Partida Rol por web

El tritón no solia enfadarse, pero aquello le habia dolido. Aún así se quitó su colgante y lo prendió en una de las rocas por si acudian al menos que supieran donde buscar. Luego emergió a la superficie, pero desde otro punto cercano al del resto. Su primera vez en el exterior queria disfrutarlo un rato a solas. Saborear que se sentía al percibir el viento en su piel mojada. El aroma del cielo, porque oleria a algo ¿no? Y verlos a ellos.... si hubiera algún humano caminando por la playa... Solo queria verlos, oirlos. No queria engañarlos ni dañarlos, pero eso no podia confesarlo delante de los suyos.
 

- Parece que están de fiesta - susurró Xiomara.

Observó las luces lejanas, los sonidos extraños. La música era... diferente. Con cautela, nadó alrededor de las embarcaciones, observándolas. Observando si tenían escaleras, motores, su estructura, su aspecto. Se mantuvo en todo momento lo más silenciosa y discreta que pudo, y sobre todo, sin perder de vista a sus compañeros. Estaba desconcertada, los humanos no parecían muy amenazantes...

- ¿Alguna idea? -preguntó con la misma voz baja.

Gracias a las otras veces que "no" me había acercado con Nayade pude identificar fácilmente ese sonido como música humana por lo que sonreí hacia esta y el nuevo.

- Ahí está vuestra competencia y no me negareis que es bastante pegadiza.- comento divertido antes de girarme a Xiomara que estaba bastante seria y juraría que algo nerviosa aunque de manera distinta a la de antes.- Ninguno de eso barcos parece recién llegado así que como mucho podemos intentar escuchar sus conversaciones a ver si sale el tema sobre los ataques, aunque por el ambiente dudo que esos sean los temas tratados...- por supuesto que había que ir con pies de plomo pero la emoción de venir con más gente me hacía el imposible no mostrar tan buen humor.

Al rato de estar allí Azariel también se acercó pero por muchas vueltas que disteis nadie salió a cubierta ni paseó por la playa dado que la temperatura no acompañaba por lo que tras un buen rato decidisteis volver bajo las aguas para descansar

Por fin os ponéis en marcha y mientras Azariel y Eressëa se dirigen a la cueva de Antía el resto os dirigís a las Rocas Sagradas para observar.Nada mas ascender a la superficie os fijáis en que un barco nuevo está atracado en el pequeño puerto que se encuentra en aquel lado de la isla

Hace frío y la playa está vacía y en la cubierta de los barcos apenas se e a un par de personas pero en la arena,sola,hay una mujer o al menos desde la distancia es lo que parece.Un enorme pájaro está posado en uno de sus brazos y parecen comunicarse

Apenas salimos a la superficie me fijo en el nuevo barco que había en la costa. Pudiera ser que hubiera llegado mientras discutíamos sobre el "plan" de mi hermano. Ante la duda me giro a Eneas.

- ¿Es ese el barco en el que venían?- mientras espero su respuesta sigo observando el lugar hasta fijarme en lo que parecía una mujer que estaba hablando con una ave.- ¿Acaso los humanos también podían comunicarse con otras especies?

Fuera como fuese teníamos un trabajo por delante y ya parecía qué había algo digno de comprobar, por lo que me dirijo al grupo que estaba bajo mi "supuesto" mando.

- Sera mejor ir yendo y ver que podemos descubrir sobre ellos antes de que empiece una guerra por secuestros indebidos.- a pesar del mensaje que doy mi voz suena calmada e incluso divertida. Al fin y al cabo sino me lo tomaba como un chiste podría hacer algo que luego lamentaría. Sin más hago un gesto para partir y con el mayor sigilo posible me acerco al puerto.

Finalmente se dirigieron a las rocas. Aunque hasta el último momento dudó si dirigirse a buscar algunos hongos luminosos extras, pues no estaba seguro de llevar suficientes para todo lo que se avecinaba. De hecho el primer día ya le estaba dando ganas de irse a gastar una hora con ellos.

No deben haber muchos más barcos aquí -se fijaba en el fondo, en la figura- ¿aquello es...?

Nadó unos metros hacia la costa y una sonrisa boba y mordaz se dibujó en su rostro... tenía demasiadas ganas de dejarse llevar. Aunque Orien se movía en otra dirección y aquello provocó que le mirase con cierta decepción. Habían otras cosas que hacer. Eso sí, sonrió a su último comentario, asintiendo despacio. A buen entendedor, pocas palabras bastarían.

Xiomara sigue a Orien tan sigilosa como puede. Teme parecer paranóica, y desde luego que tiene sus propias ideas sobre lo que se debe o puede hacer, pero sigue pensando que hay muchas razones por las cuales alguien puede atacar a alguien.

- Orien... - habla con él en voz baja mientras avanzan, estando todavía suficientemente alejados del puerto-. Los humanos ven el mar como una fuente de recursos. Has visto lo que hacen con los bancos de peces... no tienen medida. Cogen y cogen y cogen y comen y comen y comen y sus barcos echan a veces ese icor negro y esas horribles tuberías echan sus basuras en el mar.  No creo que el asunto de "la paz" sea algo tan sencillo como para  clasificarlo en "hubo guerra por un malentendido". Hubo guerra -le sujeta el brazo con aprensión, mirándole a los ojos. Le considera más centrado que su bienintencionado hermano y necesita que alguien comprenda la magnitud de esta situación, y baja la voz un poco más, susurrando- y la perdimos, Orien. La perdimos y bajamos al fondo. Nos escondimos. Las leyendas siempre tienen algo de verdad. Podíamos estar en tierra y mar, y dejamos de estar en tierra y nos ocultamos - siente una opresión en el pecho-. Eso no es lo que hacen los vencedores. No deberíamos fiarnos de los humanos.

Cuando nos estamos acercando noto a Xiomara cerca de mí, estaba claro que algo le pasaba por la cabeza y no tarda en expresarlo. Si mi hermano era demasiado preocupado mi prima pecaba de todo lo contrario. Sin embargo con ella se podía hablar y no te saltaba con un mama me ha puesto al mando así que nada...

- Xio...- empiezo a contestarle en susurros y con tacto, aún estaba enfadado pero no con ella y no se lo merecía- Conozco las leyendas tanto como tú y si bien es cierto que algo de verdad tienen son demasiados ambiguas. No me malinterpretes, la guerra ocurrió y perdimos. En eso estamos de acuerdo, pero fue hace mucho y por no tener ya no tenemos ni rey como cuentan esas propias historias, que sea dicho de paso no creo que los ancianos nos cuenten todo lo que saben sobre esa época. Por supuesto que debemos ir con cuidado con ellos pero llevamos demasiados años de ostracismo y eso tiene consecuencias...-mientras sigo hablando no puedo evitar que mi voz suene un poco triste pero eso no hace que pare mi discurso- Piénsalo un momento, cuantos siglos llevamos sin que haya un avance de cualquier tipo entre nuestra gente, es bastante probable que seas la primera curandera que intenta innovar en tu oficio en busca de mejores curas y como eso lo podemos aplicar a todo. Estamos estancados y en cambio los humanos esta claro que han avanzado desde la antigüedad. Mira sus barcos y edificios. No digo que tengamos que hablar con ellos de primeras y mucho menos entregarnos o secuestrarlos pero esta claro que necesitamos un cambio y ellos podrían ser la base para ello.

Eneas apenas sintió el frío que el viento arrastraba sobre la superficie del mar. Igualmente, el barco quedó en su segundo plano en su mente. Un instinto, que la costumbre de años y años habían creado y fortalecido en su interior, le pidió emplear su melodioso cántico para atraer a aquellos habitantes de la superficie, como incontables veces había hecho en el pasado. Sin embargo, el recuerdo de unos inocentes ojos, unidas a las palabras de Orien, le hicieron volver en sí. 

—Eso es, Orien— afirmó el tritón—. Es la misma nave que salió de Barcelona. Sin embargo...— comenzó de nuevo mientras buscaba aquella cara inolvidable de uno de los tripulantes, pero sin hallarla— parece que no están todos en la playa.

La mujer y el gigantesco ave llamaron poderosamente su atención. Tampoco sabía de aquella relación que existía entre los humanos y otras especies animales. ¿No era fascinante lo que podrían aprender los unos de los otros? No obstante, a pesar de que conocía que existía la piedad y la inocencia entre los habitantes de la tierra, las palabras de Xiomara le llevaron a retomar la prudencia. "Hubo guerra. Y la perdimos... Bajamos al fondo. Nos escondimos".

—Observemos y esperemos a que lleguen Azariel y Eressëa con las armas. No sabemos cómo pueden sucederse los acontecimientos. Vigilad, pero siempre con prudencia, compañeros, y especialmente con ese pájaro. Esas criaturas tienen  muy buenos ojos— meditó durante unos segundos y preguntó al resto— ¿Acaso querrán buscar pistas entre las Rocas Sagradas? ¿Hay algo allí que les pueda dar indicio de nuestra existencia?

Era emocionante estar de nuevo en presencia de humanos. Sin embargo, debían calcular sus movimientos y no dejarse llevar por sus sentimientos, especialmente si querían engatusar y capturar a uno de ellos.

"La paz no es un asunto sencillo..." Las palabras de Xiomara se quedaron grabadas en su mente, o por lo menos lo que oyó de ellas. Tal vez las intenciones de Orien fueran buenas, pero muchas cosas tenían que cambiar si querían vivir en paz con los humanos y consideraba iluso por su parte pensar que todo eso podría arreglarse de forma... pacífica. 

Ignorando esos pensamientos, se centró en lo que había en la playa. Una humana, sola. Sonrió al ver lo emocionado que estaba Enna, aunque se alegró de que finalmente se fuese con el grupo de exploración. "Será mejor así." Después, Amelia prestó atención a las palabras de Eneas. El barco que tanto esperaban había llegado, aunque levantó las cejas, extrañada, ante el comentario de que no estaban todos. Ciertamente, no sabía de dónde había sacado Eneas la información, ni hasta qué punto conocía algo sobre el barco, pero parecía que había visto lo suficiente como para saber quiénes iban en él.

- No estoy segura de que sepan mucho de nosotros... Si así fuera, ya se habrían lanzado al agua a buscarnos desde el barco, no se habrían quedado esperando en la playa. - por si acaso, Amelia miró a Nayade, ya que era ella la que vivía allí. Tal vez supiera algo que ella no. Luego se giró hacia Eneas, curiosa de nuevo - ¿Sabes cuántos y quiénes venían en el barco? Esa humana... ¿es uno de ellos?

Mientras observáis a la mujer con el pájaro veis a otro grupo de personas que baja hasta el embarcadero y se monta en tres barcas.Son nueve personas y montan de tres en tres en las barcas que se dirigen hacia las rocas que forman la montaña donde veis la entrada a una cueva.Desde vuestra posición veis que los que reman dicen algo y las otras dos personas de la barca se tumban en ésta para poder pasar por la estrecha abertura que se abre en la roca

La mujer del pájaro no se ha movido aunque el ave sí ha salido volando lanzando un graznido que llega hasta vosotros

Xiomara vio a los humanos entrar en aquella zona... no estaba muy tranquila al respecto, pero tampoco era un peligro inmediato.

-  Hay lugares desde donde se les puede ver sin ser vistos, si es que queréis acercaros tanto. Seguidme -les guió hacia la zona desde donde ella solía observarlos.

¿Qué estarían haciendo por ahí? ¿Eso que llamaban tú-rismo? A veces veía humanos con esos trajes extraños negros de plástico y esos cilindros a la espalda, echando burbujas como chimeneas marinas.

No estaba seguro de que lo que le susurre a Xiomara la hubiera convencido pero los humanos entrando en una cueva le llamo bastante la atención para no contestarme, en ese momento Eneas comenta sobre si investigarían las Rocas Sagradas por lo que me giro en contestarle antes de seguir.

- Para ellos solo somos un mito hasta que estos ataques volvieron a llamar la atención. Aparte en las rocas no debería haber nada delatador aparte de nosotros y ya nos est... - callo un momento al darme cuenta de algo.- Dudo que vengan ahora hacia aquí pero nunca esta de más ser precavido y mi hermano va venir aquí y estoy seguro de que ni se le ocurre esa posibilidad.- en ese momento miro directamente al rubio tritón.- Puedes ir a avisarle, al fin y al cabo si voy yo se lo volverá a tomar como que pongo en duda sus decisiones- lo cual no es del todo falso, aunque qué se esperaba ante ideas tan absurdas...- Y a ti al menos parece escucharte.- dicho esto me giro hacia mi prima con una sonrisa.- Tú guías entonces.