Partida Rol por web

Tenebris diebus - El ladrón de humo

VII — Asuntos del Ministerio

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04/04/2019, 06:43
Daire O'Connor

Daire hizo lo propio, dando al final un respiro a los pobres infelices demasiado educados como para pedirle que se apartara.

-¿Van al despacho de Monroe?

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07/04/2019, 19:38
Arthur Kane

Kane escuchaba con sorprendente interés el soliloquio de Daire, asintiendo de vez en cuando y comentando algún que otro "¿no jodas?". Cuando la puerta del ascensor se abrió para dar paso a Doe y Fawley, les saludó con una sonrisa y alzando una mano del tamaño de una quaffle.

¡Claro!—Respondió a Nicholas—. Qué mejor momento para ponernos al día, justo acabamos de reunirnos con Fawley... la otra Fawley—aclaró pese a ser totalmente innecesario—. Está en el despacho de Monroe, ¿vamos?

 

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09/04/2019, 21:19
Nicholas Fawley

- No. Aún debo comprobar algo - respondió tras ver que los demás estaban dispuestos, echando a andar por el pasillo e invitándoles a seguirle - Pero hay ciertas cosas que nosotros tenemos que poner en común.

Al contrario de lo que la lógica pudiera llevar a pensar, el departamento de Seguridad Mágica no era ni por asomo el lugar más seguro del Ministerio. La mayoría de magos y brujas que allí trabajaban apenas se fijaban en ellos mientras avanzaban por los pasillos, y nadie les pediría identificarse, aunque O'Connor y Doe fueran ajenos al departamento. Confiados como si allí fueran intocables, como si nadie fuera a atreverse nunca a tramar nada. Resultaba evidente que algún día esa falta de celo iba a traer problemas, pero a ninguno de sus superiores parecía importarle, a pesar de las quejar de Nicholas. Pero al menos hoy, eso podía jugar a su favor. 

Guió al resto fuera del pasillo de paso principal...

 

Notas de juego

Edit de la Narradora: el resto del post está en tu escena personal.

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10/04/2019, 07:05
Daire O'Connor

Daire se encogió de hombros. Fawley debería estar siguiendo alguna pista muy importante para retrasar la puesta en común, que no tenía mucho sentido hacer sin Liz delante. No tenía ganas de explicar las cosas tres veces.

-Ok. ¿Nos reunimos en diez minutos en el despacho de Fawley?

Dijo, ya medio gritando, pues Nicholas no había esperado a recibir respuesta.

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10/04/2019, 09:33
Nicholas Fawley

Al escuchar el tono elevado de voz del irlandés, Nicholas se detuvo casi en seco, respondiendo sin girarse:

- Debería revisar su reloj, señor O'Connor - Le comentó, con cierta desgana - Aún no son las cinco. Y yo tengo que seguir investigando. Si la señorita Fawley tiene prisa en informarse, tal vez debería levantarse de la silla. 

Nicholas se dispuso entonces a seguir su camino. Si el irlandés quería colaborar en la investigación o irse a beber hasta esa hora, tanto le daba, pero él no iba a perder el tiempo reuniéndose con su prima cada vez que encontrara el más mínimo indicio. Iría a la hora acordada para la reunión informativa o cuando tuviera evidencias sólidas de algo, no antes. 

- Si alguien tiene ganas de trabajar, es bienvenido a acompañarme - añadió entonces, comenzando a caminar hacía el pasillo que conducía a los archivos. 

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10/04/2019, 18:12
Daire O'Connor

Daire no pudo evitar mirar sus muñecas ante el primer comentario de Nicholas, antes de recordar que el no llevaba, ni nunca había llevado, reloj. Una vez lo intentó durante un par de semanas, pero descubrió que le estresaba un poco mirar todo el rato la hora. Acabó usándolo para practicar una transformación de bajo nivel, que resultó en un bonito dedal de utilidad más que cuestionable para alguien que no sabía coser.

Ante los comentarios posteriores, se limitó a encogerse de hombros. Quizás él no había recibido la carta. Aunque juraría que Liz había mencionado algo de que estaba esperando a alguien.

-Ah, that's grand*. Voy al despacho de Pawl, ¿Ok? -añadió, esta vez dirigiéndose a Kane.

Notas de juego

* Aunque en inglés británico esta expresión se usa normalmente para referirse a algo magnífico o grandioso, los irlandeses lo utilizan para restarle importancia a algo o decir que les parece bien sin hacer mucho énfasis. Esto puede causar cierta confusión.

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10/04/2019, 20:20
Arthur Kane

Kane se rascó la cabeza ligeramente confundido. Ni les había entendido ni se habían entendido entre ellos.

Bueno, si todavía quedan cosas por investigar antes de ponerlo en común, nosotros deberíamos pasar por el despacho de Pawl.

Abrió la boca, frunció el ceño, volvió a cerrarla y se rascó una vez más la cabeza. Al final optó por encogerse de hombros.

Pues eso. Vamos al despacho y luego hablamos, ¿si?

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11/04/2019, 15:26
Raine Doe

Al ver cómo empezó a desarrollarse la situación mi ceño fue frunciéndose poco a poco. Me tomé unos segundos de mirarlos a unos y a otros, sin esperar que las cosas se resolvieran como lo hicieron. Tenía claro el problema: faltaba un líder. O, siendo más precisa, lo más parecido a una líder era la Fawley que no estaba presente, y sólo por jerarquía. Y aunque no podía decir que fuera mi persona favorita me daba la impresión de que no llegaba al punto del otro Fawley, el que sí estaba presente, que ni siquiera parecía verla como una superior de pleno derecho.

Veamos... —dije entonces. Al momento supe que aquella sería una de esas ocasiones en que soñaba repelente... Pero tenía mucho en juego como para callarme—. Está claro que el señor Fawley ha descubierto algo que cree que debemos saber antes de continuar. Y yo también, más aún si se dirigen al despacho de Pawl.

Hice sólo una breve pausa antes de mirar al auror.

Por otro lado, señor Fawley —proseguí—, le están proponiendo compartir lo descubierto dentro de diez minutos, no a las cinco. —Bajé un momento la mirada mientras tomaba aire. Luego seguí mirando a Nicholas—. Si hay algún motivo para no exponer las cosas ante Fawley, hablemos aquí y ahora, pero sea claro. En cualquier caso... —Miré un instante alrededor con discreción, segura de que lo que uno necesitaba era que la conversación tomase otro rumbo, y que convenía que los otros me escuchasen antes de visitar el despacho del sospechoso—. Aunque se registró la entrada de Pawl, puedo garantizarles de que el hombre con su aspecto ni llevaba su varita ni venía solo.

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11/04/2019, 17:09
Daire O'Connor

-Uh -la sonrisa de Daire se ensanchó-. Esa es muy buena. ¿Poción multijugos?

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11/04/2019, 18:16
Narradora

El punto en el que se encontraban era el pasillo principal del Departamento de Seguridad Mágica, a pocos pasos de los ascensores y una gran balconada que dejaba entrever la impresionante caída hasta el Atrium. Una fina estela de pájaros se movía en todas direcciones por el aire, recorriendo la infinidad de ventanas que escalaban por los laterales como un puzzle perfecto. Los magos y brujas iban y venían a su alrededor, más ocupados en sus asuntos que en el hecho de que un grupo de magos estuviese allí detenido. Probablemente no era el mejor lugar para discutir asuntos privados, sobre todo después de que una bruja de cara redondeada y pelo blanquecino saludase a Fawley alegremente al salir del ascensor. O quizás fuese el mejor debido al constante traqueteo de gente que iba y venía: uno nunca podía estar seguro sobre qué oídos estaban prestando atención.

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13/04/2019, 18:59
Nicholas Fawley

Pensando que ya había quedado todo resuelto, Nicholas se disponía a continuar entonces su investigación en solitario. Asintió con indiferencia al comentario de O'Connor y comenzaba a caminar cuando Raine habló, haciéndole detenerse de nuevo con un suspiro de hastío. 

- No voy a discutir esto aquí... - replicó Nicholas girándose hacía ellos, sólo unos segundos antes de que una señora le diera la razón, saludándole al pasar. No tenía ni idea de quién era ella, pero probaba su punto. No iba a estar debatiendo los aspectos de una investigación así a la salida del ascensor. 

Sin embargo, el resto aún no parecía advertir lo peligroso de la situación, y Raine y Daire comenzaron incluso a comentar los hallazgos que la mujer había hecho en el décimo piso allí mismo. Eso terminó de ser definitorio para Nicholas. Tenía que ponerlos al día antes de que aquellos dos fueran escuchados por quién no debía, aunque supusiera perder un valioso tiempo ahora que cada minuto contaba. ¿Por qué duendes le habían asignado ese equipo? ¿Acaso quería McNutt que fracasara? 

- Suficiente - cortó tras la pregunta de O'Connor, lanzando esta vez una mirada firme que nada tenía que ver con su rostro inexpresivo de costumbre - Vamos todos al despacho de Pawl entonces. Hablaremos allí. 

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13/04/2019, 19:43
Daire O'Connor

Daire se rascó la cabeza, algo confuso ante el repentino cambio de opinión de Fawley. Pareció decidir que lo mejor era no preguntar, porque acabo por encogerse de hombros y encaminarse al despacho de Pawl.

Notas de juego

¯\_(ツ)_/¯

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15/04/2019, 21:34
Narradora

Como si Nicholas hubiese dictado una sentencia, tras unos segundos de denso silencio y reconocimiento, todos siguieron los pasos del auror hacia el ascensor y desde ahí hasta el cuarto piso. Había quedado claro: aquel no era el lugar ni la manera, sobre todo tras la creciente sensación de que la información se escurría como el agua entre los dedos. Todavía no sabían quién o quienes, pero Nicholas tenía una sospecha en firme con la que debía de tener mucho cuidado.

La cuarta planta parecía casi tan grande y enrevesada como el Departamento de Seguridad Mágica, con el añadido de que de vez en cuando se podían atisbar peculiares criaturas. Nada de reseñable tamaño, duendecillos en jaulas y pájaros de brillantes plumas, sonidos y olores a los que la mayoría de los magos y brujas no estaban acostumbrados. Y también seres. De camino al despacho de Pawl pasaron junto a un grupo de duendes que parecían reclamarle a un mago una reunión, varios fantasmas que actuaban como si la muerte no hubiese pasado para ellos, e incluso un hombre embozado que Daire y Raine reconocieron con facilidad como un vampiro. Allí, muchas más caras conocidas saludaron tanto a Daire como a Raine. Al primero por su reputada simpatía y facilidad para animar la conversación, y la segunda por una mezcla de razones que involucraban los dones de su propia sangre, y también su ambición y carisma.

Daire fue quien abrió el despacho con una llave dorada. Al instante, Kane tuvo la sensación de haber estado ya allí. El despacho de Pawl tenía infinidad de similitudes con el que tenía en su propio hogar: era una habitación generosa pero que parecía más pequeña de lo que realmente era debido al popurrí de libros, notas y extraños ejemplares que se extendían en diferentes montones y en las estanterías. Incluso el escritorio estaba cubierto por una marea de pergaminos. Marcus no parecía una persona particularmente ordenada, pero sí dedicada a su trabajo y a su pasión: los centauros. Libros, runas, escritos e incluso un tapiz medieval que representaba a los centauros, todo tenía que ver con ellos.

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16/04/2019, 07:22
Daire O'Connor

El irlandés no podía quedarse callado por mucho tiempo. Tras la advertencia de Fawley, sin embargo, no le quedó más remedio que retomar la trivialidad de su monólogo previo al encuentro fortuito con los otros dos magos. Una disertación detallada sobre lo que, al parecer, era la mejor hamburguesería de todo Londres, o eso aseguraba él. Se notaba que el mago golpeador, al que se estaba dirigiendo específicamente, le caía bien. Aunque con Daire era difícil de decir, porque le caía bien casi todo el mundo.

Cuando entraron en el despacho, sin embargo, guardó silencio. Parecía observar el lugar con ojo crítico, aunque si tenía alguna idea en mente, decidió guardársela para sí mismo.

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19/04/2019, 04:02
Raine Doe

Asentí a lo que dijo el auror. A mí tampoco me había gustado decir aquello en ese lugar, pero necesitaba un revulsivo que hiciera a todos reaccionar y dejar de malentenderse, ya fuera a propósito o sin querer. No me sorprendió que propusiera ir a un despacho en el que no se encontraba la otra Fawley, pero sí me produjo más curiosidad.

Al dirigirnos al despacho de Pawl lo hice tranquila y ligeramente victoriosa. Se habían mezclado orgullos y egos, pero al final quien saldría ganando sería la investigación y, por tanto, el propio Ministerio. Si en una situación así eso no era propio de una Inefable, ¿qué lo era?

Caminé a bue ritmo hasta el despecho de Pawl, no quedando nunca más de dos pasos por detrás de ellos. Saludé a aquellos conocidos que nos cruzamos, aunque aquella mañana ni me planteé detenerme con ellos, claro.

Ya en el despacho miré alrededor, queriendo conocer más de Pawl a través del estado de sus cosas. La verdad es que me costaba creer que recogiese las cosas cada día y finalmente se hubieran quedado así por algún tipo de interrupción, y aquello me chocaba con la imagen que tenía de un hombre sorprendentemente bien organizado.

—Bien —dije mirando alrededor, buscando cualquier cosa que pudiera faltar en aquel cuadro. Entonces miré a Fawley—, aquí estamos. Comience usted.

No me había pasado desapercibido cómo no había contestado a lo referente a su pariente. Quizá no quisiera criticarla, quizá él mismo supiera que no estaba siendo profesional... O quizá no confiase en nosotros. Eso podía entenderlo de sobra.

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22/04/2019, 19:46
Nicholas Fawley

Viendo que no había más objeciones, Nicholas se dirigió resignado al ascensor. No es que tuviera especial interés en reunirse con ellos ahora mismo, siendo que debían reunirse luego con Lizeth, pero cualquier cosa era mejor que dejar que O'Connor siguiera hablando de la investigación en mitad del pasillo. Y aunque Pawl había bajado puestos en su lista de sospechosos, parecía pertinente revisar su despacho. Tal vez tuviera alguna vinculación. 

Siguió al irlandés y a Doe por la cuarta planta, lanzando miradas suspicaces ante las criaturas mágicas que salían a su paso. No era especialmente sensato tener aquella colección de criaturas, algunas peligrosas e incluso inteligentes, dentro del propio Ministerio. Y al parecer el mismo Pawl, era el más loco de todos. Todo en su despacho guardaba relación con los centauros. Esperaba que al menos fuera simple locura, y no algún tipo de parafilia extraña. Observó el tapiz durante unos instantes, hasta que Raine habló:

- He dado con Beery y he tenido una charla con ella - comenzó, volviéndose hacía ellos y resumiendo la conversación que había tenido con la contrabandista - Recuerda el objeto. Y cree que en su interior había algún tipo de artefacto o reliquia con una magia muy antigua, tal vez egipcia. Sin embargo, no pudo abrirla. Se necesita una pieza especial para hacerlo, una especie de llave. En su opinión, es imposible hacerlo sin ella. Aunque descifraras las runas y consiguieras acceder, nada aparecería en su interior sin esa pieza. 

Hizo entonces una pausa, aún dudando si debía contarles el resto. No le despertaban demasiada confianza, pero esperaba que tuvieran la inteligencia suficiente para darse cuenta de que entraban en un terreno arriesgado. Moverse en falso contra una de las familias más respetadas de Gran Bretaña, no sería buena cosa. Y que llegara a sus oídos que estaban siendo investigados, tampoco. 

- La señora Beery también ha puesto un nombre sobre la mesa... - continuó hablando, tras unos instantes - La caja le fue vendida en un lote, y fue detenida poco después, sin darle tiempo a venderlo, como si hubiera sido preparado. Los objetos del lote pertenecían a la misma familia, que los reclamó todos salvo la caja, dejandola atrás. La familia Lestrange. 

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23/04/2019, 06:40
Daire O'Connor

Incluso en Irlanda se conocía un apellido tan famoso (o infame, dirían algunos) como el de los Lestrange. Daire parecía mascar la palabra como si se le hubiera hecho bola. Lo cierto es que, con los años y quizás debido a su don había aprendido a desconfiar de las coincidencias, y el encuentro fortuito previo a su reunión con Liz y Arthur adquiría un cariz diferente ahora.

-Antes me encontré con Rosier -intervino, tras meditar que aquello merecía al menos una mención-. Estaba un poco nerviosa. Aunque nada raro, teniendo en cuenta la que tenemos encima en el Departamento con lo del Santuario.

Al mencionar el Santuario, Daire recordó que, primero, a él le habían llamado para hablar de criaturas y no para montar teorías descabelladas con compañeros de trabajo perfectamente normales cuyo único crimen era estar prometido con alguien sospechoso; ese trabajo era para sus compañeros, mucho mejor entrenados y habituados a ese tipo de rompecabezas. El haber mencionado el encuentro como si fuera algo reseñable le hizo sentirse un poco mal, como si de alguna manera estuviera pegándole una puñalada a una de los suyos sin motivo alguno. Y, lo segundo, que todavía no había compartido sus descubrimientos con Nicholas y Raine.

-Hablando de bichos, la sangre es de un Demiguise. O de un Tebo -al ver sus expresiones, se apresuró a explicarse-. Para que nos entendamos, el primero es una especie de mono endiabladamente listo que puede ver el futuro inmediato. El segundo es un cochino con muy mala leche. Y los dos se hacen invisibles.

Dio un paseo por la habitación, observando cada detalle y manoseando cada cacharro con toda la concentración de la que era capaz alguien con un severo déficit de atención.

-Yo me inclino por el Tebo porque me hace más gracia la imagen del cerdo dando brincos por los pasillos del noveno piso. Pero creo que Liz sospecha más del Demiguise, y razón no le falta. Imagino que todo depende de lo útil que pudieran ser sus habilidades precognitivas en ese laberinto.

Dirigió una mirada interrogativa a la inefable.

- Tiradas (1)
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23/04/2019, 23:38
Raine Doe

Me sorprendió un poco que Fawley me hiciera caso tan rápidamente y sin rechistar. Quizá en el fondo era de los que necesitaban que alguien les dijera qué hacer. Quizá simplemente necesitaba un pie para explicar lo que ya quería contarnos antes. En cualquier caso me apoyé en el escritorio para escuchar con comodidad al auror, que captó mi atención en cuanto dijo haber encontrado a la contrabandista. Lo que decía sobre aquella llave... Tenía sentido. No iba a señalar lo evidente diciendo que probablemente por eso en el Ministerio no tenían ni idea de lo que contenía aquella caja. La única pregunta era si el ladrón —o ladrones— la tenían ya en su poder.

Mi ceño se frunció de inmediato al escuchar al hombre generar aquella expectación y acabar con aquel apellido. No tenía ni idea de cómo encajaban los Lestrange en todo esto... Si es que realmente tenían algo que ver, claro.

Antes de que pudiera contestarle, sin embargo, intervino Daire, al que miré con atención. En ese punto ya le conocía lo suficiente como para desconfiar de sus motivos o capacidades. Pecaba de ser poco discreto, pero lo compensaba con creces de otras maneras. Asentí cuando dijo lo del Departamento, y le dediqué una mirada casi taladrante cuando habló como si no estuviera seguro de que tendría claro lo que era un Tebo o un Demiguise. Puede que estuviera intentando convertirme en una Inefable, pero había pasado suficientes años trabajando en Criaturas como para tener claro aquello.

—Yo también me inclino por el Demiguise —enuncié entonces con seguridad—. Había valorado también el Tebo y un Escondetrás joven, pero creo que el que más encaja es el primero. —Hice una pequeña pausa, dispuesta a explicarme—. En el décimo piso he visto algunas cosas. Para empezar, que la confrontación se produjo cuando ya se iban, y en un lugar que no está entre la sala donde estaba el objeto y las escaleras, de modo que estaban dando un rodeo. Justo en ese pasillo hay otra sala más pequeña de objetos incautados, pero no llegaron a entrar allí. Creo que la criatura fue herida por accidente en la batalla, que aún era invisible cuando la alcanzaron. Y si no encontraron más de su sangre fue, precisamente, porque también era invisible. En cualquier caso... —Miré a los presentes—. O bien se desplazaba volando, o bien el intruso la cargaba, ya fuera en hombros o en un contenedor. Yo creo que en hombros es lo más probable, de ahí que el Tebo me parezca menos probable. Y en esa confrontación, como les dije, la varita que usaba el intruso no era la de Pawl.

Esperé un instante antes de continuar.

—La verdad es que no comprendo por qué fueron tan lejos antes de abandonar el edificio, no le encuentro sentido. Fueron casi al encuentro de la patrulla. Se me ocurre que efectivamente se tratase de un Demiguise, y que quisiera ser encontrado. También podría ser que fueran a la otra sala, y les pillasen de camino. Sea como sea, hay otro asunto: fuera quien fuera el que se coló, tenía información sobre la seguridad del Ministerio. No saltaron las alarmas ni ningún tipo de defensa como tendrían que haber saltado. La única explicación es que hay alguien de dentro implicado, ya sea pasándole la información de cómo evitarlo, desactivando esas alarmas... O incluso puede que fuera el propio intruso.

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24/04/2019, 06:46
Daire O'Connor

Daire se alegró de oír las teorías de Raine, que tenían mucho sentido. No tanto porque estuvieran avanzando en la investigación, sino más bien por escuchar a la brillante Doe que conocía, frente a la loca de las conspiraciones improbables y las tormentas de ideas que se había encontrado esa mañana.

-Sí, entraría dentro de la naturaleza del Demiguise el delatarlos -añadió, más por avalar la teoría de Raine frente a los otros dos que por creer que ese era el caso-. Sea como sea, si lo que dices es cierto podemos empezar a juntar piezas, ¿No? Han podido ser personas distintas, pero hay un par de Lestrange en el Ministerio... La siguiente pista es, creo, el ladrón del Santuario. Liz cree, y yo estoy de acuerdo, que el que causó la confusión del fin de semana trabajaba dentro. He pedido...

Recordó que todavía llevaba el papel en la mano.

-... Voy a pedir. Una lista de los empleados del Ministerio que colaboran allí. Lo que probablemente me convertirá en el sospechoso número uno -bromeó-. Pero quizás nos muestra algo más. O no. Puede que el que sustrajo el Demiguise no tuviera relación con el Santuario, y que simplemente supiera cómo entrar, dónde buscar y qué hacer para causar el caos. Puede que los que se infiltraron en el ministerio consiguieran la información por otro medio, y que ninguno trabaje aquí. Y puede que los Lestrange se hayan visto envueltos en esto por error. Pero merece la pena tirar de esos hilos.

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24/04/2019, 14:54
Arthur Kane

Cuando cambiaron de opinión sobre qué hacer por tercera vez (y finalmente decidiesen reunirse en ese momento), Kane lanzó un gruñido de frustración poniendo los ojos en blanco. Masculló algo entre dientes y avanzó en dirección al despacho de Pawl a grandes zancadas, sin embargo la irritación le duró exactamente hasta que llegaron al ascensor, momento en el que volvió a charlar animadamente con Daire de trivialidades.

Una vez llegaron a su destino el flashback de Arthur fue inmediato y por un instante tuvo la sensación de haber cogido un traslador directo al despacho de Marcus. Un popurrí de papeles, libros y pilas de información esparcidas por la sala les dieron la bienvenida en lo que parecía el galimatías de la mente de su sospechoso. Ya estaban allí, así que lo mejor sería ponerse manos a la obra.

Mientras sus compañeros intercambiaban los distintos avances en la investigación Kane se dedicó a buscar diarios o manuscritos con una fecha cercana al día del ataque, escuchándoles mientras tanto (o fingiendo escuchar).

El que se coló tenía información sobre la seguridad del ministerio...—repitió las palabras de Doe girándose hacia ellos con una pila de pergaminos en la mano—. En casa de Pawl no había gran cosa, aunque sí me di cuenta de que el hombre es muy metódico para sus cosas. Las fechas de sus anotaciones llegaban hasta dos días antes del ataque, por lo que cabe la posibilidad de que alguien le secuestrara para pasarse por él con poción multijugos.

Enrolló la pila de pergaminos que tenía en la mano y se golpeó la nariz con ella, distraído, antes de empezar a hipotetizar.

Si la caja era de los Lestrange y se la vendieron a Beery es posible que no supieran lo importante es—torció la nariz, no muy convencido—. También es posible que sí lo supieran y quisieran deshacerse de ella precisamente por eso. Si ahora hubiesen querido recuperarla no les habría sido muy difícil saber las rutinas de seguridad trabajando en el ministerio y hacerse pasar por Pawl, pero, ¿por qué? ¿Han encontrado la llave? ¿O sólo han sido intermediarios en...otra cosa?

Miró pensativo al techo y, tras unos segundos, se encogió de hombros como si hubiese estado hablando sólo todo el rato. Desdobló los pergaminos que había aprisionado entre las manos y siguió repasando las fechas.

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