Partida Rol por web

Asentí a las palabras de ambos, en silencio. Si era un espíritu y necesitaba ayuda, ciertamente sería bueno proporcionársela, así me decía siempre la abuela. Y si era hostil... Bueno, eso ya se vería. Me mantuve a la espera mientras nuestra Theurge se acercaba y trataba de hablar con el ser del tótem, alerta y preparada por si tenía que reaccionar rápidamente. Pero no me moví, esperé a que Damien ordenara algo o a que el espíritu respondiera a Belén. 

Me acerqué más al tótem sintiendo que el grupo me había permitido dar ese paso. Cerré mis ojos y abrí mi mente.

-Habla conmigo. Dime cómo puedo auxiliarte, gran espíritu.  

"Que el poder que me pertenece sea distribuido en aquellos que me necesitan. Que sea usado con responsabilidad, guiado por la madre. Encomendado por Gaia, que gobierna todos los espíritus naturales. Que corrige, que ilumina.   "

Me senté en posición de loto, piernas cruzadas como aquellos que hacen meditación yoga y aspiré hondo. Abrí mis ojos y presté atención. El tótem me diría, de alguna manera, lo que precisaba.

Esperaba realmente que esta fuese la decisión correcta. Si el Garou macho, de mayor rango me decía de detenerme lo obedecería sin chistar. Después de todo él era como un jefe en este momento. Aunque este mundo espiritual tal vez fuera más maleable para mí.

Zoe y Scar se dirigen hacia los lados. La experiencia de la Alfa queda patente cuando, incluso con linternas apuntándola, consigue desaparecer entre la hierba, jugando quizá con el halo de luz y sombras, aprovechando de los lugares donde no alcanza el resplandor y hacia donde los ojos quedan deslumbrados en vez de esclarecidos. Por contra, la pequeña Galliard se emplea a fondo en otra táctica menos elegante y gatea por el suelo, manteniendo en relativo silencio incluso el cuero de la chupa y el arma, que repiquetea contra su cuerpo. Jeremiah acapara toda la atención con su descaro.

- ¿Qué dices de perro, gilipollas? - pregunta el tipo de la pistola -. Aquí no hay putos perros.

- ¿No ha dicho algo de una mujer? - pregunta el segundo, el que lleva una escopeta, mirando extrañado al lugar en el que estaba Scar -. Habría jurado que había alguien, tío.

- ¡Me la suda! ¡Estoy hasta los huevos de que Braxton nos chulee como a putas! Si quieres helarte la polla, tú mismo. Yo me llevo a este, ¡eh! - llama a Dankworth a voz en grito. Si no sabía todo el mundo donde estabais, ya lo saben -. Vas a venir por las buenas o te meto una bala en la rodilla. Seguro que sirves de aperitivo al pajarraco.

- ¡Ja! - ríe el tipo, que, de alguna forma, parece apreciar tu humor -. Polvo somos, ¿eh? Sí, pero hasta yo sin llevar un lobo dentro soy más puro que tú, Urrah. Terminarás en un lago de plata, ardiendo por tus crímenes contra la Nación.

Te mira desafiante, conoces el poder de tus palabras y sabes que incluso siendo oponentes puedes conseguir que hable. En esta ocasión parece sentirse orgulloso, deseoso de amenazarte, así que sigue:

- ¿Te largas? ¡Ja! No te lo crees ni tú. Hay que ser imbécil... por lo menos ella sabe que es una abominación. La pobre idiota se ha intentado rajar las muñecas. Sabe lo jodido que es ser un aborto de Gaia; es más sabia que tú y sabe que sobra en este mundo. ¿Vas a rescatarla? ¡Ja! Ve a la enfermería, tipo duro, a ver si consigues dar un paso.

Mientras rezonga y fanfarronea, tú prestas atención a los alrededores. De nuevo, silencio, pero eso no tiene por qué significar nada. Y el aroma de la sangre que notabas... ¿era eso? ¿Una Metis intentando quitarse de en medio?

Algo se agita de nuevo. La tierra parece temblar, aunque no sentís que estéis perdiendo el pie. Es sólo que las energías de los alrededores se arremolinan de nuevo alrededor del gran tótem. El susurro que no suena, el rugido que no retumba, se vuelven más intensos. Todo sigue en silencio, pero al mismo tiempo, la tensión aumenta alrededor, como si en cualquier momento fuera a destellar un relámpago.

Los ojos fijos de madera de Pájaro de Trueno permanecen impasibles. Pero entonces, en vuestras mentes, escucháis un aleteo, unas poderosas alas que golpean al viento provocando un estruendo colosal. Con tanta potencia, podrían arrancarse árboles de cuajo, destrozar casas o levantar olas inmensas. Es una estática tremenda, que os eriza la piel como si una corriente os estuviera pasando bajo ella.

N´DAAT´A

N´DAAT´A

N´DAAT´A

¿Qué quiere decir esa letanía que resuena acompasada con el aleteo? ¿De qué habla el espíritu?

Scott ha encañonado al tipo del camino mientras tú le cubres desde la Penumbra. La verdad es que todo sigue muy tranquilo. No hay nada que hacer salvo preocuparte por esa sensación ominosa de desastre que se cierne sobre vosotros. Viene del lugar del que habló la inglesa, estás casi segura. Es imposible relajarse con esta tensión tan estática. Los músculos se te agarrotan sin querer, y las articulaciones parecen entumecidas.

Entonces escuchas un aleteo profundo en tu mente, como una poderosa ave que se eleva a los cielos. Pero está siempre a la misma altura, no se pierde en las alturas. Y escuchas el susurro, el susurro con una voz tan retumbante que te pone los pelos de punta:

N´DAAT´A

N´DAAT´A

N´DAAT´A

Aunque, en el fondo, no le veo la puta gracia, sonrío ante sus fanfarronadas. El desprecio mutuo no está reñido con el sentido del humor, como él mismo demuestra. Es más, la burla es una de las mayores muestras de desprecio. "Sólo" es un pariente, pero se cree por encima de todos los demás por la pureza de su sangre y, quizás, sus ideales. Casi podría sentir cierta admiración. Casi. Un casi muy lejano. Sobre todo cuando se atreve a augurarme un final infernal, como si yo fuera un enemigo de Gaia.

Puto fanatismo de los coj...

Pero eso sirve para tirarle de la lengua. Es como si desease hacerlo, como si quisiera permitirse el lujo. Me amenaza, me insulta... Ese tipo de cosas le costarían la garganta con algunos de los míos, con la mayoría de ellos. Pero el orgullo desmedido y la rabia desatada no suelen acompañarme. Y empieza a hablar de ella, ¡oh, sí!, al fin, aunque sea para insultarla, aunque sea para...

¿R-rajarse las venas? Mi sonrisa se diluye al oírlo y verle pavoneándose, insultarla nuevamente. ¿Un aborto de Gaia? ¿Sobrar en este mundo? Valiente hijo de la gran puta... Mis dedos se endurecen alrededor de la empuñadura de mi pistola, tensos y deseosos de llenar de plomo a este saco de mierda. Joder, sería genial, un verdadero gustazo, apuntarle al pecho y disparar un y otra vez, y otra, y otra, hasta que no quedase munición, y verle caer en un charco de sangre... Pero me fuerzo a relajar mis dedos. No es más que un paleto con pretensiones, y tengo más que perder que él. Porque su vida no vale lo que un bote de aceite de motor usado. En cambio, los disparos podrían alertar a alguien, si es que no he hecho saltar ya alguna alarma. Además, dejar cadáveres innecesariamente siempre trae marrones más adelante.

Vale, colega... -Digo con desgana, observando alrededor mientras guardo la pipa. No tiene sentido seguir empuñándola, él ya sabe que puedo con él- Date la vuelta, purasangre, tengo prisa...

Y no puedo dejarle paseando libremente por el campamento, para que de la voz de alarma. Matarle no es la mejor de las opciones, y no tengo cuerda ni ganas de ponerme a hacer nudos para atarle a un árbol, o mierdas de esas. Una hostia en la nuca con la culata de la pistola y dejarle fuera de servicio, debería bastar. Que despierte con una buena resaca, dentro de un buen rato, con suerte cuando todo haya terminado. Claro que, para eso, hace falta una buena hostia, y no soy lo que se dice un tipo realmente fuerte. Será mejor emplear mi forma de batalla, y regresar más tarde a esta otra forma glabro...

Una mueca o tal vez una sonrisa por que con la cicatriz puede ser dificil de apreciar.
Ocupaos del camada por que yo voy a ocuparme de vosotros de un maldito golpe.
Detras suyo gracias a mi destreza y sigilo, pero por que no decirlo por los dones que Abuelo me ha dado. 

Choquemos melones y acabemos con unos malditos paletos endogamos. 

Me encanta que los planes salgan bien, ese camada me va  a deber otra. Adoro ser el Alfa, espero que a los demas les vaya bien el trabajo que les he encomendado

Tal y como esperaba, la estrategia de Jere no estaba colando ni de coña. Yo continué agazapada, flanqueando a aquellos tipos, pero lo de permanecer oculta se iba a terminar pronto. Aquellos rednecks se estaban poniendo más que nerviosos, y no sólo amenazaban directamente al philodox, sino que con sus voces estaban llamando demasiado la atención.

De perdidos al río… Que empiece el ¡Boom, Bang, Splash!

Alcé la pistola con rapidez, apunté con las dos manos al tio que amenazaba a Jeremiah y disparé, esperando que aquello ayudara al Fenris. Tras ello señalé con el cañón al otro tipo, volviendo a dejar que mi mano presionara el gatillo mientras también apretaba mis dientes.

Observo con atención a belen acercarse a ese palo. Que cosas mas feas hacían antes con la madera. En fin, era el galliard de mayor rango entre los presentes si esto se complica es mi responsabilidad ponerlas a salvo. Así que no pierdo detalle de la operación.

Belen se acerca mucho y le comienza a hablar al totem este. Por un momento no pasó nada, de hecho nada de nada. Como es normal en estos paseos espirituales. Muy probablemente esté en una batalla con el espíritu y no me halla percatado. Las cosas siguen tranquilas hasta que en mi mente comienza a resonar un ritmo que crece en intensidad de una forma vertiginosa. El ruido es tal que tengo que cubrir mis orejas en acto reflejo. Acción inútil por supuesto pues el sonido se iniciaba en mi mente.

Pierdo el equilibrio producto sonido atronador, lo que me hace poner una rodilla en tierra. Al hacerlo abro los ojos y observo el totem. Odio a los espíritus. Pero en el fondo sabía que esto podría ser una prueba. - belen, trata de hablarle al espíritu que no nos haga daño, kanda. Trata de encontrar significado en el ritmo de este ruido.- por lo pronto yo haría lo mismo. ¿Qué tiene este ritmo en común? ¿Qué quieres decir?

Las energías se despiertan. Algo parece temblar pero no es así de verdad. Es el mundo del espíritu y la fuerza se concentra en esta figura. Algo que está despertando. Miro los ojos de la figura que siguen tan impertérritos como antes mas siento un aleteo poderoso. Me preparo. Un sonido comienza a llenar el aire, un ritmo empieza a marcar su cadencia. La estática me cubre, nos cubre, y siento como si toda mi piel se erizara.

belen, trata de hablarle al espíritu que no nos haga daño, kanda. Trata de encontrar significado en el ritmo de este ruido.

Damien habla y yo obedezo. Tomo una inspiración profunda y aun en la posición de loto comienzo a hablar.

-No somos tus enemigos Gran Espíritu. No hemos venido a dañar sino ayudar.

“No somos tus enemigos, venimos por tu ayuda. Ayudame Gran Espíritu.”

-Habla comingo…

“¡Háblame! Necesito saber qué necesitas. Cree en mí, cree en nosotros…”

Estiro ambas manos, palmas extendidas, cierro mis ojos. Y me preparo para su mensaje, sé que es peligroso pero no debo estar en la Umbra con el miedo como guía. Sí la precaución, pero no el miedo.

Traté de descifrar aquellas palabras, como me decía Damien, sin embargo, no estaba resultando tarea fácil. ¿Sería un mensaje oculto? ¿Nos estaría queriendo decir algo?

-¿Ataad...? -traté de jugar con aquellas sílabas- ¿Atado? ¿Quiere decirnos que está atado? 

"No, no puede ser tan simple..." me dije a mí misma. 

Entonces inspiré hondo y me concentré para ver si aquellas palabras procedían de alguno de los dialectos que había escuchado, no ya entre los inuit, sino entre todos los wendigo procedentes de aquellas tierras por nacimiento, entre todos los amerindios que había escuchado hablar en su lengua natal alguna vez. 

"N´DAAT´A... las palabras, el tono, el ritmo... Todo debe de significar algo" me dije mientras trataba de concentrarme ante tan atronador estruendo que lograba filtrarse hasta los más profundos recovecos de mi mente "Pero, ¿qué? N´DAAT´A... N´DAAT´A... ¿Qué quieres decir, gran espíritu? ¿Qué...?". 

¡¿Qué mierda ha sido eso?!

Me sobresalto, esto siempre me ha dado repelús y dentro de todo, soy una ahroun no una theurge. Mis conocimientos son escasos y mis instintos me dicen que me largue de allí ya. Y no me lo tienen que decir dos veces.

Esto está muy mal, todo muy mal

Me revienta tener que romper el plan de Scott pero es mejor no quedarme en un lugar en donde tengo pocas maneras de defenderme Es decir, podría intentar averiguar de dónde viene la voz pero lidiar con espíritus no siempre es tan literal como me gustaría, si digo o hago algo equivocado la pagaré caro y esta voz no suena amistosa...

<<- Scott algo me ha hablado en la mente, no me gusta, no me voy a quedar aquí. Tratar con espíritus se me va, en especial si no son del kaos ->>

Intento moverme a través de la celosía y caminar de lado en una lugar desde donde pueda mantener la estratagema del theurge. Igual todo esto me huele a trampa... 

Y si nos van a pegar, mejor pegar primero que pegar segundos pienso restandole importancia al hecho de que estábamos intentando entrar de una forma particular.

<<- Todo esto está muy mal. Creo que tendremos que improvisar. Te sigo cubriendo- >>

Me concentro, llamando a los espíritus de Eolo "Acudan a mi espíritus de la Niebla e inclinen la balanza para poder alcanzar una oportunidad..."

Aguardo en silencio vigilando el lugar en dónde se encuentra Scott.

Ha sido toda una aventura sólo llegar hasta aquí. Camille y Erin te escoltaron por la carretera fantasmal hasta un lugar que parecía un taller mecánico si lo hubiera poseído un poltergeist como el de la peli de miedo. Se empeñaron en que condujeras hacia el interior de un garaje oscuro y, cuando lo hiciste, estabas de pronto sintiendo el viento y la luz del día, muy lejos, en Nevada. ¿También podéis teletransportaros? Cruzaste un Stargate o algo así, te dijeron, debe tener algo que ver con ser Hombres Lobo y vivir entre dos mundos. No se han parado a expicartelo con muchos detalles, pero por lo visto, los Garou, como os llamás (os, tú también estás en el equipo, al parecer) habitáis al mismo tiempo en el mundo físico y material y en una especie de dimensión paranormal. A ella te llevó Lobster cuando lo robaste.

Lobster, tu pobre coche. Te hicieron dejarlo al cargo de unos "amigos", dijeron, y te hicieron ir en la grupa de Erin, notando las culatas de todas sus armas. Aunque son amables, parece que se les está acabando la paciencia por alguna cosa. Tienen un encargo, unos amigos a los que ayudar o algo así, y se han topado contigo de forma fortuita. No tienen más remedio que enseñarte y cargarte, pero te das cuenta de que te ven como equipaje, como un impedimento. Aunque, ¿quién sabe? Tal vez sea una prueba. Las bandas siempre inician a sus miembros, ¿no?

Ahora, después de muchas horas conduciendo, casi al final de una larga noche de carretera, llegáis a vuestro destino. Es un campamento de verano, de esos para niños gordos, tal vez. Parece tranquilo, digno de una historia de miedo cutre. Hay gente caminando y llevando linternas, vigilando, ¿qué clase de prueba es esta?

- Estamos aquí - señala Camille en el mapa. Hace un rato que habéis dejado las motos atrás. Os habéis acercado en silencio y a pie. La siniestra rubia lleva al hombro un rifle de francotirador que parece digno de cualquier asesino a sueldo, o de un soldado de élite. 

- Se supone que es donde tenemos que estar - continúa -. Wyatt nos ha pedido que cubramos esta intersección. Lo que sabemos del plan que él entra por el oeste y que la otra manada entra desde el nordeste.

Echa un vistazo a la lejanía, como si fuera a verlos.

- Ya que te tenemos a ti, pequeña pelirroja, te usaremos de enlace - sonríe -. Y de paso, así te iniciaremos en la Nación Garou.

Clic-clac. Pone su arma a punto.

Erin se muestra más amable al tiempo que prepara todo tipo de pistolas, ametralladoras de mano e incluso un rifle de asalto de aspecto muy moderno que, estás segura, hará un ruido de mil demonios cuando se dispare. ¿A qué secta de vaqueros zumbados te has apuntado?

- Lo que Camille quiere decir es que confiamos en tí para que te escurras por el campamento, como una buena chica de los barrios bajos de Detroit - sonríe con cierto afecto, parece que te ha tomado cariño -, una vez allí, encuentra a los nuestros, a los que reconocerás por sus cazadoras e infórmales de que estamos aquí y les cubrimos. Luego ayúdales en lo que te pidan, ¿vale? Eres los refuerzos inesperados.

Deja de preparar su arsenal para mirarte a los ojos.

- Te apoyaremos, no te preocupes, pero lo mejor sería que te desenvolvieras sola. Esto es un examen, o algo así, y queremos ver qué tal te manejas.

En el mismo momento en que Alex deja la Penumbra, Scott golpea a su rehén con fuerza, con una fuerza nacida de la Rabia y el desdén. El tipo no grita, ni siquiera lo intenta para dar la alarma, sólo mira a los ojos de Sueña-con-tuercas de forma socarrona antes de caer como un buey desnucado en mitad del camino. Apenas hay ruido. Ha sido silencioso.

Un manto de bruma nocturna parece seguir a la joven Dankworth cuando atraviesa la Celosía, ¿un retazo de materia umbral, podría parecer? En realidad es una de las bendiciones de las Furias, amigas de los espíritus del viento. La neblina se extiende desde el lugar en que Alex ha cruzado y empieza a esparcirse lentamente. La situación ominosa, la tormenta latente, ya era bastante agobiante de por sí, ahora se le une una humedad pegajosa y la sensación de no ver nada. Esto cada vez se parece más a una película de miedo.

Y entonces...

¡Pam! ¡Pam!

¿Disparos?

 Mientras Jeremiah intenta pensar en cómo salir del paso, Scar cae sobre los guardianes por la espalda con una violencia impresionante. La Rabia fría y silenciosa de Scar hace a muchos olvidar su Auspicio, pero es una guerrera. Joder si es una guerrera. No se golpea el pecho rugiendo, no. Ella es eficiente, economiza movimientos y ¡pum! golpea las cabezas de vuestros oponentes en un solo golpe demoledor.

Pero el sigilo en situaciones límite tiene sus desventajas. No habéis podido comunicaros ni coordinaros y eso hace que Zoe, que también se había escurrido y tomado posición de disparo, pegue un par de tiros al mismo tiempo. Se detiene en el instante en que encuentra a su alfa en la línea de fuego, pero ya nadie puede echar atrás el tiempo y tapar el fogonazo o hacer que no resuene el estruendo.

Los vigilantes caen hacia atrás con agujeros de bala y los cráneos vapuleados. Pero os dais cuenta de que esto acaba de mandar a la mierda el modo sigilo.

N´DAAT´A

N´DAAT´A

N´DAAT´A

El cántico sube de tono en vuestros oídos, volviéndose más urgente. Empezáis a sentir que os hormiguea la piel y, al moveros, la electricidad estática se vuelve más fuerte y os eriza el cabello. Si tocarais el tótem seguramente recibiríais una buena descarga. Y entonces suena.

¡Pam! ¡Pam!

Alguien está disparando a lo lejos. La letanía que resuena se vuelve más urgente y más violenta. El espíritu está sediento de sangre, quiere unirse a la lucha. Empezáis a sentir cosquilleos más intensos.

N´DAAT´A

N´DAAT´A

N´DAAT´A