Partida Rol por web

El ladrón en las sombras

En la tierra de los colonos

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28/01/2014, 00:33
Groth Danegar

Con gesto sonriente el mercenario baja del pescante donde se había colocado con su arco preparado. La perspectiva de pasar una noche bajo techo le anima a pesar de la premura de su encargo.

- ¿La calienta camas también entra en el precio negociado, Vaerles? -exclama con una carcajada- ¡Si es así que venga a visitarme, seguro que será más útil que un brasero!

Después ayuda al resto a bajar sus enseres hasta que ve la oportunidad y les comenta a los mercaderes en voz baja:

- No olvidéis buscar un guía -insiste en un susurro airado- En una persecución como ésta puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso. Tened en cuenta que para atraparlos no bastará con seguirlos, sino que deberemos ADELANTARLOS y conocer bien el terreno para encontrar los mejores lugares. No creo que Gábriel sea capaz de hacer eso si desconoce la zona, por muy buena rastreadora que sea. Si queréis indago yo, pero vosotros sois los negociantes de lengua dulce ¿no?

 

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28/01/2014, 20:31
Suk

El cansado y permanentemente enfermo enlo aceleró el paso al acercarse a la taberna. Por un momento temió que Groth quisiera marcharse con la mujer a explorar y que lo llevara con él, obligándole a pasar quién sabe cuantas noches más a la intemperie.
Pero no. Iban a pernoctar bajo techo y a pesar de que tenía la certeza de que en algún lugar ardería un fuego, dañino y maldito, la idea de descansar y comer aquello que el bueno de Groth dejara caer al suelo, le ilusionaba como nunca.

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01/02/2014, 11:41
Jorhen

El tabernero saluda a Vaerles y frunce el ceño cuando el mercader, en un requiebro dialéctico, le plantea de forma razonable una rebaja en el precio de la cena y alojamiento. Se frota la barbilla en la que una sombra gris comienza a despuntar áspera y murmura algo para sí.

- Está bien, está bien, que sean diez monedas de plata pues. Podríais quedaros aquí unos días y correr la voz de que estáis aquí entre las granjas de la zona para que los granjeros se acercaran. Os mantendría el precio, claro...

Entonces, cuando la carreta queda aparcada, los caballos amarrados y todos se dirigen hacia la destartalada taberna, repara en el trollkin que se baja de la carreta y parece acompañar al grupo al interior.

- Un momento, un momento. ¿Esa alimaña viaja con vosotros?, ¿es vuestro esclavo, guerrero? -dice dirigiéndose al hombretón alto y de aspecto fornido tras el que camina el trollkin. Espero que lo atéis en corto... como lo vea comiéndose lo que no le corresponde lo echaré a escobazos.

Y dirigiéndole una mirada de desprecio, se da la vuelta y precede al grupo al interior de la taberna.

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01/02/2014, 11:51
Heenshen

El joven mercader le giña un ojo a Vaerles cuando le paga al tabernero por la cena y el alojamiento de la noche.

- Mi nombre es Heenshen, Jorhen. Estos grandullones son Groth y Bosporous y este pequeño es Suk. No debes temer por su comportamiento, está muy bien enseñado y ha viajado mucho, lo que le ha hecho conocedor de aquellos comportamientos que le cuestan unos azotes y aquellos que son recompensados.

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01/02/2014, 11:57
Director

El interior del local no es precisamente acogedor, pero al menos se está caliente. Casi todo es un espacio diáfano, con literas a la izquierda para que duerman, sin intimidad alguna, al menos ocho o diez personas. En el centro de la estancia hay un espacio para las hogueras donde se cocina, y a la derecha unas mesas y sillas contra la pared. Al fondo hay lo que parecen ser las únicas habitaciones separadas. Y por lo que se ve una es una despensa, de donde Jorhen comienza a sacar las viandas para dar de cenar a sus huéspedes, y otra parece ser su propia vivienda, pues entra un momento a dejar el dinero que Heenshen le ha pagado.

La tercera habitación, construida de buena madera cepillada y barnizada, y con adornos rúnicos en la puerta, pronto se abre y una bellísima mujer aparece en el dintel, deteniéndose a observar al grupo.

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01/02/2014, 12:01
Auline

La mujer, moviéndose con elegancia sobrenatural, se aproxima al grupo, cuyos integrantes la observan boquiabiertos.

- Saludos, viajeros -su voz es suave y embriagadora. Mi nombre es Auline, acólita de la diosa del amor, Uleria. Espero que vuestro camino haya sido agradable y exento de peligros. Mientras estéis aquí, os ruego que no olvidéis que La Diosa os puede dispensar descanso y paz por unos donativos. Traspasando aquella puerta -dice señalando la habitación de la que ha surgido como una aparición totalmente fuera de lugar en esta destartalada taberna- se entra en un mundo de relajación, placer y felicidad.

Dicho esto, se apoya grácilmente en una de las mesas que hay junto a la pared derecha del local y sonríe seductoramente.

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01/02/2014, 23:21
Vaerles

Tras dejar la mochila junto a las camas, Vaerles se sienta en un tronco ante a la hoguera y expone las palmas de las manos al fuego para entrar en calor mientras va llegando la comida... Y entonces la voz melodiosa de la mujer le hace volverse hacia ella y se queda embobado.

-Por... todas... las estrellas... -empieza a susurrar para sí el mercader, que entonces hace una pausa para tragar saliva-, de la cúpula celestial -concluye. Luego exhala un bufido sin apartar la mirada de la mujer, carraspea y se pone en pie-. Saludos, bellísima Auline -empieza con una leve reverencia-, mi nombre es Vaerles, soy mercader de tierras lejanas y por desgracia mis compañeros y yo nos hemos enfrentado a peligros terribles en el camino -afirma con dificultad-. Pero, debo decir que vuestra mera presencia basta para aliviar un poco nuestros pesares en esta noche tan fría -añade con una sonrisa-. Quién iba a imaginar que en una taberna tan... modesta, íbamos a encontrarnos una belleza propia de una princesa. Yo... -dice Vaerles con repentino rubor-, haría gustoso una ofrenda a vuestra diosa si quisiérais acompañarnos en la charla durante la cena... A menos, claro, que alguno de mis compañeros no quiera esperar a tener un trato más privado con vos... -finaliza mirando de reojo a Groth.

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03/02/2014, 21:37
Groth Danegar

El mercenario pone una sonrisa lobuna e hincha el ancho pecho como un palomo. 

- No te interpongas entre un perro y su hueso, Vaerles, aunque puedo esperar hasta después de cenar -sonríe con avidez- Y no me importaría dejarte mi lugar una vez haya terminado y te puedo ceder el lugar en la habitación para que descanses. Estoy acostumbrado a dormir en barracones.

Acompaña la última frase con un gesto que abarca la amplia y destartalada estancia.

- Eso sí, me gustaría saber con cuánto se conformaría tu diosa para que nos diera sus bendiciones -lanza una mirada a Heensheen y continúa con cierta fanfarronería- Tal vez necesite consultar el precio con estos mercaderes que me han contratado para protegerles de los riesgos del camino, ya que necesitamos toda la información posible sobre lo que tenemos delante.

La mira de arriba a abajo.

- Toda la información, por Humakt.

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06/02/2014, 14:48
Auline

La mujer, con movimientos tan sinuosos que se diría que es una serpiente, se aproxima a Vaerles y a Groth, que han sido los únicos en mostrar interés en sus servicios, mirándolos alternativamente.

- Aunque ya he cenado, gustosamente compartiré la mesa con tan apuestos caballeros sin necesidad de donativo alguno -dice con un parpadeo lento y sensual. Compañía como la vuestra no se disfruta con mucha frecuencia en este apartado lugar. En verdad sois todos muy agraciados, pero cuando se os compara con lo que una acostumbra a ver, pareceis dioses...

Ignorando lo que murmura malhumorado entre dientes el tabernero tras esas palabras, la mujer sigue desplegando su tremenda capacidad para hinchar el orgullo masculino de los presentes. Descontando al trollkin, claro.

- En cuanto a descubriros algunos de los infinitos placeres que la Diosa es capaz de proporcionaros, no tengo inconveniente alguno en mostrároslos en el orden que queráis -de nuevo centra su mirada en Vaerles y Groth. Incluso, puedo mostrároslos a la vez, si es de vuestro gusto -añade con una sonrisa acompañada de un arqueo de las cejas. Lo normal por una hora en el mullido altar de la diosa son diez monedas de plata, pero si no lo habéis probado nunca y queréis una experiencia inolvidable, os recomiendo una noche completa coronada con un éxtasis como sólo Uleria puede provocar en vuestros fornidos cuerpos... por cuatro monedas de oro. Eso sí, en tal caso la atención será exclusiva y el otro habrá de esperar a mañana para comulgar con la Diosa.

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06/02/2014, 15:05
Heenshen

El mercader parpadea un par de veces antes de cerrar la boca, sin dejar de mirar a Auline.

- Ehmm... señora... es un placer... su compañía... disfrutar... mientras cenamos será... gratificante. Sí.

Luego, asegurándose de que Auline no le oye, susurra a Groth y Vaerles unas palabras.

- Estos gastos "extraordinarios" me temo que no los cubriré con el fondo común de la misión...

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06/02/2014, 19:36
Groth Danegar

Enarca una ceja cuando oye el precio, y las dos cuando la mujer insinúa compartir el lecho con el mercader rubio. El remate viene con la negativa de Heensheen a pagar los gastos. Frunce el ceño.

- Lo siento Vaerles, pero prefiero batirme en solitario llegado el caso -carraspea mientras se palpa meditabundo la bolsa que lleva al cinto, sopesándola- Me lo pensaré durante la cena.

Suspira y se mira pensativo la encallecida mano derecha...

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06/02/2014, 22:48
Vaerles

Vaerles, visiblemente ruborizado, agita las manos mostrando las palmas hacia el resto.

-No, no, yo... me habéis malinterpretado. Yo... solo... Quiero decir que me contento con compartir la cena con la bella Auline, je, je... nada más... el perro tiene vía libre al hueso, je, je... Je -el mercader pone las manos sobre la mesa, suelta un suspiro y se pone serio de repente-. Yo... digamos que persigo otro hueso. Y quiero ser fiel a ese hueso... Soy un perro fiel a mi hueso... je, je -añade volviendo a sonreír de nuevo mientras se frota la frente. Luego, se vuelve en dirección a la cocina y exclama-: ¡Tabernero! ¿Dónde está esa carne de caza? Luego traga saliva y sonríe de nuevo.
 

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11/02/2014, 21:44
Director

La tardía cena transcurre tranquila y el tabernero bosteza mientras sirve a los huéspedes, dando muestras de cansancio. Auline, sentada a la mesa con los demás, no prueba bocado y se limita a beber una jarra de hidromiel que ha pedido a Jorhen para acompañar a los extranjeros. Se ha sentado entre Groth y Vaerles y charla del tiempo, se interesa por las tierras de origen de cada uno, sus profesiones y sus pasadas aventuras, mostrando profundo interés en cada cosa que cuentan los recién llegados.

Llega la hora de descansar y el tabernero recoge los restos de la cena rápidamente, deseando que todos se tumben en sus camastros para retirarse también él a descansar.

Auline también se retira, pero cuando llega al dintel de la puerta de su lujoso reservado se detiene un segundo para posar su mirada en Vaerles y en Groth, esperando una señal de alguno de los dos que le indique que desean pasar al altar de la Diosa.

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12/02/2014, 18:21
Groth Danegar

Un poco achispado por la bebida que ha regado abundantemente la cena, Groth se levanta haciendo caer la silla en la que estaba sentado con un estrépito. Se yergue en toda su estatura y se encoge de hombros sonriendo.

- ¡Qué diablos! ¡Mañana puedo estar muerto y de buen seguro que los brazos de Humakt no son tan cálidos como los vuestros, Auline! -avanza tambaleándose ligeramente mientras les guiña el ojo ostensiblemente a sus compañeros- De hecho he estado a punto hace poco, así que no tiene sentido tacañear unas monedas pudiendo disfrutar de semejante mujer ¿no es verdad, amigos?

Apenas lleva andados unos pasos cuando parece pensárselo mejor, se da la vuelta y agarra una jarra de vino que descansa sobre la mesa.

- ¡Hasta la mañana! -cuando llega a la altura de Auline le susurra confidente aunque con un tono de voz lo suficientemente alto como para que lo escuchen todos- Me temo que tendré que optar a la tarifa más barata, mi señora, me temo que soy un mercenario corrupto pero pobre y esos de ahí atrás son unos mercaderes ricos y todavía más corruptos que yo. Tanto que no están dispuestos a darle unas monedas a un moribundo. Pero estoy convencido de que no me arrepentiré de gastar mi propio dinero ¿verdad?

De repente parece recordar algo más, se gira y apunta un dedo hacia el trollkin.

- Suk, pórtate bien y por lo que más quieras, no entres en esta habitación escuches lo que escuches -se sube un poco los pantalones, fanfarrón- ¡Y por Humakt que vas a escuchar unos gritos escalofriantes!

Sus carcajadas se siguen oyendo cuando traspasa el umbral del altar de Uleria.

Notas de juego

Bueno, mi idea, aparte de que el bueno de Groth se desfogue, es preguntarle a Auline en plan conversación de alcoba si hay alguien cerca que pueda servirnos como guía en el camino que tenemos por delante. Y si son varios y armados, mejor.

:)

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12/02/2014, 21:13
Vaerles

Vaerles sonríe al ver a Groth tan exaltado. En secreto, espera que Auline le arrebate buena parte de sus ansias de combate.

-Hasta mañana, maese Groth, ¡pero no hagáis mucho ruido porque aquí queremos dormir un poco esta noche! -bromea antes de que el mercenario desaparezca tras la puerta del pequeño templo contiguo.

Luego exhala un suspiro. El mercader se siente aliviado de haber sorteado la tentación. ¿Qué estará haciendo ahora mismo mi amada? -se pregunta en silencio con la mirada perdida en la puerta ahora cerrada, pensando en el pelo azabache de su princesa- ¿Estará ansiando mi regreso con la promesa cumplida? De repente, aparta esos pensamientos y se dirige a Heenshen por lo bajo:

-Oye, ¿qué ha querido decir Groth con eso de no dar monedas a un moribundo?
 

Notas de juego

Mi idea, aparte de tratar de descansar, es preguntar al posadero si conoce algún guía fiable de la zona. :)

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16/02/2014, 09:10
Director

Durante una hora, Groth experimenta la compañía de Auline, que demuestra maestría en proporcionarle placer de formas que el guerrero no había experimentado. Sin duda alguna la exuberante mujer goza del favor de la diosa, y se lo transmite a Groth de varias maneras, cada una de ellas más placentera.

El mercenario se emplea a fondo sobre la bella mujer, que parece disfrutar tanto como él del encuentro de sus cuerpos sudorosos, que han olvidado el frío y la ventisca que ulula en el exterior.

Pero todo llega a su fin y, todavía cansado por la intensa actividad física, Groth debe vestirse y abandonar el altar de Uleria sobre el que tanto ha disfrutado con Auline.

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16/02/2014, 09:34
Auline

Mientras el guerrero se viste Auline le observa, de repente seria y pensativa.

- No me ha pasado desapercibido que en tu corazón late la marca de la muerte, Groth. Tú y yo somos extremos opuestos, yo soy una fuente de vida inagotable, y tú un sumidero de muerte que todo lo devora... y que tarde o temprano acabará tragándose a sí mismo.

Cuando Groth se halla con la puerta entreabierta, a punto de volver a la sala común con sus compañeros, la mujer responde a las preguntas mundanas que Groth le formulaba al entrar en su habitación y que ella silenció con besos y sensuales caricias.

- No encontraréis guías aquí mientras Percher y Londern, los tramperos de esas casuchas de afuera, no regresen del bosque. Pueden pasar varios días, pues partieron ayer al alba y suelen estar un tiempo fuera. Y los hermanos de la serrería no son muy conocedores de la región. La mejor opción es Palgrem, un granjero que vive con su mujer y sus hijos al este, llegando ya a las montañas Petrificadas, o bien alguno de los dos hijos de Helerlavi, en dirección contraria, en una granja al oeste cerca de las estribaciones de la cordillera que cierra el valle en aquella dirección. O incluso podéis ir más allá de la granja de Helerlavi, a la torre ya en las montañas, donde se han asentado las gentes civilizadas que vinieron del sur hace poco más de un año. Ellos tienen jinetes armados y patrullan, pero sin duda os cobrarán caro. Jorhen, seguramente os pueda decir algo más sobre estos asuntos que yo...

Notas de juego

Groth debe quitarse 10 monedas de plata.

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16/02/2014, 09:49
Director

Groth desaparece tras la puerta con Auline y los demás se apresuran a subirse a los catres para descansar. Vaerles, antes de irse a la cama, trata de que Jorhen le asesore sobre un posible guía para la región.

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16/02/2014, 09:51
Jorhen

- Percher y Londern, los tramperos de esas casuchas de afuera, podrían serviros. Pero ayer se marcharon de caza al bosque y no regresen de allí en unos días, así que tendréis que esperar aquí hasta que vuelvan. Pero si tienen prisa, pueden ir a hablar con Palgrem, un granjero que vive con su mujer y sus hijos al este, llegando ya a las montañas Petrificadas, o bien alguno de los dos hijos de Helerlavi, en dirección contraria, en una granja al oeste cerca de las estribaciones de la cordillera que cierra el valle en aquella dirección. O incluso podéis ir más allá de la granja de Helerlavi, a la torre ya en las montañas, donde se han asentado las gentes civilizadas que vinieron del sur hace poco más de un año. Ellos tienen jinetes armados y patrullan la zona.

Luego algo malhumorado, añade.

- Venga, es hora de descansar, no de charlar.

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16/02/2014, 10:16
Suk

Sin atreverse a subirse en una cama por miedo a recibir algún golpe por parte del dueño del local, Suk se acurruca en un rincón lejano al fuego y trata de dormirse a pesar de los tiritones.
Esa noche soñará que un enorme troll negro irrumpe en el lugar, devora al pequeño posadero y luego le llva con él al Valle de las Flores, donde vivirá una vida de plenitud y alegría junto a los suyos.
Ninguno de los presentes podría percibir la pequeña lágrima que recorre su sucia mejilla durante la noche.