Partida Rol por web

Desde que tu maestra te reclutó en pleno día de tu triunfo, no has visto mucha acción; fuiste llevada a una nave, la más grande que has visto nunca, que viaja por lo profundo de la galaxia, nunca deteniéndose y nunca entrando en ningún sistema habitado, muchas veces naves más pequeñas de transporte y de guerra se enlazan con ella, pero siempre vuelven a partir, rumbo a destinos o misiones de las que no sabes nada.

Apenas has visto a tu señora, solo sabes lo que se murmura de ella en los pasillos y salas de esta enorme base móvil espacial, su nombre es Aeliza y gobierna con puño de hierro a todas las almas que aquí se encuentran; todos han sido reclutados en un momento u otro, a todos se les paga bien por su trabajo y se amenaza con la muerte a la más mínima traición.

Tus habilidades han crecido algo, frecuentemente miembros de la guardia personal de Aeliza, hombres y mujeres con armaduras negras, a los cuales no ves el rostro, iban a tus aposentos (una magra habitación con una sala adyacente) y te enseñaban los más básicos usos de la Fuerza; asimismo ponían a tu disposición gimnasios y droides de entrenamiento en tareas más mundanas

Por fin parece que vas a disfrutar de algo de acción; ayer mientras practicabas las técnicas que te han enseñado en tus aposentos un droide te indicó que eras requerida, pensaste que ibas a ver a tu señora, pero solo consguiste cambiar tus aposentos en la nave principal por un agujero aún mas lamentable en un carguero pesado con destino desconocido.

Por lo que has visto este carguero y otro más pequeño y destartalado comparten trayecto, te han indicado que permanezcas en tus aposentos hasta nueva orden.

Cuando te has acomodado e intentas dormir algo, suena el comunicador exterior de tu habitación.

Tumbada en la cama, de la cochambrosa habitación que le había tocado, Lia hizo un recuento de las penurias que había pasado desde que salió de su casa rumbo a la esclavitud. Una sonrisa se le marcó en sus labios ante la actual situación en la que  se encontraba. De ser esclava a tener poder y respeto. Ahora no mucho, pero irá creciendo. Pensaba.

Derrepente una llamada en el intercomunicador de su puerta le saca de su ensimismamiento. Se levanta y responde con un escueto.- ¿Sí?.- a la espera de que le respondan, Lia toca su sable de luz, fiel amigo desde que abandonó su periodo de esclava.

-La gran babosa del espacio, no te fastidia-oyes al otro lado de la puerta-ABRE-

Notas que por un segundo el universo se vuelve borroso y te ves desde fuera de tu cuerpo dando al botón de apertura... cuando te notas otra vez en posesión de tus facultades, ves al otro lado de la puerta a tu señora, con cara de impaciencia.

Si una vez la viste vestida con mono de combate y capa de color negro, además de un sable de luz en mano, el atuendo que lleva hoy te sorprende bastante, nada más y nada menos que un pijama de color azul y  en la mano no lleva arma alguna sino un datapad que parece apagado.

-Vamos, mi pequeño cabo suelto- dice refiriendose claramente a tí mientras sonríe sarcásticamente, -me han contado que has progresado adecuadamente... no te has tocado demasiado los lekku... vamos a ver si eso es cierto- te hace un gesto y empieza a andar por el pasillo -no cojas nada, esta noche sólo necesitarás tu mente... si es que hay algo debajo de esos tentáculos rojos-

La persona que estaba a otro la do de la puerta es su actual señora. No es que le caiga bien ni mal, pero la respeta por el hecho de darle una oportunidad. De repente Lia observa como su cuerpo actúa por su cuenta, pese a sus intentos por controlarlo. Es inútil y su mano acaba accionando el boton para abrir la puerta. Tengo que conseguir poder hacer yo lo mismo con otras personas. Piensa mientras mira, sin expresión alguna la figura de su señora.

Sale de la habitación, dejando todas sus pertenencias en su cuchitril. Sabe que nadie se atreverá a robarle nada. No por ella, pues todavía es una inexperta, sino por el temor hacia su señora y el orden y respeto (ganados a mano de hierro) que impera en la nave y en todo lo referente a sus señores.

Su serora le habla y ella escucha atenta. Como de costumbre se mete con ella y la menosprecia. Después de lo que he vivido, que me menosprecie alguien que por lo menos me está ayudando a crecer y ser más poderosa, puedo aguantarlo. Aunque sé que todo tiene su precio y no es casualidad que me entrenen en la Fuerza, sé que seré su "mano ejecutadora" cuando llegue el momento y esté preparada. ¡¡Y ardo en deseos a que llegue ese momento!!. Piensa Lia mientras, callada, sigue a su señora.

Recorréis los pasillos del enorme supercarguero, os cruzáis con varios miembros de la tripulación vestidos con uniforme y guardias vestidos con armadura; todos saludan gravemente con inclinaciones de cabeza primero a tu señora y luego a tí... te parece algo ridículo que hombretones y soldados hagan reverencias a una persona que va en pijama y otra que no lleva mucha ropa, pero tu incredulidad debe haber sido sentida y oyes en tu mente -así no es como ellos nos ven- y percibes  durante un segundo como ellos os perciben gracias a una imagen que pone tu señora en tu mente; ambas lleváis unos monos de combate con una capa oscura sobre los hombros con una capucha cubriendo la cabeza, apenas dejando ver la cara -a esta técnica la llamo "ilusión de la fuerza", y necesitarás mucho entrenamiento para dominarla...-vuelves a oir en tu cabeza.

 Seguís recorriendo los pasillos pero algo hace click en tu mente... no hay enormes cámaras de materiales, solo ves estaciones de potencia y salas de tropa... esto no es un carguero... es otra cosa.

-Es un crucero medio de ataque clase Kuat-230, una pequeña joya-dice Aeliza sonriendo cuando llegáis a un turboascensor -a esta otra técnica la llamo "esconder el crucero en un carguero pesado" y necesitarás unos pequeños astilleros para ponerla en práctica...- se ríe de su propio chiste

-Por cierto, no te cortes, pregunta lo que quieras- comenta mientras subís por el turboascensor, -es obvio que tienes dudas-

Pasáis un pasillo más y llegáis a una sala grande en la que los muros o paredes parece que dan al espacio a traves de paneles de plastiacero... o a proyectores muy bien disimulados. La sala es cuadrada y en cada una de sus cuatro esquinas hay un enorme cristal ovoide puesto sobre un pedestal que desprende luz azul, en el suelo frío de metal de la sala hay dos cojines grandes rojos, encima de uno de ellos unos brazaletes negros.

Lia Asiente ante los comentarios de su señora y le contesta a su pregunta.- La verdad es que sí. Varias en realidad.- Medita un poco lo que quiere decir y le pregunta.- ¿Por qué yo? ¿por qué me escogió a mí para servirla? y ¿Qué espera de mí?

Las preguntas salen de la mente de Lia como si las hubiera masticado, de hecho me las hacía cada día desde que entré al sarvicio de su nueva señora.

-Las tres preguntas son la misma, ¿para que escoge un Maestro Jedi a su aprendiz? para defender la paz y la justicia, ¿para que escoge un Jedi Oscuro o un Maestro Sith (ojo que no son lo mismo) a un aprendiz? para utilizarlo hasta que muera o hasta que se rebele y uno de los dos perezca.- parece seria por un momento mientras dice eso.

-Yo no quiero una aprendiz, ya desisto de tener uno, al último que tuve lo destripé en esta misma sala y con los anteriores no me fue mejor, no quiero preocuparme continuamente por si me traicionas, y realmente tampoco quiero que luches por la paz y la justicia... tendrías que intentar acabar conmigo...- sonríe como si la idea fuese divertida

-Lo que realmente quiero es hacer un trato contigo, yo te enseño a utilizar tus sorprendentes capacidades y tu haces una serie de trabajos para mí a cambio, cuando quieras el trato estará roto y podrás irte; eso sí, cuando quieras irte ya no te enseñaré más...-

-y respondiendo a tu pregunta te escogí gracias a una combinación de suerte, guía de la Fuerza (que lado no lo sé) y habilidad por tu parte para sobrevivir hasta que yo llegase, una vez que estabas reclutada me puse a meditar y vi que una Twi´lek sería muy importante en mi futuro... por eso te ofrezco este trato, ¿que me dices?- durante estás últimas frases se ha puesto bastante seria.

Lia se detiene un instante. Se ve que su cerebro está apleno rendiemeto y el andar, algo automático en la mayoría de las veces, le quita atención a lo que está pasando por su cabeza. Tras una brave pausa mira a su señora intensamente. su mirada es fria al igaul que su sembante. De hecho es él unico que han podido difrutar todos los que hasta ahora la han visto. Sin mediar palabra Lia da un par de pasos en dirección a Aeliza y a escasos centímetros, se detiene delante de ella y sin detenerse, pone una rodilla en el suelo ante ella y agacha la cabeza.

- Le debo la vida. Le debo mucho más que mi asquerosa vida, pues estás haciendo de mí algo impensable hace solo unas semanas. Sabía a lo que me exponía y los rumores que corrían y aun así ésta vida me parecía un privilagio. Y después de todo me decís que me liberarás. Solo tengo una respuesta a esa pregunta, soy su humide servidora.- Lia hace una pausa y con voz entrecortada realiza una patición.- Lo único que le pido es que me exprimáis, que me agotéis, que me llevéis al límite, que hagáis de mí su mejor obra.- La voz de Lia cambia radiacalmente y mientras dice esta última frase una fuerza nacida dentro de ella sale de su interior sin ataduras ni tapujos. Es ella en su versión más pura y sincera. Sin más que decir Lia espera la contestación de su ama.

Al recibir la mano en su cabeza, Lia se levanta y mira de otra forma a su señora. Ahora su rostro es alegre, con un tiente picante y una sonrisa abiesa asomandose en su boca. Sus ojos otrora duros y frios, están llenos de brillo, de fuego. El cambio es sustancial. Y Lia, ante la mirada confusa de su señora, confiesa.- Quiere una Twi Lek, ¿no?, pues tendrá a la mejor de las Twi Lek.

De camino, Lia piensa: Quizás las preguntas que mi señora esperaba fuesen de otro estilo, como ¿a dónde nos dirigen? ¿quiénes son ellos? ¿para quién trabajan? ¿cuál es su cometido?. A mi eso me da igual. Sé que esas preguntas se contestarán por si mismas cuando tengan que contestarse, que será cuando mi señora lo decida. Sonrie y mira de soslayo a su señora y entonces se da cuanta de que ella puede leer su mente. Entonces rié más por dentro y deja su mente en blanco.

-Cuanta voluntad, no voy a decir que no lo agradezca, veamos si eso es cierto... primero, ponte esos brazaletes que tienes encima del cojin, te protegerán, segundo, sientaté en él con las piernas cruzadas, tenemos ocho horas para que aprendas el más útil de los poderes de la fuerza... la habilidad de ocultarte a la detección de los demás-

Tu señora, a la que sirves (término que ella no ha usado pero que tu has decidido aceptar) procede a sentarse en el otro y durante una larga pero productiva sesión procede a enseñarte los poderes concentración y ocultamiento de la fuerza, piensas al principio que es imposible que aprendas a usar tales poderes en tan poco tiempo, pero en seguida muchos de los ejercicios repetitivos y estúpidos que te hacían repetir tus profesores anteriores estos últimos días se muestran útiles para ello.

Introducirme en mi misma, que las corrientes de la fuerza me traspasen, no estoy despierta, no existo, mi conciencia no está aquí, soy un reflejo... repites esas palabras y haces los ejercicios mentales cientos de veces hasta que tu maestra está satisfecha; cuando acabáis estás empapada en sudor frío que no recuerdas haber exudado y las luces de los cristales están casi apagadas

-Bueno, pasable-dice mientras tu no puedes más de agotamiento mental, -probablemente podrías engañar a la mayor parte de los caballeros que no supieran lo que están buscando y desde luego a todos esos Darths nadies que han surgido...-

-Como te habrás dado cuenta no te he pedido esta vez ni que odies ni que te enfades sino que te concentres y dejes fuera la emoción... las técnicas que te acabo de enseñar son del lado luminoso...- ante tu asombro continúa -que es el lado más débil de la Fuerza pero tiene tres cosas interesantes, la curación, la sutileza y la ocultación... la curación y la sutileza las dejamos para la próxima vez-

-No te engañes, el verdadero secreto del poder consiste en no ser esclava de ninguno de los lados de la fuerza sino usarlos a tu antojo y que no te dominen... que sean ellos tus esclavos... pero me estoy repitiendo y tenemos trabajo que hacer, tienes cuatro horas para descansar y te espero en el hangar de atraque, esos brazaletes que llevas te abrirán casi todas las puertas de esta nave.-

Una vez puestos los brazales y adoptando la postura que se le ha indicado, encima del cojín, Lia Escucha todo lo que su Señora le dice atentamente, sin que nada perturbe su concentración.

Repite una y otra vez la doctrina que su mastra le ha dicho. Sabe que dispone de muy poco tiempo y debe hacerlo lo mejor que pueda para lograr su aprendizaje. Al terminar, exhausta, percibe cómo el conocimiento sobre la fuerza ha aumentado en su interior. Ha conseguido integrar nuevas vías de la Fuerza que jamás pensaba que existieran, ni sabía cómo conseguirlas. Cuando Aeliza le explica el por qué (son del lado luminoso de la fuerza), ella sonríe.

- Así lo hare. Dominaré ambos lados de la Fuerza como usted lo hace.- dice categoricamente.

De vuelta a su habitación, antes de dejar a su maestra, Lia le pregunta.- Una última pregunta, si me lo permite.- dice mirándola tranquilamente.- No sé cómo referirme a usted, o, mejor dicho, cómo quiere que me refiera a usted. Si como hago ahora, con el título de señora. Llamándola por su nombre en un tono más cercano. Si una cosa u otra dependiendo de la situación y circunstancias... usted dirá.- Dice Lia y espera en la puerta la contestación antes de descansar como se le ha pedido.

-Mi nombre me parece bien por ahora, delante de mis otros empleados o en privado, pero eso cambiará cuando empecemos la misión... y cuando posteriormente tú la continúes... ya te diré...-

si a telepatía perceptiva, ponte también si quieres "combate con sable de luz en prácticas"

- Como gustes Aeliza. Que descanses.- Concluye Lia. Sin más entra en su cuartucho y tumbandose cansada en la cama, recuerda las últimas palabras de su señora <<...eso cambiará cuando empecemos la misión... y cuando posteriormente tú la continúes... ya te diré...>>.- Qué habrá querido decir con eso? ¿Qué plan tiene preparado, donde yo intervengo?.- Con esos pensamientos en la cabeza, Lia se duerme profundamente sobre todo gracias al esfuerzo realizado.

Se dice que los Jedis no tienen sueños, se dice que la verdad de la fuerza no llega a los Sith, se dicen tantas cosas...

Estás en mitad de la nada, la galaxia se extiende ante tí... pero es una galaxia cambiada, es una galaxia oscura que te hiela hasta los huesos, las propias estrellas brillan menos y de cada dos planetas uno está muerto, la oscuridad empieza solo en una parte, pero se acaba extendiendo hasta el borde exterior... ves varios seres que con varas luminosas de diversos colores mantienen la oscuridad a raya, uno tras otro esos pequeños remansos de luz son extinguidos por tu maestra, la oscuridad procede de ella... te aferra te consume...

Y tu eres parte de esa oscuridad... y la oscuridad empieza a manar también de ti

Despiertas, no has descansado absolutamente nada, estás empapada en sudor y te duele muchísimo la cabeza.

En tu comunicador ves un aviso que en tres minutos tienes que estar en uno de los acoples del "carguero pesado" para pasar al  carguero ligero que iba con vosotros e ir a un planeta.

- Mierda de sueño.- murmura en un susurroLia, agarrándose la cabeza, que parece que le duele como si le fuera a estallar. Se levanta un poco de la cama y, mientras, mira el comunicador.- ¡Mierda!.- Esta vez suena mucho más fuerte, lo que hace que su dolor se agudice.

Se levanta raudamente y se desviste en un momento y se coloca ropa "limpia" (la verdad es que no sorprende nada que tarde poco, por lo "poco" de ropa que lleva encima siempre). Se lava un poco la cara y se perfuma para parecer más decente. Mira su sable de luz y demás utensilios y juguetes esparcidos por la habitación. Negando con la cabeza piensa: No, hoy no os voy a asacar de paseo, chicos. Creo que probaré la nueva eseñanza de mi señora. Dicho esto Lia se sienta sobre su colchón y se concentra y recrea la situación de ayer... Introducirme en mi misma, que las corrientes de la fuerza me traspasen, no estoy despierta, no existo, mi conciencia no está aquí, soy un reflejo... repites esas palabras varias veces durante un minuto.

Cuando vuelve en sí de su trance, la señal de alarma del comunicador salta. Una sonrisa se dibuja en su cara pese al insoportable dolor de cabeza. Justo a tiempo. Piensa mientras sale hacia la reunión.

Te reunes en el carguero ligero con tu maestra, que lleva para la ocasión un modelito cómodo, ligero y blanco, como si fuese una funcionaria normal de algún planeta desarrollado, en el cinturón lleva su omnipresente datapad.

Te guía hasta la cabina del carguero, un trasto poco maniobrable y de bastante antiguedad, donde os sentáis en asientos detrás de un droide piloto que poco después de sentaros enciende los motores.

Buenos días...- te dice tu maestra tan alegre como la viste hace unas horas -¿has dormido bien?-

Una vez en el carguero, en vuelo, toma dos tazas de recafeinado de una vieja unidad preparadora de alimentos que hay en la cabina... - espero que hayas dominado el poder de destoxificar veneno- bromea, -Eso de ahí que ves es Metellos, es un planeta cercano a Coruscant, y también es una gran ciudad, pero esta está construida a lo ancho en vez de a lo alto, por tanto tienen menos población y un problema mucho más grande...- toma algo de recafeinado sin arrugar la expresión.

Notas cuando el carguero inicia la aproximación al planeta que hay muchas ciudades orbitales, celestiales (palacios orbitales), y habítats agrícolas rodeando al planeta, casi parece que el planeta tiene anillos a su alrededor... deduces que ahí será donde viven los ricos y poderosos....

-Bueno-continúa tu maestra- ésta es tu primera misión conmigo, y te debo algo de información... te lo resumiré en breve, hace bastantes años emergió en Korriban un nuevo Sith; había permanecido allí escondido del Emperador, pero cuando pudo salir se dedicó a enseñar a unos 15 aprendices los caminos sith del lado oscuro-

-Seis de esos antiguos aprendices, que hoy ya con 10 años de experiencia en el lado oscuro casi pueden ser llamados maestros y responden a los ridículos apodos de Darth Convium, Darth Kruhl, Darth Rabies, Darth Tenkai, Darth Larius y Darth Quarum han formado una alianza para llevarse el mynok al espacio... o bueno, para hacerse con el poder en la galaxia-

-Ese es para ellos un objetivo a largo plazo, pero como comprenderás nosotras no podemos permitir tal competencia, ni siquiera aunque estén tan lejos de su objetivo- tu maestra sigue sonriendo...