Partida Rol por web

En cuanto Samuel notó el fuego quemarle la piel sacó el arma de donde la puso y la tiró al suelo mientras que con la otra mano empezaba a quitarse los pantalones , mejor en calzoncillos que teniendo algo que arde muy bien como prenda, interiormente rezó para que la granada no fuera de fósforo blanco porque entonces esto se iba a complicar por momentos.

 - Joder, joder joder - Fue lo único capaz de pronunciar mientras se retorcía y luchaba contra sus pantalones - 

Entré corriendo desde el pasillo.- ¡Marko!- Llamé al dueño de la casa.- Samuel está ardiendo, necesitamos algo con lo que apagar el fuego. Un extintor, arena o una manta.- Dije mientras no dejaba de buscar con la mirada por el comedor algo de lo que había pedido.

Liam reaccionó mientras pasaba por la compuerta, mirando extrañado aquel salón tan normal que lo hacía sospechar otra jugarreta de TITAN. El olor a tabaco y ron fué lo que irónicamente le dijo que el lugar era real, existía, y él estaba allí ¿Seguro? Recorrió la sala con la vista, trespersona, una tan quemada como Fred, pero lo que llamó su atención fueron las fotos pinchadas en la pared. Se acercó a ellas, después de todo era lo que le daba un marco de referencia más similar a su realidad, alguien había estado analizando pruebas, quizá podría ayudar en eso.

Algo en Liam inspiraba desconfianza, difícil saber si era la manera de moverse, de mirar, o simplemente de respirar, lo cierto era que la primera reacción que provocaba era de repulsa y poco hacía su actitud actual para mejorar esa impresión.

Entro por las puertas y miro directamente hacia las escaleras, mirando a Marko. Sin embargo el grito que suena detrás me hace mirar instintivamente a todas partes buscando una manta o un extintor. Si no encuentro nada, me lanzaré a por la bolsa de deporte para ver si dentro hay algo que pueda usarse para apagar un fuego. En caso negativo tendría que valer la propia bolsa.

La misma mierda de siempre. Todo lo que habia en TItan era puntero, pero todo tenia contraprestaciones. Aun echaba de menos el escudo que no habia tenido tiempo de usar. Mi sonrisa se torcio levemente ante ese recuerdo, sobretodo porque me faltaba el gladius.

Rechaze el arma de Daniel. - Ya lo he dicho antes, no uso de eso. No se. - ¿Tan dificil era de entender? Me levante y gire mi rostro hacia Mona, ante sus palabras. - Si sobrevivimos, podras decirme te lo dije. - Estabas aqui, habias estado aqui, asi que lo raro es que no lo supieras ya, a menos que tu tambien hubieras preferido evitarme.

Subiendo las escaleras, comenzó a entrar gente. Reconocí a Azazel y Fred, no así al otro y aunque no me gustó como fue a por las fotos, la aparición y gritos de Mike coparon mi atención. Le mire sin dejar de hacer lo que estaba haciendo, pues necesitaba algo de ropa.

Las palabras posteriores a mi nombre, no produjeron ningun cambio en mi, me gire hacia Mona y Daniel. - Samuel es lo mismo que River. Donde ella debia ser agua, él era fuego o algo asi, pero sin duda no es de los nuestros. - Me movi deprisa hacia arriba, acelere para conseguirme la ropa y comenzar a movernos.

Genial. Todos en el mismo cuenco, con las llamas en su punto algido... no suena a mal final.

- Mona, ya sabes que mi capacidad de infiltración no es mala, pero no era mi labor principal. Yo trabajo mejor en otro tipo de ambientes. Pero haré lo que pueda. -dijo Daniel ignorando los gestos de Marko. Dejó el arma que Marko no quería sobre la mesa y se acercó a la puerta.

Apenas la había abierto, cuando se abrió de par en par y entró la muchacha pelirroja entró presa del pánico. Detrás vinieron más pero Daniel solo tenía ojos para la joven. Parecía un poco confuso. Sacudió la cabeza y apuntó al pasillo con precaución, por si alguien necesitaba cobertura. Y fue entonces cuando parecieron alcanzarle las palabras.

- ¿Samuel? -gritó. Entonces reaccionó - ¡Azazel, todos, levantad la mesa y coged la alfombra! ¡O id arriba a los dormitorios a buscar toallas! -era el único tejido grande y denso que podía encontrar - ¡Sam! ¡Sam! -gritó desde la puerta, pero no dejó su puesto. Se quedó cubriendo la entrada esperando ver si alguien más aparecía. Finalmente, algo cedió y avanzó un paso más allá del quicio.

Y se creó el caos. 

Mientras que Marko terminaba de subir las escaleras, Mona alejaba de malos modos lanzandole una mirada asesina su arma de Azazel. Mike corrió hacia el extintor que había en la cocina, oculto entre bandejas de comida pre hecha, era pequeño, pero algo haría. Daniel empezó apartando la mesa primero, a lo que la joven pelirroja, al ver truncado su intento por armarse, le ayudó tirando de la alfombra hacia la puerta. Fred por su parte, tenía una manta a mano derecha, al lado, que era densa y parecía pesada. 

Liam, en su mundo, se acercó a las fotografías. Era como si estuviera en otra parte. 

En las fotos aparecían 3 personas diferentes, quizás no juntas, pero si que todas tenían en común a una chica castaña y bizca, la misma que estaba en el salón. En algunas aparecía Marko, mayormente sonriendo, pero eran pocas, y en otras un hombre ya un tanto mayor**

La mas antigua por la edad de la chica sería cuando tendría siete u ocho años y se estaba dando un baño en una bañera con un montón de patitos de goma amarillos y navecitas de plástico. Luego otra situada en el parque del lago, en un banco, donde Klaus aun sin cana alguna se tomaba un helado de cono mirando hacia algún lado a la derecha y la misma chica algo mas mayor estaba tirada a lo largo leyendo un libro con las piernas apoyadas en el hombre.

Un par de fotos de cumpleaños, de 14 y de 16 donde ella soplaba las velas de sendas tartas donde una parecía sacada de alguna película de star Wars y la segunda donde la tarta tenía forma de nave espacial de aquella manera hecha, que casi parecía mas una bomba atómica que un pastel. Otra, donde Klaus miraba con gesto de resignación como la muchacha había metido ya los dedos en la nata antes de que el pudiera soplar las velas, 50 decía el número. Se ve que después de eso ella se puso un mechón en el pelo cuyos colores variaban pero mayormente aparecía verde y se lo cortó de la cintura a los hombros.

Otra, ella estaba estudiando una enciclopedia, jugando con mas gente aunque no se viera bien a los demás a un juego de mesa, otra con el hombre mayor comprando al parecer ropa, donde el se había puesto por encima un vestido largo de encaje rojo y ponía morritos mientras ella optaba por el mismo solo que en azul. La graduación en enfermería de ella, con su vestido azul, y él con su vestido rojo mientras la gente los miraba muchísimo.

En otra ella aparecía con un montón de niños que parecían estar en el hospital, Dag* con apenas cinco años al lado, solo que mucho más pálido y sin nada de pelo. Eran 5 niños, dos niñas y tres niños entre los que estaba Dag.  

Dag apareció en un par más, ya algo mas mayor, mientras pintaban huevos de pascua. Había cuatro bastante mas deprimentes donde parecía que tenía lugar un entierro, pero las ropas eran diferentes en cada uno, y casi siempre enfocaban a la chica y el hombre no aparecía. 

Marko, sin barba, bastante más joven que ahora y con gesto de enfurruñado como si no se fiase demasiado de la cámara y con ropa demasiado básica mientras la chica le plantaba un beso en la mejilla al hombre. De fondo estaba esa misma cocina. Una de los tres cenando porquerías mientras parecían estar viendo algo en el salón, en la tele. Klaus de nuevo pareciendo que estaba de resaca llevando un carrito lleno de tarrinas de Helado con la chica al lado cogida de Marko por el brazo, aunque la cercanía era casual. La siguiente era de Marko y la chica jugando a lanzarse palomitas en el sofá, la foto parecía tomada desde la cocina. La chica de nuevo mirando una tarta, que ponía 1, y cuyas velas eran apagadas por el grandullón quemado que estaba allí presente. 

Las siguientes eran un poco mas confusas en general. Estaba la chica sujetando a una especie de lemur o algo similar, pero parecía triste. A partir de ahí la sonrisa se le iba yendo hasta dejar de existir. Daba igual que salieran Marko o el otro hombre, era como si ella estuviese aparte, perdida, y era mas una sensación que una realidad. Incluso cuando llevaba un vestido de premama verde y enseñaba un anillo en el dedo mientras Marko la cogía en volandas la sonrisa no era de verdad. Había una foto, una, era una bañera que se veía a través de la puerta y como las paredes parecían estar escritas con algo un tanto oscuro. Era tenebroso, daba miedo, cualquiera que lo mirase notaría un escalofrio. 

Arabelle cerró la compuerta de inmediato, introduciendo una clave que recordaba de peligro biológico de su oficio, y retirando la tarjeta. Hilv, habia estado apuntando hasta ahora, hacia el interior. Porque si una de esas cosas salía...no, prefería ni pensarlo. Mike se había metido en el piso de nuevo, tras la puerta, y se escuchaba jaleo allí aparte del que estaba haciendo Samuel mientras se intentaba quitar los pantalones. 

Rick, cogió de inmediato y lo ayudó, porque efectivamente, la granada era de fósforo blanco y se había comido la primera capa de tela. Tiró sin miramientos, daba igual que le hiciera daño, daba igual que la escena casi pareciese cómica al estar él sacando por la fuerza desde las perneras la ropa mientras ambos estaban en el suelo. *

Se empezaba a formar una humareda blanca y densa que se iba colando por vuestras vías respiratorias y que provocaría irritación mas pronto que tarde. 

Samuel forcejeo con los pantalones violentamente mientras evitaba tocar las partes que ardían consciente de que el pegajoso agente inflamable se pegaba rápido a la piel y la haría arder y quemarse, mientras seguía profiriendo palabras apuradas de queja. Curiosamente se retorcía como una anguila mientras Rick y él luchaban contra su propia ropa, ahora un enemigo cruel frente a dos mujeres...y no precisamente porque fuese una noche loca para bien.

Ignoré las palabras de Marko, tal vez el pudiera dejar quemarse a un hombre ante sus narices, pero yo no. Localicé un pequeño extintor y con él en mano volví a salir al pasillo.

Extintor en mano volví a salir al pasillo, corriendo me acerqué hasta donde estaba Sam mientras quitaba la anilla de seguridad; había que ser rápido. -Cierra boca y ojos.- Le pedí antes de descargar el polvo que contenía.

Sis miradas fueron de las fotos a la chica del sofá un par de veces, como para cersiorarse de que era ella, y también al otro tipo quemado cuando la estructura ósea de la cara se le hizo familiar, especialmente en la foto sin barba, y cuando comprobó que la cosa iba por lo personal y no era una investigación las dejó de lado. Los gritos acerca del fuego, de alguien que se quemaba, le llegaban distorsionados, como si no fueran con él, como si se tratase de una película puesta en la TV, hasta que su foco salió de las fotos y la realidad lo golpeó como un martillo. Alguien se quemaba, Rick y Samuel estaban reteniendo a dos monstruos en el pasillo, había visto caras, caras nuevas, cara viejas. Mike, el hombre del sótano, lo vió salir extintor en mano por la puerta y la pelirroja y uno nuevo tiraban de una alfombra, y sin preguntar nada fue a ayudarlos.

Tras cerrar la puerta y retirar la tarjeta, Arabelle retrocedió apartándose. Al fin habían salido todos. A su lado Samuel se debatía por quitarse de encima la ropa que parecía haber quedado cubierta de fósforo. Mierda. Ella no era militar, pero sabía lo que era aquello.

Rápidamente fue hacia él a ayudarle a quitarse la ropa manchada de fósforo*. No tenían tiempo que perder, aquello le destrozaría las piernas si llegaba.  

-Tranquilo, tranquilo. Déjame ayudarte

Sin decir nada, cojo la manta que tengo al lado y salgo detrás del tipo con el extintor. La manta parece lo suficientemente tupida como para poder apagar un fuego, o eso espero.

Pensar en alguien quemándose me recuerda mis momentos previos, lo que me lleva a estremecerme y jurarme que haré todo lo posible por salvar a esa persona, incluso si no la conozco demasiado. Desde luego el tema Marko hace tiempo que dejó de tener importancia para mí.

Subiria a la habitacion de Klaus, buscaria algo de ropa y una vez diera con algo que me viniese bien me lo pondria. La mano seguia tocando la vaina, como acto reflejo, como si me trajese algun tipo de recuerdo.

Ahora ya estaba armado…

Suspiró aliviada cuando Arabelle cerró la puerta, pero no se relajó en absoluto, sino que se mantuvo apuntando por si esa cosa era capaz de atraversarla, o al menos saber si estaba intentándolo.

Ya había suficiente gente ayudando al chico ardiendo, así que se mantuvo al margen viendo que parecían progresar en la extinción del incendio.

Venga, venga, tenemos que irnos…

Apremió a los que quedaban en el pasillo, no estaba segura de si esa puerta aguantaría, y además, no había olvidado el tiempo del que disponían, o al menos era lo que había dicho aquel mensaje.

Su intención era la de ser la última en abandonar el lugar, pero tenían que ser rápidos.