Partida Rol por web

Rachel abrió los ojos como platos. Pero... ¿Qué coño era eso? ¿Y por qué seguíamos pegándonos con él? Alcé los puños preparada para pelear mientras mis piernas se preparaban para salir por patas cuanto antes.

- ¿No creéis que es momento idílico para salir corriendo? - Dije totalmente acojonada. En ese momento Ethan disparó, y por un segundo temí que el disparo nos diera a una de nosotras... No me gustaba la idea de pegarme contra algo que no sabía ni qué era...

Ethan disparo, las balas entraron en la piel pero no causaron herida, simplemente pasaron y salieron por el otro lado cabreando mucho a la bestia. El ser gruño con ira y se giro acia Ethan mostrandole las garras y los colmillos.

- Voy a darme un festin con tu alma.- gruño el ser con un aliento fetido y nauseabundo

¿Que que quería para él? Suspiró al pensarlo. No tenía nada, ni familia, ni amigos, ni aspiraciones y el dinero era de poca importancia para él. Era retorcido tener que darle la razón, las palabras eran lo suficiente afiladas como para hacerle dudar de todo, cada una de las frases despertaba sus miedos y sus dudas. De forma retorcida la oferta de él solucionaba ese problema, le daba un fin y un método para lo que era su vida. De algún modo era de agradecer. Pero solo habían dos personas que le importaban, Hanna y la pequeña Berlin, nunca les haría daño a ninguna de ellas. 

Inspiró hondo y miró por primera vez al Demonio a los ojos. -Muy bien, no perderé mi albedrío. Mi mente será mía, solo perseguiré a aquellos que lo merezcan y eso lo decidiré yo y... Nunca, nunca voy a hacer nada que por acción u omisión pueda hacer daño a Hanna y a la cría Berlin.- 

-Esto no es discutible, lo toma o lo deja- Dijo después de reunir todo el valor del que era posible se sintió de golpe completamente vacío.

Harrisom hizo un gesto raro.- De hecho queria pedirle que se mantuviera cerca de Hanna para protegerla pero eso sera otra historia.- mientras hablaba se iba enfadando mas y mas.

Tendio la mano acia ti.- Por mi es un trato, esta en el equipo y tengo una mision muy urgente para usted.

Realmente te parecia que estaba pasando algo apremiante.

Probablemente era el momento más importante de su vida, su alma estaba en juego y sintió vértigo. Apretó los dientes para que no se le viera temblar, de todos modos sabía que lo iba a hacer. No había trampas, ni había engaños. Era una decisión suya y tendría que cargar por siempre con las consecuencias de sus actos, pensó por un momento en huir de allí, agarrar a Hanna de la mano y desaparecer para siempre pero sabía que no lo iba a hacer. Parecía que no había tiempo que perder... Ahora o nunca pensó.

Estrechó la mano del Diablo con fuerza. La suerte estaba echada y su alma condenada pero si ello servía para joder a Orphem y que Hanna y Berlin salieran de allí habría valido la pena.

Estrechaste su mano, te parecio una eternidad aquel escaso segundo. Fue calor o energia, algo paso por tu brazo y se estendio como un veneno hasta tu corazon. Sentiste frio en las venas, un frio que quemaba por dentro.

Harrison te miraba sin soltar tu mano mientra veias una escena en tu mente. Una clara vision de tu primera mision.

- Nadie ha de conocer nuestro pacto.- dijo despacio, con la callada promesa de algo terrible si rompias esta norma.

Un ser de casi dos metros estaba en el pasillo, Miraba a Ethan con ojos eloquecidos. Supiste que era Orphen y supiste que se habia tranformado delante de mortales, saltandose claramente la norma principal de no dar a conocer su identidad secreta. Harrison estaba realmente enfadado con el.

Notaste que parte de su enfado residia en que en ese pasillo tambien estaba Rachel y Hanna, a las cuales desaba proteger por alguna razon y su empleado estaba poniendo en peligro.

Supiste la posicion del pasillo, sabrias llegar con los ojos cerrados... no tardarias mas de 6 minutos en ello pero Ryan, cargado con un extintor llegaria antes que tu y te permitiria ganar algo de tiempo, vital para que llegaras.

Harrison te solto la mano, no hacian falta despedidas. Tenias una mision.

- Dile que esta despedido.- gruño rompiendo un papel de su cajon. Supiste que era el contrato que hacia a Orphen inmortal.

Ryan aparecio con un extintor, giro la esquina del pasillo y vio una bestia de terribles garras amenazando a Ethan.

- Insectos voy a aplastaros.- dijo furioso mientras lanzaba las garras contra Ethan.

Este logro esquivar y apartarse, causando mas ira en la bestia que veia como las marcas de sus garras quedaban dibujadas en la pared.

- ¡Corred! - grité a mis compañeros mientras apuntaba el chorro del extintor justo a la cara de aquella bestia... si le acertaba en los ojos y dosificaba el gas del extintor, podría entretenerle un par de minutos. 

Traté de agarrar a Hanna y Ethan para que corrieran conmigo y salí escopetada. Actué sin pensar. Era solo instinto, joder... había que salir de allí como fuera, me preocupaba Ryan, pero ahora no era momento para eso... ¡ESO ERA UN DEMONIO! o algo así...

Me quede perplejo al ver que las vals no le hacían nada, por suerte pude reaccionar a tiempo para esquivar sus afiladas garras las cuales afortunadamente quedaron marcas en la pared en lugar de en mi cuerpo.
Al ver a Murphy cegar al demonio con el extintor y notar como Rachel me arrastraba, salimos corriendo acompañado de Hanna mientras salía corriendo grite.
Murphy corre, déjalo estar y corre…
Esperaba que la distracción de Murphy nos diese la ventaja necesaria a todos especialmente a Murphy que entretenía a aquella bestia para que huyéramos.

Hanna no lo podia creer, era un Oni, un demonio de verdad. No podia correr y darle la esplada, ¡Habia gente en ese lugar! Incluida una niña pequeña. Hanna libero su brazo con un gesto y dio media vuelta.

Saco su espada y desoyendo a sus compañeros fue acia hacia la bestia con intencion de partirla por la mitad. Su espada era especial, era para matar demonios... eso le habia dicho el hombre que la habia adoptado cuando era una niña. Era una hoja magica que no se quebraba, asi que si algo podia dañarlo, eso era su espada.

Hanna se escurrio entre los dedos de Rachel, se dio la vuelta y ataco a la bestia.

Su habilidad era grande, logro esquivar un zarpazo y undir el acero en uno de sus costados. Lo atraveso. La bestia sangro y grito haciendo estremecer incluso las paredes. Parecia desconcertada y furiosa por haber sido herida pero no derrotada. Estiro la garra y atraveso el vientre de Hanna, alzandola en vilo mientras esta escupia sangre, en un estado de shock total.

No hubieron despedidas ni más preguntas, no había tiempo. Aún turbado por todo lo que había pasado y sin entender muy bien que había hecho empezó a correr hacia sus compañeros y Orphen, en su mente este brillaba como un punto de luz marcándole el camino que tenia que seguir para interceptar a aquel ser. Orphen... probablemente en Alemania ya era uno de ellos. Se detuvo un segundo aturdido pese a saber que no podía permitirse aquel retraso.

Hanna estaba en peligro pero el corazón le latía con fuerza, tanta que parecía que fuera a estallarle el pecho. Siguió andando hacia adelante empapado en sudor. Se sentía quemar de dentro a fuera, una de sus piernas falló por un momento, se agarró al dintel de una puerta cogió todo el aire que pudieron sus pulmones y continuó adelante.

Hanna estaba en peligro y había un culpable al que castigar.

Rachel arrastraba a una perpleja Hanna que se negaba a correr mientras el resto de sus compañeros escapaban de aquel ser al que no podian definir de modo alguno pero ella se escurrio entre los dedos de Rachel, se dio la vuelta atacando a la bestia, sintiendo que era su deber hacerlo para que no dañara a nadie.

Su habilidad era grande, logro esquivar un zarpazo y undir el acero en uno de sus costados de la bestia. Lo atraveso. La bestia sangro y grito haciendo estremecer incluso las paredes. Parecia desconcertada y furiosa por haber sido herida pero no derrotada. Estiro la garra dispuesta a hacer pagar cara la osadia de la rubia, atravesandole el vientre para despues alzarla en vilo, empalada entre sus afilados dedos y deleitandose mientras veia entre carcajadas como la chica esta escupia sangre, en un estado de shock total.

Jeremiah doblo la esquina y se encontro con aquella aterradora imagen. Si no hubiera resbalado...Si hubiera corrido solo un poco mas rapido...

El monstruo saco la garra de golpe, abriendo aun mas las crueles heridas y lanzo a Hanna como una muñeca de trapo a los pies de Jeremiah.
 

Habiendo vaciado el extintor en el rostro de la criatura no tenía nada más que hacer. Contemplé impotente cómo Hanna hería a la criatura y cómo ésta se revolvía y atravesaba a la pobre chica para lanzarla luego como un despojo. Supe al instante que Jeremiah montaría en cólera y eso no presagiaba nada bueno.

Maldita sea, observé la espada de Hanna en el suelo… manchada de sangre de la bestia y de la pobre chica, y reaccioné tan rápido como pude intentando recogerla para volver a golpear al monstruo… si era posible en la cabeza. Debía intentar decapitarlo y esquivar esas mortíferas garras. Se lo debía a Hanna.

Hanna en el suelo, tirada como un objeto desechable como basura, las heridas sangrantes herían la piel, Brown se limitó a mirar por encima de las gafas a la cosa que se erguía frente a ellos. Sus ojos no reflejaron temor, la pena y el miedo por Hanna tambien desaparecieron pronto, solo se reflejaba furia y rabia... Ansias de venganza.

Llamas azuladas parecieron empezar a brotas desde las cuencas del hombre, los puños apretados parecieron empezar a humear. Brown no podía pensar, pena, odio se sorprendió hablando en voz alta mientras mientras llamas azuladas aparecidas de ninguna parte empezaban a rodearle quemando su piel, a pesar del dolor Brown empezó a relatar un párrafo de los evangelios.

No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

A medida que rezaba la piel se ennegrecía y caía a pedazos del rostro mostrando el blanco del hueso pero sin a pesar de ello el fuego no cesaba hasta que no quedó más que hueso y llamas azules.

YO SOY ESA VENGANZA ORPHEN... HIJO DE PUTA... ¡ESTAS ACABADO!

Al ve lo ocurrido con Hanna frene en seco, me di la vuelta y vi como Murphy recogía la estada para seguir atacando.
Debía ayudarle, Hanna estaba gravemente herida y debíamos salvarla. Huir no era una opción ahora, deba distráelo lo suficiente que se centrase en mi y darle la oportunidad a Murphy de que acabase con ese demonio.
¡Tú! Sabandija ¿crees que eres malo? Eso es porque no me conoces puto naci de mierda, cuando acabe contigo te grabare una esvástica en la frente así sabrán en todo el puto infierno el gusano asqueroso y la rata que tienen allí y te podrán dar por el culo cada vez que te vean.
Yo soy el tío que tenias en Alemania, no acabaste conmigo entonces y no lo harás ahora. En cuanto a la niña la tengo yo y ni muerto de diré donde esta, solo saber que eso te cabrea y te aleja de tus pretensiones hará cualquier cosa que me puedas hacer una minucia en comparación con saber que te puedo joder solo estando callado y eso me dará fuerzas para aguantar lo que haga falta y disfrutare de esa tortura, bastardo.
No me atreví a dispara de nuevo por si daba a alguno de mis compañeros, pero empecé a mirar las pareces por si veía otro extintor y usarlo para cegarlo sin quitar la vista al esbirro de Satanás.
Pero esperaba que toda aquella cháchara lograse el objetivo de distraer a demonio para que Murphy se lanzase contra él. 

Visto que todos estaban en modo héroe y que Hanna estaba a los pies de Jeremiah pensé que yo debía al menos sacarla de allí, quizá aún estuviera viva, quizá aún pudiera salvarse. Salí corriendo tratando de no llamar la atención, y traté de ponerla a buen recaudo, viva o muerta no debía dejarla tan cerca de aquel monstruo.

Después de eso trataría de escabullirme de la pelea, dudo que el señor diablo se hubiera fijado en mí, así que era el momento idílico para que mientras peleaban yo tratara de encontrar el cubo.