Basta. La voz del veterano resonó en el salón, desde la esquina de los norteño. Guardaoslo para la arena. No importa la raza cuando los Jueces deciden resolver un problema. Cuando Adrián se pone en pie, todos los norteños que le acompañan lo hacen.
Cuando el elfo oscuro se me acerca para hablarme, simplemente me limito a dejar mi pocillo sobre la mesa y mirarlo fijo a los ojos, limpiándome la boca con mi antebrazo con gesto de desaprobación. Y sólamente dije unas palabras que me enseñó mi padre de chico.
-Perro que ladra no muerde.
Bajé mi mirada y seguí comiendo, ya empezaba mi combate.
Me fui a luchar, ya vuelvo gente.
- JAJAJA.
"parece que nos hemos topado con algo de cerebro y todo"
me doy la vuelta y me dirijo hata donde esta Delderius
Algunos Elfos Oscuros parecían interesados en el enfrentamiento, entre ellos Svaltafer, mientras que más norteños se arremolinaban junto a Adrián y Ricardo. Sin embargo, una voz hizo que todos se volviesen hacia ella. Al menos todos los que la conocían.
Si sabían lo que les convenía.
Me quedo parado en mi sitio y levanto la vista hacia donde proviene esa voz
¿Estáis siendo traviesos, mascotas mías? Flanqueada por varios guardias, Morkhalee, la Ama del Coliseo, parecía entretenida. Está estrictamente que os matéis si eso no entretiene a las masas, queridos. No me forcéis a tener que castigaros. Se acercó al lugar del conflicto. Tal vez estos cuatro chicos quieran dirimir sus diferencias con un arma en las manos. ¿Qué os parece? ¿No os apetece destriparos entre vosotros? Después, Morkhalee se dirigió a todos. Bueno, mis niños. Este año, las cosas van a ser diferentes. Creo que la gente se aburre de veros morir de la misma forma una y otra vez, así que he encargado algunas modificaciones en la arena. Seguro que os sorprenderán. La semana que viene comenzaremos los combates por equipos. Espero que estéis preparados. Eso, dice mirando a los cuatro participantes en la disputa si no organizo un evento especial antes. O una tortura pública. No lo tengo claro.
Sonrio y le hago una reverencia a la dama
Ah, el joven Svaltafer. Conocí a tu padre, hace años. Una persona seria, poco divertida. Creo que le invitaré para ver al hijo del que seguro se siente tan orgulloso... El tono de Morkhalee estaba plagado de ironía, mientras acariciaba con suavidad la barbilla de Svaltafer. Sí, puede que lo haga...
En cuanto oigo la voz de la mujer me envaro y me levanto rapidamente. Escucho lo que dice atentamente, como si mi vida dependiera de ello.
Empieza a hablar de modificaciones en las luchas. Lo cual me preocupa bastante.
Mierda, a saber lo que nos hará ahora la sadica esta.
Veo como el elfo brabucon le hace una referencia y suelto un bufido
Estos elfos oscuros son todos iguales, seguro que lo único en lo que está pensando es en como beneficiarsela y luego matarla.
Sonrio.
Vaya que casualidad yo también.
"Mmmm vista de cerca la dama no esta nada mal, pero que nada mal, y a decir verdad desde que me fui de mi ciudad no he estado con ninguna mujer ... "
Levanto la cabeza mientras me acaricia la barbilla y muestro mi sonrisa.
- Es una grata sorpresa que conozca a mi padre. El nunca me dijo que la conociera. Si llegara a invitarlo me sentiría orgullos de que me viese, e inclo llegar a probarle los avances en mi entrenamiento.
Acto seguido le tomo la mano y le doy un beso en ella
Lo primero que siente es la terrible tenaza en el cuello, mientras sus pies son suspendidos en el aire, y los pulmones chillan sin oxigeno. ¡Te atreves a tocarme! que insolencia. Morkhalee levanta el cuerpo de Svaltafer en el aire, sin dejarle asirse a nada. La vista comienza a nublarse para el Elfo Oscuro. Después, le lanza varios metros contra una mesa, rompiendole varias costillas. Eso ha sido divertido, dice mientras se vuelve para irse. Pañuelo. Un criado se apresura a limpiar la mano de su Ama, mientras esta y su comitiva salen de la Casa.
Sonrio al ver volar al elfo oscuro.
Mala idea, pero que muy mala idea. Tomo nota de ello.
Garruk observó la escena en su esquina de siempre y observó al elfo caer muy cerca de su posición llevandose por delante sillas y mejas, haciendo un ruido ensordecedor.
Todabía recuerda cuando de joven le pasó lo mismo... aunque claro, aquella vez intentó matarla.
veo al elfo volar por los aires
es extraño pero esa mujer tiene una gran fuerza,me pregunto si ella misma habra luchado alguna vez,si alguna vez habra portado un arma y habra luchado por el simple echo del placer de matar,sin duda creo que si
Sentado sobre el banco de la pared entrelazo las manos y bajo la vista hacia el suelo y me pierdo en mis viejos recuerdos
Me levanto dolorido y tosiendo todavía por la falta de aliento, pero a la vez sonriendo
"Tiene caracter y fuerza ... me gusta"
Borro la sonrisa de mi boca y con otra revencia
- Le pido mil perdones por mi atrevimiento duquesa, aceptaré cualquier castigo que quiera imponerme
oigo la voz de Svaltafer y como esta se dirije a la duquesa
creo que te estas equivocando muchacho,deja las cosas como estan,a mi no me gustaría recibir un castigo de esa mujer
mis labios casi parecen murmurar mis pensamientos pero en vez de eso estan sellados
Los monjes de la Restauración se acercan a Svaltafer para tratar sus heridas, silenciosos como la muerte que evitan cada día para los gladiadores. Ya que el Elfo Oscuro no ha muerto, solo pueden aplicarle remedios más mundanos. Así que uno de ellos se apresura para traer los unguentos y enseres que necesitarán, mientras los demás intentan tratar el area antes de que la costilla rota perfore el pulmón.
No me levanto de mi revencia hasta que la duquesa haya salido de la sala.
" Si los monjes pueden resucitar a un muerto también podrán curar a alguien herido en una posición como esta"
Pego otro trago a mi cerveza.
Si es que siempre he pensado que ese elfo era un bocazas. Como me gusta tener razón.
Adrian se da la vuelta y se retira con media docena de norteños de vuelta a su lugar. Hay murmullos entre ellos, pero el permanece inmutable, en silencio.