Partida Rol por web

Moonlight

[Privada]: Ura&Honda

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29/10/2009, 23:04
Director

Ya habían pasado tres años desde que Urahara había llegado a Japón, tres años en los que se había conseguido graduar con un buen promedio... no era de extrañar, si estaba viviendo con su tutora, la cual le latigaba cuando lo encontraba vagueando en vez de estudiando... Ren ya hacía dos semanas que se había ido a París, para continuar allí los estudios... y con él, una preciosa historia de amor (L) 

Las maletas estaban en la puerta de casa de Honda, y la profesora, la cual ya no era profesora, estaba terminando algo de comer para Ura, para el viaje. Era hora de volver a Australia, a los orígenes. 

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29/10/2009, 23:08
Urahara Hirose

Urahara alcanzaba a sus dieciocho años el 1'90, y aunque no crecería mucho más, estaba bastante bien. Todavía tenía un nudo en el estómago que no se atrevía a desatar... Recordó el momento en que le dijo a Ren, eufórico, que podría vivir él también en casa de su madre... Y recordó el momento en que le dijo aquello de la plaza en París. Se quedó paralizado en principio. No sabía si matarlo ahí mismo o echarse a llorar. Una voz interior le gritaba que tenía que entenderlo, pero los sentimientos más a flor de piel le pedían que se largara corriendo de ahí.

Así lo hizo:

- Espero que estés bien... -y tras esas cuatro palabras, volteó y se marchó corriendo a casa de Honda, donde vivía... No sin antes pasar por un estanco y comprar un paquete de tabaco. Llevaba años sin fumar. Llevaba años reprimiendo un ansia que le empujaba hacia Mori y hacia Honda... Hacia botellas llenas de cerveza fresca... Y el motivo de aquello era un muchacho que, sin saber cómo ni por qué, le había robado el corazón...

Probablemente, nunca se lo dejó bastante claro. Probablemente era su culpa por ser tan distante algunas veces... Pero Ren se llevaría consigo sus latidos.

En aquel momento ya estaban todas las maletas hechas. El último cigarro de ese paquete se consumía entre sus dedos y olía bien en la casa. Comida... No le vendría mal.

El muchacho se acercó a la puerta y, sin decir nada, se apoyó ahí y observó a Honda en la cocina. Recorrió su silueta de arriba a abajo... Era una mujer atlética y muy atractiva. Le encantaban sus modales hoscos y su mala leche, pero sobre todo esos pequeños momentos de ternura.

Observó su pelo rubio, cayendo sobre la espalda. Siempre se había preguntado si aquel olor que desprendía, tan singular, era cosa de aquel cabello dorado. Ren se había ido, y en unas horas le tocaría a él marcharse. Podía quedarse con la duda, pero...

Se acercó hasta ella y le puso una mano en la cintura. Ya le había pasado sobradamente en estatura, por lo que solo tuvo que inclinarse y, sutilmente, aspiró aquel perfume.

- Siempre has tenido éste olor. No es un perfume... Es tuyo... Y es perfecto... -suponiendo que ella se volvería, le mostró una amplia y bonita sonrisa- Quería darte las gracias. Por todo. No sé qué habría sido de mí si no hubieras estado aquí... -quizás era la primera vez que hablaba en serio con ella desde aquello...

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29/10/2009, 23:24
Profesora Honda

Ni se inmutó, o al menos, no pareció que lo hizo. Siguió cortando los sándwich por la mitad para que quedaran en forma de triángulo, aquellos tres años no parecían haber cambiado demasiado a Honda, se acercaba a los treinta, y seguía soltera, sin novios a la vista y con su preciosa moto, que obviamente se había cambiado por una mejor. Seguía fumando y bebiendo, y sí, seguía conservando aquella mala leche...

Nuevos tiempos venían, y por lo tanto, se había tenido que desprender de aquellos alumnos que tantos quebraderos de cabeza le habían dado... Bunzo y sus paranoias, la dulzura y responsabilidad de Reira... Miaka y Keigo, el dúo cómico, Gin y Tooru... estos dos eran los que más problemas le habían traído... Mori, la viva imagen de la alegría, y Ren la ternura y la inocencia. Y Haakon y Noa... los extrangeros que se habían relacionado hasta niveles que ni siquiera ella, su tutora, habría imaginado. Y Ura, el alumno que había metido en su casa ignorando las broncas de los demás profesores... aunque eso, no lo sabía el australiano. 

Todos tan diferentes, y sin embargo habían compartido una de las etapas más importantes de su vida... a saber qué les depararía ahora el futuro. 

Probablemente habrías acabado loco, tirado en la calle y teniendo que pedir limosna para sobrevivir - dijo completamente seria... pero luego, sonrió, cogiendo una aceituna y metiéndosela a Ura en la boca - No hice nada, solo te ofrecí lo único que podía darte: un lugar. Ha sido divertido. 

Y tan divertido, esta era la primera vez en su vida que compartía la casa con alguien... y este alguien había sido un chico 10 años menor que él al que había cogido un aprecio que ni ella podía imaginarse. Y estaba preocupada. De verdad deseaba que las cosas le fueran bien... porque se lo merecía. 

Y no. No uso perfume, será el champú.  - se secó las manos al trapo, y metió los sándwiches dentro del kenbo bien puestos, para taparlos - Mi último regalo. - mirándole, lo ofreció el paquetito, un kenbo con... la foto de la fazana del instituto, y todos los alumnos con los que había compartido clase los últimos tres años. . 

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29/10/2009, 23:37
Urahara Hirose

Urahara alzó las cejas sorprendido y masticó la aceituna, cogiendo también el kenbo y observando la imagen... Sintió ligeras punzadas en el pecho al ver los rizos de Mori, pero el mayor estremecimiento llegó con la efigie de Ren... Recuerda el momento en que se hicieron esa foto... Creyó que ese instante duraría para siempre cuando, aprovechando que salía detrás suya por ser más alto, le agarró el trasero a Takazuma y esbozó una sonrisa lobuna y traviesa.

Se había acabado. El mundo era, simplemente, demasiado grande.

Hirose levantó la vista sonriendo. Un par de mechones le caían sobre la frente...

- Gracias... Es genial... -Honda y Mori... ¿Qué le pasaba al gaijin con ellas? Tenía claro lo que sentía por aquel japonesito afrancesado adicto a los peluches... Pero con el paso del tiempo la heterosexualidad había ganado terreno, y esas dos no lo ponían fácil fisiológicamente hablando.

La estaba mirando más tiempo de la cuenta a los ojos. Quizás era simple agradecimiento lo que sentía por su tutora, eso y que era atractiva... Fuera como fuera, no sabía si quería que ella le recordara como aquel niño desvalido que evitó que se volviera "loco y limosnero". Levantó entonces una mano lentamente y le acarició la mejilla con las puntas de los dedos. Nunca había entendido sus deseos, pero ahora que se marcharía, sabía que no los entendería nunca...

- ¿Cómo me recordarás? -susurró, acercando aquella lenta caricia a la línea de la mandíbula.

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29/10/2009, 23:53
Profesora Honda

Sonríe de medio lado, mirándolo... ha visto la tristeza en su mirada, y no es tonta, sabe lo que "siente" Ura por ella... al menos, solo por ella... lo de Mori lo casi desconoce, imaginándose algo, quizás... pero ella siempre lo había visto con Ren.

Has estado viviendo aquí tres años... y no voy a cambiarme de casa por nada del mundo, ahora que he conseguido pagar la hipoteca. Así que me temo... que voy a tener un fantasma australiano por aquí para siempre. Además... - ladea la cabeza - ¿No vas a volver a vernos? Porque si no vienes a vernos, o al menos a verme... vendré a Australia, te cogeré de las orejas y te obligaré a venir.

Como siempre, diciéndolo medio en serio, medio en broma... con aquella leve sonrisa entre chulesca y divertida.   

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30/10/2009, 00:01
Urahara Hirose

Ura deja salir una ténue risilla con el comentario del fantasma australiano. Pero aunque no deja de sonreír, la seriedad vuelve a su mirada.

- Te diré algo que seguro que no te imaginas... -cogió el rostro de Honda entre sus manos y alzó las cejas-: Detesto Japón. Me gustan ésta casa y el instituto... Pero antes prefiero volver a pudrirme de frío en Rumanía que volver a oler en el aire ese olor a pescado crudo y a algas que hay aquí -ríe, le gusta picar a los japos. Quería, sobre todo, dejar el tema. Las calles de Tokyo le ponían los pelos de punta: Nunca sabía si se encontraría con su padre. Llegaría el día en que iría a plantarle cara, y entonces volvería a Japón. Hasta entonces... Prefería recordar los buenos momentos en sus innumerables fotografías- Sabes que puedes tomarte unas vacaciones en Sidney cuando quieras...

Imaginaba que Bunzo iría a recorrer el mundo en busca de alimañas ilógicas, que Haakon volvería a Finlandia o que en todo caso iría a Inglaterra persiguiendo la sombra de la gótica de la clase... Miaka y Keigo estarían estupendamente, y Mori... Sencillamente no era bueno quedarse donde Mori. Acabaría haciéndole daño.

- ¿Puedo hacerte una pregunta extraña...?

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30/10/2009, 00:14
Profesora Honda

Sonrió ante su explicación al odio al Japón... y si no hubiera sido porque lo había escuchado decirlo una y otra vez... ahora se habría picado, pero por esta vez, no se picó... solo lo siguió mirando a los ojos. Y se rió ante la invitación de vacaciones. 

Pues mira, ve haciéndome hueco, que este verano tiro para allá. - dijo sin más, sonriendo de nuevo, pero esta vez más divertida que chulesca. 

Suspiró, y alzó una ceja.

Llevas haciéndome preguntas extrañas desde que tienes quince años... dispara. 

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30/10/2009, 00:17
Urahara Hirose

Momento de demostrar que no era un niño... Y con esa nueva expectativa de volver a verla la cosa se ponía algo más difícil...

- ¿Me has visto siempre como a ese crío de quince años...? -no apartó sus ojos de los de ella- ¿Alguna vez... Me has visto de otra manera...? Y no me vengas con algo como "sí, alguna vez me has parecido una lechuza o un canguro", que nos conocemos -rió un poco, algo colorado, llevando una mano a la de ella, cogiéndole los dedos suavemente- Ya sabes a qué me refiero...

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30/10/2009, 00:21
Profesora Honda

Por primera vez, la pregunta la cogió por sorpresa... bajó la cabeza y se rió un poco, aunque en realidad estaba escondiendo el rubor que había aparecido en sus mejillas. Pero alzó de nuevo la cabeza, y clavó sus ojos en él... ahora, sonriendo sincera.

Nunca me has parecido un crío de quince años, Hirose. La noche que fui a tu casa, me pareciste más hombre que nunca.   

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30/10/2009, 00:24
Urahara Hirose

Urahara sintió que se le caía el alma a los pies. No sabía qué significaba exactamente aquello... Quizás le estaba diciendo que fue valiente, ¿o acaso...? Fue en ese momento, tras ese cristal de confusión, cuando Hiro entendió algo: Honda no era del tipo de mujer que se iría con él a cualquier parte, o que fuera a consentir que alguien le siguiera siempre. Al fin y al cabo, siempre lo supo y lo aceptó... Era parte del encanto de aquella profesora con malas pulgas.

Sin más, ladeó una sonrisa y redirigió los dedos hacia el mentón de ella, levantándolo ligeramente e inclinándose hacia delante, hasta posar sus labios sobre los de la mujer que le había salvado durante todos esos años. Los cerró lentamente sobre ellos, acariciándolos de forma casi superficial, hasta apretarlos más, con cuidado y mimo, hacia el final. Cuando se separó, seguía sonriendo.

- Siempre me ha resultado difícil verte como a la "profe" o "la mamá", con todo lo que he aprendido de tí... Perdóname si te he ofendido...

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30/10/2009, 00:37
Profesora Honda

El beso la coge por sorpresa... pero lo poco que dura, disfruta de él. No parece enfadada, ni ofendida, ni molesta... simplemente mira al chico con una tierna sonrisa extraña en ella.

Que no te vea como un crío... no significa que no recuerdo que te llevo 10 años de experiencia... - aunque la frase no encajara muy bien, ella sabía muy bien por qué lo decía... al ver tu expresión sonrió - Seguro que de aquí 10 años, tú también lo entenderás... puede que antes.

Suspiró, y finalmente... sacó de su bolsillo "el mechero de la suerte", el mechero que siempre llevaba encima, recargable, el mechero por lo que era capaz de levantar el parqué de la casa si no aparecía... su más preciado objeto, después de la moto. Tomó su mano, y puso el mechero en su palma. 

Tú tampoco me olvides.