Partida Rol por web

La Clepsidra

Arna, la Ciudad de las Mujeres

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01/10/2013, 13:57
Director

Por fin, tras muchos días nublados e incluso lluvia, el Sol volvía a brillar en el cielo de Agavé. Las mujeres de Arna salían de sus casas con alegría para disfrutar de la luz y acudir al mercado, ya que precisamente ése era el día en que llegaba una caravana de artesanos itinerantes especializados en el soplado del vidrio, y era de agradecer ver algo diferente de vez en cuando. En la plaza central de la ciudad se había arremolinado un corro de mujeres y algún que otro hombre que miraba con interés el bello espectáculo del soplado. Un joven muchacho de no más de 20 años soplaba por un tubo de cerámica en cuyo otro extremo se encontraba una masa de vidrio deforme e incandescente a la que comenzaba a dar forma con gran habilidad.

El resto de artesanos de la caravana exponían en sus tenderetes delicados jarrones, hermosas figuras de animales reales y de otros que no estaba tan claro si lo eran o no, collares y pendientes...  pero también estaban los comerciantes habituales de otras regiones del Valle o de la propia ciudad. Verduleros de Tao y los alrededores, vendedores de cuero y carne, de especias, de alfarería... Quizá no hubiera tanta variedad de productos como en Uru, pero la oferta en Arna no era mala en absoluto, y de vez en cuando atraía a comerciantes expertos en busca de gangas. Incluso había llegado un herrero de allí en busca de compradores, pues había forjado del hierro de un meteorito un valioso y resistente cuchillo de hierro.

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01/10/2013, 15:25
Sehúl

—Gracias por traerme hasta aquí, muchacho —dijo el herrero sonriendo mientras daba unas fuertes palmadas en el hombro de Lucyen en señal de agradecimiento—. De no ser por ti, no sé qué habría pasado cuando nos atacaron aquellos bandidos ahí fuera. Bueno, sí lo sé, me habrían matado —dijo con seriedad—. ¿Te duele mucho? —preguntó cambiando de tema mientras señalaba las heridas que Lucyen tenía en el brazo y el pecho—. Deberías visitar a una médico, o por lo menos una enfermera, ¿no crees? Si no tratas esas cosas rápido se infectan y... bueno, podrías palmarla por una gilipollez como esta. Toma, una auténtica moneda de hierro —susurró mientras le depositaba la valiosa moneda en la palma de la mano y le guiñaba un ojo—, te la has ganado. Ahora ve a la enfermería a que te curen, que yo me iré a tomar algo al barrio sur. ¡Hasta pronto Lucyen! ¡Ha sido un placer!

El herrero desapareció entre la muchedumbre formada principalmente mujeres. Estaba claro que vender sus objetos de hierro no era lo único que había venido a hacer a Arna. Podría haberlos vendido en cualquier otra ciudad y conseguido los mismos o incluso más beneficios sin exponerse a los peligrosos caminos, pero ninguna ciudad de Agavé tenía la fama que Arna tenía. Los hombres del Valle contaban historias sobre las mujeres de la ciudad, y el estereotipo era el de unas violadoras sedientas de sexo. Por supuesto no eran todas así, pero tampoco era raro encontrar algo parecido. Y bueno, Sehúl no era un mal tipo. De hecho, tenía razón con aquello de ir a ver a una enfermera para curar las heridas antes de ir a ningún otro lugar.

Notas de juego

Te diriges hacia la primera casa de curación que encuentras, y tu enfermera resulta ser Walda Boh. Márcala como destinataria de tu mensaje.

Edit: es la primera partida de esta jugadora, así que está un poco asustada. Me ha pedido que escribas tú primero, si no te importa.

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01/10/2013, 15:48
Director

Todo esto tuvo Walda Boh muy poco tiempo para verlo ese día, pues el descanso en la casa de curación no le dejaba más tiempo libre. Algún día dejaría su trabajo e iría a Aku, sí, ¿pero cuándo? Siempre se decía a sí misma que "mañana" lo haría, pero así llevaba ya bastante tiempo. ¿Qué hacía falta para que se decidiera de una vez por todas? 

Walda volvió a su enfermería tras su breve descanso y siguió trabajando allí, como cualquier otro día. Tan pronto como acabó de vendar a una niña que se había caído jugando en las afueras de la ciudad, un nuevo herido entró por la puerta.

Notas de juego

Tu herido es Lucyen. No sé quién de los dos escribirá primero, si tú o él, pero si eres tú acuérdate de marcarlo como destinatario. Puedes preguntarle que qué le pasa, o lo que quiera que sea que hagas en tu trabajo. Pregunta lo que quieras.

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01/10/2013, 22:44
Lucyen

Arna, la ciudad que casi le costaba la vida... pero eso era la vida de un cazarecompensas. Un día viajando y el otro también, moviéndose de un lado para otro haciendo encargos para los clientes, bien fuera cazar a algún ladrón, entregar un paquete o hacer de guardaespaldas para alguien.

Hoy se ganó bien su sueldo. El ataque de los bandidos fue rápido pero Lucyen estuvo preparado desde el primer momento y actuó con celeridad, contraatacando con rapidez antes de que el enemigo supiera que habría pasado. Sin embargo, y a pesar de su ventaja en el combate no pudo evitar que alguna que otra lanza enemiga le alcanzase -el número al final siempre influye-. 

Y allí se encontraba y después de preguntar a un par de transeúntes se dirigió a una pequeña casa de curación en el extraradio de la ciudad. El lugar estaba lleno de viejos y niños fundamentalmente, pero Lucyen no prestó a los enfermos mucha atención. Se acercó a uno de los encargados que le mando directamente a una mujer algo mayor.

Vengo a que me curen- dijo, mostrando sus heridas en el brazo y en el pecho.

Notas de juego

Saludos a mi curandera!!

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01/10/2013, 23:10
Walda Boh

Menudo día llevaba. Sin apenas un momento libre para disfrutar de los mercados de la ciudad. Lo peor es que precisamente por culpa de los mercados trabajaba más. Cuanto más bullicio había, más peleas se organizaban y a más heridos tenía que atender. Eso sin contar a los niños que iban como locos por ahí. Y aún quedaba un montón de gente esperando a recibir ayuda. 

Walda se fijó en un hombre que acababa de entrar en la casa de curación. Por desgracia, se estaba acercando a ella.

Por Dios, otro más no. ¿Es que no hay nadie más libre?

Cuando llegó a ella, el hombre le mostró bien sus heridas. Con la sangre que habría perdido, era sorprendente que pudiera caminar. Y eso no era un resbalón cualquiera, venía seguramente de una pelea. Tenía bastante experiencia para diferenciarlas. Sin más formalidades, le dijo que las curara. Eso le gustó, que fuera al grano. Cuanto antes se empieza, antes se acaba.

-En buena pelea te habrás metido -dijo Walda sacando un ungüento, una aguja de espina de cactus y unas vendas- Esto escocerá un poco, pero si puedes aguantar tal paliza, podrás aguantar esto.

Poco a poco, fue untando de esa pasta las heridas más superficiales, cosiendo las profundas y vendando todas.

 

Notas de juego

¡Saludos a ti también! Este es mi primer post en Umbría, así que espero no haberlo hecho muy mal jejeje.

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02/10/2013, 10:42
Lucyen

Peor quedaron los que me atacaron- responde Lucyen que busca un sitio más cómodo tanto para él como para que la curandera pueda hacer mejor su trabajo. Efectivamente, los ungüentos escocían, pero podía soportarlo- mucho trabajo tienes  por lo que veo- añade.

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02/10/2013, 11:02
Director

Notas de juego

Tira sanación/hierbas a dificultad 15. Si tienes éxito, tiras 1d6 y eso es lo que le curas. Es tu oportunidad ahora para decirle que si por ti fuera dejarías el trabajo para irte a Aku. Con un poco de suerte Lucyen decidirá acompañarte, aunque es decisión suya.

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02/10/2013, 14:14
Walda Boh

-Bastante, sí. Pero no te creas que me gusta. Ganamos dinero, pero no compensa. Apenas tenemos tiempo libre para disfrutar. Así que no desearía ver por aquí a tus oponentes -añadió con una media sonrisa. 

Walda estaba ya acabando. Como si no tuviera a un desconocido delante, siguió:

-Si pudiera, lo dejaría todo y me marcharía de la ciudad. Camino a Aku -Hablaba casi más para ella misma que para el hombre. Una leve nota de frustración y rencor se coló en su última frase, al tiempo que ajustaba la última venda:- Pero tengo un hijo.

- Tiradas (2)
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02/10/2013, 15:31
Lucyen

-Si pudiera, lo dejaría todo y me marcharía de la ciudad.

Cuantas veces habría oído esa frase. Conocía algunos que lo habían hecho, gente cansada de su vida que decidió probar suerte en otro lugar para acabar en la mayoría de los casos igual o peor que antes. Pero no era él a quien le tocaba a aconsejar a nadie. Además, por el último comentario que había escuchado, el hijo de aquella mujer le impedía realizar tal acción.

Creeme, puede que no encuentres nada mejor que esto- dice, sabedor que igual se estaba metiendo en una conversación que en el fondo, no le inmiscuía lo mas mínimo. 

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03/10/2013, 12:26
Walda Boh

Acababa de oír lo que todos le decían. Deja de soñar, confórmate con lo que tienes, que es bastante, y olvídate de tus aventuras. Pero, por primera vez, se lo había dicho un extraño. Se fijó bien en él.

¿Qué sabrá él de este asunto? ¿Acaso está él atrapado en una forma de vida de la que no puede escapar?

-Hablas como si tuvieras experiencia. ¿Es que no estás tampoco conforme con lo que tienes?

Le miraba intrigada. Imposible, no podía ser eso. Ese joven parecía que llevaba una vida apasionante. Viajaba, vivía ciertas aventuras. Poca gente tan interesante llegaba a Arna. Antes de que el hombre pudiera responder, preguntó:

-¿Qué haces exactamente, si no es indiscreción?

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03/10/2013, 15:04
Lucyen

Eso le pasaba por meterse donde no le llamaban. Claro que tampoco es que tuviera nada mejor que hacer en esos momentos.

-Hablas como si tuvieras experiencia. ¿Es que no estás tampoco conforme con lo que tienes?

Estoy conforme con lo que hago. Simplemente, he visto a mucha gente buscar mejores oportunidades en otros lugares para luego verse en una situación igual o peor de la que huían. Puede que sea tu caso o puede que no. En cualquier caso, valora todos los riesgos antes de marcharte. 

-¿Qué haces exactamente, si no es indiscreción?

Soy cazarrecompensas- dijo Lucyen- aunque en el fondo la mejor descripción para lo mío es mercenario. La gente compra mis servicios y si el encargo y el precio me parecen buenos lo cumplo, sin hacer preguntas.

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04/10/2013, 16:44
Walda Boh

-Mercenario, ¿eh? Una profesión peligrosa... Seguramente la pelea de hoy no ha sido la primera ni será la última -Walda hablaba con una sonrisa en la boca y un brillo inusual en los ojos-. Sabrás que la medicina no es barata en Agavé. Por algo como lo de hoy tendrías que pagar una buena bolsa de olivinas. Por eso voy a ofrecerte un trato -Tenía que exponérselo bien y convencerlo o no tendría otra oportunidad así en mucho tiempo-. Escóltanos a mi hijo y a mí hasta la ciudad de Aku. Yo no me atrevería a ir sola. Allí encontraré a alguien que se encargue de él y yo podré cumplir mi sueño. A cambio, hoy no pagarás nada por mis servicios médicos y los ungüentos. Y, por supuesto, si los necesitas durante el viaje los tendrás, también sin coste alguno. ¿Qué me dices?

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05/10/2013, 20:04
Eruá

Eruá había llegado un par de días antes a Arna acompañando a una caravana que partiría pronto, después de abastecerse y comerciar. No había habido muchos incidentes por el camino, los vigías que hacían rutas alrededor de los comerciantes habían avistado alguna bestia salvaje y por las noches siempre había algún guardia que se asustaba cuando una sombra se movía, pero poco más.

Cuando paraban en Arna solían montar campamento a las afueras de la ciudad. Las mujeres de aquella ciudad se burlaban de los hombres que dormían bajo techo y muchos de los viajeros, por puro orgullo, se quedaban fuera. Pero durante el día todos entraban en la ciudad y cuando se juntaban varias caravanas como pasaba en ese momento, el mercado se llenaba de vida y ruido.

Eruá ya había tenido tiempo de gastarse parte de la paga que había recibido de aquel tramo de viaje en bebida. También había tenido tiempo de visitar a alguna de sus viejas amigas de aquella ciudad, si se las satisfacía, no había problema en dormir esa noche bajo techo.

Ahora Eruá observaba los puestos del mercado pensando que la humanidad había tenido que volver a aprender todo aquello casi desde cero. Mientras miraba los puestos en busca de algo interesante no dejaba de estar atento por si escuchaba algo acerca de su misión. En todos esos años aún no habían conseguido nada, pero Eruá es una persona perseverante y cabezota.

Notas de juego

Master espero que este mensaje no te descuadre nada, que cuando vi que ibas a responder en las escenas ya había empezado a escribir.

Y a ver si te miro lo de las palomas y el equipo, que he estado un poco liado hoy.

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05/10/2013, 20:15
Lucyen

Observa la mujer con detenimiento. Realmente tenía ganas de marcharse de esa ciudad y cumplir con sus ambiciones. Lucyen estuvo apunto de sonreír ante aquello. No podía negar que la mujer tenía arrestos.

Créeme, si vengo aquí es porque puedo pagar los servicios que me prestas- dice. Calla durante unos instantes, sopesando sus palabras- veo que tienes ganas de marcharte así que estoy dispuesto a escoltarte a Aku, pero añadiendo varias condiciones. Quiero enterarme si hay algo que pueda interesarme en esta ciudad y de paso, si algún mercader o alguna pequeña caravana sale de aquí hasta Aku. Los caminos últimamente son peligrosos y cuantos mas seamos en un grupo, mejor. En caso de no encontrar nada partiremos tu chico y tu hacia la ciudad. Tendréis que comprar suministros, sobretodo agua. 

Si te parece bien esto podemos decir que tendríamos un trato. 

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06/10/2013, 01:40
Director

Notas de juego

Puedes inventarte lo que quieras (usando tu sentido común, claro) que haya en la ciudad que le pueda interesar a este hombre.

Yo te digo 3 cosas que sabes que hay ahí, si quieres se las cuentas, si no no. Pero ya sabes, invéntate alguna si quieres ;)

-Dicen que ha llegado un herrero a la ciudad
-Hay una caravana de sopladores de vidrio, y crees que van a ir a Tao dentro da varios días pasando por Or y Nar, que quedan de camino a Aku.
-Hay más caravanas en la ciudad, tal vez alguna salga mañana.
-En el sur de Arna están las mejores prostitutas

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06/10/2013, 01:45
Director

Notas de juego

No hago avanzar la escena más porque todavía tiene Walda que cerrar el trato, pero si escribe mañana por la mañana por la tarde continuaré. Por ahora me está gustando cómo va ;)  Y por cierto, si no quieres llevar a Walda a Aku no tienes por qué hacerlo, puedes encontrar alguna otra cosilla por ahí. Me gusta dar libertad a los personajes.

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06/10/2013, 02:02
Ormán

—¡Eruá! —llamó Ormán, uno de los mercaderes de la caravana a la que habías acompañado. Él también estaba echando un vistazo a lo que había en el mercado, en busca de productos interesantes—. ¿Ya has decidido si vendrás con nosotros mañana? ¿O has encontrado aquí lo que estabas buscando? Nos vendrías bien. Iríamos a Or, el día siguiente a Nar, y luego nos quedaríamos algo más de tiempo en Tao. Mmm... ¡Qué ganas de probar el pan de guisantes de allí! Hace por lo menos un mes que no lo como. ¿Qué me dices?

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06/10/2013, 16:10
Lucyen

Notas de juego

Mi idea era investigar un poco mas la zona antes de partir -y ver si encuentro otro encargo relacionado y que se conecte con aquella ciudad, así mato dos pájaros de un tiro-. Y no te preocupes, siempre es bueno hacerse amigo de una curandera!

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06/10/2013, 16:12
Eruá

-Oh ¿Tan pronto nos iremos? Si apenas he tenido tiempo de disfrutas del bello paisaje de Arna.- Dijo mientras abarcaba todo el mercado con la mano. Aunque en aquellos momentos los hombres de Arna entraban en la ciudad para comerciar, muchos de ellos se encontraban fuera pastoreando el ganado por lo que la proporción de mujeres era bastante más alta que en otros lugares. Evidentemente a ese "paisaje" se refería Eruá.-Si iré con vosotros mañana, total soy un culo inquieto...eso y que me pagáis- Eruá le dio una palmada en el hombro a Ormán y le que confirmó que a primera hora estaría con la caravana al día siguiente. Eso significaba que tenía ese día para enterarse de todas las novedades que hubiera. Ya conocía a alguna de las tenderas, y no solo de vista precisamente, hablaría con alguna a ver que noticias había.

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06/10/2013, 16:15
Walda Boh

Desde luego, si querían partir en breve, no había podido elegir mejor ocasión. En los días de mercado, la ciudad se llenaba de caravanas y esos eran ya los últimos días.

Como habrás visto, la ciudad está llena de mercados de vidrio. Los comerciantes partirán entre hoy y mañana. La mayoría irán a Tao y a Aku. Y, por los víveres, por supuesto me encargo yo.

¿Y qué podía hacer en la ciudad? Ah... por supuesto. No sé cómo he podido dudar.

Si nos vamos mañana, puedes pasar la noche en el sur de Arna. Ahí dicen que están las mejores prostitutas. Aunque, si quieres un consejo, no necesitas gastar para pasarlo bien. Esta es la ciudad de las mujeres. Ve a cualquier taberna que encuentres y seduce a alguna... O, mejor dicho, déjate seducir. No te olvides que aquí mandamos nosotras. Si te ven capaz de dejarlas preñadas, más de una se pondrá a la cola -Walda bajó la voz para que no le oyeran sus compañeras-: Si te interesan los productos exclusivos, algunos mercaderes los venden a escondidas, fuera de la mirada del resto. Y he oído que acaba de llegar un herrero a la ciudad. No sé si será cierto, pues nunca vi uno por aquí. Pero, si lo es, bien merecería la pena una visita.