Los dos proyectiles, el mágico y el de madera impactaron sobre el orco que cayó al suelo de espaldas dejando un tufo a orco chamuscado. Los otros dos orcos se prepararon para la contienda. Uno se tomó una poción y el orco herido se arrancó la flecha y se posicionó para luchar contra el atacante invisible. Disparar sin saber dónde estaba Glen podría ser algo peligroso. Acercarse a la lucha era otra opción, y siempre quedaba la posibilidad de huir de la zona.
Nerea ayudará al elfo distrayendo a los orcos. Si la voltean a ver a ella, él tendrá mejor oportunidad de sorprender. ¡Eh, tu! ¡Si, tu! ¡Ven para acá! A ver si eres tan buen blanco como tu compañero.. Y se hinca tomando el tiempo para apuntar a cualquier orco que decidiera correr hacia ellos.
En quedito le dice a Ulrich: Si los misiles esos no fallan, tú tírale, que no le pegarás a Glenxi.
Tirada oculta
Motivo: distraer orco
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+5)=9
-¡Draíochta diúracán! -exclamó nuevamente el hechicero. El proyectil salió proyectado a toda velocidad hacia el orco que acababa de arrancarse una flecha, impactándole con precisión infalible. Cualquiera diría que Ulrich tenía especial manía a los orcos, porque sus proyectiles estaban siendo bastante mortíferos...
Motivo: Daño proyectil mágico
Tirada: 1d4
Resultado: 4(+1)=5
Esto lo hago en caso de que estén en alcance, sino cambiaría mi acción por cargar la ballesta y disparar. No voy a acercarme...
El proyectil mágico acabó con el orco y la cuchilla negra de Glen rebanó el cuello del otro orco (el que portaba un hacha) Además el pequeño zorro se abalanzó contra los cuerpos de los orcos asegurándose de que éstos estuvieran acabados. Momentos después la atención de todos se centró en la copa de aquel árbol. En la negrura de la noche, una voz suave apareció. Gra gra gracias, dijo exhausta la chica elfa antes de desvanecerse y caer desde las ramas al suelo. Lamentablemente Glen no estuvo muy hábil ni atento para coger el cuerpo de la joven antes de que cayera contra el duro suelo. Después corrió a socorrerla y le dio a beber una poción. Minutos más tarde, la joven recobró el sentido y parte de la salud, desapareciendo las magulladuras.
Ulrich, eres tú. Muchas gracias por venir a buscarme. Dijo la bella elfa mientras abrazaba al hechicero. Después agradeció a todos que la salvaran y alimentó a su zorro Neddy. Mientras caminaban de vuelta hacia el Baluarte del Estrecho Rojo la druida les contó como encontraron a unos orcos y tras una breve batalla ella terminó separada de Loltún. Supongo que si sigue vivo habrá vuelto a la fortaleza. Glen boquiabierto por la joven ni siquiera pronunció palabra y escuchó la suave voz de la druida embelesado, casi olvida la misión de rescate del enano. Las últimas huellas que encontré de él ayer iban dirección sur. Tuve mala suerte y los orcos dieron conmigo y empezaron a perseguirme. Avanzaban muy deprisa y me vi forzada a esconderme en aquel árbol. Menos mal que llegaron, pues ya iban a talarlo.
No era Loltún quien se escondía en el árbol, sino Lassa.
-Glen, estás babeando, cierra la boquita, anda -dijo Ulrich con una sonrisa mordaz en sus labios- Nos debemos haber cruzado sin vernos, vaya. Pero me alegro de haberte encontrado, Lassa. Eres mucho mejor compañía que el enano. ¿A que sí, Glen? -no podía evitarlo, las expresiones del semi-elfo eran de lo más divertidas.
Antes de irnos, querría registrar los cuerpos: no sólo material, sino también marcas distintivas. Sería bueno saber qué orcos son estos en concreto.
El grupo se dirige al sur para a las pocas horas toparse con Loltún en una ladera escarpada. Una vez el grupo estaba reunido tocaba el momento de las presentaciones. Continuamos en el hilo: De compras.
Ulrich se para un instante para hacer averiguaciones. La información en su hilo personal.