Partida Rol por web

Llegas al hostal con taxi, mira que perder el avión... menuda torpeza, pero no ha pasado nada. Seguramente que todos te están esperando y te buscan.

Abres la puerta y antes de poder saludar... una bola de paja pasa por delante de ti con un sonido de viento de fondo... ¿a dónde están todos? Te giras, sí, está lloviendo a cántaros, y tronando y relampagando...

Solo hay una cosa que llama tu atención, en el suelo hay un rastro de... agua. ¿La marca de un crimen?

- ¡¡TADAIMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!! :D - exclamó la pelirroja abriendo de par en par la puerta principal, con los brazos abiertos y una expresión de satisfacción pintada en la cara. El taxi había cobrado un ojo de la cara y parte del otro, sus padres le habían metido una pulla tremenda por no llegar a tiempo al avión... Pero, ¿qué más daba? Estaba allí, y todo el mundo la recibiría como se merecía: Con pasteles y fiesta.

(...)

Al menos en su imaginación habría ocurrido así, porque allí no había más que una bola de paja (¿de dónde habría salido?)... y un charco de agua sospechoso.

- ¡Hhhmmmmm...! - la muchacha se agachó de un saltito frente al charco, inspeccionando con la precisión de un detective, estudiando el pasillo que quedaba frente a ella - Hhhhhhmmmmmmmmm... - se irguió, sujetando su mochila y caminando hacia adelante, en busca de alguna otra pista o, quién sabe, algún ser humano...

¿Mori?

La voz es inconfundible... y jamás te habrías imaginado que te alegrarías de escucharla, al menos no te habías equivocado de hostal: la profesora Honda. Se está comiendo unos Mikado, y parece tan sorprendida de verte como tú a ella.

- ¡Buenos días, Hondaaaaaaaa! - saludó graciosamente al estilo militar, esbozando una sonrisa de proporciones desmesuradas a su tutora. Tras eso, obviamente, saludó de manera correcta inclinándose hacia delante - ¿Dónde está todo el mundo? ¿Por qué no hay nadie? - Y entonces, como si acabara de caer en que debía de dar una explicación, se rascó la nuca, mordiéndose la lengua con una sonrisa comprometedora - Se suponía que debía de llegar antes... Pero perdí el avión y tuve que coger un taxi. Jeje...

¿Me estás diciendo que has venido en taxi desde Japón?

Una gota recorre su enorme sien... y suspira.

Los he visto entrar en un restaurante cerca del mercadillo... puedo llevarte si quieres.

Cita:

- "Fifty fifty" - respondió la pelirroja, mordiéndose la lengua y esbozando una sonrisa - ¡GENIAL! ¡Justo a tiempo para llenar el buche! Me haría un enorme favor si me indicara el camino, Honda-san :D - Una graciosa reverencia, zarandeando en el aire aquel par de enormes tirabuzones. Cuando volvió a erguirse, sus ojos brillaron de espectación.

Se mete la mano en el bolsillo y saca unas llaves.

Vamos, tengo el coche alquilado a fuera...