Partida Rol por web

Symbaroum I: Oscura ambición.

El Campamento Norte.

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16/10/2018, 11:23
Hassern de Viruta, aldeano.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

- Dejad que yo ponga el fuego. Ya está encendido - el hombre señala un grupo de tiendas cercanas - y creedme que no es fácil hacerlo con este aire y humedad. Yo ya he comido, por lo que no pido nada a cambio, pero sí me gustaría escuchar historias, más allá del ataque de Sivero. Será agradable dejar ese tema por un momento. Después, si os apetece, puedo yo contar lo que vi allí. Incluso es posible que os haga una propuesta.

El hombre pregunta con un gesto del brazo hacia la hoguera si queréis acompañarle.

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16/10/2018, 11:28
Stajä "Flecha Blanca", familiar de Bashabarana-Yaga.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

Entre tanto, la montura de la bruja se ha acercado disimuladamente - todo lo posible para un animal de su tamaño y esplendor - al trocalengo, y le olfatea con precaución la calva cabeza. Parece gustarle. Es posible que Zazer aún tenga aroma a pino fresco y a hierba alta.

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16/10/2018, 11:52
Zazer.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

Zazer esperaba pacientemente el pago a cambio de la caza. Bien sabía que cuando se trataba de hombros, del dicho al hecho había un largo trecho. Y concentrado en aquello, no fue consciente de la llegada del animal hasta que comenzó a olfatearle la cabeza y su respiración, cálida y húmeda, se le coló por el cuello de su zamarra.

Giró el rostro, y cuando vio al animal, su expresión cambió. Una amplia sonrisa rompió sus facciones, hasta ese momento serias y dejó caer al suelo la caza. Volviéndose completamente, acarició con ambas manos y con suavidad el poderoso cuello de la criatura, acercando su frente a la testuz hasta apoyarla en ella. Estuvo unos pocos segundos en aquella curiosa postura y cuando se separó, sus ojos brillaban.

-Eres un ser fuerte y magnífico, lejos de los bosques en los que serías feliz -le dijo en élfico, la lengua que utilizaba para hablar con los animales y los bebés-. Me llamo Zazer.

Recogió del suelo las aves y los conejos, íntimamente regocijado por la presencia del imponente animal, indiferente a la razón de su presencia en aquel campamento y buscó en su morral. Pronto encontró lo que quería. Una manzana arrugada que lo llenó todo con su dulzón aroma y que le ofreció  con la mano abierta y extendida.

-Es para ti -ofreció, una vez más en élfico.

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16/10/2018, 12:48
Peñasco.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.


La llegada del trocalengo había supuesto, para Peñasco, el principio de nuevas reflexiones. Las mismas, sin embargo, se habían visto interrumpidas por un comentario, casi pareciera dicho al azar, de uno de los campesinos humanos: "Ni siquiera diría que son personas". Por supuesto, Peñasco podía comprender el dolor de aquel humano, alejado de su grupo, de su tierra, y puesto en duda sobre la superioridad de su especie. Pero a pesar de todo ello la categórica frase seguía repicando en su mente, con la absurda constancia de las campanas de los humanos en día de fiesta, o del golpeteo de la gota de agua de un caño sobre la piedra. Decía tanto con tan poco esa frase.

Ni siquiera diría que son personas. Peñasco paladeó, casi, la fuerza de la afirmación. ¿Sería, entonces, para ese aldeano, persona el trocalengo recién llegado? ¿lo sería él mismo, Peñasco?

Probablemente mientras nuestra posición no amenazara la suya. Pensó para sí el ogro, sin sentir animosidad o rabia por aquella certeza. Era lo que era. Y ni siquiera podía estar seguro que su comportamiento fuera distinto al de ese frágil hombre de estar en su piel. Como en tantas ocasiones, una oleada de tristeza atravesó al ogro, sin que probablemente nadie fuera capaz de percibir cambio alguno en su pétrea expresión.

¿Qué era, después de todo, ser persona? ¿cual era esa peculiarísima necesidad humana de reafirmarse frente a otros seres? Peñasco supuso que era la consecuencia de muchos factores: sus vidas breves, su gran fecundidad, su extensión por las diversas tierras. Pero también era posible que hubiera algo en su mente, algo que les dificultara enormemente comprender que, al igual que ellos, otras razas podían sentirse atacadas o agraviadas.

En todo caso, poco importaba. El mundo era de los humanos. Sólo que los elfos se negaban a verlo. El gran ogro suspiró, dirigiendo su mirada al precioso ser que servía de montura a la joven bruja humana, Stajä. Una levísima sonrisa se dibujó en sus labios al ver como el trocalengo se dirigía y trataba la misma. 

Pero ni siquiera entonces, dijo nada.

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16/10/2018, 13:05
Bashabarana-Yaga.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

La imponente Elkat olfatea un par de segundos más a Zazer y su regalo, tras lo que vuelve la mirada hacia Bashabarana. Ésta, aunque estaba atenta a otros acontecimientos se da la vuelta como si alguien la hubiera llamado en voz alta. Luego observa al trocalengo y a Stajä. Por último levanta la mano en un gesto de invitación.

- Se llama Stajä y te da las gracias. Creo que está aliviada de no tener que regatear, no suele llevar ningún orteg a mano... - Una sonrisa afilada destella en el rostro de la Bruja.

Stajä huele por un momento la caza de la otra mano de Zazer mientras se relame ligeramente, para por último aceptar la manzana con un cabeceo de agradecimiento. El trocalengo puede entrever sus puntiagudos colmillos si bien parece que degusta la manzana con los molares traseros de manera lenta y delicada.

Notas de juego

Stajä: Flecha Blanca en élfico.

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16/10/2018, 16:47
Karlio Advento, el Espadero Real.

AÑO 21

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DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

Karlio sonrió levemente ante las palabras del campesino. Era cierto que había dejado de lado su pregunta, pero en su ofrecimiento parecía entreverse la posibilidad no solo de obtener respuestas más tarde, sino también de una propuesta. Quizás, una honorable o provechosa. Además por supuesto del plus que suponía un fuego ya encendido con este tiempo.

-A mi me parece una buena propuesta, amigo mío. Aunque los dueños de las piezas deberán pronunciarse. 

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16/10/2018, 17:36
Zazer.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

-No los necesita, a diferencia de los humanos, sus creadores, que buscan amasarlos pero les duele desprenderse de ellos de tal modo que no desaprovechan ocasión para acusar a otros de embaucadores o saqueadores cuando se amoldan a su particular forma de entender la economía y el mundo, donde todo parece tener precio pero no valor -dijo Zazer, sin volverse hacia la mujer, y observando plácidamente cómo el animal comía con delicadeza la manzana ofrecida-. Es el último fruto de un manzano silvestre que crece en un pequeño claro en el corazón del bosque, Stajä -dijo a esta en élfico nuevamente y acariciando su poderosa cerviz-. Me había resisitido a comérmela y ahora sé por qué. Te correspondía

Cuando el último trozo fue tragado se volvió hacia Bashabarana-Yaga y le sonrió.

-Si una criatura así está a tu lado debes ser más interesante de lo que aparentas y tu corazón mejor de lo que tu lengua apunta -afirmó con total tranquilidad-. No tengo problema en aceptar tu ofrecimiento -dijo al aldeano-. Solo aguardo avariciosamente a que me paguen.

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16/10/2018, 21:38
Seragoi Karadas.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

El trocalengo, pues ha aceptado el trato que le he propuesto, aunque se equivoca en un detalle no contemplado. Saco los dos chelines y los cinco ortegs y se los entrego en su mano, como hombre de palabra que soy. Veo que a la montura de la bruja parece agradarle Zazer y este le entrega una manzana como regalo. Escucho su conversación en silencio, entre Bashabarana y él, así como la intervención del aldeano.

Miro a Zazer y le sonrío sin apartar mis ojos de los suyos mientras hablo:

 - "Yo nunca te ofrecí compartir la comida. Eso era parte del trato de la dama, que muy amablemente rechazaste. Pero supongo que no te molestará pues con el dinero que me has sacado, podrás comer mucho mejor que nosotros en una de las posadas locales, claro, aunque no sé si con todo el asunto de los refugiados llenándolas se podrá conseguir una comida a algún precio no tan exorbitante cuando hayas terminado de limpiar las presas."

Me giro, dándole la espalda pero no me muevo de ahí. Al animal le agrada. No parece ser un mal tipo y no me gusta la idea de que alguien sufra hambre por mí. Me giro nuevamente y agrego:

 - "Si quieres, puedes comer con nosotros, pero la historia que me debes será gratis aunque sea buena."

La verdad es que siempre podría haberle dicho, una vez terminada su historia, que era mala y así no pagarle, aunque ese no es mi estilo. Como todo buen noble, criado sin conocer la carencia, el dinero me parece poco importante y, en lo personal, no temo darlo a quien creo que lo necesita más. En este caso, la cena le costaría harto más que cinco ortegs en cualquier otro lado, pero sigue estando en él el aceptar o no.

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21/10/2018, 16:22
Caravana: Iordoeth Karaghos, jefe de caravana.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

El jefe de caravana y su empleado se miran complacidos al comprobar la disposición de Seragoi de pagar él mismo la cena. Sin embargo, pensando que debe algo a cambio de eso, El Cenizo se ofrece a preparar las presas, limpiándolas y despiezándolas. El jefe de caravana, que no sabe muy bien en qué posición le deja aquello, se ofrece a facilitar los utensilios.

Mientras, Hassern guía al grupo a un conjunto formado por un carromato y varias tiendas dispuestas en un semicírculo casi al borde de donde el anexo termina y comienza la empalizada, lo que os hace deducir que han sido de los últimos en llegar.

Allí, como prometía, hay una hoguera, y aún llega el olor de un guiso proveniente de una olla vacía que todavía no ha sido fregada. Cerca del calor que desprende, en otros utensilios adaptados como asientos provisionales, hay dos mujeres sentadas, una muy joven y otra algo más madura, ambas cabizbajas y fingiendo estar ocupadas en remendar ropa o limpiar cualquier objeto a su alcance.

También hay un perro, de tamaño considerable y pelaje castaño, echado casi al pie de la más madura, dormitando pero evidentemente alerta ya que mueve las orejas en la dirección de los recién llegados, y sobre él, una niña que no debe pasar de los seis años de edad. Duerme profundamente, abrazada al cuello del perro, que por su tamaño en relación con el de la niña es un lecho perfecto para ella. Ambos están tapados con una manta de lana algo raída.

Las mujeres alzan la cabeza al escucharos llegar, y sonríen con gesto cansado.

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21/10/2018, 16:40
Hassern de Viruta, aldeano.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

- Amigos, estas son Romina, Borgise, Asena y Bolduf, - dice señalando a las mujeres por orden de edad y después al perro, - mis vecinas en Sivero. Hemos venido juntos. Ellos son unos recién llegados del sur, y un comerciante que se nos ha unido tras proporcionarles una buena cena. - En esta ocasión os señala a vosotros.

Acabada la presentación, os invita a tomar asiento donde podáis.

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22/10/2018, 10:33
Peñasco.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.


¿El perro es una persona, Hassern? ¿o estás tú, que sí eres persona, y luego ellas, y luego el perro y luego nosotros?  la pregunta apareció, clara, en la mente del ogro, pero no llegó a formularla. Quizás sí lo hubiera hecho en sus primeras semanas entre los hombres pero ahora comprendía que tal cosa no era lógica, ni razonable. Ellos no pensaban así y una pregunta como esa lo enfadaría o lo incomodaría. Y tanto él como sus tres vecinas, como el perro, debían haber sufrido mucho.

Una mezcla de simpatía y lástima atravesó a Peñasco, quien suspiró, tomando asiento y logrando, así, parecerse aún más a un peñasco de lo que ya parecía. Su piel, verde, moteada de marrón, rugosa y con una pelambre semirígida que hubiera podido pasar por cesped o hierba, unida a su posición, casi lo hacía indistinguible de otras piedras de la cercanía. Una piedra grande y enorme, del tamaño de un caballo de buena alzada. Pero Peñasco entonces habló.

- Hassern, Romina, Borgise, Asena. Mi nombre es Peñasco.

Por unos segundos calló, mirándolas y valorando decir que no tuvieran miedo, que les protegerían si eran atacadas. Era una mirada, probablemente, inquietante para un humano. ¿No era inquietante que un ser mitad vivo, mitad piedra, te mirase? Pero para Peñasco, obviamente, nada había de inquietante en mirar, y pensaba a una velocidad distinta a los humanos. Tal vez por eso pasara quizás un minuto, incómoda, observándolas fijamente. Después de todo, ¿podía hacerles esa promesa? ¿tenía él algún poder que pudiera proteger a esas mujeres más allá de su destreza en el combate? ¿hubiera podido evitar el miedo de ellas o matizar de alguna forma las penalidades que perder casa y hogar hubieran causado? Incluso, de no ser así, ¿no era cierto que tenía obligaciones que podían evitar que las protegiera?

No, no podía prometer nada, pero eso le molestaba, así que gruñó suavemente, apartó la vista, y se quedó mirando el fuego, pensativo ahora en como las llamas podían causar, al tiempo, placer y dolor, apartando a un rincón de su mente la inquietud por Hassern, Romina, Borgise, Asena y por el perro a quien habían dado un nombre que, sin duda, no necesitaba.

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22/10/2018, 11:25
Kanghmer el Mediohierro.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

La vena noble, y en parte orgullosa, de Seragoi había salido a relucir en la conversación con el trocalengo. Kanghmer no intervino pues, en el fondo, no era asunto suyo. Seragoi era como era, y venía de las costumbres de las que provenía. No alcanzaría nunca a comprender a alguien como Zazer.

De todas formas poco importaba. Kanghmer conocía bien a Seragoi. El noble era un hombre particular, pero con honor. Pocos de los autoproclamados nobles y cuyo único privilegio había sido el tener la suerte de nacer en tal o cual familia, podían decir algo parecido. Y Kanghmer se enorgullecía de poder llamarle amigo. Una curiosa combinación.

Se dejó guiar por el aldeano hasta un grupo de mujeres junto a un agradable fuego. Escuchó las presentaciones y le sorprendió oír toda una frase seguida de labios del ogro. Sonrió. Se fijó después por costumbre en los alrededores, echando un vistazo a la empalizada. Normalmente le preocuparía más estar tan lejos del centro del anexo, pero la presencia del perro tranquilizaba un poco al bárbaro. Aunque fuera a modo de alerta, el animal ladraría si algo se les acercaba. Sus sentidos eran mucho más agudos que los de cualquiera de los presentes y por una vez Kanghmer podría permitirse el lujo de relajarse un poco.

Procurando no molestar ni a la niña ni al perro, el bárbaro saludó con la cabeza a las otras dos mujeres. Se acercó a la olla junto a la hoguera y, dejando libres los asientos improvisados, se cruzó de piernas sentándose en el suelo sin que ello le supusiera problema alguno. Kanghmer, como cualquier otro bárbaro, era mucho más cercano a la naturaleza que los Ambrios en general, y estaba más que acostumbrado a descansar sobre el suelo directamente... ya fuera césped o roca.

En su equipo tenía lo mínimo imprescindible para cocinar una comida decente a la intemperie, pero allí parecían mejor equipados. Hizo un gesto con la mano invitando a Zazer a sentarse junto a él.

- Te ayudaré a preparar la cena. - dijo a modo de oferta. Desde luego parecía que el bárbaro estaba más que acostumbrado a sobrevivir con pocos recursos, y tenía pinta de que sabía lo que se hacía... aunque aún no habían empezado a cocinar.

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22/10/2018, 11:44
Puck.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

Puck sonrió dejando ver su dentadura amarilla, estaba satisfecho con las palabras de su ama pues parecía satisfecha por su actitud. Él sabía que no pretendía insultarlo, aunque si así lo hubiera querido hacer estaba en todo su derecho, tan solo apreciaba que sus sirvientes fueran de mente ágil y por eso Puck se afanaba en intentar estar a la altura, aunque sabía que nunca podría ser como su ama, pero al menos quería satisfacerla lo suficiente.

-Sí, mi ama, puedo ser un cerdo si usted quiere convertirse en granjera, porque si fuera un cerdo tendría que cuidarme usted a mi, aunque prometo engordar bastante y darle una buena comida. Y también puedo volar si así lo desea. -Puck señaló la torre de guardia que cubría la entrada del asentamiento.- Podría intentarlo desde allí arriba, aunque me temo que no podría acompañarla después, algo que deseo hacer, siempre que sea su voluntad.

Siguió a su ama hasta la zona donde les habían indicado, no estaba del todo contento con que su ama tuviera que dormir otra noche en los carros, pero por la situación de aquel lugar parecía que no quedaba otro remedio.

-Estoy listo para acompañarla ama. Yo puedo hablar con los heridos y los refugiados si así lo desea ama. Ha tenido una gran idea, es usted muy inteligente, la gente se sentirá en deuda con usted si los sana y estarán más dispuestos a hablarle, además si lo desea yo también puedo hablarles muy bien de usted.

Puck se apuntó voluntario para todas esas cuestiones, no quería que su ama pensara que no era así. Sin embargo mientras el resto se disponía a acompañarlos y dejaban todo listo en el campamento surgieron nuevas noticias de lo que había sucedido y también la visita de un personaje que llamó la atención de Puck, un cazador de nombre Zazer al que su ama hizo una buena oferta por las piezas que ofrecía. El trasgu torció el gesto cuando este rechazó la generosa oferta de Baba Yaga, para él era inconcebible que alguien no cumpliera los deseos de su ama. Así que cuando finalmente Seragoi cerró el trato Puck se acercó todo lo posible, sin molestarla, a Bashabarana-Yaga.

-Jijijii. Su trato era mucho más justo ama, ese tal Zazer casi se queda sin cenar por su desfachatez. 

El cazador compensó en cierta manera su mala decisión dándole una manzana a Stajä, cosa que visiblemente había agradado a su ama, así que también agradó a Puck. Las nuevas circunstancias parecían que iban a postergar el paseo para otra ocasión y que prepararían la cena antes.

-¿Qué quiere que haga, mi ama? ¿Desea que le ayude en algo? ¿Quizás un poco de agua? ¿Que le consiga algo ligero para comer mientras se prepara la cena? -La mayoría de tareas ya habían sido ocupadas por otros y Puck no sabía muy bien que hacer en aquellos momentos. Para compensar esto salió corriendo hacia los lugares que ocuparían los viajeros durante la cena e inspeccionó rápidamente todos los asientos. Cuando encontró el que mejores condiciones reunía y sin importarle si pertenecía a alguien le hizo gestos a su ama.- ¡Ama! ¡Venga a descansar un poco! ¡Este es el mejor lugar! -Puck limpió con las mangas de su ropa las superficies para que su ama no se manchara sus vestiduras.- ¿Quiere un cojín? Podría traerle un cojín de nuestro carro.

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22/10/2018, 11:47
Karlio Advento, el Espadero Real.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

El noble acudió junto al resto de la comitiva, observando la escena de miseria entremezclada con supervivencia y perseverancia que el supuesto ataque élfico había causado. No pudo evitar una leve sonrisa al observar a la pequeña durmiendo sobre el pelaje del perro. Incluso en las peores circunstancias, los niños seguían siendo niños. ¿Alguna de esas mujeres sería su madre? Esperaba que fuera así, pues lo contrario auguraba malos tiempos para la joven Asena. Era su deber proteger a los desvalidos, y pocos había más indefensos e inocentes que los niños. Sí, sin duda, él ayudaría en lo que fuera para solucionar aquel desaguisado.

-Karlio Advento, muchas gracias por su hospitalidad-se presentó el caballero con una leve sonrisa, para después escoger el asiento más resistente disponible y aposentar su acorazada figura en él. 

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22/10/2018, 19:09
Zazer.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

No se molestó. Ni a título personal ni en responder. ¿De qué serviría? El humano estaba satisfecho de su propia dialéctica, pero los dos chelines y cinco ortegs tintineaban en su bolsillo. Lo que ignoraba era que Zazer contaba con su propio lugar donde dormir y donde cenar, sin necesidad de dilapidar sus escasos recursos en una posada o en una cena que no sería mejor de lo que él mismo hubiera podido cocinarse.

Y ante su condescendencia final, hubo de reprimir un bufido. Sin duda, aquel personaje no había tenido la suerte que él había tenido, con unos padres que le habían amado y educado de forma adecuada, que le habían aceptado incluso sabiendo que era un trocalengo y que su verdadero hijo estaba por ahí, que habían estado dispuestos a sacrificarse, abandonándolo todo, cuando la presión de otros humanos hacia él y su existencia se volvió peligrosa.

Se encogió de hombros y siguió al aldeano hasta el fuego.

-Soy Zazer -dijo a su vez a modo de presentación y acuclillándose junto al perro. De forma rápida y eficaz, desolló los dos conejos y los evisceró, dejando todos sus interiores contenidos en las pieles recién arrancadas con excepción de los hígados y riñones. Los faisanes, aún templados pues no hacía demasiado que habían muerto, fueron desplumados con igual rapidez y tomándolos por las patas y el cuello, los acercó al fuego para terminar de quemar los últimos restos de plumón tras haberlos eviscerado igualmente. Miró alrededor. Un avellano próximo le proporcionó las ramas necesarias para espetar los conejos, que previamente aderezó con algunas hierbas de su zurrón, así como las vísceras. Tras ello, las clavó junto al fuego y dejó que se cocinaran. Sería lo primero en hacerse. Después, su mirada se posó en una higuera. Recolectó varias hojas, verdes, grandes y limpias y las extendió en el suelo. Troceó sobre ellas las aves, las sazonó y las recogió haciendo un hatillo con algo de liz que, nuevamente, emergió de su zurrón. Satisfecho, dejó el hatillo a un lado y tras pedir una pala, hizo un agujero poco profundo en la tierra, colocó algunos guijarros en el fondo y despositó encima los faisanes envueltos en las hojas. Una palada de tierra bastó para cubrirlos. Tras ello, apiló encima leños secos de las inmediaciones e hizo un segundo fuego, valiéndose de algunas de las brasas de la cercana fogata. 

Cuando acabó, regresó junto al perro y en silencio, observó el fuego, los conejos y las vísceras espetadas, listo para voltearlos cuando fuera necesario. Mientras tanto, acariciaba el pelaje del animal.

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29/10/2018, 00:33
Bashabarana-Yaga.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

Basha oteó el rincón donde el aldeano les había conducido así como la población que allí se encontraba en diversos estados que alternaban desde un nerviosismo apenas controlado a un profundo sueño. Cabeceó en mudo saludo ante las presentaciones, poco inclinada a intimar con nadie.

Puck parecía inquieto, rondando de aquí para allá y haciendo mil preguntas. Normalmente solía hacer su trabajo sin darle tanto al palique así que esta vez ella optó por conservar la lengua en el interior de su boca y ocupar el lugar que el trasgo había seleccionado para ella sin ningún aspaviento ni comentario ácido. Le dirigió un gesto indeterminado que parecía querer decir "no necesito nada, haz tus cosas pero no te alejes" y se quedó observando a las mujeres por un instante. Parecían tan desvalidas. Un amago de furia nubló su vista un instante mientras pensaba en lo que podían hacer por defenderse a si mismas o a la niña que dormía al raso. Seguramente el perro fuese su mejor protección en esos momentos.

Observó de manera desapasionada la eficiencia con la que la cena era preparada por el trocalengo y aplaudió internamente su pericia. Sin duda era un tipo que sabía conducirse en entornos salvajes. Sus movimientos eran mecánicos y seguros como de quien los ha repetido decenas de veces. Sin embargo su atención se desviaba de vez en cuando al hombre que les había traído aquí. Esperaba que se explicara pronto y ver si en realidad sabía algo que mereciera la pena tener en cuenta.

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29/10/2018, 02:05
Seragoi Karadas.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

Zazer no me contesta pero, a juzgar por todo lo que hace a continuación, acepta el trato independiente de estar o no de acuerdo. Hace un trabajo muy rápido y eficiente con lo que tenemos, disponiendo todo de forma precisa para poder comer. Sonrío a su pericia pero opto finalmente por no emitir comentario alguno. Creo que no le agrado (no sé si alguien capaz de hablar le agrade en todo el mundo pues me quedó claro que con las bestias se lleva bien) y no creo que reciba bien un halago por sincero que sea.

Sigo al aldeano que nos prometió contar lo que sabe y nos presenta a tres mujeres. Las miro, buscando algo de belleza en ellas pero ninguna de las dos en edad de merecer me causa algo. Les sonrío educadamente y me presento:

 - "Soy Seragoi Karadas, es un placer conocerlas. Él es mi amigo Kanghmer y ella es su hermana, Bashabarana."

Presento a Kanghmer que parece querer ayudar en la cena y a su hermana, que ha decidido no hablar y solo ha usado un gesto para saludarles. Miro al perro, viendo que es un bello animal pero decido no acercarme a él. A veces los animales no responden bien a mi cercanía, sobre todo los menos entrenados, por lo que decido no forzar un acercamiento.

En cambio, me acerco a nuestros caballos y me dedico a atenderlos para que estén a buen resguardo. Los hombres de la caravana se encargan de los suyos y creo que es buen momento para que la montura de Kaghmer y mía reciban las mismas atenciones y cuidados.

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30/10/2018, 21:39
Kanghmer el Mediohierro.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

Kanghmer no pudo evitar mostrar una sonrisa ante los comentarios del cómico siervo de su hermanastra. Puck parecía moverse siempre con nerviosismo y agitación, daba igual lo que estuviera haciendo. Casi como si en sus aspavientos fuera a arrojar al suelo todo lo que tuviera cerca.

Sin embargo, era un sirviente leal, y haría lo que fuera por la bruja... Daría su vida sin dudarlo, por poco que ésta valiera. Y ahora, para más inri, confirmaba que podría ser un cerdo volador... cualquier cosa con tal de agradar a Basha. El bárbaro se lo imaginó por un momento echado al suelo, de rodillas, simulando ser un taburete para que la bruja se sentara... si es que no hubieran encontrado asientos suficientes.

Al menos animaba un poco a la melancólica compañía. Todos los que habían viajado en la caravana junto a ellos parecían alicaídos, seguramente porque el aspecto del campamento no propiciaba que la gente estuviera contenta. Sumado al reciente ataque, sólo conseguía que la atmósfera de tensión fuera in crescendo.

- Va a ser una larga noche... - comentó más para sí que para el resto, aunque no lo hizo precisamente en voz baja.

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01/11/2018, 17:33
Puck.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

Puck dejó a la vista su desigual y amarilla dentadura al comprobar satisfecho que su ama aceptaba de buen grado el asiento que le había encontrado, siempre le alegraba cumplir con los deseos y el bienestar de su ama y sobre todo ver que ella estaba complacida. Asintió al gesto de Baba Yaga al reconocer sus deseos de buscar algo de intimidad y se retrasó un par de pasos. Primero se quedó allí inmóvil y atento a cualquier deseo de su ama mientras observaba lo que pasaba a su alrededor. Vio como todos iban llegando, se presentaban o simplemente saludaban con algún gesto, también escuchó las palabras de Kanghmer y miró al cielo intentando divisar algo extraño.

-A mi me parece que será una noche normal señor Kanghmer, ¿Verdad ama?

La bruja le dedicó una mirada de hastío que solo podía significar que la dejara en paz un rato y Puck supo que era mejor alejarse un poco, aunque sin perder de vista a su ama por supuesto, nunca se sabía cuando podía necesitar de su fiel sirviente. Vio como la mujer posaba los ojos en el hombre que los había conducido hasta allí pero también como miraba a Zazer, así que se dirigió finalmente hacia donde estaba este último, allí podía ser de utilidad. Se quedó mirando como el trocalengo despellejaba las piezas con maestría y aunque Puck no lo podría haber hecho mejor decidió aportar algunos consejos y frases para que su ama viera que estaba interesado en como le preparaban la comida y que no lo hacía él mismo porque otros se había puesto antes a ello.

-Sí, muy bien. Así exactamente es como le gusta a mi ama, no en trozos grandes que serían difíciles de masticar para su pequeña boca, pero tampoco muy pequeños pues se cansaría de ir buscándolos. -Miró hacia Baba Yaga y se abstuvo de preguntar ¿Verdad ama? Respetaría su momento de descanso. Cuando Zazer terminó y dejó la carne en el fuego se sentó a descansar mientras acariciaba al perro, pero Puck nunca descansaba, a no ser que su ama se lo ordenase.- Tenga cuidado señor Zazer, no deje que las piezas se quemen, a mi ama no le gustaría, no no no. -Miró de nuevo a su ama y viendo que no le estaba prestando ninguna atención se acercó a Zazer para hacerle una coincidencia.- Pero si pasara podemos cortar lo chamuscado, cuando me pasa eso es lo que hago, me lo como y así la ama no tiene que probarlo.

Satisfecho por el servicio que estaba haciendo a su señora siguió observando el fuego atento a que ninguna de las piezas estuviera más de lo necesario a la vez que vigilaba todo lo que sucedía alrededor de Baba Yaga y a ella misma por si lo llamaba.

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02/11/2018, 13:33
Zazer.

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 13

 

CAMPAMENTO NORTE. Asentamiento anexado.

ANOCHECER.

Zazer sintió una profunda revulsión hacia el servilismo que aquella extraña criatura mostraba hacia la humana. ¿Qué podía hacer que aquel grotesco ser actuara de aquel modo?

-No he cortado así la caza porque estuviera pensando en ella o en sus gustos -dijo al ser sentado a su lado-. ¿Y por qué la llamas ama? ¿Acaso es tu dueña? ¿Puede disponer de tu vida libremente, venderte, matarte o cuanto se le antoje? -una mano seguía acariciando el pelaje del can, pero la expresión de Zazer, normalmente seria, era ahora dura-. ¿Cómo te llamas?