.

Lo notáis ya más tranquilo pero aún así cabreado, seguramente no contaba que el equipo eliminara a un agente ruso a las primeras de cambio, aunque realmente la muerte de un ruso no le importaba lo más mínimo.

- No caerá esa breva- suspiró Trillo, en un gesto inusitadamente humano.- Los rusos y los japoneses tendrán agentes allí igual que los tienen aquí, y eso si no hay otros grupos implicados- comenta.- Dudo que nadie se haya podido mover libremente en ese ambiente. Quien montara la subasta tiene a los compradores justo dónde quería.

Ante la réplica de Xabier, Gastelu hizo lo único que podía hacer, dadas las circunstancias: producir de la nada un walkie-talkie por persona. Aquello, como siempre, parecía un truco de magia. Los objetos simplemente pasaban de no estar a aparecer en su mano, como si los hubiera sacado de su manga, o de su bolsillo. Al menos eso era lo que hacía ante ellos, que ya le conocían y no se impresionaban demasiado por el truco. En público, si hacía aparecer algo, lo hacía siempre de su chaqueta, del bolsillo o "tomado" de alguna parte. El tipo tenía tan interiorizado el uso de su poder que ni se lo planteaba.

En cualquier caso, dado el visto bueno a cambiar de aspecto, el vasco se esmeró en él: se rapó la cabeza, se afeitó el bigote, se puso peluca morena, se rellenó los agujeros de las expansiones de las orejas con una especie de tapones de silicona y se maquilló para que parecieran orejas "vírgenes". Incluso se depiló las cejas. Y luego añadió detalles: un "tatuaje" (henna negra, en realidad) de la flor de lis en el dorso de la mano izquierda, entre los dedos índice y pulgar (un detalle que no se les habría pasado por alto a los rusos) y un anillo de oro en su mano derecha con una cabeza de lobo. Además, por supuesto, cambio completo de vestuario: traje, camisa y corbata de seda, así como zapatos de vestir y cinturón de piel de alta calidad, sin faltar los gemelos de oro esperables. Añadiéndole un cambio de perfume y unas lentillas que cambiaban sus ojos de verde intenso a marrón bastante más convencional, Gastelu parecía una persona completamente diferente, aunque había estado preparándose durante buena parte d e aquellas 2 horas previas a la llegada del funicular al hotel...

Cena de gala.

Tampoco estaba preparada para aquello. - Mis modales son peores que los de una pueblerina. No se andar con tacones y no creo que sepa ni prepararme para la ocasión. Espero que no tengamos que asistir a eso. - Expuse a Xabier. La Navidad siempre me había gustado, pero cuando mi familia aún era normal. No ahora que mi padre había muerto y pasado su "legado" y mi madre estaba encerrada en un manicomio acusándome de la muerte de mi padre.

Cogí el walkie que me dio el vasco. - Espero que no llamen demasiado la atención. - La verdad era que, mientras llevase ropa holgada, no se notarían... hasta que alguien hablase y todos los que estuviesen a mi alrededor lo escuchasen. Al menos yo tenía la ventaja de tener los sentidos más agudizados y podía mantener el sonido de aquel aparato más bajo que los demás.

- No veo mal lo de ir a cenar y menos aún comprobar si los demás lograron su propósito. Espero que sí. Además ellos cuentan con el gran héroe español. - Dije con cierto rintintín. Estaba en contra de él al igual que del régimen. - Si él no lo logra, ¿qué haremos los demás?

Gastelu cambia de look y el resto se prepara para la cena y ver al resto del equipo. Cristina hace chascarrillos sobre el gran héroe de esta misión...va a ser una cena muy interesante.