Partida Rol por web

Tras el poderoso golpe León se refrenó un poco, recuperó la posición defensiva y levantó su escudo por primera vez en el combate, preparado para parar el golpe de su enemigo y contrarrestar con su maza.

- A ver que sabes hacer -

El golpe a la cabeza había sido brutal, y me dejó mareado. Ya me costaba caminar de tan mareado que estaba, pero intenté no pensar en eso y corrí con mi hacha en alto. Le pegué fuertemente en el brazo del arma. Por fin había podido lastimarlo.

Con este humano había que andarse con cuidado. Así que me calmé y opté una posición ofensiva algo defensiva. Empecé a acercarme lentamente, con mi escudo preparado para defender cualquier ataque. Ahora mi próximo objetivo era su cabeza.

El orco intentó golpear la cabeza del muchacho con un certero golpe, pero el chico estuvo justo a tiempo de levantar el escudo parando el mortal golpe y asestó otro en el torso de su enemigo justo después. El orco retrocedió un paso y recuperó la postura.

- Tendrás que hacerlo mejor - Dijo con una mueca de burla.

El combate cojía un ritmo cómodo para el muchacho. En el turno anterior había conseguido un poderoso golpe al torso de su enemigo, pero su incesante hacha era lo que más temía por lo que intentó golpearle en su brazo derecho, con el que la sostenía.

El humano cada vez ganaba más y más terreno. Se me complicaba impactarle con mi hacha. Pero el combate no había finalizado. Todavía había oportunidades.

No podía dejar que el humano me siguiese pegando, ya tenía todo el cuerpo lastimado. Así que me lancé furioso sobre él con intenciones de dar vuelta las cosas.

El orco, magullado y enfurecido, se lanzó con todas sus fuerzas contra el chico, un único ataque, el último, el definitivo. Estaba decidido a matarlo de un tajo, podía leerlo en sus ojos. Sin embargo su ira conducía sus músculos con mayo ímpetu que su cabeza y aunque el golpe fue atronador lo fue contra el suelo.

León logró escabullirse a un lado en el último momento y volteó su maza dos veces por encima de su cabeza, a la tercera vuelta se la lanzó con todas sus fuerzas directamente a la cabeza del orco. El cuello se dobló y se le quebró la columna, cayendo con todo su peso justo delante del chico.

- Eres sorprendentemente valiente, mereces ser gladiador -

Me presento antes poco pudimos conocernos en la arena por equipos...

En guardia mozalbete!

- Me alegra que vengas, tengo ganas de un buen combate -

León armó maza y escudo y se preparó para que su enemiga asestara el primer golpe, aunque no le permitiría terminarlo. Cuando la elfa apoyó su pierna izquierda ligeramente más adelanta que la derecha para golpearle con su látigo León pudo desatar la furia de su maza contra ella, con certeza y velocidad le impactó directamente en el muslo. Sin embargo, antes que el daño fuera latente su contrincante consiguió mandarle el látigo que tenía ya preparado directamente contra su torso.

Tras el doloroso inicio del combate León decidió intentar una maniobra que, hasta ahora, le había funcionado siempre. Golpear la cabeza de su adversario cuanto antes mejor e intentar aturdirle.

Viendo como cargaba con la maza en alto... una buena tactica para termianr pronto un combate... ese segundo de dual le hizo llegar tarde a golpear la cara del leon con el latigo y la maza cayo con dureza sobre su cara...

Podía apreciar como su actual enemiga luchaba por controlar sus actos tras el golpe recibido en la cabeza, sin embargo a él le ocurría lo mismo por el latigazo de ella. Consiguió armar su maza con fuerza e impactar en el brazo del escudo, pese a que intentara hacerlo en el torso.

De nuevo se preparaba para el ataque de la elfa, no obstante aguardaba el momento ideal para golpearla en el torso igual como ella le había hecho al principio.

Viendo un hueco en la guardi del pequeño lanzo el latigo a por la cabeza el reculando lo intento esquivar pero no fue lo suficiente rapido y el latigo le rodo el torso

Dado que el turno anterior había resultado un fracaso para el chico decidió intentar de nuevo golpear al torso de la elfa. Esta vez lo hizo con una finta justo antes lo que le permitió engañar a su rival y consiguió el impacto deseado. El golpe la hizo retroceder unos pasos, pero logró recuperar la posición heroicamente.