Al oír que el ejército de Angmar cerraba el puño sobre Arthedain, Vârkim decidió salir de las Montañas Azules en dirección al reino del norte para tomar buena cuenta de muchos orcos. Varios días de viaje le llevaron hasta la Comarca.
Después de varios días de caminata debajo de una fuerte lluvia llegó hasta Ranales en la Comarca, sus ropas estaban caladas y sus ropas inferiores con algo de barro, por lo que decidió pasar la noche en la posada de la Perca Dorada.
Nada más entrar, observó que era un edificio amplio pero acogedor, la lumbre de la chimenea proporcionaba calor en estos meses fríos además de bañar toda la sala común con su luz. Esta sala estaba repleta de hobbits de todas las casas que se giraron al ver entrar a un enano, pero al reconocerle por sus logros conseguidos contra los orcos y huargos de las cercanías se dieron media vuelta y siguieron con sus quehaceres antes de que hubiera llegado, es decir, bebiendo, cantando y contando historias.
Estas a 15 de Hithui/Noviembre de 1974 T.E.
¿Qué haces?
Vârkim, localiza una mesa vacía cercana a la chimenea y hace señas al posadero para que se acerque a la mesa:
- Tráeme un buen par de jarras de hidromiel y de comer algo grande, caliente y suculento que estoy empapado y hambriento - dice Vârkim mientras se quita las botas y los calcetines y los coloca cerca del fuego.
- Ah!!, y prepárame una habitación tranquila para pasar la noche que fuera hace un día de perros. No creo que ni los asquerosos Orcos se atrevan a salir de sus cuevas en una noche como esta.
Cuando el posadero se iba a marchar...
- Una cosa más, si no es molestia podrías conseguirme un poco de hierba de valle largo?? es que el tabaco que llevo esta empapado - dice Vârkim mientras saca su pipa y la sacude golpeandola con la mesa.
El posadero, un hombre sin ningún rasgo en especial, escuchó las peticiones del enano y rápidamente fue a buscar dos jarras de su mejor hidromiel, hierba del valle largo de la variedad conocida como Estrella Sureña, y a preparar unos cuantos muslos de pollo para que el estomago del enano se asentase.
Un minuto después volvió con las dos jarras y algo de hierba para fumar, y se dirigió a la mesa donde se encontraba Vârkim- Tome maese enano, aquí tiene lo pedido por usted. Sobre la comida aun se esta haciendo pero no creo que tarde mucho… Respecto a la habitación cuando vaya a subir pídame las llaves y yo le indicaré de cúal se trata y ya aprovecharé para cobrarle lo consumido.- Harry se quedo unos instantes callados y luego.- Si no fuera molestia, ¿acaso espera compañía?- formuló esta pregunta al enano con toda la cortesía posible al haberle traído dos jarras, y para preparar una habitación diferente si su respuesta fuera afirmativa.
- ¿Compañía? - decía Vârkim intrigado mientras daba buena cuenta de la mitad de una de las jarras de hidromiel y se limpiaba la barba con la piel de huargo - No se porque lo puede parecer, pero no. Hace mucho tiempo que no comparto una alegre velada con amigos. - y sin parar casi a respirar apura el resto de la jarra con otro gran trago
- Arggg, tenia la boca seca del polvo del camino - dice tendiendole la jarra de hidromiel vacia al posadero - ya puedes llevarte esta vacia, y cuando este la comida no dudes en traerla que tengo un hambre voraz.
Después de decir esto, saca su pipa y comienza a rellenarla con la hierba, no sin antes acercarsela a la nariz para olerla y pronunciar en un suspiro:
- Si, sin duda, es hierba de valle largo...
(A Vârkim el olor de la hierba le recuerda a su padre, que siempre fumaba tabaco de valle Largo en pipa cuando se sentaba al fuego después de un duro dia de trabajo, esos momentos eran los mejores para Vârkim pues eran los únicos en los que podía disfrutar un poco del exitoso herrero y mercader)
Unos 20 minutos después el posadero llevo la comida y la jarra que había pedido Vârkim- Aquí tienes, perdona por la demora. Para compensártelo he añadido dos patatas asadas a los muslos de pollo sin precio adicional, claro esta.- dijó esto último con una leve sonrisa.- Por cierto, ¿querrás otra jarra para después de la cena?, también invitaría la casa- preguntó esto al ver que la segunda jarra que le había traído al principio ya había sido consumida por el enano mientras esperaba la comida.
Por favor, en el siguiente mensaje tuyo no escribas ninguna acción que conlleva más de media hora.
- Ah no no, tranquilo no te apures - dice Vârkim con voz agitada - estaba fumando tranquilamente y se me ha pasado el tiempo muy agradablemente.
- Respecto a tu ofrecimiento, te lo agradezco, siempre es bienvenida una buena jarra de cerveza - mientras mira la jarra y se percata que en realidad si la ha agotado
Dicho esto Vârkim coge un muslo de pollo y comienza a pegarle grandes mordiscos.
En el mismo instante en el que el posadero volvía a la barra desde la mesa donde se encontraba Vârkim; entró bruscamnete a la posada un hombre calvo, de unos dos metros y poco más, de brazos y piernas fuertes como el acero, que era imposible de confundir con otro debido a un tatuaje en su cara y al semblante serio de esta, y que conocía bastante bien al enano por el oficio en común de cazarrecompensas en la región de las Montañas Azules, su nombre era Kull.
Tu relación con este bárbaro es de admiración-odio, Admiración por reconocer su fuerza y su forma de combatir, y odio debido a que era el que más competencia te plantaba en la caza de orcos, huargos,…
Al ver a Vârkim al lado de la chimenea la cara del bárbaro hizó una mueca de asco, aunque después Kull lo intento disimular con un leve movimiento de la cabeza en forma de saludo dirigido al enano.
Luego, se sentó y pidió una buena jarra de cerveza y abundante comida.
Vârkim ve entrar al gigante bárbaro por la puerta de la posada, mientras mordía un gran muslo de pollo con ansiedad. Sin apenas levantar la vista de su comida ve como el bárbaro lo ve y hace una mueca de asco hacía él, a lo cuál él saluda amablemente con el muslo pollo a modo irónico y Kull no tiene otra cosa que hacer que intentar disimular saludando con la cabeza. A lo que Vârkim vuelve a morder el pollo para disimular una sonrisa que acude a su rostro.
Cuando el posadero le traiga de nuevo la jarra de hidromiel que tiene que traerle le pregunta:
- ¿Sabes que hace aqui el grandullón? No es muy normal que se aleje tanto de las Montañas Azules.
Giró la cabeza hacia el hombre por el que le preguntaban, y luego la volvió hacia el enano para responderle.- No, no sé que puede hacer aquí.- Hizo una pausa.- Quizás vaya al norte a ayudar en la guerra contra Angmar.- nada más decir esto el posadero se fue a la barra a atender un cliente que demandaba su atención.
Kull vió como el posadero le miraba y luego conversaba con el enano, por lo que se levanto de la mesa en dirección a la chimenea y se sentó sin pedir permiso al lado de Vârkim.- ¿Qué haces por aquí?...no mejor no me respondas, no tengo ningún interés en saberlo.
-¡Si mal no recuerdo!, la última vez que nos vimos fue en una posada de las Montañas Azules para cobrar por los orcos muertos…y yo gane más dinero que tú, jajajaja.- habló en un tono de superioridad.
Puede que el bárbaro no recuerde la historia tal como sucedio.
Vârkim mirando al Bárbaro con mirada socarrona:
- Estoy "casi" convencido que es como tu dices, sólo que si no recuerdo mal, solamente fuiste a cobrar ese día y yo era el tercer día que bajaba a cobrar. ¿Sabes? es que me cuesta viajar con todas esas cabelleras de Orcos, que piden como pruebas, colgadas a la espalda y cuando acumulo algunas bajo al poblado y cobro.
Mirando a Kull ahora con más desprecio...
- Y ... ¿Que trae a un bárbaro de la fría estepa por esta zona?
-He oído rumores de que una guerra es inminente en el norte, y no me la pienso perder…hare buena cuenta de esos orcos apestosos y que se arrepientan de haber salido de sus guaridas .- dijó en voz baja al enano para no preocupar a los hobbits, luego prosiguió.-¿y qué lleva a un enano a salir de su cavernosa morada?-
- Hace varios años que deje atrás las cuevas de mis antepasados, ya conoces la historia así que no se a que viene esa pregunta - dice Vârkim con mirada meláncolica
Recomponiendo el rostro prosigue:
- Bueno, pues veo que vamos al Norte por lo mismo, espero que no en la misma ruta, si no te vas a aburrir mucho porque no tengo intención de dejar muchos Orcos para que te diviertas.
- ¿Me acompañas? - dice el enano levantando su jarra de hidromiel a modo de brindis.
-Te acompañaria maese enano si tuviera una jarra de donde beber- contestó a Vârkim mientras miraba todas las jarras vacías de la mesa y recordaba las que él se había bebido, entonces la rivalidad con el enano dio a luz en forma de la idea de un reto.- Ya que no puedo beber ahora, ¿qué te parece si te acabas esa cerveza?, pedimos unas cuantas más al posadero y el que pierda en un pulso paga esa ronda y todas las siguientes hasta que el ganador ya no quiera beber más o hasta que aguante su cuerpo. ¿Aceptas el reto?-
- ¿Un pulso? - dice Vârkim mientras agota su cerveza de un solo trago - Como se nota que eres un bárbaro de las estepas, ¿que os enseñan por aquellos parajes?
- Deberías saber que para que un pulso sea justo la largada del brazo tiene que ser la misma y tu... - dice Vârkim mostrando su brazo musculoso pero rechoncho - eres grande para ser un humano.... - arremangándose la manga de la camisa - aún así que no se diga que Vârkim, hijo de Vârduk, tiene miedo a un bárbaro analfabeto de la estepa.
-No esperaba menos de un enano, y aun menos de ti. ¡Comencemos!- exclamó mientras posicionaba su brazo para comenzar con el pulso.