Partida Rol por web

Me sentia sapo de otro pozo aqui. Todo ostentaba mucha clase, las obras, los modales, los dialogos. Esto era ser un Wyld? No lo creo. Pero a veces las formas debian amoldarse al objetivo que uno queria lograr. Al menos era lo que podia observar de momento. 

No me movi de la entrada aun, esperaria a que los miembros tomen su lugar para no cagarla. Me mantuve expectante, aprendiendo y cuidando las espaldas de mis hermanos, que no era por menospreciarlos pero quizas su atencion a los detalles se veia mermada ante la importancia de los asuntos que aqui se tratarian.

Cuando la oferta de la comida se hizo no pude evitar alzar la mano con el indice arriba. - Yo tambien me anoto al Dim Sum, el viaje y tantos aromas a comida han abierto mi apetito. - Agregue a las palabras de Alexia. - Con cerveza, puede ser? Si no es mucha molestia. O quizas no, me da igual... Aunque me encantaria la cerveza, realmente.  - Rei por lo bajo con nerviosismo.

Honestamente nunca habia entrado a un lugar asi, por lo que realmente no sabia como desenvolverme con fluidez.

La velada continuó con un más que curioso intercambio entre Wu y Scott, mientras otros de mis hermanos aceptaban la hospitalidad de los asiáticos. Yo había permanecido atenta a todo, fijándome ahora en nuestra alfa, que continuaba callada, pero pensé que quizás yo también debiera seguir el ejemplo de estos.

La comida me importaba poco, es más, con todo lo acaecido mi estómago se encontraba cerrado, pero había algo que sí me gustaría probar.

- Tienen Baiju? O era Baiyu? Perdonen mi ignorancia... - Me disculpé mientras repiqueteaba en la mesa con mis dedos, impaciente por que la noche avanzara. - Hace tiempo que no tomo del auténtico, pero recuerdo su sabor como sublime. - sonreí al anfitrión y después a su acompañante.

Jere se dejó caer pesado sobre la silla que se encontraba junto a Alex, coloco los antebrazos sobre la mesa y entrelazo los dedos de sus manos esperando que los chinos dijeran algo más que mensajes entre partes. La mirada de Jeremiah seguía en los chinos como si el Fenris les estuviera estudiando desde que entraron en aquel lugar. Los demás parecían sentirse en casa pero el Philodox jamás se había fiado de los ojos rasados, sabia historias y creía otras cosas que se habían dicho por ahí, la comida chino no llenaba, donde estaba el local de Five Guys Burgers and Fries, dos hamburguesas doble queso con bacon, por un segundo quedo en estado catatónico imaginándose esas dos hamburguesas y una buena jarra de cerveza.

Luego de despertarse de ese micro sueño placentero miro a los chinos nuevamente – y bien, vamos hablar de negocios o cenaremos y contaremos historias primero?- Sonrió de lado – Oigan que no me quejo eso también es bueno, en especial el día que quede dado vuelta ( pasado de alcohol) y estos hijos de perra que tengo como hermanos me ataron a un poste con un cartel que decía *Perdimos a este idiota, si lo encuentra haga el favor de devolverlo a la brevedad*- Golpeo la mesa y estallo en carcajada.

-Esos eran buenos tiempos- aseguro mientras se rascaba la barba, luego el rostro del Philodox se puso serio y saco del bolsillo del chaleco de cuero que llevaba el parche del club un puro con una de su puntas algo mascada y una caja de fósforos – Ustedes dirán- tras esto lo prendió –mmmm así conserva el sabor, esto es lo real no esa mierda mentolada que fuman algunos-

La sentadota de mi padre no me inmutó, seguí plegando el papelito, mientras el prospect y Zoe se unían a la cortesía marcada por los primeros. Ni yo entendí de que tanto hablaban pero la petición de Zoe me hizo sonreír - La segunda es una cantante China -la miro y hago un gesto  tarareo bajito- ya sabes "Ain't got no time for this I'm so sick someone step up. And I'm so dangerous no man I've met ever compares..." una canción pegajosa que había estado sonando hasta el hartazgo, mire al resto como si fuera obvio levante una mano y me la llevé a la nuca avergonzada - vaya parece que no la conocen. Anotenlo en mi bucketlist de "cosas vergonzosas hechas en público" 

Dankworth padre, empieza otra vez su discurso, lo veo mirar el menú con una cara de desaprobación, lo conozco tan bien que se que espera carne jugosa a medio cocer sobre su plato. La comida de los chinos es como tomar el consomé de la abuela para él. Lo miro atenta mientras habla y mueve los labios contando la historia de su borrachera, me encontré riendo en un santiamén. Él tiene ese efecto, el de alegrar mi día con sus ocurrencias. Padre sólo hay uno.

El puto dragon del fondo no esta nada mal, aunque no creo que durara mucho en uno de nuestros locales.
Hago un gesto con la cabeza antes de estrecharle la mano y de sentarme en la silla, sin hacer mucho caso a lo que puedan decir a mi alrededor o eso parece.
La ostentosidad en el vestir demuestra que esto es algo mas que una simple reunion de trabajo, si lo hubiera sabido me hubiera puesto mi chaleco nuevo y unos pantalones mucho mas rasgados.

Scott debiendo a los orientales, no quiero saber nada, es algo entre ellos. Lo que fuera o sea es lo que tuvo que ser durante su estancia entre aquellas cuatro paredes propiedad del Wyrm. Lo que no me gusta es que pregunte por nuestras motos y menos que le ofrezca una como obsequio.
El resto se comporta como deberia, mientras yo clavo la mirada en el japones y

Agradezco la invitacion para la cena, me dejare guiar por su criterio señor Wun. Pero mientras llega, hablemos de lo que nos ha traido aqui
¿que se os ofrece para convocar esta reunion?

Por Puta Calle, esta reunion me llega recorriendo la puta cabeza todo el maldito viaje y a cada kilometro mas cerca me tenia mucho mas preocupada...Deberia haber dicho que no y ocuparnos de otras cosas, pero Gibbs no acepta a veces un no por respuesta

Jeremiah es lo unico que digo mirandolo de reojo, no quiero que empiece a fumar ahora, le quiero un poco cabreado para lo que pueda pasar. aunque me temo mucho que esta reunion sera por los "problemas" que hay en la Costa, puede que quieran la paz o puede que quieran otra cosa. Sea lo que sea la respuesta puede que no se la esperen.

Meredith, la que se ha presentado como esposa del señor Wu, asiente a todas las peticiones y hace unos cuantos gestos mínimos, sin querer disturbar vuestra concentración de la mesa. A los pocos segundos, como si hubieran sabido lo que ibais a pedir...o tuvieran preparada toda la carta por si acaso, aparece media docena de hombres y mujeres con uniformes del servicio portando bandejas.

El primero trae una botella y la pone frente a Zoe. El famoso Baijiu, un licor chino. Pone un poco en la copa de la joven Galliard, para que lo pruebe, suponéis.

- Es de la casa - afirma Meredith sonriendo -. Pero de la de China; cultivado y elaborado en las propiedades de la familia Wu, esperamos que le guste, señorita

Los demás camareros despliegan rápidamente en el centro de la mesa toda una degustación de dim sum de todo tipo. No se quedan cortos estos asiáticos cuando se trata de impresionar...

Y después, una grata sorpresa.

- Lamentamos no tener más variedad, no estamos especializados en la importación de cerveza, me temo - se disculpa la chica de acento gaélico

Finalmente, llega algo, como si fuera un sueño, o una broma, frente al asiento de Jeremiah.

- Carne de Kobe, cortesía del señor Yohiro - anuncia Meredith -. Al punto

- Parece que vamos al grano - sonríe Yohiro -. Eso es bueno, estaba harto de tratar con bandas tan ceremoniales

Se inclina sobre la silla, mirando fijamente a Scott.

- Necesitamos que nos devuelvas el favor

- Un segundo, por favor, señor Yohiro - pide el señor Wu, mirando a Scar fijamente

Sonríe con amabilidad.

- Estoy seguro de que el señor Yohiro se lo explicaría de forma mucho más breve, pero me temo que mi naturaleza es más prolija

Mira fijamente a Scar.

- En vista de nuestros objetivos comunes, los Calles Voraces han decidido que los Tres Dragones podían reclamar el pago de una deuda de honor que se contrajo con el Wyld One Scott Claine en la prisión estatal de Oregón - lo formula como si fuera un ritual -. Se preguntó sobre el asunto a Elijah Morton, Anciano de vuestra banda y fundador del primer club, que compartió condena con el señor Claine, y este estuvo de acuerdo, ¿Tenéis algo que objetar?

Se rasca la barba, anticipando, sin duda, una airada respuesta.

- Se os va a pedir algo como manada, sabiendo que vuestros vínculos de hermandad son tan fuertes como los que unen a nuestras familias, pero a cambio, se os compensará. Esta reunión es, en gran parte, para que negociemos la compensación, tengo algunas ideas en mente, pero quisiera conocer vuestra...disposición al plan

Una de las chicas que ejercen de camareras, al depositar su parte de vuestra cena en la mesa, te sonríe tenuemente, haciendo un mínimo gesto que podría indicar que te guiña un ojo.

Acto seguido hace un levísimo gesto, que no habrías detectado si ella no te hubiera llamado la atención, y ves una cerveza diferente en el cubo. Una Praga. Checa. Tienen muy buena fama. ¿Es un favor? ¿Un intento de intriga? 

¿Qué demonios...?

En frente desconocidos? Solo pensó en su nombre saliendo de los labios de Scar, levanto ambas manos a modo de hacerse el inocente mientras daba una última bocanada al puro que luego apagaría sobre su propia lengua. Se puso alerta mientras saboreaba las cenizas en su boca, este lugar parecía tener ojo por todas partes y eso incomodaba aún más al Philodox. Se quedó jugando con uno de sus anillos mientras se recostaba sobre la silla, esperaba las respuestas de los chinos, esos silencios y cosas de Señor Miyagui le exasperaban al punto de querer levantarse y decirles cordialmente que terminaran una puta frase con sentido.

Perder el juicio? Claro que sí y más si estaba encerrado en silencio con dos tipos de ojos rasgados que no hacían más que mirarles con sospecha, negó con la cabeza y se dispuso a esperar la entrada de comida china para luego terminar esa reunión e ir por comida de verdad. La cosas que había pedido el grupo iban apareciendo, licor, los platos en porciones pequeñas. Hasta que llego la carne en un plato decorado, cuando dijeron el nombre la miro aún más raro, no con desprecio, la comida nunca se mira así, solo fue raro y en su mente había una pregunta que necesitaba tener respuesta –Que mierda era un Koje, kome, Kobe?- sonaba a rata de campo o similar.

Luego llegaron las palabras de Wu y el trato que hizo Scott, la mirada de Jeremiah no tardó en llegar hasta él mientras un pedazo de carne estaba siendo masticado – Eres un imbécil Scott, por qué carajo no dijiste que estuviste… viste a uno de los viejos ahí dentro? Te hubiera pedido yo un favor- todo esto dicho con la boca llena, luego volvió la vista a Wu señalándole un instante con el tenedor y tras tragar la carne de Kobe volvió hablar – Que Claine sea el primero en pedir, aquí estamos por *pagar* su favor – Dijo en tono provocador para ensalzar un poco las cosas entre tanta música oriental y frases de gallletas chinas.

Las cosas se iban esclareciendo, pero menos de lo que me gustaría. Qué tipo de deuda habría adquirido Scott con los chinos? Qué requeriría la colaboración de todos? En realidad era más curiosidad y ganas de saber cómo deberíamos actuar, ya que fuera lo que fuese lo que Scott les debía, estaba más que dispuesta a tratar de saldar su deuda. Yo también estaba en deuda con él, era algo que recordaba todos los días.

Cogí la copa ofrecida por la Señora Wu y le di un sorbo, probando el que sin duda era un muy buen licor artesanal. Era casi igual al que había tomado años atras, cuando un empresario chino comenzó a frecuentar el club.

-Muy buen licor. -Dije al separar la copa de mis labios, cediéndosela al más serio de los asiáticos, que se sentaba a mi lado. - Quiere un poco? - le pregunté, mordiéndome después el labio inferior.

Me pongo en tensión cuando habla Yohiro. Es directo, y eso me gusta, pero las formas son lo de menos ahora mismo. Mi rictus se vuelve duro, anguloso, mientras aprieto la mandíbula. Esto es personal, no tenía por qué airearlo, ni por qué involucrarlos. Puedo sentir los ojos de toda la banda fijos en mí, ahora mismo, haciéndose preguntas, desconcertados. Wu trata de aclararlo, pero el daño está hecho. Pongo los brazos sobre la mesa, apretando los puños, con la vista fija en el japo, aunque mis palabras son para mis hermanos.

Protección. -Digo secamente, como si eso lo explicara todo. ¿Donde se creen que he estado? ¿De verdad puede sobrevivirse a ese infierno en solitario? Aparto la mirada de Kenji para alargar la mano y tomar una cerveza del cubo. La abro y la elevo en dirección a la anfitriona, agradeciendo el detalle. Le doy un trago largo con el que apuro media botella, y suelto un sonoro suspiro al dejarla sobre la mesa de nuevo- No se puede sobrevivir en ese lugar sólo. Sin el club para respaldarme, sin lograr ponerme en contacto con Elijah Morton, sólo era cuestión de tiempo que mi paso por allí concluyera de forma rápida con una muerte gloriosa. Estaba preparado para ello, iba a llevarme a tantos conmigo que os sentiríais orgullosos de mí... -Digo con una triste sonrisa, mirando a Jeremiah de reojo, y luego a Scar. La verdad es que tampoco me hubiera llevado a tantos. No soy ni la mitad de gran guerrero que ellos. Pero al menos esperaba que no se avergonzaran de mí. Por último, miro a Zoe disimuladamente. Me pregunto cómo lle sentará saber todo esto, descubrir que acudí a prisión en su lugar como un cordero del sacrificio, como las reses al matadero- Así que los Calles Voraces me ofrecieron un acuerdo. Currar para ellos con pequeños encargos sencillos dentro de chirona, y un favor que cobrarse cuando saliera, a cambio de protección. Los Calles Voraces me han cubierto las espaldas ahí dentro... -Digo levantando el botellín de cerveza en su dirección, primero mirando a Kenji y luego a Wu, para darle un sorbo y dejarla sobre la mesa- ...y YO les debo un gran favor. Fue un chiminaje personal, mío. No lo firmé como miembro de esta manada ni como Wyld, choqué mi mano como garou y Theurge, y YO saldaré MI deuda. Ellos no tienen nada que ver. -Aclaro a los orientales. Yo pago mis deudas y respeto los acuerdos, la puta calle no tiene ni tendrá nada que reprocharme, pero mi mierda es mía. Ahora bien...- Ahora bien... -Me echo hacia atrás en mi asiento, en posición relajada, con el botellín en la mano- ...si no os basto yo, si necesitáis algo de mi manada, ahí está nuestra Alpha. Yo lo haré gratis, ellos no. Negociad. -Meto una mano en el cubo de hielos, sacándola empapada con el agua acumulada al fondo. Dejando el botellín en la mesa, froto mis manos enjuagándolas antes de secarlas con una servilleta- Yo me lavo las manos.

Lo contado por Scott me dejó totalmente descolocada, no porque no supiera lo que sentía, la rabia comenzaba a hervir en mi interior, pero no era capaz de dilucidar cual era la mejor forma de proceder. Apretaba la copa con fuerza, al igual que los dientes, dejándola finalmente sobre la mesa y poniéndome en pie, sin tan siquiera esperar la respuesta del llamado Kenji.

-Voy a tomar el aire, convenir lo que queráis. - Dije a Scar y me dirigí al exterior con rapidez, antes de que lo que bullía en mi interior terminara convirtiéndose en un puñetazo en la cara de Scott.

- Hola, hola, hola -  

Fue lo primero que se cruzo por mi mente. ¿Quien era esta belleza que robo mi total de atencion? En un momento estaba compenetrado en la charla que mis superiores estaban teniendo con los asiaticos y en el instante seguido solo unos "bla bla bla" se oian de fondo. Ni la repentina reaccion de Zoe me saco de mi trance, la mire de reojo nomas, mejor para mi. No voy a negar que tambien se me ha cruzado coquetear con ella. Peeeeero, eso seria en otro momento. Ahora mi atencion se centraba en la belleza oriental. 

Nunca tuve demasiada madera para los "negocios" soy un roehuesos, con las sobras me conformo... SALVO una cosa.

Las mujeres. Eran mi debilidad, asi como las drogas lo habian sido en un pasado. Muchos afirmarian que hice un intercambio mas que conveniente. Yo le encontraba cierto humor al asunto, no dejaba de ser una sensacion adictiva. 

Pueden llamarlo falta de cariño de pequeño, problemas familiares, daño psicologico. Como sea. Me da igual, siempre y cuando pueda comer bien en lo que al otro sexo respecta. Ahi si me gustaba un buen plato... y mejor si venia asi de adornado. Su seña no paso desapercibida, de hecho le habia clavado la mirada ni bien entro a la sala. Jeremiah me habia ordenado que preste atencion al entorno, y demonios que lo estaba haciendo. No le quite la vista de encima. No pude reparar en responder su gesto con una sonrisa de lado, inflando un poco el pecho, ya saben, instinto. Asenti con la cabeza, como quien devuelve un saludo, pero la intencion no era esa, sino aceptar el "acercamiento" de su persona. Me estire y saque exactamente la cerveza que me habia señalado.... 

La analice rapidamente mientras leia la etiqueta, "Praga" . Nunca la habia probado, la abri y la deguste con unos buenos tragos, casi imitando a Scott. 

Mas bla bla bla de fondo que honestamente habia perdido el hilo de la charla. No podria asegurar si alguno estaria al tanto de mi accionar, puesto que la charla parecia seguir. Tome oportunidad cuando se acerco a dejar mas comida para tomarle levemente la mano y mirarla a los ojos, no sin antes pasar por su escote. - Disculpa, podrias enseñarme donde podria lavarme las manos antes de comer? Me gusta ser gentil con lo que consumo. Somos lo que comemos, verdad? - Le dedique una sonrisa transmitiendole mi interes sin rodeos. El lenguaje corporal hablaba por si solo. Estoy seguro que el viejo Fenris me lo reprocharia luego, ¿pero quien te quita lo bailado? 

Contemplo la reacción de Zoe con abatimiento, más que sorpresa. Me termino la cerveza mientras sale, sin perderme ojo, y lanzo un suspiro al terminar. Estoy empezando a sentirme cansado. Cansado de no haber parado desde que salí de la trena, de no sentirme dueño de mi libertad, de estar siempre coartado por las decisiones de otros, arrastrado.

Hoy era mi día, joder.

Bueno, mi participación en esta negociación está seriamente comprometida, me temo... -Digo mientras me pongo en pie, colgándome las cartucheras y cogiendo el guardapolvos- Señores, mi Alpha se encargará de transmitirme los detalles del encargo, en cuanto hayan negociado su participación en el mismo. Mientras tanto... -Cojo dos cervezas del cubo, con una sola mano- ...hay otro asunto que requiere mi atención.

Pongo una mano en el hombro de Jeremiah, con gesto serio, lanzándole una mirada significativa a Scar. Espero que sepan comprender lo que hago. Me doy la vuelta y enfilo la puerta- Volveré en un rato. -Volveremos, espero.

Salgo de la sala privada con aire cansado, echando un buen vistazo al restaurante y cada uno de sus rincones. Veo a los camareros, a algunos clientes, pero no lo que busco.

Me encamino a la puerta.

Salgo al exterior, cruzando los cristales de los que soy morador, la herencia de mi tribu, mi hogar. La entrada del restaurante está en el equivalente a una segunda planta, en una pasarela desde donde se ve la carretera. Miro en dirección a las escaleras, vacías, e inmediatamente me giro para descubrirla ahí, al fondo de la pasarela, con la espalda en la pared y los brazos cruzados. Con cara de querer matar a alguien, tal como esperaba.

Espero que no lo haga...

Me acerco despacio, con los dos botellines chorreando su fría humedad en mi mano. Sonrío, no porque esté contento con cómo van las cosas, todo lo contrario. No estoy para nada contento. Pero verla de nuevo, en el fondo, a pesar de toda esta mierda, me hace feliz.

¿Una birra? -Pregunto con aire despreocupado, mirándola seductor- Sería una pena desperdiciarla...

La ocasión. No la cerveza, la ocasión de hablar al fin...

Para mi sorpresa, Scott apareció poco después de que me apoyara en la fría pared, cruzada de brazos y mirando la carretera. Sentí el deseo de coger la moto y largarme de allí, pero eso sería huir, y joder! No había huído nunca! Salvo esa vez en que se sacrificó por mi...

Se acercó como si nada, con un par de birras frías, ofreciéndome una de ellas con una encantadora sonrisa.

No me mires así, eso lo hace más difícil.

Miré el botellín y lo cogí, dando un largo trago con gesto de amagura, para continuar mirando la carretera, pasando de Scott; hasta que finalmente me giré para hablarle.

-Es que eres gilipollas? Creías que nunca me iba a enterar?

Como has podido hacerme esto?

Me acerqué a la barandilla, apoyando un brazo en esta y dando otro trago.

Cómo has podido hacernos esto?

Me preguntaba mirando hacia abajo, hacia la calle, de donde puede no debiera haber salido.

Toma la botella, y no me la estampa directamente en la cabeza. Buen comienzo. Bebe, me insulta, y me suelta una pregunta que yo mismo me he hecho mil veces, antes de apartarse hasta la barandilla. Y no es que el espectáculo cuando me da la espalda no me guste, pero tras el primer vistazo me acerco también yo a la barandilla, dándole la espalda a la calle. Un viejo hábito de la trena. Si estás con alguien de confianza, cada uno mira en una dirección, cubriéndose las espaldas.

Bueno, podría haber pasado... -Digo encogiéndome de hombros, tomando un trago corto- Si ese gilipollas no hubiera hablado, si el acuerdo se hubiera mantenido de forma privada, si no hubiera salido con vida de ese lugar... -Enumero las primeras opciones que se me ocurren, pero decido dejarlo, momento en que se me escapa un ligero suspiro- En fin, ¿de qué servía preocuparte? No podías hacer nada... -La miro de reojo, algo avergonzado- Nada más de lo que has hecho, quiero decir.

Puede que hayas hecho más por salvarme la vida que todos los Calles Voraces juntos, pero ni lo sabes...

El ambiente se estaba tornando aburrido y no fue sino hasta que Scar abandonó su mutismo para que la noche realmente comenzara. Bien, ya era hora de un poco de acción para esta mesa ceremoniosa Los platillos empezaron a llegar uno más suculento que el otro, los orientales se lo tomaban en serio a la hora de comer y hasta se habían tomado la molestia de prepararle algo al viejo, bueno no había que ser Einstein para adivinar la carota que había puesto al ver el menú. - No te puedes quejar Jere, te han traído algo que te gusta - Cuando Meredith explica que ha sido observación del tal Yohiro, no puedo evitar poner mi mirada sobre él ¿Asi que muy atento? – Muchas gracias por ordenar esto para mi padre. Me has evitado tener que soportar que gruña en el camino para buscarle algo más que comer - sonrío a pesar de que durante toda la noche ha estado con una expresión idéntica a como si hubiera chupado muy rápido el zumo de un limón muy ácido. Aguanté una risa cuando manifestó que ya estaba harto de tanta ceremonia, me ganó el decirlo primero, estos momentos de mojigatería y cortesía me ponían de los nervios – No podía haberlo dicho mejor -añado levantando una copa y tomando un poco de licor, aunque esto iba a diluirse rápido en mi sangre. A pesar de todo presto oído a la explicación de Wu, sin querer me encontré silbando de sorpresa ante la aparición del nombre de Morton ¡Qué personaje! Una centésima de segundo fue lo que bastó para que el viejo Jere reaccionara enérgicamente, como si fuera poco Con que hice un trato para sobrevivir dentro del bote, nada mal ¿O sea que ahora estos señores quieren cobrarse el favorcito? No es para más, no claro. Pero si lo que padre me dijo es cierto, hay que seguir las tradiciones y pagarle la deuda al tal Scott ¿Por qué no? Ya que estamos… noto la forma en la que Zoe toma el vaso, solo un ahroun puede percibir las vibraciones de rabia antes que se sienta y ella las tenía desde hace rato Lo vas a quebrar… se excusa y se larga entorno los ojos ante su partida oyendo como Scott asevera que hubiera muerto llevándose a varios. No sé de eso pero por lo menos es honorable la forma en que responde. Bebo otro poquito del licor y sonrío por la forma en la que el prospect no pierde el tiempo, de repente debería hacer lo mismo. Total, está claro lo que vamos a hacer: Vamos a pagar la deuda de Scott pero bajo nuestras condiciones, seguro que Scar lo pone al tal Wu en vereda. No sé qué pasa con esta manada que quieren irse por su cuenta o cuando estamos en medio de conversaciones importantes cada quien hace como quiere, bueno al menos ese pelmazo vería que Zoe no se perdiera y estuviera a salvo. Me recordaré pedir un favor a un espíritu o dos para protegerlos por mi cuenta y apenas encontráramos donde descansar el viejo y yo tendríamos algunas palabras, si iba a prestar mis garras a los Wylds tenía que empezar a atar ciertos cabos. Me limpié los labios con la servilleta de tela – De objetar o no, ahora se lo dicen Sr. Wu, yo no tengo problemas en realizar el trabajito por haber protegido al saco largo de allá, pero sólo haré lo que decida mi alfa - esperaremos a que ella le ponga los puntos sobre las íes al chino gentil. – Mientras ocurre eso, brindo por la excelente comida, hospitalidad e… impecable compañía* -echo otra miradilla al tal Yohiro está vez más directa, si todos van a relajarse entonces ¿por qué la ahroun, no?el que no arriesga no gana.