Partida Rol por web

Una habitación lujosamente decorada, con una gran cama con dosel al fondo y una mesa y silla a la izq. Los tapices de templos de todos los continentes rodean la habitación. Y una gran alfombra con un símbolos estaños completa la decoración de la agradable estancia.

La antigua habitación de Siren, el descanso en esta habitación es placentero y agradable.

Pasando dentro de la habitación os la va enseñando. Después se dirige a la puerta y os comenta:

El que quiera la habitación deberá luchar por ella, así esta escrito desde hace 300 años. Espero al ganador fuera.

Sin mas cierra la puerta y os deja allí a los tres...

Al comprender la curiosa situación en la que los habían metido, Urzam comenzó a reír con ganas, como un verdadero loco, mientras sus manos recorrían su cadena con nerviosismo. No habían tenido tiempo siquiera de soltar los petates, que aún llevaban a la espalda, y ya se olía el olor de la sangre futura. Ah, esta iba a ser una experiencia catártica, en verdad.

Cuando entra en la opulenta estancia, Meriele no puede evitar sonreir al ver la hermosa cama con dosel que hay al fondo. Una fugaz ráfaga de pensamientos impuros, pero a la vez dulces y apetecibles, la hace ruborizarse levemente antes de que la joven niegue con la cabeza y se centre en las explicaciones del sirviente.

-¡Magnífica sala!--medita la mago de guerra sin articular palabra alguna.

Sin embargo, la agradable excitación que Meriele comenzaba a sentir desaparece por completo cuando aquel humano les pone los pies sobre la tierra de manera tan desagradable y repentina, dando paso al súbito estallido de adrenalina que siempre precede a un fiero combate.

Necrull entra junto a los demás en la habitación. Y la examina mientras escucha al sirviente hablar de sus maravillas.

Una habitación magnifica, y sus habilidades son increibles, es extraño que nos la den sin más.

De repente el sirviente se acerca hacía la puerta y nos enseña la realidad de la situación mientras se marcha.

Vale, ahora está todo claro.

En vista de la situación, Necrull decide cojer algo de distancía entre sus "compañeros de habitación".
Despues de moverse, con voz ominosa y gutural canturrea en un idioma oscuro mientras unos humos negros le rodean.

Por los oscuros poderes que estoy imbuido, protejedme de mis enemigos.

En cuanto Necrull retrocede, envolviendo su cuerpo en difusas sombras, Urzam se escora hasta colocarse tras la elfa, mientras gira su cadena ominosamente. En cuant comienza a moverla, una peligrosa energía negra y violácea comienza a recorrerla, como si estuviera cargada de energía. Amenaza con ella a Meriele e indica:

-Acaba con aquel brujo, y tal vez salves el alma.- mientras se coloca a su espalda señalando a Necrull.

El susto inicial al verse sorprendida por la rapidez de reacción de sus adversarios dibujó una preocupada mueca de terror en el rostro de la linda Meriele. Sin embargo, el paso en falso que acababa de dar Urzam, abrió una puerta a las probabilidades de salir con vida de aquel atolladero para la joven.

-¡Ja, ja, ja!--se jactó del enano la elfo, mofándose públicamente de su contrincante--¿Pero qué dices engendro del Abismo? ¿Acaso crees que te pertenezco para darme órdenes? ¡Ja!

Meriele colocó hábilmente su escudo entre ella y el enano con la intención de alejarse cuanto antes del inminente peligro que suponía aquella cadena armada maldecida.

Al ver a la elfa alejarse Urzam enarboló la cadena lamentando su flagrante cobardía, más la adecuada guardia de la mujer consiguió esquivarla sin problemas:

-¿Abismo? Pronto colgáis coletillas los orejas puntiagudas.- dice el enano avivando viejas rencillas raciales.

Sonriendo por dentro y por fuera, Meriele se aleja hasta encontrar una posición más estratégica desde la que enfocar nuevamente el combate.

Parece ser que todos tienen la misma idea, alejarse los unos de los otros a ver quien mueve ficha primero.

Bueno, parece que el enano y la elfa ya se han presentado. Seguiremos con el juego.

El humano se mueve un paso hacía la derecha, y mientras agarra firmemente su lanza se escucha nuevamente esa voz cargada de maldad por toda la habitación.

Por los oscuros poderes que estoy imbuido acaba con mi enemigo.

Y de la mano extendida de Necrull surje un rayo hacía el enano.

A pesar del daño recibido por la repentina descarga de Necrull, Urzam cargó hacia la maga de guerra, dispuesto a acabar con su cobardía.