Partida Rol por web

Poco después de la conversación con los señores Madrian realiza los cálculos necesarios en el computador de navegación y saltáis hacia vuestro destino en Bonadan.

Es una ruta Hiperespacial compuesta por varios saltos que os va a llevar a media galaxia de distancia, afortunadamente volvéis a ir por la ruta Hyndiana y por tanto en tres días estaréis en vuestro destino.

Una vez concluida la reunión con los maestros, Krona se da una vuelta por la nave para conocerla un poco mejor. Cuando descubre la armeria habla con Indala para reponer sus armas perdidas en la recepción. Había conseguido un rifle blaster, pero perdió su pistola y su vibrocuchillo.
Habla con la tripulación de Indala (aunque sólo si se encuentra con ella). Con la "huesped" simplemente se asegura de que tenga todo lo que necesita para estar comoda, pero nada más. A Mudir y a Lia los evita todo lo posible. Pero con Danko e Indala habla cordialmente. Sigue interesado en saber cómo llegaron hasta donde estaban ellos.
Antes de saltar al hiperespacio manda un nuevo mensaje a su maestro. Despues se retira a descansar,  había sido un dia movidito. En principio busca una habitación para él solo.

El día siguiente se lo pasa solo, meditando y reestableciendo su conexión con la fuerza. Ya que cada vez se sentia más unido a ella.

En cambio el último dia de viaje hasta Bonadan Krona está bastante activo. Necesita ejercitarse un poco ya que se notó anquilosado en la última pelea. Por lo que desarma las literas para dejar espacio en la habitación y se dedica a entrenar. Tanto sus poderes como sus capacidades fisicas.
Por la noche sale a socializar un poco con los demás. Quiere estar en la cabina cuando lleguen al espacio de Bonadan

Maestro. Antes no quise preguntar nada delante de los demás. Pero al parecer conociais a Aeliza. De hecho ella parecia conocerme a mi, por lo menos saber a quien sirvo. Y quería organizar una reunión. Despues cuando llegaron los Jedis renegados, se empaló en el sable de uno de ellos.

¿Hay algo que deba saber sobre lo sucedido o puedo olvidarlo?

La respuesta es elaborada.

Durante nuestro tiempo de estudio con el Gran Maestro, nos hicimos con conocimientos útiles como la Clonación y la Destrucción y Manipulación Mental... lo más probable es que la criatura que se empaló fuera un clon de la propia Aeliza, que ella clonase en un cilindo Spaarti en unos días y luego manipulase su cerebro para que fuese su títere y su señuelo, ella debía estar en las cercanías controlándolo. El tener un clon similar a ella como señuelo satisfaría su ego y empalarlo contra los Jedi es otro de sus condenados juegos mentales.

Lo de que sabía quien eras... probablemente lo leyó en tu mente o en la de alguno de tus compañeros. O igual capturó a Pher y le sacó la información. O tiene algún espía infiltrado entre nosotros... Si te vuelves a encontrar con ella acepta su oferta en privado, sólo en mi nombre, da igual que Larius se ponga hecho un histérico, he hablado con el resto de los señores excepto con Larius y todos preferimos tenerla como aliada a como enemiga, al menos hasta que nos toque ocuparnos de ella.

Las cosas cobraban en ese momento más sentido. Mucho más desde luego.

Muchas gracias por vuestra confianza maestro. Se hará como decis.

´Krona no creía que fuese a encontrarse en un futuro inmediato con la mujer, pero desde luego estaría alerta por si acaso.

Lia coje para sí una habitación (de hecho hay una para cada uno ¿no?) No deseaba compartir espacio con otra persona. Necesitaba tranquiliadad y relajación, y eso solo lo conseguiría si estaba sola. La mayor parte del tiempo lo pasaba en su habitación, de la que solo salía para comer y beber.

Cuando dejó a Nadia, (el paquete), en su habitación, no se molestó más por ella. Suponía que estaría bien, pues nada hacía suponer lo contrario. Ya había pasado bastante tiempo con ella para desperdiciarlo más.

En sus "idas y venidas" buscando alimentarse, si se encontraba con alguno de sus compañeros le sonreía y saludaba cordialmente y le hacía escuetas preguntas cordiales por el estado anímico (¿cómo estás?) o por la actividad del viaje (Que divertido es viajar a velocidad luz ¿eh?) sin ningún interés oculto o implícito. Si alguno le pregunta algo más hablará con él sin problema, pero al rato se disculpará para volver a su habitación y seguir con su meditación.

Con mi maestra no me intento comunicar de ninguna forma, pues ya me dejó claras cuales eran sus órdenes y sus peticiones para esta última misión en conjunto. Por eso no he puesto nada de mi "maestro", pues entiendo que no hay nada más que decir... solo que obedecer.

PD.- supongo que nadie se fia de "Quarum", pero si se enterase de "algo interesante" mi "maestro Quarum", me lo podría decir ;)

Gran parte de estos tres dias, se pasaron en los entrenamientos de Danko para dominar aun más el poder de la Fuerza. Debía ser capaz de domar con más facilidad la entrada de poder oscuro en su cuerpo, para poder potenciarse la próxima vez que viera a Mus, o a Janus, si es que había sobrevivido a Mudir. Le pareció ver a este último entrenando en solitario, para variar, e intercambiar algunas miradas, la verdad era que este tipo era un espada digno al igual que él, algo que podría resultar en un momento interesante en un futuro.

Mandó un cifrado en código de Tenkai para su Señor, quería informarle detalladamente y preguntarle por instrucciones específicas, sin tener ojos indiscretos u otros Señores rondando sus palabras. Estaba seguro de que Tenkai se alegraría de saber que había cruzado espadas con los Jedi, aunque sabía que la lucha Janus-Mudir no le iba a gustar en lugar de la que pudo haber sido Janus-Danko. Por su parte, le informó de la incipiente sombra del lado oscuro en Mus y Janus, asi como de la existencia de Amelia, algo así como uno de los trofeos finales de su vendetta personal. Quizás los dos Jedis pudiesen ser corrompidos, quizás solo Janus pudiera ser corrompido tras acabar agónicamente con Mus. Si, asi se haría, pensó con una amarga sonrisa lobuna ladeada, y si no, pues ambos Jedi morirían y problema zanjado.

El final del primer dia fue más tranquilo, visitó a la chica prisionera, con la que tuvo una charla entretenida y medianamente aceptable en cuanto a calidad. Era gracioso comprobar que aún le quedaba humanidad, una idea que le hacía sentirse extraño pero no mal, como si a veces estuviese en medio de una confusión, una pesadilla de la que no lograra escapar. Al salir se cruzó con Krona, con quien tubo una entretenida charla sobre el cómo llegó al lugar donde los rescataron y sobre la posibilidad de encontrarse de nuevo con los Jedi. Le interesaba saber la opinión de este sobre el suceso, ya que se había perdido la mitad de la acción en su llegada al rescate. Con Indala también tubo ocasión de intercambiar palabras con tranquilidad, sus extrañas y pseudofilosóficas charlas sobre la vida, la muerte y la senda del Sith. Le intrigaba sobremanera saber quien pudo ser Lia, antes de que su amo la "limpiara" mentalmente, como había escuchado en la conversación mantenida con los "Señores".

El segundo dia, Danko pensó en hablar con Lia, seguramente se alegraría de verle alli, y tendrían tiempo para charlar sobre cualquier cosa e incluso entrenar juntos. De todos sus compañeros, era una de las que mejor le había caido desde la primera misión, lo cual le daba pie a ser sociable. El resto no le vieron apenas el segundo dia, lo había dedicado a Lia y a meditar y entrenar en la Fuerza.

El tercer dia, fue algo más sociable, queria encontrar a Mudir... Tenía que hablar con él sobre lo sucedido en aquel lugar. No podía dejar pasar por alto la oportunidad de entrenar con el que muy posiblemente era el otro mejor espada de todos los nuevos reclutas Sith. Y conocía lo suficiente a Mudir para saber que no rechazaría entrenar contra alguien competente para mejorar ambos aún más e intentar quedar como el mejor de todos los duelistas sith presentes. Daba gusto saber que había alguien cerca que le inspiraba ese instinto de superación... Y de destrucción.

Mudir no tenía ni idea de lo largo o no que sería el viaje. Entró en la nave, dió una vuelta para comprobar que todo estaba en órden, o al menos en aparente orden. No le gustaba demasiado viajar y el reparo que le causaba hacía que de vez en cuando tuviese necesidad de comprobar que todo funcionaba, aunque no tuviese ni idea de cómo lo hacía.

Después de eso, sin mediar palabra con nadie, se internó en lo que sería su habitación. No le gustaba compartir camastro, ni habitáculo, asi que se metió en una habitación con una litera, tiró su mochila en la de arriba, cerró la puerta y poco se supo de él hasta varios días después.

Mudir tuvo suerte, pues cada uno de sus compañeros, cómo él, preferían usar el tiempo en interiorizar conceptos y planear estrategias, en vez de tocar las narices a todo el mundo. Por algo bueno que tenían, que era que muchas veces le dejaban en paz, no iba a negárselo. Mudir sonrió.

En solitario se dedicó a meditar. Estuvo un par de días en trance. Su conexión con la fuerza era leve, pero lo suficientemente fuerte como para mantenerle cuando estaba en ese estado sin necesidad de alimentos y de agua. El único momento en que salió de su dormitorio fue para alimentarse, por necesidad. Y volvió a entrar para quedarse allí.

Estaba separando las camas cuando alguien llamó a su puerta. Mudir torció el gesto. Irascible. Empujó con fuerza la litera, haciéndola volcar. Y se dirigió a la puerta.

- ¿Qué? - dijo casi gritando al abrir. Danko le miraba impasible desde el otro lado. Como si no esperara una reacción diferente de Mudir. Lo que le propuso, entrenar juntos, no le pareció mala idea. Pero Mudir sabía las consecuencias que eso tendría...

Pasaron las horas. Nadie salía de esa habitación. Se oía el carraspeo de las espadas, y numerosos golpes de cosas al chocar contra las paredes. Una de ellas, ahora con una tremenda abolladura de casi un metro de desfase, indicaba lo que dentro había pasado. Los cables colgaban de aqui y de alli, la oscuridad, solo iluminada por el brillo rojo de los sables, reinaba en la habitación. Las paredes estaban llenas de agujeros por doquier. Los muebles estaban casi reducidos a pedazos y volaban a medida que ambos se los tiraban mediante la telekinesis. Sin embargo, algo hacía que ambos sonrieran. Era un entrenamiento fructífero pues ambos eran buenos con la espada laser.

Finalmente Danko se fue de la habitación con un saludo de cabeza. Mudir no respondió. Se cruzó de piernas y comenzó a meditar de nuevo, despreocupandose de si la puerta quedaba entreabierta o no. El sable en su cinto, parecía más contento que de costumbre.

La chica se mostró amable y cortés con Danko, insegura sobre todo en que rango ocupaba en la organización, cuando Danko habló de ser el aprendiz favorito de su maestro, la mujer confió algo más en él y le contó los planes que tenía de asesinar a su Padre y a su hermana mayor, para quedarse con la compañía galáctica de producción de naves de su padre y compartirla con el nuevo Imperio Sith (al que ella conocía por una de sus múltiples tapaderas).

Danko, que sabía como se las gastaban sus señores pensó que delante de él tenía un títere muy valioso, que iba a proporcionar a sus amos un ejército en naves y una montaña de créditos, que si la pobre chica creía que iban a "compartir" algo con ella estaba muy equivocada.

Al ver que en la habitación no podían pelear con espacio suficiente, Mudir y Danko prosiguieron su combate en la sala común, su mobiliario fue asimismo reducido a plástico fundido en unos minutos...

Enfadada por el estropicio que estaban montando y porque era 100% seguro que le tocaría a ella repararlo, la Oficial de vuelo Madrian se pasó por la sala, para callarse al ver la violencia del combate.

La joven también salió de su habitación al oir la brutalidad de los golpes.

-¡Parece que estén intentando matarse!-

-No sólo lo parece- dice Madrian-Vuelve a  tu habitación-

Y salvo este breve diálogo nadie molesta a los dos espadachines... que se dedican a algo más suicida que correr con una motosierra encendida o insultar a un wookie... peleas de sables de luz en una nave que recorre el Hiperespacio.

La conversación entre Danko y Lía es breve debido a que esta tiene prisa por retirarse a sus aposentos a meditar.

En un giro de acontecimientos bastante inusual, Mudir recibe un mensaje de su maestro.

-Es posible que varios grupos de asesinos enviados por mí o los otros señores hayan renunciado a la misión o se hayan pasado al enemigo, en cuanto estéis en el planeta objetivo, da un escarmiento con los líderes traidores y toma el mando de todos los grupos para usarlos como carne de cañón en la misión.-

-Es posible que los otros señores manden misiones particulares a sus aprendices, en particular que Grend tome el mando de la flota en el exterior, que Azarian trate de conseguir algún tipo de información o que Danko trate de autoafirmarse matando algún familiar... deja que las cumplan siempre que no obstruyan el objetivo principal, asesinar a Darth Skarus.-

Al cabo de tres días en el Hiperespacio, sin más salida al espacio real que en pequeñas correcciones de curso, la nave de los aprendices sith acaba de recorrer la Vía Hyndiana y salen en el exterior del sistema de Bonadan.

Un pequeño salto intrasistémico más y la nave se encuentra en la órbita del planeta Bonadan, aunque en una órbita bastante exterior ya que éste planeta de aspecto amarillento con nubes rojizas debido a la contaminación, soporta un enorme tráfico comercial, con al menos diez puertos espaciales en la superficie del planeta y muchas estaciones en su órbita.

Miles de naves despegan y aterrizan del planeta, muchas de ellas haciendo intercambio de mercancías pesadas en el espacio.

-Establezco curso para quedarnos en órbita geo-sincrónica...- Dice Madrian sentada en el asiento del copiloto a quien quiera oirla.

Mudir descansa en su habitación tras la refirega. Ha terminado cansado y todo el ejercicio es bueno para su forma física. Realmente sabía de la necedad de luchar en una nave durante un viaje hiperespacial, pero notaba que había servido de mucho. Se notaba más vigoroso y mucho más ágil.

Al llegar, Mudir salió de la habitación, se dirigió al puente y colocado en su sitio, con los brazos cruzados y dirigiendose a Madrian dijo:

- Quiero bajar, ¿cómo lo hago?