Partida Rol por web

- Baltar, analice, registre y localice con exactitud la fuente del ataque. A su vez, quiero que continúe introducido en la red de la estación, pero debe disimular su presencia a la perfección -ordeno al informático.

Acciono de nuevo el comunicador y retomo la conversación con Kaiju

- No estoy muy puesto en eso de negociar pagos por información. Sin embargo, creo que medio millón es una suma bastante atractiva. Le daré la mitad ahora y la otra mitad cuando obtenga la información que busco y recupere al último de mis hombres. ¿Le parece adecuado?

Escucho cómo los dos mercenarios hablan mientras se acercan con Agathon. Calculo la distancia por el sonido de sus pasos y sus voces mientras me muevo con lentitud para desenfundar la pistola con el silenciador. No tengo intención de abrir fuego, ni muchísimo menos, pero puede servir como arma contundente y, aún más importante, como elemento intimidatorio.

La adrenalina se empieza a hacer notar, anticipando el momento en el que dé la señal de ataque, cuando siento en la cabeza un pensamiento que no es mío. ¡Bester! Esto explica algunas cosas, pero no deja de resultar paradójico que el hombre que me echaba en cara haber "salido de un tubo de ensayo" haga gala de sus capacidades telepáticas pocos minutos después. Planteándome por un momento darle una respuesta, asumo que la comunicación sólo puede ir en un sentido, porque si fuera capaz de leer la mente nos habríamos ahorrado la discusión de los pasillos.

Pero la información que nos da no es suficiente como para decidir el mejor curso de acción. Y, de hecho, es posible que llegue demasiado tarde como para replantear nuestras acciones. Maldiciendo para mí mismo, le hago un gesto a Riddick para que retroceda buscando pasar desapercibido, pero los mercenarios están a un par de pasos, lo que no nos va a permitir ocultarnos de forma silenciosa. Si tenemos suerte, pasarán de largo y tendremos unos segundos más para que Bester nos explique en silencio la situación de las negociaciones rápidamente, de forma que podamos decidir si liberar o no a Agathon. Pero si nos ven tendremos que acabar con ellos y luego decidir entre los cuatro cómo proceder. Sé que mi velocidad es suficiente como para reaccionar antes de que los dos guardias se recuperen de la sorpresa de encontrarse a tres tipos en un pasillo, pero desgraciadamente tener que esperar nos hace perder la iniciativa si llegamos a un combate.

Los nervios del informático estaban a flor de piel. Su plan había llegado casi al punto de su culminación. Tan sólo necesitaba que el comandante Adama se demorase un poco más. Y sabía exactamente lo que tenía que hacer.

Queda un 9%, apenas unos minutos, para que el doctor Baltar trascendiera su condición de humano y se convirtiera en un Dios. Alguien que no sólo había sido capaz de crear una nueva forma de vida inteligente, cuyo recuerdo permanecería inmarcesible en la Historia junto a las mentes más grandes de su era,  sino que había contribuido a su desarrollo y posterior expansión. La vida de todo el sistema solar cambiaría para mejor, y él había sido el artífice de todo aquello. Gustoso volvería la espalda a los suyos si con eso conseguía pasar el resto de su vida junto a su amada. Y por qué no decirlo, el hecho de que Tricia dejase de juguetear con su hipotálamo y con sus percepciones, pues habría conseguido apoderarse de un “huésped” tan lustroso como la AURORA, también constituía un importante aliciente para Gaius.

Pronto la nave sería suya, y nadie se atrevería a rebatirle nada. Así que, dispuesto a comprarle a Tricia el tiempo que necesitaba, se volvió hacia el comandante. 

Gaius se vuelve hacia el comandante y le dedica una media sonrisa socarrona.

—Claro que sigo dentro, comandante. Imagino que tendremos que hacer algo con el comando, ahora que las negociaciones parecen encarriladas —Baltar muestra en la pantalla la imagen de Bester y su equipo a través de una de las cámaras de seguridad—. He neutralizado la intrusión y estoy ahora tratando de localizar la fuente. Enseguida lo tendré resuelto. 

Los dos mercenarios que transportan al prisionero esposado van distraidos y charlando entre ellos, al no esperar ninguna amenaza en absoluto mientras recorren el corazón de la zona restringida de la estación orbital Olvido, a la que sólo tiene acceso la gente de Kaiju. Por ello, pasan ante los tres infiltrados que permanecen inmóviles en las sombras sin llegar a sospechar su presencia.

Claro que todo esto cambiará tan pronto como alguien descubra los dos cadáveres abandonados a las puertas del complejo. Puede que la escenita montada apresuradamente para simular una pelea entre los dos hombres genere cierto desconcierto, pero es evidente que se informará del hallazgo... y eso elevará el nivel de alarma. Calculáis que al ritmo que avanzan os quedan menos de diez minutos antes de que lleguen hasta ese punto y todo empiece a precipitarse.

Localizar a los tres infiltrados del AURORA a bordo de la estación orbital Olvido no ha sido sencillo, pero saber con exactitud lo que estás buscando y dónde hacerlo ayuda mucho. Justo ante el centro de mando en el que habían localizado a los prisioneros y al propio Kaiju, una cámara de seguridad capta a los dos mercenarios que transladan al prisionero, que resulta ser el soldado Karl Agathon.

El marine colonial camina esposado y en silencio, entre los dos matones, que parecen estar hablando distraidamente mientras comparten algún tipo de chanza, a juzgar por su lenguaje corporal y las torvas risotadas que suelta uno de ellos... pasando sin ser conscientes de nada ante la sombra de un hombre de impresionante físico que no puede ser sino Rogers. Tal vez si los dos guardias hubiesen estado algo más atentos al entorno lo hubiesen acabado descubriendo, pero el soldado se mantiene inmovil y el trio pasa ante su posición sin percatarse de nada.

Es de suponer que Bester y Riddick no estarán muy lejos, pero ninguna cámara los capta.

Saúl Tigh tuerce el gesto con preocupación al oír las palabras de su comandante. Es evidente que se toma muy en serio la amenaza que se plantea sobre la nave, una lanzadera cargada de explosivos que se fijase a la escotilla de atraque y detonase no alcanzaría zonas críticas como el reactor nuclear, pero podría causar daños muy serios a la superestructura, comportanto la descompresión explosiva y la pérdida de secciones enteras de la nave...

- Un Caballo de Troya... maldita sea, espero que no estemos ante una estratagema como esa, pero la simple posibilidad nos obliga a tomar medidas drásticas para abortarla a cualquier precio -murmura entre dientes con el ceño fruncido- Si realmente fuera Agathon quien estuviera a los mandos de la lanzadera, podríamos ordenarle que se mantenga a distancia y realice una inspección pormenorizada del interior antes de atracar, mientras nosotros escaneamos el casco externo... pero en caso contrario, si no se detiene... tienes razón, puede que nos veamos obligados a destruirla, aunque eso implique sacrificar a uno de nuestros propios marines.

Tras unos instantes en que las comunicaciones se han mantenido cerradas, una nueva transmisión de Kaiju llega al AURORA:

- Me parece una cifra interesante, así que tenemos un trato cerrado, Adama -afirma la imagen holográfica con una torva media sonrisa- Le sugiero que me envíe uno de sus hombres con el dinero y así podré proporcionarle la información que busca tratando cara a cara... y si todo va bien, podrá marcharse con los otros dos invitados en su propia lanzadera.

El comandante activa el comunicador para transmitir un nuevo mensaje:

- Bien, voy a establecer contacto con mi hombre de confianza para cerrar el acuerdo. Recuerde, la mitad del dinero ahora, la otra mitad será transferida cuando tenga la información y mis hombres en la nave. Volveré a ponerme en contacto con usted en breve -respondo a Kaiju observando como, poco a poco, las piezas encajan, al menos para conseguir el éxito en la misión encomendada.

Una vez concluidas las negociaciones me siento algo más tranquilo, aunque aun queda mucha tarea por delante...

- Primer oficial Tigh, siéntese con el señor Gaius y use las cámaras de la estación para observar en todo momento el recorrido de Agathon hasta la barcaza de transporte. También quiero que localicen el lugar en el que está estacionado el transporte al que van y verifiquen que no está siendo manipulado. Así podemos descartar que sea un caballo de Troya. Señor Gaius, coopere con mi hombre de confianza, además del trabajo que le he encomendado previamente.

Tras meditar un instante, el comandante añade una nueva orden:

- Cuando terminéis con esa tarea quiero que analicéis todas las naves de la estación, buscando actividad sospechosa o el material robado. Sé que es un trabajo exhaustivo pero no quiero dejar nada por atar -concluyo mirando a ambos.

- Bester, las negociaciones parecen ser correctas pero un paso en falso puede acabar en desastre. Le he indicado a Kaiju que un hombre de confianza irá a completar el trato. Quiero que obtenga toda la información que precisamos y que le envíe 250000 créditos ahora, dejando otros 250000 para entregar cuando todos regresen a la nave. Irá solo, dejando a sus compañeros fuera, esperando por si se dan problemas, aunque no deberían surgir. Pregúnteme lo que quiera e informaré a Kaiju de su presencia, aunque se sorprenderá de que usted ya esté en la estación. Ya queda poco para concluir este episodio, compañero.

Dejo que los guardias se alejen unos pasos y en seguida me vuelvo hacia Bester.

- Vale, cuéntenos deprisa lo que sepa que ha ocurrido ahí dentro - susurro lo más bajo que puedo. A pesar de mi formación militar, mi tono no prentede ser una orden. Al contrario, sencillamente parece apremieante. - Ahora mismo nuestra mejor opción creo que es acabar con esos dos guardias, rescatar a Agathon y luego entrar en el centro de mando, pero si tiene información que indique una alternativa mejor, agradecería que nos la diese ahora.

Miro a los guardias que se alejan. Salvo que Bester diga lo contrario, aún podemos acercarnos. Conociendo las habilidades del agente, podemos informar a Agathon para que cree una pequeña distracción que nos permita emboscar a sus guardias y dejarles fuera de combate antes de que den la alarma; interrogamos a uno de ellos por si hay alguna medida de seguridad adicional para entrar en el puente de mando y luego nos planteamos cómo entrar sin poner en peligro a los otros dos rehenes. Pero si cualquiera descubre los cuerpos que hemos dejado atrás y da la alarma, la última parte de ese plan se puede complicar a base de bien.

Pese a todo, cualquier cosa que nos pueda decir el telépata puede permitirnos formar un plan bastante mejor que éste, pero no me gusta nada la idea de dejar a Agathon solo, porque no tengo muy claro que esta gente no vaya a preparar ningún tipo de trampa disimulándola como la entrega de un rehén.

Alfred Bester frunce el ceño unos instantes y cierra los ojos. Apenas es un parpadeo, pero parece muy concentrado. Entonces los abre de nuevo y dedica una fría sonrisa a sus dos compañeros en esta arriesgada incursión:

- Existe, en efecto, una alternativa mejor, Rogers -susurra- El comandante ha estado ultimando un trato monetario con el señor de la guerra que controla esta estación y parece que han llegado a un acuerdo de colaboración bastante satisfactorio. Nuestras órdenes específicas son presentarnos ante Kaiju y realizar la primera parte del pago, con el dinero que nos proporcionaron los dos corporativos.

La noticia resulta desconcertante, en especial porque no existe modo alguno de contrastarla.

- O mejor dicho, esas son mis órdenes -completa la información- Mientras ustedes dos permanecen ocultos para intervenir en caso de que algo no saliese exactamente como está previsto. Es un plan que implica ciertos peligros, no me cabe duda, pero como suele decirse, no hay ganancia sin riesgo.

Escucho a Rogers y a Bester, el plan de Rogers parecía en su momento el mas acertado. Evitaría que descubrieran los cadáveres y un potencial ataque contra el Aurora en caso de ser ciertos mis pensamientos. Mas de nuevo Bester se saca un as de debajo de la manga, como ya va siendo habitual en él desde que entramos en la estación. El Viejo parece haber llegado a algún tipo de acuerdo con Kaiju, y ahora solamente somos potenciales socios, siendo Bester el agente que se encargara de la negociación final, o al menos del pago inicial. Lo que implica sin duda que Bester irá al centro de mando y entrará como si fuera su maldita casa. Sonrío para mi mismo solo por imaginarme la cara de todos esos perros al ver a alguien como Bester entrando en lo mas profundo de su fortaleza sin haber alertado a ni un solo guardia y sin hacer saltar ninguna alarma. Sin duda iba a ser algo de lo mas divertido, una pena perdérselo. Aun así, plantea sin lugar a dudas una modificación clara de nuestras premisas... si él entra por una puerta, intentar sorprender por la misma es inconcebible.

Serán perros, pero son perros entrenados. Hasta un simio es capaz de repetir algo si se lo muestras las suficientes veces. Si algo sale mal, mejor pillarlos desprevenidos.

- Asegúrese de que no tienen ningún plan alternativo para los misiles, Bester, no me gustaría ver por la ventanilla al Aurora estallando en pedazos tras una explosión nuclear. - Sonrío sin humor, dándole a entender que esa opción existe sin ninguna duda, y que fiarse de estos piratas no es la opción mas saludable. Comandante o soldado.

Ademas, no es que me molestase especialmente que estallase, es sólo que necesito ciertas cosas del Aurora antes de que se convierta en pedacitos.

Tras eso, miro a Rogers. Señalo el suelo y el techo, las posibles entradas alternativas a la zona central, porque por protegida que esté... sigue necesitando un sistema de ventilación, en una u otra posición.

Si fuera necesario, es nuestra entrada a la fiesta.

Una vez más, la información de Bester llega en el último momento haciéndonos cambiar la planificación. Pese a todo, hay demasiadas cosas que no me gustan en ese curso de acción: En primer lugar los guardias no tardarán en encontrar el cadáver que dejamos atrás y, aunque el compañero estará inconsciente unas horas, es posible que consigan reanimarlo si tienen una enfermería medianamente equipada. Pero dejar solo a Agathon me preocupa aún más que el aumento de seguridad que seguramente conlleve que encuentren a los dos guardias.

Por si eso fuera poco, el hecho de que Bester se presente en el centro de mando dejará muy claro que llevamos cierto tiempo aquí y nos señalará directamente como los causantes del altercado con los guardias, por lo que será fácil que deduzcan que Bester no ha venido solo, por mucho que Riddick y yo nos escondamos. Además, se me ocurren cosas mucho mejores que hacer con el dinero de las megacorps que dárselo a un jefe criminal, porque incluso en una estación como esta habrá gente inocente que podría empezar de cero si tuviese recursos para hacerlo...

Eso por no pensar en las posibilidades de usar la lanzadera como un caballo de Troya que ha sugerido Riddick, que incluso sin los códigos de activación de los misiles podría llevar una bomba preparada para explotar al llegar al AURORA.

- Antes de nada contacte con Agathon, por favor - le pido a Bester organizando las prioridades. - Si él cree que puede necesitar ayuda o que se trata de una trampa, mejor saberlo cuando aún está a nuestro alcance y podemos hacer algo. Además, infórmele del altercado con los guardias para que no le pille por sorpresa y actúe en consecuencia. - Si no me equivoqué con el soldado, es posible que se le ocurra alguna forma de salvar esa situación. - Si llega hasta la lanzadera, pídale que compruebe el armamento y la carga antes de despegar.

Me vuelvo hacia Riddick y asiento, tratando de recordar la localización de los conductos de ventilación de los planos de la estación que nos mostraron en el centro de mando. Si sólo hay un acceso, tal vez podríamos plantearnos que uno de nosotros se quede en los pasillos para controlar la puerta.

Karl Agathon está permitiendo mansamente que esos dos peligrosos matones, que le llevan casi en volandas, sigan conduciéndole hasta el muelle en que está atracada la lanzadera de la Valentina Tereshkova que habían venido persiguiendo hasta aquí. Y no piensa oponer la menor resistencia, pues si sus órdenes son liberarle como gesto de buena voluntad en las negociaciones con el comandante Adama... ¿qué sentido tendría intentar una heroicidad estúpida precisamente ahora?

Sin embargo, lo que uno espera y lo que encuentra pocas veces acaban coincidiendo. Y en esta ocasión la sorpresa le llega desde donde menos podría haber imaginado nunca: una voz incorpórea resuena dentro de su cabeza, hablando directamente a su mente.

Una voz que por cierto reconoce como perteneciente a ese menudo y misterioso hombrecillo que recogieron en una estación orbital junto a la belleza rubia que no habla nunca con nadie. Ese agente de inteligencia del ONUG, o lo que quiera que sea en realidad. Sí, no hay duda. Esa voz pertenece a Alfred Bester.

- No se sobresalte, Agathon, estoy comunicándome con usted telepáticamente. No estoy solo, y hemos venido a rescatarle a usted y a sus dos compañeros. Procure no dar ninguna señal que ponga en alerta a sus guardias, puede contestarme tan sólo con formular un pensamiento, sin necesidad de verbalizarlo. Intente concentrarse en lo que le digo, sospechamos que podría haber un artefacto explosivo en esa lanzadera a la que le conducen, utilizándole a usted para llevar la bomba hasta el AURORA. Por eso, tan pronto como suba a la nave debe detenerla y realizar una inspección exahustiva para descartar esa posibilidad, pero no comunique sus sospechas por radio ya que podrían ser interferidas. En caso de que confirme la existencia de la carga explosiva abandone la lanzadera con un traje de vacío y será remolcado por un dron del AURORA, es el método que nosotros hemos empleado para llegar hasta aquí.

El continuo bombardeo de información le está dejando aturdido...

- Ah, por cierto, en breve van a toparse ustedes con los cuerpos de un par de guardias que hemos tenido que neutralizar, uno de ellos sigue con vida, aunque estará inconsciente un buen rato. Supongo que eso alertará a sus acompañantes, pero lo hemos dispuesto todo para que parezca una pelea entre ellos, puede que no sea demasiado convincente pero deberíamos explotar al máximo toda la confusión que se genere. Mientras conducen al superviviente a la enfermería y lo interrogan, nosotros haremos nuestro trabajo. Usted procure hacer el suyo.

Alfred Bester frunce el ceño un instante y luego sonríe a sus dos compañeros, con ese aire de suficiencia que tanto le caracteriza.

- Hecho, Karl Agaton está sobre aviso. Ahora, si me disculpan, tengo una reunión de negocios en el puente de mando de esta estación...

Y con toda la tranquilidad del mundo, se encamina hacia la doble compuerta que os separa de Hannibal Kaiju y sus hombres.

Asiento, lamentando una vez más la parquedad de palabras de Alfred para dar información. Con lo que le gusta escucharse a sí mismo habría agradecido saber qué le ha dicho a Agathon y qué le ha contestado el soldado, en caso de que Bester pueda saberlo.

Sin hacer ningún comentario, desenfundo mi pistola y le hago un gesto a Riddick para que se coloque en la intersección, en la esquina opuesta a la que yo mismo ocupo. No quiero sorpresas y, una vez Bester esté ahí dentro buscaremos posiciones para poder intervenir, pero mientras la puerta esté abierta prefiero tenerle cubierto, no vaya a ser que en el puente de mando tengan el gatillo fácil y se sorprendan al ver al agente.

De cualquier forma, supongo que en caso de necesitar ayuda será perfectamente capaz de contactar con nosotros. Y, con suerte, tal vez encuentre el momento de mantenernos informados de lo que ocurre ahí dentro.