Partida Rol por web

Zona médica de primer despertar no inducido  

Hace 10 años

Las primeras semanas ocurrieron como en un sueño. Apenas podías ver, ni oír, y mucho menos moverte. Solo recordabas algunos sonidos distantes, un sabor férreo en la boca, dolor en las articulaciones y unos pinchazos como si mil hormigas te estuviesen comiendo lentamente.

Poco a poco, empezaste a ser consciente de donde estabas, en una cama, en un dormitorio blanco que te sonaba extraño pero a la vez familiar. No sabías para que servían esas cosas que hacían ruidos y tenían sonidos bajos y constantes, pero reconocías que tenían una función médica. 

-Buenos días- Una voz llamó poderosamente tu atención. A tu lado, pese a mirar y haberlo visto, no te habías percatado del anciano de pelo canoso que estaba a tu lado, vestido de blanco, con una especie de traje de túnica azul debajo. El hombre miraba un papel, o algo así, estaba sobre algo duro, que no era madera ni piedra, pero aun no podías recordarlo todo. Tu cerebro aun estaba en proceso de análisis del entorno. - ¿cómo se encuentra? – Tenía una voz sosegada y tranquila, sedante incluso. 

Te sentías mareado y confuso, casi sin fuerzas en el cuerpo. Estabas drogado

Zona médica de primer despertar no inducido  

Hace 10 años

Sabia que estaba tumbado, pero de poco me servia pues no podia moverme, solo sentir y sufrir en este confinamiento tan extraño. El dolor recorria las articulaciones, se fijaba en ellas y aun sin ser capaces de moverlas me hacia sentir como si algo fuese a romperse, mientras eso ocurria los musculos de mi cuerpo eran castigados con pinchazos tan numerosos como si las mismas hormigas rojas del desierto estuvieran cebandose con mi cuerpo y aun asi, seguia sin poder moverme. La unica sensacion imperecedera, constante era el sabor de mi boca, tan similar a la sangre que daba miedo pensar que serian las otras cosas, mas ni eso alteraba mi pulso. Por algun motivo sabia que debia tener miedo, pero no lo tenia.

El mundo difuso de mi alrededor tomaba forma a intervalos. No es que entendiera donde estaba, ni por asomo. Mas al menos podia estudiar el sitio. Una habitacion blanca que se me hacia familiar por motivos desconocidos y una serie de aparatos que no dejaban de emitir ruidos en ningun momento, mostrando graficas que no entendia y aun asi, mi escasa comprension de ello me decia que todo tenia que ver con mi salud, con mi vida. Era una sensacion extraña no saber algo y aun asi reconocer patrones del mismo... mientras mi cuerpo parecia seguir siendo el ataud de mi consciencia. Al menos cuando esta regresaba de la oscuridad en la que solia caer.

Una voz rompio por primera vez la repetitiva escena. Una imagen, una figura casi fuera del rabillo de mi ojo, me llamo con tal fuerza que senti la imperiosa necesidad de girarme, de mirar en su direccion. La vision se nublo pero poco a poco se enfoco, permitiendome ver a un hombre mayor, de pelo canoso. Una bata blanca sobre una ropa de tonos azules debajo cubria su cuerpo mientras estaba sentado... sobre algo que no reconocia y sus manos sostenian algo similar al papel y aun asi intentar forzar mi memoria producia mas dolor de cabeza. Quise responder a su saludo, pero mi boca pastosa y aun con el sabor del hierro, se mostro poco comunicativa por mas que yo lo intentase. Volvio a hablar, preguntado por mi estado...

Intente de nuevo hablar pero apenas un murmullo escapo de entre mis labios. Respire algo mas hondo y por fin fui capaz de hablar, aun notando como las escasas energias de mi cuerpo me abandonaban. - Mareado... todo...es... difumi... - Tuve que detenerme, era necesario. Tome aire de nuevo. - Agotado. - No sabia porque pero sentia la necesidad de contestar y mas aun, su voz aprecia calmar mis dolores... tan extraño, tan familiar...

Zona médica de primer despertar no inducido  

Hace 10 años

¿Operacion?¿Fui herido? No recordaba que me hubiesen herido...¿Ni donde?¿Ni cuando? Mas lo peor no era no entender de que hablaba, era la forma en que me miraba. Su mirada paso de mis ojos a algo en mi propio cuerpo que no podia ver y esa intriga, dio lugar a una sensacion de que algo estaba muy mal salio, realmente mal, sobretodo porque por calmado que estuviera él, por sedante que fuera su voz. No tenia ni idea de quien era él. Esa sensacion aumento, crecio, dando lugar a un estado de indefension que no tardaria mucho en convertirse en colera, podia notarlo, casi degustarlo en la base de mi lengua. Mi cuerpo reaccionaba ante eso, queria saber, yo queria entender que pasaba y ese hombre no me decia nada...

Su pregunta rompio el crecimiento de esa ola, la deshizo por completo, obligando a mi mente a centrarse en recordar algo. Cerre los ojos y me concentre e esos nimios detalles que me habia pedido. No debia ser muy dificil... ¿Quien seria capaz de olvidar su nombre? Lo ultimo que estaba haciendo, sin duda resultaria complicado... si habia sido herido...

" Corrías bajando por la ladera embarrada, olías la tormenta que hasta hace poco estaba sobre vuestras cabezas. -Id a la derecha, a la derecha, nos están alcanzando!- una voz tronó en tu mente, conocida, familiar. Podría ser un compañero de armas, pero eras incapaz de verlo, incapaz de recordarlo. 

El sonido de algo al rasgar el aire pasó muy cerca tuyo, tan cerca que tropezaste y rodaste unos metros, parando el golpe una roca que te dio de pleno en el pecho. Cuando alzaste la mirada, turbia como la noche, solo pudiste ver a decenas de tus hermanos huyendo de algo tan oscuro como el vacío, y, lentamente, fuiste olvidando sus nombres, fuiste olvidando sus caras, fuiste olvidando sus recuerdos...casi te olvidaste de hasta tu mismo.

Pero no tu nombre, Marko Deus"

Zona médica de primer despertar no inducido  

Hace 10 años

Mi mente se centro en recordar, en buscar algo aparte de este infierno blanco en el que me encontraba y la voz adormecedora del medico que me hablaba. Nada, no habia nada, solo oscuridad y mis ojos volando entre mi memoria, oscura como la boca de un lobo, oculta a mi o perdida de todas formas. Justo cuando estaba por rendirme, justo cuando ya habia perdido la esperanza algo vino a mi. No fue agradable, no fui facil y no entro poco a poco. Fue doloroso, directo y sin compasion, como los relampagos de una tormenta no querida al estallar contra la tierra. El recuerdo era vivido, peligrosamente vivido, mis manos se cerraron sobre si mismas sin que yo se lo hubiera pedido.

Truenos, rayos, relampagos y lluvia. Todo habia ocurrido despues de ellos. La tormenta habia pasado, dejando un campo embarrado donde era dificil moverse, sus ultimos trazos blancos rompian la oscuridad del cielo lo suficiente lejos como para no ser un peligro para las tropas. Mis botas se hundian en el fango, el ruido de succion les acompañaba a cada paso mientras a mi alrededor mis hermanos huian, corrian de algo que se alzaba como una eternidad de oscuridad, como si el mismo Hades, Señor del Inframundo, hubiera decidido tomar la Tierra para si mismo tras tantos siglos de esclavitud. Algo rasgo el mundo a mi lado, ni siqueira fui capaz de ver que era, pero la fuerza y el impetu me hizo perder pie. Cai, resbale, hasta que la misma pendiente me llevo hasta una roca. Mi cuerpo choco contra ella con la suficiente fuerza como para quitarme el aliento, mis ojos se alzaron para ver la retirada general de todas las tropas, de todos mis hermanos mientras el mismo vacio se hacia con el control del lugar... y mis recuerdos se desvanecian, lo olvide todo, a todos... menos a mi mismo. No olvide mi nombre. Marko Deus.

Marko Deus. - Mis labios pronunciaron mi nombre antes de que yo despertara, antes de que mis ojos se abrieran. El malsueño desaparecia, una realidad loca y sinsentido se anclaba parcialmente en mi mente. Mis ojos se fijaron en los del medico. No habia miedo, sino incredulidad por lo que habia visto... - Recuerdo a La Muerte, avanzando sin piedad sobre los cuerpos de mis hermanos, provocando tal terror entre sus filas que huian en desbandada mientras todo lo demas, dejaba de tener sentido. - Esos ultimos recuerdos, esa ultima oscuridad. ¿Habia muerto? ¿Habia sido reclamado en el Inframundo? ¿Era alguna tortura? Mis ojos se clavaron en los del medico como un halcon haria en su presa. - ¿Estoy muerto? - La impresion que mis propias palabras me provocaba, no me dejo alzar la voz mas alla del murmullo.

Zona médica de primer despertar no inducido  

Hace 10 años

Si, moriste Marko, pero solo fue un trance, ahora estás entre los vivos. Has sido elegido entre miles para afrontar una tarea tan terrible como productiva- se levantó del asiento y anotó un par de cosas más en el papel

Estarás cansado unos días, luego veremos si puedes andar, todavía tus músculos son flojos, eres como un recién nacido, en todos los sentidos- una ligera sonrisa sincera se dibujó en su rostro. Como un rayo, reconociste el orgullo en su mirada. Sea quien fuese, el se sentía orgulloso de ti. Como un padre cuando observa a su hijo el primer día en la palestra. -Mi nombre es Klaus, soy quien se encargará de cuidarte hasta que estés fuerte...y, bueno- alza un poco la barbilla- soy quien te ha traído de vuelta. 

Zona médica de primer despertar no inducido  

Hace 10 años

Su afirmacion, la facilidad con que las palabras salen de su boca, afirmando algo tan simple como traer a alguien de vuelta me resulta tan simplemente apabullante que le miro sin decir nada. Asimilando lo que me dice mientras una pequeña parte de mi me dice que he sido testigo de milagros asi antes... quizas no con la resurreccion de los muertos pero si de un nivel similar. ¡Por Marte! La expresion aparece con facilidad, no la entiendo del todo o quizas si, pero no me distrae de la realidad. Me han traido por un motivo, para llevar a cabo una tarea terrible, pero que de alguna forma sera productiva... eso no significa que sea buena. Solo que alguien sacara beneficio de ello. No se quienes, no se quien, pero algo no suena bien y aun asi... aqui estoy. Entre los vivos de nuevo.

Sus palabras son todas certeras, mi cuerpo esta debil, cansado. Agotado mas bien. ¿Como un recien nacido? Supongo que si, supongo que en cierta forma he vuelto a nacer, quizas es el paso al Inframundo el que me ha dejado asi de debil. Arrancar un alma de sus garras no debe ser facil, ni siquiera con la tecnologia que ellos poseen. Mas no son sus palabras lo que atraen mi atencion, sino su sonrisa. la forma en que la trasmite, en como me mira. Esta orgulloso de mi, aunque no se porque, entiendo bien esa mirada. Es la mirada de un padre, de un padre que mira como su retoño va por buen camino... ¿Quien eres realmente?

Mi pregunta es contestada aunque no la haya expresado en alto. Klaus es su nombre, sera mi cuidador... eso lo entiendo pero es cuando parece que se va cuando mis ojos se abren como platos. ¿Él? ¿Él me ha traido de vuelta? Mi mente se nubla, intento centrarme ante lo que me dice y aun asi, la certeza de que es cierto es clara en su mirada. Siento nauseas pero me contengo, n lo entiendo... no lo comprendo pero aun asi, es una realidad y debo apegarme a eso. Estoy vivo, la Muerte intento matarme y ahora estoy aqui... vivo... con la posibilidad de vengarme por lo sufrido. Mire de nuevo al hombre, mire al suelo y de nuevo a los ojos de Klaus. - Gracias. - Que mas podia decir, como expresar el jubilo de estar vivo y el miedo a ese mismo hecho de una mejor forma.

No me gustaba, no lo entendia, pero él me daba la posibilidad de entenderlo. Un padre no suelta a su hijo sin mas, lo educa, lo ayuda a entender y eso es lo que necesito. Entender que pasa.

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Hace 10 años (1 semana después)

No solo Klaus pasaba contigo por lo menos 3 o 4 horas al día, si no que, además, te traía algunos libros muy fáciles que no sabías como, podías entender. Eran libros para niños, con muchas imágenes y vocabulario simple. Según te explicó el, debido a tu nueva vida, tu mente y tu cuerpo aun tenía que acostumbrarse a la normalidad. 

También te aseaba, y cambiaba esas bolsas con desechos que parecían provenir de ti. Te enseñó como funcionaba la televisión y como poder buscar películas para que no te aburrieses, explicándote que eran si era necesario. Se preocupó de traerte comida que te gustase, bebida que te agradase y estuvo ahí cuando llegó el día en el que podías intentar ponerte de pie.

-Venga, apóyate en mi- inquirió el hombre, pese a ser un peso pluma y estar mayor y anciano pretendía de verdad ser tu apoyo. Quizás, nunca viste tanto amor en unos ojos que te miraban. Te destapó de la sábana, y viste tu piel tersa y suave, como la de un bebe. De hecho, el rozar de las sabanas te produjo una sensación mucho mayor de que lo sabes que era normal. 

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Hace 10 años (1 semana después)

Klaus cumplio su palabra, no entendia porque, pero eso me resultaba gratificante. El hecho de que fuera capaz de mantenerse fiel a las cosas que me decia, o me explicaba, implicaba un cierto grado de honor, algo que entendia y comprendia de una forma que iba mas alla del tiempo actual. Los libros que me traia eran para niños y aun asi era capaz de entender el idioma con relativa facilidad. Muchas imagenes me permitian asociar las palabras con las mismas, pero aun asi habia algo mas , mi mente recordaba y entendia el idioma que me daba, pero otras muchas veces tambien recordaba como llamarlos de otra forma. El dia donde mi entendimiento alcanzo otro punto fue cuando vi por primera vez el aguial, el aguila imperial en toda su majestuosidad en una simple foto. Mis dedos recorrieron la figura pobremente retratada en el libro de niños y aun asi, cuanto mas la miraba, mas me veia reflejado en ella. Uno de los dias cuando entro lo primero que hice fue mostrarle la imagen en si, señalando con un dedo. - Aqui pone aguila, entiendo eso, pero... mi mente tambien recuerda aquila. - Le mire esperando alguna respuesta. - Esta imagen es la del animal, sin embargo desde que la vi, mis sueños me muestran algo distinto... un aguila con dos cabezas... ¿existe un animal asi? ¿un aguila con dos cabezas?

Mas la educacion no era su unica tarea, el hombre me cuidaba en cada aspecto de mi vida. Es mas parecia que su vida estaba dedicada a mi. A mi cuidado, cambiando las bolsas donde iban mis deposiciones de una forma que me resultaba no solo vergonzosa, sino embarazosa. Mas de una vez intente prevenir ese hecho, eso no estaba bien y yo en cierta forma em sentia insultado por ello. Mi cuerpo era el de un adulto y aun asi, aun asi... parecia un bebe. No, no lo parecia... lo era. La forma de devolverme a la vida, el mismo regalo en si era algo incalculable, pero no esperaba que le paso de Inframundo al Mundo fuese tan ingrato y aun asi, no podia quejarme. Que era la vida, respecto a un poco de vergüenza. El respeto por ese hombre se ampliaba a cada dia que pasaba desde que desperte. Su dedicacion era digna de elogio, digna de... un padre. Me enseño como funcionaba la ventana de la pared, no era una simple ventana sino una especie de conexion a un mundo de... ¿divertimento? Salia gente alli dentro, haciendo cosas cotidianas o no tan cotidianas pero ellos no eran asi, eran "actores" habia dicho Klaus. recordaba los anfiteatros, sabia lo que eran los actores y aun asi... parecia tan distinto y cercano al mismo tiempo. No me gustaba, no me gustaba para nada pero Klaus pensaba que debia aprender, incluido eso asi que no me queje. Solamente intente buscar las comedias, al menos eso si lo entendia. De nuevo esa extraña y plana ventana que el llamaba "tele", me dio mas de un susto. Imagenes, escenas, aguilas, espadas, un emblema con una simbologia que conocia de alguna forma. "SPQR". Al igual que ocurrio con el aguila ese fue otro punto de mis conversciones con Klaus.

Entre la multitud de conversaciones que tuvimos me senti en la necesidad de preguntar, quizas fuera demasiado pronto pero debia saber. - ¿Porque me trajiste a mi Klaus? Dijiste que habia mucho donde seleccionar... ¿que me hizo tan especial para que arrancaras mi alma de las garras de Hades? - Era una pregunta que me hacia a menudo, incluso dormido. Como no hacersela a aquel que cuidaba de mi como si fuera su hijo. Eso como no nos llevo a las siguientes preguntas y eran mis sueños, esos retazos, esos flashes que me venian... y que no entendia del todo. - ¿Mis sueños son reales? Lo que alli veo es diferente a esto, la gente es diferente a ti...

Por fin llego el dia en que debia intentar ponerme en pie. El cuerpo de Klaus se suponia que debia hacer de contrapeso o mulet,a pero mientras mas veia mi cuerpo y el suyo, mas estaba seguro de que esto acabaria mal, pero el hombre tenia ganas de hacerlo y sin duda yo no le quitaria ese brillo en los ojos por algo tan basico como mi tamaño. La manera en que quito la sabana me produjo un extraño cosquilleo, una sensacion como si fuera la primera vez que recibia ese trato, ese roce, la sensacion no debia ser tan fuerte, no lo seria de ser una piel curtida... pero la mia se veia exactamente como la de un bebe. Limpia, pristina, sin niguna marca, inmaculada como si acabara de nacer... esa era la realidad. Mi mente parecia recordar, pero el cuerpo en el que me encontraba aunque mio, era nuevo. Completamente nuevo y por eso mismo echaba de menos cosas, cicatrices y marcas que mis manos podian tocar pero mis ojos no veian. Me levante lentamente, apoyandome en Klaus lo imprescindible mientras mentalmente forzaba a mi cuerpo a mtenerse sobre si mismo. No queria hacerle daño, daba igual lo que hubiera hecho ahora mismo, la manera en que me miraba era la forma mas cariñosa en la que nunca andie me habia mirado y me sentia obligado a no defraudarle. Un extraño sentimiento que dio pie a que hiciera mi mejor intento de intentar que mis piernas me sostuvieran... solo esperaba no avergonzarle.

Oh bueno, igual de donde tu vienes se llama así, por lo cual sería un sitio muy parecido a este- te explicó con voz tranquila mientras observaba la imagen- no, aquí no existen las aguilas bicéfalas, pero en la antiguedad, había unas tierras donde su bandera esa esa. Mira- te mostró la imagen 

"Basileus Basileon, Basileuon Basileuonton" -dijo solemne- ¿entiendes lo que dice Marko?- te miró con expectación- desde hace tiempo, esta imagen se ha usado para el poder de algunas imágenes de reinos, extendiéndose a lo largo de los siglos. 

Marko, a veces, hay alguien que brilla, que deja rastro, que deja marca. Nos encontramos con muchos como tu, pero, por desgracia, si las condiciones no son óptimas, no podemos traerlos de vuelta, en tu caso, aunque dificil, conseguí descifrar tu mapa interno, tus células, lo que te compone, y lo re hice de nuevo, para traerte, estás en otro mundo, y lo que recuerdas son partes de tu mundo de origen- por un segundo te pareció que dudaba de sus palabras, o sentía miedo, al que, eso aun no lo sabías- nosotros, tu, yo, nos dedicamos a intentar que lo que te mató a ti y a tus compañeros no lleguen a nuestra casa, por eso viajamos, lejos, muy lejos, para tomar información, pelear por nuestra supervivencia es siempre algo que hay que tener en cuenta pequeño.- No mencionó nada mas del tema y lo rehuiría hasta que fueses mas grande, palabras textuales de él. 

Ahí estamos, venga- hizo fuerza para mantenerte, ya que tus piernas aun flojeaban- voy a soltarte lentamente, agárrate a la cama mientras te traigo algo con lo que ayudarte- lentamente, te fue soltando dirigiéndose con rapidez al pasillo que daba fuera de tu habitación 

Zona médica de primer despertar no inducido  

Hace 10 años (1 semana después)

¿De donde tu vienes? Esa simple frase me dejo extrañado, confuso, mientras miraba al hombre que me trataba como un hijo buscar algo antes de mostrarmelo. Dude unos instantes, mirandole a él directamente a los ojos por lo que cuando mi mirada se desvio a la imagen que habia entre sus manos, simplemente me quede en blanco. Extendi mi mano para tocarla con mis dedos. Era igual identica practicamente en todas sus lineas, las diferencias era minimas. ¿Como era eso posible? Sus palabras daban a entender que un lugar de poder, o varios las habian usado como emblema... eso era interesante porque cuando veia la imagen en mis sueños, era como si estuviera rodeada de un poder palpable, tangible. Casi como la describia Klaus.

Hablo en un idioma que no era el que habia hablado desde que desperte, era otro y sin embargo, se sentia familiar, cercano... se sentia incluso mejor que cuando intentaba hablar el idioma con el que siempre conversaba con él. - Lo entiendo, si, se lo que significa y tambien lo que implica. - Le sonrei, no por satisfacer su expectacion porque parecia como si algo dentro de mi se abriese lentamente. Klaus siguio hablando, abriendo mi mente de tal forma que era doloroso, sus palabras implicaban tantas cosas. Implicaba que no era un individuo mas, sino que tenia un destino, un objetivo y que por ese motivo me habian arrancado de las manos de Hades. Le mire confuso, intentando asimilar todo lo que me contaba. Otro mundo, un mal por venir. Recordaba a La Muerte, a mis hermanos muertos... pero eso tambien implicaba que aunque pareciamos iguales, Klaus y yo no lo eramos. Mundos distintos, razas ¿iguales o similares? Era demasiado, demasiado, mis manos tocaron mis sienes mientras intentaba respirar, no era miedo, era simplemente mucha informacion. Me relaje, use mi respiracion, usando un trance que no recordaba haber aprendido de Klaus.

Tu y yo somos iguales, o lo parecemos por fuera... - Recordaba los viajes mas alla de los cambios, sabia que los Dioses en su sabiduria no habian creado una sola esfera y la habian dotado de vida, sino que habia mas ahi fuera y no todas eran buenas... pero no recordaba encontrar a ningun ser que fuera tan similar a mi. Siguio hablando de ese mal, de esa oscuridad cargada de destruccion. - No lo entiendo todo, es decir, se de lo que hablas pero necesito procesarlo. Es demasiado... aun asi, si recuerdo a mis hermanos legionarios, si recuerdo la oscuridad, la tormenta y sus muertes. ¿Que paso con ellos? ¿Que paso con mi mundo? - La ultima pregunta no me atrevia a decirla, no podia siquiera pensar en ser el ultimo, aunque hace un momento ni siquiera hubiera creido que estaba en otro mundo... aunque sus construcciones tenian poco sentido para mi. Alargue mi mano y tome agua, me mire reflejado mas alla de la misma en la ventana de enfrente. Soy Marko Deus... soy Marko Deus y este no es mi mundo, el hombre que me trata como a un hijo me ha arrancado del Inframundo haciendo algo que no entiendo. Es demasiado, debo centrarme en lo que entiendo y por raro que sea todo esto... Klaus no es una amenaza, es un amigo, un padre. Quizas no entienda lo que dice, aun no, pero se que me ayudara a entenderlo.

Casi en pie, con su ayuda hasta que me dejo apoyandome en la cama y salio corriendo en busca de algo. No me dejo a la intemperie pero fue mas rapido de lo esperado y aun asi, una parte me decia que fue demasiado lento. Use mis brazos, para ayudar a mis piernas que apenas conseguian sostenerme. La cama ayudaba en su cometido cuando vi mi cuerpo entero reflejado delante mia, era yo y no lo era, era un guerrero, un legionario mirando con rostro adusto y duro. Midiendome, le devolvi la mirada, intente plantarme de pie para esa figura, pero mientras lo intentaba desvie la mriada y alli no habia nadie mas que mi relfejo. Cerre los ojos y al abrirlos me concentre en mantenerme de pie, en buscar la fuerza dentro de mi para no decepcionar al otro ser que estaba mirando... debia ser fuerte, mas que fuerte... mucho mas de lo que nunca lo habia sido.

Ante tantas preguntas, la mayoría bastante oscuras en estos momentos Klaus se limitó a contestar con brevedad, intentando que cada una de sus palabras, mas corta que la anterior pasasen rápido por tu mente.

Ya no están, lo siento. - Por la forma de decirlo, parecía que el también los había perdido. El silencio se hizo tan tenso que acabó rompiendo la realidad de ambos, haciendo que perdiesen unos preciados minutos de sus vidas.- Marko, este ahora es tu mundo- sentenció acariciando distraídamente tu mejilla con cierto énfasis, como si fuese un niño que tuviese que entender algo que aun permanecía lejos de su alcance. 

Volvió al poco con una especie de andador que a ti se te antojaba un artefacto sacado de propio infierno en un primer momento. Casi te asustaba, no te parecía para nada lo que el te dijo que era- tienes que apoyar aquí las dos manos, en esta barra, y el resto de la estructura te permitirá aguantar el peso. Eres un gran muchacho, ya verás, vas a ser muy codiciado entre algunas chicas- se rió un poco por lo bajo, negando como si una broma que solo él podría entender se hiciese hueco en su corazón.  

Así, con calma- te guió en el proceso- en estos primeros días vamos a ver como vas, como reacciona tu cuerpo, la semana que viene, te haremos unas pruebas médicas para empezar una rehabilitación y que vuelvas a recuperar masa, has perdido peso desde que volviste. - con un gesto curioso, te cerró la bata de médico por detrás, por el cual, te estaba entrando un fresquito interesante. 

¿lo notas todo como nuevo no? Es normal, tu cuerpo es nuevo, es como si todo fuese nuevo, así que con calma, si te caes te dolerá bastante

Zona médica de primer despertar no inducido  

Hace 10 años (1 semana después)

Klaus respondio a mis preguntas, lo hizo de forma escueta, directa, casi como intentando usar sus palabras para cortar mis pensamientos y la verdad, lo consiguio. Lo que decia, lo que entendia de sus palabras convertia la conversacion de hacia un momento en banal. No estaba preparado, podia notarlo, no por mi cuerpo, mentalmente intentaba asimilar todo lo que decia Klaus y lo que no decia, estaba siendo agotador. Tuve que detenerme en mas de un momento, permitiendo a mi cuerpo seguir sin que mi mente estuviera centrada, hasta que por fin Klaus dio con el mayor golpe de todos. Mi mano con su escasa fuerza se cerro sobre su hombro, no habia ira o resentimiento, eso era impensable, al menos contra él, mientras mi pie ligeramente apoyado en el suelo bailaba sin feurza ninguna.

Su disculpa, su afirmacion de que mi mundo, mi especie se habian extinguido fue demoledora. Los capiteles esculpidos en marmol de ignis del templo de Marte, las estatuas bañadas en oro de la avenida de los heroes y el tremendo Coliseo, que se alazaba por encima de todos los edificios de de la capital, ya no existian, ya no resonarian con fuerzas las voces de los mios por ellos. Me quede paralilzado al recordar esos nombres y aun asi, sabia que era cierto... que esos lugares habian existido hasta que la Muerte, vestida de oscuridad, se alzo sobre aquel malhadado campo de batalla. Mis sueños, la gente que habia en ellos y que sin duda habia formado parte de mi anterior vida, habian dejado de existir, quemados, destruidos sin posibilidad de retorno y sin embargo, este hombre. Este extraterrestre, segun las formas de mi antiguo idioma, me decia que yo estaba aqui para tener un final mejor. Me habian arrancado de las manos de Hades como si fuera el mismo Marte, quien conocedor de la debacle de su pueblo parecia haber elegido a un brillante guerrero para vengar a los suyos. Klaus decia que dejaba o podia dejar marca y aun asi... ¿era merecedor de algo asi? ¿Era digno de un destino de ese calibre?

Klaus se fue y mientras el legionario me devolvia la mirada, supe que las preguntas de mi mente daban igual. Si no era digno, me haria digno. Llevaria con honor lo que significaba ser un legionario, ser un hombre de un mundo aniquilado, en mi vivirian sus costumbres y por mi mano, moririan sus enemigos. Si era el ultimo de los mios, no habia mas que podia hacer... salvo dejar esa marca de la que habia hablado el hombre al que se lo debia todo.

Klaus aparecio de nuevo con lo que sin duda me parecia una maquina sacada para la peor de las torturas. Me obligo a colocar las manos sobre una barra y a usar esos trozos de metal mal puesto para poder arrastrar mi cuerpo de un lado a otro. Carecia de dignidad ninguna, pero este hombre no me habia fallado. Este heraldo de vida y significado era un amigo y debia confiar en él... aunque no fuera de los mios. ¿Hablo de chicas?¿Codiciar? Entendia el termino pero no el significado en la frase. - ¿Codiciar? - Le mire extrañado pero esta maquina infernal requirio de mi atencion de nuevo, para que no cayera al suelo. No entendi nada de lo que me dijo solo que no estaba en forma, que mi cuerpo por el paso a traves del Inframundo habia sufrido y que él se encargaria de devolverlo a su antiguo ser.

Una suave corriente de frio atraveso mis ropas, provocando que me quedara helado, no solo por el frio sino por la extraña sensacion. Fue Klaus quien no duda en abrochar algo a mi espalda, le mire con resignacion pues aun con mi tamaño no podia hacer nada mas que dejarme guiar. No me gustaba, pero no debia quejarme, mi frustracion no ayudaria, debia centrarme en recuperarme. Asenti a su palabras. - Mi piel es como si nunca hubiera recibido roce ninguno. Recuerdo cicatrices, el tono de la misma y son diferentes, el frio, el aire, cada pequeño detalle parece acentuado como si fuera el primero... - Suspire pesadamente. - Supongo que lo es... mi verdadero cuerpo yace tirado en un cenagal... en... en... - Ni siquiera recordaba como llamaba a mi planeta, o como debia llamarlo. Mis manos se crisparon sobre la retorcida estructura. El momento paso, la respiracion agitada se tranquilizo y mis ojos volvieron a Klaus. - Enseñame, enseñamelo todo... - Un legionario nunca se rendia. Nunca.

Zona médica de primer despertar no inducido  

Hace 10 años (1 semana después)

Codiciar significa desear, querer - pensó formas mejores de decirle aquello, mientras le guiaba con cuidado por la habitación. Sin prisa pero sin pausa- era una especie de broma, a las mujeres y algunos hombres les gustan la gente grande, como tu- alza las cejas algo divertido. 

Bueno, así es, tu cuerpo es nuevo, ha sido creado y modelado, tendrás que volver a acostumbrarte a todo, será dificil pero no imposible, luego conocerás a quien te ayudará en eso, su nombre es Mona, es una chica encantadora - sonrie amablemente- solo ten un poco de paciencia

Puso una mano en tu hombro cuando te notó crispado.- Marko - su voz se tiñe de preocupación- hay cosas que no recuerdas verdad? Sabes que había algo, pero no logras recordarlo, es como si nunca hubiesen existido ¿no es así? 

Zona médica de primer despertar no inducido  

Hace 10 años (1 semana después)

Le mire cuando me explico bien el significado segun sus terminos, mientras poco a poco caminabamos por la habitacion. Mas cuando dijo que era una broma fue cuando mas me relaje, no acababa de entenderla del todo, asi que Klaus me la explico. Una broma por el hecho de que mi cuerpo atraeria a mujeres y a algunos hombres. Le mire de nuevo, asi que por codiciar se referia a que querrian contacto conmigo, intimo o sexual como minimo. Ni siquiera recordaba algo como eso, habia flashes de otro tiempo, de otras mujeres pero nada concreto, ningun rostro, ninguna imagen segura o cierta. - Recuerdo a las mujeres, sus cuerpos, sus formas y curvas, mas ningun rostro. - La definicion de hombre grande me resultaba incomprensible, pues mi cuerpo estaba escualido en comparacion con como debia se referiria a... No, seguramente el ya sabia como debia ser.

Hablamos entonces de mi cuerpo, como si hubiera sido sacado hacia nada de la misma forja del mundo, de la forja donde los Dioses crearon al hombre. Asi pues mi antiguo cuerpo no existia, habia sido reconstruido como a veces se decia en la mitologia que eran capaces de hacer los Dioses... y aun asi Klaus no parecia uno de ellos, pero parecia entender cosas mas alla de lo que yo nunca habia visto. Hablo de una chica, una mujer de nombre Mona que me ayudaria a recordar como hacer funcionar mi cuerpo, a "rehabilitarlo" lo llamo. Fuera como fuera me dijo que debia tener paciencia con ella y con el proceso, no entendia el motivo de hacia ella, pero entendia mas o menos porque con mi cuerpo. Si era nuevo, debia acostumbrarlo poco a poco, como habia hecho antes, cuando naci... alli. - La tendre. No podemos aprender a correr, si primero no sabemos caminar... o gatear. - Si, me sentia como un bebe y aunque no disfrutaba de la sensacion, sabia que apsaria, como todo lo demas.

Su mano en mi hombro, sus palabras tan cercanas, tan certeras debian darme miedo y aun asi no lo hacian. ¿Como podia algo darme miedo ya, tras todo lo que mi mente recordaba y mis ojos veian? - Recuerdo lugares, formas, figuras, mas no tienen rostro, no tienen nombre. Son olvidades, fantasmas de gente que deberia existir, pero no lo hacen... ni siquiera recuerdo el nombre de mi familia... ni de mi mundo. ¿Por qué?

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Hace 10 años (1 semana después)

Klaus pareció pensar si debía darte mas información al porqué no recodabas esas cosas, pero una sombra cruzó por su mirada y acabó negando. No era el momento ni el lugar. 

La primera semana fue un verdadero infierno, tuviste que aprender no solo a andar, si no a sentir. El suelo estaba demasiado frío a veces, la sensación de hormigueo cuando la piel se te ponía de gallina era bastante desagradable.Tu vista tardaba un poco aun en asimilar una luz "normal" según tu tutor y ahora padre. La comida que te empezaron a dar era mas consistente y los sabores a veces no eran agradables. Te quitaron las bolsas de residuos y dolió como el verdadero infierno, incluso tuvieron que acabar por atarte. Luego vino la aventura de las necesidades fisiológicas. 

La primera vez que Klaus te afeitó decentemente la piel te tiraba tanto que las lágrimas saltaban sin poder evitarlo y la ducha...ese cacharro infernal que escupía agua a presión como fuesen puntas de lanza de pequeña medida, a veces fría a veces ardiendo. El hombre te había enseñado como podías usarla y solo se quedó la primera vez, mas para vigilar que no te cayeses que para otra cosa. Aunque si te vio confuso por el uso de los jabones te atendió sin problema alguno. 

Cuando te pusieron la primera vacuna tu cuerpo entero ardió como si fuese lava lo que recorrían tus venas. Al final de cada día, estabas agotado, no tardabas ni unos minutos en dormirte, incluso a veces te quedabas dormido en la silla donde debías descansar tus doloridos músculos tras cada 20 minutos de caminata por la habitación y el baño. 

Zona médica de primer despertar no inducido  

Hace 10 años (1 semana después)

Klaus decidio que ya era demasiada informacion, que debia asimilar las cosas lentamente y a partir de entonces se dedico a responder a preguntas sobre el ahora y mis necesidades en este nuevo cuerpo. La definicion exacta fue el infierno, habia dias que no tenia claro si realmente habia salido del Inframundo o solo era una jugarreta de este para asi disfrutar mas de mis penurias. La semiinvalidez fue desapareciendo y aunque mis musculos ya me permitian mantenerme de pie de una forma decente, lo demas era todo un calvario, un verdadero camino pavimentado con dolor a cada minuto del dia que estaba despierto... porque lo que si hacia era dormir como un bebe. Fue a lo largo de estos primeros dias cuando comence a reocrdar las palabras que no se debian decir en las reuniones formales, esas que salen cuando ya no puedes mas.

Los primeros paos no estuvieron mal, pero cuando mis pies se sintieron fuertes, mis sentidos no lo estaban. EL suelo a veces estaba frio, frio como si me sumergieran en medio del mar, sin ninguna tierra a la vista, incluso a veces antes de poner los pies lo miraba con desconfianza como un enemigo al que no podia vencer, solo entregarme. Klaus empezo aver esas miradas mias capaces de matar cuando venia con alguna nueva cosa que debian hacerme, yo no decia nada pero con cada cosa nueva sabia que vendria algun tipo de martirio. Casi estaba seguro de que tenian una maldita lista a seguir para ver hasta donde los mandaba a la mierda. De estar sentado se me "dormian" los dedos, era una sensacion desagradable y para colmo Klaus me hacia caminar para despertarlos, no podiamos darle un simple martillazo y ya... asi seguro que se despertaban.

Por si eso no fuera bastante un dia dijeron que era hora de que comenzara a ser yo mismo el que usara las letrinas. Cosa que agradeci hasta que decidieron quitarme las bolsas que de vez en cuando alguien venia a retirar. Vi las estrellas varias veces, seguro de que Saturno y Marte estaban ahi arriba riendose de ese guerrero que debia vengar a su especie. El dolor que me atraveso fue tal que el pobre hombre que estaba haciendo su trabajo acabo por los suelos con el labio partido. Mi puño simplemente se movio por reaccion y eso que apenas habia comenzado su trabajo, vinieron mas pero por mas que intente defenderme de este "castigo", acabaron atandome, pero eso no me desquito, segui forcejeando mientras cada tiron me volia mas inestable y mas enfadado, incluso intente morder a uno con tal fueza que todos me miraron al oir el chasquido de mi mandibula. Ese gesto hizo que me doliera la misma durante un par de dias. No contentos con eso se decidieron por la luz, la muy puñetera ahora cambiaba con el tiempo, cegandome durante horas por culpa de lo que ellos llamaban "mediodia" y yo llama infierno. Este lugar tenia mucho de eso... muchos lugares asi. Si con todo eso no habia bastante comenzaron a traer comida, algo que sin duda resultaba tentador. La carne sin duda fue mi favorita pero alguien habia decidido ponerle algo rojo encima, el sabor infernal que salio de alli me hizo vomitar sobre la cama, el hombre se quedo perpeljo y comenzo a reirse hasta que comence a lanzarle la comida los cubiertos y todo lo que tenia al alcance. La variedad de verduras era algo asombroso, aunque algunas de ellas eran extrañas a mi boca y mas de una fue usada como proycectil de mortero contra el desgraciado que volia a traerme algo rojo con pinta alargada. Lenguas de Chronos como poco.

Hasta ahi todo fue bien, el problema fue cuando me llevaron al baño por primera vez. El lugar era brillante, limpio, bonito... no parecia una letrina. Las bolsas de residuos ya eran pasado, aunque las marcas de las correas aun estaban en mi piel... Klaus se fue sin decirme mucho y yo me quede mirando el lugar, junto con ese extraño rollo de papel que habia a un lado. Sali buscandole pero alli no habia nadie, asi que simplemente orine en el gran pozal que habia a un lado, sin duda usarian despues los orines para algo, sino no entendia la necesidad de algo tan grande. La siguiente necesidad fue en una especie de silla de lo mas extraña, mas cuando tuve que limpiarme, el lugar a diferencia de en mi mundo estaba muy alto. Resultaba precario subirse alli arriba, ademas de peligroso, aun asi lo consegui. Una vez limpio recupere el papel y lo use para limpiarme las manos y secar el resto de mi cuerpo. Sali de alli satisfecho por haber entendido como funcionaba, hasta que Klaus vi aquello y mientras mi mirada era de orgullo, la suya era de estupefaccion. La consecuente explicacion me dejo a cuadros, sobretodo si tenemos en cuenta que habia un boton que hacia desaparecer las deposiciones... agua y fuuuuusssss, todo desaparecia. Una locura, por completo.

Lo siguiente fue el uso de las cuchillas de afetar, el utensilio en si mas parecia una minipodadora que otra cosa, pero Klaus afirmaba que se cortaba asi la barba ahora. EL paso de la cuchilla de afietar mientras cortaba los pocos pelos que me habian salido hasta el momento fue sin duda lo peor de toda esta calvarie, notar como la piel se abria, como sufria ante la acometida de algo afilado, la sangre corriendo por mis mejillas y la sensacion de que habian intentado despellejarme vivo me acompañaron todo el dia, hasta el punto de que le negue a Klaus volver a acercarse con semejante objeto, pdiiendo un cuchillo afilado.

Acostumbrarme a este cuerpo era lo peor, sin duda incluso volver, si es que habia vuelto del Inframundo, estaba siendo peor que seguir alli olvidado. Si eso no fuera poco, tras una de las series de ejercicios Klaus me llevo a algo que el llamaba ducha. Un lugar donde el agua salia disparada como si estuviera lanzada por escorpiones. Pequeñas lanzas acometian mi cuerpo golpeandolo por doquiera con un agua que cambiaba segun yo giraba una cosa, de frio congelador, a agua hirviendo. Una locura, otra tortura mas en un mundo que no parecia tener fin para ellas. Recuedo cuando Klaus entro para enseñarme a como usar los jabones. Las barbaries que le solte, desde demonio a señor de las torturas del Inframundo aun resuenan en sus oidos, repitiendomelas para su risa y mi vergüenza. Eso sin contar mi juego de malabrismos cuando parte del jabon cayo al suelo y todo mi cuerpo acabo de igual forma, el dolor que me recorrio llamo la atencion de todos alrededor, seguro, eso sin contar que del golpe que le pegue a la ducha esta cayo sobre mi cabeza justo cuando Klaus entraba. Solo mi rostro de pura furia evito que se riera mas aun, por la situacion.

Una vez comence a acostumbrarme a esas torturas llego la que sin duda me dejo mas descompuesto de todas. Dijeron que esos pinchazos ayudarian a que no enfermase, como si ellos pudieran controlar eso. Mas Klaus insistio y lo siguiente fue como si me hubieran inyectado lava dentro de mi cuerpo, note mi piel ardiendo, mi cuerpo sudando y como perdia la orientacion por momentos. Incluso el equilibrio me resultaba complicado, trague sintiendo oxido en mi lengua y bilis mas alla de ella.

Si algo deseaba cada dia era terminar y cuando llegaba ese momento, muchas veces ni me daba cuenta, pues acababa dormido en cualquier sitio. Los ejercicios se hicieron mas largos, mas complicados, sudaba, me resbalaba y de una u otra forma cada noche era como un balsamo de paz que solo era el prologo de la siguiente tortura, al cual comenzaba al amanecer con unas afiladas agujas clavadas en todo mi cuerpo por culpa del ejercicio al que habia sometido mi cuerpo. Recordaba estas ultimas, mas nunca tan vividas... tan cabronas.

El octavo día, Klaus te informó de que al día siguiente iría a verte Mona, que iba a ser algo así como una especie de asistente para ayudarte a reencontrarte con tu cuerpo. Mencionó algo de ejercicios, y algo de terapias, cosas que no entendías muy bien. También te comentó que el se tendría que pasar ya una vez cada dos días, pero ella pasaría el día intermedio. Te dejó un montón de libros más, estos mas finos, algo llamado Comics de un tal Astérix el Galo, dijo que igual te servirían para pasar el rato y que eran divertidos. 

La luz te cegó y eso que estabas dormido. La luz atravesó tus pupilas causando un dolor ya ligero, pero molesto igualmente

Despierta grandullón! Dijo la figura menuda que estaba a contra luz en la ventana abierta de par en par. Poco a poco pudiste fijarte mas en detalles, viste a la muchacha, con...¿el pelo verde? Tenía el pelo de dos colores, como si fuese un mito. Aparte, parecía un poco bizca. Te miró con una amplia sonrisa, vestía una túnica llena de dibujos como los de los libros infantiles. 

¿qué tal estas? Me llamo Mona - te ofreció la mano tras acercarse y apoyarse en la cama. La voz era algo chillona, no desagradable pero se hacía escuchar.