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Turno 904

Habían tardado un par de horas, y en muchos momentos pensó que lo único que iban a hacer es cansarse, pero todos unidos aportando sus ideas y sus virtudes al final habían conseguido construir un techo bastante aceptable, salvo por algunas cuantas goteras, y hacer un fuego, lo que al principio había parecido una tarea imposible dadas las condiciones y recursos de los que disponían a su alcance.

Sin embargo, aun se debía de prestar gran atención en el mantenimiento del fuego, el cual si se extinguía sería imposible de reavivar de nuevo dado que ya habían usado la mayoría de material para iniciarlo, lo que le recordaba que cuando fuera posible tendría que reponer su yesca.

Estaba agotado, y aun así sabía que aun  no había llegado la hora de descansar, y menos de forma cómoda y prolongada, puesto que aparte de las deplorables condiciones en las que tendría que dormir, sabía que Draupner no perdonaría las guardias. Junto al fuego, ya que era su turno para calentarse, esperaba a que el enano hablará sobre como se realizarían estas, después de que Yves-ashe hubiera sacado el tema.

Turno 904

- Excelente trabajo. - ​ expresó satisfecho a la vez que cansado por el ímprobo esfuerzo del grupo. - Ahora los turnos de guardia y después a descansar, que nos lo hemos ganado.-

- Somos 12, eso significa 6 grupos de 2  - rectificó a Yves-ashe - tarea que salvo enfermedad por prescripción de Marga o causa justificada hemos de realizar todos. El camino es duro, así que en principio haremos paradas de 10 horas, así podremos reponer bien fuerzas para afrontar las jornadas con buen ritmo. Un grupo descansará por en el periodo de parada ya sea de noche o de día, pero se encargará de vigilar en las paradas que hagamos  en ruta. La primera guardia se hará mientras el grupo monta el campamento y la última concluirá cuando este se levante. Relevos cada dos horas. Los grupos son los siguientes, empezaremos así e iremos rotando. Fréagulf y Dwalin, la primera guardia, entre vuestras tareas está el acercar leños para que se vayan secando y mantener la hoguera encendida. Oín y Bolgo, segunda guardia. Groal, tú conmigo la tercera guardia,  la cuarta guardia Temüyin y Gelión y la última guardia Illidan y Marga. Descansan hoy, Yves - ashe con Alian y mañana harán la primera guardia.

- Antes de descansar, os recomiendo al menos escurrir la ropa mojada que lleváis puesta. - concluyó antes de ponerse a escurrir las suyas y proceder a descansar hasta su turno de guardia. 

Turno 904

El ailgratha contempló complacido como el techo que habían improvisado resistía firmemente ante la fuerte lluvia. También se alegró de que los demás hubieran logrado hacer un fuego en condiciones a pesar de que toda la madera con la que contaban estaba mojada. Casi le parecía un milagro que aquel fuego resistiera, la dificultad era grande y habían hecho un gran trabajo.

Pero conforme pasaban las horas los estornudos se incrementaban y la nariz comenzaba a gotear sin tregua, casi como aquel cielo, incomodando en gran medida al rohir. Incluso una ligera tos empezó a sacudirle el pecho y la garganta y se notaba algo febril. El fuego logrado fue un gran alivio. Se quitó las ropas empapadas que llevaba y las puso junto al fuego para que se secaran sugiriendo a los demás que hicieran lo mismo a fin de que las mojadas ropas les enfriaran también.

No se encontraba muy bien, y supuso que estaba incubando algo. Sin embargo aceptó la primera guardia de buen grado. Le serviría para después descansar el resto de la noche, simplemente tendría que resistir un poco más al cansancio. Marga estaba preparando alguna de sus curas y eso le dio algo de esperanza.

Turno 904

Durante todo el proceso de montado del techo, estuvo mirando como todos participaban activamente en este hasta que al final consiguieron su proposito, un regufio que la verdad, dadas las circunstancias y para haber sido hecho por un grupo tan dispar estaba más que bien.

Con el fuego, Temüdyin no tenia ninguna esperanza, hizo lo que le dijeron y estuvo atento por si necesitaban algo, pero desde un principio lo veia muy dificíl. Todo estaba humedo y tenian poca yesca. Aun así, volvieron a sorprenderle, mas cuando uno de los enanos corto parte de su barba y parte de su ropa para poder reavivar el fuego. No se le habia ocurrido.

Y cuando por fin creia que ya iba a poder descansar, la noticia de las guardias le volvio a recordar en que situación estaban. Por suerte no le tocó la primera, necesitaba descansar urgentemente, notaba que su cuerpo empezaba a sentirse muy débil. Y le tocó con Gelion. Lo poco que sabia de él es que parecía alguien que estaba aprendiendo o estudiando pues leia mucho.

Después, ya sabiendo que tenian asignada la penúltima guardía, cenó rápido, intentó secar algo de sus ropas y se acostó lo antes que pudo. Quería aprovechar todo el descanso posible pues ya llevaba algo acumulado.

Turno 904

Gelion se alegró de que consiguiesen hacer fuego, aunque ya sabía que les tocaría esforzarse algo más. Tocaba ronda de guardias. De modo que se dispuso a dormir esperando su turno. Le tocaría hacer la cuarta ronda con Temüdyin. Por lo menos era buena compañía para las dos horas de sueño y hastío que les tocaba pasar juntos.

Se encontraba fuerte a pesar de las penurias pasadas durante el día. Tal vez su cuerpo comenzaba a mejorar, como el de los atletas que se fuerzan para superar sus límites.

Turno 904 II

Como quieras Draupner...tu mandas.... a pesar de haber mencionado que algunos presentaban síntomas de agotamiento  y resfriados, que en estas condiciones, podría agravarse, hasta la pulmonía y la muerte, este hizo oídos sordos... yo me encontraba bien, algo cansado pero bien....no comprendía los razonamientos de este.... pero el sabrá, espero no se equivoque, pues no es solo su vida la que esta en sus manos....

Tras lo cual me acerque hasta marga para ver como le iba con el fuego, tome mi zurrón comprobando el estado de mis cosas, algunas estaban algo húmedas, como este musgo*... tenia 2 pero uno se había mojado...toma Marga esto vendrá bien para prevenir contraer males mayores, tengo para otra ocasión, que esperemos no sea necesario....... ummm espera ahora que las veo....., ya no me acordaba que las tenia, saque unos** trozos de raíz, esto será un buen remedio, me fui presto hasta donde Freagulf se encontraba...
Toma esto amigo, haciéndole entrega de un trozo de raíz amarillento, mastícalo y traga su savia, ayudara a que no te resfríes... este proceso se repitió con Gelion quien también parecía tener algunos síntomas de congestión y con mi hermano al que le empezó a doler la cabeza....
Ahora si me voy a descansar, luego si el tiempo acompaña la luz aun se mantiene, iré a buscar algo para el camino...
Tome una gran bocanada de aire, y tras unos largos segundos escuchando lo que la naturaleza tenia que decir***... me fui orear un poco el resto de especias y a descansar un rato.....

Turno 904

Por fin habían logrado un techo y un fuego aunque su idea de la tela no había sido buena y casi estuvo apunto de apagar el fuego; pero al menos ya tenían algo. Escucha a Draupner y asiente con la cabeza aunque no se siente muy cansado pero el camino va a ser largo y lleno de penalidades. Así que se acomoda junto al fuego, se saca las botas y deja ir el manantial contenido para luego ponerlas cerca del fuego. Se quita los calcetines y los sitúa sobre el tronco más cercano para que se sequen un poco. Finalmente, se quita la gruesa capa para ponerla a secar y a regañadientes, la cota de mallas que pone como almohada. Se quita la camisa y la pone a secar también quedándose un rato en ropa interior mientras las prendas se secan un poco para luego ponérselas y echarse a dormir... sabe que va a añorar la manta pero no hay nada que hacer así que se arrima al fuego para calentarse y pronto ronca a pata suelta. 

Turno 904

Groal estaba algo agotado, pero satisfecho. Habían logrado lo que parecía imposible, y él había podido aportar algo. La ventaja de su envergadura era muy útil en momentos como aquellos, por lo que su falta de destrezas era suficientemente compensada. Siguiendo las instrucciones de sus compañeros más experimentados, había ayudado a poner la lona embreada de manera que resistiera durante toda la noche, y ahora todos podrían pasar la noche húmedos en vez de calados hasta los huesos.

Una vez que hubo terminado la labor, Groal se dispuso a descansar lo que pudiera. Le tocaría guardia esa noche junto a Draupner, cosa que le parecía interesante. Tal vez pudiera entablar una conversación trivial con el enano y llegar a conocerlo un poco mejor.

Groal se dirigió hacia la fogata y mientras trataba de escurrir un poco su ropa y secarla lo más que pudiera antes de irse a descansar, aprovecho de decirle a Marga -¿Hay algo en lo que pueda ayudar, antes de que me retire a dormir? -Groal seguia pensando en la enana como en una especie de maestra, de modo que quería aprovechar también de observar todos sus movimientos cuando preparaba sus infusiones. Era preferible que dos personas supieran prepararle, en vez de solo una, en caso de que surgiera la necesidad, o de que fuera la misma Marga la que caiga enferma y no estuviera en condiciones de prepararla ella misma.

Una vez que hubo ayudado a Marga en lo que podría, y de observar hasta estar satisfecho, Groal se fue a dormir, a la espera de su turno de guardia.

Turno 904 (Continuación)

Nada más que Draupner comentara como se realizarían las guardias, el numenoreano empezó a prepararse para descansar hasta que llegará su guardia; y ya que para ello tendría más tiempo de lo habitual se permitió perder casi una hora en escurrir la ropa y después dejarla secar un tiempo junto a la hoguera, y prepararse un lecho de ramas con hojas, de las que quito parte de la humedad golpeándolas contra uno de los robles, para no manchar después su vestimentas. Por último, se cubrió con su manta de lana para minimizar la posibilidad de coger un resfriado; mientras apoyaba su cabeza contra su capa enrollada.

Turno 904 (Continuación)

Ya que la guardia le tocaba con la enana, dejaría que ella se encargará de mantener el fuego mientras preparaba el desayuno y, casi de seguro, también uno de sus famosos y revigorizantes tés.- Si necesitas ayuda con el fuego , avísame Marga.- Le informaría a la mediana.

Por su parte, él se encargaría de vigilar los alrededores, lo cual esperaba que no fuera muy difícil, a no ser que la climatología fuera tan adversa como por la noche, puesto que el terreno circundante era llano y sin arboledas. Para su guardia, volvería a colocarse su capa, e iría pertrechado con su equipo de combate al completo. Tenía pensado así asir, durante sus vueltas de reconocimiento, su espada corta, a la vez que portaría su escudo, arco y carcaj con flechas a su espalda.

Turno 904

- Gracias Yves, eres muy amable. - Le dijo Marga al bosquimano observando las plantas que le traia. - Ese musgo nos vendra pero que muy bien, y cogere tambien una de las raices de Arlan, con eso bastara por ahora. - Dijo la enana tomando parte de lo que le ofrecian.

- Molere la raiz, y con su polvo aderezare el te matinal, aunque lo ideal es hacer vapores con ello. Somos muchos, tendra que valer con el te. - aclaro la enana mientras guradaba la raiz en su zurron. - Echaremos en ese mismo te el melendar, ya vereis, ese musgo te hace mas fuerte ante las inclemencias que se nos vienen encima. - Marga estaba contenta, con esas dos hierbas, y las que ella pondria, haria una infusion mas que saludable.

- Groal, gracias, no necesito mas que descansar de momento - Realmente no habia nada que no pudiera hacer ella misma, y hasta la mañana no prepararia la infusion.

Turno 904

Bolgo realizó el turno de guardia junto a Oin, lo cual le agradó. El enano no dominaba por completo la lengua común, pero habían establecido una pequeña relación de cordialidad entre los dos. Además, el mediano disfrutaba de la jovialidad y el sentido del humor del enano.

Durante la noche, Bolgo se hizo un ovillo lo más compacto que pudo. Intentaría mantener el calor lo mejor posible y en parte lo consiguió. Su ánimo se había recuperado en parte por resultar útil en la construcción de aquel improvisado refugio. Era el único que podía acceder a algunas ramas debido a su estatura y su peso, y eso le hacía sentirse bien. Si había algo que odiaba Bolgo era sentirse un estorbo. Aquello era lo que más le había atormentado en el largo viaje que había emprendido.

Turno 904 III (y a dormir)

emmm, si, si Marga tómala, si necesitas algo, pregúntame pues suelo llevar varias de estas plantas, como has podido apreciar, las uso como moneda de cambio, pero llegadas las circunstancias también son para lo que son....

Bueno ya es hora de dormir un rato, me quite la ropa húmeda y la puse tendida con algunas flechas que pinché en el suelo, cerca de la lumbre para que por lo menos algo mejor sequen.....tome una manta y me acurruque semi desnudo, en un rincón, arropado solo por esta, y por el humo que se desprendía de la madera mojada.......

RESOLUCION TURNO 904
 

A lo largo de la noche la lluvia no dejo de estar presente. Incesantemente caia y caia sin remedio, resbalando por la lona embrada y empapando las mantas que habían colgado a modo de techumbre. Las mantas que les cedió Himetel estaban ya de por si raidas, y allí donde eran mas finas por el continuo uso, se habían ido rasgando a lo largo de la mañana. Las pocas goteras que habia al inicio del descanso eran ya casi canalizaciones por las que un chorro caia.  El peso que fueron cogiendo las mantas conforme succionaban el agua de la lluvia, hacia peligrar los nudos e incluso la propia estructura. Afortunadamente esta ultima parecía estar aguantando muy bien. Las mantas sin embargo demostraban su poca utilidad para hacer de tejado. De dos en dos fueron relevándose las guardias. Aquel que se levantaba dejaba su sitio, algo menos húmedo que el resto, al que llegaba. De ese modo solgraron sortear las goteras. Al final de la manñana, bien entrado el medio dia, la lluvia amaino bastante. Tanto que en comparación con lo que habían pasado, alguno incluso Bolgo que habia dejado de llover a pesar de que las gotas de agua aun resbalaban por su mejilla.

Habian pasado una noche tranquila, al menos en cuanto al enemigo respectaba, no se podía decir mucho del descanso en si. Todos durmieron mas o menos bien, a exccepcion de Draupner y Temudyin, pues sus sitios estaban relativamente cerca de dos goteras generosas. No hiceron mas que moverse y moverse durante toda la noche. Lograron que el fuego no se apagase en toda la mañana, cosa que contribuyo a que secasen muchas de las prendas, o al menos a que no estuviesen totalmente caladas.

Gelion parecía también algo inquieto dentro de su saco, aunque permanecia muy quieto su cara gesticulaba sin cesar. Bolgo apenas se entero de que dormían en el suelo, aunque echaba de menos su cama, allí en la Comarca. Los demas no pasaron mas que algo de frio y malestar por el terreno, nada que les impidiese un buen descanso.

El ultimo turno fue el de Ilidan y Marga, aunque muchos ya se encontraban despiertos antes de que estos tuvieran que despertarlos. Habian pasado mucho rato desde la hora de la comida y los estomagos rugian tanto que sus dueños no tuvieron mas remedio que levantarse. No tenían muy bien cogido el horario aun y pese al agradecido descanso no pudiron seguir durmiendo. Eran por los menos las tres de la tarde cuando todos estaban levantado, todos menos el cielo encapotado.

Ahora caia con poca intensidad, parecía haber dado una ligera tregua, que seria corta a juzgar por los nubarrones que se veian al este, de donde venían.

Marga se habia puesto a preparar su te en cuanto su turno comenzo. Calento agua, molió las raíces de arlan y añadió el musgo al caldero. Media hora después removía todo aquello mientras se iba espesando. Lo ideal era beberlo caliente, para que de ese modo se inhalaran los vapores del te, que era como realmente mas efecto hacia la raíz de Arlan. Comida o bebida también valia, pero el mayor efecto era inhalada.

Todos se despertaron y se preparon para partir, tomando de ese magnifico te, que esta vez tenia un fuerta sabor a tierra, sobre todo por el musgo.

Turno 905

Temüdyin se despertó cansado, no había conseguido descansar antes de la guardia y el último tiempo que tuvo para dormir antes de ponerse en marcha le fue escaso, no consiguió conciliar el sueño. Por eso, al levantarse parecia un zombie, andaba como desorientado y su cara lo decía todo, mezcla del cansancio y del resfriado que no terminaba de romper.

Tomó la infusión que con esmero habia prepardo Marga. Aunque tenía un fuerte sabor a tierra no le disgustó, cosas peores había comido y que estuviese caliente lo agradeció profundamente. Después de tomarse su tiempo con la infusión, pues aprovechó para entrar en calor con ella dando pequeños sorbos que tragaba despacio, se empezó a preparar para la marcha. Cuando recogió sus cosas y se vistió miro hacia el tinglado que habian montado. Las mantas parecian coladores y dudaba si valdrían para algo en su estado. Humedas seguro que no, pero si estuviesen secas seguro que algo abrigarían, pero con este tiempo. Pensó. Pero el no tenía que decidirlo. Así que ayudó a los demás a recoger y espero ordenes respecto el qué hacer con las cosas del techo.

Turno 905

El sueño había sido incómodo, pero al menos reparador. En cuanto se despertó se apresuró a recoger sus cosas, escurriendo el posible agua que pudieran haber cogido y volvió a vestirse para emprender de nuevo una larga jornada. Comió y tomó el té preparado por Marga y en cuanto todos hubieron acabado de comer, pidió ayuda para recoger el chiringuito montado, la lona, las cuerdas utilizadas y entre 2 escurrieron las mantas para que no pesasen tanto al transportarlas. Luego se dirigió a Fréagulf para preguntarle si más adelante sería fácil encontrar algún sitio donde guarecerse y materiales para prender una hoguera, pues de no existir, cada uno de ellos debería cargar con alguno de los leños que habían estado cerca de la hoguera y que ahora estaban menos húmedos. Si lo envolvían todo en la lona embreada, y hacían que uno de los caballos lo llevara, podrían seguir avanzando al mismo ritmo y mantener además la madera seca para la siguiente ocasión.

La idea era andar de nuevo hasta el amanecer siguiente, si es que aquello era posible. Y así se lo comunicó al resto para que se fueran mentalizando. 

Turno 905

Ya llevaba un rato en pie y ya tenia todas mis cosas recogidas; guarde todo lo que secando había puesto y tome una taza de ese Té, que marga, tan sabiamente, había preparado… no es que supiera bien, pero seguro que más de uno lo agradecería en adelante.

Ahora que ha amainado medianamente, seria conveniente buscar en los alrededores, plantas y demás vegetales, que nos puedan ser de utilidad,  Creo recordar Groal, tenias conocimientos a este respecto, si te unes abarcaríamos mas terreno y podría ser algo mas productivo, teniendo en cuenta que en futuras paradas, no podríamos saber de cuanto tiempo dispondremos a esta labor... y si alguien mas quiere o puede ayudar tanto mejor claro esta.

Turno 905

Ilidan volvió de la última vuelta en su turno, en la que se había alejado algo más, acabándose de comer una manzana, para encontrarse que finalmente ya todos se encontraban despiertos.

Antes de comer algo más para coger todas las fuerzas posibles para la dura jornada que les quedaba por delante, y tomarse e inhalar los vapores del té preparado por Marga; volvió a seguir los pasos de la noche anterior para secar sus ropas, aunque esta vez también estaba incluido en ello su manta, la cual escurrió para pasar a enrollarla y "guardarla" en la mochila.

Con el torso al descubierto, los demás pudieron ver mejor, el colgante que portaba al cuello, y del que normalmente únicamente se podía entrever entre sus prendas, el cordón de cuero natural trenzado. El colgante tenia el aspecto de una especie de flor seca. Estaba realizado en hierro, con un fino baño de cobre, y parecia muy viejo, dado el desgaste que presentaba.

Por último, ayudó a  recoger la lona, mantas y cuerdas que componían el techo, y tras ello se volvió a vestir y revisar que todo estaba en orden en su mochila antes de partir.