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Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 2.1] La Hora de las Brujas - Castillo de Fougères

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25/02/2019, 20:46
Narrador

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


El castillo de Fougères estaba a media jornada de Rennes, la fortaleza del poder de la Príncipe de Bretaña era una construcción imponente y resistente. Dentro de sus murallas crecía un pueblo que alimentaba las necesidades del castillo, dos líneas de murallas que protegían el alcázar e innumerables torres y almenaras que serraban sus muros. Había muchos castillos impresionantes en Bretaña, pero Fougères era la máxima expresión del poder nocturno de la Estirpe y, en concreto, el poder absoluto de Margawse Menguy.

Os recibieron criados mortales si veníais de fuera, uno para cada uno. Este os condujo a presencia del chambelán de Fougères, un capadocio llamado Dominic du Saint-Mathieu, que ejercía su labor con seriedad y carencia de cualquier atisbo de querer bromear con nadie. A cada uno de los invitados, o grupos de invitados, os cedieron una de las torres del alcázar para garantizar vuestra intimidad. Dentro había mucho movimiento de criados y sirvientes, algunos soldados vigilando, pero no aparentaba que dentro del castillo se preparara una guerra.

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25/02/2019, 20:59
Dominic du Saint-Mathieu

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


El rígido capadocio comunicó a cada visitante las normas y costumbres de Fougères, no había ninguna extraordinaria fuera de las típicas reconocidas en las Tradiciones, aunque Dominic añadió.

Dado que nos encontramos en una situación delicada. La duquesa ha indicado expresamente que cualquier comunicación con el exterior estará prohibida hasta la finalización de la cumbre—informó el chambelán —. Si requieren hacerlo de forma urgente, hablen con mi persona y, previo examen del mensaje que no comprometa la seguridad de la duquesa o su dominio, permitiré que uno de nuestros mensajeros entregue el mensaje.

Tras una breve pausa, continuó.

Cualquier necesidad será atendida, de la naturaleza que sea. La duquesa solo desea la comodidad de sus huéspedes. Serán llamados a su presencia cuando esté todo listo, pueden circular por tu torre asignada y las salas abiertas. Gracias por su visita.

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15/05/2019, 18:36
Narrador

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


La estancia donde estabais era amplia y lujosa, un trono de madera recia presidía la estancia como lo hiciera en Brest, pero el ambiente, aunque solemne, estaba teñido de una majestad absoluta. Margawse Menguy, Príncipe de Bretaña, no era su chiquillo, sin que ella estuviera aun presente aquel lugar irradiaba poder y autoridad.

Aparte de vosotros, en la estancia podían apreciarse otras figuras de la noche bretona, algunas conocidas por vosotros y otras desconocidas. Pero tal como anunciara Dominic, junto al cual se encontraba Sybilla, todos los presentes, salvo los sirvientes, erais vampiros. Las conversaciones cruzadas se iban dando, breves y claras, se notaba cierta inquietud ya que, según algunas afirmaciones aisladas, se echaban en falta rostros importantes. Pero también los había de inesperados.

Estaba Fray Aethelstan du Josselin, Maestre de la Orden de la Garza Negra, acompañado por el sonriente Bohort du Lac y de Selin. El caballero errante Edwin du Saint Brieuc, que conversaba con su hermano Bastian Magloire, representante de Saint Brieuc. También estaba Treveur du Tinténiac, que se había acercado a Ingvar para saludarle. La cortesana Mahé Lagadec, conocida por vosotros por haber estado presente en la usurpación de Brest, también pululaba por la sala junto a Leyre. De mala gana también podía verse al conde Louarn Le Guillant de Nantes que, aunque tradicional rival de Margawse, parecía ver en Morgaine una verdadera amenaza y había acudido a la cumbre junto a Artur.

Otras figuras relevantes eran Monseñor Firminus de Navarra, el lasombra consejero de la condesa Noella Heussaff de los brujah de Saint-Pabu, que había llegado junto a Maëlys y, como no podía ser de otra forma, la omnipresente presencia de los tremere esperando su oportunidad personificados en el emisario Lothaire Chabroux. La ausencia de Owyn du Poher, Príncipe ventrue de Vannes, era llamativa ya que enseguida se declaró enemigo de Morgaine, también de los brujah de Léon que aun no se habían pronunciado. Nadie esperaba a los gangrel del País de Dól ni tampoco a los capadocios de Cornualles. Era un contubernio variado, y todos esperaban la llegada de Margawse Menguy.

Notas de juego

¡Empezamos! ¡Que ilusión! ^^

Describid un poco vuestra situación. Aunque os he descrito junto a algunos PNJs, no tenéis porque ataros a ellos, podéis hablar con ellos o dirigiros a alguien en concreto.

Para empezar a marcar cierto ritmo, empezamos a poner fechas.

Próximo post, Lunes 3 de Junio.

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30/05/2019, 22:05
Selin

Me encuentro situada junto a Fray Aethelstan y un tanto separa del sonriente Bohort contemplando la sala sin la seguridad que me da mi querida cimitarra. Llevo los mismos ropajes que la última vez, unos hechos en cuero oscuro. De vez en cuando mi mano busca la empuñadura intentando encontrar un lugar donde apoyarse, para terminar cogiendo mi muñeca y dejar a ambas descansando sobre mi vientre. A diferencia de la última recepción, esta vez reconozco a muchos más, y aun así, sigo sintiéndome una extraña entre todos ellos.

En mi recorrido visual por la sala, a veces mi mirada coincide con la de otros vástagos y esta baja rápidamente eludiendo ese contacto pero volviendo al rato para seguir con mi labor. Una excepción es cuando mis ojos se encuentran con los de Artur, al que le correspondo con una leve y respetuosa inclinación. También al encontrarme con los de Maëlys, la situación es similar, y esbozo una pequeña sonrisa e inclinación hacia ella.

Permanezco en mi sitio un rato más tras haberme fijado en todos los presentes en la sala y contemplando ahora la decoración de esta, interesada en las diferencias con el Castillo de Brest, aunque a mi parecer ambos me resultan mucho más lóbregos y sosos que las maravillas de Al-Ándalus. Y una vez cansada de contemplar la arquitectura bretona y sus vástagos, poco más me queda por hacer, así que me quedo en silencio esperando a que llegue Margawse.

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31/05/2019, 16:24
Artur de Aquilare

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


Para la ocasión Artur había escogido unas ropas de buena factura, quizás las propias de un consejero, o un chambelán de la época. Se trata de un traje oscuro, de un color negro brillante, protegido por una capa larga. El lasombra llevaba guantes largos, también de color oscuro, hasta el codo. Había entrado conversando con el conde Louarn Le Guillant de Nantes y, al ver a los presentes, se demoró un instante en inclinar la cabeza, ligeramente, en un mudo saludo a sus conocidos entre los que, igualmente a Sybilla, Selin, Ingvar, Leyre y Maëlys, incluyó al Monseñor Firminus de Navarra.

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31/05/2019, 17:09
Leyre de Abin

Cuando me dijeron que íbamos a presenciar la llegada de otros vampiros refugiados, por un ridículo instante pensé que este hecho podría traerme algo de divertimento. Pero no puedo evitar poner los ojos en blanco como dos huevos maduros al observar que, cómo no, se trata de los mismos rostros muertos de siempre. Arreglo la cola de mi vestido con un golpe seco del pie, extendiéndola a mi espalda en tonos dorados y turquesas, y antes de seguir a Mahé la interior de la sala, ensayo una sonrisa con tintes de hastío.

Saludo a los presentes con una ligera reverencia, sin gastar el esfuerzo en mirarles a los ojos, hasta que cruzo mi mirada con la del caballero castellano, quien se inclina también brevemente.

-He de confesar que es posible que decantarme por el grupo del "normando" pudiera ser un error -murmuro en castellano, ajustándome los guantes sin mirarle-. Espero que al menos en el vuestro se comportaran como seres respetables, y no animales.

El tema de traerle al Príncipe una profecía autocumplida ya tal. No puedo culparles, al fin y al cabo es evidente que les faltaba una mente pensante en el grupo.

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01/06/2019, 12:58
Artur de Aquilare

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


- Dama Leyre- le respondió igualmente en castellano Artur acentuando ligeramente la sonrisa cortés- Como de costumbre es un extraño placer escuchar esa voz que con elegancia malévola usáis como si de una espada se tratara. Por mi parte, lo único que puedo decir, es que tanto el comportamiento de la dama Selin como de la dama Maëlys fue, desde el punto de vista del respeto, impecable. Quizás, mi único lamento, fuera cierta impetuosidad en ambas. Pero nada criticable, ni nada que, me temo, hubiera cambiado el resultado final.- hace una pausa- ¿Animales decís? ¿quizás el comportamiento de maese Ingvar no fue de vuestro agrado? 

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01/06/2019, 14:10
Sybilla

Sybilla se mantuvo erguida y atenta ante las palabras del chambelán de Rennes, con las manos recogidas sobre su regazo. Iba ataviada con un hermoso vestido de seda color añil, con un broche plateado cerrando la capa de terciopelo gris oscuro que cubría sus hombros. Unos guantes, del mismo color que el vestido, completaban su atuendo. 

La consejera tomó buena cuenta de los rostros presentes en la sala, y miró hacia un lado, y hacia otro, como si tratase de encontrar unos rasgos en particular, con el propio rostro inmutable, sin que aquella tarea pareciese dar frutos, a juzgar por cómo apretaba ligeramente los labios, y desistía, reparando en el saludo del castellano de Aquilarre, devolviéndolo, cortés, mientras observaba cómo Leyre de Abin se acercaba a hablar, o más bien, a cuchichear, con él. 

Sybilla se entremezcló entonces entre la gente, y saludó, igualmente a aquellos rostros conocidos por ella, que no eran pocos, debido a su posición en aquellas tierras. Saludó a Selin, y a Maëlys, con cortesía. Y por último a Ingvar, sorprendiéndose a si misma al sentirse complacida de verlo en aquella sala, a pesar de su propia circunstancia. 

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01/06/2019, 14:25
Sybilla
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Notas de juego

Me voy a pasear poniendo oídos y con el radar de mentiras puesto. Uso auspex 2 para captar el ánimo general de la sala, en plan barrido. No sé si aplica especialidad en emociones por la empatía. Trato de percibir si hay alguien más cerca, que no se encuentre tan a la vista, también. 

También quiero cuchichear lo que habla Leyre con Arthur. Si no los entiendo, puedes tirar por mí a ver si saco algo en claro, por eso de saber latín y que sea una lengua romance el castellano. 

 

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02/06/2019, 19:22
Leyre de Abin

El caballero castellano se dirige a mí con una leve inclinación.

 Como de costumbre es un extraño placer escuchar esa voz que con elegancia malévola usáis como si de una espada se tratara.

Alzo las cejas con aburrimiento. Qué mala costumbre tienen los hombres de otorgarme calificativos injustos. ¿Elegancia malévola? Apenas puedo reunir suficiente elegancia como para pasearme por este lugar sin avergonzar a Mahé. 

Por mi parte, lo único que puedo decir, es que tanto el comportamiento de la dama Selin como de la dama Maëlys fue, desde el punto de vista del respeto, impecable. Quizás, mi único lamento, fuera cierta impetuosidad en ambas. Pero nada criticable, ni nada que, me temo, hubiera cambiado el resultado final.

Sí, me lo imaginaba.

 ¿Animales decís? ¿quizás el comportamiento de maese Ingvar no fue de vuestro agrado? 

-Bueno, quizás sea un poco conservadora, debido a mi pasado monacal. Pero no entiendo esas costumbres modernas de consumar lo inconsumable tan pronto como conoces a una persona... -dibujo con la mano un vago gesto en el aire-. Aunque no quisiera que se me tachara de chismosa...

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03/06/2019, 13:10
Ingvar Lundson

De nuevo, en una corte. Aunque en esta ocasión, la hospitalidad había sido notablemente mejor de lo que él acostumbraba a disfrutar. Al fin y al cabo, en la búsqueda de la santidad los excesos no estaban bien vistos, y el hogar de Raynier era, probablemente, más santo que la mayor parte de los monasterios de los cristianos. Al menos, su mentor creía realmente en ello.

Pero él no, así que se había permitido disfrutar de los lujos que Fougères le ofrecía. Después de asegurarse de que Jean-Etienne se encargaba de sus monturas, se había limpiado concienzudamente el polvo de un camino que, sin duda, volvería a pisar pronto, y había recogido su larga melena en una trenza al estilo de su tierra. Después se había quitado su armadura para ataviarse con una sencilla túnica de caballero casi sin adornos, y había dejado sus armas entre su equipaje. La guerra estaba cerca, pero no tanto.

Y así, había llegado a la sala del trono del castillo, donde intercambió unas breves palabras con Treveur. Y mientras lo hacía, no podía evitar pensar que toda la situación parecía una repetición de lo que había vivido en Brest.

Las mismas decoraciones en los muros. Los mismos tapices, la misma pompa en los sirvientes. Todo magnificado, por supuesto, pero no dejaba de ser una versión magnificada de lo que podía encontrarse en otras cortes. Incluso, los mismos rostros. Porque de entre los cainitas allí reunidos, muchos de ellos habían estado presentes en la recepción que el desdichado Gevrog había ofrecido apenas unas semanas atrás. Los que habían partido en busca de respuestas, y también varios que no lo habían hecho. Casi podría verse la recepción como un eco de la que ya habían vivido.

Salvo, por supuesto, porque no lo era en absoluto.

Porque, desde luego, a pesar de las similitudes, había algo que hacía que, de algún modo, el castillo de Fougères fuera muy diferente a lo que había sido la corte de Brest. Y la responsable de ello no era sino la cainita que había conquistado durante tanto tiempo el título gobernante de Bretaña. Margawse Menguy.

Su autoridad se dejaba notar incluso en su ausencia. La atmósfera, el mismo aire de las salas, era diferente. En Brest, Ignvar sentía claramente el miedo arrastrándose por las sombras del hogar de Gevrog, infectando cada rincón. Brest era una bestia herida esperando a que el cazador la reclamara finalmente como presa. Fougères era diferente. En el corazón del poder de la duquesa no percibía miedo. Tal vez, sí, cierta inquietud, preocupación por la guerra que era cada vez más una certeza próxima. Pero Rennes miraba el crecimiento de la bruja de Brest a los ojos, de igual a igual. Como un rival. Como una hermana.

Entretenido en sus pensamientos, se percató de que más cainitas conocidos habían entrado también en la sala del trono. Sus ojos se cruzaron brevemente con los de Selin, pero la mujer de piel tostada bajó su mirada antes siquiera de que pudiera saludarla, para sorpresa del guerrero. Devolvió el mudo saludo a Artur con una media sonrisa, e hizo lo propio con Maëlys. Sin embargo, su sonrisa se volvió mucho más ancha y afectada al dedicar un lejano saludo hacia Leyre y Mahé, preguntándose si la altiva e idolatrada cortesana habría logrado moldear los modales de su chiquilla. Pero la respuesta fue casi instantánea cuando la pequeña cainita puso los ojos en blanco. Al parecer, ni la divinizada Mahé podía atar el carácter de su sierva.

Estaba distraído en esos pensamientos cuando la esbelta figura de Sybilla se cruzó en su camino, e hizo que sonriera instintivamente antes de dirigirse a ella en voz baja.

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03/06/2019, 13:11
Ingvar Lundson
Sólo para el director

-Buenas noches, Treveur. –Saludó Ingvar con sincera alegría. –Es agradable ver caras conocidas de Saint-Malo. Dime, ¿hay noticias de Raynier? Apenas si he tenido tiempo de instalarme, pero supongo que tú estarás mejor enterado que yo.

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03/06/2019, 13:11
Ingvar Lundson

Cuando el normando se cruzó con Sybilla, una sonrisa más sincera de lo habitual se dibujó en su rostro de forma espontánea. Sus ojos se cruzaron con la oscuridad de los de ella, y devolvió su saludo.

-Me alegro de veros. Y es posible que seáis una de las pocas personas a las que se lo diré esta noche sin tener que mentir por el protocolo. –Dijo con directa naturalidad, pero después su tono se volvió algo más serio. –Confío en que todo haya ido bien aquí en Rennes… todo lo bien que es posible, dadas las circunstancias. La guerra llama a vuestras puertas. Y al parecer mis viejos compatriotas han decidido ponerse ellos mismos un collar atado a la mano de esa bruja. Aunque no es nada que no supierais ya, supongo.

Dejó escapar un suave bufido, dejando clara la opinión que le merecía la decisión de los Gangrel de Dol, y luego aguardó un segundo mientras observaba a la cainita, como si dudara en decir algo, pero finalmente guardó silencio.

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03/06/2019, 23:31
z/Maëlys de Trebaul

Había sido un viaje largo, algo aburrido aunque no agotador. Solo un sentimiento de aprehensión era lo que dominaba en su alma. Pues no estaba muy segura de como reaccionaria la Príncipe.

Sin embargo, el recibimiento educado aunque austero, calmo un poco los nervios. Así que una vez instalada en el lugar que le fue asignado, cambio sus ropas de viaje por unas más adecuadas a la ocasión y de paso sacudirse el polvo del camino.

Al entrar en la sala del trono, no pudo más que observar la magnificencia de la sala y la sensación de grandeza que transmitía. Puedo ver algunas caras ya conocidas y a algunos de los que habían estado presentes en Brest. Fue saludando a aquellos con los que se cruzaba al caminar o con los que cruzaba la mirada. Al final se excusó a Monsieur De Navarra, para acercarse a la joven egipcia que permanecía con la cabeza gacha.

Algunos pensarían que estáis asustada querida. Comento una vez a su lado mostrando una sonrisa.

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04/06/2019, 00:03
Narrador

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


La danza de conversaciones se desplegó en el salón. Si bien las conversaciones generales eran, en cierto modo, banales, bien parecía también una noche de reencuentros. Aunque los patrones de relaciones casi parecían inalterables en el mundo cainita: hombres de fe con hombres de fe, de armas con los de armas. No había ninguna mezcla verdaderamente curiosa salvo la mostrada entre vosotros. Dominic permanecía erguido como una estatua, su palidez ayudaba, aguardando la llegada de la anfitriona.

De esa guisa, el tremere Lothaire Chabroux se acercó al propio Dominic entablando una conversación cordial, también se acercó a esta conversación Firminius de Navarra tras haber correspondido con cordiales saludos a los que se dirigieron a él. Louarn Le Guillant, por su lado, se acercó para conversar con Treveur du Tinténiac, quizá una huida de su más que patente mal humor. Pronto se unió a esa conversación Mahé Lagadec, cuando Leyre se quedó conversando con Artur, y Bastian Magloire. Al separarse de su hermano, Edwin du Saint Brieuc se acercó al grupo formado por fray Aethelstan, Bohort du Lac y Selin entablando conversación con ellos.

Notas de juego

Próximo post, el Jueves 6

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04/06/2019, 00:09
Narrador

Mientras echas la oreja por el salón..


Las conversaciones cruzadas eran numerosas, era difícil atender a todas ellas, pero sentías cierto nerviosismo flotando en el ambiente. Más por la situación que por la ausencia de Margawse, no podías negar que todos los presentes los unía la misma causa común: el temor a Morgaine. Algunos de una forma más patente, como Mahé Lagadec, y otros considerándola una amenaza peligrosa a la que enfrentar como los caballeros de la Garza Negra.

Al echar oído a la conversación entre Artur y Leyre, bien pudiste escuchar lo que decían, pero quizá el dialecto local que hablaban y tu desconocimiento del idioma te impidieron entender la deriva de la charla entre ambos cainitas.

- Tiradas (1)
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04/06/2019, 00:13
Treveur du Tinténiac

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


Mucho me temo que estáis mejor informado de las decisiones y actividades del Príncipe Coulette, Ingvar —respondió con resignación —. Pero si estáis aquí, eso quiere decir que se preocupa genuinamente por lo que está sucediendo. Es buena cosa esa. Bueno.. él.. o Konwal. Pero ya hablaremos si es necesario, saludad a vuestros conocidos, yo haré lo mismo.

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04/06/2019, 00:17
Aethelstan du Josselin

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


Resulta siempre estimulante encontraros, ser Edwin —saludó sinceramente Fray Aethelstan —. Parece ser que son caminos siniestros estos días, bueno es que la gente de honor se una contra esta mácula creciente.

El saludo entre ambos hombres de armas fue firme, de camaradas, pero enseguida te incluyó en la conversación.

Permitid que os presente a Selin de Al-Andalus, Dios dispuso que nuestros caminos se cruzaran y compartiéramos la preocupación por la bruja —te presentó con un galán asentimiento —. Os presento a ser Edwin du Saint Brieuc, ilustre caballero errante y postulante de nuestra orden. Oh, ser Edwin, no pongáis esa cara. No digo mentira, ya me conocéis.

Edwin te saludó con cortesía mientras amagaba un suspiro de resignación ante el comentario de Aethelstan, aunque tampoco lo desmentía. En ese momento se acercó Maëlys, la cual fue recibida cordialmente por los caballeros que se presentaron a la brujah.

Notas de juego

Editado. Que uno ha hecho gala de su comprensión lectora una vez más xD

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05/06/2019, 20:26
Selin

Al escuchar la voz del maestre Aethelstan me giro para para mirar al caballero que saluda, y cuando menciona mi nombre y mi procedencia, doy un paso hacia Edwin e inclino la cabeza saludándolo. —Buenas noches Edwin du Saint Brieuc.

Mientras el maestre cuenta los propósitos del caballero errante noto una presencia a mi lado y mis pupilas se desplazan hacia ella, es Maëlys. La cual me dedica unas extrañas palabras que no comprendo bien. «¿Asustada?» Me quedo cortada por el comentario, quizás estoy dando esa impresión pero diría que no es ese el sentimiento que ocupa mis pensamientos, sino no estaría aquí. Cuando el silencio entre las palabras de la Brujah y mi respuesta se hace demasiado largo, abro la boca. No, no contesto negando dos veces con el rostro—. Solo estoy esperando, no tengo miedo. No podría permitírmelo le aclaro.

Vuelvo a quedarme callada unos instantes, aun dándole vueltas a lo dicho por la vampiresa. —No me despedí la última vez que la vi, lo lamento— añado sin saber que más decirle e intentando contener mi incomodidad. Cuando la saludé no pensé que se acercaría.

El maestre Aethelstan du Josselin me condujo hasta aquí— digo mirando de reojo al caballero—. Pero no conozco la Corte...— dudo momentáneamente— de las gaitas, aunque sí los motivos de la reunión, por eso estoy aquí.

¿Podría contarme algo?— pregunto mirando hacia la Brujah— Si es tan amable.

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06/06/2019, 19:44
z/Maëlys de Trebaul

Un placer caballeros saludo con una inclinación de la cabeza para luego volver su mirada a la joven egipcia y negar con la cabeza. No es necesario que te disculpes, todos teníamos cosas mas importantes de las que preocuparnos. Por no decir que todos sabemos por que motivos estamos aquí. Pero mejor dejamos eso para cuando la Príncipe nos honre con su presencia.

Observaba a su alrededor mientras conversaba con aquel pequeño grupo, antes de mostrarse pensativa con la pregunta de Selin. ¿Contarte algo? ¿Sobre esta corte? mmm... cruzo un brazo por delante del pecho y lo usaba como apoyo para el otro brazo, mientras daba unos toquecitos en el mentón con un dedo. No conozco mucho de este sitio, solo lo que se me ha contado. Por ejemplo son grandes amantes de la música, y de todo tipo de arte.