Partida Rol por web

No... El chasquido del metal, y el silencio tras la puerta que debia abrirse era la condena de Evelyn. No habia surtido efecto. Se giró, o iba a hacerlo para ver a lo que una vez fue George y emitio un fuerte grito de dolor cuando aquellas garras arañaron su carne y su piel, haciendo brotar la sangre. Sollozó y cayó de rodillas por el dolor, aferrada al metal. Se habia equivocado. Todo habia ido mal. Entendió tarde el sentido de las valvulas. Lo habia contemplado como un simple mecanismo y no como una metafora de lo que les retenia en el lugar. Oyó el sonido humedo de la carne al ser cortada a sus espaldas.

Olio la muerte, los disparos. George habia caido, y se arrastraba para alcanzarla. Y una nueva criatura habia visto la luz, una criatura que acabaria con todos. Era el ultimo intento que tenia para salir de ahi con vida, si es que le quedaba algo de vida fuera de aquellas paredes putrefactas, fuera de aquella pesadilla. Lloró, en lo que se repitio en la mente las palabras de aquel cuadro. La unión de lo terrenal y lo subterráneo
No cometeria el mismo error dos veces. La primera valvula fue girada hacia la izquierda, hacia arriba. En un intento de simbolizar la tierra, probablemente por encima de ellos al estar en el verdadero infierno, y la valvula derecha hacia la derecha. Era todo cuanto se le ocurria. Un intento desesperado por salir de ahi.  No podia ser peor. ¿Verdad?...

Ella era la mas alejada de la criatura de la espada. Habian muchos cuerpos de por medio. Quizas tendria algun intento de salir de ahi con vida. 
 

Como si no llegase con la aberración en la que se había convertido George, ahora aparecía de nuevo aquel terrible cabeza de pirámide dispuesto a matarlos a todos. No parecía que existiese otra salida posible a parte de aquella puerta frente a la cual estaba acorralada Evelyn.

Incapaz de ser de cualquier ayuda en un hipotético combate, debido a su estado, se concentró en encontrar la solución al enigma de la puerta. Sus conclusiones coincidieron con las de Evelyn. La válvula de la izquierda, debía girar hacia la izquierda (hacia arriba) y la derecha, hacia la derecha (hacia abajo). La duda que le quedaba es si debían deshacer el movimiento anterior para volverlo a su posición inicial, pero no había forma de saberlo. Todo lo que podía hacer era esperar mientras intentaba buscar la forma de alejarse todo lo posible del cabeza de pirámide. 

El anteriormente conocido como George fue exprimido bajo los golpes del grupo. Aún se movía ligeramente, pero hubo otra cosa que atrajo más la atención del curtido detective. Una pared empezó a desmoronarse. Harry armó la Tommy en sus manos, mientras esperaba a ver que nuevo ser grotesco aparecía a través de ella. Pero no era nuevo, era un viejo conocido del bosque, el ser con cabeza de pirámide. Ese ser que parecía invencible.

Joder, joder, joder....

-!Come plomo abominación infernal!!!!

Harry descerrajo una ráfaga del 45 sobre cabeza de pirámide.

Las sombras de mi propio interior comenzaban aquel juego macabro de cacería, buscando a través de dulces palabras o tristes anhelos, algo que por derecho he perdido y jamás será entregado. No pensaba caer en la mundana creencia de una venta ilícita de mi alma, ni que el diablo estuviera negociando conmigo. Sería un tanto curioso y cínico. - No lo intentes, nada me va a devolver lo que he perdido y tan ilusa jamás he sido. - respondo a mis propios pensamientos, que atormentados por aquel delirio, me silencian en la eterna confusión. 

Y sin querer saber cual es el camino a seguir, avanzo como puede en medio del caos y todas sus mierdas, siendo una antítesis de todo por mera elección. El sonido de los disparos, los gritos de mi hermana y el regreso de aquella cosa abominable, eran la prueba de que estábamos bien muertos y ya no tenía sentido luchar. ¿Contra qué? La batalla estaba perdida cuando apenas comenzó y todos nosotros putrefactos de alma, pero manifestado en la carne, no hacíamos más que aletargar lo que por derecho nos merecemos. 

Si había esperanza, era asumir la condena y permitir a quien desee salvarse, una segunda oportunidad. Por esa razón, me dirijo hacia donde se encuentra Evelyn e intento ayudarla. - De alguna manera saldrás de aquí. - alcancé a decir mientras caminaba entre los cuerpos, la bestia de la caja y el resto de los presentes. Yo no buscaba redención, ni siquiera negociar, pero si ofrecer mi última ayuda a esta mujer. 

Podría ser una locura, aunque todo allí lo era, pero James debía intentarlo.

La extraña idea surgió de la palabras del anciano oculto en la cabaña del bosque. Si, esa maltrecha cabaña rodeada por extraños monolitos de granito. La misma cabaña que luego fue atacada por el mismo verdugo. Cabeza de pirámide.

Quizás no es una coincidencia. Tal vez todo se encuentra enlazado, desde adelante hacia atrás y la verdad del pasado se descubre cuando el final de todo se aproxima.

James recuerda claramente las palabras del anciano moribundo...

- La unio...ghhjj de lo terrena...ghhjj y lo subterran... ghhjj... prision estat... Harbo.. ghhjj. Izquierd... ghhjj siempr...ghhjj a la izquier...gggghhhhhhjjjj..... -

Y la ultima frase se pierde entre gorjeos y ahogos, luego el silencio regresa a la cabaña como si jamas hubiera existido algún tipo de conversación.

 La primera valvula fue girada hacia la izquierda, hacia arriba. En un intento de simbolizar la tierra, probablemente por encima de ellos al estar en el verdadero infierno, y la valvula derecha hacia la derecha. Era todo cuanto se le ocurria. Un intento desesperado por salir de ahi.  No podia ser peor. ¿Verdad?...

Entonces el suelo tembló y el polvillo del techo y paredes cayó sobre todos los presentes. Quizás algún mecanismo diabólico comenzaba a trabajar desde las entrañas de la prisión infernal. Todo, desde luego, iniciado por el movimiento de las válvulas... Nada bueno sucede...

En ese preciso instante una voluntad indomable como la noche misma que cubre Bar Harbor impulso la carne y los huesos del otro guardián derrotado previamente. ¿O no fue derrotado? No realmente...

El Horrendo celador se alza para continuar su tarea brevemente postergada por los Pecadores. Lentamente avanza con paso firme hacia Evelyn, solo que medio mundo de haya en medio.

Si un verdugo simboliza la muerte, dos representan la perdición de toda esperanza.

Y la esperanza existe detrás de la puerta custodiada por sendos torniquetes de hierro. Detrás una puerta del mismo material aguarda un destino incierto pero menos abominable que el actual...

Por tal motivo Jules en un santiamén llega hasta Evelyn empleando todas sus energías por pocas que fueran. Su intención es ayudar pero debe esperar su momento para probar suerte con las válvulas.

Tiempo no tiene pero su compañero, el oficial de policía, intenta ganar todos los segundos que pueda al vaciar el cargador contra el verdugo piramidal. El monstruo es baleado sin piedad, lo cual detiene su avance pero cuando sus heridas se cierren volverá a la carga.

No podia mas. Aquel ultimo intento habia sido todavia peor, pues podia sentir el olor fetido del martillo sangrante, de aquel horrendo celador que volvia tras ella. Si no habia forma de arreglar aquello, no se le ocurria mas. Dos a la izquierda, dos a la derecha... esas eran las ultimas combinaciones que quedaban, y la chica rubia, no sabia cual de las dos hermanas, habia ido para intentarlo. Por ello Evelyn dejó resbalar sus manos del metal oxidado, rendida. Estaba derrumbada sobre las rodillas, todavia sintiendo el dolor, viendo el cuerpo destrozado de lo que una vez fue George. Su mirada se perdio en el horror que acudia a ella, y despues hacia la cabeza de piramide. 

Todos parecian decididos a destruirla. Seria por algo, ¿no?... Quizas ella tenia la culpa. Quizas habia una parte de su hja en cada una de aquellas criaturas, mandadas para torturarla, para retorcer cada rincon de sus entrañas, como ella habia retorcido la mente de su hija y la suya propia, culpandola de pecados del padre, manchando la inocencia de la niña con el odio y la envidia de la madre. Maquillando el dolor con mentiras y falsedad. Ese era su destino, sufrir. Desaparecer. Era todo cuanto deseaba ya, cerrar los ojos, suspirar y olvidarlo todo. Como la ultima copa antes de dormir, mezclada con unas gotas de tónico para dormir. Su espalda se apoyó en la pared metalica, con las esperanzas destruidas. Si no habia escape, se entregaria al destino. 

James de pronto parece que murmura algo releyendo las frase aquella.

-La unión de lo terreno y lo subterráneo...la unión de lo terreno y lo subterráneo...

¿Donde había escuchado algo así antes?

De pronto abrió los ojos como platos y miró hacia la puerta. ¡Claro!

-¡No, deténganse!¡Lo tengo!¡Aaron!...¿se acuerda de aquel viejo?¿El de la cabaña? Dijo...dijo...La unión de lo terreno y lo subterráneo...Prisión estatatal Bar Harbor...¡Izquierda, siempre a la izquierda!¡Las dos a la izquierda!

Podría ser una locura, aunque todo allí lo era, pero Aarón debía intentarlo.

La extraña idea surgió de la palabras del anciano oculto en la cabaña del bosque. Si, esa maltrecha cabaña rodeada por extraños monolitos de granito. La misma cabaña que luego fue atacada por el mismo verdugo. Cabeza de pirámide.

Quizás no es una coincidencia. Tal vez todo se encuentra enlazado, desde adelante hacia atrás y la verdad del pasado se descubre cuando el final de todo se aproxima.

Aarón recuerda claramente las palabras del anciano moribundo...

"- La unio...ghhjj de lo terrena...ghhjj y lo subterran... ghhjj... prision estat... Harbo.. ghhjj. Izquierd... ghhjj siempr...ghhjj a la izquier...gggghhhhhhjjjj..... - Y la ultima frase se pierde entre gorjeos y ahogos, luego el silencio regresa a la cabaña como si jamas hubiera existido algún tipo de conversación."

El coronel se había quedado de piedra un segundo al ver a cabeza de pirámide, después el otro. Por un momento el coronel se queda pasmado. No puede ser, otra vez no, joder, ¿Que es esto...?

Sin embargo la voz de James le saca del estado de shock, aunque no se si demasiado tarde. -!Si a la izquierda! !rápido girad las dos a la izquierda!- Ruge, mientras levanta su arma, ya ha perdido unos instantes preciosos, el coronel intentará reparar ese error. Parece que esos seres son inmortales, pero para andar necesitan mover las piernas ¿No?

Con cuidado, Aaron apunta a la rodilla, intentará retrasarlos hasta que sus compañeros consigan abrir y pasar por el supuesto pasadizo, o lo que sea que todos esperan que se abra.

El asesino primordial del Otromundo avanza imparable hacia la puerta bloqueada por los torniquetes. En su paso va dejando un reguero de sangre y cadáveres pese a recibir heridas letales para cualquier mortal ordinario.

Atrás quedó el cuerpo destazado del compañero de Matt, quien ahora intenta bloquear el avance del Celador que acaba de revivir.

Julie futilmente dio lucha a Cabeza de Pirámide. Obtuvo algunos segundos preciados que sirvieron a los demás en dar con la clave de las válvulas.

Entonces la suma de sus pecados trae a este momento el destino que como un perro de caza corría detrás de ella en manos del Verdugo inmortal como la misma oscuridad.

El enemigo de Julie es lento pero fuerte, y fuerte; al punto de levantar en el aire a la gemela con una sola mano al sujetarla de un antebrazo. Ella por el contrario lucha como un gato con rabia prisionero en una jaula antes de ser sacrificado.

Primero el Verdugo deja sin su brazo libre a la rubia al utilizar su espadón para cortar limpiamente la extremidad. Entonces el terrible daño sume en la oscuridad del desmayo a Julie que a continuación es ejecutada sin prisas.

Dejando su espadón el Verdugo entierra su mano en el pecho de la mujer y luego tira de ella violentamente arrancando su piel, carne y columna. Un chorro de sangre salpica a todos los que se hallan cerca y los restos de Julie van a parar muy lejos, junto a las válvulas en la lejana pared.

Y la muerte no cesa.

Matt, el ultimo guardián de La Orden es la siguiente victima del Horrendo Celador. Por mucho que el hombre atacase al celador nada sirvió para detenerlo en su resurgir.

Un solo golpe de su horrible arma fue suficiente para matar al miembro del culto religioso. Su cabeza estallo ante el brutal golpe de la maza del martillo y sus sesos decoraron las paredes circundantes. Luego el demoníaco celador continuo asestando golpes al cuerpo inerte hasta dejar irreconocible al cadáver.

Al ver como Evelyn se rendía y sin poder hacer demasiadas cosas, con una sola mano comienzo a girar la manivela hacia la izquierda, tal como dijo James y el Coronel. Me costaba horrores por el dolor y la falta del miembro, poder realizar la tarea, al margen de ello tenía un objetivo y no pararía hasta lograrlo. 

Sólo que todo se derrumbó al ver como aquella bestia desmembraba a mi hermana, dejando nada de ella donde el suelo se teñía de un rojo carmesí, capaz de helar a quien pudiera contemplar la horrorosa escena. - NOOOOOO-  grito con fuerza al ver como lo último que me quedaba en la vida, se perdía entre mis manos. 

Ya angustiada y con un nudo en la garganta, sigo con la tarea de girar las manivelas hacia la dirección indicada. 

Uno a uno los dos guardianes, las personas que le habían ayudado y le habían proporcionado un traje de los suyos, cayeron ante el avanzar imparable de cabeza de pirámide, mientras Harry escupía su carga de plomo.

El ser pareció trastabillar durante un momento, pero luego se recupero y siguió adelante.

Nada puede detenerle...

Mientras el detective dejaba caer el cargador vació e insertaba otro en la sedienta Tommy, vio como una de las gemelas era destruida delante de ellos por la abominación con cabeza de pirámide.

Harry aguanto estoicamente el espectáculo, mientras que sus amigos parecía que habían conseguido abrir la puerta. El detective se quedo en guardia, esperando que sus compañeros saliesen por la puerta, no iba a abandonar a nadie, así que sería el ultimo en pasar.

Como si tu dolor la alimentase, aquella sombra que había permanecido en silencio cuando negaste su existencia como si solo fuese producto de tu imaginación, creció y te envolvió al tiempo que se hacía más densa y espesa.

¡NOOOOOO!- gritó en tu cabeza en una burla de tu grito de dolor, regodeándose con tu sufrimiento -Y pensar que podrías haberla salvado… podría haber ahuyentado al Verdugo, podría incluso haberte devuelto lo que se te ha arrebatado, pero no, en lugar de eso elegiste no creer… después de todo lo que has visto, todo lo que ha pasado, y aun así te has atrevido a no creer- te dijo la voz, sonando en parte divertida y en parte asombrada, pero por encima de todo, cruel e inhumana -Y ahora ves el precio de tu escepticismo… ella ha muerto por tu culpa. La culpa no es de ella por enfrentarlo para darte tiempo… ni de este lugar por traer al Verdugo hasta aquí… y tampoco del Verdugo por cumplir su propósito- te dijo, regodeándose en cada palabra, deleitándose con el sufrimiento que te podían provocar.

No, eres tú la única culpable de su muerte, eres tú quien ha matado la ha matado- te dijo, y con cada palabra, volvías a ver en tu mente la muerte de tu hermana -Recuerda el precio de no creer… piensa en ello la próxima vez que nos encontremos- te dijo mientras la sombra se empezaba a alejar de ti.

No creas que no te queda nada por perder- añadió antes de desaparecer por completo.