Partida Rol por web

Himiko sonriente coge el vaso y dice:

- Vaya, asi parece que estoy tomando un refresco como si voy al cine

La niña empezo a sorber por la pajita y parecia que le gustaba mucho el sabor, de hecho se lo tomo todo de un trago y volvio a hecharse mas, esta vez mas pausadamente mientras miraba a Lia y a Chris hablar

En la mente de todos los presentes resuena la voz del director:

- Buenos dias a todos y perdonad la intromision, pero me gustaria deciros algo que sin duda os interesara a todos. Esta tarde despues de comer he pedido a Manuel que os guie a un lugar en las afueras del castillo, un lugar que os ayudara a todos a comprender un poco mejor vuestra autentica naturaleza, nosotros lo llamamos el templo, pero son una serie de cuevas en donde podreis saber algo mas de vuestras habilidades y autentica naturaleza.

El hombre realiza una larga pausa y añade:

- Por supuesto no es obligatorio que vayais pero creo que lo mejor seria que acudierais para conocer como sois realmente, a muchos de los que han ido se les ha abierto los ojos, este lugar no solo os mostrara quienes sois en realidad sino que tambien os enseñara a controlaros a vosotros mismos. Tras la comida os esperara Manuel en la puerta principal, llevaos ropa de abrigo y provisiones que siempre es bueno ser previsor

Se despidió del sr. Yamamoto y no se movió hasta verle desaparecer por la puerta.

Siguió entonces escogiendo su desayuno; no solía empezar el día con frutas, pero estaba en Europa y debía adaptarse.

Cuando tuvo lo necesario se dirigió a la mesa donde Chris, Lia y Himiko se encontraban.

- Debes de ser fuerte por ti y por Rina - se repetía a si mismo el consejo del profesor sin darse cuenta de que pensaba en voz alta mientras caminaba.

- Buen provecho señoritas - dijo en tono simpático y, ahora si, con su natural sonrisa, habló a Himiko tratándola como una pequeña princesita - le importa si me siento aquí Hime-chan?, dijo ocupando una silla frente a ella.

En su mente la voz del director dejó un mensaje tan claro como cargado de incógnitas.

- ¿tenéis noticias sobre algo relacionado con esa salida al templo? ¿alguno de vosotros estuvo ahí antes? - preguntó a Christopher y a Giulia cuando empezaba a comer.

Kurt entró en la sala, bastante fatigado y con unas ojeras que hacían denotar su condición de enfermo. Ayer había pasado desde la enfermería prácticamente todo el día en cama, y eso le hacía encontrarse bastante agotado, e incluso débil.

Dejó a un lado su condición física para mirar lo que allí se encontraba. Una serie de personas que no había visto, compuestas por tres personas de rasgos orientales, lo que le hizo replantearse su fiebre. No es que tuviese ningún problema con los orientales, si no que de no ver a ninguno por el centro a encontrarse tres en el comedor, realmente algo debía de estar pasando. También un hombre mayor, cuya cara le resultaba familiar, aunque el sueño entremezclado con la enfermedad no le dejaban pensar bien, o quizá era simplemente una ilusión, y por otro lado Lia y Chris.

Una vez cogió un par de croissants y un zumo de naranja, y sin mediar palabra con los orientales, se dirige al asiento libre más próximo a Chris. Le gustaría saber de qué va todo esto al alemán, aunque el hecho de que se encuentren allí imposibilita la tarea. 

Una vez sentado, separa el cuerno del croissant con los dedos para comérselo. No tenía demasiada hambre. - Buenos días. - Dice, en un tono alzado, principalmente para que se entere Chris. Aunque no descarta que todos los demás noten también el saludo, lo cual le ahorraría la descortesía, y no tendría que ir saludando uno a uno. 

Decide centrarse en su comida, en este momento obtener algo de información va a ser bastante inútil. - Dónde estará Kyara cuando se la necesita. -

Poco después de que Makoto planteara sus dudas a quienes le acompañaban, un chico con aspecto de haber pasado días mejores llegó a la mesa.

- Buenos días - Makoto le correspondió muy educadamente.

Levantó levemente el culo de la silla para acercarse lo suficiente al recién llegado como para tenderle la mano y poder presentarse.

- Soy Mako, llegamos hace poco tiempo des de Kyoto. Creo que no nos conocíamos - aún no era capaz de ordenar con claridad todo lo sucedido hasta entonces y estaba claro que no recordaba muchos detalles de lo que pasó o podía haber pasado.

-Hola Lia.-contesto a Gula, mientras echo una mirada rápida a la comida. ¿Eso que tiene la niña es...? Vale, que es vampira. Procuro que no se me note mucho la sorpresa momentánea. Asco no me da la sangre, he diseccionado animales a pares, muchos de ellos recientitos. Destripado el primer pájaro ganas estómago rapidito. No obstante no puedo evitar que se me haga algo raro ver una jarra de sangre junto a una de zumo de naranja.-Nah. No ha habido suerte.-me siento a su lado con una manzana en la mano. Últimamente como más manzanas que el capitán Barbossa.

Es entonces cuando oigo la puta y respetable voz del director en mi chola. Al principio miro hacia arriba, pensando que sería un altavoz. Un segundo más tarde me doy cuenta de que la voz sale como del centro de mi cerebro.-Woah.-digo en mitad del mensaje. Es obvio que los demás también lo habrán oído.-No creo que pueda acostumbrarme a esto...-digo, aunque ciertamente no parezco para nada perturbado. He leído demasiados comics de X-Men como para no esperar algo así a la larga. Bueno, pues excursión después de comer. Tendré que poner a cargar el móvil, mis poderes mágicos dependen de las notas que tomo con él. Y dado lo poco que dura la batería, más me vale empezar a memorizar hechizos.

Cuando el Japo (ya se me ha olvidado el nombre, bien), se sienta, a su pregunta niego con la cabeza.-Nah. Somos recién llegados tío. No sabíamos ni que existía ese sitio.-hablo por mí, pero presupongo que ninguno de los presentes lo sabrá tampoco.

Entonces llega Kurt, que tiene cara de zombie.-Eh, que pasa herr Kurt.-le digo, dándole una palmadita en la espalda.-¿Todavía te dura la resaca, o qué pasa?-hablo, aludiendo a su mala cara, y luego me como un trozo de manzana.

Lia desayunaba con gusto, con una apacible sonrisa en sus labios. Cogía la taza con ambas manos, disfrutando de la calidez del café y su olor. Se sentía a gusto, y aunque echaba de menos el sonido del agua que se escuchaba desde su casa proveniente del canal, allí en el castillo tenía compañía y era algo que agradecía. El café le hizo sentirse nostálgica.

Cuando escuchó en su cabeza la voz del director tardó unos segundos en darse cuenta de que estaba en su mente y no en la mesa. Miró sorprendida a los demás, Chris parecía tan impresionado como ella. Cuando calló, se frotó la frente suspirando.
- Es realmente raro, yo tampocome acostumbraría...-comentó. Luego miró a Makoto, negando con la cabeza con suavidad - Aún no nos habían dicho nada. Será genial averiguar algo más respecto a nosotros...-miró el café. Frunció el ceño por un nomento, pensativa. ¿Y si descubría ser algo aterrador? ¿Sería capaz de aceptarse? Bebió un sorbo preocupada y reflexiva, distinta a como solía parlotear.

Al dejar la taza vio a Kurt llegar, visiblemente mal.
- Buenos días Kurt, ¿te encuentras bien? ¿Necesitas algo? No tienes buena cara, deberías ir a que el dottore te revisara...- recomendó con cautela. Luego mordió un trozo de su croissant, con apetito - Si vamos de picnic, tendremos que llevarnos algún vino para entrar en calor... -propuso mirando el frío por la ventana, luego miró a Himiko- No sé si ésto te incluye pequeña, pero si no, siempre puedes esperarme aquí calentita hasta que vuelva - volvió a sonreír cariñosamente.

Himiko estaba callada bebiendo de aquella cañica cuando el comentario de Lia le saco de sus pensamientos:

- Yo....esto...he escuchado a un señor mayor que me ha dicho que ibamos a ir de excursion

Se acerca a Lia y dice:

- Yo... quiero ir contigo, me da miedo ir al templo ese pero quiero ir contigo por favor y con los demas, vamos todos verdad? y Rina-onechan y Makoto-onichan tambien verdad?

Asintió atento a las explicaciones de Christopher. Pensaba preocupado en si sus nuevos compañeros podían imaginar siquiera lo que él había vivido en cuanto a la dichosa "auténtica naturaleza".

- No quiero ni pensar que a alguno le pudiera pasar lo mismo que a Rina... - su mirada fija en el plato vacío.

Escuchaba a Lia cuando hablaba deseosa de averiguar más, aunque su tono delataba algo de tensión. Le lanzó una mirada cómplice intentando que los pensamientos de Lia no cayeran en el miedo o algo peor.

- Lo realmente preocupante sería no sentir absolutamente nada... - se dijo recordando a Rina fuera se sí.

Cuando la pequeña Himiko le nombró volvió a arrancarle una sonrisa.

- Claro que si Himiko-chan! Será divertido... y todo irá bien - dijo esto último a Himiko, aunque mirando a Lia, quien entonces mantenía su vista en el café.

- Rina estaba un poco malita y no estoy seguro de si podrá venir, pero hacemos una cosa... tú encárgate de coger mis provisiones de supervivencia y yo voy a averiguarlo y a coger un abrigo! - le dijo a modo de juego para tenerla entretenida. - ¿Podrás? - le acercó la palma de la mano para que ella chocara sus cinco.

Tras la conversación, recogió y se fue a la enfermería.

Himiko sonrie a Makoto y dice:

- Si..jeje.

Choca los cinco y dice a Lia:

- Vamos a coger ropa de abrigo vale? seguro que hay muchas cosas con las que poder abrigarnos

-Sentíos libres de llevar lo que queráis, ya habéis oído a Xavier. Llevad la coctelera si queréis que prepare algo.-entonces, me levanto, dispuesto a marcharme. He de darme prisa si quiero pillar al médico antes de que se largue a comer o a lo que sea.-Bueno, me voy a la enfermería. Antes me mandaron un mensaje, van a ver si pueden enseñarme magia curativa o algo de eso.-explico mientras lanzo lo poco que queda de manzana a la papelera.-Enga, nos vemos luego.-digo, dedicando una última mirada a todos y una despedida con la mano a Gula.

Me movi por aquel lugar en busca de algo de comer lo normal es que las cocinas o comedores estuvieran en la planta baja y mi estomago rugia de hambre, asi que me dedique a buscar algun lugar que pudiera tener comida y de paso ver si veia alguien lli, aunque aquello parecia enorme.

Al llegar al comedor puede ver como hay un hombre que silva alguna cancion mientras coloca la comida en una zona al acceso de todos, al escuchar a Ashley se gira y dice:

- Ah, buenos dias, parece que hoy tenemos hambre pronto eh, bueno no esta mal, no te preocupes aun estoy poniendo la comida pero puedes servirte si quieres jovencita

Empujó la puerta con el hombro pasando las manos entre los rizos para deshacerse de los restos de escarcha y de la nieve del exterior, dejando tras de sí un rastro de agua que iba a menos con cada paso y con la desaparición paulatina de la nieve adherida al calzado.

Qué puto calorazo hace aquí dentro, dentro de poco veré dos individuos preguntándome por el Monte del Destino. Protestó para sus adentros mientras se dirigía de forma instintiva hacia las bandejas y la llenaba de pasta y un vaso de agua.

No se molestó en hacer lista de los presentes, su hermana estaría aún con la kitsune y ésta seguramente no tendría fuerzas para ir al comedor a aguantar al personal.

Hm,  como Lia con la pequeñaja... esbozó una sonrisa para sí, dejando la bandeja en una de las mesas más alejadas, apoyando los pies en el asiento de enfrente.

Mierda, al final no le he preguntado si va a ir a la cueva de los yuyus secretos... qué hocico más duro tiene, debería probar con un periódico en vez de con un cuchillo... y así comenzó a divagar, comiendo despacio y con la mirada perdida por la ventana.