Partida Rol por web

La mirada se me perdía entre los verdes y tostados de aquellos arboles... extrañada... y los pasos se afianzaban en la hierba con una impaciencia que no tenía el gesto...

Siempre firme... siempre en el Do..

Un pequeño instante, una sombra fugaz se sitúa a los lejos, una melena rubia que le indica al joven Batidor la posición de la elfa.

Lento y discreto como un león cuando intenta cazar a su presa coge la flecha que sostenía con sus dientes y la tensa con un par de dedos.

La flecha sale disparada hacia esa sombra en movimiento, pasando entre los troncos de los arboles hacia una sola dirección. Era algo arriesgado el ataque de Sebastian dado que ahora era el quien estaba al descubierto..

-Vamos, no falles..- pensaba tras soltar la flecha deseando que diera a su objetivo..

Vamos a ver Sebastian, manejemos el personaje un poco bien.

Hostigar solo lo puedes utilizar cuando mueves al menos 10' y tu objetivo esta a menos de 30'
Eso por un lado, y Meriel esta en cobertura para ti por lo que los modificadores no son solo -2 por distancia.

Por otro lado fallas descubres tu posición a Meriele pero indicas donde esta a Himeko....

Por supuesto, la cobertura la manejo yo. Lo demas si esta bien. y no le das.

-¡Mierda! Esa maldita flecha ha estado a punto de conseguir su objetivo--se lamenta Meriele contrariada cuando escucha como el proyectil golpea contra una rama cercana y la parte con violencia.

La mago de guerra varía mínimamente su posición para protegerse aún más si cabe y se esconde tras su escudo de madera.

-¡Vamos, vamos, vamos! ¡No tenemos todo el día! Mientras nosotros perdemos el tiempo, otros pueden estar consiguiendo el resto de llaves--apunta la seductora elfa para apremiar a sus contrincantes.

AJAJAJAJAJAJAJAJ….

La risa resonó clara.. cristalina y franca en aquel descampado que ahora se cubría de la sangre de otros.. y de la mía propia…

Tú?.. tú que te escondes como rata en la madriguera… tú nos apremias a pelear?... el arco se tensaba entre la risa que lo acariciaba… JAAJAJAJAJAJAJAJ…. entre el aliento que se vertía con ella… entre la chispa negra de la mirada…

La flecha partió del arco orgullosa pero perdida… y la sonrisa se me afianzaba en los labios mientras los dedos suaves cogían una nueva saeta del carcaj.. mientras su madera rozaba mis labios y mi piel de nuevo…

Ahora ya sé... de qué estas hecha…

Una sonrisa torcida se le dibuja a Sebastian al ver el destino que tomo finalmente aquella flecha. La flecha estalló contra el tronco de un árbol cayendo la punta afilada de metal al lado de la elfa. Una sonrisa, una mirada frente a frente y el joven batidor vuelve a esconderse entre los árboles..

-¿Acaso os importan las llaves...?..- susurro entre dientes antes de esconderse.

-¡Ja!--exclama con sonoridad Meriele después de escuchar las palabras de Himeko.

-Si me escondo y me preparo para defenderme como gato panza arriba, sólo es... ¿porque dos perros traidores se han compinchado para asesinar a una dama indefensa? ¡Ja, ja, ja!--se mofa de ella la elfa de los tatuajes haciendo de su voz una parodia.

-¿Honor? ¿Dónde estaba tu honor samurai cuando decidiste que era mucho más fácil terminar la batalla dos contra uno que en combate singular?

-¡Honor...! Me temo, cariño, que por mucho que te pese no somos tan distintas al fin y al cabo--sentencia la mago de guerra finalmente mientras varía ligeramente su posición.

Escuchaba su voz… y la sonrisa se me dibuja aún más amplia en los labios… y la cuerda se tensaba aún más entre los brazos… y la flecha parecía removerse inquieta y ansiosa entre los dedos…

Qué sibilina… que traidora… que embustera…

Buen intento… elfa… pero vano… el tintineo de la cota se acercaba a ella como lo hacía la mirada orgullosa… y el porte altivo… Porque aunque te pese a ti… no soy un perro…tú no eres una dama indefensa… y esto no es una conjura… El negro de los ojos se afilaba tras la punta de la flecha… Que tiene de combate singular atacar a traición y por la espalda?... Qué honor hay en tu aliento.. elfa?... el pelo negro se arremolinó enredado por la brisa que ya arreciaba… No hables de honor… ensucias la palabra al pronunciarla… No puede pedir respeto quien no lo otorga, y tú no mereces más que caer en un cepo rastrero como rastrera ha sido tu actitud y tus acciones…

Yo no atacaré a quien no me ataque… Tú lo has hecho… fue un movimiento suave… dulce.. y la flecha partió del arco… y aquí me tienes…

El Batidor escuchaba atento los proyectiles que se lanzaban la una a la otra por la boca, esas palabras que cuando creces, se descubre que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan..

Avanzó cortos pasos intentando coger desprevenida a la elfa, aprovechando su ocultamiento. Sus movimiento no eran nada precisos, demasiadas ramas sueltas por el terreno, demasiada maleza..

Se llevo de nuevo la mano al carcaj para sacar un flecha suponiendo que ya habría averiguado su posición. Pero no podía dejar a la vista solo a la samurai..

-No es digno de ti Sebastian. ¿Qué te diría el anciano?..-

La flecha se perdió por la lejanía del bosque y el joven se quedo a la vista tanto para la elfa como para la samurai..

-¡Ja, ja, ja!

-Honor... Tú eres la que hablas de honor y la que te riges por él, bonita. Para mí el honor no es más que un impedimento de hipócritas como tú, que empleais para dar sentido a vuestra absurda vida. Nada más--responde Meriele al tiempo que sale al encuentro de la samurai.

-¡Iiiiiiiiiiiiaaaaaaaaaaaaa!--exclama finalmente la mago de guerra mientras un rayo de helada escarcha surca la distancia entre ambas mujeres para terminar estrellándose contra las ramas que hay junto a Himeko.