Partida Rol por web

Tyrol parece sorprendido por la petición... se rasca la cabeza distraidamente y aventura una respuesta:

- Supongo que con material y tiempo, nada es imposible, señor -admite- Pero esta nave no va muy sobrada de espacio, supongo que buscaban un diseño compacto para aligerar la masa desplazada al máximo y así poder otorgarle mayor velocidad y maniobrabilidad... pero es casi la mitad de lo que era el Spektor.

Eso es indiscutible, el espacio vital es un lujo en cualquier Crucero Estelar, pero en el AURORA se percibe como nunca.

- Si usted me indica dónde, aviso a los Joe´s y nos ponemos a trabajar en ello -propone finalmente- Aunque la elección del lugar no es una decisión que pueda tomar yo mismo.

La cuestión del espacio era uno de los grandes impedimentos al problema al que me enfrentaba. Sin embargo todo lo que me habían contado y lo que estaba descubriendo me hacían ver la necesidad imperante de un lugar donde recluir a posibles detenidos.

- Necesito la opinión de todos los presentes pero he estado barajando que usemos uno de los camarotes privados como prisión. He pensado que mi buen amigo Saúl o Félix podrían establecerse en mi camarote privado conmigo. O, si lo desean, puedo dejarle todos los lujos de este a ambos y desplazarme yo a uno de sus camarotes. No se me ocurre otra alternativa, aunque estoy abierto a consejos -les pido a todos ellos, hombres de confianza, pues su opinión y valoración me son de gran importancia -se que la situación no es bonita pero estoy seguro de que daremos uso más pronto que tarde a esa prisión improvisada.

La respuesta de Saúl Tigh es inmediata, ni siquiera parece dudar un segundo:

- Eso no será necesario, Will -afirma convencido- Seguro que Gaeta no tiene inconveniente en compartir cuarto conmigo, así que podréis reconvertir el segundo camarote de los suboficiales en esa celda que tanto necesitas - habla por ambos, forzando al teniente a secundarle- Pero el comandante de la nave debe tener un camarote privado... siempre ha sido así y no va a cambiar ahora.

El oficial de comunicaciones esboza una sonrisa forzada, arrastrado por las circunstancias:

- Por supuesto, señor, no hay ningún problema -asegura con dudosa convicción, aunque luego intenta buscarle ventajas- Además, tenga en cuenta que si va a ser un calabozo contaría con la ventaja de estar muy vigilado, tendrá enfrente el camarote común de la tropa, allí siempre hay marines fuera de servicio que reaccionarían a la menor señal de alarma...

Toma aire y deja escapar un disimulado suspiro mientras susurra casi para sí mismo:

- Espero llegar a acostumbrarme a esos ronquidos...

No puedo más que sonreír ante la propuesta de Saúl, algo que en el fondo esperaba. La cooperación de Gaeta también es sincera, lo que me hace volver a sentirme el viejo comandante de la ONUG que fuí, cuando todo era más sencillo y teníamos claras nuestras misiones -Os agradezco el gesto oficiales, se que será una molestia para vosotros pero de verdad creo que es necesaria esa reforma. Señor Henderson, puede proceder. Me gustaría que instalara estructuras para crear, al menos, tres pequeñas celdas de contención. No se preocupe por garantizar sanitarios, se escoltará a los detenidos cuando sea necesario. Muchas gracias a todos -concluyo saludando con el gesto militar y retirándome. Justo antes de salir miro a Saúl y Gaeta y asiento con la cabeza. Mi familia son ellos.

Antes de que el comandante se retire, Henderson saluda marcialmente y afirma:

- Se hará todo como ha indicado, señor -añadiendo a continuación- Espero tenerlo listo en unos pocos días.

Una vez iniciada la primera salida al exterior de una escuadra de marines coloniales, en este caso formada por el sargento Pentecost y los soldados de primera Ochoa, Agathon y Ford, que han sido asignados como escolta al grupo que visita la estación orbital minera de Palas, los oficiales del AURORA se reúnen en el puente de mando para hacer un seguimiento contínuo e instantáneo de la misión, a través del sistema de cámara y audio integrado en el casco de cada marine.

Además, el registro codificado recoge en todo momento las constantes vitales de cada hombre desplegado y permite transmitir órdenes específicas tanto a todo el grupo como a un destinatario selectivo. Y es que la guerra siempre ha hecho avanzar la ciencia más que cualquier otro acicate en la historia de la humanidad.

En estos momentos todos los integrantes de la misión se encuentran en un perfecto estado de salud, aunque el soldado Agathon es el más nervioso a juzgar por su pulso algo acelerado. Sin embargo Stacker Pentecost y Ochoa están tan tranquilos como si paseasen por los pasillos de vuestra propia nave, la veteranía es un grado...

Ya han iniciado el despliegue y abordado la estación. Acaban de contactar con uno de los operarios.

La transmisión contínua os permite oír las conversaciones que se mantienen en torno a la unidad de marines coloniales, aunque se hace difícil percibir detalles menores como los elementos más sutiles del lenguaje no verbal. Los soldados están entrenados para controlar el perímetro y mantener la seguridad, no para observar fijamente a cada interlocutor...

La conversación con el primer operario que acude a recibirles es muy breve:

- S-soy Kowalsky. M-me han enviado aquí para conducirles ante el viejo... digoooo... el jefe Kodai.

- Soy el mayor Saúl Tigh, primer oficial del Crucero de Combate AURORA. Le seguiremos encantados, tenemos que hablar personalmente con el comandante Kodai...

- Kowalsky, es un placer. Agente Bester. Espero que este despliegue puramente preventivo no haya enturbiado la visita.

- Síganme.

Luego recorren una serie de pasadizos hasta llegar al puente de mando de la nave-estación, donde tienen un encuentro con la persona que está al mando, el mismo hombre que se dirigió a vosotros por el comunicador.

- Sean bienvenidos a mi nave, damas y caballeros. Ignoro el motivo de esta inesperada visita, que desde luego no hemos podido rechazar -ironiza- pero estoy seguro de que enseguida van a aclarármelo…

- Como ya le han transmitido con nuestra identificación, soy el mayor Tigh, primer oficial del Crucero Estelar AURORA, bajo el mando del comandante William Adama. Hemos venido para investigar ese sorprendente y mantenido incremento en su producción durante los últimos meses. Queremos ver todos sus registros de embarque, hasta haber constatado la procedencia de cada tonelada de mineral extraído en esta estación minera orbital en seis meses.

- ¿Me está diciendo que han venido hasta aquí con un Crucero de Combate, hasta una miserable prospección minera en el confín del sistema, sólo para hacer una auditoría de esta mejora de ingresos? ¿Tan bajo ha caído ya el ONUG, que envía a la Armada para hacer el trabajo sucio a las megacorporaciones? Porque no crea que me ha pasado desapercibido el emblema de la Weltherrschaft Korporatsiya o el de la Weylan-Yutani Corporation en los trajes-chaqueta de sus dos preciosas mujeres florero. Resulta muy curioso ver juntas a esas dos pirañas hambrientas que llevan tantos años pugnando entre ellas, en su ansia por devorar todo cuanto caiga al alcance de sus fauces… pero ya he oído que parecen haberse aliado desde que pusieron en marcha esa fantochada del Proyecto Tau-Ceti. Lo único nuevo para mí es descubrir que ahora unos oficiales de la Armada Estelar que tenía por respetables se han convertido en sus perros de presa, para perseguir supuestas irregularidades contables… estarán ustedes muy orgullosos…

Se diría que no vais a recibir mucha colaboración por su parte.

Camile Wray observa con desdén las imágenes que transmiten las cámaras integradas en el casco de los marines y las conversaciones que recogen sus micrófonos, sin abstenerse de dar su opinión respecto a Kodai:

- No es más que un pobre anciano decrépito, lleno de frustración y resentimiento -sentencia con rapidez- Pero ni siquiera necesitamos su colaboración para nada, comandante, ordene que recojan toda la información que contenga su CPU central y continuemos con nuestra investigación.

Smith sigue la conversación con los ojos cerrados y pulgar e índice apretando el entrecejo. No quiere perderse ni una coma de lo que dicen. Hasta que habla Wray, entonces vuelve a abrirlos.

- No le parece, Consejera Wray, -dice mientras mira a Adama- que es más que curioso que el desterrado comandante de la nave traiga a colación el Proyecto Tau Ceti?

Se gira hacia la consejera para observarla. La considera una persona efectiva y audaz, alegrándose que -de momento- remen ambos en la misma dirección. Por lo menos eso debería pasar, claro.

Por otra parte, por sus ademanes se puede deducir que está de acuerdo con Wray de que si no quiere colaborar... pues que no colabore...

- Bueno miremos qué hay en sus computadores... y si no hay nada... ya se me ocurrirá algo para extraer más información. -Eso suena hasta peligroso en su boca.

Continuáis escuchando la transmisión de todo cuanto se habla en presencia de los marines coloniales.

Primero la intervención de Meredith Vickers:

- Buenos días Comandante Kodai. Lo primero, permítame presentarme a mí y a mi encantadora complemento en este empeño. Ella es la Srta. Monnipenny de la Weiland-Yutani y yo soy Meredith Vickers, de la Weltherrschaft Korporatsiya. Ante todo, quiero pedir disculpas si nuestra llegada le supone algún percance. Pero sepa que ni a usted ni a sus hombres se les acusa de nada. Simplemente es una tediosa tarea rutinaria. Si todos colaboramos, estoy segura que ésta será lo mas breve y... menos problemática para todos. Así que si tiene a bien. Lo mejor seria que empezáramos ahora mismo.

Luego la de Ms. Monnipenny:

- Puedo ocuparme de esto fácilmente, sin causarles apenas molestias. Recopilaré la información que necesitamos, la cotejaré con los registros de carga y el mineral procesado en su estación los últimos meses y tan pronto como tengamos lo que hemos venido a buscar nos marcharemos sin causar problemas...

Y finalmente la del agente Alfred Bester:

- Agente Bester, de la ONUG. Será un placer poder hablar con usted sobre todos los... inconvenientes que esta intrusión pueda tener.

La imagen de video de las cuatro cámaras integradas en el casco de los respectivos marines muestra como Bester le coge la mano forzando un apretón, gesto que Kodai responde con desgana llevado por las circunstancias:

- No hemos venido a investigar sus cuentas, solo a hacer una comparativa sobre las llegadas y salidas, pues creemos que una nave pirata ha podido estar haciéndose pasar por una nave de carga. Es una cuestión de seguridad. Así que de lo que pueden estar orgullosos estos oficiales de la Armada es de buscar proteger los intereses de la humanidad. Aquí las mujeres de las corporaciones estan al servicio de la ONUG y la Armada, y no al revés. Espero que esto lo tenga presente.

La respuesta del director gerente de la estación minera orbital es cruzarse de brazos tan pronto como libera su mano del indeseado contacto físico:

- ¿Una nave sin licencia? Eso es un sinsentido, seguimos un estricto protocolo de identificación de todas las naves con las que contactamos, es la política de la Kompania Mondordo…

- ¿Saben qué les digo? -se encara con las dos representantes corporativas- Que pueden mirar todo lo que quieran en la CPU central de la nave o donde deseen... aquí no tenemos nada que ocultar Pero no esperen más colaboración por mi parte, pierdan el tiempo como gusten…

Wray observa durante un largo rato a Smith, pero no dice nada. Prefiere prestar toda su atención a la transmisión que les va llegando desde la estación orbital minera. Siempre ha sido más partidaria de escuchar que de hablar. Analizar toda la información disponible sin ofrecer más datos que los absolutamente indispensables al rival.

La transmisión de las conversaciones prosigue...

Primero interviene de nuevo el agente Bester:

- Hay una última pregunta que me gustaría hacerle, Comandante Kodai, pero antes me gustaría darle las gracias. De pequeño, imaginaba que era uno de los marines del Yamato. Inspiró muchos de mis juegos durante la infancia, emulando misiones a su mando. El día que retiraron el Yamato del servicio acabó mi infancia. Fue un ejemplo para mi, pero por desgracia... no daba la altura. - Hizo referencia a su corta estatura, sin importarle. Estaba orgulloso de trabajar para la ONUG. - Bueno, lo que quería preguntarle era si ha visto alguna nave minera que viniera a repostar oxigeno o agua, pero que algo no acabara de... encajar. -

La respuesta de Kodai no se hace esperar:

- Asegura usted con mucha convicción que las dos megacorporaciones, que han enviado sus engañosamente bellas, amables y educadas representantes a bordo de mi nave, están supeditadas a la aturoridad del ONUG... a su autoridad personal. Pero resulta que fue el propio ONUG quién me apartó del servicio en la Armada Estelar cuando decidieron jubilarme, fueron ellos quienes retiraron del servicio el Yamato y por tanto "le hicieron dejar atrás su infancia" -se mofa de las palabras con que el diplomático ha intentado una aproximación- Imagino que con el paso a la edad adulta dejó atrás muchas cosas, Agente Bester... tal vez me hubiera resultado más agradable conocerle entonces -hace una mínima concesión- Pero las cosas no suelen ser como nos hubieran gustado, sino como lamentablemente son.

Vuelve a cruzarse obstinadamente de brazos y concluye:

- No voy a reportarle ninguna irregularidad, busquen ustedes lo que quieran... y cuando acaben, marchense.

Entonces interviene Ms. Monnipenny, que ya parece haber acabado de analizar la CPU central:

- Esta nave, la Alexei Leonov, ha llegado a Palas hace escasamente cuatro días. Acudió para sustituir a la Valentina Tereshkova, otra nave prospectora del mismo modelo Shakhter-4 que había estado operando en esta concesión durante los últimos seis meses -y explica la causa de la confusión con el mando de la estación minera- El comandante Kodai acordó un intercambio de naves con el capitán James Cole, que la había traído hasta aquí, prescindiendo de su periodo de permiso reglamentario... pero todo el resto de la tripulación actualmente a bordo llegó hace menos de una semana. Los registros informáticos de prospección de mineral, o los de intercambios con otras naves, están prácticamente a cero. Como era de esperar en una estación minera que inicia su periodo de servicio.

Y de nuevo Alfred Bester:

- Quizás, en otra época, esta habría sido una conversación más agradable. Por desgracia, esta no es otra época. Subestima los recursos de la ONUG... ¿Tiene idea de qué pasará al responsable de estas instalaciones si encontramos alguna irregularidad? No más acuerdos de relevo con los capitanes... Comandante. -

Observo todo lo que se cuece en Palas desde el puente de mando, ignorando a los agentes de las corporaciones. Se que he actuado bien quedándome en el Aurora pero, pese a ello, me incomoda no estar allí para resolver la situación. Por suerte el agente Bester parece estar calmando los ánimos lo suficiente como para la situación no empeore, pese a la negativa de Kodai a la hora de colaborar. El intercambio de naves que nombra la señorita Mompenny es sospechoso, razón por la que me decido investigar.

- Teniente Gaeta, busque información sobre ambas naves -ordeno a mi hombre antes de mirar a la pareja de las corporaciones- Ustedes también pueden buscar sobre ellas en las bases de datos de sus respectivas coorporaciones.

El teniente Félix Gaeta teclea algunos comandos en la terminal informática que tiene delante y contesta:

- Nave prospectora Valentina Tereshkova, modelo Shakhter-4, capacidad de carga 60.000 TM, fletada por la Kompania Mondordo en 2203 -hace una breve pausa para que aparezcan algunos resultados adicionales y continúa- Partió del Cinturón Orbital Terrestre en octubre de 2213, vuelo de cuatro meses hasta Palas, estancia cercana a seis meses mientras realiza tareas de prospección, se dirige de nuevo hacia la tierra con llegada estimada en diciembre de este mismo año.

Alza la vista y dirige una penetrante mirada a todos los presentes en el puente de mando del AURORA.

- Se ha transmitido un reciente cambio en el mando de la nave -confirma- Hace un par de días se ha tramitado el paso de responsabilidades del comandante Susumo Kodai al capitán mercante James Cole.

Escucho con atención los datos ofrecidos por Gaeta -Esto es demasiado inusual para que sea una coincidencia. Me extraña mucho que alguien como el Comandante Kodai abandone su nave para permanecer más tiempo en una estación minera. Además, el hecho de que la Valentina Tereshkova salga cuatro días antes de lo previsto es muy extraño. Si no me equivoco las naves de prospección aprovechan hasta el último instante para obtener materia prima y es raro que partan antes de tiempo. Y tampoco sabemos cuanto tiempo han estado en Palas ambas naves, tal vez se hizo una llamada para que el capitán Cole llegara a Palas antes de lo previsto.

Nuevas preguntas se asoman en mi anciana mente, razón por la que no puedo dejar de preguntar a los consejeros de las corporaciones -Si me hacen el favor, me gustaría que buscasen coincidencias entre el material usurpado y que se extrae en Palas. Si mi intuición no me falla tal vez los asaltantes vendieran parte de la carga robada a la estación minera de Palas y, si esto es así, puede que Kodai conozca a los autores del ataque. Aunque para verificar esa información será necesario alcanzar y abordar la Valentina Tereshkova...

Gaeta interviene de nuevo para aportar un retazo de información adicional...

- Según estoy viendo en los últimos registros, no es la primera vez que Kodai intercambia su nave, renunciando a uno de sus periodos de permiso para volver a la Tierra -comenta extrañado- Por lo visto lo ha hecho en las últimas cuatro ocasiones, lleva ya varios años de estancia continuada en el espacio remoto, se diría que no quiere volver a ver nuesro planeta natal...

Peculiar en el mejor de los casos, singularmente excéntrico en otros. Por decirlo de un modo suave.

Un mensaje de radio llega al puente, sin precisar la transmisión mediante las cámaras integradas en los cascos de los marines coloniales. Se debe a que Tigh está realizando una llamada directa al puente:

- Comandante Adama, supongo que habrán registrado todo lo ocurrido. Esta no es la nave que buscamos, propongo dejar una escuadra aquí o inhabilitar temporalmente sus sistemas de comunicaciones, para asegurarnos de que no puedan advertirles... e ir cuanto antes a por ese otro prospector.

La voz de Saúl me llega antes de que pueda responder Smith o Wray. Mi viejo amigo ha llegado a la misma conclusión aunque, tal vez, con menos sutileza. Posiblemente Kodai tenga mucho que contar.

- Si, primer oficial, he registrado toda la conversación y ya nos encontrábamos debatiendo sobre el perseguir a la Valentina Tereshkova. Si no me equivoco parte de la mercancía robada está en dicha nave, un método eficaz de regular su situación. Si no me equivoco el comandante Kodai debe saber algo más sobre los atacantes que buscamos. Cada hora que perdamos pondrá a nuestros sospechosos más lejos de nuestra posición, razón por la que no podemos perder tiempo. Que la secretaria Mompenny busque información sobre la llegada de otras naves a la estación de Palas. Posiblemente dicha información habrá sido borrada pero el gasto energético y de provisiones adicional que supone otra nave debe de estar reflejado en algún lado -informo a mi máximo representante en Palas- Voy a barajar el dejar a algunos marines en la estación minera. O incluso el invitar a Kodai a un largo viaje en mi nave...

La última frase de Adama enciende una luz en su mente.

-Excelente idea comandante. Invite a Kodai a la nave, así, fuera de su terreno, tenemos más oportunidades de que se anime a colaborar, dijo con una sonrisa que era de todo menos bondadosa.