Partida Rol por web

Hogwarts: War Games

1.1.- Historia de la Magia (Hufflepuff y Ravenclaw)

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06/06/2015, 05:58
Narrador

Ravenclaw y Hufflepuff se disponían a entrar a la biblioteca. Huelga decirlo, Zachary Wall y su banda esta vez se mantenían mucho más tranquilos. Solo quedaba esperar que no tuvieran otra "brillante" idea para el día.

Gregg Wilson iba con el ojo y la dignidad amoratada, pero conservaba la satisfaccion. Solo le quedaba que aquel incidente no le hiciera perder la popularidad con Gryffindor.

Los estudiantes iban a sus mesas y los libros eran abiertos. El aroma a papel nuevo aun se sentía.

Era la clase de Historia de la Magia, con la profesora Watson.

 

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06/06/2015, 13:06
Sophie Anne Watson

La profesora Watson esperaba a sus alumnos en la bibliteca, sentada sobre su escritorio. Sus piernas no llegaban al suelo, por lo que las balanceaba ligeramente con suavidad de delante a atrás. Curiosamente, no llevaba ningún traje de ningún personaje histórico, ni ningún otro objeto de caracterización. Estaba sonriente y miraba a sus alumnos que iban llegando poco a poco. Una vez estuvieron todos, pasó la vista por la clase, comprobando que estuvieran todos en su sitio. A pesar del espectáculo de antes, parecía casi igual que todas las mañanas. Agradecía también tener clase con Ravenclaw y Hufflepuff, sus casas más afines, le harían el trabajo más fácil.

Sonrió complacida y bajó del escritorio con un pequeño impulso que se dio con las manos. Una vez estuvo en el suelo, comenzó a hablar:

Buenos días, queridos. Antes de empezar la clase, me gustaría hacer un breve resumen sobre lo que vimos en las clases anteriores-introdujo la clase. Miró entonces a Gregg Wilson y le dijo:-. No me gusta la pinta que tiene ese ojo, señor Wilson... vaya a la enfermería. Cuando la enfermera le haya mirado, si no le ha dicho lo contrario, regrese a clase. No le gustaría perdérsela-dijo con una sonrisa.

Volvió a mirar a sus alumnos y dio paso al resumen:

Muy bien, pues. La semana pasada estábamos comenzando a estudiar la Segunda Guerra Mundial; vimos las causas en el mundo muggle y su reflejo en el mundo mágico. El racismo contra los hijos de muggle, squibs y los prejuicios contra los mestizos seguían haciendo mella en la sociedad. No obstante, durante esta época, comenzaron a surgir los primeros movimientos activistas a favor de los parias de la sociedad. Las familias ricas mágicas, las más elitistas, seguían rechazando a los hijos de muggles y mestizos, lo squibs eran ocultados; incluso en Hogwarts y otras escuelas el trato a los alumnos de estas raíces eran tratados de otra forma.
Las familias mágicas "puras"-
hizo las comillas con los dedos-al no relacionarse con otras familias, dieron pie a una endogamia mágica que dura hasta nuestros días. Actualmente, las familias mágicas más antiguas tienen lazos familiares con todas las demás. 

Mientras hablaba, iba caminando por la clase. Se la veía realmente metida en la explicación, se notaba que le gustaba lo que hacía y que conocía acerca del tema. Tal vez la profesora Watson no sería la mejor profesora de Hogwarts, pero desde luego, era una de las que más pasión le ponía a su trabajo.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, el mundo muggle se convirtió en un auténtico caos, y los squibs e hijos de muggles refugiados en el mundo muggle comenzaron a buscar hogar en el mágico. Rápidamente, el número de residentes en el mundo mágico subio como la espuma, ¡alcanzando el doble de la población practicamente en menos de tres meses!-por como se movía y hablaba, transmitía esa rapidez y agobio que debía sentir el colectivo mágico paria al buscar hogar en un mundo que nunca los aceptó-. Entonces, el Primer Ministro mágico, David Randall*, tomó una decisión que pronto lamentaría: cerró los accesos de la calle Charing Cross Road hacia el Callejón Diagón. Esto solo provocó más revuelo entre los magos liberales, que querían que aquellos grupos marginados durante tanto tiempo formasen parte de su sociedad de una vez por todas. Esto dio pie a revueltas, disturbios, manifestaciones, poco a poco el mundo mágico fue integrando a aquellos que durante siglos había dejado de lado.

Terminó la explicación y volvió a sentarse en su escritorio. 

Bien, el resto de la clase de hoy, y por tanto, materia de examen...-recalcó- vais a darla vosotros-ante algunas miradas sorprendidas, sonrió-. Sí, me habéis oído bien. Para aprender historia debemos colocarnos en el momento que estamos estudiando, debemos ser parte de esto, debemos integrarnos por completo. No podemos estudiarla desde nuestro punto de vista, debemos trasladarnos a la época. Y es lo que vais a hacer. 

Miró a sus alumnos y señaló a unos cuantos:

Señor Stranglethorn, señorita Booth-su corazón se encogió un poco-, vengan aquí-señaló a su derecha-Señor Cat, señorita Millar, ustedes también.-señaló ahora a su izquierda-. Espléndido, van a ser consejeros de David Randall. El señor Stranglethorn y la señorita Booth van a ser dos poderosos magos de las familias más ricas del mundo mágico, ellos, por supuesto, se niegan a que los hijos de muggles, squibs y mestizos vengan a nuestro mundo. Por otro lado tenemos al señor Cat y a la señorita Millar, que serán parte de una pequeña facción moderada dentro del ministerio, ellos sí que están a favor de la entrada desde el mundo muggle-señaló a una pareja y después a la otra-. Deben defender y atacar a la otra postura, con el fin de que el Primer Ministro haga una cosa u otra. También se pueden proponer otros medios u otras reformas, haced como si lo que vino no hubiese ocurrido aun. 

Miró al resto de sus alumnos.

Los demás deberéis tomar apuntes de este debate, también podréis hacer preguntas siempre que se ciñan a la época y sean adecuadas para el momento. Yo desempeñaré el papel de moderadora y al final de clase decidiré, como Primer Ministro, qué reforma es la que aprobaré. 

Se sentó en su escritorio, esta vez en la silla y sonrió a ambas parejas. Tomó pergamino y pluma y mojó la punta de esta en la tinta.

Comiencen. Tiene la palabra la señorita Millar.

Notas de juego

* Datos como este me los inventaré, máster xD

He modificado los "equipos" que antes me confundí >_<

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07/06/2015, 23:23
Leslie Millar

Leslie había entrado a clase un poco pensativa, sumida en sus ensoñaciones de lo ocurrido anteriormente en el Gran Comedor, aun sorprendida de que realmente pasaran ese tipo de numeritos dentro de esa escuela, ella lo imaginaba todo tan serio y estricto que realmente aquello le había pillado bastante por sorpresa, pero en el fondo, le hacía gracia, le gustaba saber que esa capa de seriedad que ella tenía como imagen de Hogwarts se hubiera teñido de un matiz de diversión y chiquilladas. Entró en la Biblioteca y se sentó en uno de los pupitres para atender a lo que la profesora de Historia de la Magia les comenzó a contar. Era realmente fascinante ver como la señorita Sophie se metía tanto en lo que contaba y como lograba hacer que te metieras tú, pudiendo ver toda aquella época con tal nitidez como si lo hubiera vivido. Aunque claro... A pesar de que lo que ella vivió no fue en la Segunda Guerra mundial... Era exactamente igual a lo que contaba. Parecía que estuviera narrando su vida... Como todo cambió de un día para otro. Como se acabaron los días de gloria y comenzó la pesadilla que dura hasta sus días.

Un sabor amargo le inundó la garganta, haciendo que sintiera la lengua pesada y casi entumecida. Tragó saliva. Las imágenes pasaban por su cabeza haciendo mareándola, haciendo que sintiera nauseas y que quisiera salir corriendo de allí y hacerse un ovillo en su cama como si eso la fuera a salvar de todos sus recuerdos. Quería llorar hasta no tener una sola gota. La impotencia, la rabia, la ira que sentía por cada una de las personas que se le venían a la cabeza mientras, la profesora hablaba de aquella familias clasistas y racistas en cuanto a sangres de magos, hacía que quisiera matar a cualquiera que abriera la boca en aquel momento.

''La señorita Millar'' resonó en su cabeza haciéndola volver a la biblioteca y romper en mil pedazos de golpe las imágenes que se agolpaban en su cabeza. Miró a la profesora, enfocándola, y después a sus compañeros que todos la miraban. Poco a poco, empezó a entender que era lo que había pasado, pues en su mente estaban grabadas las palabras de la profesora, aunque no la hubiera estado escuchando tan a tiempo real porque sus pensamientos empañaban su voz. Una vez comprendió la situación, lo cual le llevó un par de minutos en silencio, reconstruyendo. Abrió la boca una vez tragó saliva y cogió aire. — Bueno... Eh... — Carraspeó. — No soy muy buena en esto... Profesora... Lo intentaré... — Volvió a hacer una pequeña pausa para saber que podía decir. Miró a sus compañeros, la pareja con la que debía debatir. — Opino que no hay nada de malo en la unión entre una persona mágica y otra que no, que no hay que ser tan extremista y clasista en cuanto a sangres, y que no es malo la diversidad. ¿Qué necesidad hay de prohibir a un pobre niño que anhela aprender todo cuanto pueda del mundo de uno de sus padres? ¿Por qué negarle esa posibilidad? Hogwarts es una gran escuela de magia y hechicería que no debería tener reparo a la hora de enseñar por igual a hijos de muggles como magos de sangre... — Puso una cara bastante rara, de asco. Y dijo con tono de voz arrogante y haciendo comillas. — ''Pura''. Eso, es mi más humilde opinión en cuanto a este tema que tanto que hablar ha dado. — Leslie tenía muchísimo más que decir, pero por ahora, había hablado suficiente, cedió la palabra antes de que empezara a escupir todo lo que pensaba y no pudiera parar hasta romper a llorar.

Se quedó callada y miró a la profesora y a sus compañeros alternativamente, un poco nerviosa, y tras haber dicho todo aquello, avergonzada.

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09/06/2015, 21:28
Sophie Anne Watson

Sophie Anne mira expectante a Leslie antes de que empiece, le hace un gesto con la mano con la palma hacia abajo y niega con la cabeza un momento, en un gesto despreocupado, como si le estuviese diciendo sin palabras un "tranquila, tómate el tiempo que quieras". Sophie era una mujer paciente y comprensiva, entendía que este tema fuese algo demasiado cercano para Leslie, al igual que lo era para ella misma, por eso la había elegido a ella. Algún día debía enfrentarse a sus demonios y superarlos, entendía lo que había sufrido y ella misma había vivido en sus carnes lo que era ser una hija de muggle en una sociedad purista. Los recuerdos la asaltaron un momento y tuvo que apartar la vista para centrarla en su pergamino. 

Por fortuna, la muchacha comenzó a hablar y Sophie centró toda su atención en ella. De cuando en cuando iba anotando cosas en el pergamino, notas de clase que luego tendría en cuenta para la evaluación. Miró por encima del cristal de sus gafas al resto de los alumnos para comprobar que estuviesen haciendo su trabajo. Las palabras de Leslie llegaba a sus oídos, y la profesora analizaba cada oración mientras anotaba. Una vez terminó su primer argumento, Sophie asintió.

Muy bien. La señorita Millar expone que los magos hijos de muggles y los mestizos en edad de enseñanza deberían entrar en nuestro mundo para que así tengan una buena educación, ya que dice que tienen derecho a esta... aunque no tengan las mismas capacidades que los magos de sangre pura, claro-dijo, poniéndose en el papel de David Randall, poniendo una voz más grave. Hizo entonces un pequeño paréntesis, con su voz normal y cantarina de siempre:-. En esa época, los magos que estudiaban la sangre y sus propiedades mágicas relacionadas con la herencia afirmaban que los hijos de muggles carecían de las mismas capacidades mágicas que uno de sangre pura o mestiza, cosa que se desmintió unos años después. Pueden mirar en el libro de texto para más información, página 254-carraspeó y volvió a su voz de Primer Ministro-. ¿Eso quiere decir que solo los menores de diecisiete años pueden entrar? ¿Qué tiene que decir la oposición? Señor Stranglethorn, señorita Booth, tienen la palabra.

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09/06/2015, 23:47
Frank Stranglethorn

La clase de la profesora Watson se desarrolló con un poco menos de la habitual participación que el alumnado tendía a ostentar durante las mismas, aunque ella no parecía menos excitada que de costumbre y, por su parte, la lectura se realizó como de costumbre.

Finalmente la misma tomó un giro inesperado cuando ella nos llamó a mi y a otros tres alumnos al frente para que nos metamos en el papel de los artistas políticos de la época. Mi parte era la de explicar por qué los hijos de muggle no debían ser parte del mundo mágico, tarea que parecía ser dificil, pues no solo no creía en ello personalmente, sino que además defendía la posición que perdió.

Millar fue primero. La verdad es que me sentí mucho mejor al escucharla hablar primero. Su discurso fue ingenuo, simplista y parcial, para nada adecuado para el asesor de un ministro, quien necesitaba algo más agresivo y tangible para ser convencido. Decidí que era mi turno para hablar.

Me aclaré la garganta. -Señor Randall. - Comencé. -Si me permite la palabra, me gustaría pedirle que tome en cuenta que usted es el Ministro de la Magia, no el de Inglaterra. Ahora mismo los magos liberales están haciendo huelgas, pero ¿qué cree usted que harían los grupos conservadores si usted acepta a los hijos de muggles? Ellos son los que tienen los galleons y la fuerza para llevar adelante su reelección. - Hice una pausa. -No le voy a mentir, no va a poder salir ileso de esto, siempre habrá un grupo que no le gustará lo que eliga. Hay que buscar la solución que nos dañe menos. Creo que lo mejor es iniciar una campaña de desprestigio contra los hijos de muggle. Después de todo son hechos. ¿Quién puede negar, por ejemplo, que ellos no tienen la misma capacidad mágica que menor que el resto de la población? Tenemos que usar todos estos argumentos para que la sociedad se de cuenta de cuánto daño nos puede hacer diluir nuestra sangre. -

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16/06/2015, 14:09
Leslie Millar

Leslie que escuchaba atentamente a lo que el otro chico decía al ''Ministro'' empezó a sentir como la sangre le hervía bajo las venas a cada frase que Frank formulaba. Sabía que aquello solo era una actividad donde estaban interpretando ciertos papeles, pero ella sabía que lo de ser actriz, nunca se le había dado demasiado bien y quería creer que al chico por el contrario, se le daba de maravilla, o no tardaría en tener pequeños pensamientos homicidas contra él, pues ese tema le sacaba de sus casillas y no podía escuchar aquella retaila de estupideces.

Leslie tosió levemente, haciéndose así con la atención y con ello el turno de palabra, aprovechando que Frank se había callado. — Perdone señor Ministro, pero me veo en la obligación de con todos mis respetos, hacer algún que otro comentario sobre este asunto.

Miró a Frank, con el ceño fruncido antes de humedecerse los labios. — Estoy más que segura y a pruebas me remito, de que cualquier hijo de muggle es capaz de ser igual o mejor que cualquier mago al que llamáis ''sangre limpia'', porque no está en los genes ni en la sangre la habilidad ni el poder de cada individuo. Y ni que decir, que todo es cuestión de la instrucción que cada uno tome. ¿Acaso quiere decir que un hijo de magos será capaz de hacer un conjuro sin necesidad de haberlo practicado antes, o de alguien que se lo haya enseñado? ¿No, verdad? De igual manera que a un hijo de muggles. Todo es aprender, y mejorar. Y esa posibilidad tienen derecho a tenerla todos. Independientemente, por supuesto, de las familias que tengan más o menos dinero. ¿Es eso una forma de persuadir al Ministro? ¿Jugar con el miedo de que todo caerá si las familias de magos están contra el Ministerio porque son las que más dinero tienen? Eso, como lo anterior, tampoco es cierto. Hay grandes familias que no van en contrar de acepar a los hijos de muggles y que de hecho, han diluido su sangre sin problemas, y no por ello, son menos puros que otros. — Miró a la profesora Sophie, que ahora era el Ministro Randall, tras aquel discurso que le había salido del alma, bastante irritada por lo que había dicho su compañero. Ella estaba llevando su papel mejor de lo que creía, pues pensaba que no sería capaz de expresarse tan bien con palabras, era más impulsiva que nunca cuando se cabreaba, y ahora estaba algo... molesta.

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18/06/2015, 11:33
Sophie Anne Watson

Sophie sonrió complacida por el papel interpretado por Frank, sabía su postura acerca del tema y el hecho de que estuviese ahí defendiendo aquello en lo que no creía de esa forma, era una muy buena señal respecto a lo que estudios se refiere. Anotó esto en una libreta que tenía todas las notas de sus alumno, para hacer un seguimiento de su progreso en clase y luego tenerlo en cuenta en las notas finales.

Muy buen apunte, señor Stranglethorn-dijo Sophie. Con su voz, volvió a explicar-. El argumento que expone vuestro compañero es uno muy acertado y veraz. Muchos de los Ministros y políticos candidatos al puesto sabían que eran las familias mágicas más antiguas las que eran más ricas e influyentes y, para contentarlos, debía ajustarse a sus ideales, ¿comprendéis? Muchos llegaron a hacer atrocidades para con las minorías más desprestigiadas con tal de mantenerlos a su lado. Parece que el señor Stranglethorn se ha informado bien, muy bien, muy bien...-felicitó al alumno con una sonrisa satisfecha. 

Después escuchó a Leslie, se estaba dejando llevar demasiado por su situación. Sophie la comprendía y le dolía mucho todo lo sucedido, pero como profesora, debía explotar las fortalezas y debilidades de sus alumnos, que comprendiese que no todo era o blanco o negro, que la historia tenía cientos de puntos de vista y, sobre todo, si quería aprobar su asignatura tendría que saber mimetizarse con la época que se estudiaba, pues esta asignatura necesitaba comprensión y ponerse en el punto de vista necesario.

¡Meeck! Error-hizo la onomatopeya de esos sonidos de concursos cuando alguien decía la respuesta equivocada, se rió. Procuraba que sus correcciones no resultasen demasiado serias o "humillantes" para el alumno-. La señorita Millar ha cometido un anacronismo y está hablando desde el punto de vista del ahora, el año 2013. Tiene que transportarse a otro año, otro siglo incluso, señorita Millar-le dijo a la alumna-. Antes he explicado que los estudios mágicos habían revelado que los hijos de muggles no tenían las mismas capacidades mágicas que los nacidos de magos. Los argumentos que expone, aunque son acertados, no se ajustan a los de la época que estamos tratando, ¿comprende lo que quiero decir?-le explica con voz suave, intentando ser clara e incisiva en los puntos importantes-. Sin embargo, no está equivocada del todo, pues las familias mágicas comenzaron a relacionarse con muggles. Aunque, todo hay que decirlo, no eran precisamente las familias más poderosas. 

Carraspeó un momento para aclararse la voz.

- Volviendo al debate pues...-tomó de nuevo la voz del ministro-. El señor Stranglethorn propone una campaña de desprestigio en contra de los hijos de muggles y así mermar su reputación. Mientras que la señorita Millar sigue sosteniendo que no depende de la sangre, sino de la educación y su formación.-resumió-. No obstante, se remite a pruebas... inexistentes. No podemos arriesgarnos a dejarlos pasar y que la magia se diluya-hace un par de anotaciones-, ¿tiene algo que decir el señor Stranglethorn?-pregunta la profesora.

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22/06/2015, 07:57
Frank Stranglethorn

Por fortuna para mi nota, Millar se había equivocado. Realmente era una pena ver a alguien defender con tanto espíritu una idea y que le tiren un balde de agua helada encima de su discurso, pero era lo que tocaba.

En fin, me dispuse a hacer un cierre a mi posición. -Como dije, señor ministro, no creo que estemos en una posición en la que adoptar a los hijos de muggle sea una salida favorable. No planeo decirle cómo gobernar, por supuesto, pero permítame decir que me parece que mi consejo es el más lógico. - Me pregunté si debería agregar "le dejaré ahora, ya que debe de estar ocupado" o algo así, pero luego me di cuenta que esta era una clase y yo tenía que limitarme a dar mi posición, no meterme de lleno en un papel como si fuese un juego de rol. Aunque ciertamente me daría más puntos con la profesora Watson, no tenía el coraje para decir algo así delante de todos los demás estudiantes. Seguramente lo usarían después para reirse de mi.

Al recordar mi verdadera posición, un matiz rojo asomó mis mejillas, un poco avergonzado de haberme dejado llevar tanto por una clase de historia.

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03/07/2015, 18:33
Sophie Anne Watson

Sophie apuntó en sus notas un par de líneas más acerca del debate. Sonrió complacida por el resultado, aunque a decir verdad esperaba más aportaciones y más actividad por parte de la clase en general, había que añadir que el hecho de que fuese primera hora de la mañana seguro que los tenía algo adormilados, por eso Sophie no se lo tuvo demasiado en cuenta a los demás alumnos.

Muy bien. Hasta aquí el debate de hoy-se puso en pie-. Pueden volver a sus asientos, muchas gracias-invitó a sus alumnos con una sonrisa. Con pasos pequeños volvió a avanzar hasta el frente de la clase y se aclaró la garganta-. Como hemos podido observar, tal y como se desarrollaba el debate, creo que hemos podido ver este procedimiento que intentaba explicaros... Por suerte o por desgracia, no se ha cambiado la historia hasta donde la conocemos ahora. Atendiendo al resultado del debate, el ministro Randall hubiese accedido a las peticiones de las castas mágicas y hubiese cerrado las puertas a hijos de muggles, squibs, aunque tal vez hubiese dejado que los hijos de muggles hubiesen tenido acceso a una educación mágica. 

Miró su reloj de pulsera, quedaba poco para finalizar la clase.

Muy bien. Señor Stranglethorn, ha hecho un trabajo excelente, ha ganado 15 puntos para su casa. Señorita Millar, usted ha ganado 5, por su activa participación, aunque algo anacrónica-a Sophie le gustaba premiar antes que castigar, esperaba que con el refuerzo positivo, los alumnos aprendiesen más y de mejor gana-. Enhorabuena por su participación. ¡Oh! Casi lo olvido... ¡deberes!-ante algunas caras largas de alumnos y aspavientos de protesta, Sophie rió conciliadora-, tranquilos, tranquilos... Solo quiero que escribáis un pergamino acerca de la Segunda Guerra mundial en el mundo mágico, solo que quiero que cambiéis los hechos. El título será "Repercusiones en el mundo mágico debido a las mezclas de sangre"-con su varita, escribió el título en la pizarra-, quiero que vosotros planteéis qué hubiese pasado si el ministro Randall hubiese autorizado que los hijos de muggles y squibs hubiesen pasado al mundo mágico. ¡Ah! La presentación, redacción y bibliografía cuentan, escribídmela y entregádmela al final de la redacción, por favor. Os doy una semana de tiempo, para que podáis investigar adecuadamente. Las faltas de ortografía, de cohesión y coherencia restan, muchachos, no os descuidéis. Hasta la próxima clase, queridos.

La profesora se despidió con una sonrisa amable y, como siempre, se sentó en su escritorio. Solía quedarse allí ordenando notas de la clase durante unos quince minutos, así también daba margen por si algún alumno quería preguntarle algo en privado al finalizar la clase.

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08/07/2015, 01:10
Leslie Millar

Leslie que atendió a la profesora, ante lo último que explicó, sonrió complacida porque entre ella y el muchacho de su casa, habían conseguido esa mañana 20 puntos para Ravenclaw, y como no, eso le hacía sentirse realmente orgullosa de su casa. Miró a su compañero, de soslayo, con una imperceptible sonrisa en el rostro, para así mostrar también a pesar de que el chico hubiera estado en el bando contrario durante la clase, su orgullo por él. Una vez la profesora Sophie, anunció los deberes, a diferencia de sus compañeros, no resopló o puso cara larga, era una buena noticia, aquello significaba tiempo entre el polvo y olor a libros viejos en la biblioteca apartada del mundo y de sus propios demonios, un rato en el que no pensar en nada y sumergirse en la materia.

Se dispuso tras la despedida y cierre de la clase, por parte de la profesora de Historia de la Magia, a guardar sus libros y pergaminos en su mochila. Una vez lo tuvo todo guardado en ella, se levantó y se la colgó del hombro. — Buenos días, señorita. — Murmuró amablemente y salió de la clase.