Partida Rol por web

Tiempos Difíciles en el Norte

Ilmaryen

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20/01/2011, 16:47
Director

Tras tomar la brida del caballo de Melyanna, Faramis encabezó la caravana, caminando hacía la ciudad. Al fondo, a unos distancia considerable, pero que salvarían en unos pocos minutos, podían ver la torre de Ilmaryen proyectando una larga sombra hacía ellos. Ya que el sol comenzaba a ponerse.

Cuando los viajeros desmontaron frente a la puerta de la torre, pudieron advertir la gran estatura de Faramis, unos dedos por encima de los dos metros. Ancho de hombros y estrecho de cintura, bajó a Melyanna de su caballo sin esfuerzo aparente y llamó a algunos sirvientes, que rapida, silenciosa y eficientemente se pusieron manos a la obra llevando a los heridos al barracón hospital y descargando las mercancías que aún quedaban en las carretas.

Moviendose entre el barullo apareció una rubia norteña, de unos cuarenta veranos, con un niño de pelo pajizo en su cadera. Se acercó a los viajeros y saludó con una reverencia a Melyanna, presentandose con una sonrisa:

Bienvenida, señora. Soy Fimalcá, la ama de llaves. Si teneis la bondad de seguirme os mostraré vuestra habitación. Si no fuera por la urgencia de los heridos, estoy seguro de que mi señor bien os enseñaría el camino.

Cuando se giró para guiar a Melyanna y a sus acompañantes, una mujer de mirada distraida se aferró a ella, mirandola a los ojos.

Lo siento, Antiri. Él no esta, no ha venido con ellos. Le dijo Fimalcá. La cara de la mujer se arrugó antes de salir corriendo hacia unas escaleras.

Mientras subían hacia las habitaciones, Fimalcá les explicó:

Está esperando a su hijo, uno de los montaraces de Faramis muertos en una incursion en el norte. Pobre mujer, no puede creer aun que haya muerto; se pasa los días subida al tejado vigilando el horizonte, esperando en vano su regreso. Me temo, mi señora –continuó dirigiendose a Melyanna- que la torre es casi un laberinto. Si necesitais algo o quereis ir a alguna parte, llamad y un sirviente os atenderá.

Fimalcá abrió la puerta para mostrar una enorme habitación iluminada por una ventana y una lampara. Estaba bien amueblada y tras la rejilla del hogar crepitaba una agradable hoguera, aunque en la parte más alejada de la habitación se sentía algo de frío. Con unas palabras de gratitud, Melyanna se lanzó hacia la cama y se dejó caer en ella, quedandose dormida en el momento en el que posaba su cabeza sobre la fría y dura almohada. Matha se quedó con ella como era constumbre y Fimalcá acompañó al resto a sus aposentos. Cercanos a los de Melyanna.

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20/01/2011, 18:05
Emyr

Me sorprendió gratamente la cercanía de Ilmayen, acomodamos los cuerpos en un carro y en silencio acompañé el carro a pié, mi montura se salvó probablemente a que lo até a uno de los carros del medio, donde no habían llegado los enemigos, me acerqué para tranquilizarlo y volví de nuevo al carro de los fallecidos.

Al llegar a destino se ocuparon de la dama y se escuchaban noticias tristes sobre mujeres que esperaban a sus maridos muertos en batalla.

Nos indicaron cuales iban a ser nuestros aposentos, aunque no me apetecía descansar del todo mientras los cuerpos estaban sin enterrar, me quedé cerca de mis compañeros, aunque supuse que la decisión era del seños de estas tierras.

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20/01/2011, 18:35
Vârkim

Vârkim lo primero que hizo fue ir hacía Dimrod y decirle:

- ¿A quien debemos pedir un lugar donde enterrar a nuestros compañeros? Se que esta gente tendrá sus propios muertos pero nuestros compañeros se merecen un respeto, no voy a dejar sus cuerpos abandonados aquí sin más.

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20/01/2011, 23:01
Lunadan

Minutos nos separaban de Ilmayen. Si hubieramos sido más rápidos quizás nuestros amigos se hubieran salvado. Cuando llegaron a la ciudad Lunadan se sintió más seguro, aún sabiendo que la ciudad seguro que era un objetivo de las fuerzas de la oscuridad. Cuando dejaron a la dama con el ama de llaves se acercó a la carreta donde esperaban los cuerpos de sus amigos para recibir una sultura digna.

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21/01/2011, 10:48
Nagredog

 - No se que clase de entierro recibe un hobbit, aunque tampoco se cual es el de un jinete de la Marca. - dije pensativo. Era la hora de dar sepultura a nuestros compañeros. Los sirvientes de Faramis se ocuparian de todo al parecer.

Fui detras de Fimalcá, acompañando a Melyanna y Matha, segura que ella sentia la muerte de Yuma bastante mas que nosotros. Cuando llegamos a nuestras estancias despues de dejar a la dama, aproveche el momento para quitarme la armadura, dejar los bartulos y reposar un poco. La batalla habia sido dura. Sentado en el suelo, inspecinaba mi propio cuerpo en busca de heridas que pudiesen causarme alguna infeccion. En particular observaba el brazo que habia sido presa del lobo.

Necestiaba lavarme la sangre, tanto la mia como la de mis enemigos. Ademas el cansancio por el viaje, y la lucha en la que casi morimos, hacia que mis ojos me pesasen, pero no era de dormir, mi estomago estaba hambriento...

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21/01/2011, 19:22
Director

No te preocupes por vuestros amigos. Contestó un viejo sirviente a Varkin, Nosotros nos encargaremos de ellos y seran tan dignamente honrados como los nuestros.

Si estais heridos, pasad por la enfermería, aunque tal vez esteis largo tiempo esperando, ya que son muchos los heridos que llegan de todos lados.

 

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22/01/2011, 12:08
Emyr

Las palabras del sirviente me tranquilizaron un poco – Está bien, en todo caso si puede ser que nos avisen para poder despedirnos de ellos, voy a la enfermería para que revisen de nuevo mis heridas, luego nos vemos

Me habían prestado primeros auxilios tras la batalla, pero mejor si me miraba alguien más cualificado

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04/02/2011, 21:45
Eresgal

Yo os acompañare a la enfermeria. Dijo Eresgal, quien no se encontraba herido pero que quería ayudar a que todos se encontraran lo mejor posible en Ilmaryen, tras la cruenta lucha. Así pues, tras dejar las cosas en sus nuevos aposentos todos siguieron a Eresgal.

La improvisada enfermería estaba en el interior de la torre, para resguardar a los heridos de la fuerte lluvia que aún caía. Varias mujeres se encargaban de dar cura a los heridos y atendieron a los acompañantes de Melyanna. Mientras Eresgal les hablaba un poco a cerca de la ciudad.

Ilmaryen... La casa que nunca sera Hogar. Ese es su significado. La ciudad pertenece a la cadena de fortificaciones de las Quebradas del Norte, que cierra el paso a las fuerzas de Angmar provenientes del Oiolad y de Rammas Formen. O eso era al menos antes, hoy Ilmaryen es casi una ciudad sitiada: padece un estricto racionamiento, la guarnición es menguada por los ataques que sufren las patrullas y el ganado es guardado en su interior de noche para evitar males mayores. Eresgal relataba aquello con su habitual estilo pesimista, sin importarle quitar la esperanza a los heridos y enfermeras que allí había. Simplemente relataba las cosas como eran. Y eran muy crudas. Las fortalezas como Ilmaryen que guardan la linea del Norte están en la misma situación. Aún se ve, de noche, la señal concertada de supervivencia en las dos fortalezas vecinas: un fuego en el techo, a medianoche. Eso casi no significa nada: ambas fortalezas están muy lejos de Ilmaryen y ese punto naranja en la noche podría significar que han sido tomadas y quemadas. Ilmaryen, en estos momentos, es una isla. Sentenció. De una guarnición completa de 150 efectivos, Faramis cuenta ahora con 50 soldados y 30 labradores, además de 40 mujeres y niños no combatientes, y ancianos, actuando la mayoría como sirvientes. Hace dieciocho meses que los sirvientes varones fueron incluidos en la guarnición. De los doce escoltas que llegaron... dos están aquí. Señaló con la mirada a dos hombres que gritaba consumidos por el dolor y la angustia. Los demás están como vosotros, heridos levemente. En cinco días tal vez podramos reponer fuerzas.

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04/02/2011, 21:58
Dimrod

¿Faramis es quién gobierna? Preguntó tras escuchar atentamente las nefastas palabras de Eresgal.

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04/02/2011, 21:59
Eresgal

Sí. La guarnición Ilmaryen está comandada por Faramis. El siguiente al mando es Thangon, un capitán taciturno pero valiente y extremadamente leal a Faramis. Luego un par de sargentos y el resto son soldados rasos.

Fimalcá es la ama de llaves y coordina las tareas de establos y cocinas, mientras Melebrian,- Dirigió la vista a una dunadan dulce y decidida que atendía a los heridos para indicarles que hablaba de ella. - dirige al grupo de cinco mujeres encargadas de sanar a los heridos.

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05/02/2011, 10:14
Emyr

Brrrrr Me daba mala espina pensar en donde había ido a parar, la misión muy loable, pero se sentía encogido en este lugar, aunque no se viesen los enemigo, sentirme rodeado era una sensación agobiante.

Pero a la vez sabia que era algo importante, que resistiese este lugar era importante para las tierras civiles del sur.

Me puse en manos de las sanadoras, esperando tras los heridos más graves y pregunté - ¿Cuál es nuestra misión ahora Dimrod? – me daba miedo que dijera resistir al final, pero quizás no había alternativa

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05/02/2011, 11:17
Vârkim

- Faramis ahora cuenta con dos enanos y eso decantará la balanza sin duda a su favor, no te que duda humano - dice Nagredog dando un paso al frente

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05/02/2011, 18:07
Nagredog

 - Si Vârkim, asi es, dos enanos es mas que suficiente para resistir los embites que pueda mandar el enemigo. Dejenos frente a un grupo de asquerosos orcos y vera de lo que somos capaces - dije serio. Bien sabia lo mal que lo habiamo pasado durante el ataque de los lobos, y que de no ser por Faramis bien hubieramos perecido. Pero el orgullo enano no me hacia si no valentonarme.

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07/02/2011, 17:00
Lunadan

Lunadna sabñia que el norte estaba mal, pero nunca se imagino que estuviera tan mal. Lo que pensaba que sería un bastión defensivo apenas tenia una guarnición para defenderse el solo. Al igual que sus compañeros, mientras estuviera allí plantaría cara a los orcos para defender el sitio.

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09/02/2011, 12:28
Eresgal

Eresgal se congratuló de escuchar aquellas palabras de los enanos y les respondió con una amable sonrisa de cordialidad.

Eso me tranquiliza. Dijo con sinceridad. Los había visto luchar aquel día y no se podía negar que eran grandes guerreros, pero necesitarían muchos más como ellos para ganar esa guerra. De momento Ilmaryen resistía.

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09/02/2011, 12:30
Dimrod

De momento reponer nuestras heridas. Contestó Dimrod a la pregunta de Emyr, levantando su brazo magullado. Miradlo por el lado bueno, hoy podremos densacansar en unas confortables habitaciones que nos han preparado como servicio de Melyanna. Sonrió agradado por la idea.

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09/02/2011, 12:31
Director

De eso nada esta noche os quedareis aquí bajo mi supervisión. Ordenó una voz femenina desde el otro lado de la sala. Se trataba de Melebrian. Faramis comanda esta fortaleza pero la enfermería la comando yo. Dijo en referencia a las palabras de Eresgal. Hablaba de manera dura, pero un pequeño esbozo de sonrisa en sus labios delataban que no era tan arisca como prentendía parecer.

En realidad era una mujer dulce y atenta. Les había vendado con suavidad pero con firmeza y les había curado con suma delicadeza las heridas.

Y tú largate ya. Le ordenó a Eresgal medio en broma medio en serio. Con esas palabras funestas no haces más que atormentar a mis pacientes.

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09/02/2011, 12:36
Eresgal

Eresgal levantó las manos pidiendo tregua y con una sonrisa se despidió del resto.

Si pensabais que los orcos era lo peor de Ilmaryen es por que no habíais conocido aún a Melebrian. Bromeó. Y dicho esto se despidió de todos hasta el día siguiente y se marchó de la enfermería dejandolos en buenas manos, ciertamente.

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09/02/2011, 12:55
Emyr

Sonreí ante las palabras de los enanos, si bien era cierto que tenerlo al lado era una buena garantía.

Asentí a Dimrod – De acuerdo, a restablecerse pues… - a mi ya me habían atendido, pero descansar un poco más estaría bien.

Recordé el tabaco que me había comprado Dinrod iba a salir a fumar cuando las palabras de Melbrian me hicieron desistir “mujer de carácter” pensé, me hizo reír la disputa con Faramis y Eresgal – Esta bien, estaremos en buenas manos aquí, se nota que sabe bien su oficio - Era de admirar la fortaleza de esta mujer

 

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09/02/2011, 12:57
Nagredog

 Sin duda Melebrian era una de esas tozudas mujeres que saben llevar sus asutnos mejor que muchos hombres. Despues de la pequeña discusion de la señora con Eresgal, y cuando ya se hubo marchado, se adleanto hacia la mujer.

- Mi señora, segun he entendido es usted quien se ocupara de restablecer en la medida de lo posible nuestras heridas. - Le dije cortesmente mientras acompañaba la frase con un gesto de respeto. - Vera, he sido mordido por uno de esos animales que cabalgan los orcos, un lobo apestoso, y tengo miedo de no limpiar bien mi herida. Si hiciese usted el favor de esaminarla le estaria eternamente agradecido - le dije todo lo amablemnte posible mientras me quitaba el brazal de la herida, que me cubria todo el brazo