Vaya, vaya... Así que finalmente tú no eras uno de ellos, ¿verdad?

La voz del anciano Senescal llegó como de un plano mucho más cercano que los sonidos que llegaban de Intendencia, donde aquel ser que te había asesinado, Dilaila Merygold (si es que era ella), se aseguraba de que estuvieses bien muerta.

Pues parece que entonces no era la señora Prado con el candelabro en el Comedor.

Un ser ectoplásmico con los rasgos del Senescal se puso delante tuyo.

Pero hay algo diferente en ti... como si fueras capaz de interactuar con los vivos. ¿Sabes de qué se trata? Me temo que en este plano no tengo demasiada experiencia para poder explicártelo yo.

¡Oh, Trevor! Compungida y desolada, Claire se echó a los brazos del Senescal. Lloró sin lágrimas. Gimió sin labios. Abrazó sin brazos. Al menos no estaba sola en el Más Allá.

¿Estamos en el Limbo, verdad? Esto no puede ser el Cielo... Claire miró a su alrededor. La sala era la misma. Solo que su cuerpo se desangraba en el umbral de la puerta. No, seguimos en la Hacienda.

Una revelación sacudió su aura. Cristo todopoderoso.

Creo que tenemos una oportunidad para salvar a los demás. Dios no quiere que el Diablo tome la Hacienda. Debemos velar por ellos ... Y seguir nuestro cometido.

La fatalidad de la Muerte había abierto los ojos y la mente de la joven sirvienta. Debía ser como Juana de Arco.

Una nueva forma hectoplásmica se une a las que ya poblaban aquella especie de limbo.

Poco a poco, aquella silueta difusa adquirió el aspecto de la joven Mary Reilly

Vaya... bienvenida, hija mía y... bueno... siento tu pérdida.

Parece ser que los traidores están empezando a acabar con todos. Primero acabaron conmigo, luego con Claire Verte, que fue la primera en unirse, y ahora contigo.

En fin... como sea, aparte de poder hablar por aquí y hacernos algo de compañía, no olvides que tenemos tareas que completar.  Fantasmas o no, nuestra misión sigue siendo mantener esta Hacienda operativa y acelerar así en llegada de Seigneur Gueuse.

Hola a todos! Aquí me hallo, quizás por osada... eso sí, creo que siendo fantasmas nuestras tareas se facilitan un poco, no es así? Que podemos llegar a los lugares sin tanto problema, y ver qué hacen los demás vivos... todavía he de acostumbrarme a esta nueva no-vida!

Clare, quién te mató a tí? Porque a mí, fuiste tú (evidentemente te suplantaron)

Claire se quedó aún más blanca al oír a Mary: 

¿Cómo que fui yo? ¿Cómo que me "sus plantaron"? ¡Ni estí en los jardines!

El halo fantasmal se estremeció. Ella no había sido. 

¡El demonio es Dilaila Merygold! Quiere el Infierno en la Tierra en la Hacienda.... Expliquéselon, mi señor Senescal.

Alguien ha tomado tu identidad, puesto que tú estás muerta. Se ve que Dilaila tiene ese poder de transformarse. Quien me mató a mí tenía tu aspecto, no quería decir que fueses tú. De momento a mí nadie me ha encontrado muerta, así que pueden seguir campando a sus anchas los traidores... Qué desgracia. Me mataron en una zona poco transitada, la estancia C, cuando iba a hacer una misión... a ver si alguien más pasa por allí! ¿Dónde te mataron a tí? Porque tampoco te han encontrado todavía. Nos llevan mucha ventaja.

El senescal parecía algo distraído, como si su esencia estuviera cada vez más en otro mundo que en este. 

¿Eh? Sí, claro. Confirmo. Claire Verte no es una planta, a pesar de su nombre.

Y quién es el Ángel Guardián? Claire, no? Qué misión tiene?

Claire desconocía cómo podía estar haciendo sus tareas por la Hacienda al tiempo que charlaba en el Limbo con el resto de fallecidos de la Hacienda. Ventajas del Más Allá, que podía descansar y laborar al mismo tiempo.

¿Ángel guardián? Me se noto con poderes de ayudar a los demás, si te refieres a eso... Desde que Dilaila me acuchilló en Intendencia.

No morí mucho antes que tú... A lo mejor hay dos diablos merodeando.

Claire se enjuagó unas lágrimas inexistentes en su rostro. Un reflejo de haber estado viva. Aún le dolía haber muerto, era joven y tenía sueños... Al menos, vería pronto a muchos de sus familiares. Pensó en la misión divina que le había sido encomendada para recobrar fuerzas.

Dios nos guía aquí, señorita, debemos acabar las tareas para salvar a la Hacienda y a la Cristiandad. El Diablo ha escogido nuestro hogar para desatar el Apocalipsis.

Debemos apurarnos. El Cielo nos aguarda.

Aunque no podéis hablar con el resto de los siervos, os reunís con todos en el Comedor a ver qué hablan.

Qué puedes hacer como ángel guardián? Qué es eso de ayudar a los demás?

Mary estaba confusa por su nueva situación, aunque entendía que no era del todo mala. Podrían espiar a sus compañeros, tratando de encontrar a los culpables.

Yo estoy haciendo tareas en la parte oeste de la casa, hacia la capilla. Si veo algo sospechoso por allí lo compartiré. Por qué zona estás tú?

Aún no sé qué Don me se ha sido dado... Dios dirá, llegado el momento.

Claire lo desconocía. Más allá de la revelación sufrida al morir, no sabía nada. Pero confiaba en otra intervención divina.

Yo también estaba en la zona Oeste, en las Galerías, antes de venir al Comedor... Siempre llaman al servicio cuando más ocupados o lejos estamos...

El ectoplasma de Claire tembló al ver a Dilaila. Le dolió el aura en la zona de las cuchilladas. ¿Quién te mataría a tí, señorita Mary?

Madame Bavard estaba contigo en la galería, supongo que vio tu cadáver. Pero creo que la reunión la convocó Elisabeth de Gaulle... Para mí que es sospechosa por precipitar esa reunión sin haber encontrado ella ningún cadáver nuestro, a ver qué dice cuando hable. Le doy el beneficio de la duda. A lo.mejor no vio ningún cadáver y reportó que vio a alguien hacer algo sospechoso, como cuando me vieron a mí colarme en el pasadizo. Evidentemente yo no era asesina, claro. Cruzarme con uno de ellos me hizo estar aquí.

 

El Ángel Guardián

El primer Vasallo en morir no se convierte en un fantasma más, sino en el Ángel Guardián.

El Ángel Guardián puede proteger durante 5 fases a cualquier personaje del primer intento de asesinato que un Impostor realice sobre él. Pasado ese tiempo, la protección desaparecerá. Esto quiere decir que si dos Impostores intentan asesinar al personaje en el transcurso de 5 fases desde que el Ángel lo protegiera, el personaje morirá víctima del segundo ataque pero el primero será repelido.

Un intento de asesinato evitado gracias al Angel Guardián sigue activando el tiempo de enfriamiento del Impostor que intentó asesinar incluso aunque el objetivo no muera, por lo que el Impostor que intentó el ataque seguirá teniendo que esperar 13 fases antes de poder volver a intentar asesinar. Además, si esto ocurre, al comienzo de la siguiente deliberación todos los personajes vivos sabrán que el Ángel Guardián ha protegido a alguien, aunque no sabrán a quién ni de quién, ni tampoco cuántas veces ha protegido en ese periodo entre deliberaciones.

Si en el tiempo de 5 fases desde que el Ángel Guardián protegió a un personaje, nadie intenta asesinarlo, su protección desaparece sin consumirse.

Cuando el Ángel Guardián usa su habilidad para proteger a alguien la habilidad no puede volver a ser utilizada hasta que hayan transcurrido 20 fases completas. Al comienzo de la fase 21 desde que el Ángel protegiese, vuelve a tener disponible esta habilidad.

No está mal, habrá que usarlo sabiamente. Quizás más adelante, cuando tengamos sospechosos e inocentes amenazados.

Por lo que escucho del comedor, te encontraron a tí. Deberían darse cuenta de la suplntación, a no ser que Dilaila ahora vuelva a ser ella. Lo tiene más dificil para suplantar a alguien, ahora que todos se están viendo y ya saben quiénes estamos muertos. A pesar de que a mí no me hayn encontrado aún... Ahora que sabemos que Dilaila es una de los traidores, quizás tú o yo podríamos seguirla y vigilarla. Aunque no sirve de mucho, supongo, porque ni a ti te daría mucho tiempo a proteger a su siguiente víctima, ni a mí a hacer nada. Qué endiablada situación!

Los que dicen haberse cruzado conmigo, que yo recuerde así es. De momento parecen estar diciendo todos la verdad, por la cuenta que les trae. Los que han aportado menos datos de dónde y con quién se cruzaron son más sospechosos para mí.