Partida Rol por web

Hogwarts: War Games

Joanne Califax (Jane Evans)

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02/05/2015, 06:26
Narrador

Tu madre no hacía por tí más que lo necesario para guardar las apariencias. Un beso frío en la coronilla, su mano en tu mejilla...

Los gestos de Califax, en público, son escuetos. Pero nunca haz bajado del Expreso de Hogwarts sin que faltara su mano extendida para sostener la tuya. Fuera del hogar, a lo mucho pondrá una mano en tu hombro, pero cuando te mira a los ojos siempre hay una mezcla de orgullo y ternura. Las obligaciones del ministerio son una carga que muchas veces le impiden siquiera regresar al hogar a cenar, pero en verano mueve cielo y tierra con tal de estar allí. La puerta de su oficina siempre está abierta para tí.

Antes de la guerra, tu padre era solo un auror. Entró al departamento lleno de ideales y sueños, entre ellos el cambiar al mundo. Deseaba una nueva era para Inglaterra. No una como la de Azrael: un mundo más justo. Uno donde todos pudieran ser iguales. Donde el lugar en el país fuera el mismo al esfuerzo más que a la sangre o el apellido. Aun hoy le observas hincarse en el suelo a ayudar a un elfo doméstico a levantar la bandeja que se le hubiera caído. No todos han visto ese lado suyo, que continúa latente.

Si no le agradó Derek, tuvo que ser por otra cosa que no era la sangre. Ni siquiera ha puesto esa excusa. Era algo relacionado con su padre, Daeron Rayblue, y crees saber por qué: para ocultar a Derek y a la señora Cat usó el cadáver de una embarazada, y eso choca completamente con el estricto código moral de Califax.

Su moral le hace propenso a juzgar, más por un tiempo eso y tú fueron lo único que lo sostuvieron. La guerra le afectó más de lo que ha admitido. Perdió a sus amigos, en un sentido a su esposa, y por poco perdió el orgullo cuando fue a aquella misión falsa en Escocia, por culpa de Wolff.

Lo de Cordette, tu madre, lo terminó de hundir. No se ha culpado ni por un segundo de su desición, y ha llegado tan lejos como para decir que eres lo único bueno que salió de estar juntos. Aun así, duele. Tanto en su orgullo, por saberse engañado, como en sus sentimientos. Las veces que la revista Corazón de Bruja le ha dado el título del Soltero más Codiciado, tuerce la boca.

También lo hace cuando se trata del director. Thaumiel fue su mentor, pero le habla de una forma que pareciera que nunca dejará de verlo como aquel recién graduado que llegó sin experiencia ni edad al Ministerio solicitando trabajo. El director es arrogante y orgulloso la mayoría del tiempo, por lo que cada vez se le hace más dificil a tu padre aguantar al director.

Nunca soñó con la política. Solo quería ser un héroe, pero la guerra le desdibujó las ideas que hasta entonces habían guiado su vida. En un año, el alma de aquel hombre envejeció diez. Mucha gente cercana a él murió. Desde Abraxas Smith, una sombra permanente moró en su rostro. Pocas veces la sonrisa le llega a los ojos. Aun hoy, le notas cansado. Cuando logró llegar a la cima y fue nombrado Ministro, intentó volver a actuar con el mismo entusiasmo de antes. Trata de ser fuerte. Cree que si el Reino Unido le ve dudar, todos a su vez lo harán. Ser el pilar de un sistema político no es fácil para nadie.

Tu madre y tu tío fueron un par de joyas en la familia. Gracias a ellos, tu padre tiene que soportar múltiples reproches provinientes incluso de los departamentos del ministerio. Sin embargo, tu tío sigue allá afuera. Tu abuela, cuando escucha hablar de él, aprieta ligeramente los nudillos y sus ojos brillan de ansiedad. No sabes aun si es algo bueno o malo.

Califax intenta no decirte nada, pero los padres no pueden ocultar nada a los hijos. Su progenie les conoce, y los niños son más listos de lo que se muestran. Cuando el Profeta se vuelve inquisidor en cuanto a la lista de mortífagos prófugos, tu padre niega la existencia de semejante lista y se apega a su versión.

¿Entonces por qué una vez, cuando tenías diez años, le viste en su cuarto, creyéndose solo, con un libro cuya portada era una máscara rota transformándose en la cubierta?

 

Has escuchado también, susurrada con especial entusiasmo en Hogwarts, la leyenda urbana de una asociación secreta. Tu padre no admite la veracidad de nada externo a las "versiones oficiales" o las "verdades históricas" del Ministerio, pero ha ocurrido que cuando le quieres visitar en su oficina, no está allí, siendo que en la mañana había dicho que trabajaría toda la tarde. Si fueras su esposa, creerías que tiene una amante de tantas veces que ha inventado viajes o juntas urgentes y lo has descubierto mintiéndote.

Pero no eres una esposa celosa, sino su hija. Sabes que hay algo más ocurriendo.

Si es cierta esa leyenda urbana, tu padre quiere mantenerla secreta a toda costa. Y si es por culpa de esa leyenda que miente tan seguido, no le hace ningún bien, porque siempre hay un rastro de enojo o malhumor que le dura hasta una hora.