Partida Rol por web

| Terrenos - Enfermería |

No me esperaba para nada el aviso de la enfermera. Me quedé plantado allí un momento, pensativo. Parecía que Farilynn habia percivido que me moria de ganas por hablar con ella y aclarar las cosas...
Soltando el último cadaver que tenia agarrado en la enorme pila de estos me encaminé despasio pero con ansia hacia la enfermería. Al entrar no vacilé ni un momento en acercarme a ella. Una vez cerca me paré a una distancia prudente, parecía que guardaba mis respetos a la reina de los elfos.
-¿Querías verme?.-pregunté con seriedad, evitando el tono frío y borde.

HABITACION (HILARY)

-Espero que asi como ables, asi te rebuelques en la cama- dije con voz serena, me puse a una distancia mas o menos serca, pero lo suficientemente lejos para contrarestar cualquier ataque o sorpresa.- Sabes, hay algo que no entiendo, por que se empeñan en joder las pelotas?- Callo por unos segundos, me inclino y le miro de forma suspicaz y penetrante.- Es que acaso no entiendes que poco a poco bamos a ganar terreno y respecto a nuestro lider... no creo que presencies ese momento tan esperado para usted ya quede seguro muere aqui, y claro antes de eso sera violada innumerables veces por nosotros... - rio ironico, volteo la mirada a  Neith y luego la torno a Dana. -Creo que estare yo entre ellos y me encantara oirla jemir como una perra que es lo que sin duda usted es...-

Sin mas que desir me pongo depie y retrosedo siempre defrente a ella, con una mirada penetrante pero ahora un poco morbosa, tratando de hacerle entender de forma muy discreta lo que estaba pensando.

[Pasillo]

"Desde luego no dejo de conocer gente rara -dije para mis adentros-"

Si aquello era una especie de mazmorra no me gustaba demasiado.  Decidí seguir el mismo camino que Jack, aunque ya le habiá perdido de vista, con tal de encontrar una salida de aquel lugar.

Estaba cansado, necesitaba dormir un poco.  Aun así seguia empeñado en encontrar a Dana y no tenía ni idea de por dónde empezar a buscar.

Quiza algo de descanso me aclararía las ideas.

Seguí caminando mientras divagaba.

|Zona de entrenamiento|

Noté sus labios rozando mi piel, pero quería jugar un rato con él... Así que, para divertirme, saqué mi varita y le apunté directamente hacia él, formulando mentalmente un hechizo que le lanzara unos metros, alejándolo de mi y provocando que se cayera al suelo.
Una vez allí, me fui acercando poco a poco con la varita aún en mi mano, chasqueando la lengua.
- Jairon, Jairon, Jairon... No has aprendido nada, ¿eh?- le dije, con una sonrisa en mis labios-. Creo que no me has entendido bien... El entrenamiento va a ser el más duro que jamás hayáis tenido, así que deberías ahorrar las energías, jovencito- le advertí, girándome sobre mí misma, dispuesta a marcharme.

|Enfermería|

Ya había terminado de arreglarme el vestido, a pesar de que las enfermeras insistían en que me volviera a tumbar en la camilla.
Al escuchar a Walgior entrar en la enfermería, mandé a todas las enfermeras que se marcharan y me dejaran tranquila, pues quería hablar a solas con él. Cuando por fin lo hicieron, muy a su pesar, le invité a Walgior a que se sentara en uno de los sillones que habían cerca de la camilla.
- Mira, creo que deberíamos hablar de ciertas cosas... Durante estos días me ha dado la sensación de que tú no confías para nada en mí, simplemente por una etiqueta que se me puso hace un tiempo... Vale que estuviera con muchos hombres, y quizá a algunos no les fuí fiel, pero eso no significa que vaya a pasar lo mismo contigo... Eso lo entiendes, ¿verdad?- le pregunté, cogiéndole de una mano para acariciársela-. He tenido este comportamiento contigo porque me dolió la última conversación que tuvimos... Pero, lo cierto, es que no puedo estar así más tiempo... Ésto me ha hecho pensar que quizá vamos demasiado rápido en nuestra relación y lo último que nos hace falta es tomar decisiones importantes los dos juntos. ¿Tú de verdad quieres ser rey?- le pregunté, dibujando en mi rostro una sonrisa-. Yo creo que es demasiada responsabilidad para un chico tan joven como tú... Para hacerte rey tenemos tiempo, ¿no crees?-.

|Habitación de Hilary|

Sin pensarlo dos veces, y mientras el muchacho retrocedía sobre sus pasos, escupí al suelo con odio y rencor, justo en el sitio en el que había estado ese muchacho amenazándome.
- Antes me quito la vida, desgraciado- le chillé, estirando de mis manos y mis pies, que se encontraban atados a las patas de la cama donde descansaba el cuerpo de esa pelirroja-. ¿Crees que os dará tiempo? ¿Crees que Markwolf te dejará que me toques? Creo que tu líder me quiere para algo más que para satisfaceros sexualmente... Se enfadaría mucho si me tocaras, querido...- le dije, con una sonrisa en los labios-.

|Habitación de Hilary|

Sujeté a Mefiroth, para que no siguiera con la discusión.
- Amigo, te olvidas de que nos han pedido que la vigilemos... Haz caso omiso a lo que ésta furcia diga, o conseguirá sacarnos de nuestras casillas- le dije a mi compañero, alejándonos de Dana para que no pudiera escucharnos-. Ella tiene razón... No creo que a Markwolf le haga gracia que le ocasionemos daño... Tranquilízate, ¿vale? Tendrás tu recompensa, seguro-.

|Enfermería|
|CONJUNTA CON HELEN, LA ENFERMERA|

Hëndel:
- Pueeees... Creo que sí puedo levantarme- dije, incorporándome en la cama para levantarme, pero Helen vino enseguida para impedir que me levantara tan rápido.

Helen:
- Querida, no deberías levantarte tan deprisa... Como mucho, puedes acercarte a las ventanas de la enfermería, pero no salgas de aquí porque aún estás demasiado débil- dijo Helen, ayudando a Hëndel para que se levantara sin mareos ni problemas-. Cuídala bien, Sirius... Es una chica frágil y delicada, necesitará ayuda para recuperarse debidamente-.

Hëndel: Sonreí y me agarré del brazo de Sirius, para que pudiera apoyarme en él si sintiera flaquezas.
- Gracias por estar aquí todo el rato... La batalla debió ser horrible, y a pesar de que necesitas descanso, te has quedado aquí hasta el último minuto- dije, sonrojándome, mientras empezaba a dar pasos pequeños hacia la ventana.
Una vez que llegamos hasta allí, asomé mi rostro por ésta para notar la brisa. Aquello era fascinante.

|JUGADA MASTER|

De repente, un grupo de personas irrumpieron en la enfermería con paso firme, hacia donde se encontraba la camilla de la reina Farilynn. A pesar de que estaba hablando con Walgior, no tuvieron ningún reparo en interrumpir la conversación que estaban manteniendo.
- Mi señora, tenemos noticias importantes y que no pueden esperar- dijo Meirith, acompañada de Shen (profesora de manejo de espada) y de Hanless .
- Hemos encontrado un cadáver que le debemos mostrar...- dijo Shen, haciendo una pequeña reverencia con la cabeza-. Es muy importante.
- ¿No puede esperar ni siquiera unos minutos?- preguntó Farilynn, poniendo los ojos en blanco. La estaban presionando demasiado y no se encontraba demasiado bien, pero sabía que sus obligaciones estaban por delante de todo.
- Hija mía, creo que ésto es muy importante... Habrá que preparar cosas después de lo sucedido...- dijo Hanless, cogiendo de la mano a su hija para darle un pequeño apretón, para darle su apoyo.
- En fin... Si es tan urgente, creo que no hay ningún inconveniente en que esta conversación se haga esperar unos minutos- dije, mirando a Walgior con una sonrisa, dándole un beso en los labios para compensarle.
Se marcharon de allí, a pesar de que las enfermeras insistían en que no lo hiciera tan pronto. Se dirigieron hacia los terrenos del castillo, donde había un grupo de alumnos rodeando un cuerpo. Entre ellos se encontraban Naida y otros más.
Solicitaron un poco de espacio para que Farilynn pudiera pasar sin problemas, pero cuando llegó hasta el cuerpo, el suyo se petrificó. El cuerpo de Peter yacía en el suelo, inconsciente. La reina de los elfos se llevó una de sus manos a la boca, sorprendida por aquel echo.
- Señora... Puedo confirmarle, y un compañero mío también, que Peter estuvo de nuestro lado hasta su último segundo de vida... Después del ataque y de que se apoderaran del castillo, Peter nos ayudó a Fistandantilus y a mí, escondiéndonos en el lugar donde él lo había estado haciendo hasta ahora...- explicó Naida, intentando dejar a Peter en el lugar donde se merecía-. Fue un gran hombre y un gran luchador, pero Cassandra lo fue más y le mató...- terminó de explicar, mientras una lágrima le asomaba por los ojos.
Farilynn no daba crédito a lo que estaba pasando ni a lo que estaba viendo. De repente, empezó a dolerle el pecho y puso una mano contra éste para aliviar el dolor, pero no lo conseguía. Sin poder evitarlo, Farilynn cayó al suelo, apretando fuertemente los dientes.
Hanless y Meirith, inmediatamente se agacharon a su lado para comprobar que al menos no estaba inconsciente.
- ¡Hija mía!- chilló Hanless, abrazando a su hija. Mientras tanto, Shen reclamaba a los presentes que dejaran un poco de espacio para que pudiera respirar mejor.
- Debimos hacer caso a las enfermeras... Tenían razón, no está preparada para volver a la rutina- dijo Meirith, ayudando a que Farilynn se levantara-. ¿Estás bien? ¿Puedes caminar?-.
- Tranquilas, estoy bien... Sólo ha sido un pequeño dolor...- dijo Farilynn, que conseguía incorporarse sin ayuda-. No puedo volver a la enfermería, Meirith... Peter necesita un funeral como se merece para poder descansar en paz... Todo el mundo debe saber de qué parte estaba y lo que hizo en sus últimos minutos de vida...- dijo Farilynn, en un susurro, debido a que no había recuperado aún la fuerza de la voz.
- Cariño, de eso puedo ocuparme yo... Tú descansa hasta que se haga el funeral, por favor- le pidió Hanless, dándole un beso en la frente. Su hija asintió y le acompañaron hasta la enfermería, para dejarla en la camilla y después ponerse a organizar el funeral de Peter.
Por el momento, el cadáver del hechicero estaría expuesto en conserjería, para todos aquellos que se quisieran despedir de él.

Markwolf, salía de la habitación de Victoria después de unos largos minutos, con su mirada llena de odio y rencor, la misma mirada que tenía después de no conseguir su objetivo. Volvía a tener el ceño fruncido y su mandíbula estaba bastante marcada, debido a que apretaba los dientes con furia.
- ¡Quiero que traigáis a Dana ahora mismo!¡Y que volváis a recuperar a Leirith!- chilló, mientras caminaba por el largo pasillo, seguido de los encapuchados que siempre le acompañaban, asintiendo a las órdenes que su amo estaba dando-. Hay que recuperar a Victoria de inmediato-.
Mark se cruzó por el pasillo, chocando accidentalmente con Markwolf, provocando que cayera al suelo. Los encapuchados no tardaron ni dos segundos en ayudarle a levantarse, aunque éste se empeñaba en hacerlo sólo.
- ¡Maldito inútil! Vaya, si es mi querido amigo Mark...- dijo Markwolf, que no se había dando cuenta con quién había chocado-. Creo que tienes información importante para mí... La misión ha fallado, desgraciadamente, y podrían descubrirte si seguías allí... Pero necesito que me enseñes el informe con todo lo que ha sucedido en ese castillo. Déjamelo en el despacho, ahora tengo algo muy importante que hacer- le ordenó al recién llegado, marchándose directamente hasta la habitación de Hilary, donde se encontraban Mefiroth y Neith transformados-. Soltarla y llevarla hasta la habitación de Victoria, ¡ya! No pienso dejar que muera otra aliada más... Ya hemos tenido bastante con Hilary... ¡Vamos!- chilló, después de dirigir a su hermana una fugaz mirada. Los encapuchados desataron a Dana y la llevaron a empujones hasta el destino que les había ordenado su líder.
Al entrar, la obligaron a ponerse de rodillas al lado de la cama de Victoria, mientras que Markwolf le amenazaba con su espada, colocada justo en su nuca.
- Quiero que veas en el futuro y me digas si alguien conseguirá salvarla...- susurró Markwolf, que la sujetaba por detrás-. Quiero que me lo digas o tú serás la siguiente en morir.
Dana, que en ese momento empezaba a ponerse un poco nerviosa, cerró los ojos y se concentró en intentar adivinar el futuro...
- Mi magia no es tan exacta, pero veo una melena morena... Se trata de Leirith, ella será la responsable de que Victoria pueda vivir, pero también veo algo oscuro en ella...- dijo Dana, abriendo los ojos para mirar a la joven que tenía delante suya.
- Perfecto, más te vale que sea cierto lo que acabas de decirme...- dijo Markwolf-. ¡Llevárosla!¡Tenemos que encontrar a Leirith!- entró en su despacho y vio en su mesa el informe que Mark le había dejado. Se sentó en el sillón y comenzó a leerlo. De repente, una sonrisa malvada se dibujó en su rostro... Había encontrado algo muy interesante...

Habitacion (Hilary)

No me sorprendio la forma en que Dana me hablo, por eso ni me enfade pero debo admitir que si tenia ganas de hacerle sentir dolor... mucho dolor. Pero al escuchar que Victoria podia vivir, senti como un gran peso de mi espalda fue liberado.

Pero algo en mi no habia cambiado mucho, no sabria que pero no me siento el mismo que antes de sentir tanto dolor, odio, impotencia, angustia y desesperacion. Mire a mi alrededor para ver si se encontraba Neith en la habitacion. Una vez la localizo, camino a donde ella y me paro justo al lado de ella.

[ Enfermería - Junto a la ventana ]

- No tienes nada que temer, Hëndel. Yo estoy aquí para protegerte. Si es necesario, sabes que daré mi vida por ti. Por ti y por Rakkir. ¿Recuerdas a mi dragón? ¿Recuerdas como te gustaba volar conmigo? ¿Quieres intentarlo nuevamente? - Le digo a la elfa con una sonrisa.

Rakkir también resultó herido en la batalla pero creo que sus pensamientos están alerta de nuevo... significa que está bien. Además, el lugar de un Dragón es el aire libre, no encerrado en una sala...

| Zona de entrenamiento |

Debia de admitirlo, aquello no lo esperaba... Me levanté despacio del suelo, divertido por la situación.
-Esta bien, Cassandra...-desenvainé mi espada con rapidez, haciendola sonar para que la hechicera la escuchase.-¿Y por qué no empezamos el entrenamiento ahora?.-corrí hacia ella, alzando mi espada y cuando estaba muy cerca de ella dí un pequeño salto, dispuesto a atacar.

| Enfermería |

No podía creer que su comportamiento fuese por aquella ultima discusión que tuvimos... Cuando estuvimos prisioneros ni me miró, estando gravemente herido, ¿por eso?. Estaba seguro de que no merecía aquel trato. Esperé a que volviera, ya que interrumpieron la conversación justo cuando abrí la boca. Al verla llegar la noté palida y más debil que antes.
-¿Qué a ocurrido? ¿Estás bien?.-le pregunté, aún con tono serio. Estaba preocupado pero apenas lo mostraba.-¿De quién era el cadaver?.-pregunté al recordar lo que le dijeron al entrar a buscarla.

|JUGADA MASTER|

Los encapuchados habían devuelto a Dana al lugar de donde le habían traído, la habitación de Hilary. Allí estaban Mefiroth y Neith, que seguían con aquel aspecto que les había proporcionado la poción para que no les reconocieran. Su deber seguía siendo el mismo: vigilar a la adivina para que no se escapara con alguno de sus trucos.

Markwolf parecía satisfecho con la información obtenida en el informe de Mark, y mandó llamar de inmediato a algunos de sus compinches, entre ellos el hechicero más famoso y poderoso de toda la historia: Risk. Era un hombre robusto, alto y musculoso, aunque lo último no se apreciaba debido a que iba siempre cubierto de una capa granate, con la capucha cubriéndole gran parte de la cabeza.
Su cabello era castaño, largo, al igual que su barba. Llevaba siempre su rostro adornado con pendientes y con aros de plata. Sus ojos, eran de un negro azabache. Aparentemente, su edad parecía ser veinte años, pero mucha gente aseguraba que era más viejo pero que se mantenía como entonces.
- Dígame, señor Markwolf- dijo Risk, cuando entró por la puerta del despacho con las yemas de los dedos de sus manos juntas-. Me había hecho llamar y yo, como buen responsable de mis principios, he venido a ayudarle-.
- Gracias por venir tan rápido, esperaba que llegara más tarde, señor Risk- dijo Markwolf, sonriendo, con el informe de Mark aún en la mano-. Mi compañero Mark me ha entregado algo muy interesante y con lo que podríamos aprovechar para comprobar las flaquezas de la actual reina, Farilynn... Tengo entendido que no están al corriente de que tenemos al gran Risk de nuestro lado, y que pretenden ir en su busca para conseguir tener otro aliado importante, ya que con Cassandra no pueden contar... Así que mi plan es el siguiente...- dijo Markwolf, ofreciéndole asiento a Risk.

Jairon intentaba sorprender a Cassandra en la zona de entrenamiento, aprovechando un descuido de la hechicera. Pero ella estaba siempre alerta, por mucho de fiar que fuera el aliado que tenía a su lado. Estaban en unos tiempos en los que no se podía fiar de nadie, y siempre estaba con todos sus sentidos puestos en sus alrededores.
La hechicera dio un salto lateral, para desplazarse unos pocos metros, aprovechando para sacar su espada.
- Así que quieres empezar el entrenamiento, ¿eh? Bueno, me lo tomaré a bien, pero no creo que sea conveniente que intentes atacar de esa manera a tu instructora, ¿no crees?- dijo, con una leve sonrisa. Estaba claro que no le había gustado nada aquel ataque sorpresa, a pesar de que se había librado a la perfección. Alzó su mano y con su magia, desplazó a Jairon varios metros atrás, haciéndole chocar con uno de los muñecos que utilizaban para practicar. Cassandra soltó una carcajada.

Farilynn, que había vuelto a la enfermería debido a su pequeño incidente, mantenía una conversación con Walgior, deseando que nadie volviera a interrumpirla. Los dos tenían muchas cosas de qué hablar, pero se notaba el rostro serio de Walgior, y ella también lo notaba.
- Era de... Peter... Por lo visto ayudó a dos de tus compañeros a ocultarse cuando el colegio fue tomado, y después vinieron a luchar...- explicó Farilynn, agachando el rostro-. Lo dio todo por nosotros, hasta el último suspiro... Es una tragedia, nosotros pensábamos que nos había traicionado y lo único que había estado haciendo era ocultarse porque Markwolf lo estaba buscando...- a la reina se le escapó una pequeña lágrima-. Me hubiera encantado verle luchando y poder despedirme de él, que hubiera sabido que le habíamos perdonado, que se fuera tranquilo... Pero lamentaran haber hecho lo que han hecho...- Farilynn estaba realmente furiosa, apretaba los dientes con fuerza y eso se le marcaba en la mandíbula. Temblaba, probablemente de furia. Ya no le importaba nada más, sólo la venganza, y sabía que eso tampoco era lo correcto, pero no podía evitar sentirlo.

Hëndel y Sirius también se encontraban en la enfermería, junto a la ventana, para que la joven elfa respirara aire fresco.
De repente, el dragón de Sirius apareció ante ellos. Las enfermeras le habían dejado salir de la sala de curaciones, puesto que ya estaba completamente curado. Habían utilizado métodos curativos bastante rápidos y, tratándose de la fuerza de un dragón, no tardó en curarse.
- Me da un poco de miedo...- dijo Hëndel, cuando vio al dragón. No se refería al animal, sino a volar-. No me gustan mucho las alturas...-.

Fistandantilus, que iba caminando por el castillo intentando averiguar por dónde empezar a buscar a Dana, se encontró con Helen, la enfermera.
- ¡Muchacho! Estás muy pálido, ¿qué te pasa? ¿Te encuentras bien?- preguntó la enfermera, cogiéndole del brazo-. Ahora mismo te vienes a la enfermería, porque no tienes buen aspecto. Te daré una poción para reponer energías y podrás irte en unos minutos... Vamos- dijo Helen, arrastrándole hasta la enfermería.
Una vez allí, le obligó a tumbarse en una de las camas y le dio un vaso con una poción de un color muy extraño, amarillo verdoso.

Lilith, sin embargo, cuando se encontraba caminando por los pasillos del colegio, no pudo evitar que las piernas le flaquearan y cayera al suelo de bruces.
Su mente parecía estar conectada a otro momento, porque no veía el pasillo del colegio, sino algo que sucedía en otro lugar... Veía sangre, muerte, escuchaba los gritos de la gente, y a la reina Farilynn siendo asesinada...
A los pocos minutos, Lilith conseguía volver a ver el pasillo donde se encontraba, pero estaba empapada en sudor y no conseguía tener suficientes fuerzas para levantarse, pero poco a poco parecía recuperarlas.

[ Enfermería ]

Miro a Hëndel cuando me dice esas palabras y sonrío.

- ¿Te da miedo volar? Creo que te has olvidado también de esa parte, cariño. Recuerdo que te has montado un par de veces sobre Rakkir... y salvo la última vez cuando nos lanzamos al ataque... has disfrutado mucho. ¿Por qué no lo pruebas otra vez? Tal vez recuerdes algo más. - Le digo a la elfa mientras le cojo la mano.

Estoy completamente convencido que si repasamos una a una las cosas que le gustaban y que haciamos juntos, ella recordará todo, completamente.

- ¿Qué dices? ¿Vamos? -

|NOTA MASTER|

Ya he puesto los puntos de habilidad, pero me siguen faltando algunos por poner. Los tachados son las personas de las que ya he recibido el email y que ya tienen sus puntos de habilidad puestos. Os agradecería que me dejárais ponerlo a mi, para tener un mejor control de la situación. Mandarme el email y yo os lo pongo, ¿de acuerdo? Que no os sepa mal darme trabajo, que para eso estoy aqui ;)
Bueno, os pongo la lista de los que me faltan por aumentar sus habilidades. Espero pronto que me mandéis el email para poder estar preparados para lo que se acerca en la partida. Si para entonces no tenéis los puntos subidos, vuestro personaje lo va a notar bastante.

- Sirius: 38 puntos
- Fistandantilus: 38 puntos
- Walgior: 38 puntos
- Hëndel: 38 puntos
- Jairon: 35 puntos
- Naida: 35 puntos
- Mefiroth: 30 puntos
- Neith: 30 puntos
- Victoria: 30 puntos

Mandarme los email en cuanto os sea posible, por favor.
Muchas gracias de nuevo por hacer posible esta partida. Para mi es un placer daros estos puntos de habilidad porque os los habéis ganado.
Para aquellos que no hayan tenido porque acaben de empezar o porque estén ausentes, que se pongan las pilas si no quieren quedarse muy atrás. ¡Ánimo a todos!

|Enfermería - junto a la ventana|

Sonrío, pareciéndome graciosa la situación. Él aseguraba que me gustaba volar sobre su dragón, y yo en ese momento sentía miedo a las alturas. Aquello parecía demasiado extraño pero, a pesar de que sentía miedo, tenía que probarlo... Si antes me gustaba, tendría que probarlo para recordarlo.
Agarré fuertemente la mano de Sirius y me acerqué más a la ventana.
- Está bien, vamos a probar... Si antes me gustaba, me gustará ahora- le dije a Sirius, con una sonrisa.

| Zona de Entrenamiento |

Me levanté con lentitud, me dolia un poco la espalda al darme con aquel muñeco. Miré a Cassandra con rostro serio, entrecerrando un poco los ojos.
-Dejate de mágia y atacame de verdad, cuerpo a cuerpo... Aunque sería una pena estropear ese precioso cuerpo, claro.-reí mientras miraba con detenimiento cada parte de su cuerpo. Luego me coloqué en posición de defensa con mi espada, esperando cualquier ataque.

| Enfermería |

Escuché a Farilynn con atención y luego guardé silencio. Estaba seguro de que por cualquier motivo yo habia sido de los que más desconfiaba de Peter desde el primer momento y ahora me enteraba de aquello...
-Lo siento, Farilynn.-dije simplemente, sin querer disculparme por mis pensamientos hacia el.-Respecto a lo que estabamos hablando antes... Yo seré Rey siempre y cuando tu lo consideres apropiado. Mi decisión para mi no tiene ninguna carencia, porque yo aceptaría sin problemas si sé que es lo apropiado, pero quiero que tu me digas si lo ves así...-mi tono seguía en su línea, serio y distante. Seguía mosqueado por su comportamiento, la excusa que me puso para mi no era suficiente.

|Zona de entrenamiento|
|CONJUNTA ENTRE JAIRON Y CASSANDRA|

Cassandra: - No te lo tomes como algo personal, querido, pero quería demostrarte la diferencia que hay entre tú y yo, no sólo en el cuerpo a cuerpo- le dije, sonriendo picaronamente. Me fijé en cómo miraba mi cuerpo y eso me hizo sonreír más picaronamente-. Está bien, si quieres entrenar un poco antes de empezar las clases... No puedo decirle que no a un aprendiz que me admira tanto- dije, guiñando un ojo.
Con la magia, me recogí el pelo y me quité la larga capa que llevaba, para que no me molestara a la hora de moverme, lo que hizo dejar mi cuerpo más a la vista.
Chasqueé los dedos y di un salto, bastante alto, pasando por encima de Jairon. Me coloqué a su espalda y ataqué con la espada, a la altura de su pecho.

Jairon: Observé cada uno de sus movimientos, intentando no fijarme en su cuerpo ahora mas a la vista. Cuando se colocó tras de mi lo primero que hice fué colocar mi espada en vertical tras de mi, sin girarme y sujetandola con fuerza, bloqueando cualquier ataque que quisiera propinarme desde atras.
" Espero no haber hecho mal en retarla... " pensé mientras sonreía.
[TIRADA DE JAIRON: "Percepción y defensa del ataque"]

MASTER: Jairon consigue detener el ataque de Cassandra, pero con demasiadas dificultades. La fuerza con la que le atacó Cassandra, provocó que Jairon perdiera el equilibrio y lo recuperara desplazándose unos metros hacia delante, manteniendo la distancia con la hechicera.

Cassandra: Reí a carcajadas y di unas cuantas volteretas hacia delante, para colocarme a pocos centímetros de Jairon, poniendo mi espada justo delante de mi cara.
- Vamos, cielo, eras tú el que ha querido retarme... Creo que no estás a la altura, querido mío- le dije, provocándole.

Jairon: Aquello ya se estaba poniendo serio, almenos para mi... Tenia que dejar de lado lo mucho que me ponia aquella hechicera y atacar con todo lo que pudiera.
-Se acabaron las contemplaciones, nena.-sonreí con malicia y estiré mi brazo izquierdo para empujarla con la mano y atacar luego con mi espada, con la misma furia con la que atacaba en una batalla.
[TIRADA DE JAIRON: "Ataque y Agilidad"]

MASTER: El empujón hace que Cassandra pierda un poco el equilibrio, pero el ataque de Jairon no le sorprende tanto y consigue bloquearlo, chocando su espada contra la del muchacho.

[CONTINUARÁ...]