Partida Rol por web

Nunca mi vida... y menos mi muerte...serán absurdas.. la media sonrisa se pinceló en los labios como el destello en los ojos negros... Esa es la grandeza de conocer el camino... Esa es la grandeza... del DO...

La flecha partió de nuevo del arco al tiempo que este resbalaba de las manos dejado ir con rapidez... Y el paso suave se acercó aún más a aquella elfa hermosa pero pérdida... y las manos buscaron suaves a Amemizu... Su acero impaciente pronto abandonaría su descanso...

Se desplaza velozmente hacia el lugar en el que ambos se hallan enzarzados en la pelea, aferra el arma con fuerza, calculando con exactitud sus movimientos para no rozar a la Samurai. Y lanza una torpe flecha.

La sangre mancha el cuerpo de las dos mejores al verlas de tan cerca. Sebastian dirigió la mirada hacia Himeko. No dijo nada tan solo esperaba que resistiese con vida..

-¿Qué es lo que te ocurre?..- sigilosamente, medio agachado avanzó hasta el tronco de un árbol que tenia enfrente quedando algo cubierto por un posible hechizo de la maga..

-No puedo volver a fallar.

La mago de guerra se sabe en peligro de muerte. Máxime cuando su principal oponente acaba de desenvainar una preciosa y mortífera katana con la que a todas luces se maneja bastante bien. La elfa de los tatuajes decide jugársela una vez más y pasa de nuevo a la acción con porte orgulloso.

-Entonces muere como ya sabías que lo harías al conocer tu camino--espeta Meriele a la samurai antes de lanzarle un certero rayo de escarcha.

-¡Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiaaaaaaaaaaaaaaaaaa!--exclama mirando a los profundos ojos de la malherida Himeko mientras una mezcla de alegría y lástima la recorre por dentro.

-Una digna oponente, sin duda--piensa Meriele finalmente, al tiempo que cambia de posición para protegerse de las flechas de aquel renacuajo.

HIMEKO CAE INCOSCIENTE

ESTAIS EN COBERTURA ENTRE LOS 2

Estuvo cara a cara con la muerte. La sintió, no le dejaba respirar y casi se arrodilla al ver como la Samurai caía de bruces al suelo. Cada tanto abría los ojos y veía una elfa detrás de unos árboles que le observaban...

-¡¡NOOOOOOO!!- Gritó.

Sumergido en un estado de furia, apretando los dientes, tenso una nueva flecha que se perdía por la espesura del bosque. No era su manera, no hacia lo que debía de hacer pero sintió una rabia tremenda al ser la Samurai la que cayo primero y sin poder ayudarla. Y eso, fue lo que le llevó a precepitarse..

-Venga. Te estoy esperando..- Surgió un fría voz detrás del pañuelo que le cubría su rostro.

-¿De veras me que estás esperando? ¡Ja, ja, ja!--se mofa Meriele del joven arquero.

-¿No querrás decir más bien que te estás... escondiendo, cariño?

-Ahora cuando se te acaben las flechas vienes a por lo tuyo, si eso, que ya te ayudaré yo a reunirte con ella si es lo que realmente deseas. ¡Ja, ja, ja!--concluye la mago de guerra saliendo de la cobertura que le proporcionan los árboles para enfrentarse directamente con el batidor.

-¡Iiiiiiiiiiiaaaaaaaaaa!--exclama la elfa al tiempo que convoca un nuevo rayo de azulada escarcha.

En 28,12 estareis sin cobertura los 2

-¿Nunca te dijeron que tienes una sonrisa muy fea?. Creía que las elfas eran tan bellas como vuestro rayo de escarcha..-

El joven se quedó unos instantes tiritando a causa de aquel rayo, pero su calor corporal derritió todo ese hielo que le produjo una escasa parálisis. Sus dedos escarchados buscaron otra de sus flechas en el carcaj, ya eran excasas.

El frió le jugo una mala pasado y el Batidor ni siquiera pudo tensar con claridad aquella flecha. En su lugar noto algo mas de daño en su mano y estaba apunto de caer ante aquella malvada maga..

-Será mejor que lo hagas ya. O te aseguro que esos bellos ojos que tienes los tendré de colgante..- cansado, herido y fatigado por los largos minutos de combate, decide retroceder para recuperarse algunos segundos de esa fatiga

Las manos temblorosas del batidor hacen enredarse a la flecha en el carcaj haciendo que esta corte la cinta que lo sujeta y cayendo todas las flechas desperdigadas a la espalda de este...

las flechas han caido en la casilla detras de sebastian.

-¡Vaya!

-¿Has perdido algo, pequeño?--continúa provocando Meriele al batidor mientras se adelanta hasta situarse junto a las flechas caídas en el suelo.

Sus manos temblaban a causa del frío. Era un novato y estas cosas podían ocurrirle a cualquiera. Incluso al mas veterano guerrero..

No se inmuto por el provocamiento de la elfa. A su vez se iba arrastrando por el suelo dando cortos pasos para palpar con sus manos la flecha.
La mala fortuna le volvió a jugar una mala pasada pinchándose con una de las puntas de su flecha en su mano..

-Ishhh..- salió de su boca al sentir ese pequeño punzón. La elfa tenía una gran oportunidad para acabar con el joven Batidor

en el 15,30 es donde estaba antes sebastaian no dodne estaban las flechas.