Partida Rol por web

Si existe ese libro, tú podrías hacer que doblara la extensión de sus hojas.

Viste bastante en tu estancia en la mansión Herzog. Desde las visitas del padre adoptivo de Candy y su no tan imperiado esposo, hasta a los profesores de Hogwarts de aquella época.

Por algo era el cuartel.

Viste también el paso de toda clase de artículos, antigüedades, y en una ocasión, jaulas con las bestias mágicas que Américo D'Amico llevaba consigo. Solo una vez viste a Abbadon Luzabelth: Wolff quería mostrarle algunas de las bestias que aguardaban en el inmenso jardín, encerradas entre barrotes de metal. Luego, a la sala, donde le esperaban dos regalos cuyo significado nunca entendiste, y menos por qué le causaron tanta satisfacción: una capa de piel de mantícora, y una pintura muggle. Demasiado insignificante. De apenas quince centímetros, y el rostro en ella tampoco tenía nada de especial.

¿Por qué sonreía de la forma en que lo hizo cuando los tuvo frente a él?

Lo más extraño fue lo que hizo con la capa. En lugar de aprovechar que lo haría inmune a la magia, la quemó. Allí mismo. Belcebur, por alguna razón, compartía su alegría en lugar de hacerle ver el error.

No viste a Marcival: fue el único que no se presentaba allí. De la mayoría, lo que conociste fueron más las máscaras y los seudónimos, que los rostros y apellidos. Aun así, era inquietante.

Tu casa a últimas fechas se ha entremezclado con las demás por culpa del torneo, y en parte, por el hermano menor de Abbadon. Tus compañeros lo ven como un peligro, y Gryffindor ante el peligro apuesta por la lucha. En segundo año, Ricks y Merril se aliaron con la bibliotecaria para incendiar los estantes y culparlo, con tal de que lo expulsaran.

Evie Thompson ni siquiera soporta escuchar hablar de él: una prima de ella, muy querida, fue asesinada por la Ley de Octubre.

Lauren Roggenbar es nieta del Jefe del Departamento de Aurores, pero es más tranquila que los demás. De hecho, por algunos años todos se mostraban más tranquilos, hasta que un Ravenclaw comenzó a meterse en su grupo.

Gregg Wilson es un mestizo cuya madre quedó de por vida en San Mungo, luego de una dosis excesiva de crucios. El ejecutor fue al parecer un Blackwood. Era el estilo de la familia. Guardaba silencio hasta este año, que comenzó a juntarse con ustedes buscando una forma de meter su nombre en el Caliz. Es bueno con la palabra, por lo que cuando comenzó a manifestar sus dudas de tener a hijos de mortífagos en Hogwarts, le dieron la razón.

Wall, Typh y Wills de Hufflepuff también se acercaron a ustedes. ¡Merlín, hasta tu hermana está interesada en ese Torneo! De hecho ella escucha con especial interés a Wilson, aunque quizá no tanto por convicción: hay un rubor delator en sus mejillas. ¡Tienes razones para estar preocupado!

Toda esa semana, has visto a Wilson junto a algunos de tus compañeros y la banda de Zachary Wall. Sea por el torneo, sea por los mortífagos, pero sabes que si algo sucediera no se quedarían de brazos cruzados.

Gryffindor escucha con gusto, y hace lo que Ravenclaw no: actúa.