Partida Rol por web

The House of YES: Amenazas

4.0 La Ciudad Olvidada

Cargando editor
13/02/2021, 13:08
Vesper Blue Proctor

A Blue le estaba provocando un suave hormigueo en el corazón ver las interacciones de todos, hasta las sarcásticas. Una vocecita en el fondo de su mente le decía que quizás no todo estaba perdido, quizás todavía los magos podían interactuar entre sí como compañeros estudiantes de la misma maravilla en vez de que el ego se les subiera por las orejas y comenzaran a mostrar quién podía escapar más rápido al mejor truco de Houdini en cada ocasión que se les presentaba... Le hizo recordar a cuando ella vagaba por las calles y de pronto se encontraba con gente que de verdad quería ayudarla. Iba a responder a la muchacha rapada pero Red se le adelantó y su respuesta le pareció más que apropiada, sin embargo, antes de que se dispersaran, algo fácil de lograr ya que todavía nada los unía, se decidió a intervenir justo cuando una de las muchachas ya se levantaba para marcharse.

Las palabras de Red dieron pie a que pudiera explicar más detalladamente el objetivo que los había llevado allí,  -Esta ciudad forma parte de un proyecto inmobiliario que arrasará con todo lo que hace a este barrio especial, nuestro estilo de especial - tomó la palabra, les dio una mirada vehemente a todos y señaló a unos y a otros -Y lo volverá una mole de hierro y concreto sin alma y sin belleza tras otra -hizo un gesto con la mano señalando alrededor y más allá.

-Pero todavía estamos a tiempo de detenerlo, a tiempo de que el proyecto avance pero a bajo nuestros términos y no los de otros -planteó -Para eso necesitamos trabajar juntos, por eso estamos aquí -explicó con sus manos haciendo algunos ademanes, solo porque estaba algo nerviosa, se sentía como en esos sueños en que uno está dando la lección y casi nunca había dado la lección estando despierta -Tenemos que actuar juntos, de otra manera... Ya pueden olvidarse de este lugar porque ellos, los tecnócratas, arrasarán con todo lo que no sea como ellos desean.

Notas de juego

Edito porque nos hemos pisado :-P

Cargando editor
13/02/2021, 16:17
Shoshana Lipkin

Miró con el ceño fruncido a Penélope, entre preguntándole a ella y preguntándose a sí misma si de verdad podría existir algo parecido a un dueño de la Ciudad Olvidada. No era ya porque considerara aquel lugar como su hogar, que también, sino que lo tenía por un ser vivo, como un árbol gigante de hormigón y hierro o un "megabot" del que sólo podían ver algunos de sus mecanismos. En todo caso un alguien a quien comenzaba a conocer y a quien no pensaba dejar en la estacada. Un amigo inocente, como una ballena, o como E.T.

Aprovechó que "lady guadaña" se levantaba del sofá para quitarle el sitio en un gesto que quizá fuera absurdo pero a ella le pareció la mar de osado. Se echó un poco hacia adelante para dirigirse al de las gafas de espejo. Le gustaba verse reflejada en ellas en esa situación.

Trató de sacarle partido a todas las técnicas de mediación de conflictos que había aprendido en los talleres terapéuticos.

—¿Y no podemos hablar con ellos? Seguro que si les hacemos ver lo que sabemos de este sitio cambian de actitud.

Luego miró a Blue, luego a sus botas y le hizo un gesto con la cabeza, para darle a entender que le gustaban mucho.

—Podemos hacerles entender que no hace falta controlarlo todo.

Cargando editor
13/02/2021, 16:39
James Bonnie

La atención de James, poco dada a perderse en detalles cuando se trataba de lo que hablaba la gente, pasó por unos y otros y se detuvo en la chica llamada Vesper. Margotte parecía tener prisa para volver con sus fantasmas y Shoshana había dicho una de esas verdades suyas de apariencia absurda precisamente por su propia veracidad. Pero aunque a ella le costara comprenderlo, eso de querer controlar todo era la pasión de muchos. Quién sabía si también la de sus visitantes.

¿A qué te refieres con lo de que el proyecto avance con nuestros términos?

Prefirió no decir nada más hasta no comprender qué es lo que quería aquella gente.

Cargando editor
13/02/2021, 21:28
Penélope

Penélope intentó ignorar las llamadas de atención de la rubia y escuchar lo que los artistas tenían que decir, aunque no pudo evitar mirarla de soslayo y negar con la cabeza cuando se quiso hacer la guay con Oz.

Al principio la misma mierda, Penélope era una viajera del mundo espiritual, y no era la primera vez que había encontrado a alguien que le hablara de una amenaza invisible, de una Tecnocracia que vigila el mundo y quiere controlarlo. Ellos no eran estúpidos, y sabían que había que alejarse de “los hombres de negro” que espían tras las cámaras, sobre todo al usar sus dones, y esconderse de la gente normal, escabullirse bajo las sombras y entre las grietas de la cuidad. Que esa supuesta tecnocracia quisiera convertir en borregos a los que seguían las normas le importaba una mierda, ellos vivían al margen, ocultos, invisibles, olvidados… habían encontrado su sitio y, en eso Shoshana tenía razón, no era sólo un lugar mágico; era un “alguien” cuyos corredores, espacios diáfanos, túneles y pasarelas no eran más que la manifestación física de un espíritu urbano al que cuidaban y que cuidaba de ellos, y junto a él se sentían protegidos. En alguna ocasión habían habido redadas de la policía, la última tan solo unos días antes. Sacaban a los vagabundos y a los yonkis, pero a ellos nunca los encontraban. Incluso una vez, hacía años, la Ciudad había hecho que se perdiera en sus entrañas una banda entera de moteros que querían tomar el sitio para utilizarlo como base de operaciones para el tráfico de drogas y armas. El espíritu los ocultaba, los salvaba de cualquier peligro.

Sin embargo empezó a tomárselo en serio cuando el tipo de negro habló de que lo que corría peligro eran las propias paredes, techos y vigas. ¿Sobreviviría el espíritu si no quedaba nada? Su corazón le decía que sí, que podrían llevarlo con ellos a cualquier sitio, pero su mente le hacía no sentirse del todo segura. Entonces su amiga de tez pálida con pinta de brujilla ochentera dio más detalles, y dijo algo interesante de lo que James se hizo eco.

—¿A qué te refieres con lo de que el proyecto avance con nuestros términos?

— Espera Margotte, escuchemos lo que han venido a decir. ¿Queréis decir que sabéis cómo proteger la Ciudad Olvidada?. Y cómo estáis tan seguros que tras ese proyecto inmobiliario están "los hombres de negro"? — miró a OZ, pues sabía que al utilizar ese término la entendería.

Notas de juego

Un pequeño edit, no hace falta releer

edit sólo he cambiado una coma :)

Cargando editor
13/02/2021, 23:25
Oz

—Te veo bien, Eve —respondió con desenfado, sin hacer mucho caso de los intentos de la rubia por usarle para llamar la atención de Penélope. Obvio, pueril, inofensivo.

Su atención se desvió cuando notó el movimiento de Margotte a su lado y la escuchó con expectación, pero antes de que se fuese, estiró la mano para cogerla de la muñeca y atraer su mirada. 

—Los conocemos, Psychopompe —le aclaró—. No te rayes, son colegas. 

Después escuchó a Red y Blue con una preocupación creciente al escuchar que había una amenaza sobre la Ciudad. Esa sensación de tener algo en la punta de la lengua se solidificó con la aclaración y la mirada de Penélope, a la que asintió despacio, comprendiendo. Los «hombres de negro» habían sido un zumbido constante en la partitura, desde el mismo momento de su Despertar. 

Tenía tantas preguntas como sus compañeros, o al menos las mismas. Su postura corporal cambió, de la indolencia al interés, y se echó un poco hacia delante para esperar que llegasen las respuestas. 

Cargando editor
15/02/2021, 13:46
Redmond Fox

Negó al escuchar la pregunta de la chica navegante sentada en el sofá. - Los encuentros que hemos tenido con ellos no nos han mostrado que estén muy dispuestos al diálogo. Yo diría que su estilo es más el de vigilar con todos los medios a su alcance, y esta claro que tienen muchos... y el de actuar con fuerza abrumadora cuando lo consideran necesario. - Miró a su alrededor y movió la cabeza ligeramente. - A mí la Ciudad Olvidada me gusta, con su caos organizado y su misterio laberíntico. Pero creo que a ellos no les gustaría. Demasiado libre para ellos. La verían sucia, en lugar de... - El pintor buscó un apelativo que definiera para él a la gran fábrica laberíntica - vetusta y ancestral.

- Ellos quieren controlarlo todo porque no aceptan que, en este mundo y en todos los mundos, - miró a Vesper y sonrió. - hay cosas que siempre quedarán de algún modo fuera de tu control.

James hizo una pregunta interesante, pero se había dirigido a Blue y Red consideró que era mejor que la bruja contestara. Después de todo, él no era el único portavoz del grupo. 

Cargando editor
15/02/2021, 13:58
Vesper Blue Proctor

Las palabras de Red le hicieron recordar el sueño que habían compartido y su sonrisa imitó la de él mientras sus ojos se encontraban, anteojos de por medio y todo. -A mí también me gusta este laberinto, reflejo de otros muchos del pasado -explicó retornando a sus interlocutores -Los lugares mágicos, en todos los sentidos, son los que nos recuerdan cuál es nuestro lugar en el mundo, en el orden natural del universo... Si acabamos con ellos quizás cometamos el terrible error de creer que somos los amos de todo y de olvidarnos a nosotros mismos en el proceso.

A Vesper le fascinaba la interacción con los nuevos amigos, a Blue le impacientaba un poco la desconfianza de aquellos nuevos conocidos, aunque la entendía. Cuando vio que la pequeña de cabeza rapada y el muchachito del sillón se mostraban relajados y que la tal Penélope estaba interesada se envalentonó para contestar al otro muchacho, el taciturno.

-Me refiero a que podríamos tratar de salvar a la ciudad si metemos un proyecto que la abarque y la respete en el concurso de arquitectos que está haciendo el ayuntamiento -sostuvo dando una mirada a Eve y a Red, no sabiendo si estaba siendo clara en lo que estaba explicando -Verán… -se aproximó un poco para no estar hablando en voz tan alta, quizás tenía un punto de paranoia o no conocía bien hasta donde llegaban los tentáculos de la tecnocracia, inclusive en un lugar como aquel.

-Hace poco fuimos a ver de qué iban las obras que comenzaron a unas calles de aquí y apenas pudimos acercarnos porque estaban fuertemente custodiadas -los repasó con una mirada, la elección de palabras no era azarosa desde ya -Había guardias y una advertencia, un ataque a la mente de aquel que fuera a fisgonear, entretejido en el cableado de las cámaras de vigilancia, en los carteles, por doquier.

Hizo una breve pausa para que sus palabras se asentaran y continuó -Un poco más de investigación nos llevó a descubrir el proyecto que Red acaba de decirles.

Luego, como para dar pruebas, metió la mano por el cuello de su camiseta hasta una zona indeterminada de su pecho y sacó unas hojas de papel dobladas con primor, las alisó con sus manos antes de pasarlas, eran imágenes de los proyectos impresas. Se las extendió primero a James para que las pasara luego de verlas -No sabemos qué es lo que trama la tecnocracia con semejante monstruo pero creemos que es posible salvar a la Ciudad y a la Domino Factory si logramos que se cuele otro proyecto, como el de los Tanques y su zona verde. Venimos a ponerlos en aviso, pero también a tenderles una mano -sonrió suavemente juntando las manos delante de sí.

Notas de juego

Jefe, ni de coña Blue les mostrará las fotos desde el móvil en medio de la Ciudad Olvidada, si me permites tenerlas impresas se las enseño, sino dime y modifico el post :-)

Cargando editor
15/02/2021, 15:58
Director

Notas de juego

Está bien lo de llevarlas impresas.

Para los Invisibles, el mamotreto de edificios gris que aparece en la primera imagen está en las manzanas que ocupa la Ciudad Olvidada. El otro es un proyecto más al sur, bajo el parque que os puse en las primeras imágenes de la escena... que vuestros personajes no han visto (el parque estaría entre la primera y la segunda imagen)

Cargando editor
15/02/2021, 17:26
Margotte “Psychopompe” Moreau

Ante la petición generalizada de que me quede, no puedo hacer otra cosa sino obedecer. Qué le voy a hacer, todos somos animales sociales, y la presión de grupo funciona. Sin embargo, no vuelvo a tomar asiento, sino que me cruzo de brazos y escucho en silencio lo que han venido a decirnos. 
Y entiendo lo que quieren conseguir. Salvar este lugar, preservarlo de las garras del progreso, de la facturación capitalista del cemento gris y los apartamentos de hormiguitas. Suspiro, y me rasco la muñeca que cubría la escayola hasta hace unos días.
Aún está débil, y los puntos, tirantes. Por lo visto, los tendones de la muñeca están bastante más a mano de lo que una suicida normal cabría esperar. Tendré que hacer rehabilitación durante muchos días si quiero recuperar la movilidad completa de la mano.

Suspiro de nuevo, un poco abatida. No se puede luchar contra la máquina. Sólo un gobierno extremadamente concienciado con el alma de una ciudad podría poner freno a una remodelación urbanística tan beneficiosa. Y todos sabemos que los norteamericanos están obsesionados con el progreso. Quizás en París, o en Praga, este lugar habría podido sobrevivir, pero aquí... nos harán desperdigarnos como cucarachas cuando se enciende la luz. Obligarnos a buscar otro rincón, a escondernos. Maldita sea, estoy harta de mudanzas.

-¿Entonces? ¿Vuestro plan es recoger firmas o montar una asociación de "salvemos polígonos industrales llenos de okupas? -Ni siquiera sonrío con ironía, ya que el asunto es bastante triste per se-. Los ayuntamientos no suelen ser muy amigos de la gente que no produce beneficios en su ciudad. No creo que tengamos mucho que hacer por ese lado.

Cargando editor
15/02/2021, 20:47
Redmond Fox

- Todo es posible. - dijo Red, con una pequeña sonrisa, en respuesta a las palabras de la médium. - Pero en esta ocasión quizás sea preferible una aproximación más sutil. Los tanques al otro lado del río iban a ser remodelados sí o sí, pero influimos en el proyecto para que se amoldara mejor a nuestros intereses. Conseguimos subvertir sus planes haciendo una pequeña manipulación en un elemento concreto y clave: la mente de uno de los arquitectos. Plantamos la idea en su cabeza, un brote de inspiración, un sueño. Le hicimos vislumbrar cómo podía ser, y después él tomó la decisión de presentar el proyecto. - Y fue una idea buena. Tanto, que logró convencer a todos de que ese y no otro debía ser el cambio que había que traer al lugar. - Logramos que el proyecto final fuera la remodelación del parque para convertirlo en algo lleno de vida y magia. Quizá, me atrevería a decir, en el germen de algo que puede crecer hasta tener el poder de la Ciudad Olvidada, con el paso de los años. - Algo sabía Red de arquitectura sagrada, y ese conocimiento, en armonía con los propios planes de Vesper, habían iluminado al arquitecto.

- ¿Se puede hacer lo mismo con la Ciudad Olvidada? - Red abrió las manos, e inspiró. - Quién sabe. A lo mejor no es posible repetir el truco, puesto que alguien debe estar investigando para averiguar qué es lo que ha sucedido. Puede que tengamos que intentar algo distinto la próxima vez. 

Miró a Psychopompe, y volvió a poner sus manos a su espalda. - Algo debe quedar claro. No nos enfrentamos a simples especuladores inmobiliarios, ni a concejales de urbanismo en busca de comisiones y prestigio. Nuestro rival es una organización antigua y poderosa, con recursos y conocimientos. Una organización que conoce la existencia de gente como nosotros, que somos capaces de moldear la realidad con nuestros conocimientos. - A Red no le gustaba la palabra "magos" para referirse a lo que ellos hacían, aunque, en última instancia, puede que no fuera desacertado utilizar un término como ese en determinadas circunstancias. - En su visión de la realidad ellos son los buenos. Los héroes. Ellos creen traer orden a un mundo caótico. Y utilizan para ello tecnología tan avanzada que es indistinguible de la magia. Son los herederos de los antiguos masones que construían catedrales que podían domeñar los campos mágicos. Alquimistas, francmasones, rosacruces, templarios, escondidos detrás de conspiraciones envueltas en mentiras y ocultos tras sombras.

- Y a nosotros, - señaló a Eve y a Vesper Blue, pero luego amplió el giro de su mano y abarcó a los Invisibles. - nos consideran elementos incontrolados. Saben de lo que somos capaces y nos vigilan, pero no intervienen si no es necesario. Pero, en el momento en el que sí crean necesario hacerlo, actuarán. Con fuerza. No sé en qué consiste el proyecto, pero sí se que servirá para aumentar su control sobre la zona. No puede ser casualidad que quieran destruir la Ciudad Olvidada. Ni que hayan estado vigilando la House of Yes. - Se quedó allí parado un instante, pues sentía algo alrededor suyo, una premonición, quizás. Algo que le rascaba la mente y le impelía a estar alerta. - Presiento que cada uno de sus movimientos teje el hilo de una telaraña monstruosa sobre la realidad. Una que fija, inmoviliza y aturde. Ah, casi puedo verla. Magnífica, intrincada, perfecta, sutil y sofisticada. Tentadora. Porque nos arrulla con la promesa de un mundo en el que todo estará en su sitio y cada cual tendrá su lugar. - Red se dio cuenta de que se había quedado mirando el horizonte, y por un instante, a través de las ventanas de la Ciudad Olvidada, había sentido oscurecerse el sol, y había creído vislumbrar la imagen de una telaraña enorme que se había superpuesto sobre el tapiz de la realidad. 

Se había hecho el silencio. Después, el hechizo pasó. - Están equivocados. La realidad es demasiado vasta e incognoscible. Solo sé que no sé nada. Su orgullo precipitará su caída. 

Miró a su improvisado auditorio. - Aquí, y ahora, solo sabemos que tienen un proyecto, y que no nos beneficia. Debemos subvertirlo, si no podemos destruirlo. Y necesitamos vuestra ayuda para lograrlo.

Cargando editor
16/02/2021, 01:04
Eve

Oz se le había escapado de las zarpas y ella se había acomodado en el sofá, con el antebrazo derecho a modo de reposacabezas. Fue el discurso final de Red lo que la hizo estallar, como le había sucedido a Margotte con su llegada. Escuchar al pintor repetir las palabras que ya le habían comentado en el House of Yes (y con las que todos parecían igual de encantados) pudo con sus fuerzas.

- Primo, lo siento, pero tenemos que ser sinceros. ¿De verdad sabemos todo esto? Sí, está claro lo que sucedió en Times Square, pero esta conspiranoia... Suena a trola que flipas.

Eve miró al resto y al verse presionada por haber tomado la palabra, cambiando la deriva de la conversación, retomó el discurso con un tono incendiario que fue en aumento. 

- Lo de Times Square si fue culpa de alguien es sin duda Beat. El tio paraliza a Álix, me encierra con él y luego hace que vosotros os expongáis en público para ¿rescatarnos? ¡No me jodas! Si Álix no está de vuelta es por su puta culpa. ¿Sabes lo que fue encontrarnos a toda la peña del Yes hecha pedazos, sangrando, babeando, decapitados? Yo no sabía que aquello era irreal, no había visto algo parecido en la vida ¿Tú te crees que todo eso lo habríamos podido causar nosotros de fiesta? ¿De verdad os coméis con patatas esa historia? Lo del parque está de puta madre, la Ciudad también la podemos salvar de sobra, aquí hay poder para parar cualquier construcción y un lanzamiento de la NASA si nos da la gana, menuda chorrada. 

Su cabreo era real y aunque desde que regresó no había tenido un momento para digerirlo y exteriorizarlo, ya había llegado al límite. Habló con un tono alto, gesticulando y cambiando su postura a una más erguida. Incapaz de permanecer sentada del todo, terminó apoyada sobre el reposabrazos a su lado. 

- Pero yo no voy a ir repitiendo esa historia que nos han contado. Por mí vamos ahora, le cogemos y le hacemos un juicio mental -soltó, quizá como una hipérbole nacida de su cabreo o quizá como un plan real. Meterse entre todos en la mente de Beat sin orden de registro y dejar al DJ con sus secretos desnudos, duchados y secándose al aire.

 

Cargando editor
16/02/2021, 02:54
Redmond Fox

Probablemente era de esperar que, al final, el golpe más jodido llegara desde el lugar más inesperado. Desde sus propias filas.

- Prima... - trató de interrumpir todo lo que estaba soltando, pero no, Eve había cogido velocidad y no tenía intención de parar. De un plumazo, con un discurso demoledor, Eve disparó por debajo de la línea de flotación de todo el planteamiento que había construido para convencer a los Invisibles.

De todas formas, tenía su sentido. La mente de su "prima" se había quedado atrapada en un mundo virtual demasiado tiempo, junto a la de Álix. Y cuando por fin habían podido rescartarla, se habían tenido que enfrentar a enemigos formidables y no habían logrado volver con uno de los suyos. Habían perdido a Álix, y eso pesaba como una losa en la conciencia de todos, lo admitieran o no.

Eve se movía como una bestia enjaulada, negando todo lo que estaban tratando de hacer. Y una de las cosas más perjudiciales para un Artista era la duda. Si dudabas de ti mismo, de tus capacidades, de tu forma de ver el mundo, era imposible obrar sobre él. La duda era la pequeña herida que se gangrenaba y podía matarte.

Esperó pacientemente a que hablase, pero cuando dijo lo del juicio mental, traspasó la frontera. - ¿Juicio mental? Prima, mejor que eso que estás soltando no lo estés diciendo en serio. - Por primera vez, Red pareció cabreado. No le gustaba nada la referencia al control mental. No le había gustado ni siquiera lo de plantar la idea en la cabeza del arquitecto. Pero ¿empezar a sondear la mente de un compañero en el Arte? - ¿Quieres meterte en la cabeza de Beat y sacarle la verdad? Buena suerte con eso si te atreves a intentarlo, pero me parece que te llevarías una sorpresa. - Beat no era un principiante, en modo alguno. Era capaz de meterte una idea en la cabeza con una facilidad pasmosa. Ya había pensado hablar con las dueñas de la House of Yes al respecto, pero que tuviera que controlarse no quería decir que no fuera formidable.

- Si Beat no hubiera detenido a Álix, en el lugar donde estaba la House of Yes hoy habría un cráter. Ese puto día la realidad se resquebrajó y Beat la contuvo. - Recordaba haber bailado con Blue, pero sabía que había huecos en sus recuerdos. Había hasta recuerdos contradictorios. - Me jode haber perdido a Álix, pero ¿no te fijaste en que últimamente estaba perdiendo el control? Cuando encontramos a Diabolique, quiso invocar una horda de fantasmas, en un lugar que no era el más apropiado. La noche que Beat lo detuvo podría haber reventado el local. Lo siento, pero si Álix no está de vuelta, también es en parte su puta culpa. - Sabía que no era el lugar, ni el momento, que no habían venido aquí por eso, pero joder, ¿por qué lo soltaba ahora? ¡Lo podía haber dicho antes de presentarse delante de los Invisibles!

- Y en cuanto a si me lo creo, por supuesto que me lo creo. Y tú deberías hacerlo también. Si el comité de bienvenida que nos encontramos en la Telaraña Digital no te parece suficiente prueba de que alguien nos monitoriza, te animo a que visites las obras a las que fuimos Vesper, Diabolique y yo. Allí había una barrera mental de la hostia. - Que casi le deja balbuceando como un crío en la calle. Se lo tuvieron que llevar a rastras. 

Estaba enfadado, sabía que tenía que calmarse, pero le estaba costando. No iba a servir de nada, joder, no les iban a convencer. Mierda, Eve. - Sí me lo creo, prima, sí me lo creo. Veo los patrones, Eve, los veo, y me encaja. No soy tan buen vidente como Blue, pero también tengo cierta habilidad. Si no te fías de Beat, fíate de mí. Lo siento en los huesos. Está a punto de pasar algo. - Señaló a Blue. - Qué coño, fíate de ella. Es la mejor prediciendo el futuro de toda la House of Yes. - Miró a la bruja, en busca de su apoyo. - Sabes que va a pasar algo, Blue, y no bueno. Lo sabes.

Cargando editor
16/02/2021, 09:23
Shoshana Lipkin

Al principio creyó entender dónde estaba el problema. Hasta hace unos meses había vivido cobijada bajo el ala de sus padres, en Seattle y una de cada dos conversaciones que tenían con visitas, o incluso entre ellos, eran similares a lo que creía estar oyendo: la culpa era de los Republicanos y de Trump, que eran unos fascistas que querían hacer a todo el mundo estúpido para hacerse con el poder, y lo hacían a base de acabar con los servicios públicos y, además, estaban acabando con el mundo a base de cemento, petróleo, maltrato animal, armas y noticias falsas. Pensó en las ballenas y en la Ciudad Olvidada y acarició el sofá como tratando de consolar a un animal en peligro de extinción. Ea, ea.

Luego intervino Psycopompe con un discurso que le pareció la mar de coherente. Si fuera un bosque sería más fácil pero era verdad que la gente no valoraba el patrimonio arquitectónico industrial abandonado ni apreciaba a los vagabundos y a los ocupas por encima de una miríada de nuevos vecinos con sus colegios y sus niños. En ese punto se sintió culpable, formando parte de una élite que se reunía para proteger unos privilegios que tenían asumidos como propios.

Pero luego el matiz que añadió Red al hablar de gérmenes activó un sentido que a veces en la vigilia se esforzaba tontamente en reprimir, casi siempre sin éxito: su manera natural de cavilar, con una lógica que se podría llamar "preracional" con la que le penetraba en la falacia sutil que imponían el pensamiento lógico y pseudológico como lo haría un cuchillo caliente en la mantequilla. Se podría decir que su mente tendía a destilar las imágenes de los argumentos de los demás en un camino inverso del que seguiría un psicoanalista freudiano para interpretar un sueño.

Así, las palabras de Red cobraban vida como animales fantásticos saliendo de su chistera. La Ciudad Olvidada disipando su misterio como una flor abierta a sus nuevos visitantes y luego aparecía una araña, gorda, vieja, gigante envolviendo el cielo con su descomunal e invisible tela, en la que las almas sensibles quedaban atrapados en cuanto querían echar a volar. Como hormigas voladoras. Cada luz de cada ventana de cada rascacielos era como una luciérnaga atrapada por esa telaraña asombrosa.

Y aquel veneno, mortal a causa de ser alimentado por los sueños apolillados, los iba a infectar a todos. La araña gorda, vijea y ciega, domesticada, iba a comerse a la misma Ciudad Olvidada, que le vino a la mente como una araña pequeñita, como una ciudad bebé que su mamá, la araña gorda había olvidado. Y se preguntó si una ciudad bebé estaba destinada a comerse a su mamá… ¿Es a eso a lo que le tenían miedo esos de la Hermandad Tecnocrática?

Cuando volvió a tomar las riendas de sus pensamientos —en ese punto ya parecía ausente, con la mirada perdida y los ojos muy abiertos—, vio lo que ocurría delante de ella como una disputa entre primos. No se había enterado de cuál era exactamente el problema pero creía conocer la solución.

Se levantó como un resorte y trató de tomar, primero la mano de Red y luego la de Eve, mostrándose seria, como alguien seguro de sí mismo.

—¡Con lo que estáis contando es normal estar asustado pero nada se arregla riñendo! ¡Daros la mano y pediros perdón el uno al otro! ¡Vamos!

Notas de juego

Edito: alguna corrección sin importancia. No hace falta releer.

Cargando editor
16/02/2021, 09:57
James Bonnie

James se acercó a la chica morena cuando, al modo de las ancianas, sacó una serie de papeles de algún lugar en su propio escote. Observó con atención aquellos mapas, haciéndose una idea inmediata de lo que iba a pasar allí: lo inevitable. Lo "normal". Ella hablaba de "colar" otro proyecto, supuso que algo así como intentar hacer más "amable" la destrucción de la Ciudad Olvidada o bien transformarla en otra cosa, y hablaba también de una zona verde cuya idea habían conseguido inocular en la mente de alguien clave. Y aunque esa última revelación le hizo esbozar un leve sonrisa, aquello mismo en el fondo, al igual que el resto de lo que se planteaba allí, le daba una sensación de náusea y asqueo, pasando por una impresión de derrota y hastío aunque al mismo tiempo un ascua en su corazón, espoleaba por todas esas emociones, comenzó a arder con rabia. Y la rabia cuanto menos era una forma de energía, peligrosa, pero eficaz.

Sin embargo cuando intervino la rubia la conversación se tornó más confusa. Le pareció que aquello de que hablaba no tenía en principio que ver con lo que les planteaban, porque ella misma parecía entender que resolver lo de la Ciudad era en realidad pan comido y sus problemas verdaderos otros que tenían que ver con un tal Beat al que parecía querer someter a algún tipo de juicio que a James le sonó a tortura. Mientras ella hablaba se quedó observándola con una mirada sostenida y atenta. Joder con la skater.

Cuando Red intervino, James seguía sin poder entender por completo la conversación. Pero una idea sí se formó en su mente: que aquella House of Yes de la que hablaban había estado a punto de acabar con la vida de un montón de gente, fuera por el tal Alix como parecía proponer Red, o fuera por otra cosa. Miró a la chica morena a su lado, ajena a la discusión con una mirada alarmada e interrogadora. ¿Era así como lo estaba pensando?

Entonces Shoshana se levantó del sofá dispuesta a conseguir que hicieran las paces a la manera que se plantea en los colegios. James sonrió al verla tan decidida y segura de sí, intercambiando una mirada divertida con Oz y Margotte.

Cargando editor
16/02/2021, 11:25
Eve

Que Red hiciera a Álix responsable de su destino la jodió. No porque no tuviera razón, sino por el hecho de que ella en muchas ocasiones era parecida al graffitero. Cuando bebía o se drogaba -o ambas a la vez- le daba por hacer tremendas tonterías. La famosa noche a ella le dio por mostrar auras y hacerse con ellas un capullo del que salió con alas de mariposa...

 Buena suerte con eso si te atreves a intentarlo, pero me parece que te llevarías una sorpresa.

- A ver que es coña - dijo rápidamente. Realmente no era ninguna tontería eso de contrastar relatos. Las historias únicas nunca eran buen asunto, pero había hablado por hablar. A ella no le parecería en absoluto mal asunto hurgar la mente del coronel antes de ponerse a pegar tiros en el frente, pero se ve que a Red le ofendía bastante.

Cuanto más se enamora de Blue más sieso se vuelve.

Se sintió algo pequeña ante la respuesta del pintor, acosada en su propia mente por el hecho de que era la única que quería dudar del cuento de los jefes del Yes. Estaba algo tensa, de brazos cruzados, cuando la joven rapada deshizo su nudo y unió su mano con la Redmond. En otra situación, habría quitado la mano de golpe y le habría soltado algo así como: Qué haces tronca. Pero el contacto hizo que se aliviara la olla a presión que era en ese punto su cabeza y se sintió relajada. La miró. Su contacto visual debió sentirse para la joven Shoshana como el momento en que Arwen aparece tras un estandarte, en la coronación de Aragorn. Bellísima, con un gesto y un rostro angelical, fruto de una superproducción con la luz, la música ambiente y la temporalidad perfectas. 

- Va, va. Está bien. Me fiaré de vosotros. Yo solo espero que estéis seguros. - soltó, rendida ante la energía de Red que inundaba todo el espacio. Le faltaban encuentros para creer y también ganas. Pero ese no era el momento de seguir peleando. Ya llegaría el momento de ajustar cuentas con Beat. 

Cargando editor
16/02/2021, 18:48
Vesper Blue Proctor

A Blue de pronto el intercambio entre Red y Eve la paralizó, por muchas cuestiones a la vez. Quiso intervenir en varias ocasiones pero cada palabra de Redmond se encontraba pronunciada en su momento correcto, en su tono correcto, o eso creyó… Hasta que tocó el tema sobre el orden en el mundo, un tema peliagudo porque todos los artesanos de la realidad tienden a ordenar su visión bajo algunos parámetros que terminan tornándose determinantes o deterministas: la promesa de que todo en el mundo tendrá su lugar y cada cual también era muy tentadora, inclusive entre aquellos que sabían que la existencia era un eterno devenir.

Fue cuando Eve mencionó el juicio mental que Blue supo que las cosas podían salirse de madre sabiendo lo que significaba para Red aquello, la provocación que era y cómo aquella rubia sabía apretarle los botones a todos; ojalá lo hiciera para el bien y no por armar jaleo, quizás luego hablara con ella en privado.

-Podremos discutir lo de Alix y Beat en casa, Eve, estoy segura de que a todos les interesará tu opinión -acotó con sequedad dando por cerrado el asunto -Pero un juicio mental no me parece apropiado -como mínimo, de hecho como descendiente de una familia de Salem los juicios con olor a caza de brujas no me caen simpáticos. Hubiera querido decir que gracias a Morgana Beat los había detenido a tiempo porque quién sabe qué hubiera sucedido en House of Yes; aquella noche Alix se había montado en la peligrosa ola de la egolatría, con buenas intenciones, pero de buenas intenciones estaban pavimentados también los senderos de la paradoja. Intercambió una mirada con James y se encogió de hombros -¿Qué es lo que quieres saber? -inquirió en un susurro, no queriendo malinterpretar el rastro de duda en sus ojos.

Fue entonces cuando Red la mencionó y asintió a cuanto el pintor dijo dándole una mirada que le pedía que por favor tratara de calmarse, aunque si la rubia se fiaba de ella le resbalaba, había visto lo que había visto le gustara a Eve o no: eso es lo que tienen las visiones, casi nunca son del agrado general.

-Redmond tiene razón, he visto que esa torre que planean construir no será usada para algo bueno y su construcción aparejará eventos para nada favorables al barrio y a todos los que vivimos en él y queremos que siga siendo un lugar de crisol cultural con identidad propia, no conformado a la visión chata e igualadora, supertecnológica y controladora que se proponen imponernos -la verdad es que no sabía si le creerían o no, pero no podía meterse en los discernimientos ajenos.

Calló al escuchar a la pequeña rapada tomar la palabra y el gesto aunque le sorprendió le tocó una fibra sensible, sonrió un poco de lado, entre estupefacta y agradecida por una solución tan sencilla pero tan efectiva. -Eso, no dejemos que se nos suban a la cabeza las emociones -apoyó la moción y luego agregó -Hemos venido a ponerlos en aviso de lo que sucederá, pero también a ofrecerles unir fuerzas, aunque somos pocos podemos hacer una gran diferencia si nos lo proponemos y salvar el espíritu del barrio, de este lugar que llamamos hogar. Aprovechemos la ventaja mientras la tenemos.

Esperó de corazón que los habitantes de la Ciudad Olvidada se dieran cuenta de la oportunidad que tenían entre manos.

Cargando editor
17/02/2021, 21:39
Penélope

Penélope escuchó las explicaciones de la pareja con interés, y cuando la rubia estalló esbozó una sonrisa, Eve seguía siendo Eve… sabía que lo de meterse en la mente de su colega no iba en serio, y tras sus reproches y la respuesta de Red se dio cuenta de que el grupo había pasado por movidas bastante gordas, y que Eve parecía haber sufrido más que los demás. No le extrañaba que hubiera explotado, seguramente se lo llevaba guardando bastante tiempo.

Al hablar de Times Square se acordó de lo que había ocurrido allí la semana anterior; poco después de una quedada multitudinaria para ver un vídeo de una chalada que llevaba unos días apareciendo en todas las pantallas a la misma hora, la policía había acordonado la plaza. También se presentaron los bomberos y las ambulancias, salió en todos los canales y en la prensa. Dijeron que había sido una falsa alarma, un aviso por un supuesto terrorista que quería inmolarse en medio de la plaza y que resultó ser un chalado con un chaleco confeccionado a base de cinta americana y botes de plástico. Tuvieron que sacar de allí en ambulancia a un montón de gente con crisis de ansiedad.  Se preguntaba si esto estaría relacionado con lo que comentaban… Fuera lo que fuera que hubiera pasado, estaba claro que si “los hombres de negro” habían estado involucrados eran los responsables de tapar el asunto, y todo ese despliegue era una prueba más de que la conspiranoia era poderosamente real.

Intentó ordenar el relato para darle sentido; algo había ocurrido en el House of Yes que habría hecho que el club volara por los aires - no le extrañaba, sabía lo que pasaba allí en las fiestas-, pero el tal Beat – ¿el DJ del club? –  había conseguido pararlo encerrando a Alix y a Eve en la Red Digital - ¿por qué también a ella? -  dónde vieron a “toda la gente” masacrada - ¿se refería a los clientes? - Después Red y Blue habían ingresado en la red para traerlos de vuelta, enfrentándose a la Tecnocracia y dejándose a Alix por el camino…

Se acordaba de Alix, y sabía a lo que se refería Red con que el tipo andaba descontrolado - ¿se le habría ido de las manos algún truco? -. Lo que no acababa de encajar ara la relación que tenía todo eso con Times Square, Penélope no había visto el video de “la chica atrapada tras las pantallas”, pasaba de esas movidas, si lo hubiera hecho sabría que la artista de la performance era la mismísima Eve, pidiendo ayuda desde “el otro lado”.

Luego estaba lo del edificio en construcción y los proyectos a la orilla del East River que incluían su refugio. Le había gustado la idea de evitar los rascacielos con el proyecto del parque, pero lo que podía funcionar para los depósitos de la antigua refinería no tenía por qué valer para ellos. Tal vez pudieran salvar el edificio reconvirtiéndolo en otra cosa. ¿Pero dónde dejaba eso a los Invisibles? No se imaginaba a sus amigos como, por ejemplo, guías de un museo en el que cada visitante se perdiera hasta encontrar la puta obra que quisiera o necesitara ver… No, la única victoria para ellos sería que continuaran siendo Invisibles y que su cuidad siguiera permaneciendo Olvidada, y tal vez junto al nuevo grupo hallarían el modo de conseguirlo… Lo que estaba claro es que la amenaza era más grande y no afectaba sólo a cuatro magos y su reino en ruinas; si los hombres de negro habían puesto sus ojos en el barrio tenían que luchar con todos los medios a su alcance, o marcharse antes de que se convirtiera en un nuevo Manhattan…

-Está bien, os ayudaremos…- dijo, dando fin a la conversación- y aceptamos vuestra ayuda para salvar la Cuidad. Veremos qué se nos ocurre a todos juntos para sabotear lo planes de los trajes negros ¿vale?, y espero que estéis con nosotros si todo falla y tenemos que hacerles frente cuando vengan con las excavadoras. ¿Estamos todos de acuerdo? – concluyó, paseando su mirada por OZ, Psychopompe, James y Shoshana.

Notas de juego

Un pequeño Edit, no hace falta releer.

Cargando editor
17/02/2021, 22:56
James Bonnie

No creo que el proyecto pueda cambiarse —intervino de pronto James sin llegar a responder a Penélope—. Si esa gente es tan influyente como decís y tienen su propia agenda, tendrán una idea muy clara de lo que quieren construir y para qué, seguramente lo que tú has visto —comentó a Vesper—. Y si lo que queremos de verdad es salvar el barrio, es decir, a la gente, no basta con hacer que construyan algo elitista o chachipiruli. Eso solo hará que suban los precios de los alquileres y expulsen a los vecinos, como pasa en todas partes. No sé cuál será el plan de los tipos de que habláis, pero estas operaciones suelen ser una lavadora de dinero del narcotráfico, una forma de hacer que no sepas si estás en Nairobi, Bangkok o Toronto porque todos los sitios son iguales y de vaciar a las ciudades de vida cambiando a la gente por pura especulación. No necesitarían siquiera que viviera nadie para que les resultara rentable. Es así de mierda la cosa —se quedó un instante pensativo—. Ni sé si la Ciudad Olvidada quiere que la conviertan en algo distinto o si sobreviviría a ello —miró un instante a Penélope y a Shoshana. Si había alguien que pudiera preguntarle a la Ciudad misma sería una de ellas—. No sé… si estamos dispuestos a hacer algo, creo que deberíamos intentar pararlos de verdad: ¿sabéis si operan a través de algún fondo buitre en particular o algún conjunto de empresas?

Cargando editor
18/02/2021, 00:03
Oz

Oz siempre había tenido más tendencia a esquivar los problemas que a enfrentarlos. Cuando la cosa se complicaba, se movía de lugar. Al menos así había sido hasta que Penélope y él encontraron un lugar al que tenerle apego, esa Ciudad que los había acogido y refugiado en el centro de su laberinto. Allí siempre se había sabido protegido, invisible para el mundo que latía ahí fuera. Y, ahora, parecía que eran ellos los que debían proteger a la Ciudad. 

Asistió al desencuentro entre Eve y Red como quien presencia un partido de tenis, alternando la mirada de uno a otro sin intención alguna de intervenir entre ellos. Así que cuando vio a Shoshana levantarse y ordenarles que hicieran las paces como si fueran dos niños pequeños, los labios de Oz se apretaron en una sonrisa contenida. Sus ojos buscaron a James, a Psychopompe, a Penélope, a los que ya la conocían, para compartir un chispazo de diversión entre la confusión que habían traído los visitantes. 

Luego, siguió escuchando. Había dos historias entremezclándose, tal vez más, y le dio la sensación de que en la House of Yes tenían algunos problemas internos. Creyó intuir caos, delirio, pérdida. Pero lo que a él le interesaba en realidad era la parte del proyecto de construcción de los hombres de negro para la Ciudad Olvidada. Cuando le llegaron los papeles de Blue los ojeó y sintió algo de frío. Por primera vez se había aferrado a un sitio, aunque para él era mucho más que un lugar, tenía su propia melodía. 

Asintió con la cabeza cuando Penélope cruzó su mirada con la de él. Por una vez no quería esquivar el problema, aquello le importaba lo suficiente como para enfrentarlo. 

—Me gustaría ver esa barrera de la que habláis —comentó después de escuchar a James, mirando a Red y a Blue alternativamente—. La de las obras. ¿Podríais llevarme, o decirnos dónde está exactamente? Creo que nos vendría bien hacernos una idea de a qué nos vamos a enfrentar.

Sus dedos tamborilearon sobre su rodilla, con un gesto inconsciente que parecía reflejar parte de la música que corría siempre bajo su piel.

—Conocí a un tipo una vez —dijo entonces—, hace siglos de eso, pero me dijo que tenía contactos entre los hombres de negro. Al parecer no tienen un frente único en sus filas, sino que también hay disidentes. Quizá podríamos intentar un acercamiento a uno de esos puntos frágiles de su organización y obtener información de primera mano. 

Cargando editor
18/02/2021, 00:45
Shoshana Lipkin

Se había quedado contenta con el éxito de su intervención y sorprendida por la honestidad y la distinción con la que se había calmado Eve. Hubo algo en algún gesto de la chica, una elegancia que le pareció como de animal sublime. Pensó en una yegua quizá porque le había parecido como un caballito encabritado que se calma con un achuchón.

En todo caso su pelo le recordó a las largas crines de Platero, uno de los peluches favoritos de su infancia que había quedado rubio y extra suave tras un experimento en la lavadora. El recuerdo de Platero y la presencia de Eve despertaron en ella una necesidad ancestral, podría decirse que de acicalamiento, que la impulsaba a peinar a la recién llegada. Y en su imaginación una cosa llevaba a la otra y tras peinarla durante horas le hacía un suéter de cuello de pico.

Se miró la mano separando sus dedos, tentada a surcar con ella la melena de la visitante con la excusa de preguntarle por su champú pero desistió por respeto al momento que estaba viviendo que le parecía trascendente.

A esas alturas ya se había perdido con los tomas y dacas de la conversación pero no había que estar muy fina para darse cuenta de que la cosa fluía. Alucinaba con lo inteligentes que eran sus compañeros. James y Oz, hablando en tándem, le parecieron como una cuchilla de doble hoja capaz de afeitar a la realidad más áspera hasta dejarle el cutis como el culo de un bebé. Apoyó las últimas palabras de Oz afirmando con la cabeza como si lo que escuchaba fuera una canción que había arrancado muy bien y quisiera animarles a seguir.