Partida Rol por web

Ups, creo que olvidé mencionar que Cuernomadera no debía enterarse del encargo de Desmevos, y para colmo el medio orco le insulta. Así nunca conseguiré que me acepte como ayudante.

A pesar del mal carácter del mago, y no por interés en mejorar mi imagen sino porque creo que la reacción del orco ha sido desmedida, salgo en defensa del mago.

La cara del gnomo revela preocupación ante las palabras del medio orco.

- Nadie te obligo a ir a por el cofre, además ya avisé de que era peligroso. Y por otro lado ¿Quién ha dicho que fue el maestre el que puso la armadura?

No, Ragnar, noo.  No busques peleas innecesarias con él que es tan poderoso -piensa Loltún mientras su boca está congelada de miedo por la presencia del hechicero.

Los ojos de Ulrich se abren desmesuradamente al ver la animalada que acaba de soltar Ragnar, con su característica falta de tacto o sutileza. No atreviéndose a abrir la boca y defender a nadie, se coloca tras Cuernomadera, de manera que Ragnar pueda verlo y hace signos *muy* claros de "corta, corta, no sigas".

El mago se detuvo en la puerta justo antes de abandonar la estancia. Giró su cabeza hacia el semiorco y luego miró a Deverry Cuernomadera. Ciertamente yo os propuse que hicierais algo por mí tan solo si podíais . Solo los más necios como el humano insolente y el testarudo pero sin cerebro semiorco han salido heridos. Qué curioso que los que parecen más listos no les haya ocurrido nada, ¿verdad? Como bien dices salvaje semiorco increpador de lengua aguda mi trato era simple, quien me traiga el cofre será tomado como discípulo. No tomo a cualquiera como discípulo, y mucho menos a un cabeza hueca como tú. Con respecto al castigo. ¿Me vas a castigar si llueve o si tu te caes al estiercol mientras limpias la cuadras si fui yo quien te lo ordenó? En otros tiempos no hubiese dudado en colgarte de los pies durante tres días en el patio de armas por tu insolencia. No toleraré ni una frase más de ninguno de vosotros. Sois un grupo de niños maleducados que queréis todo y no valoráis nada. Espero que pronto maduréis pues fuera de estos muros no son tan benevolentes como el señor Deverry, y una palabra errada a la persona no indicada puede terminar con vuestra vida más veloz que una espada. Dicho esto el mago sin opción a réplica se marchó, cargando con sí las ratas de ceniza.