Partida Rol por web

Un Nuevo Mundo

.: La misión :.

Cargando editor
17/08/2008, 16:31
Director

|En el internado...|

La cena ya había terminado. Los jóvenes habían comido para coger las suficientes fuerzas para aquella noche, por si acaso les atacaban otra vez en alta mar.
Todo estaba listo para que los jóvenes aprendices subieran a bordo del gran barco que portaba un castillo, el mismo barco en el que habían llegado al internado, pero esa vez no notaron ningún cambio climático cuando éste apareció.
El barco seguía intacto. Parecía que el ataque sufrido en alta mar no le había pasado factura y seguía igual de impactante que el primer día que apareció ante la atenta mirada de los jóvenes aprendices.
Los enanos vestidos de verde, como si de irlandeses se trataran, salieron inmediatamente del internado con las maletas de los pasajeros, tanto de alumnos como de profesores. Echaron a andar por la pasarela hasta llegar al barco y se encargaron de dejar las pertenencias en las habitaciones de cada uno.
Cuando Mark, el director del internado, y la Princesa Farilynn dieron permiso a los muchachos para que empezaran a subir al barco, a muchos de ellos les vino a la mente la imagen de Peter dándoles la bienvenida y enseñándoles las diferentes estancias de éste.
- Bueno, queridos aprendices- empezó a decir Mark, cuando ya todos subieron al barco y se concentraron en la cubierta de éste para escuchar lo que tenían que decirles antes de partir-. Disfrutaréis de la compañía de Pharen (Profesor de Tiro con arco), de Shen (Profesora de Manejo de Espada), de Dana (Profesora de Adivinación), de la mía y de la Princesa Farilynn. Nosotros seremos los responsables de seguir con vuestros entrenamientos, aunque serán más básicos y prácticos que los que llevamos en las clases, y seremos los encargados de que volváis al internado sanos y salvos- dijo el director, con una sonrisa, mirando a la compañía de profesores que acudirían a la misión, en especial a Farilynn. Seguía con la intención de hacer las cosas tan bien que la reina Hanless tendría que darle la mano, en matrimonio, de su hija. No pudo evitar mirarla de arriba a abajo, sintiendo unos enormes deseos de poseerla. Sin duda, tenía planes para conseguirlo.
- Queremos que seáis conscientes de lo que esta misión requiere... Entre otras cosas; responsabilidad, madurez y muchas ganas de luchar- empezó a decir Farilynn, poniéndose al lado de Mark-. Debéis estar totalmente concentrados en vuestro deber y olvidaros de cualquier distracción. No podéis permitíroslo-.
Seguidamente, después de aquellos dos discursos que intentaban poner alerta a los muchachos para no confiarse, incitaron a éstos para que disfrutaran de aquella noche.
A su disposición había una bonita librería, por si a alguno le apetecía entretenerse leyendo, y en otra estancia que había en la primera planta había una zona especializada para practicar con espadas, arcos, lanzas, hachas, etc.

La Princesa Farilynn, sin embargo, decidió subir a sus aposentos (4ª planta) para descansar, pero no lograría hacerlo por mucho tiempo...
Se acercó a su escritorio, pues ella hubiera jurado que no se dejó ningún pergamino encima de éste cuando llegaron al internado.
Lo cogió, lo desplegó y comenzó a leer el contenido, para saber si éste era importante o por el contrario podía tirarlo. No sabía si hizo bien en leerlo, pues el contenido no era satisfactorio...
- No puedo creerlo... No puede ser cierto... ¿Cómo has podido hacerme esto, mamá?- pregunté en un susurro, mientras me dejaba caer en la silla, cuando mis ojos se llenaban de lágrimas por el contenido de aquel pergamino. Sin duda, era una nueva manera que Markwolf había encontrado para chantajearme y pedirme la rendición. Era un juego sucio.

|En la casa lúgubre...|

En aquella casa oscura y llena de humedad, las cosas seguían como estaban.
A los jóvenes siervos se le había anunciado la importancia de que asistieran al gran día de Markwolf, aunque nadie aún había explicado lo que pasaría aquel día que era tan importante para su señor.
El entrenamiento de la tarde había pasado con tranquilidad y los muchachos empezaban ya a demostrar que se les daba bien luchar y que no dejaban de practicar en sus tiempos libres.
Sin embargo, Hilary, después de pasar aquel momento íntimo con Jairon, no parecía que la relación con él fuera a cambiar. Seguía siendo igual de borde que de costumbre y no tenía la más mínima intención de cambiar eso.
Ella había conseguido su objetivo y estaba segura de que lo volvería a intentar, si no era con Jairon sería con otro chico, eso no era problema para ella.

La reina elfa Hanless no cesaba de llamar a Mefiroth y Jairon, en un intento desesperado de relacionarse con alguien y mostrar sus encantos para sus objetivos.

Notas de juego

NOTA MASTER: En la primera planta del castillo-barco se encuentran la biblioteca, la sala de entrenamiento, el comedor y el vestíbulo, además de los baños.
En la segunda planta se encuentran los dormitorios de los chicos, en la tercera planta los dormitorios de las chicas (os recuerdo que la entrada a estos pasillos está vigilada por un portal invisible que sólo permite el paso a las chicas), en el cuarto piso están las habitaciones de los profesores y de la princesa... Además, advertiros de que el quinto piso sigue estando prohibido. Si tenéis dudas no os cortéis en ponerlas en el apartado dedicado a las dudas. ¡Un saludo!

Cargando editor
17/08/2008, 20:15
Fistandantilus

En cuanto acabaron la charla acerca de responsabilidad y consejos, me fui derecho a la biblioteca. Allí esperaba encontrar algunos libros de hechizos para repasar los que conociera y aprender alguno nuevo.
Quizás más tarde vendría algun otro hechicero con el que intercambiar opiniones. Puede que aquel chico...Sirius creo recordar.
En el fondo, muy al fondo, me había caido bien.

Cargando editor
17/08/2008, 21:06

[Biblioteca]

Ya me habia preparado para ir al barco castillo mi equipaje lo habia llevado un enano vestido de verde al castillo, todo salvo mi baculo, para la ocasion me habia puesto una de mis ropas preferidas, ropas azules y doradas, con una falda bastante corta y un corsé, además de una capa de color azul con detalles en dorado. (Isabella).

Al parecer teniamos algo de tiempo libre, asi pues tras el discurso mientras lo pronunciaban pense en que debia ser algo bastante importante para ir tantas personas y sobretodo profesores, aunque sinceramente me parecia una autentica imprudencia que vayan los alumnos de primero tambien, quien sabe tal vez no seria tan sumamente arriesgado como nos habian hecho creer, aun asi no podia tomarme lo que sucedia alli a la ligera.

Tenia algo de tiempo, asi pues decidi encaminarme a la biblioteca, alli sin duda podria encontrar algo interesante, asi pues me dirigi hacia alli en busca de algun libro, pense en que tema buscar, no se, mirare a ver que es lo que encuentro, asi pues me encamine a la biblioteca con Xhiff apoyado en el extremo de mi baculo.

Cuando llegue me di cuenta de que alli estaba Fistandantilus, con el cual al finel no intercambie palabras, al verle le salude con un simple y educaco:

- Hola

Para comenzar a mirar las estanterias, casi instintivamente me dirigia a las estanterias de libros magicos.

Cargando editor
17/08/2008, 21:15
Vana Driel

[Biblioteca]

Tras las palabras de bienvenida al barco y de precaución ante lo que se nos venía encima, decidí que el mejor sitio para estar sería la biblioteca. Pensé que allí podría estar tranquila, así que me incomodó encontrarme con que alguien se había adelantado ya (Fistandantilus e Isabella). Me pareció que eran ambos mayores que yo, aunque no les conocía. No quise interrumpir el silencio de la sala saludando en voz alta, así que confié en que me hubiesen oído entrar e hice un cortés gesto con la cabeza a señal de saludo, antes de encaminarme a las estanterías llenas de libros, alegre de tener tiempo para dedicar a la lectura.

Cargando editor
17/08/2008, 21:29
Ikki Bowhack

[Habitación-Camarote]

Lentamente, me lenvanté del suelo. Llevaba desde la hora de comer ahí, pero no me importaba. ¿Qué más me daba hacer algo o no hacerlo? Cogí desganado mis dos dagas y me las coloqué en el cinturón. También comprobé que llevaba la varita.

Salí con un aspecto un poco más siniestro, mirando al suelo y arrastrando los pies, caído de ánimos. Pasé de cualquiera que me hablara o tuviera intención de hacerlo, y me dirigí directamente a mi cuarto. Dejé pasar a Inuki y cerré la puerta inmediatamente, sentándome de nuevo contra la pared.

El lobo me miraba entristecido, todo se leía en sus ojos. Tenía la intención de hablarme, pero se lo negué agachando la cabeza y escondiéndola entre los brazos. Esperaba que no fuera una larga travesía; sólo eso...

Cargando editor
17/08/2008, 21:48

[Sala de entrenamiento][/B]

|CONJUNTA ENTRE THROBEN Y ARIOCH|
Throben: Bonito discurso.. pensé.

Aún parecía un poco pronto para acostarme, además, un enano puede estar hasta cuatro días sin dormir con tal de que al día siguiente duerma diez horas del tirón. Me decidí por dirigirme a la zona de entrenamiento para ver a quien encontraba. Y si daba la casualidad de que estaba alguien, podríamos entrenarnos juntos.

Hacía ya un par de semanas que no entrenaba demasiado en serio y si cabía la posibilidad de que se presentase en breve una dura batalla, necesitaba poner mis músculos al máximo. Así que me dirigí hacia allí.

Arioch: Al ver que Throben se dirigia hacia la sala de entrenamiento le seguí ya que ami tambien me apetecia ejercitar un poco los musculos.

Al llegar a la sala de entrenamiento todabia no había nadie, asiesque le propuese a throben entrenar entre nosotros hasta que llegara alguien con el que poder practicar.

Cargando editor
17/08/2008, 22:05
Cambaral

[Sala de entrenamiento]

Bostecé abiertamente ante el discurso de Peter. De 3 requisitos sólo cumplía uno. "¡Sobra!" pensé. Me sentía feliz, en mi ambiente, a punto de zarpar. Lamentaba que fuese un castillo en vez de un barco, pero no podía tener todo. Bastante tenía con salir de la cómoda, tranquila, fácil y aburrida vida del internado.

Decidí que ir a la sala de entrenamiento sería una buena idea. Seguro que había más de uno con ganas de pelear. Y aunque prefería los duelos auténticos a los simples entrenamientos, estos eran necesarios y divertidos.

Sonreí ampliamente al encontrarme a otros dos allí (Arioch y Throben).

-¡Salud, compañeros! Creo que hace un buen día para derrotar a alguien en una pelea... ¿algún voluntario? - Dije, fanfarrón pero sonriente.

Notas de juego

Si se me acepta... conjunta o lo que sea, pedidme el msn por mensaje. Si no queréis tampoco pasa nada... aunque Cambaral se reserva el derecho a llamaros cobardes ;) jajaja ^^

NOTA MASTER: El discurso es de Mark y la Princesa Farilynn ;)

Cargando editor
17/08/2008, 22:32
Sirius Abeforth Valpurgis

[ Tiro con arco – Vuelo – Comedor – Barco Castillo ]

Ya ni sé por que tengo que pasar por esto. Mi madre me enseñó que mis habilidades estaban ocultas dentro de mi alma, y que debía practicar mucho para poderlas utilizar correctamente y con seguridad. Durante los pocos años que he tenido a mi madre de tutora, he aprendido mucho acerca de las energías que rodean nuestro cuerpo y sobretodo, de las energías que se encuentran dentro de cada uno.

Esas energías que, como diminutas bolitas, interactúan con todo lo que nos rodea, intercambiándose unas con otras para así mantener el equilibrio de todas las cosas de este mundo. Me han enseñado a detectar esos sutiles cambios de energía en los cuerpos, y por supuesto, los cambios energéticos que sufre el mío propio.

Mi madre me ha enseñado a controlarla, y siempre que estuviera dispuesto y concentrado, a hacer con ella lo que me apetecía, desde crear un poco de agua para regar sus macetas, hasta una suave brisa que entre en su habitación para que se sienta más cómoda sus últimos días.

Sé todo eso, lo cual no es poco, y entonces… ¿Cómo demonios no soy capaz de darle a una maldita diana con una flecha?

Sé que mis dedos son torpes y yo un poco patoso en lo que a armas se refieren… pero las risitas de mis compañeros no hacen más que ponerme más nervioso y cada vez que disparo, la saeta pasa más y más lejos del blanco. Espero no darle a nadie en su recorrido, ya sería la gota que colma el vaso.

Tras un par de horas de intentar darle a una simple diana de papel, el profesor nos dice que la clase ha terminado. Menos mal, ya me sentía demasiado mal en no acertar como para aguantar un rato más disparando con esta porquería de arma…

No deberías preocuparte por no acertar… tu destino es mucho más importante que unas simples dianas…

Madre…

Sus últimos días fueron muy difíciles para mí. Postrada en su cama, sin querer comer ni beber… dios… Me costaba horrores darle un vaso de agua, y cuando lograba darle de beber un sorbo, ella automáticamente apartaba mi mano con la suya y me indicaba que regrese a practicar magia.

Yo la veía allí, tumbada en la cama, bañada en sudor y casi no podía contener las lágrimas. Sólo intentaba de vez en cuando, convocar una fresca brisa en la habitación, para hacerla sonreír un poco. Ella pensará que estoy avanzando con mi entrenamiento, pero en mi mente sólo hay sitio para ella.

Los médicos dicen que no pasará de este invierno, y yo no puedo hacer nada. Solamente puedo acompañarla en estos últimos días de su vida y hacer que estos sean los más cómodos para ella.

Por las noches me encierro en mi cuarto y lloro. Lloro por no poder hacer nada para curarla. Sus amigos dicen que mi magia es aún muy débil para ello y que sólo un poderoso mago podría curarla… pero no hay magos tan poderosos en este sitio.

La clase de vuelo resulta ser casi tan espantosa como la de tiro con arco. Creo que algún día de estos podré lograr elevarme unos centímetros del suelo, pero hoy no es el día. La voz de mi madre está muy inquieta últimamente y no deja de darme charlas sobre mi seguridad y mi destino. Es tan extraño continuar conviviendo con ella en mi cabeza, sabiendo que hace años que ha muerto.

El medallón… el medallón es la clave. Segundos antes de su muerte, cuando estiró su mano a su cuello para arrancarse el medallón que luego me entregaría, percibí como si una parte de ella se metiera dentro del medallón.

Con sus últimas fuerzas, ella cogió mi mano y depositó el medallón en mi palma completamente abierta. Después tan sólo me dijo: “Estaré siempre contigo, Sirius… yo y toda tu familia” y cerró los ojos para jamás volverlos a abrir.

Allí, en ese momento, sólo recuerdo haberme puesto a llorar como un descontrolado, tanto, que mis dos tíos me tuvieron que sujetar y llevarme fuera de la habitación.

Nunca te dejaré…

Ya lo sé madre, y me alegro de eso…

Como era de esperar, la cena fue grande y variada. Pollo, cerdo, verduras y un sinfín de tipos de comida que en mi vida había visto. Sin embargo, no tenía mucha hambre y he comido muy poco. Además, mi mirada estaba sumergida en los enanitos verdes que pasaban corriendo de un lado a otro con maletas, seguramente para depositarlas en el barco-castillo.

Todos mis compañeros estaban realmente excitados por la idea del viaje, o excitados por sus compañeras. No lo sé, en este internado se respira un aire un poco cargado.

Lentamente, me separó de la mesa y me dirijo fuera del internado hacia dónde se encuentra el barco castillo. Los enanos verdes ya han dejado de correr hacia todos lados con las maletas y en la cubierta puedo ver un montón de gente que espera que el barco zarpe hacia lo desconocido.

A medida que me acerco al barco, me doy cuenta que se encuentra en perfectas condiciones. Tenía entendido que había sufrido daños en un ataque en alta mar, pero al parecer, o todos fueron reparados o algún tipo de magia ha sido obrada para tal fin.

El director Mark nos da permiso para subir al barco, y así lo hacemos. Uno a uno vamos cruzando la escalerilla que nos deposita con los pies en la gran cubierta del barco-castillo. Allí, puedo ver a algunos de mis compañeros de curso y en especial, a un chico dos cursos más adelantado, el único que me ha dirigido la palabra en este internado, Fistandantilus.

Cuando todos nos encontramos sobre la cubierta, el Director Mark nos presenta a todos los que nos acompañarán en la travesía. Entre los acompañantes mayores se encuentra el profesor de espada Pharen, la profesora Shen, la profesora Dana y la Princesa Farilynn, que nos pide que estemos alerta durante todo el viaje.

Oculta más de lo que te dice, hijo…

Eso creo yo también, madre…

Toco el medallón con mi mano mientras los profesores nos dan las últimas indicaciones. Al parecer, tenemos una biblioteca donde leer, un sitio para practicar técnicas de combate y un quinto piso, el cual continúa prohibido. Dicho esto, todos se retiran a hacer sus quehaceres mientras yo me quedo solo en la cubierta, mirando el amplio mar que nos rodea.

Y ahora… ¿Qué es lo que sigue? Estoy seguro que este no es un viaje de estudios y mucho menos de placer. ¿Porqué sino sacarnos en mitad de la noche a todos los cursos? Los de tercer año pueden estar más adelantados que nosotros, sin embargo, a nosotros también nos hacen ir…

¿Viaje de placer o acción desesperada? Espero que esto transcurra sin ningún problemas, aunque según las palabras de los profesores, que regresemos a salvo es cuestión de ellos… ¡Maldición! Me molesta mucho no saber hacia donde vamos ni el motivo real de este viaje.

La verdad puede estar oculta en algún sitio del barco…

Sé por donde vas, madre. Pero está prohibido y no quiero que me expulsen o algo peor…

Pero nadie dice que entres allí… puedes simplemente… oír lo que pasa…

Madre… a veces pienso que te gusta meterme en problemas.

Notas de juego

Espero que el post no sea muy largo...

A decir verdad, me faltó incluir que me dirigía hacia la biblioteca... o al quinto piso...

Un saludo y me despido ( por si este es mi último post, a ver que me depara la 5º planta )

Black.

Cargando editor
18/08/2008, 00:08

JAJAJA, rei ante la proposición de Cambaral[/B, al decir verdad respeto a los humanos pero acepto el duelo,antes de que [B]throben aceptara el mio jejeje.

Elige un arma y ponte en posición.

Yo fui a la sección de las hachas y elegí la que mas se adaptaba a mi, tanto en tamaño peso y fuerza. Cuando ya la elegí supe que esa sería perfecta, podria degollar a cualquier criatura.

Vamos Cambaral estas listo?

Espere en posición de lucha a que este me diera su aprobación.

Cargando editor
18/08/2008, 00:34
Naida Faylinn Eolande

|CONJUNTA ENTRE NAIDA Y OWËN|

Naida: Debido a que ya teníamos que subir al barco, continuamos la conversación en la cubierta. Reí por lo bajo al notar que empezaba a ponerse nervioso, no sabía si la razón era mi edad o el guiño de ojo que le lancé.
- Me llamo Naida, encantada- le dije, con una sonrisa, estrechándole la mano. No quería darle dos besos por si le intimidaba aquella acción-. ¿Y qué tal te va todo?-.

Owën: -bueno... pos todo me va bien-. le conteste mientra le estrechava la mano.

Naida: -Eres tímido, ¿eh? O es que eres un poco soso... Una de dos- le dije, sin soltarle la mano, riéndome. ¿Me estaba volviendo loca? Normalmente no me comportaba así-. Por cierto, tengo 18 años.

Owën: -bueno es que toi un poco nervioso... por lo de este viaje en barco-.

Naida: - Ahá, ya veo... En fin, pues no te pongas nervioso, seguro que todo sale bien... Vamos bien acompañados- le dije, con una sonrisa-. Nos vemos luego, ¿de acuerdo?- añadí, mientras me metía dentro del castillo, en dirección a la sala de entrenamiento.

Cargando editor
18/08/2008, 00:57
Eirin Firewell

[barco>camarote]

Escuche atentamente todas las explicaciones mientras acariciaba a Emmet
-Estas listo verdad?-dije sonriente mientras recordaba el barco y miraba mis pulseras...-me gustaria probarlas...-pense mientras observaba a los enanitos...
-se parecen a ti -dije mientras entraba al barco y reia suavemente al caminar hacia mi cuarto...
-sabes esta noche podriamos salir al mar...no creo que hayan muchas noches tranquilas dentro de poco...-dije mientras me tiraba encima de la cama rebotando suavemente...
-creo que deveriamos conocer a mas gente...-susurre recordando a la cantidad de seres que habia escuchando al director y farilynn

Cargando editor
18/08/2008, 01:11
Bella S. Rowle

[barco>pasillos]
Escuche atentamente a la princesa y al director hasta que nos avisaron que deviamos entrar al barco...
-quieres ir a ver a inuki?-le pregunte a kiva sonriente al verle un poco aburrido
-quizas dentro de poco estemos demasiado ocuapdos -susurre preocupada por la mission en la que nos embarcabamos...Mientras vi como ikki se dirigia a sus aposentos...

-kiva yo voi a ir a cambiarme para la cena podrias ira buscar a inu si quieres y dentro de media hora te veo vale?-dije al ver como el lobo movia la cola y se dirigia a los aposentos de ikki y yo caminaba hacia mi camarote

Notas de juego

sorry aun me estoy acostumbrando a esto >.<

Cargando editor
18/08/2008, 01:19
Reina Elfa Farilynn

|Habitación - Habitación de Ikki|

Después de leer aquel pergamino, se me habían quitado las ganas de todo... Era una trampa muy sucia por parte de Markwolf pero, si lo que quería era encontrarme, quizá lo conseguiría...
De momento, estaba segura de lo que debía hacer en ese momento, era hablar con Ikki.
Salí de mi habitación, bajando dos pisos, hasta llegar al pasillo de las habitaciones de los chicos.
Busqué la habitación que le había sido asignada al muchacho y abrí la puerta sin mediar palabra. No sabía si se encontraba allí, pero si estaba, tampoco merecía que yo pidiera permiso para entrar.
- Ikki...- dije en un susurro, corriendo hacia él y cogiéndole los brazos para poder ver su rostro-. Ikki, creo que debemos hablar sobre lo de esta mañana... Creo que no fueron modales, abrir así la puerta de mi habitación no fue nada prudente... ¿Vas a decirme lo que te pasa y la razón por la que irrumpiste así en mis aposentos?- le pregunté, cogiéndole por el mentón para que alzara la mirada. Sus ojos estaban llorosos, pero esperaba que no fuera por lo que vio esa misma mañana.

Cargando editor
18/08/2008, 01:18
Kith Valentine

Conjunta: Kith Valentine y Hëndel Writtën
Flashback: [Comedor]

Kith: -Ah, gracias por el consejo-le dije respondiendo a lo de las chicas, justo después de tragar. Según tenía entendido, hablar con la boca llena tampoco era "adecuado", o algo así- Y no pasa nada, si necesitas salir corriendo sólo hazlo-acabé mientras le daba la mano con la que todavía no había comido y meneándola con fuerza, para después coger con ella un muslo y llevármelo a la boca- La verdad es que creo que sí que traté con chicas antes, lo que pasa es que las costumbres se pierden...

Ni yo estaba seguro de lo que decía, pero algo así me sonaba. Seguía alegre picando un poco de cada, hasta que dejé el último hueso encima del plato.

-Y... ¿no comes nada?-pregunté señalando una fuente llena de carne.

Hëndel: Me tapé la boca para que no viera que me reía, por si pensaba que me reía de él... Simplemente, me hacía gracia la situación.
- No tengo mucha hambre, la verdad... -dije, mirando la carne con repugnancia. En los últimos días no había logrado comer nada, aunque tampoco tenía intenciones de hacerlo-. Por cierto, ¿me has dicho tu nombre?-.

Kith: Me rasqué la cabeza mientras echaba la lengua.

-Lo olvidaba. Soy Kith Valentine, y vengo de... un bosque, digamos-no tenía ni idea del nombre del bosque, y el de mi antiguo pueblo lo había olvidado. Le serví un poco de ensalada-. Si no comes, enfermarás, y si enfermas no te eres útil a ti misma ni a los demás. Y no quieres eso, ¿no?-le aconsejé todavía sonriente, casi obligándola a comer-. Si no quieres no me lo digas pero, ¿qué te sucede? Soy una tumba-me llevé la mano a la boca y simulé cerrarla con cremallera.

¿Había cambiado hasta tal punto que me interesaba ayudar a los demás en sus asuntos personales? No, yo nunca me inmiscuiría en algo así, pero... no podía evitarlo, no me gustaba ver a la gente triste.

Hëndel: Me encogí de hombros y, con una sonrisa, cogí unos trozos de carnes, sirviéndomelos en el plato.
- Bueno... Digamos que cometí una estupidez y ahora estoy pagando por ello...- le resumí, mientras me llevaba un trozo de carne a la boca. Cuando tragué, volví a cargar al tenedor-. Una persona muy importante para mí ha dejado de dirigirme la palabra-.

Kith: No entendía muy bien su problema; estaba intentando no dar detalles, pero al menos me había contado lo que le pasaba. Le sonreí un segundo.

-¿Probaste disculpandote?-podía ser que yo fuera el menos indicado para darle consejos sobre sociabilidad, pero al menos sabía lo básico- Si no acepta las disculpas, quizás no merezca tanto la pena...-comenté jugueteando con los huesos de pollo de mi plato, curioso, mientras le guiñaba un ojo.

Hëndel: -Un montón de veces... Me ha faltado arrodillarme en el suelo y suplicarle... Pero no me hace caso, no debo importarle demasiado- dije, encogiéndome de hombros. En el fondo, Kith tenía razón... Si le había suplicado perdón y no me lo había concedido, era porque no merecía tanto la pena-. En fin... Me caes bien... ¿Estás preocupado por el viaje?-.

Kith: -Pues ya sabes que hacer. Un día se dará cuenta de que vales más que él y será demasiado tarde-no sabía de quién había aprendido esas cosas, pero me salían solas. A lo mejor mucho tiempo atrás...- Todo un detalle el caerte bien-le dije sonriendo aún más-; normalmente les parezco raro, pero no les culpo, es así. Y, respecto a lo de esta noche... suena divertido. Es cuestión de ver lo que sucede, y así al menos tendré la posibilidad de medir mi fuerza. ¿Por qué lo preguntas? ¿Tú sí?

Recordé lo que había oído del ataque enemigo en el barco, y no había podido ayudar en aquella ocasión... sólo quería servir de algo a los demás...

Hëndel: - Creo que ahora he dejado de estar preocupada...- le dije, con una sonrisa en el rostro. Lo cierto era que aparentemente parecía extremadamente raro, pero si se le daba la oportunidad de entablar conversación, podría llegar a resultar muy simpático, incluso más que Walgior-. Creo que tienes toda la razón del mundo... Puede llegar a resultar muy interesante-.

Kith: Me levanté y me estiré. Después cogí a Akamaru y me lo metí en la chaqueta, para dedicarle una última sonrisa a la chica.

-¿Sabes? Eres la primera con la que mantengo una conversación decente, además de cierto elfo...-dije, recordando sus malas pulgas- pero no es importante, simplemente vi la soledad que sentía muy en el fondo de sus ojos, no era mala persona... ¡Bueno, no importa, nos vemos!-me despedí mientras corría de nuevo a cuatro patas hacia el jardín.

[Fin del flashback; fin de la conjunta]

Comencé a corretear por la cubierta del barco, por entre los demás. Me gustaba la brisa marítima, aunque no tanto estar en un espacio tan pequeño con tanta gente. Los iba esquivando, hasta llegar a la proa. Miré el mar oscuro, y me pregunté qué habría en lo más profundo. Luego recordé lo que había dicho el director, y fui corriendo a la sala de entrenamiento, frenando en seco al llegar allí y observando boquiabierto el combate que se iba a disputar.

-Akamaru, ¿quién crees que ganará? ¿El enano?-me respondió con un pequeño gemido de negación- Sí, yo también voto por el otro... Pero nunca se sabe. Vamos a ver.

Cargando editor
18/08/2008, 01:27
Olwë Anárion

Despues de la conversacion con Naida, que habia salido bastante mal, ya que me puse muy nervioso.
Necesitaba hablar con mis mascota Eivy, siempre le contaba lo que me sucedia a ella, parecia que era la unica que me comprendia. Asi que silve y espere, unos segundos despues aparecio mi mascota volando, se poso sobre mi mano y le conte lo sucedido. Despues de ello me sente a pensar en Naida, era un chica muy agradable y guapa... pero no tenia ninguna posibilidad con ella debido a la diferencia de edad y sobretodo al ridiculo que habio echo antes. bueno deje de pensar en en ella, y me dije a mi mismo que a partir de ahora dedicaria mas tiempo a hacer amigos. me despedi de Eivy y me dirigi a mi habitacion para dejar mis pertenencias.

Cargando editor
18/08/2008, 01:29
Ikki Bowhack

[Habitación]

La princesa interrumpió mi silencio, sorprendiéndome, pero no lo mostré lo más mínimo. Me levanté, mirándola a los ojos. Ella era la princesa, estaba muy por encima de mí, y ya me había dejado claro que quería ver eso. Aún así, cuando hice lo que hice ya esperaba que tuviera consecuencias, pero decidí abrir la puerta y lo hecho, hecho estaba.

Me quedé inmóvil unos segundos, buscando en su mirada. No sabía si estaría enfadada, preocupada, triste... Pero tampoco sabía cómo reaccionar. Finalmente, tras meditarlo, y sin dejar de mirarla a los ojos, abrí la boca para responder.

-No.

Esa fue mi respuesta. Un seco y cortante "no", que me dejó hasta a mí sorprendido. Había cambiado demasiado, y todo era culpa suya y del otro elfo. Mi cara no expresaba nada, ni siquiera yo sabía cuál debía de ser mi expresión... no me encontraba a mí mismo. Unas horas atrás estaba enfadado, deprimido... pero ahora no podía sentir nada. Bajé la mirada al suelo, con los ojos caídos. Todo avanzaba demasiado rápido. No estaba preparado para tanto cambio...

Era consciente de que lo que hacía sólo me traería más y más problemas, pero ya no me importaba. No me daba miedo, ni me entristecía.

-Lo siento-terminé. Lo había dicho, pero sólo con los labios. No sentía para nada lo que había dicho, y no me creía ni yo mis palabras. Pero era lo que había, nos gustara o no a ambos. Mis esperanzas y mi primer amor habían sido arrebatados por alguien que seguramente los merecía menos que yo. Y ya no había vuelta atrás. Lo que vendría sería una conversación absurda. Nada de lo que ella dijera iba a hacerme cambiar de opinión; no la creería, ni confiaría más en ella...

Me paré a pensarlo. ¿Qué hacía todavía ahí? ¿Debería abandonar esa aventura a la que una simple carta me había hecho acudir antes de que fuera demasiado tarde? Tendría tiempo durante todo el viaje para pensarlo. Quizás mi sitio no estuviera con ellos...

Vi a Inuki observarnos. Pero no estaba solo, también estaba allí Kiva... Miré un segundo hacia la puerta, pero Bella no estaba allí.

Notas de juego

Sorry por ser tan larga xD
Cathan y Bella cuando acabe esta ya haré conju con vosotros x_X

Cargando editor
18/08/2008, 01:43
Sirius Abeforth Valpurgis

[Cubierta del barco – Escaleras – Quinta Planta ]

Acción Conjunta Sirius – Cambaral.

Sirius: Tras unos minutos de meditarlo frente a la brisa marina, decido que tengo que conocer la verdad y saber por qué estamos aquí. Cojo el medallón de mi madre con una mano, y comienzo a subir las escaleras que separan la planta baja de la prohibida quinta planta.

Cambaral: Sonrío ante la invitación de Arioch. Me cae bien ese tipo, se le ve decidido. Pero justo cuando me dispongo a escoger mis armas, veo pasar una figura por la puerta abierta. Algo en su forma de caminar despierta mi curiosidad... Y mi curiosidad siempre ha sido más fuerte que yo. -¡Vuelvo en seguida! - digo disculpándome ante Arioch y salgo corriendo. -¡Eh, compañero! - le grito al que resulta ser uno de los más jóvenes del internado, al que no conozco - ¿A dónde vas?

Sirius: Miro a la persona que me detiene con detenimiento y creo recordarlo de la comida de esta mañana. ¡Sí! Es el que estaba hablando con Ikki acerca de la misión. Pero, nunca he hablado con él, sin embargo, él me habla con una confianza, como si fuéramos viejos amigos. Frunzo el ceño en señal de desaprobación y le digo con voz áspera y entrecortada: - ¿Por qué no te metes en tus asuntos?, mientras continúo subiendo.

Cambaral: Le alcanzo en un par de rápidas zancadas - He decidido que tus asuntos pueden ser los míos también. - Miro hacia arriba, y sonrío divertido - A fin de cuentas, se me ocurren dos opciones para que vayas caminando como si no quisieses que nadie te viese, y las dos me gustan. La primera es que te diriges al dormitorio de las chicas. La segunda... es que vas hacia la quinta planta. Es más aburrido... pero también es más original. ¿He acertado con alguna?

Sirius: Hum… interesante. Parece buena persona y además, es inteligente y plantea las cosas de un modo bastante gracioso. Ahora que lo pienso, no me vendría mal un poco de ayuda allí arriba. Sabe dios que puedo encontrarme en la quinta planta y dos cabezas piensan más que una. “Creo que sabes muy bien que no podemos entrar al dormitorio de las chicas… hay un portal energético que nos lo impide… ¿eso responde a tus dudas?”, le respondo pícaro, esbozando una media sonrisa. “¿Cómo te llamas, extraño?”, continúo.

Cambaral: Sonrío ampliamente, creo que me voy a entender con este tipo... - Me llamo Cambaral. ¿A ti te llamo "misterioso aventurero" o prefieres otro nombre? - le tiendo la mano mientras hablo.

Sirius: - Puedes llamarme Sirius. - le digo al mismo tiempo que le estrecho la mano a mi nuevo compañero de aventuras, asegurándome que llevo puestos los guantes, mientras miro con detenimiento las escaleras, buscando algún personajillo oculto que nos esté espiando. Nada. Miro nuevamente a Cambaral y le señalo con mis ojos lo más alto de las escaleras.

Cambaral: Respondo al gesto, para después mirar hacia lo alto de las escaleras poniendo los brazos en jarra - Será menos divertido, pero reconozco que es algo que he hecho menos veces - bromeo, con mi típica altanería - ¿Y tienes algún plan, o vamos a la aventura? - Le observo de arriba a abajo - No... tu no tienes pinta de haberlo decidido por puro amor a romper las normas... ¿Vamos?

Sirius: - Muy bien. Si quieres acompañarme, no me opondré. Juntos estaremos mucho mejor, creo. – le digo sonriente. – Sin embargo, ¿Qué llevas para defenderte? No sé que nos podremos encontrar allí arriba, y no creo que ese mono que llevas allí sepa arrojar cataratas de fuego por los ojos o algo parecido. – termino diciendo, mientras señalo con mi dedo índice a su mono.

Cambaral: Desenvaino mi alfanje, y se lo muestro mientras yo lo miro con orgullo - Mi más fiel aliado, después de Kraki, claro está - digo señalando a mi mono, que va encaramado en mi hombro - Además, me sobra experiencia en salvar el pellejo en ocasiones en las que se ha puesto todo negro oscuro. ¿Y tú? Espero no tener que ir de guardaespaldas - le sopeso con la mirada. "A fin de cuentas sólo está en primero" pienso. Pero sé por experiencia que no se debe subestimar a un enemigo, ni a un aliado, sólo por su edad.

Sirius: Vale, yo tengo mi varita... y poco más. Pero necesito saber que hay allí arriba. Toda esta farsa del viaje... no me creo nada de lo que han dicho. Vamos.

Después de unos minutos, llegamos ambos al rellano de la quinta planta. Nos quedamos un momento escuchando si alguien nos ha seguido, pero no escuchamos más que el sonido de nuestra respiración. Frente a nosotros, vemos un largo corredor con una serie de puertas situadas a ambos lados del mismo… La quinta planta.

Comenzamos a avanzar, Cambaral alfanje en mano, yo con mi varita en la mano derecha y con la izquierda aferrado al medallón…

Notas de juego

A ver que nos depara el destino...

Cargando editor
18/08/2008, 02:46
Kith Valentine

Me decepcionaron enormemente al no comenzar la pelea. El chico se marchó, dejando al enano con las ganas... y eso no se hace. Arqueé una ceja y salí a cuatro patas detrás de él, esperando alcanzarlo antes de que fuera demasiado tarde.

-Oye, enano, no te preocupes... yo lo traeré de vuelta-le dije sonriente.

Olfateé pasillo a pasillo; un montón de olores me confundían, pero era más sencillo encontrar el de un humano, sobre todo después de haberlo olido en la sala de entrenamiento. En el cuarto piso me detuve. Sin duda, allí no podía haber entrado. Entonces, sólo quedaba... "Vaya, juraría que nos habían prohibido ir allí", me dije, mirando a Akamaru en el interior de mi chaqueta. Luego me encogí de hombros y seguí subiendo. Pude verlos avanzar por el pasillo, pero el sigilo no era lo que mejor se me daba, por lo que me quedé observando desde lejos. A lo que iba era a exigirle que continuara la pelea que dejó en el aire, pero a lo mejor descubría algo si sólo miraba, así que me quedé con la boca abierta esperando a que avanzaran más; desde esa distancia era imposible que me detectaran...

Notas de juego

Muy mal dejar a Arioch con el arma en la mano ¬¬ xDDD

Cargando editor
18/08/2008, 05:40
Fistandantilus

Biblioteca - Escaleras de 4ª a 5ª planta
Isabella entró en la biblioteca. También Vana Driel. Iba a saludar con un asentimiento de cabeza cuando de repente el corazón me dió un vuelco. Era una sensación de urgencia poco común.
Deje el libro que sostenía en mis manos sobre la mesa más cercana. Reconocí a Isabella como hechicera, así que enérgicamente le dirigí una sola palabra:
-"Ayudame".
Acto seguido salí a un paso muy vivo por la puerta, seguido de mi gato Magnus, camino a las plantas superiores sin mirar si Isabella me había hecho caso
Cuando giré un recodo y llegué a las escaleras que llevaban de la cuarta a la quinta planta ví a un chico que seguía a otros dos,y los otros dos se estaban ecaramando por las escaleras.
En aquel momento me planté al pie de las escaleras y formulé un hechizo de sueño dirigido contra Sirius.
Si no me equivocaba, el otro chico era un guerrero.
"Mucho músculo y poco cerebro". Si ve caer a su compañero olvidará lo de subir y vendrá a por mi.
En ese momento me hubiera gustado tener la seguridad de que Isabella estaba conmigo, pero estaba concentrado en formular el encantamiento.

Notas de juego

Nota para el master:
No se si he de tirar los dados yo. He mirado la escena dudas y cuestiones y el último post, que trata de esto, aun está sin responder, ya que se hizo muy tarde.
Por si acaso no toco nada ^^.