Partida Rol por web

La herida recibida hace a James gritar de dolor, haciéndole sentir como si se partiera en dos. Quizá la herida en sí no fuera tan grave, pero el efecto de las heridas acumuladas acaba por hacer desfallecer al empresario que cae al suelo intentando con su último aliento apartar a su madre del alcance de los monstruos. Su última mirada es para ella.

Ninguna madre debería enterrar a sus hijos. Era un dicho popular y aquella última mirada, le hacía comprender que su madre, a la que había perdido hace tanto tiempo, habría entregado su vida con tal de salvarle. Se preguntaba si él habría sido capaz de hacer un sacrificio semejante. Nunca lo sabría. Le esperaba una cita con la muerte. Pero en aquel mundo horrible, la muerte no era lo peor que le podía pasar a una persona.

La herida duele de cojones, pero la adrenalina y los años de combates (con sus respectivas heridas) hacen que el coronel no solo no se venga abajo, sino que ahora se planta con más ganas contra las criaturas. Observa la situación, y ve que las cosas van mal, MUY mal.

El coronel levanta el arma hasta la altura del ojo derecho de su oponente, que no parece inmutarse, quizás en otro momento con otra persona, la persona que empuñaba el arma sintiese un escalofrío o quizás mirase en esos ojos de locura y soltase el arma para salir corriendo. Pero no todos eran Aaron, no todos estaban en esta situación. El coronel con la frialdad del mayor asesino dispara el arma a quemarropa.

Cuando la mujer que salió corriendo por la puerta se acerco a la altura del detective, este confirmó sus sospechas, era Evelyn.

-Evelyn no se preocupe, he venido a salvarles. Lo importante es enfrentarnos a nuestros demonios, ¿entiende?- Dijo el detective con una sonrisa. No sabía si la vería, o si ni siquiera reconocería la voz.

-Por cierto, hemos encontrado a su marido, George. Cuando les dejé, el seguía con vida...y ahora corra!

Mientras deja que ella siga corriendo, se gira para encontrarse con el culpable de su miedo. Ese ser enorme y aberrante avanza hacia ellos. Entonces ve como su tocayo le salta encima. Harry observa su mano, en ella lleva el revolver del militar.

-Harry! Se lo devuelvo!- Dice el detective mientras le lanza el revolver deslizándose por el suelo. Luego se vuelve a incorporar sacando a la Tommy a pasear...

Vamos nena, deja como un colador a ese infecto ser...

Click, click click…

La criatura ruge de rabia incontenible cuando el golpe de Harry le hace trastabillar y perder el rastro de su presa que gira la siguiente esquina.

El crujido de tejidos musculares tensándose es audible cuando el ser se gira en dirección al soldado… parece imposible pero las ruedas de la caja de seguridad que le cubre la cabeza, están girando lentamente, click, y vuelven a girar, como realizando la combinación que abrirá la caja mientras el ser da un paso firme hacia Harry y enarbola su martillo para acabar con el soldado.

 Click, click click…
Click, click click…

Click, click click…

Lo que sea que hay al otro lado esta abriendo la caja desde dentro, quizá para mirar a los ojos a su víctima antes de asestarle el golpe definitivo.

Click, click click…
Click, click click…

Click, click click…

El soldado experimentado carga hacia el monstruo imparable con la tubería entre sus manos. El improvisado garrote se encuentra en alto, listo bajar y descargar con toda la furia el golpe en la retaguardia del celador.

Pese a su esfuerzo Harry “trata de redimirse pero no conoce la forma” al intentar acabar con el poderoso oponente para salvar la vida a sus compañeros a toda costa.

El heroico gesto, aunque suicida en el fondo, es suficiente para que el Horrendo Celador gire hacia el teniente y abandone la persecución de Evelyn. Al menos por ahora.

El muchacho luego coge la pistola lanzada por su tocayo desde el otro lado del pasillo. Con algo de suerte podrá llenar de agujeros al Celador.

Segundos antes Evelyn pasaba por allí en dirección a las escaleras. Ella corre a toda prisa pero más allá de la iluminación de la linterna de una de las gemelas y del farol de petróleo de uno de los hombres armados que llegaron con Harry la oscuridad es absorbente. Si continua por su cuenta deberá andar a tientas por la oscuridad.

Ahora el Celador da la espalda a Harry Slaughter y su compañía. Él invirtió preciados segundos en pasar el arma al soldado pero muy pronto podrá freír a tiros al guardián con el subfusil Thompson.  Sus compañeros dudaron por un instante en atacar al Horrible Celador. Hacerlo es la muerte asegurada, así como a cualquier guardian del infierno que abrazó Bar Harbor.

Entonces la oportunidad se presenta con el monstruo de espaldas. Sin desperdiciar la situación los dos soldados de La Orden se lanzan al ataque.

El garrote con pinchos queda incrustado en la espalda del Celador y el virote disparado por la improvisada ballesta encuentra su lugar en el brazo hábil aunque no alcanza para que el monstruo suelte su enorme martillo.

Tanto daño había acabado con decenas de aberraciones ordinarias pero los guardianes son tan poderosos como resistentes, casi inmortales a menos que se conozca el secreto de cada uno de ellos.  Finalmente el sonido de la caja en la cabeza del Horrendo Celador se abre rompiendo el alambre de púas.

Una decena de tentáculos rojizos surgen desde el interior de la caja del Celador y van en búsqueda del Teniente que por centímetros evita los mismos.

Tal vez el Horrible Celador ha cambiado de opinión sobre cuál será la próxima víctima. 

El disparo es una maniobra desesperada del coronel y su objetivo lo es aún más. En lugar de eliminar su propio oponente la bala fue para el horror que luchaba contra George. En un principio titubeo un segundo sobre que monstruo elegir, si disparaba al loco del cuchillo de carnicero que había derribado a James o la aberración que aplastó la cabeza de Johan con un martillo. Cualquiera de los dos estaban con un pie en la tumba a diferencia del nuevo acompañante, el marido de Evelyn.

Al disparar al hombre monstruo del hacha que forcejeaba con George, el humanoide pierde fuerzas y George toma la oportunidad para demostrar fuerzas más allá de lo esperado. Con sus dos manos quiebra el cuello del horror y captura el hacha.

El cuerpo sin vida es lanzado violentamente sobre el enemigo de Aaron y la treta tiene éxito. Por el momento el coronel se encuentra libre de oponentes y puede actuar libremente.

Entretanto George carga con el hacha enarbolada en lo alto hacia el humanoide que atacó a James.

El coronel se encuentra en una situación desesperada, aunque algo mejor que apenas un instante antes, ahora estaban dos personas libres, aunque hay otras dos que no estaba seguro si seguían vivas.

Apunta con cuidado al ser que se está comiendo a James y su madre. El coronel nunca se ponía tenso al disparar, ya era para él tan natural como respirar, y también comprendía que, en algunos casos, no hacerlo llevaba también a la muerte. Sin embargo ahora estaba disparando a un combate cerrado, así que se toma un segundo para apuntar al torso de la criatura, donde es más fácil dar, ergo más difícil fallar. Aaron aprieta el gatillo, gastando la última bala del revólver. lo suelta e inmediatamente saca la semiautomática, el coronel recuerda que le queda un disparo... y luego su sable de oficial, nada mas.

Harry observa como la mole con una caja fuerte por cabeza se gira hacia su tocayo. Por suerte, el soldado consigue esquivar el golpe. Sus dos compañeros de la hermandad dudan unos segundos, pero finalmente arremeten contra el monstruo. Aunque sus ataques son certeros, la criatura continua en pie.

Quizá tenga algún punto débil?

Sin tener muy claro el impacto de la tommy después de ver su aguante, el detective igualmente le descarga una andanada de plomo por la espalda, mientras le grita al teniente.

-Harry!! hemos de buscar un punto débil! La cara la tenia cubierta por la caja fuerte! Si la protegía tanto, por algo será! Intente reventarle el rostro con la pistola!!!!!!

La secuencia de actos nublaba lo poco que me quedaba de consciencia, el dolor y la pérdida de sangre solo me llevaban a estar peor que antes. No tenía fuerzas para salir adelante, ya no. Así que desde el frío suelo de aquel perturbador lugar, cerré mis ojos añorando no despertar jamás. 

El charco de sangre era muy grande, pero no tan peligroso como el estado de lo que antes ha sido un brazo. Intenté buscar a mi hermana pero no la encontré, por momentos todo se volvía demasiado oscuro y los mareos se incrementaban. Pocos minutos para sobrevivir, al menos es lo que pensaba.

Tal vez sea por la acumulación de daño en bruto. El cuello perforado, el brazo destrozado a mordiscos, el cuerpo apaleado, flechado y finalmente baleado. Todo eso mermó la resistencia del coloso guardián de la prisión al punto de derribarlo finalmente.

Su caída es como un árbol milenario, estrellandose con fuerza en el suelo de metal y quedando boca abajo con su caja abierta de forma que impide que los horribles tentáculos salgan, aunque todavía se mueven de forma esporádica.

El enorme martillo queda encajado entre los barrotes al igual que el brazo que todavía lo empuña con fuerza. Lo demás es un charco sanguinolento de color negruzco y olor nauseabundo.

Por el momento el peligro ha pasado...

La supuesta madre de James protegía al joven empresario haciendo ella de escudo humano ante los ataques del cuchillo de carnicero del Doppelganger. Dos tajos leves recorrían la espalda de la mujer entrada en canas y años por igual pero su voluntad era fuerte. Ella había recibido heridas peores durante muchos años en su continua marcha dentro del infierno privado de Bar Harbor.

Tantos años de sobrevivir al mal para acabar tan cerca del final...

Todo hubiese terminado para ella si no fuese por Aaron y su arma de fuego. El disparo fue certero y habiendo superado la resistencia del monstruo todo acaba allí para la criatura del cuchillo.

En ese mismo instante George empuñando el hacha abre a la mitad al hombre horrendo que había atacado con el pica hielo al coronel. Tuvo que tomar la difícil decisión de proteger al militar o al muchacho herido por el otro monstruo y su martillo de carpintería. Eran los que estaban cerca de él.

Lamentablemente el oponente de Johan vuelve a golpear al muchacho con el martillo, un golpe sin piedad y con malicia acaba destrozando la columna del joven. Un horrible sonido de huesos fracturados es el resultado de semejante maldad.

Luego de rematar a Johan, el monstruo levanta en alto el martillo y carga contra el coronel...

Evelyn se enfrentó a las tinieblas en el pie de la escalera, sintiendo casi como la oscuridad le mordia los tobillos. No, no iba a caer de nuevo en lo mismo, no iba a sumergirse sola en la nada, no iba a exponerse. Aun recordaba a aquella criatura llena de latex. Retrocedio hasta la seguridad de la luz, para contemplar como victoriosamente habian logrado derribar a aquel celador, con un nudo en la garganta. No le interesaba George, seria mentira decir que aun le amaba. Por ello no respondio a las palabras de Harry. Solo queria salir de ahi con vida. Se apoyó en una de las paredes, contemplando el cuerpo caido de la criatura. - Es mejor movernos, la ultima vez se levantó...  - lo dijo con un hilo de voz, carraspeando, tratando de encontrar de nuevo las formas, las fuerzas. Era horrible el no saber como dar el siguiente paso. 

- ¿De verdad tenemos alguna escapatoria de aqui...?- sus ojos derramaron algunas lagrimas, en lo que se cerraban. No sentia el cuerpo, solo... frio. Aun recordaba sus entrañas heladas cuando metio los dedos para buscar la llave. Aun podia verse las manos heladas y casi azules a la luz de los candiles. ¿Realmente habia alguna oportunidad de ser feliz?, ¿de que todo acabara?

No podia creer lo que había pasado esa cosa había muerto. Pensaba que morirá a sus manos con una sonrisa desafiante pero por fortuna no había sido asi. Pero no había tiempo que perder. Mi hermana se encontraba fatal.

Me puse a buscar como loca algo que me sirviera para detener su hemorragia. Aunque por lo pronto tenia que pararla un poco. Por lo que con un trozo de mi ropa me acerque a ella para hacer una torniquete. Si tuviera fuego podría cauterizar su herida. No seria algo bonito ni poco doloroso pero cortaría la hemorragia. Por ahora hasta que encontrara algo tendría que valer un torniquete.

Jules. Esto te va a doler. Pero quédate conmigo. Quédate despierta por favor. dije en un hilo de voz. Ver a mi hermana en ese estado me partía el corazón. Daria lo que fuera para que volviera a estar bien y pudiera salir de aquí con vida y entera.

Con la Tommy aún humeante, Harry observaba a la mole tumbada en el suelo desde lejos. Si lo que decían sus compañeras era cierto, mejor no acercarse y marchar cuando antes, no fuera que volviese a levantarse.

-Si volvemos por donde hemos venido, os conduciremos para arriba para poder salir.- Entonces se giro hacia los dos hombres de la hermandad.

-A no ser que necesitéis nuestra ayuda para algo más.

El coronel ruge iracundo al escuchar la muerte de Johan, el ser se lo pone fácil, pues avanza hacia a él. 

El coronel automáticamente apunta y dispara su última bala. Deja caer el arma, ya descargada y pasa a empuñar el sable con las dos manos. Separa los pies, toma postura de combate y se prepara para ella, pues no está seguro de si el ser habrá muerto con el disparo.

La ultima bala de la pistola es bien empleada, el disparo más que certero porque acaba con el ultimo monstruo que cae abatido encima de Johan, dejando su martillo ensangrentado a pocos pies del coronel.

Al finalizar el combate los últimos en pie son George y Aaron. La extraña mujer presenta algunas heridas pero sumado a su débil estado y su edad la convierten en una presa fácil.

- ¿Pero que ha sido toda esta locura? Necesito encontrar a mi amada... podría estar en peligro. - argumenta pasa sí George luego de la brutal pero corta pelea contra los humanoides horripilantes.

su semblante expresa frustración por la búsqueda infructuosa. Al hombre parece que nada más le preocupase...

En cambio la pobre mujer lo único que hacia era proteger a James del entorno por más que la amenaza hubiese acabado. Con su chal de seda muy gastado y sucio ella limpia las heridas ocasionadas por el cuchillo de carnicero. - No, no... él dio que te protegería si yo me ofrecía. Él mintió, él mintió... - balbuceaba la mujer con la mirada extraviada en la oscuridad de las celdas...

Quizás no lo habían notado pero desde el nivel inferior llegan ruidos de armas de fuego. Tal vez una ametralladora o similar...

Sea cual sea el resultado algo es claro. Los disparos atraerán a más criaturas...

Quizás no lo habían notado pero desde el nivel superior llegan ruidos de armas de fuego. Tal vez una pistola o similar...

-Si volvemos por donde hemos venido, os conduciremos para arriba para poder salir.- Entonces se giro hacia los dos hombres de la hermandad.

-A no ser que necesitéis nuestra ayuda para algo más.

Uno de los hombres de La Orden, el de la ballesta rudimentaria, responde a la oferta de Harry. Recarga su arma apresuradamente, como temiendo que algo los ataque en cualquier momento. - De... debemos encontrar a la niña. Ella es nuestra única posibilidad o todo podría acabar mañana. - luego el hombre se acerca a examinar al celador e intenta alejar el martillo del cuerpo aunque el objeto es bastante pesado.

El otro guardián recupera su garrote y revisa la lampara de petroleo tras comprobar que en resto del sitio no se esconde ninguna amenaza. - Eramos doce al llegar aquí. No hay nadie mas para la tarea, incluso ella nos acompañó con la esperanza de encontrarlo a usted. - afirma el hombre de voz grave y decidida. Y todo eso en realidad era verdad. Todo el mundo estaba detrás de la hija desaparecida del alcalde.