Partida Rol por web

Turno 109

- Oin dejemos que sea el Alcalde o alguno de los ricos mercaderes los que se encarguen. Si han elegido ellos la estapas, es posible que ya conozcan a esta gente de otros viajes. Además ellos son los encargados de buscarnos alojamiento y por hoy ya nos hemos ganado el jornal ¿no?, ¿les vas a regalar horas extras?  -

 Turno 109

Mira a Draupner, mira la carro del alcalde y mira al pueblo.

- [Khuzdul] .... Draupner...............

 Turno 109

- Tienes razón Draupner... ni una asquerosa moneda de cobre regalo... 

 RESOLUCION DEL TURNO 109

Animados, el grupo continuo adelante. Bolgo volvio a entonar su cancion mientras comenzaban el descenso de la loma. Elendur se preguntaba quien seria el encargado de despertar a los almadieros buscando su respuesta en Agranil. El alcalde y algunos de los ocupantes de la tartana iban atrapados por una somnolencia pasajera. El continuo traqueteo de los carruajes no dejaba dormir largos periodos, pero cuando lograban conciliar el sueño, este era muy ligero, ahora dormian placidamente mientras sus cabezas daban tumbos. Solo Dorhand estaba despierto en la parte trasera, y comunico a Elendur que no debia preocuparse, pues estarian esperando su llegada. Ademas sirvio para que Oin no se adelantara, a pesar de que se habia ofrecido voluntario.

El cansancio estaba presente en todos los miembros de la escolta que iban a pie, pero a pesar de estar cansados podian continuar sin mayor problema. Bolgo y Gelion, que iban conduciendo los carruajes, tambien estaban cansados, pero era Gelion el que mas estaba sufriendo. No habia logrado coger bien el tranquillo a la conduccion de la galera, y hacia grandes sobreesfuerzos inecesarios. Eso, sumado a su debil cuerpo, habian hecho mella en su fatiga. Se encontraba realmente agotado, necesitaba descansar. Pero aun asi, el bosquimano no se dio por vencido y lejos de quejarse, continuo sumiso con su desaliento, intentando no dejar ver mueca alguna que denotara su cansado estado.

Asi pues, bajaron la loma, subiendo el ritmo un poco, las mulas que iban a la cabeza parecian saber que les quedaba poco para llegar, ellas comenzaron a avanzar mas rapido, ayudadas por la leve cuesta abajo. El animo crecia por momentos y todos fueron depespertados ante la inminente llegada al asentamiento.

Tan solo media hora despues de la media noche, las caravana llegaba a su destino. Dejaron el camino principal y tomaron una pequeña bifurcacion por algo que pretendia tambien llamarse camino, pero que se quedaba en vereda. Ya sin tantos arboles, no habia problema de estrecheces. La vereda tenia la impresión de haber sido muy usada, por alguna bestia de tiro, arrastrando troncos o algo pesado. Varias pisadas de caballos y hombres se veian en ella. Ademas se distinguian en el barro las marcas de ruedas de algunas carretas. Aun asi nada definia donde empezaba o acababa ese paso.

Ahora mas cerca, distinguis muy bien el asentamiento. La orilla del rio, cuyas aguas sonaban nerviosas, se encontraba a unos veinte metros de una de las cabañas por el lado este. Al norte el bosque comenzaba a unos cuarenta mentros, siguiendo el curso del rio. Al oeste era distinto, la explanada se abria casi setenta metros, y cada vez habia menos arboles pues habia tantos tocones como troncos.

Cuando salisteis del bosque para coger la ancha vereda, visteis como un hombre corria entre los arboles, a unos diez metros del camino, esquivando ramas, raices y saltando hoyos. Llevaba una espesa capa de piel de oso y calzaba unas ajadas botas de cuero. Era de estatura media y asustado huia de algo o alguien. No lograbais distinguir nada mas de el, ni ropajes ni posibles armas ni ninguna otra cosa que no fuese su forro y sus botas. Se movia agilmente mirando pocas veces hacia atrás.

Os pusisteis en guardia por si acaso, pero el hombre al reparar en vuestra presencia, ver vuestras armas y las posiciones que tomasteis, se adentra aun mas en el bosque, huyendo de vosotros tambien. Tras el, ahora distinguis a algunos hombres mas, separados unos diez metros uno del otro. A uno de ellos le seguian dos hombres mas. Al primero parecian perseguirle los tres que iban detrás, pese a que los dos ultimos no parecian demasiado rapidos

Turno 110

Bolgo detuvo el carro instintivamente al percatarse de que algo ocurría. Un hombre escapaba de un grupo de ellos unos cuarenta metros hacia el bosque. El mediano no sabía como reaccionar y esperó a que sus compañeros iniciaran sus movimientos para ponerse en acción. Su pequeño cuerpo se encontraba algo cansado pero aguantaba mejor de lo que él hubiese imaginado de forma que estaría dispuesto para cualquier movimiento que la acción requiriese.

El hombre desvió su trayectoria cuando reparó en ellos, lo cual podía significar dos cosas: o se trataba de un fugitivo hostil y por tanto evitaba su presencia, o era un aliado que no los había reconocido y los confundía con sus propios perseguidores.

Bolgo esperó a tener más información y la opinión de sus compañeros antes de hacer una valoración al respecto, pero en cualquier caso, los nervios hicieron acto de presencia en su mente, despejando todo atisbo de somnolencia que había estado presente las últimas horas del viaje.

TURNO 110

Al contemplar el asentamiento más de cerca, el numenoreano se dio cuenta en las marcas en el barro. Su teoría era simple, las más profundas pertenecían a las almadias, las dos líneas paralelas a los carros que transportaban estos, como pronto harían con los pertenecientes al grupo, y las pisadas tanto a los almadieros como a sus clientes. También, se fijó en el fuerte sonido proveniente de las turbulentas aguas, tal fuerza en estas haría que su viaje fuera más rápido pero también requeriría que los almadieros al carga tuvieran mayor destreza en el manejo de las embarcaciones.

Nada más salir del bosque, la presencia del hombre corriendo le hizo ponerse en alerta, pero más aumento esta cuando vio a sus perseguidores. Contra toda acción emocional de ayudar a aquel hombre, que claramente se encontraba en desventaja y que según el castigo que le quisieran dar sus perseguidores parecería desmesurada, sin haber juicio de por medio, a pesar del motivo de que lo estuvieran persiguiendo, Ilidan mantuvo la cabeza fría y se preguntó si no sería una treta para librar a la caravana de su vigilancia- Puede tratarse de una trampa. No abandonéis vuestras posiciones hasta ver como discurre la situación.- Aconsejo a sus compañeros con un grito, el cual no le importo que fuera los suficientemente fuerte como para que se enteraran los perseguidores y su presa o cualquier otro que pudiera estar cerca viendo la escena. Su idea, aparte de poner en sobre aviso a sus compañeros, que cualquiera que lo pudiera estar escuchando y tuviera las intenciones que había previsto dejará tal treta al ver que su plan había sido descubierto.

Ilidan esta vez sí que puso la atención requerida en observar a su alrededor para descubrir si había algo extraño. A la vez, cogió su arco y puso una flecha en la cuerda, y después lo tensó, manteniendo la punta de la flecha hacia el suelo, por si fuera necesario su uso.

Truno 110 

Percepcion Ilidan

Observas a tu alrededor, esperando ver algo mas que te aclare quien es ese hombre, si es perseguido o huye (hago esa diferenciacion dependiendo de si es aliado o no). El bosque parece tranquilo, nada mas altera la naturaleza entre los arboles. El hombre que corre lleva simplemente una capa gruesa de piel de oso. No hay nada nuevo que ya no sepas sobre el. Al hombre que va por detras no le distingues bien, pero es bastante mas alto que el primero. Va diez metros por detras, y a diez mas dos hombres mas. No logras difierenciar mas que al primero.

Alrededor el bosque se mece con el viento y, aunque la luna alumbra todo a la perfeccion, sus copas crean sombras que hacen que no puedas averiguar mucho mas. Los hombres corren desde el asentamiento hacia vuestra posicion (al menos hasta que os ha visto el primero de ellos).

Turno 110

Gelion se caía de sueño y cansancio. Los animales, más por haber divisado el lugar de reposo que por otro motivo aceleraron el paso y todo parecía que iba a tener el feliz final de un bello reposo nocturno.

Sin embargo una figura corría entre los árboles cercanos al camino. Vestido con pieles de animales y con la agilidad de uno de ellos a Gelion le recordaron a las tribus de barbudos pelirrojos que habitaban al este de las Montañas Nubladas. Los beórnidas eran dados a vivir en grandes casas junto con sus numerosos hijos y pocas veces se aventuraban en solitario. Por ello calibraba incluso la posibilidad de que fuese un bosquimano el desesperado atleta. La oscuridad creciente y el cansancio acumulado de todo el día le impedían razonar con más soltura y antes de darse cuenta aquel hombre les vio, se paró momentáneamente y... salió corriendo huyendo de ellos. Fue en ese momento en el que Gelion se dio cuenta de que aquel hombre era perseguido por algunos más. Sin duda, verles había confundido al perseguido y huía de ellos como si fuesen sus perseguidores.

Oyó cómo Bolgo, más rápido de reflejos que él, retenía su carreta para tomar conciencia de la situación. Ilidan avisó al grupo para que no se dispersase. Gelión se apresuró a detener la carreta a su vez y buscó la posición de Oin que venía delante suyo. Aquello era lo que no le gustaba de conducir el vehículo. Ahora se encontraba en una posición elevada, fácilmente visible y blanco favorito de las flechas por lo que intentó encogerse lo más posible. Pensó preparar alguno de sus trucos, pero la fatiga la sorpresa y la oscuridad hicieron que su concentración huyese de modo que allí quedó, observando todo, parado en medio del camino.

 Turno 110

Percepcion Gelion

Observas a tu alrededor, esperando ver algo mas que te aclare quien es ese hombre, si es perseguido o huye (hago esa diferenciacion dependiendo de si es aliado o no). El bosque parece tranquilo, nada mas altera la naturaleza entre los arboles. El hombre que corre lleva simplemente una capa gruesa de piel de oso. No hay nada nuevo que ya no sepas sobre el. Al hombre que va por detras no le distingues bien, pero es bastante mas alto que el primero. Va diez metros por detras, y a diez mas dos hombres mas. No logras difierenciar mas que al primero. No logras averiguar la raza de ninguno de ellos.

Alrededor el bosque se mece con el viento y, aunque la luna alumbra todo a la perfeccion, sus copas crean sombras que hacen que no puedas averiguar mucho mas. Los hombres corren desde el asentamiento hacia vuestra posicion (al menos hasta que os ha visto el primero de ellos).

Gallindum - Turno 110

El bosque empezaba a clarear conforme se acercaban a la aldea y el susurro de las hojas y las ramas era, poco a poco sustituido por el murmullo de las revoltosas aguas del río por el que deberían emprender la segunda etapa de su viaje. La caravana se dirigía tranquilamente al asentamiento de los almadieros con la cabeza puesta en la cena y en las camas que vendrían después (al menos la cabeza de Gallindum estaba ocupada en eso), pensando que habían puesto fin a la primera etapa del viaje satisfactoriamente, cuando Gallindum vió por el rabillo del ojo algo moverse entre los árboles. Cuando se giro y le prestó completa atención contempló una escena nada tranquilizadora. Un hombre ataviado con capa de pieles huía de un grupo de dos o tres perseguidores, contó Gallindum a primera vista. El hombre envuelto en pieles, que en un principio parecía dirigirse hacia la caravana, cambió de rumbo conforme vio al grupo; como si también estuviese huyendo de ellos.

Ilidan recomndó que nadie saliese corriendo, ni a por el fugitivo ni a por los perseguidores, pues podría tratarse de una treta para distraer a la escolta de la caravana. Gallindum estuvo de acuerdo con el Numenorean, además no le solía gustar tomar parte en conflictos agenos sin conocer bien los hechos. Aunque ese hombre estaba en una desventaja de tres contra uno, podría tratarse de un ladrón o de un asesino huyendo de quien le ha descubierto y pretende darle su merecido.

Gallindum reaccionó todo lo rapido que pudo, si eran ladrones y estaban enterados de lo que transportaban (y al enano no se le ocurría otro motivo por el que alguien les quisiese atacar más que robar su valiosa carga) irian directos a por el carro del cofre. El enano descolgó el escudo de su espalda y lo embrazó rapidamente, tomó el martillo en la diestra y sin una palabra fue corriendo a situarse alerta junto al carro de Agranil, con las armas en la mano, mirando hacia el bosque intentando ver si había más gente o que intenciones llevaban los que veia. Al fin y al cabo debía proteger a los que pegaban y a lo que transportaban.

Turno 110

Al ver a esos tipos corriendo, se queda ojiplático, pero rápidamente, retrocede hacia los carros y se coloca en la parte delantera, no directamente frente a los animales pero si guardando lo que sería el frente de la caravana. Con rapidez, extrae engancha el martillo en su cinto y echa mano a su ballesta para preparar un virote.

- ¡¡Todos... atentos...!!

Echa rodilla a tierra con la ballesta dispuesta apuntando hacia el lado del bosque en el que están los malosos.

 Turno 110

Percepcion Gallindum

Observas a tu alrededor, esperando ver algo mas que te aclare quien es ese hombre, si es perseguido o huye (hago esa diferenciacion dependiendo de si es aliado o no). El bosque parece tranquilo, nada mas altera la naturaleza entre los arboles. El hombre que corre lleva simplemente una capa gruesa de piel de oso, como ya habias observado. No hay nada nuevo que ya no sepas sobre el. Al hombre que va por detras no le distingues bien, pero es bastante mas alto que el primero. Lo cierto es que no entiendes bien lo que ocurre, esta claro que presencias una persecucion, aunque mas bien parece un juego. Aunque corren, no parece que lo hagan con la velocidad que podrian llegar a hacerlo, pues no van demasiado deprisa...

Alrededor el bosque se mece con el viento y, aunque la luna alumbra todo a la perfeccion, sus copas crean sombras que hacen que no puedas averiguar mucho mas. Los hombres corren desde el asentamiento hacia vuestra posicion (al menos hasta que os ha visto el primero de ellos).

"Turno 110

Sabía que los últimos tramos antes de llegar al final de etapa eran peligrosos, la gente solía bajar la guardia, por ello Draupner, recordó desde el flanco en el que seguía, y antes de bajar la colina, que no abandonaran sus posiciones.

A punto de entrar en el poblado, pese a su posivión, consiguió distinguir entre la espesura, las siluetas de varias personas, y por la situación parecía un perseguido y varios perseguidores. Pudo comprobar como sus compañeros se ponían tensos y en guardia ante lo peor y el hizo lo propio. Se aseguró de que tenía el escudo y el arma bien agarrados y se acercó a la caravana unos pasos pero sin abandonar su flanco.

Por otro lado, en atención a las palabras de Gelión, buscó en el lado opuesto al que corrían aquellas figuras en la noche, cualquier indicio de que alguien pudiera estar tramando una emboscada contra ellos.

Turno 110

Elendur vió en primer plano lo que sucedió, aquel hombre corria muy deprisa, y parecía tener miedo...detrás otros hombres lo seguían, la cuestión era. A que que se debe esta persecución?

Estaba claro que debían quedarse junto a la caravana para defenderla, pero quizás todos no.

Así que el montaraz, en su sentido de la justicia, pensó que lo más apropiado era seguir al hombre que huía, por si necesitaba ayuda o por si había que ajusticiarlo. Elendur pensó más en que era un ladrón que otra cosa. Pues alguien asustado no huye de una caravana sino que se detiene a pedir ayuda. Así que rápido de giró hacia sus compañeros y dijo

-Creo que debemos seguir al hombre que huye! tan solo yo y uno más, el más veloz...- miró instintivamente a Ilidan a pesar del recelo que podría sentir hacia él-....los enanos defenderán bien la caravana.

 RESOLUCION DEL TURNO 110

Asalto 2

Todos estaban espectantes, observando los acontecimientos. Bolgo permaneceria en su asiento hasta ver la reaccion de sus compañeros. Gelion desde el suyo observaba los alrededores, esperando determinar las razas de ambos corredores.

Ilidan preparo su arco, coloco una flecha en su cuerda y la tenso. Apuntando al suelo, esperaba el momento de disparar si fuese necesario. El resto embrazaba sus escudos y echaba mano de sus armas. Todos se preparaban para un encuentro, que nadie sabia si tendria lugar.

Oin entretanto se afanaba en tensar su ballesta. Coloco el estribo en su pie izquierdo y con fuerza tiro con ambas manos para intetar colocar la cuerda en su resorte. Cuando lo hubo hecho, levanto la vista para continuar siguiendo la persecucion. Ahora solo le restaba sacar un pivote de su carjac, y colocarlo en su posicion.

Elendur propuso la idea de ir tra ellos acompañado por Ilidan. El numenoreano ya apuntaba al suelo, con el arco semitensado.

Por delante, el hombre que huia avanzaba a toda prisa, no sin tropiezos. Su perseguidor le estaba dando alcance, y ahora se encontraba muy cerca de el, a apenas cuatro metros por detrás. Ambos no se daban por vencido, y a pesar de la dificultad de moverse por ese tipo de terreno, continuaban corriendo.

Ahora veis que el hombre que va detrás. Esta armado, y porta una cota de malla por armadura. Aun no ha sacado la espada que le cuelga del cinto. De pronto tras el segundo hombre, sale de entre los arbustos otro individuo mas.

Es mas o menos igual de alto que el primer perseguidor, pero mucho mas grande. De espaldas anchas y poblada barba. Cubierto por una capa de tela verdosa y un baston de caminar en su mano. Corre tras ellos aunque le cuesta arrancar y se situa a unos seis metros por detrás del perseguidor.

Asi el hombre que huye es persegido de cerca por dos hombres. Los otros dos que iban mas retrasados, se estan deteniendo en vista que no llegaran a alcanzarles.

Turno 111

Draupner estaba preparado para el combate, pero él prefería las distancias cortas. Su objetivo y misión era proteger la caravana y eso es lo que pensaba hacer. Aquello no parecía ir con ellos, así que de momento se mantuvo a la espera de acontecimientos, aunque en guardia y listo para actuar.

Como estaba cerca de la tartana aprovechó para tranquilizar a los ocupantes - Hemos divisado a un grupo de personas, que están en medio de una persecución. No parecen hostiles a nosotros pero recomiendo cautela. Permanezcan agachados en la tartana. -

Luego se dirigió a los conductores. - Bolgo, Gelión, no detengáis la marcha. Sigamos hasta el asentamiento. Esto no parece ir con nosotros. Llevemos a la enferma a un lugar tranquilo y ya nos preocuparemos luego de esto. -

Gallindum - Turno 111

El enano, en posición de alerta, asistía como atónito espectador a aquella extraña persecución. Hubo un momento en el que pareció que no era realmente una persecución ¿No iban demasiado lentos?, Gallindum tenía la impresión que tanto el huido como el perseguidor más cercano podrían correr más deprisa si se lo propusieran. De pronto aparece un quinto individuo, un buen mastodonte entre los hombres "¿Zalmoxis?" piensa Gallindum al verlo aparecer con su poblada barba, bastón en mano, portandolo como hiciera el beornida con su lanza. Pero no, no se trata de su antiguo compañero.

Este nuevo grandullón se une a la persecución, parece que hubiese estado escondido entre los arbustos y hubiese empezado a correr justo cuando ha pasado el primer perseguidor por su escondite. Curioso que no lo haya hecho cuando ha pasado el fugitivo. Para el enano es todo bastante confuso, y no acaba de entender qué es lo que está pasando delante de sus narices. Pero permanece en su posición, mientras no se acerquen más de la cuenta a la caravana no son problema suyo.

Los dos perseguidores que iban más rezagados se detienen al ver lo inútil de su carrera, Gallindum les presta ahora toda su atención e intenta ver si van armados al igual que el que está apunto de atrapar al fugitivo.

 Turno 111

Percepcion Gallindum

Estan lejos, entre los arboles y quietos. aunque te mueves un poco para ver entre los arboles no logras distinguir bien quienes pueden ser. Van armados, con dos hachas medianas. Sin embargo no llevan armaduras a simple vista. No sabrias decir su procedencia (raza).

El hombre que esta escondido, bien podria ser Zalmoxis, aunque no es tan grande como el sigue siendo de corpulencia superior a los hombres comunes.

TURNO 111

-No creo que sea conveniente perseguirlos.- Respondió a la pregunta lanzada al aire por Elendur, tras darse cuenta de que posiblemente se refiriera a él. Tal como habían permanecido se encontraban seguros, entonces para que cambiarlo si la caravana no corría ningún riesgo, ni ellos, cosa que podría cambiar si los dos salían en persecución de aquellos hombres y todos ellos se volvían en armas contra ellos.

Además la acción del hombre, que había permanecido escondido, de dejar pasar al que huía parecía algo extraña, si bien era que se notaba que la cualidad llamada agilidad brillaba por su ausencia en él. Sólo que fuera un aliado del que huía podía dar algo de razonamiento a la escena que se sucedía ante sus ojos.

Ilidan estaba de acuerdo con Draupner que lo que estaban presenciando no les incumbía, y sería bueno que la caravana continuará hasta por fin llegar a alcanzar su destino. Aun así no había que ser imprudentes, y había que seguir vigilando tanto la persecución como los alrededores hasta que estuvieran en un lugar seguro o todo lo que sucedía antes sus ojos quedará completamente claro.

Turno 111

Uno a uno, todos los miembros de la caravana se pusieron en guardias y prepararon sus armas para el ataque. Bolgo se disponía a imitarlos cargando su honda por si hiciera falta cuando Draupner les indicó que reanudaran la marcha. El mediano asintió, se guardó la honda de nuevo (dejándola a mano para minimizar el tiempo de carga) y azuzó a los caballos para hacer avanzar su carro tras el que llevaba delante.

La caravana se encontraba de nuevo en movimiento, no obstante, Bolgo lanzaba miradas furtivas hacia el bosque con la intención de percibir el desarrollo de la persecución.

- Algo me dice que deberíamos intervenir -dijo el hobbit más para sí mismo que para el resto.

El traqueteo del carro castigaba de nuevo sus posaderas y el asentamiento almadiero estaba cada vez más cerca.