Partida Rol por web

Camile Wray, que ha estado sorprendentemente callada durante todo este tiempo, dirige una gélida y desdeñosa mirada a su homólogo mientras comenta con un susurro:

- Realmente está usted disfrutando con todo esto... ¿verdad, señor Smith?

Smith le devuelve una mirada en que no se puede ocultar la verdad. Es cierto.

-¿Y eso? Hubiera hecho usted lo mismo si hubiera dispuesto de la información. -susurra como dando a entender que ella y él son iguales, si no no estarían en los cargos que están.

Tras la última súplica de Cole, gira de nuevo la cara hacia él, dejando de ver a Wray.

-Está bien señor Cole, daré la orden de reanudar las actividades de la empresa. Pero como averigüemos que usted sabía alguna información relevante que ahora ha callado, ya imaginará qué consecuencias tendrá.

Teclea algo en la tableta.

-Ya está, debido al tiempo de demora de las comunicaciones, por lo menos en media hora no podré ver los indicios de recuperación de... mi nueva empresa -dice con una sonrisilla.

Observe con una fría mirada todo lo que estaba sucediendo. La verdad es que la jubilación del tal Cole no podía importarme menos. A mi se me hubieran ocurrido formas mas rápidas y económicas de hacerle hablar. Pero imaginaba que a nuestro moralista comandante no le hubieran gustado.

Bueno al menos las artes de Smith habían logrado su objetivo.

No pude evitar mirar divertida a Wray cuando le dijo a Smith que disfrutaba con esto.

- Como que tu no... -dije entre dientes y en un susurro. Desde luego que Wray no era una santa, ni mucho menos. Y estaba segura de que haría cosas muchos peores. Como martirizar a su eficiente secretaria a la menor oportunidad.

- Bueno pues ya tenemos toda la información. 

Escucho con atención a Cole, que parece obviar a mi pregunta. Entiendo que su situación es inapropiada y que debe odiarme pero aquí soy, en el fondo, su mejor aliado.

- Cole quiero que me diga exactamente lo que recogió esta vez en dicha estación y que más tarde me elabore un informe de todo el material recogido en el último año -repito al hombre sin modificar mi tono ni darle el placer de verme enfadado -y también quiero que me cuente ahora mismo si conoce a otros de esos grupos independientes del libre mercado que operen por esta zona o los más cercanos que conozca -pregunto para añadir otros posibles jugadores a este desordenado y caótico panel de juego en el que se había transformado la misión.

- Respecto a su situación, usted recobrará su dinero bajo el patrocinio del señor Smith y no le acusaremos por obviar nuestra orden ni por comerciar en el mercado negro. Usted, por su parte, tomará lo que le damos y cerrará la boca ¿he sido claro? -ordeno con autoridad y formalismo, evitando descargar mi ira, originada más por Smith y Wray, que por el propio Cole.

Parece como si los corporativos disfrutaran haciendo pedazos los sueños de un hombre, torturando a aquellos que son más débiles. Malditos bastardos.

El capitán Cole suspira aliviado cuando ese malnacido de Smith promete detener su ruina bursatil... y luego se vuelve hacia Adama intentando satisfacer su última demanda de información. No sea que alguien cambie de idea.

- El último cargamento que recogí de la gente de Kaiju se limita a unas cuantas decenas de toneladas de mineral ferroso de distinta pureza -confiesa apresuradamente- Hace meses que nos está proporcionando un suplemento a nuestro cargamento habitual, supongo que debe estar reuniéndolo como forma de pago de sus muchos clientes, acumulando unas cuantas toneladas de cada prospector que hace negocios con él -teoriza- Aunque la verdad, nunca me he molestado en hacer averiguaciones al respecto, en este mundo no suele ser bueno hacer demasiadas preguntas, y mientras te lleves tu parte...

De modo que lleva meses "blanqueando" un considerable cargamento de mineral de hierro...

- En cuanto a otros elementos del crimen organizado... bueno, el sobrenombre de Kaiju que ha escogido Hannibal hace referencia a que se considera "el pez más grande en este estanque", y eso lo ha logrado apartando a otros grupos que le disputaban el territorio -explica con cierto deje de reconocimiento a sus méritos- Normalmente deben recurrir al soborno de naves mercantes que navegan bajo el emblema de alguna de las corporaciones menores, no conozco a nadie más que posea una estación orbital propia. Eso le ha hecho el amo de todo el Cinturón de Asteroides.

Era impresionante como el mundo actual podía modificarse con tanta facilidad a través del método judio. Sólo era necesario mencionar las posesiones materiales y terrenales para hacer que alguien hablara de sus secretos más íntimos sin pudor ni vergüenza. Era interesante la observación de distintos tipos de poder.

Claro estaba, el pequeño Agente de la ONUG habría utilizado otros métodos no tan agresivos para este fin. Y mucho más seguros también. Pero Smith, una persona con una falta de personalidad tan grande como la máscara que llevaba delante para poder ocultar la primera verdad, había decidido poner la polla sobre la mesa y enseñarle a todos -incluida por supuesto su homologa en la otra compañía- cuán grande la tenía.

Ahora ya tenían lo que querían. Y Bester, que había permanecido como eterno observador en silencio, se limitó a mostrar una diminuta sonrisa complacido ante el espectaculo que acababa de presenciar. Una sonrisa sobretodo dedicada a Cole, que le quedara claro que estaba disfrutando con la arrogancia inicial y final caída humillante mostrada en aquel puente.

A veces, uno podía disfrutar de estos pequeños placeres de la vida.

Los datos que nos aporta Cole hacen que los objetivos de la misión sean, por fin, más claros. Sin duda el tal Kaiju podría tener algo que ver con los robos, aunque debemos comprobarlo lo antes posible.

- Gracias por todo, capitán Cole. Mantendremos la nave acoplada durante un par de horas más, mientras terminamos de reunir información... y usted organiza los datos que le he pedido. Además quiero que me proporcione el código necesario para contactar con ese Kaiju. Le acompañarán para ello la señorita Vickers o la señorita Monipenny para cotejar los datos, junto a un enlace proporcionado por mis hombres de seguridad -respondo a Cole, dando por zanjado el interrogatorio- Si nadie tiene nada más que decir, voy a acompañar a dicho destacamento a la nave abordada. Vuelvo en un instante.

Me despido mientras acompaño a Cole y espero a que los corporativos decidan qué secretaria acompañará al capitán.

Camile Wray dirige una acuciante mirada a su secretaria, indicándole que se mueva, mientras contesta a Adama:

- La señorita Vickers está perfectamente capacitada para examinar los archivos que pueda contener la CPU de esa nave, así como para ofrecerle todo el soporte técnico que pueda precisar, comandante...

Smith reacciona rápido ante el movimiento de piezas de Wray

-Creo que lo mejor es que se encarguen ambas, comandante. Cuatro ojos ven más que dos y no se nos puede escapar ningún detalle.

Sonreí cuando Adama dijo gracias por todo.

Como si la bola de billar hubiera tenido muchas opciones.

Luego vi la mirada de mi querida jefa.

- Desde luego -contesté diligente a la consejera Wray- Veremos qué luz pueden arrojar estos datos.

Aunque estaba claro que Smith no iba a dejar que fuera a solas para recabar información...

- Claro, la ayuda de su elegante secretaria será bien recibida.

Y entonces me giré hacia el Comandante Adama.

- Con su permiso le acompañaremos, Señor.

Adama, Vickers y Monnipenny abandonan el puente de mando, llevándose a James Cole con ellos.

El teniente Gaeta queda por tanto al mando de la nave, contemplando con aire dubitativo a los dos agentes corporativos, Smith y Wray, así como el agente Bester y el doctor Gaius Baltar, que parece hacer ademán de retirarse también discretamente...

- Señor Baltar. - Lo llamó cuando se disponía a retirarse. - Estoy seguro que podriamos hablar un rato, todavía no he tenido ese placer. - Añadió, mientras se dirigía a la salida.

Maldición, ¿qué diantres hago yo ahora con este… monstruo? El Agente Bester y la aberración genética que llamaba aprendiz eran las dos únicas personas que podían desbaratar sus planes de tan sólo un simple vistazo. O eso, al menos, según los bestseller y novelas de ciencia ficción barata. ¿Hasta dónde llegaría el alcance de sus poderes?

—Tricia, querida —le dijo mentalmente a su IA—, ¿podrías hacer una rápida búsqueda por las bases de datos académicas a ver en qué punto del desarrollo están los temas de mentalismo, empatía y detección de microgestos? No sé muy bien qué planea el señor Bester y más nos vale estar medianamente prevenidos. ¡Ah! Y cualquier cosa que veas de utilidad del pedazo de roca dónde le recogimos a él y a su aprendiz también podría sernos de utilidad.

Tranquilo… Adama cree que estás de su parte y Bester está con Adama… ¿verdad?

Gaius se sobresaltó ligeramente cuando aquel hombrecillo de rostro afable se dirigió personalmente a él mientras se disponía a abandonar el puente de mando. ¿Qué querría Alfred Bester?

—Oh, Agente Bester —le dijo esbozando una media sonrisa un tanto forzada al tiempo que se frota las ojeras—, espero estar a la altura de sus expectativas. La última vez que mantuve una conversación con alguien estando tan cansado le aseguro que no fue ningún placer. Para nadie… —Hizo entonces un aspaviento con la mano, como si no le diera importancia—. Pero dígame, Agente Bester, ¿en qué puedo ayudarle? 

La voz de Tricia resuena al instante en tu cerebro, esta vez ha prescindido de juegos sensoriales...

- No existe ningún registro oficial acerca de psiónicos en las bases de datos abiertas al público... a menos que quieras dar crédito a la basura que llena la Umbra acerca de leyendas urbanas sobre "hombres misteriosos que trabajan para las corporaciones más poderosas, leyendo la mente de sus rivales en las negociaciones de máximo nivel, o incluso induciéndoles a actuar de determinada manera, firmando contratos poco ventajosos" -informa con aire diligente- Igual que no consta información alguna acerca de esa estación orbital en la que recogimos al agente Bester y al Operativo X8, por lo visto constituye uno de esos secretos tan bien guardados de la Weyland-Yutani -comenta con un perceptible tono de escepticismo- Aunque puedo asegurarte que no se trata, tal como se informó en su momento, de un laboratorio científico identificado como "SunProtect" y destinado a la observación de las erupciones solares con objeto de prevenir su posible interferencia con las señales de radiofrecuencia... Mintieron descaradamente a la tripulación del AURORA.

Se retrasa unos segundos durante los que sabes está realizando una infinidad de busquedas específicas por subsectores, a una velocidad que sería inabarcable para cualquier ser humano...

- He cotejado datos de diferentes lanzaderas que llevaban suministros durante los últimos meses a las coordenadas espaciales específicas de la órbita geoestacionaria que recorre esa estación espacial en concreto... y la única información que puedo obtener al respecto es que ese destino recibe el nombre clave de "Babylon-5" y la persona al mando es un tal Dr. Mengele... -amplia su informe- Realizando una búsqueda personalizada sobre ese individuo, parece tratarse de un genetista de cierto renombre, tiene un asombroso currículum académico hasta hace algo más de una década... pero de golpe desaparece de la vida pública, es como si hubiese muerto. O pasado a la clandestinidad.

Un nuevo silencio pone en evidencia que la búsqueda en las bases de datos se intensifica todavía más...

- No, no hay más datos. Lo siento. Tendría que asaltar nodos muy bien protegidos y eso a esta distancia de la Tierra podría llevarme mucho tiempo, recuerda que hay un decalaje de más de quince minutos en la transmisión de información -se disculpa- Aunque hay un detalle que podría resultar de interés: esa estación orbital, la Babylon-5, ha estado haciendo numerosos encargos de sintéticos, personas artificiales, como nuestra querida Monnipenny. Como mínimo, resulta curioso.

Camile Wray dedica una gélida mirada a Smith y entrecierra sus ojos asiáticos...

- Disculpen, caballeros -comenta mientras cruza entre Gaius Baltar y Alfred Bester al abandonar el puente- Voy a buscar un ambiente algo menos cargado, en el que se pueda respirar mejor...

- Independientemente del resultado, Señor Baltar, para mi siempre es un placer poder hablar con todo el mundo. - Entonces, se retiró el guante y le ofreció la mano. - Para comenzar, las presentaciones siempre son necesarias. Alfred Bester, Agente de la ONUG. Encantado. Me gustaría entrevistarle, prometo ser lo más... breve posible. - Acabó por decir, dibujando aquella diminuta sonrisa, enigmática cuanto menos.

Gaius se echó torpemente a un lado cuando el Agente le tendió la mano, tratando de dejar paso libre a la Consejera, que avanzaba hacia la salida dando grandes zancadas.

—Oh, después de tanto tiempo en esta lata de sardinas creo que sobran ya las presentaciones, señor Bester —dijo el informático cuando consiguió recuperar el equilibrio, y ligeramente la compostura, al tiempo que le daba una palmadita en la espalda al agente de la ONUG —. A propósito, puede llamarme Gaius. ¿Qué le parece si imitamos a la Consejera y nos vamos a otro lugar menos cargado?

La pregunta fue retórica, pues nada formularla se encaminó hacia los pasillos de la AURORA. 

En el puente de mando del AURORA, donde ahora mismo sólo quedan el teniente Gaeta y Smith, empiezan a llegar oleadas de datos remitidos desde la CPU de la Valentina Tereshkova.

- Están enviándonos la información que ha requerido el comandante Adama -comenta distraídamente, mientras empieza a archivarlo y realiza una primera evaluación- Parece que su asistente personal es muy eficiente trabajando con ordenadores. Registro de carga pormenorizado, rutas y paradas de abastecimiento, cotizaciones de mercado actualizadas de cada producto...

Activa un intercomunicador y confirma la recepción:

- Comandante, los datos del ordenador central del carguero están llegando, por ahora no hay nada destacable, le informaré de inmediato si damos con algo...

En este momento se enciende otro piloto del intercomunicador y cuando Gaeta lo abre, en un nuevo canal, suena la voz del especialista en seguridad que Smith insistió en recoger en una estación orbital de la Weyland-Yutani:

- Puente, aquí Rogers... ¿Han hecho un barrido en el exterior de la nave? Si no hay nada aquí dentro, es posible que haya algo oculto en el casco... Tengan en cuenta que un barrido con radar puede no ser suficiente, así que recomiendo una inspección visual. Agathon puede bordear la nave en la lanzadera, sin duda, pero el Sargento Pentecost podrá designar mejor a alguno de sus hombres.