-Loltún, mi enano druida preferido... y único que conozco -dijo el hechicero al reencontrar al compañero del Baluarte- Lassa tuvo la suerte de que te viniera a buscar y topara con los orcos que le estaban intentando hacer bajar del árbol en el que se había refugiado. Los muy bestias estaban a punto de talar el árbol. Acabamos con ellos. Glen fue mortífero. Bueno, todos contribuimos -rectifica incluyendo a la mediana, el zorro y él mismo- A ver, tengo una duda: los orcos con los que nos topamos parecían a todas luces un grupo de orcos del Onusclan. Sus ropas y armas les delataban como exploradores, tal vez una avanzadilla. Sus manos y estaban tiznadas por carbón. No llevaban armaduras, sólo uno de ellos, uno que llevaba un hacha y que supongo que debía ser el líder. Les encontré esta poción(1) y una semilla de trigo entre sus ropajes. Entonces, si juntáramos trigo, tizne de carbón y orcos exploradores, ¿de dónde diríais que vienen?
(1) Poción curativa 1d8+1, que si no hay inconveniente me apuntaría en el equipo
Un saludo buen druida. He oído mucho de usted y me da gusto que esté bien.
Lassa cambió de actitud al ver en los ojos del enano verdadera preocupación y arrepentimiento y le sonrió de manera tímida y quedó callada al intervenir el soldado del Baluarte. A ver, a ver, a ver. Que alguien me aclare qué pasa aquí. Ya os habíais topado con orcos del Onusclan antes. No me estoy enterando de nada. ¿Asedio? Esa palabra empieza a repetirse demasiado últimamente.
¿Nadie me explica de qué va esto? No es común ver orcos del Onusclan tan al oeste. Suelen quedarse en el Páramo de las Llanuras. Necesito que pongáis en orden mis ideas...
-¿Lassa, Loltún?... -inquirió Ulrich, cediendo a ambos la tarea no sólo de explicarle al semielfo lo que solicitaba, sino dándoles también la oportunidad de que respondieran a la que él mismo había hecho hacía unos instantes y que parecía haber caído en saco roto.
Si, les cuento. El fuego que investigamos venía del molino, saqueado por una partida del Onusclán. Exploradores, adelantados. Habían ido a robar alimentos para una tropa en movimiento.
Y lo más probable es que se estén movilizando hacia acá. - sus ojos denotaban susto y la energía antes de la batalla que se ve siempre en los enanos, inclusive los druidas. O hacia el Manto.
El informe de los scouts preguntaba por dos líderes de guerra, que me dijo Teodonter ayer que son particularmente temidos por su uso de magia. Glen, -miró al elfo- creo que se acercan tiempos difíciles para Baluarte.
Decían a la tropa que tomaran por laderaescarpada, pues los kobolds están ocupados atacando caravanas. Así que podría ser un buen lugar para espiar o tenderles emboscadas que los ralenticen en lo que conseguimos refuerzos.
Mataron a los habitantes, parece. -miró triste al suelo.- No llegamos a tiempo para ayudarles. Alcancé a robarles un cofre, antes de que nos separáramos Lassa y yo. Tenía una pesada escultura de Bane. Y pensar que la cargué todo ese rato... Habrá que ver que hacemos con ella para quitarle fuerza o espiar al hacedor con ella.
También había una varita. ¿Me podrías decir que es? -la sacó y la enseñó al serpentino Ulrich. Si te sirve más a vos te la dejo, y ya luego me regalas algo equivalente, más adelante, que te encuentres.
¿Que es? -miró curioso.
¿Algo que nos diga quien ayuda al Onusclán?
Yo conocía a la gente del molino. Se donde viven sus parientes.
¿De veras no sobrevivió nadie? ¿Ni como esclavos?
Pues volvamos al Baluarte, vamos, digo yo, ¿no? El semielfo estaba un poco confuso por toda la historia yno tenía claro cuál era el mejor proceder.
Tirada oculta
Motivo: 1
Tirada: 1d20
Resultado: 10
Cuando Ulrich verifica la varita no le cuesta mucho descubrir que se trata de una varita de la escuela de transmutación, pero el hechizo sin embargo... no lo tiene claro. Ahora los aventureros deben decidir a dónde ir.
-Si las partidas de exploración de los Onusclan son de este tamaño supongo que podríamos hacer frente a una, pero hay que tener en cuenta dos cosas. En el último encuentro hemos tenido suerte y ninguno de nosotros ha salido herido, pero si nos hirieran y se acercara demasiado el grueso de la tropa del Onusclan sería nuestro fin. Y por otro lado, si no advertimos al Baluarte con suficiente tiempo no podrán preparar bien las defensas. Creo que debemos volver -sentenció Ulrich, siguiendo su instinto de ser precavido.
Baluarte ya está avisado. Justo la urgencia del peligro me llevó a ir allá antes de regresar a buscar a los druidas y ver que Lassa estuviera bien.
Pero vayamos, que los jefes han de tener una estrategia y nos necesitarán...
¿Usted nos acompaña señorita? Me parece haberla visto en algunas de las rondas que hice fuera de la fortaleza. ¿Lassa tu que harás? ¿Tu círculo druídico se reunirá cerca? Avísales de la llegada de las hordas. Busquen refugio, y envíennos un cuervo de aviso o petición de ayuda si la necesitan.
El grupo volvió al Baluarte, esta vez acompañado de la mediana. Al llegar todos la primera en advertirlos fue la hermana de Glen, quien estaba de vigía. Justo antes de abrir la gran puerta y bajar las defensas apareció allí Lea portando una varita mágica. Lo siento chicos, es parte del nuevo procedimiento. Sacó también un pergamino y pronunciando las palabras adecuadas un brillo iluminó la zona (Deshacer magia) y luego con la varita fue uno a uno enviándoles otro hechizo. (Ver lo invisible) Una vez terminado el trámite de los hechizos el grupo pudo acceder a la fortaleza y decidir a dónde ir y con quién hablar.
(Véase en el dossier informativo las partes de la fortaleza y sus miembros)
no es Lea sino nosotros, los máster quienes hemos realizado el post de protocolo de Lea. Volvemos al hilo principal del Baluarte todos juntos.