Partida Rol por web

MIEMBROS DEL GRUPO:

Gin mira a la transilvana y le dedica una de sus sonrisas de cortesía... aquellas de medio lado que tanto impactan a la mayoría de las chicas con las que se ha cruzado. Al resto de ellas normalmente termina de cautivarlas con la voz.

Hola, preciosa. Soy Gin Miyasawa, un placer. Pronuncia con su aterciopelada y sensual voz. Luego se gira a la pelirroja que tenía una vena bastante hinchada en la sien y pasa un brazo por encima de sus hombros para darle un beso en la mejilla.

Por cierto... lo de antes me ha dolido un poquito... tendrás que pagar por ello luego. O... compensarme. Las últimas palabras las pronuncia cerca de su oído, apartando el largo cabello pelirrojo de él.

Tooru se acerca dando saltitos al grupo, Gin le ha llevado la mesa, así que ella lleva sus mochilas, las deja ordenadamente encima de los pupitres y sonríe a todos simpáticamente mientras se sienta de un salto al lado de Gin... al cual no ha mirado ni un mísero momento.

Yo soy Tooru Narusegawa, seguro que nos llevamos fenomenal.

Cuando Gin se le acerca para hablarle al oído... Tooru ni siquiera se sonroja, ni se inmuta. Nada. Simplemente lo mira de reojo... frunce el ceño...

¡Jah! Ni hablar, vas a tener que aguantarte con tu mano derecha.

Sin siquiera preocuparse por el tono de voz... y mira hacia otra dirección, cruzándose de brazos y haciendo un:

Tsk.

Gin amplia su sonrisa, divertido... y su mirada brilla con picardía, admiración y cariño. Era por eso por lo que era Tooru y no ninguna otra quien lo poseyera por completo.

No se separa ni un centímetro, al contrario... se acerca un poco más a ella, rozando su nuca y su cuello con la nariz.

¿Segura...? Vuelve a ronronear, acariciando la piel de Tooru con cada palabra.

Arrastró su banco hacia el grupo.
No pudo evitar sospechar ante la amabilidad de Gin al llamarlo para que se una al grupo.

Era el GRUPO 4. Todos desconocidos. Se supone que Gin y Tooru debían ser conocidos, pero no tenia idea de que podría esperarse de ellos. Al menos lo reconfortaba saber que podría ver esas pequeñas minifaldas de Tooru a diario.
Los dos rumanos, tanto el muchacho como la chica, parecían bastante normales y ordinarios, pero la vida le había enseñado a Bunzo, a no prejuzgar, aunque le encantaba hacerlo.

Una nueva presentación, una nueva oportunidad para mostrarse como alguien normal.

Hola. Soy Bunzo Kuroda.
Dijo en un rumano poco preciso, presentándose para aquellos que no lo conocieran.
Se quedó en silencio, miró a los lados, esperó unos segundos y finalmente se tranquilizó.

Dio un salto del banco.

SI!
Lo había logrado. Se había presentado sin comportarse de manera neurótica o anormal. Esto era nuevo.

El transilvano se había acercando arrastrando la mesa sonriendo todo el rato, amistosamente, amablemente y con simpatía. Deja su mesa al lado de la de Gin Miyasawa, y se sienta en la correspondiente silla... no puede evitar reírse divertido ante las reacciones de la parejita de la clase...

- Vaya dos, estáis hechos el uno por el otro, ¿eh? - les dijo sin dejar de sonreír... entonces miró a Natasha, y le dedicó una dulce sonrisa... y finalmente miró a Bunzo Kuroda - Yo soy Razva Craciun - dijo finalmente, en general. - ¿Alguien se ofrece voluntario para ser presidente? A mí es que eso de las responsabilidades no se me da muy bien - comentó divertido.

Natasha observa como a su llamamiento vienen los componentes del grupo. Mueve un poco su mesa para poder encajarla con el resto y así sentarse. Primero se acerca Miyasawa, se presenta de forma bastante pedante para su gusto. No puede evitar alzar la ceja con un cierto aire de repulsión al escucharse llamar preciosa...

Pero, será engreído... Con una voz algo fría y afilada responde ante la presentación de Gin. Mi nombre es Natasha Kuznetsova, no preciosa. Observa los gestos algo empalagosos de la pareja y se deja caer en el asiento con un gesto un tanto confundido. Pero, en clase, delante de las profesoras osan comportarse de esta manera?

Observa como dos chicos más se agregan al grupo, y nuevamente se presenta para que todos sepan quienes son.

Cita :

Bueno, a mi tampoco... se me da muy bien, la verdad...

Natasha se queda en silencio, observando a los integrantes de su grupo...

Gin suelta una sonora carcajada al ver la reacción de Bunzo... y cuando se limpia una lagrimilla de los ojos, sin dejar de mirar a Tooru de nuevo, con el brazo en el respaldo de la silla de la pelirroja, responde tanto al rubiales como a la sosa.

Estamos hechos el uno para el otro... y que nadie se atreva a ponerlo a prueba. Dice estas últimas palabras mirando de reojo al chico y clavando una mirada que podría calificarse como hostil en sus ojos azules. Vuelve a mirar a Tooru, jugueteando con un mechón de su pelo rojo mientras responde a Natasha.

Vaya... Pues a mí me pareces muy mona. Es una lástima que las apariencias engañen tan amenudo. Pero si tu dices, Kuznetsova, que no eres preciosa... será que no lo eres.

Su voz sibilante y seductora no se quiebra en ningún momento... ni siquiera al pronunciar el apellido de la transilvana, como si conociera el idioma a la perfección.

Por otro lado... creo que Kuroda sería un buen presidente de grupo... Sonríe de medio lado, divertido, antes de mirar al japonés y esbozar la sonrisa más angelical jamás vista en su rostro. Sólo con pensar en las estrafalarias ideas del japonés y en cómo podría influenciar en el grado de "diversión" del proyecto, de nuevo la sonrisa casi maléfica aparece en sus labios.

Tooru se ríe divertida y le da un codazo a Gin... parece que el "enfado" ha desaparecido al haber escuchaod el moco tajante de Natasha, y por lo tanto, aquel codazo y aquella sonrisa no significan nada más que una afirmación.

Luego aplaude de manos dos veces, emocionada.

¡Sí! ¡Bunzo lo hará genial! ¡Seguro! : D

Cita:

Eso no es para mi... Todavía tengo quemaduras de la ultima vez que me eligieron como delegado, y aún recibo llamadas de amenaza ¿Cuanto tiempo ha pasado?¿9, talvez 10 años? Y aún no logran encontrar a esa profesora... ... ... ¡No!, definitivamente no es para mí.
Pues a mi...

Cita:

Ni a m...

Cita:

¿Eh!?

Cita:

... O.O

¿Qué?!! Pensé que me odiaban. Jamas me hubiera imaginado que Tooru y Gin me elegirían para presidir el grupo.

Ahora solo resta saber: Bunzo, ¿En verdad deseas convertirte en "Presidente de Grupo"?

... ... ...

¿Yo?... ¿Presidente?

Perdido en su pensamiento, ignora el combate que se lleva a cabo en el aula, pero intuitivamente voltea a ver a la profesora Petrova, aunque no sale de su trance mental.
Muestra una leve sonrisa que crece, apoderándose de todo su rostro. Se levanta y hablando firme y claro a sus compañeros de grupo, pero con la vista en la mesa, y no en sus rostros, dice:
Jóvenes. Han realizado una excelente elección. Pero deben saber, que como su amo representante, exigiré de mis esclav... subdit... ... ... Exigiré de mis representados, o sea ustedes, respeto y lealtad. Por sobre todo, lealtad.

Se sienta y se queda en silencio, toma una hoja y anota un par de cosas.

Natasha observa a Gin con sus grandes ojos oscuros, su mirada es triste, se mantiene callada prefieriendo ahorrarse los comentarios al último que ha hecho el chico. Desde hace mucho tiempo el silencio ha sido el mejor de sus escudos. Prefiere no decir nada y dejar que Gin crea lo que quiera... Tampoco le importa lo que piense.

Bueno, parece que ya tenemos presidente de grupo. Aunque por lo poco que ha podido observar no está muy convencida de la elección. Pero parece que no hay nadie más dispuesto a desempeñar ese papel. Se gira sorprendida al escuchar el revuelo que se ha creado en la clase, la profesora Honda se lleva a uno de los alumnos, que por lo poco que puede observar parece que le ha pegado a un chico... Tsk... Son unos salvajes...

Natasha ve tan difícil la integración de los dos grupos, son costumbres demasiado diferentes, y de momento parece que no han entrado con buen pie. Abre su mochila y saca una libreta colocándola sobre la mesa, abierta en la última página escrita...

Después de observar todo el altercado con una divertida sonrisa en su rostro, Tooru le pone una mano en el hombro a Bunzo y se acerca a él.

Claro, Bunzo... te obedeceremos en todo lo que quieras ; D

Después de decir aquello con guiño de ojos incluído, vuelve con Gin y lo mira aún más divertida... eso de hacer emocionar a Bunzo era más divertido que cualquier otra cosa, y Tooru se lo pasaba bomba.

Natasha, ¿has vivido aquí toda la vida? La mitad de nuestra clase no es ni japonesa - se ríe y mira a la clase, apoyando la barbilla en su mano y sonriendo amablemente - El chico salvaje que acaba de dejar el ojo morado al de pelo violeta es medio australiano, y aquel - señalando a Haakon - es finlandés, y creo que tiene sangre vikinga o algo así; su novia - ahora señala a Noa - viene de Inglaterra y Reira es una princesita japonesa que parece de otro mundo. Estamos todos medio locos, pero somos buena gente.

Vuelve a reírse y mira a la morena simpáticamente.

Natasha saca un bolígrafo del estuche y empieza a garabatear en la libreta. Levanta la vista al darse cuenta de que Tooru se está dirigiendo a ella. El flequillo cae sobre su cara tapando uno de sus ojos. La chica parece simpática, pero no entiende por qué lo es con ella, y más cuando le ha soltado un moco a su novio. Su expresión es seria, casi rozando la amargura. Ha intentado empezar bien la clase, pero se da cuenta que le cuesta abrirse a la gente...

Intenta esbozar una sonrisa, aunque no queda claro si lo es o es una mueca. con la mano que sujeta el boli, se aparta el pelo de la cara. Dejando de esta manera el otro ojo al descubierto.

Bueno, sí, siempre he vivido en esta zona. Responde de forma escueta, a su modo intenta ser agradable...

Cita:

En lo que quiera...

Serian mis esclavos, podría pedirles cualquier cosa. podría...

Cita:

Un potente chorro de sangre surge de la nariz de Bunzo. Acto seguido, cae desmayado.

Luego de las palabras de Tooru y de alguna maquinación mental de Bunzo...

Chorros de sangre brotan de su nariz, produciéndole un desmayo.

No se mueve cuando Bunzo se desmaya por la hemorragia nasal... sigue sonriendole como si nada, con el brazo encima del respaldo de la silla de Tooru y con las piernas flexionadas y abiertas, en la misma pose chulesca en que llevaba todo el rato.

Cuando la profesora dice que hay que ponerse a escribir, chasquea la lengua fastidiado y se sienta bien en la silla. Le pide un bolígrafo a Tooru y empieza a escribir en una libreta. A pesar de lo que se pudiera esperar, su caligrafía es fina y elaborada, pero varonil, y la estructura de su redacción es casi perfecta. Se nota que las ganas le fallan, y no la capacidad.

Tooru odiaba estudiar, estudiar y hacer redacciones... además ¿qué iba a decir de sí misma? Frunce el ceño levemente y coge el bolígrafo azul para empezar a escribir, después de haber observado como Razva se lleva a Bunzo con una divertida sonrisa en su rostro... mira a Gin de reojo... a saber qué habrá pasado por la mente de Bunzo para ponerse así...

Su letra no es muy buena, hace garabatos de vez en cuando y bastantes faltas de ortografía, pero... al menos puede ser que llegue al 5, y con eso ya se conforma.

Natasha se queda asustada, viendo como a Bunzo le da de repente una especie de ataque y empieza a perder sangre a raudales por la nariz. Hace ademán de levantarse para ir a socorrerlo, pero parece que la profesora ya ha puesto solución. Extrañada observa a sus compañeros de grupo quedarse tranquilos, y ponerse a escribir ignorándole... Vaya, quizás sea normal en él... Se encoge de hombros y girando la hoja de la libreta que tenía sobre la mesa, empieza a escribir la redacción...

Durante un rato se queda pensativa, con la mirada clavada en la hoja en blanco... Pero qué explico yo? Nunca le ha gustado hablar de si misma, la vida le ha enseñado que es mejor ser una completa desconocida a que la gente te mire con compasión... Ummhh...  Una idea ronda por su cabeza, la sombra de una sonrisa asoma a sus labios mientras agacha la cabeza y empieza a explicar la vida que le hubiese gustado tener... Bueno, sí, quizás es demasiado fantástica... Piensa mientras la relee... Cambiaré esto de que mi padre es astronauta y lleva diez años orbitando por la galaxia... Gira la hoja y vuelve a empezar la redacción, esta vez intentando ser un poco más creible... Absorta en sus pensamientos se olvida por un rato de dónde se encuentra...