Partida Rol por web

Cuando la compuerta doble empezó a abrirse, Liam vio el rostro de Arabelle ahí mismo. Los gritos quedaron por un segundo detrás de todo, porque ya no estaban solos. La cuestión era, si realmente podrían salir con vida de lo que tenían detrás. 

- Apartaos que nos matan - dijo Liam e intentó salir por la compuerta.

Observo la mano de la chica, mirando esa tenue unión antes de levantar la vista hacia la carita que me mira con miedo.

Un poco más arriba la compuerta por fin se ha abierto, así que me sujeto fuertemente a la escalerilla y afirmo a la chica. Entra ya por la puerta, yo te sigo digo, trepando efectivamente detrás de ella, incluso ayudándola para que suba si veo que se queda atrás, buscando la salida de una tumba más que probable.

El olor de las palomitas en ese lugar fue algo que removio recuerdos, removio sensaciones y provoco que mi ceño se frunciera ante la posibilidad de lo ilogico. Que Klaus estuviera vivo. Claro que a él no le gustaba usar el microondas. No, a él no le gustaba... pero a ella...

Todo pensamiento racional, toda logica se quebro en el momento que me coloque al lado de Mike y vi a la mujer en el sofa, comiendo una chocolatina. A mi cerebro le costo entender lo que mis ojos veian, mi mente se veia colapsada por la realidad que tenia delante sin poder entender que ocurria. Los detalles fueron agolpandose. La postura en la que estaba sentada. Los ojos que poseia, que le daban esa caracteristica tan poco apreciada en este mundo y... el mechon verde. Un mechon verde.

Un pequeño y gracioso bufon...

Di un paso, apartando a Mike e imposibilitando que probase a puntar con el arma a la mujer, ya fuera colocando la mano sobre el arma o colocandome en medias del disparo.

Una emperatriz vestida de muerte...

Otro paso mas para bajar un escalon de la escalera, mientras mi rostro no se aclaraba si mostrar alegria, confusion o una mezcla de ambas.

Una estrella azul...

Intente hablar pero simplemente mi cerebro no trasmitia las palabras, no era capaz de crear palabras... hasta que una sola palabra emergio del torbellino de mi mente, la unica que tenia sentido en mi mundo. - ¿Mi... Dioskouroi? - Mi mano se aferro a la barandilla con fuerza.

El tono de la voz era de confusion y extrañeza total, con un regusto a cariño y amor... mientras erais conscientes de la amabilidad, de la forma tan calida de hablar. Una que ninguno habia oido nunca de mis labios.

Seguía atenta a cualquier cosa que pudiera aparecer por la trampilla, afortunadamente fue un rostro humano lo que hizo su aparición, aún así levantó el arma, un rifle de asalto, apuntando a la recién abierta puerta, no tenía intención de disparar, los primeros que habían visto parecían humanos, humanos normales, nada poseído, aunque parecía que había varias personas más…

Ara, prepárate para volver a cerrar cuando hayan pasado todos…

O cuando fuera totalmente necesario, prefería la primera opción desde luego, pero había que estar preparados para todo.

Venga… venga…

Apremió al pelirrojo haciendo un gesto con la cabeza para que se situara tras ella.

Daniel dejó un momento su labor. Se acercó con pasos cautelosos hasta la espalda de Marko, mientras introducía una mano en el bolsillo, ese que sentía pesado y lleno de polvo. A cualquiera ese movimiento le hubiese parecido sospechoso, y Daniel no les hubiese culpado. 

Con movimientos lentos apoyó una mano en el hombro de Marko, sin quitar la vista de encima de aquella mujer, ni por un instante.

- Marko, piensa. No te dejes llevar. Tu mujer falleció. Estamos en medio de una crisis en Titan, con las instalaciones llenas de entes, demonios... que son capaces de tomar otra forma distinta a la autentica.

Y mientras no deja de mirar a la mujer. Buscando cualquier detalle, cualquier indicio. ¿El ojo está torcido al lado correcto? ¿El mechón de pelo es del color adecuado?

Y sigue apretando el montón de tierra dentro de su puño, en su bolsillo.

Arabelle se apartó rápidamente de la entrada, dejando suficiente espacio para salir.

-¡¿Azazel?! ¡Rápido, rápido! 

Desenfundó la pistola, sin perder de vista el panel para cerrar la puerta lo antes posible. 

 - ¡Umph! - Samuel se quedó con cara de idiota al notar que alguien le había cogido en medio del salto. Ya había tomado una determinación  y aun así al ver todo lo que venía desde mas abajo y el gesto de aquella criatura tuvo una sensación de escalofrío recorriendole la espalda, inmediatamente intento buscar un sitio donde apoyar la mano libre y disparar con la pistola a la cosa que tenía a metro y medio, dos disparos a bocajarro.

- ¡Subid rápido esa cosa no viene sola! - Pegó un grito de aviso mientras el dedo tiraba del disparador - 

En cuanto Marko se interpuso en la trayectoria de disparo bajé el arma. Luego Marko y Daniel se pusieron a hablar entre ellos, es lo que tenía llevar poco tiempo en las instalaciones, que cuando los demás hablaban de otros habitantes tenía que suponer de que estaban hablando por el contexto.

Dejé que Daniel tratara de convencer a Marko pues sabía que a mi no me escucharía.- Sea quien sea, hemos de salir de aquí, ya. El tiempo no se para.- Dije cuando Daniel terminó, pues parecía ser al único al que importaba que en menos de una hora todo iba a rodar por los aires.

Liam empezó a salir de la apertura que estaba a ras de suelo y solo media poco mas de un metro de alto desde el mismo. Fred dejó que Azazel fuera la segunda en asomar la cabeza mientras Liam aun estaba en proceso de salir.- Hay dos cosas detrás!- Es lo único que atinó a decir antes de que se escucharan dos detonaciones en el interior de lo que parecía un tunel de mantenimiento. 

Lejos de su visión, Samuel apenas era sujetado por Rick que intentó tirar de él hacia arriba. El hecho de que disparase no lo ayudó para nada y se le empezaron a resbalar los dedos. La primera bala impactó, incapacitando una de las extremidades extras que usaba para agarrarse a la pared. Os daría un pequeño margen, pero no demasiado. 

Miró por un instante a Marko que se puso de por medio. Pestañeó un par de veces- Madre mía orangutan, ¿Qué demonios te ha pasado?- Preguntó con esa gran sonrisa. 

Alzó la ceja ante el comentario de Daniel- Es cierto. Pero en este caso, tu trabajas para mi- Luego a Mike- pero lo que el dice también, yo solo he venido porque me había sonado la alarma de que alguien estaba en casa y bueno....pocos tienen la llave- Miró de reojo a Marko por un instante- Os he traído armas, protectores y un par de propuestas para salir de aquí o para al menos salir con vida- Se levantó y se encorvó hacia detrás, estirando la espalda con un gesto de malestar.- Podéis aprovechar ahora, o seguir con vuestro camino, a mi me da igual. Al final, todo el complejo arderá hasta los cimientos. 

Liam se arrastró fuera del tunel - Ayuden a Rick - atinó a decir mientras se alejaba de la compuerta lo más posible.

Liam llevaba puesto un mono de color blanco, un traje que alguna vez había sido hermético pero cuyo casco había sido arrancado y que tenía rotos por todos lados, incluyendo codos y rodillas. En el pecho se podía ver un bosillo improvisado son vendas adhesivas, el movil aun se mantenía allí pegado por una banda sanitaria.

Arabelle tiró de Azazel hacia fuera cuando la vio asomarse.

-¡Ponte detrás de mi! - le dijo

En aquel momento Arabelle parecía bastante nerviosa. Estaba despeinada y llevaba puesto un chaleco antibalas. En la mano derecha empuñaba una pistola, mientras aguardaba agachada junto al panel, esperando para cerrar la puerta. 

Ignore a Daniel. Demonio o lo que fuera, si mi vida debia acabar... al menos la veria una vez mas, la oiria una vez mas... pero no...

Orangutan. Esa sonrisa. ¿Por que no estaba... sorprendida? ¿Que pasaba? Aparecia de repente como si nada... aparecia... sin mas... ¿Sabia ella que estaba vivo? No entendia nada, me costaba procesarlo todo mientras mi corazon estaba disparando de tal forma que no entendia como todos no oian el bombear de mi corazon como un eco en la misma sala. Me mire en un acto reflejo por las palabras de aquella que lo era todo para mi.

Un demonio de otra dimension... protocolo de incineracion... Klaus... se sacrifico... - Levante mi manos. - Yo... sobrevivi...

Frunci el ceño ante el comentario de que pocos tenian la lave y esa mirada. - Klaus lo sabia... sabia que estabas viva... por eso... ¿me mantuvo alejado? - Dolor. Confusion. El simple estado de estar completamente perdido.

Las siguientes palabras de aquella que era mi alma gemela, me hicieron suspirar y empezar a acercarme a ella. - No entiendo nada, no se como estas aqui, pero si has escapado del Hades como ya hiciste antaño, si el barquero te ha traido en el viaje inverso, mi lado es el tuyo como siempre ha sido... y siempre sera. - Me plante delante de ella y mire la bolsa. - Aun asi, querre saber por que... porque no... decirmelo... - Mis ojos se humedecieron, mientras miraba a la mujer de mi vida, incluso levante la mano buscando tocarla, saber que era real, el rostro de quien tenia delante.

Deje que la ultima frase quedase clara para ella, antes de mirar la bolsa. - ¿Hay algo para mi? - Si lo habia y siguiendo sus indicaciones, iria a por ello.

Una vez me aseguro de que la chica está a salvo, y viendo que debajo de mí la cosa está complicada, decido que lo mejor es imitar a la que ha sido mi compañera en este viaje hasta este punto.

Trepo por la escalerilla para lanzarme por la puerta hacia lo que espero sea la libertad, o al menos una seguridad relativa.

Daniel sigue de cerca a Marko, aunque este parece ignorarle. Sus ojos siguen centrados en Mona.

- Mona, te recuerdo que hace apenas... horas, fui atacado por un ente que se te parecía en todo. Si, Marko, la conocía antes de ver las fotos. Por eso me sorprendió verla y por eso te pregunté.

Poco a poco, deja atrás la escalera y se abre un poco hacia un lado, teniendo la mesita entre aquella convincente Mona y el mismo. 

- Mona, ¿Por qué no pones lo que nos has traído sobre la mesa? Despacio, para que lo podamos comprobar. Y otra cosa... si tu estás aquí en, digamos, cuerpo y alma, ¿tienes una salida que los demás puedan aprovechar? Creo que sería de gran ayuda -dice, indicando con un gesto de su hombro a Dag- Especialmente para el. Moverle a través del complejo será lento y pesado. Posiblemente va a morir.

Sabe que todo lo que ha dicho va a provocar un montón de preguntas. Pero no lo importa. Parece que ha llegado el momento de poner las cartas sobre la mesa.

Hilv tendió su mano izquierda a Fred para tirar de él y hacer que saliera de aquel túnel, había bajado el arma que sostenía en su otra mano, ya había salido tres personas…

¿Cuánta gente falta?

Preguntó a los que había conseguido una momentánea escapada, echando un ligero vistazo al pasillo por el que habían venido, no fuera a ser que algo quisieras sorprenderles desde su espalda. Se planteó pedir ayuda a Marko, pero el soldado no estaba en su mejor momento, y ponerse a pegar gritos no ayudaría a la tranquilidad que intentaba transmitir al resto.