Partida Rol por web

James dudó un instante, pero poco podía hacer si se quedaba así que asintió y aceptó la ayuda que le brindaba su compañero para encarmarse allí. Lamentaba no poder hacer más por ayudarle.

-Suerte...compañero-acertó a decir torpemente-.

Oh, por supuesto Dijo con sarcasmo. Ella sí puede romperle la cabeza a traición a quien quiera, maldita sea Se había girado y encaraba a la gemela que había respondido a su pregunta.

Las lanzadas de la gemela hacían que Harry ardiese por dentro. Solo el hecho de que estaba aún un poco confuso y una amenaza mayor impedían que se hubiera lanzado a por Julie.

Jules habló. Después de haberlo pinchado para que la machacase, ahora cogía una tubería y actuaba como si no hubiera dicho nada de todo eso, encima dando órdenes. Menuda psicópata. Pero en algo tenía razón, había que intentar ayudar a la mujer morena. 

Harry no respondió, y esperó a que Julie se retirase, entonces se agacharía con un semblante serio (Lo más amable que podía ofrecer en ese momento) y primero probó su propia llave. Obviamente no funcionó, pero había que intentarlo.

Miró a Evelyn a los ojos. Su sufrimiento y su aspecto le trajo ciertos recuerdos a la memoria, algunos de los que ahora le revolvían el estómago. Rasgó un trozo de su ropa y se lo puso en la boca.

No deje de mirarme a los ojos, muerda la tela con fuerza y no se sacuda. Así será más breve.

Sabía que en cuanto metiese la mano iba a tirar la tela y poner a sacudirse como la cola de una lagartija, gritando como una poseída, pero debía de intentarlo....

Harry no respondió, y esperó a que Julie se retirase, entonces se agacharía con un semblante serio (Lo más amable que podía ofrecer en ese momento) y primero probó su propia llave. Obviamente no funcionó, pero había que intentarlo.

El teniente pensó que su llave no funcionaba, solo estaba equivocado.

La cerradura de cuatro ojos para cuatro llaves acepto de buena gana la llave de Harry y esta giró sin problemas. Dentro de la cerradura un mecanismo crujió indicando que faltaba poco para salir de allí. Ahora necesitaban las otras tres llaves para abrir la puerta y escapar a tiempo de aquella celda inmunda.

El único inconveniente para Harry fue que no pudo volver a retirar la llave de la cerradura porque esta al girar y activar el mecanismo interior quedó inmovilizada en un giro de noventa grados.

El monstruo humanoide sin prisas abre la puerta opuesta a la que intentan abrir los Pecadores. Utiliza un juego de llaves con cuatro llaves similares a la que extrajeron de sus cuerpos Harry y las hermanas.

Luego sin temor a ser atacado el Celador entra pesadamente a la celda y cierra la puerta detrás de él.

Finalmente levanta su enorme martillo ablandador de carne en dirección a Evelyn, y con paso de plomo comienza a caminar hacia ella ignorando a los demás prisioneros.

En medio del tumulto de criaturas, zarpas y sangre, Harry distingue alguien del otro lado; precisamente entre las lapidas. Una mujer sosteniendo una antorcha y llamando con ímpetu a Harry.

Es la paciente del hospital que es idéntica a Sally. Su nombre incluso es muy similar: Sara. ¿Pero cómo? ¿Allí?

Quizás si Harry logra llegar hasta ella, tal vez empujando a las criaturas hacia el precipicio. Es un riesgo porque él también podría caer pero no tiene muchas opciones. Se encuentra muy herido como para trepar hacia sus compañeros.

Evelyn estaba aterrada, confundida. Seguia palpandose el estómago, notando en el la llave, enterrada en sus entrañas. El resto habia podido hacerlo, pero ella... ella no tenia ese entrenamiento. No era mas que una esposa torturada y atrapada en el dia a dia. ¿Verdad? No era una asesina, su hija tenia la culpa de haberse colgado. No, Eve, a quien pretendes engañar... Eres una asesina.  Cierto. Era una asesina. Y del tipo de asesinos cobardes que jamas llegarian a admitir las consecuencias de sus actos, y ahi estaba su castigo, ser encadenada como una presa a merced del juego de depredadores. Las disputas entre las gemelas y Harry no la entendio, no sabia de asuntos politicos, pero al parecer, las muchachas no eran quienes parecian, y desde luego, eran de bandos contrarios. Los ojos azules se clavaron sobre los de Harry, aterrados, pero obedecio sin rechistar, atrapando la tela entre los dientes. Sus manos se aferraron a la cadena metalica, la cual apretaria para poder aguantar el dolor tambien, y mantuvo la mirada enfocada en las cadenas. Seria mas dificil si el miraba su herida y ella a él. Terminaria por bajar la mirada tambien. Cogio aire y contuvo este para sentir los dedos de Harry hundirse dentro... 

Pero entonces la criatura entró. Se enfiló a ella. La presa mas facil, la unica que seguia encadenada. Como no. No importó el dolor, no importó nada. No esperó la mano de Harry, la mano se hundio en su propio abdomen, tratando de hurgar entre los puntos en busqueda de la llave. Sintio la carne fria, la asquerosa sensacion de estar revolviendo dentro de si misma. Pero quizas, en algun mundo aparte, ya estuviera muerta. ¿Que importaba? El dolor tambien perdia sentido, lo habia sentido demasiadas veces en su vida. Extrajo la llave como pudo y con nerviosismo, trató de soltarse las cadenas. Todo cuanto podia hacer, era huir, dejar de estar apresada. Dejaria que el resto lucharan por ella... Pero escapar siempre se le habia dado bien. 

El coronel observa la escena y los ojos se le encienden con fuego. Se deja caer sentado en la barra, haciendose un daño considerable en la entrepierna, que oculta tras un rugido de rabia. -!!!!!!AL INFIERNO!!!!!! -
El coronel lanza tajos contra los seres que se están comiendo a Harry. Une los pies, dejando atrapada la barra entre sus gruesas piernas, impiediendo así caerse.
-DAME LA MANO MUCHACHO. QUEDA PROHIBIDO CAER ANTES DE TERMINAR CON ESTO. ES UNA ORDEN.- El coronel retorna a su pasado, sabe como meter presión a los cadetes cuando están asustados o heridos, entran en shock y no saben reaccionar bien, la clave está en impedir que piensen, presionarles con órdenes simples y fáciles, esa es la clave.
El coronel agarra con la mano libre el cuello de la camisa de Harry ayudándole a subir a la barra, mientras con la espada hace molinillos para defenderse, aquel ser que intente entrar en su radio de acción se convertirá en carne picada.

Harry sonríe ante las palabras de James.

-Gracias, igualmente-Una vez James empieza a subir, Harry se queda mirando las lápidas al lado del cementerio, luego una mano le agarra de la camisa mientras escucha la voz del coronel. Con una sonrisa ya perenne en el rostro le responde.

-No se preocupe Aaron, no voy a caer. Voy a salvarme, a expiar mi culpa.- Suavemente se suelta de su mano.

Luego el detective observa la mejor manera de llegar hacia esas lápidas. Quizá empujando a las criaturas hacia el precipicio pueda pasar, aunque sea peligroso.

Harry empieza a avanzar hacia ellas...

Johan se queda perplejo mirando desde las alturas la escena. ¿Se había arrojado Aaron hacia ellos? Parecía ser una acción suicida desde su punto de vista, pero no estaba como para pararle los pies si deseaba hacer eso. Aun herido, el joven se lamentaba por el esfuerzo echo. No había tenido ni un segundo de descanso desde que salieron de la mansión. Quizás.. No fue tan buena idea salir de ella. 

Cuando todo estaba perdido para Harry, un milagro sucede. El coronel usando sus habilidades de militar curtido por los años realiza una voltereta cual circense y encaja una patada a varios Murmuradores.

El golpe es tan fuerte que arroja hacia atrás a tres criaturas, enviándolas lejos de Slaughter en dirección al precipicio. Dos de ellas caen por la oscuridad insondable y la tercera logra aferrarse al borde en el ultimo momento.

Los pequeños monstruos por un instante titubean pero al ver que nadie mas aparte de George les ofrece resistencia , optan por continuar su sanguinario ataque a los hombres que luchan a mano desnuda.

Harry tiene dos criaturas de oponentes, las cuales tiran de sus piernas en dirección opuesta. Una tercer criatura se une al ataque con un enorme clavo oxidado.

Intenta apuñalar al oficial pero falla por centímetros. Quizás la próxima vez todo termine muy diferente.

El hombre de Evelin persiste contra las criaturas que chillan sin parar cuando atacan con sus garras y fauces. Ahora George patea a uno de los monstruos y empuja a otro lejos pero el ultimo de ellos se escabulle y comienza a trepar por la pared en dirección a James y Aaron.

La aberración se mueve por el muro fácilmente, casi a punto de llegar a la barra que separa la entrada a la cárcel.

Desde la entrada a la cárcel un túnel de un metro de alto por otro metro de ancho viaja hacia el interior por al menos cuatro metros o más. Hasta donde llega la luz del encendedor de gasolina de James.

El estrecho pasadizo solo permite que un pecador avance a la vez. Uno detrás de otro

El coronel queda sorprendido momentáneamente, no me esperaba la reacción de Harry, sin embargo, con el paso de los años, y sobre todo las guerras, el coronel sabía cuándo un hombre ya ha visto la luz al final del túnel y sólo quiere un momento final para sí mismo. Aaron respeta eso, así que simplemente asiente serio con la cabeza y no dice nada. Mira a su alrededor, evaluando la situación, que es mala, pero también los seres han quedado momentáneamente sorprendidos, y el coronel no pierde la oportunidad. -Vámonos de aquí inmediatamente.- Le dice a George Se gira y vuelve a retreparse por la maldita barra. -Adentro, rápido, al túnel ese, iré el último e iré matando a estos seres si osan entrar. 

James no tardó mucho en decidir seguir las instrucciones de Aaron y meterse dentro del pasadizo, así que tomó la posición de cabeza y comenzó a andar, con la ayuda de su mechero de gasolina. Andaba ligeramente encorvado, no tanto porque la situación lo exigiese sino porque de algún modo abusrdo, así se sentía más seguro. Intentó aguzar la vista a ver si conseguía ver lo que había al otro lado.

No tenia grandes esperanzas de salir de aquí con vida la verdad. Mirando el lugar la verdad es que este sitio era muy apropiado para mi muerte. Reflejaba perfectamente como había vivido entre mentiras , suciedad y muerte. No una suciedad evidente como esta. No. Una suciedad y fealdades interiores , mentiras embustes y asesinatos. En nombre de una madre patria que nos devoraba por un extremo y nos escupía vacías y sin vida por el otro. 

Había hecho cosas horribles en nombre de mi país. Siempre diciéndome que era por mi país. Para no decirme lo que verdaderamente sabia. Las había hecho por que me gustaba. Todos los seres humanos tenían de base una serie de piezas que los hacían humanos. Yo no las tenia. O puede que si las tuviera en el momento de nacer. Pero que ese monje del orfanato me las arrebatara haciendo un profundo trabajo en mi. Convirtiéndome en un ser humano. Pero solo en apariencia. Por dentro un ser vacío y hueco que solo se movía por sus oscuros y siniestros anhelos. Lo único que me ataba a la humanidad era mi hermana. Mi oscuro reflejo. Aunque en ella si había algo de luz. Ella había encontrado algo en la vida y lo había perdido. Yo nunca encontré ni tuve nada mas que a ella. Así que morir junto a ella era mucho mas de lo que merecía. Antes de que fuera a un infierno mucho peor que este. Casi podía escuchar como todas mis víctimas preparaban sus utensilios de tortura para devolverme las atenciones que yo les había otorgado. 

No importaba. La vida era una mierda de película de muerte y sangre con pequeños anuncios de felicidad. Y esos anuncios habían terminado para mi en el momento que me embarque en un barco con la convicción de asesinar a mi hermana.

Merecia todo lo que me pasara multiplicado por mil.

No importaba por que todo el proposito de mi vida era llegar aquí.

Mire a mi hermana por ultima vez y la sonreí. 

Y me lance a por esa criatura. Tenia una tubería como arma. Sabia que a golpes no terminaría con ella. Tenia que ser lista y atacarla a una parte vulnerable. Utilizaría la tubería como si fuera una lanza. Cargando con ella en un poderoso salto hacia delante. Todo o nada. Así era yo. Buscando su cuello. Por debajo de esa especia de casco que llevaba.

Las fuerzas de Harry volvían a flaquear, estaba con el cuerpo destrozado, el dolía todo y esas aberraciones no paraban de venir. Pero entonces, el coronel aparece en escena, echando al vacío a un par de ellas. Harry levanta la vista y vuelve a a ver a Sara en el cementerio.

Volviendo a sacar fuerza de flaqueza, suelta un grito salido de sus mismísimas entrañas y empuja a los dos que tiene delante, chocando con el que se acercaba con el clavo en mano y echando a los tres hacia el abismo.

Gira un momento su cabeza hacia el resto de compañeros, les sonríe como quien acaba de entenderlo todo para luego dejarlos atrás con unas últimas palabras.

-Suerte...

Con las fuerzas renovadas, agarra a uno de los bichos que atacan al hombre de Eveliny lo lanza hacia la negrura.

Luego se pierde en la distancia hacia el cementerio...