Partida Rol por web

BAÑOS MIXTOS

Bunzo corrió y recorrió por los pasillos y escaleras. Fuera lo que fuera lo que buscaba, era urgente. Su mente solo recordaba otras dos ocasiones en las que hubiera corrido tan rápido. La primera fue a sus 5 años, cuando su abuelo empezó a disparar como un desquiciado a un grupo de aves(aunque también recuerda una rica y exótica cena esa noche), la segunda fue el año pasado, cuando intentaba huir con un pastelillo como botín(aunque no esta muy seguro de haber corrido lo suficientemente rápido).
El tema es que en este momento, corría exageradamente rápido, abriendo y cerrando puertas, chocando contra las que estaban cerradas con llave, realmente desesperado. De haberlo perseguido Godzilla, no habría sido tan veloz(talvez hasta hubiera parado para pedirle un autógrafo).

Bunzo comenzaba a vivir con agonía estos últimos minutos, lo inevitable se volvía... ... ...mas inevitable. El tiempo se escapaba, así como se escurre el arena entre los dedos, así como podría escurrirsele¡¡MALDICIÓN!!!
Con una fuerte patada logró abrir la puerta, soltó su valija, tiro a un lado la mochila mientras se desabrochaba el pantalón, y se sentó. Recién al lograr liberar la opresión de la que era esclavo, levanto la cabeza para cerciorarse de estar en el lugar adecuado. Quiso la divina providencia que así fuera.

En el baño:

Cita:

zzz zzz zzz zzz xxx(!) zzz zzz.

Un grupo de imágenes vuela por la mente de Bunzo, la forma desgarbada de un hombre viejo, las huesudas alas de algún raro animal, colmillos, sangre, sudor, , orcas(de las del campo, no ballenas), antorchas, multitudes marchando, armas, estacas, ataudes, vino, tres caras brillantes sonrrientes, ratas, murcielagos, gritos, fuego, desesperación(no se como vio esto en imágenes).
Ahh!
Despertó exaltado, una vez mas.
Sentía frío, una sensible brisa que le subía desde las piernas. Claro, aún tenia bajados los pantalones(terminó su misión allí).
Se sintió mas tranquilo al reconocer el lugar donde estaba, pero no al entender la situación. Estaba en un gran edificio, extraño, lejos de casa, lejos de Japón, en Transilvania(sonrisa) cuna de vampiros y condes sádicos, una ciudad dueña de un amplio repertorio de leyendas, terror de niños y de adultos, y lo peor de todo... (chan chan chaaaaan!)...la profesora Honda también estaba aquí.
¿Cuanto tiempo habrá pasado?¿hace cuanto llegamos a Transilvania(sonrisa)?
Su mochila y su valija, seguían allí, junto al baño, donde las había dejado, se lavó las manos, y salio de los baños.
El lugar era oscuro, un pasillo largo que no terminaba en nada agradable para el pensamiento de Bunzo.
¿Qué debería hacer?¿tomar por el oscuro pasillo y exponerme a ser víctima del mas terrible de todos los monstruos(Honda)?¿o quedarme a esperar a que me encuentre?
Talvez si llegara hasta la habitación antes que ella lo descubriera, no tendría ningún problem... Giro la cabeza rápidamente, le pareció oír un ruido a sus espaldas.
Mierda! mierda, mierda, mierda.
Entró nuevamente corriendo al baño y se encerró en el mismo cubículo(¿se dice así?) en el que había entrado antes. No terminó de acomodar la valija en el suelo, que salió y se metió en el cubículo de al lado. Bajo la tapa del inodoro y se sentó encima, con los pies apoyados contra la puerta, acomodo la valija en el piso y esperó.
No se oía nada mas que su respiración agitada, el silencio lo incomodaba, al menos el aire era menos pesado que en el otro cubículo.
Logró controlar su respiración, no se oía nada raro, cada tanto algún ruido característico de casas viejas, pero nada amenazador, esperó y esperó, pero nada pasó.
Bostesó una vez, volvió a bostezar, y nuevamente se rindió ante el sueño.

PAff!
Auch.
Las piernas cedieron, cayendo como peso muerto, cuando Bunzo dejo de aplicar fuerza contra la puerta, su cuerpo les siguió.
Esta vez reconoció rápidamente el lugar donde estaba.Era ese pequeño y claustrofóbico baño. Las paredes empezaban a parecerle muy encimadas, se le acercaban lentamente, queriendo aprisionarlo. Intentó, desesperadamente, huir de ahí, pero la ropa se le había enganchado en algo. Miró hacia atrás, notando como el inodoro lo sujetaba, mordiéndole la campera. Logró desprenderse de ella y con un fuerte golpe abrió la puerta para escapar de allí. Terrible equivocación. El baño ya no era el baño, al menos no el mismo en el que él había entrado.

Noto unos ojos, que lo observaban desde la oscuridad, debajo del lavatorio. Un sudor frío recorrió toda su espalda, quiso correr pero sus pasos no lo alejaban, los ojos crecieron, se acercaban. Giró para huir, esconderse, y ahí lo vio, la verdadera amenaza, el terror de Transilvania, colmillos, sangre y oscuridad. Cedió ante el pánico, se rindió ante el miedo, e hizo lo que todo valiente haría al encontrarse en una situación como esa; gritó.AAAAAaaaahhwwrraaaarrrrrggg!
PAAff!
Auch!
Las piernas cedieron, cayendo como peso muerto, luego del sobresalto de Bunzo. Su cuerpo las siguió, golpeando la cabeza contra la puerta.
Se levanto rápidamente, sosteniendo las paredes, y le dio una fuerte patada al inodoro, antes de entrar realmente en razón.
Todo fue un sueño. Se dijo a si mismo. Escucho un ruido fuera.¿Todo fue un sueño?
Apoyado contra la puerta, no se atrevía abrirla, no hasta saber qué encontraría del otro lado.
Se calmó un poco. Respiró profundo. y buscó en su mochila el pequeño espejito.
Lo sostuvo por debajo de la puerta, para poder ver si había alguien allí. El baño era el de siempre, y no había nadie a la vista. Se tranquilizo, tomó su maleta y abrió la puerta. Terrible error. El terror de colmillos sangre y oscuridad, estaba ahí, frente a el y con un imperceptible movimiento, Bunzo salio propulsado hacia atrás, cayendo sobre el inodoro, el cual le mordia la pierna, mientras las paredes se le abalanzaban encima, y los colmillos casi lo desgarraban.
AAAAAaaaahHHHAAAAaaaaaaarrrrrggg!
¡PAAAFF!!!
Auch! La re put...
Las piernas cedieron, cayendo como peso muerto, luego del sobresalto de Bunzo al despertar. Su cuerpo las siguió, golpeando la cabeza y el hombro contra la puerta.
Se levanto instintivamente, dando puñetazos contra las paredes, y pateando con descontrolada ira al inodoro, a la vez que soltaba insultos enérgicamente. Esta vez no entró en razón, no al menos hasta 3 o 4 minutos después.
Las manos y piernas le dolían, la cabeza le ardía, la respiración se controlaba lentamente.
¡El dolor! Pensó. El dolor es un claro indicio de estar despierto, consciente.
Uff!
¿Qué demonios estaba pensando? es sabido que los vampiros no se reflejan en los espejos. De no haber sido un sueño... Se quedó en silencio... No parecía oírse nada. Tomó el rollo de papel higiénico, lo arrojo fuera del cubículo y esperó.
Nada. No se oye nada. No creo que nadie ande por ahí.
Busco dentro de su mochila, sacando la cruz de madera y el agua bendita. Las miró un rato.
No parecen grandes armas de ataque contra un sanguinario vampiro milenario. Yo en su lugar, ya hubiera encontrado la manera de repeler estos "maleficios".
Buscó otra cosa, algo que le diera seguridad.
Podría sacarle un ojo con una ganzúa, pero sería casi un golpe crítico. Casi imposible. Si al menos tuviera la ballesta.
Siguió buscando. Nada parecía útil. Talvez debía haber pasado mas tiempo armando su valija, que delirando por viajar a Transilvania.
El paraguas parecía el mejor arma, pero al ver los marcadores, se le ocurrió algo.
Camuflaje! Es esencial para andar libremente por territorio enemigo. Con la apariencia indicada, y una buena actuación, podría engañar a cualquier vampiro.
Bien, abran paso a Bunzo Kuroda el maestro del camuflaje, quien pondrá en marcha su arte.
Acto seguido, destapó el marcador rojo, y se dibujó dos puntos rojos en el cuello.
¡Genial!
Guardó las cosas en la mochila, tomó su paraguas, respiró profundo y... abrió la puerta.
Al abrir los ojos, se sintió flotando en placer. En su pequeña mente, no había lugar para la idea de que ese monstruo que esperaba ver, no existiera. Parte de el creía que realmente había logrado engañar a un vampiro.

Desbordante de orgullo, salió del baño. Cojeaba de la pierna derecha, en parte por el dolor, y en parte por llevar su personaje. No estaba muy seguro de como caminaba un vampiro, pero en ese momento, cojear le pareció lo mas apropiado.

Caminó por los pasillos durante unos cuantos minutos buscando su habitación.
¿Donde dijo la profesora que estaba la habitación? ¿En la terraza? si, seguro que es allí... ¡No! eso no tiene lógica. ¿Qué mas dijo Honda?...piensa, piensa...dijo... dijo que su habitación estaba junto a la nuestra. Y ¿donde pondría la profesora Honda su habitación?... talvez ¿en el bar? Jaj!
Jaj!¿Qué?. Creo que estoy perdido. Maldita construcción. Talvez esa puerta de ahí adelante sea mi habitación. haber, haber... abriendo la puerta muy suavemente para no hacer ruido.
¿¡¡Quééeéeeé??!!!
¡El baño nuevamente!
¿es qué acaso estoy perdido en alguna especie de bucle temporal?, ¿o estoy destinado a pasar el resto de mi vida en este maldito baño?

Puff.¬¬
En fin.(resignación) Si es mi destino terminar mis días dentro de este baño, creo que no podre hacer nada para evitarlo, no al menos hasta que esté lo suficientemente despierto como para planear como vencer un bucle tempo-dimensional.
Mira hacía el piso, se ve limpio, salvo por un rollo de papel higiénico tirado en medio del baño. Se siente contra la pared cubriéndose con la gabardina, con el paraguas aún en mano, y no tarda en dormirse nuevamente.

Se escuchan unos pasos por el suelo... unos pasos pesados, con el sonido de fondo de algun metal que choca con alguien de su especie... luego se escucha el sonido de la puerta al abrirse, y los pasos, que se acercan.

Bunzo... ¿se puede saber qué estás haciendo aquí?

Cuando él levanta la cabeza, puede ver a la profesora Honda, con ambas manos en la cintura mirando a Bunzo con bastante... incredibilidad.

AHHh!
Terror!. Los nervios de punta, sudor frío deslizándose por mi espalda, electricidad en los pies, dos o tres latidos super acelerados y luego el corazón paralizado, los músculos tensos, la visión nublada.
#Advertencia, sistemas de seguridad activados, desmayo inminente#
El cuerpo cede hacia uno de los lados, víctima del desmayo.
#Activando sistemas de emergencias. Reiniciando funciones cardiovasculares. Estabilizando nivel de inclinación a 90º.#
Me levanto de un salto agitando el paraguas con fiereza, pero poca destreza.
¿Sen...? ¡Sensei!
Tiro el paraguas a un lado y la abrazo con fuerza.
(lo siguiente dicho muy muy rápido)
Me perdí. Quería ir al baño, y me perdí, y me quede dormido, y estaban esas cosas, y me desperté, y el inodo...No! primero fueron las paredes y después ese... no sé... lo que fuera, y lo engañe, y, y, y yo quise ir a la habitación, y volví aquí, y me iba y volvía, y salia y de vuelta aquí, y, y esas cosas, y otra vez el baño, y salia y de vuelt¡coff! cof!... ... ... ... gracias.

Me mantengo abrazándola, con la mirada perturbada en el piso.

Gracias. Susurro.

Me sobresalto y observo el cuello de la profesora.
Nada. Uff! que alivio.
Ahora sí, vuelvo a perturbarme, con la mirada perdida.

Aun con la ceja arqueada... la profesora golpea levemente el hombro del adolescente intentando asimilar la explicación de unos segundos antes... y lo que había podido entender de sus palabras.

De nada, de nada... - dice, aun algo confundida; lo separa y esboza una leve sonrisa - Vamos, Bunzo, te llevaré directamente a la habitación.

Antes de coger a Bunzo del hombro y empujarlo levemente, la profesora coge la mochila y las pertinencias de él.

Y mirando el baño mientras salía... esperando encontrarse algun monstruo asesino o algo (cosa que no encuentra) acompaña a Bunzo al primer piso... subiendo por las escaleras.

Bunzo había pasado una espectacular noche, al menos eso era lo que recordaba. Las camas eran cómodas y se había adaptado rápidamente al clima europeo. Todo era perfecto, lejos de su familia, lejos de los estudios(eso creía el), lejos de cualquier responsabilidad(idem paréntesis anterior), todo era genial, todo menos un suave hormigueo que sentía en el ojo y gran parte del lado izquierdo del rostro. Pero no era suficiente como para arruinarle el momento.

Entró mostrando una enorme sonrisa, descalzo, vestido solo con un pantalón Jean y una remera con la figura de Godzilla estampada.
No miró a sus compañeros, lanzó su mochila al piso, se paró frente a todos y extendiendo los brazos gritó alegremente:
¡¡FELIZ RISSHUN PARA TODOS!!(comienzo de la primavera)(al menos en Japón estaba comenzando la primavera)

Elevó su vista para ver los alegres rostros de sus compañeros.
¡MALDICIÓN!!

Me equivoqué de lugar. Esta no es la clase.

Tomó su mochila, dio una leve ojeada al lugar, cerciorándose de que no era ahí donde quería estar, y salió en busca del aula.