Partida Rol por web

Moonlight

[FINAL]: 15 años después...

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01/12/2009, 13:00
Gin Miyasawa

Gin es el primero en reaccionar. O no se había enterado de la tensión que había aparecido en el ambiente, o no había querido enterarse... y muy probablemente sería la segunda opción.

¡Honda!

Sonríe con un deje malicioso que lo dice todo ("Los años también pasan para las profes malvadas, ¿eh?") mientras se quita la chaqueta del traje y se la tiende a Tooru.

Toma, cariño... Cuida bien de la ropa de tu hombre...

Había pronunciado la última frase en un tono de voz más grabe del habitual. Como si necesitase agrabar su voz para ser un "macho man". Suelta una carcajada despreocupada antes de besar en los labios a su esposa, ahora rubia, y se acerca a Ren y Keigo, pasándoles un brazo por el cuello a cada uno para arrastrarlos hacia las palas y el árbol.

¡Caballeros! ¡Es nuestro turno!

El tío se lo estaba pasando pipa... aunque había puesto muchas pegas para no volver a pisar el instituto.

 

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01/12/2009, 13:41
Takazuma Ren

Ren habría atendido con mayor atención a la escena entre Haak y Noa si no huebiera ocurrido algo que captó todos sus recursos de forma más potente. Abrió por un instante de par en par los ojos al ver el beso de Shizuka a Urahara pero pronto volvió a retomar el aspecto sosegado.

Miró a Ura, miró a Shizuka, miró la mano de Ura, miró la mano de Shizuka. Y allí habían anillos.

¿De qué te sorprendes?

Devolvió el abrazo a Shizuka, aunque se sintió incómodo - Bien...¡Cuanto tiempo! - Forzó una sonrisa pero, a pesar de que lo intentó, no consiguió que pareciera completamente auténtica - Por cierto...Enhorabuena, aunque sea con retraso.

Agradeció que en ese momento llegara Honda y Gin lo rescatara de aquella incómoda situación. Se quitó la chaqueta y se remangó las mangas de la camisa.

- Vamos allá... ¿Recordáis si estaba enterrado muy profundo? - Preguntó dudando por donde comenzar a clavar la pala.

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01/12/2009, 14:03
Tooru Miyasawa

Tooru coge la ropa de "su hombre", dirigiéndole una mirada divertida para soltar una carcajada después. Esperó que las chicas también fueran hacia allí, así animaban a los machos.

Creo que sí, que Honda nos dijo que lo teníamos que enterrar bastante hondo - le dijo a Ren, sonriendo divertida... - Cariño - miró a Gin - deberías empezar por aquel lado, si os ponéis todos al mismo sitio os vais a ensuciar - señaló una zona con un poco de barro, sonriendo con inocencia, pero sin poder evitar aquel brillo de maldad en sus ojos.

Miró a Natasha, y esperó que también se acercara.

Yo no me acuerdo ni qué escondí. - miró luego a Reira, Miaka, Shizuka y Noa - ¿Y vosotras?

Notas de juego

No hace falta decir que todos podéis recuperar lo que queráis, pero tiene que ser pequeño :P

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01/12/2009, 12:31
Kuroda Bunzo

Aún con la botella en la boca, intentando arrancar el corcho con los dientes(si, este sake viene con corcho. :P), Bunzo se mantiene atónito.
En primer lugar, porque no reconoce a Keigo.
¿Gi...? Es una suerte que el estrepitoso sonido de un motor interrumpa las palabras de Bunzo, pues ya estaba a punto de confundir a Keigo.

Una voluptuosa nueva-vieja compañera aparece en el patio a la voz de: "Hola chicos".
Esa no puede ser otra mas que Tooru. Se dice con mucha seguridad.

Un nuevo vehículo estaciona. "¡Buenas tardes!" dice su conductor.
¿Ese es...?. El cabello grisáceo no daba lugar a dudas. ¿Gin!?¿Manejando el Batimovil?... ¡Pero entonces! ¿¡Quien es este?!! Volviendo su mirada a Keigo.
"¡Menudo cambio!" dice la batichica abandonando el vehículo. A Bunzo, los ojos le salen de órbita, una gota de sudor le baja por la frente, con la boca abierta y una clara expresión de confusión piensa: ¿¿¡¡Honda con 25 años y en cuerpo espectacular!!??

De una limusina blanca baja una chica, de cabello moreno, lacio y largo.
Esa tiene que ser Reira. Aunque por como vengo errando, tranquilamente podría ser Haalkon.
"Buenas tardes a todos." dice la muchacha. La inconfundible vos de Reira. ¡¡Si!! ¡Anotación para el Team Kuroda!

Al siguiente lo reconoce sin ningún tipo de problemas. Y a su mente llega el recuerdo de la imagen que siempre se creaba al verlo llegar a la escuela.
Voz de relator de "Pressing Catch": Con una altura de 2,60 metros y 5 toneladas de peso. Creador del poderoso golpe conocido como: "El soberano guantazo". Oriundo de... ... Mauritania... o uno de esos países del norte de Europa. Llega el hombre de hojalata, HAALKON GURNISSON!!!!!

A la vez, otra mujer baja del largo auto(por no repetir limusina) de Reira, esta, es sin duda la mas singular de todas, cargada de cosas raras y muñecos. Lo mejor de todo, es que saluda a todos, dando el nombre de la mayoría.
"¡¡¡Bunzo!!! Espero que ya no te duela el sillazo que te di en secundaria"
Ahhh! Claro! ¡Es Miaka!, y el primero con el que hablaba ¡era Keigo! Me alegro ver que sigan juntos.
Miaka había saludado a uno de los primeros en llegar, llamándolo Ura, el muchacho a su lado, que ahora reía no debía ser otra mas que Ren. También me alegro de ver que siguen juntos.

La siguiente en llegar, la de las muletas, se parecía demasiado a alguien a quien quiso mucho. Un escalofrío paso por la espalda de Bunzo, pero se relajo al notar que era Noa.
Como si estubiera obligado a crear un comentario sobre cada uno de los que legaba, se dijo a si mismo y con cara de extrañeza: Las muletas le hacen juego con la ropa.

La siguiente fue fácil de reconocer, pues por descarte solo podía tratarse de Shizuka.
Linda vespa..."Shizuka le planta un beso en los labios a Ura" ... ok, o siguen manteniendo el triángulo amorboso de la secundaría, o debo descartar mi teoría de que Ura y Ren están juntos.

Lo siguiente le trajo recuerdo; malos y buenos, le evocó momentos de paranoíoa y antiguas conspiraciones planeadas, en fin, lo que siempre le probocaba ver a Honda, pero en esta ocasión fue diferente.
Ya estoy bastante maduro como para seguir con especulaciones sobre el origen vampírico de Honda. Lo mejor será que olvide todo y haga las pases con ella... ... ... a fin de cuenta es de día y se esta exponiendo a los rayos del sol...

Poooooop! ¡¡SALUD!! glub glub glub.
Arrancó el corcho con los dientes, levanto la botella a modo de saludo y tomó un largo trago.
Dejó a un lado el sake, dejo su abrigo en el suelo, tomó la pala y se dirigió hacia el árbol.
El que desentierre mas cadáveres en menos de una hora, se lleva el tesoro.
No logro recordar si finalmente me dejaron enterrar esos huevos, a esta altura deben apestar a rayos. jej.
Así, sin mas comenzó con la faena.

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01/12/2009, 17:28
Noa Phyllis

Noa agradecio profundamente la llegada de Shizuka, desviando cualquier atención que pudiesen atraer Haak y ella. Todo desapareció por un instante y sintió con ganas de dar media vuelta, pero apretó las muletas con las manos y respiró hondo. Mientras el grupo celebraba la llegada de Honda, la joven se acercó torpemente hacia el rubio. Se tambaleó levemente al detenerse a su lado, recuperando el equilibrio.

Habló débilmente, en un suspiro. Sus ojos vidriosos luchaban, pero por alguna razón cobravan fuerza con la mirada de Haak. La voz de Tooru hizo romper el enlace visual.

-Ah...Sí, la verdad es que sí lo recuerdo...-se sorprendió de sentir un leve rubor en sus mejillas. Recobró consciencia del resto de gente, cosa que agradeció- Os veo muy cambiadas, me costaría reconoceros si no fuera porque habíamos acordado encontrarnos aquí...- se notaba un fuerte acento londinense.

 

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01/12/2009, 17:43
Noa Phyllis

-My dear...- en su frágil voz podía oirse el cariño que antaño cubría los oídos de Haak- Sé que te debo una explicación por todo esto...- tragó con dificultad por los nervios- Pero...- se fijó en el colgante en el cuello de Haak -...necesito pedirte perdón, o no podré seguir aquí...- Le miró profundamente. Lo siento, porque aun te amo...

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01/12/2009, 17:57
Haakon Gurnisson

El gesto salió solo, automático, sincero, natural... Cuando Noa se acercó y se tambaleó un poco, paso un brazo por sus hombros para sujetarla, para ayudarla a recuperar mejor el equilibrio. Le costaba mirarla a los ojos, pero obligó, volviendo a hundirse en ellos como hacía tantos años y la devolvió un susurro.

Luego fue con el resto del grupo, pala y casco en una mano, ofreciendo a Noa el otro brazo para caminar mejor si lo prefería.

- Sí, si que hemos cambiado todos. - Intentó una sonrisa, pero fracasó estrepitosamente. Se forzó a calmarse y tratar de centrarse en sus compañeros. - Bunzo, no te nos pases con la bebida tan pronto, que el día a ser largo. - Luego dedico una larga mirada a Ura, quizás demasiado dada las circustancias, que intentó arreglar con un silencioso "lo siento".

Se desprendió de la gabardina y la mochila, dejándolas a un lado. Bajo la gabardina vestia igualmente de negro, una sudadera con capucha que arremangó un poco para ponerse a cavar.

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01/12/2009, 18:08
Haakon Gurnisson

- I'm still loving you, my princess. - Susurra. - No solo es lo que siento, sino que ha sido el título de una canción que escribí para tí. Sólo para tí. Sólo por tí. - El tono ternura seguía siendo el mismo que hace 8 o 10 años.

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01/12/2009, 18:33
Urahara Hirose

Se sucede la variopinta procesión que acompaña siempre a las celebridades. Las limusinas, los deportivos nucleares y las Harley Davidson, a falta de una expresión más suave, a Ura se la sudaban, igual que si unos venían de Armani o de mercadillo.

Los dos primeros en llegar le confundieron. Pensó que se trataría de "Gin el platas" y algún marido de Honda, porque las trazas cumplían: Pinta de hippie trasnochado, aire de alcohólico... Cuando el falso platas le tiende la mano al barbudo y le llama Bunzo, Ura abre los ojos y la boca. Pero el desfile continúa, llega una voluptuosa mujer que no tiene idea de quién puede ser, y el platas de verdad, más majo que nunca (quién lo iba a decir) ¿quién es su mujer? ¿¡TOORU!? Los ojos se abren más, comprobando la apabullante decencia que desprende la que fuera "la putilla de la clase". Le caía bien esa chica. Una sonrisa incrédula empieza a aflorar a menudo que se suceden las llegadas. No sabe cómo reaccionar a tanto cambio, hasta que la visión de Haakon le transporta directamente a sus dieciséis años: Solo es más grande.

- ¡¡¡H...!!! -el grito iba a ir acompañado de un efusivo salto sobre la chepa del motero acompañado de un "¡¡HAAKOOOOON, CABRÓOOOOOON!! ¡¡ESTÁS ESTUPENDOOOOOO!!" y abrazo con sendas palmaditas en la espalda... Pero antes de pronunciar el casi inexistente fonema de la "H", los acontecimientos se precipitan, llega Miaka, ¡qué mona está! Corresponde el abrazo balanceándola un poco- ¡Joder, Miaka, estás fantástica...! Bueno, ¡todos, joder! -dice mirando al resto, con cierto bloqueo por la sobredosis emocional. Pero cuando llega Noa las cosas cambian. ¿Silla de ruedas...? El gesto del australiano se cae convirtiéndose en estremecimiento... Pero por desgracia ya está hecho a ese tipo de cosas...

Y cómo no, cuando la cosa decae, aparece su estrella-semáforo-zámpalotodo. Shizuka llega con la Vespa. Está guapísima, se ha hartado a comprar. A Hirose le surge una tierna y burlona sonrisa al verla de esa guisa, porque sabe de qué campo de minas se ha escapado. La recibe echándole el brazo sobre los hombros y estrechándole para corresponderle el beso. Pero la suelta cuando aparece Honda. Imposible que él no la reconozca, entre otras cosas porque la ha ido viendo a lo largo de los años. Le da un abrazo a su "mamá postiza rara" y ésta, a cambio, le da una pala.

- ...Yo también me alegro de verte.

A continuación pasa lo que creía imposible: Se ríe con algo que ha dicho Gin mientras se quita su propia chaqueta y, no tan "macho man" ni caballerosamente, le envuelve la cabeza a Shizuka con ella.

- Ya sabes: Si no la cuidas, te morderá -es lo que le decían a su hijo pero con los pantalones, cuando estaban hartos de gastarse su sueldo en remendarlos y comprar nuevos.

El "enhorabuena" de Ren llega con eco. Hirose responde a eso con una sonrisa agradecida y se remanga la camisa para empezar a cavar. Con la mirada de Haakon la sonrisa se amplía... ¡Un reencuentro bonito! Da gusto ver algo así, le recordaba a las llegadas al aeropuerto cuando él y sus colegas volvían de servicio. Le echa la mano a la espalda y le da un par de palmadas enérgicas.

- ¡Venga macho, a cavar, que cuanto antes desenterremos ésto, lloremos de emoción y nos enseñemos fotos antes nos iremos a ponernos hasta arriba de comida y sake! ¡Bunzo, joder, comparte! -rió. En realidad no le gustaba nada ver a Bunzo de esa guisa...

Por un momento mientras cavaba se detuvo cogiéndose el hombro.

- Ésto no vale. Haakon y yo no estamos hechos para ésto, damas y caballeros... Ésto es más bien un trabajo de chinos -una sonrisilla cabrona. Sabía lo mucho que les gustaba a los japoneses que les llamaran "chinos".

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01/12/2009, 21:37
Ryuuta Keigo

A Keigo le costaba separarse de Miaka tanto como dejar de respirar, porque en el momento en que su mujer aparecía, el hombre se olvidaba de sus compañeros y le salía al paso para estrecharla entre sus brazos y recibirla con un beso. Cuando le pasa la mochila del oso, Keigo mete dentro el rinoceronte con la experiencia propia de un hombre que ya ha pasado unos cuantos años siendo padre, y, sin vergüenza alguna, se la cuelga de la espalda. Disimuladamente, abre la piruleta y se la echa a la boca, aprovechando que su mujer se dedica a saludar a los demás, sin quitarle ojo de encima, con una media sonrisa en la cara de pura felicidad.

Pala ya en mano y puestos en faena, no deja escapar el comentario de su colega australiano.
- Deja. deja, Ura, ¿O debería decir señor Hirose? que si estás mayor para cavar un agujerito en la tierra blanda, lo entendemos. No hace falta que te esfuerces, amigo - Sonrisa de oreja a oreja. Ojos entrecerrados con picardía bajo las gafas de montura al aire.- Y lo mismo para ti Haak, que no quiero que os rompáis el espinazo. No vaya a ser que tengamos que llevaros a urgencias para que os vuelvan a poner rectos, como a los abuelitos, y no podamos salir a cenar después, que dicen que los japoneses son muy buenos quiroprácticos - Sonrisa más amplia aún si eso era posible.

Y ahí estaban otra vez, cavando al lado del árbol, de la misma forma en que lo habían hecho hacía ya quince años. Hombro con hombro, soltándose pullas y enseñando dientes para que aquella competición no lo pareciera tanto. ¡Cómo habían cambiado algunos y qué pocos otros! Sobretodo le sorprendían los que había sido incapaz de seguir por Inet, como Bunzo. Los demás... bueno, ahora los tenía en vivo y en directo, pero Keigo podía decir con orgullo que se había comprado todos los discos de Haak... Aunque en realidad no los hubiera escuchado mas que un par de veces.

Con el jersey blanco de punto fino que llevaba para la ocasión remangado hasta los codos, Keigo cavaba como el que más, con fuerza y decisión, aumentando la cantidad de tierra que sacaba con cada paletada si veía que alguien sacaba más que él o cavando más rápido si se quedaba rezagado. Aún tenía ese afán competitivo que lo había llevado a los mundiales de fútbol. Y ardía con mas fuerza al estar en compañía de sus viejos y buenos amigos.

- Creo recordar que estuvimos un buen rato cavando, chicos. Por eso de ver quién aguantaba más tiempo sin cansarse... - Se encoje de hombros mientras se toma un descanso para coger aire - ¿Os acordáis de lo que metisteis en el cofre?

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01/12/2009, 23:07
Iwakura Reira

Reira observa con mirada dulce y tranquila a sus compañeros... los primeros amigos que había hecho durante toda su vida. Y aunque habían pasado muchos años, en su interior, se enorgullece de que todos sean capaces de mantener un ambiente tranquilo, a pesar de todo lo que habían vivido.

No puede evitar reír ante algunos comentarios de los demás, y sonreír mientras observa como se pican unos con otros.

Excepto cuando su mirada se posa sobre Noa. Estaba tan cambiada... Debía haber sufrido mucho. Cuando la mirada de la morena se cruza con la suya, una sonrisa tranquilizadora y de ánimo luce en sus labios, y cuando Haak empieza a cabar junto a los demás, ella se encarga de ofrecerle el brazo a su antigua compañera de clase. Sin preguntas, sin acosos... no había necesidad de hablar de cosas desagradables aquella noche... sólo de los buenos momentos y recuerdos que guardan.

Yo guardé un pen-drive con grabaciones de voz de algunos de clase y algunas canciones del club de música.

Aunque no lo pareciera, la morena seguía disfrutando de la informática tanto cómo lo había hecho en su adolescencia, cuando llevaba su pequeño ordenador portátil a clase para entretenerse. Pero sobretodo, seguía disfrutando de la música... aunque no en un sentido profesional como lo había hecho Haak. Ella también había comprado sus discos, aunque su estilo de música no era para nada lo que la ahora ya no tan pequeña "princesita japonesa" solía escuchar o interpretar.

Con una sonrisa nostálgica, recordaba perfectamente qué es lo que había dejado enterrado. No por nada llevaba los 4 días que había pedido libres en el trabajo esperando ansiosamente el momento de desenterrarlo.

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01/12/2009, 23:57
Haakon Gurnisson

- Ah, claro... Aquí el señorito que solo trabajaba 90 minutos una o des veces en semana. Si quieres esfuerzo ya te llevaré conmigo, si tu "jefa" te deja. Que, por cierto, tengo unas cosas para que me firmes - Comenta entre paletada y paletada. - Al igual que yo traigo algunas cosas para vosotros. - Finalmente opta por quitarse la sudadera también, tirándola a un lado, sin darse cuenta, tan descuidado con la ropa como siempre ha sido. Debajo llevaba una camisa negra de tela vaquera, sin mangas, con la portada de su último disco en la espalda. Por pura obstinación del promotor, no por que él quisiese. - Además, suerte que aún es tierra y a nuestra profesora - Mira de reojo a Honda con lo que por ahora es lo mas precido a una sonrisa que ha tenido. - No se le ha ocurrido asfaltar el patio.

Ante la pregunta de qué había enterrado, se para un momento y vuelve la cabeza para mirar a Noa y emitir un suspiro, aunque intenta controlarse.

- Sí, sí que me acuerdo.

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02/12/2009, 00:39
Ryuuta Keigo

- ¡Qué va Haak! - Replica Keigo con renovadas energías tratando de llamar la atención de su viejo amigo y así sacarlo de los oscuros pensamientos que estaría provocando Noa en él. Qué le habría pasado a aquellos dos era todo un misterio para él, pero tampoco quería que el reencuentro se viera empañado por la tristeza.

Keigo había crecido bastante y lucía un cuerpo cuidado hasta el extremo, pero aunque destacaba sobre sus compatriotas, aún se quedaba por debajo de Ura y Haak. Esos dos eran unos gigantes de mas allá del horizonte del sol naciente. - Ya no me dedico al fútbol profesional. Hace años que lo dejé - Explica desviando la mirada por encima del hombro hacia dónde las chicas estaban hablando. Su tono podría dar pie a una equivocación, pues tenía una nota sentimental que podría hacer pensar que echaba de menos correr en un campo de césped y ser el centro de las miradas de miles de espectadores. Pero sus ojos... En sus ojos solo se veía la devoción que sentía por su mujer, la primera y única chica a la que había amado.

- Ahora soy padre a jornada completa y entreno a un equipo de chavales por las tardes. - Keigo era un orgulloso padre y lo destilaba por cada uno de los poros de su piel. - Y... ¿Sabéis? No lo cambiaría por nada del mundo... Seguro que Ura me entiende, ¿Verdad, kaan-gaa-roo?

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02/12/2009, 05:18
Urahara Hirose

- "Teniente Urahara", por Dios, no tengo limusina pero tengo pistola, ¡así que o-ji-to! -corrige a Keigo sacando pecho y haciendo el saludo de visera exagerando un porte militar para luego reírse y volver a cavar- Ya sabes, Haak: Si nos hacemos daño, los mandarines nos curan -le guiñó un ojo a Shizu, su "chinita", a la que solía chinchar con eso. Se ríe recordando el día en que lo enterraron... En aquella ocasión se esforzó el doble no por competir, sino para que Ren no se cansara demasiado...- Joder, tuve agujetas un año después de eso... Y claro que me acuerdo de lo que enterré, joder... A mi padre en el jardín -se rió, pero en un sentido puramente metafórico, era cierto. En aquel hoyo enterró para no volver a verlo lo que le había hecho daño en Japón, y justo encima, para asegurar que no se moviera, lo que querría volver a ver...

Escucha con sincero entusiasmo lo que Reira y Haak dicen. Se alegra de volver a oírles... Y la idea de Reira era muy bonita. Recuerda la rabia que le daba oírla cantar, y en ese petit-comité de quinceañeros luchando por ser el más cabrón, él solía decir que su voz le daba diabetes... Pero lo cierto es que, aunque no lo admitiera, en su fuero interno le reconocía una buenísima voz a la Toshi-no-miya. También se alegra de ver el destello de (parte nerviosismo y ansia por quedarse sólo con Noa) la sonrisa de Haak. Hasta que...

 

Cita:

- Ahora soy padre a jornada completa y entreno a un equipo de chavales por las tardes. Y... ¿Sabéis? No lo cambiaría por nada del mundo... Seguro que Ura me entiende, ¿Verdad, kaan-gaa-roo?

 

- ¡Joder, qué bien! ¡Yo soy víctima a jornada completa! ¿A que sí, Shiz? -se ríe cariñosamente, sus hijos podrían con la paciencia de un santo, pero no con la del matrimonio Urahara- Ahora ella trabaja y yo estoy en casa, y la verdad es que si ella y yo nos viéramos más, sería estupendo... Pero está liadísima con el restaurante, y lo cierto es que la admiro por no haberse puesto hecha una foca... No sabes cómo huele ahí dentro. Y joder, claro que no... No se cambia nada por eso... Pero si alguno quiere un niño que parece tres, que me lo diga, se lo remito gustosamente.

Ura se rió de nuevo. Efectivamente, no había nada en el mundo, NADA como ver las caritas de sus pequeños... Sencillamente le encantaban.

- No, ni de coña... Es verdad que te cambia la vida pero... Son perfectos, tíos. Por suerte para todos los dos tienen el carácter de Shizu, son dos maravillas. Luego me imagino que haremos el correspondiente intercambio fotográfico, ¿no? ¿Alguien más está en el club del biberón? -preguntó echando un vistazo hacia atrás, obviando directamente a Tooru. Era imposible que esa mujer hubiese llevado a cabo una salvajada como un parto, aunque bien pensado, Reira tampoco, ¿de dónde iban a salir...? Quizás la transilvana estaba en ello, porque de ser natural... Eso sólo podía contener leche. Mucha.

Notas de juego

Pobre Bunzo, aquí todos hablando de críos :___D

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02/12/2009, 08:39
Urahara Shizuka

Shizuka había emitido un gritito terrorífico-teatral, agitando un poco la chaqueta cuando Ura hizo la broma, como si ésta comenzara a devorarle. Rió entonces, colocándosela mejor sobre los hombros. Tras saludar efusivamente a Honda con un abrazo, había respondido a la bromita de los chinos con el labrado arte de la ironía, dándose la vuelta hacia los machos y alzando los brazos, imitando el movimiento de un maestro de orquesta y canturreando "¡Cavaaaad, cavaaad!" con una expresión de plácida inactividad de pala.

Cualquiera diría que la mujer-panda no se coscaba de ciertos malos rollos a su alrededor. No supo muy bien cómo responder al forzado saludo de Takazuma (o bueno sí, sonriendo con los dientes como hacía siempre), y también desconocía qué le había ocurrido a Phyllis para tener que haberse pillado muletas. El caso es que la joven madre de dos monstruos criaturas no había perdido sus cualidades de animadora de fiestas, y se acercó a los obreros agitando un par de veces la chaqueta de Hirose en el aire, animando a su equipo:

- ¡Vaaamos, Keigo, puedes contra la tercera edaaaad! - animó, sonriendo maliciosa y dando vueltas alrededor del grupo intentando recordar qué enterró años atrás, sin detener su movimiento. Porque sí, el abrigo de Ura fue un regalo para la terrible lucha contra las bajas temperaturas.

Cita:

Al igual que yo traigo algunas cosas para vosotros

- ¡Puoh! Tienes como locos a todo mi restaurante, Haak... Luego me hago una foto contigo y con Keigo (o más bien con todos) para plantarla en el corcho de la entradita. Que me vais a solucionar el veranito - se echó a reir, bromista, frotándose las manos. Era una de las muchas costumbres que se había llevado de su tierra natal. Cuando alguien había resultado ser una agradable visita, hacían fotos y decoraban el local con ellas; servía para recordar los buenos momentos y nunca, nunca, olvidarse de la gente.

Cita:

¡Joder, qué bien! ¡Yo soy víctima a jornada completa! ¿A que sí, Shiz?

- ¡Jajajajaja! Bueno... Yo los parí a los dos. ¡Algo te tendría que tocar a tí! - rió, colocándose bien la bufanda. Sonrió y escuchó las palabras de su marido con una sonrisa tierna. Lo cierto es que bien podría decir Shizuka que estaba agradecida por lo que tenía, a pesar de los malos ratos que le hizo pasar la estancia de su marido en el ejército. Pero al fin y al cabo aquello sólo era eso, agua pasada. Actualmente, aunque después de muchísimo trabajo, Shizuka se había hecho un hueco importante en la cocina internacional, y ser jefa de su propio restaurante le daba unos ingresos y unas facilidades muy, muy táctiles. Podría chinchar a cualquiera de que su vida era, en pocas palabras y con recién cumplidos los treinta, practicamente perfecta.

Alzó la vista, buscando al sector femenino.

- ¡Hey, chicas! ¿Alguna pequeña criaturita de mejillas tiernas de las que debamos estar enterados? - Mierda, iba a decir enterrados... Jajajajaja - alzó dos dedos - Porque yo tengo dos fierecillas que comen como... Como yo - rió, sin terminar de pasear por la zona.

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02/12/2009, 09:02
Ryuuta Miaka

Miaka se acerca hasta el grupo, pues las chicas no decían nada y... y Keigo se estaba esforzando tanto en desenterrar el agujero.

¡Vamos, cariño! ¡Demuéstrales que sigues siendo igual de guay que siempre! - le va diciendo, colgándose de su brazo, dificultando el que siguiera cavando... al ver su cara, se echa a reír divertida, y separándose de nuevo para ponerse al lado de Shizuka y cogerla del bracito - Con que restaurante, ¿eh? ¿Y por qué no me había enterado? Yo soy propietaria de una enorme pastelería, bueno, pastelería-guardería-sala de juegos - añadió riéndose.

Al hablar de críos, sus ojos brillan y levanta la mano para extender tres dedos.

Dos monstruitos y una monstruita - respondió mirando a Keigo de soslayo - Son un terremoto, tienen a la pequeña martirizada - se rió y miró a Reira - precisamente los he dejado en su casa, Reira tiene gemelos.

Notas de juego

Tooru espera que sea Gin el que responda... xD

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02/12/2009, 11:22
Natasha Kuznetsova

Natasha se ha acercado al grupo, escucha divertida como las madres orgullosas hablan de sus hijos. Ella nunca ha sentido ese instinto maternal que a muchas otras mujeres se les despierta al llegar a los 25.

Ahora que lo piensa, se da cuenta que es algo que nunca se ha planteado. Quizás la dedicación a su trabajo le ha impedido ni siquiera pensar en esa monstruosidad. No, ella no sería una buena madre, y no quería ser como la suya, así que eso estaba completamente descartado de sus planes. Además, su vida sentimental siempre ha sido un continuo desastre. Viendo a sus antiguos compañeros, se da cuenta que nunca ha tenido con nadie esa complicidad que se puede apreciar entre las parejas. Ni siquiera algo que se le parezca remotamente.

Ante las palabras de la pelirroja, sonríe negando con la cabeza. No por favor, yo no podría... Estos días en casa de Miaka, me están sirviendo para reafirmarme. No te ofendas querida, son un encanto, pero también un torbellino, y con mi trabajo me sería imposible llevar las dos cosas... Termina diciendo volviendo su atención a su amiga, y guiñándole un ojo.

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02/12/2009, 15:39
Gin Miyasawa

Gin se había puesto a cavar como un cosaco. Sí, él también seguía siendo tan competitivo como siempre... Aunque las mataba callando. Se ríe con algunos de los comentarios de los demás y no puede evitar poner poses "seductoras" de "macho-man" cada vez que se da cuenta de que Tooru lo está mirando. Era un respiro saber que al menos, aunque sus feromonas seguían siendo igual en cantidad, ahora iban dirigidas sólo a una persona.

Sólo presta atención a la conversación de los demás cuando los escucha hablar de niños. Esboza una media sonrisa casi tierna pero él niega a la pregunta con la cabeza.

No... todavía no tenemos nada... pero...

Levanta la mirada de nuevo con un brillo travieso en ella y una sonrisa la mar de... ¿enternecedora? Este hombre hacía unas mezclas muy raras con su expresividad...

Pero viendo la competencia, iremos a por ellos, ¿verdad, rubia?

Sí. El instinto paternal se había despertado en Gin hacía ya un par de años... y desde entonces llevaba intentando convencer a su esposa y top model Tooru para poder tener alguien en quien volcar todo el amor que su padre le negó a él mismo.

Cita:

Él es todo un ejemplo. Para educar bien a un niño, sólo tengo que hacer lo contrario a lo que hacía él.

Solía bromear cuando hablaba de su padre con la ex-pelirroja.

Y esta vez no tenía demasiadas esperanzas en que la respuesta de Tooru fuese a ser afirmativa... pero él no se cansaría de intentarlo.

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02/12/2009, 15:30
Noa Phyllis

Entre sus viejos comapñeros, Noa sintió que el ambiente cambiaba. Todo era menos pesado. Cando Reira ofreció el brazo lo tomó con suavidad.

-Muchas gracias, Reira...- Sonrió como agradeciemiento. Entonces tuvo la oportunidad de fijarse en ella: los años habían pasado, pero se veía como una princesa de porcelana, frágil y bonita a la vez. Fue al ver que Haak lanzaba despreocupado su ropa que su atención se desvió.

-¿Algún día podrás cuidar un poco más de tu ropa? Cómo ser nota que no eres tu quien la pone el la lavadora...- le regañó de forma natural, cotidiana, como cuando vivían juntos. Acto seguido se sonrojó por la regañina espontánea que acababa de darle a Haak, de modo que la conversación del resto le sirvió como excusa para volver a formar parte del grupo.

-Me pregunto si realmente habéis aprendido a cambiar los pañales como dios manda...-se atrevió a bromear viendo a los hombres cavar. Todos ellos se veían geniales, enérgicos y alegres, como años atrás. Y el resto de chicas se las veía radiantes, casadas y madres, hablando de sus hijos como tesoros.

Ante la pregunta de Shizuka (que por cierto, se la veía estupenda con Ura, y eso hizo que sonriera para sí misma al verlos conversar sobre sus tres torbellinos) parpadeó y se incomodó visiblemente. Seguro que ella había estado en el hospital más tiempo que cualquiera de ellas, pero no en la planta de maternidad precisamente. Después de todo lo ocurrid, un hijo sería lo último en la faz de la tierra en lo que hubiera pensado.
La respuesta de Natasha la relajó un poco, aliviando el sentimiento de que quizás ella había sido la única que no había tenido a esas alturas ya un retoño.

-No he tenido tiempo para pensar en eso, la verdad. Pero se os ve tan felices que hasta resulta envidioso...- se sonrojó nuevamente, mirando de reojo a Haak. De pronto se sintió tímida ante el rubio, así que se limitó a sonreirle cariñosamente, de forma natural.

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02/12/2009, 15:45
Iwakura Reira

Reira ayuda a Noa a acercarse al grupo también, para internarse en la conversación. Estaban hablando de pequeños... y no había niños más bonitos que sus mellizos.

En realidad son mellizos. Bastante más tranquilos que los vuestros, por lo que oigo...

Corrige con amabilidad la explicación de Miaka. Podría explicar el tiempo que estuvo internada en el hospital. Y el hecho de que no podía volver a tener niños... pero... con dos terremotos como sus dulces gemelos de 2 años de edad, tampoco se habría planteado esa posibilidad.

¿Fotos? Me encantará intercambiar fotos en el restaurante.

Sonríe emocionada, aunque el resto de su cuerpo se mantiene en completa calma, como siempre.

Pero... ahora que lo pienso... si  caban así sólo por competitividad... no quiero ni pensar en cómo se pondrán para defender que sus hijos son mejores...

Una sonrisa que podría haber sido nerviosa en otros tiempos, era ahora divertida mientras observaba el trabajo de sus compañeros.