Partida Rol por web

Al olvido los espectros, a Estigia las almas

Capítulo 3: Negociación

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10/05/2021, 23:26
Doug Gibson
- Tiradas (1)

Notas de juego

1 éxito 

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11/05/2021, 00:03
Peter White

Peter desandó el camino hasta el puente en silencio, sumido en sus pensamientos. La advertencia del anacreonte de no contactar con los vivos le dejo preocupado, pues lo que más deseaba era volver al club, hacerle saber a James que seguía allí, y asegurarse de que no la cagara y destruyera lo que habían construido. Eso y ver a su hija. Sintió la tentación de marcharse a ocuparse de sus asuntos, tal como le decía aquella voz insidiosa en su cabeza, pero ahora su problema eran aquellos que gobernaban este mundo que parecía que también tenían el poder de destruir lo que amaba. Eso le hizo tomar la decisión de quedarse junto a los demás, y la pregunta de Doug, le dio una idea. 

-Vayamos al puente, a ver si encontramos alguna pista, y luego busquemos algún lugar en el que se reúnan los muertos. Como nos han dicho en este lado seguimos siendo personas, y seguro que tiene que haber un bar o algo parecido en el que socializar... creo que es la mejor opción para escuchar rumores.

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11/05/2021, 00:04
Peter White
Sólo para el director

-Pues no, es necesario, y los demás no me importan una mierda, pero si tú y yo no hacemos esto también corremos el riesgo de que destruyan el club desde este lado. Así que creo que por un día podemos dejar a James tranquilo, iremos a verle cuando resolvamos esta mierda.

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11/05/2021, 00:17
Narración

Atraídos por la cantidad de fantasmas del Puente de Londres, os dirigís hacia el mismo. El sitio parece atraer una inusual cantidad de Wraiths, como si fuera el mejor reflejo de tiempos antaño olvidados por los vivos. De camino, una mujer con ropas anticuadas, algo que es a partir de este punto la regla y no la excepción, parece observar en vuestra dirección. Sus mejillas sonrojadas, parece estar ataviada para un clima más frío, sólo atina a decir —No... estoy sola. No... estoy sola— y aunque sus ojos apuntan en vuestra dirección, tenéis la impresión de que su mirada os atraviesa y se concentra en el vacío inexistente.

Otro Wraith, pasa a gran velocidad y exclama. —¡A un lado dron!— dice, mientras la empuja. La escena sucede demasiado rápido, el Wraith pasa junto a vosotros sin detallaros, y la mujer continúa caminando robóticamente en otra dirección, sin reaccionar al contacto.

Ya en el Puente, el sitio parece un genuino mercado persa, acompañado de toda suerte de puestos comerciales y tiendas sobre el andén, frente a los edificios torcidos, enormes y fantasmales que se alzan a lado y lado. De los techos salen columnas de humos y las paredes de las estructuras parecen deformarse por un calor inexistente y que parece hacer parte de las bases mismas de aquella construcción*. El bullicio es alto, y caminar es difícil, sin exponerse a salir a la carretera, a la que la mayoría parece evitar.

—¡Lleve aquí sus reliquias! ¡Al menos 3 meses garantizados! ¡Recuerdos y souvenirs!— vocifera un vendedor, que sobre una larga mesa tiene varios objetos que sólo podrían catalogarse como basura. Animales de peluche, diarios con imágenes rosadas de portada, un par de libros e incluso algunos muñecos de acción. El vendedor os observa y sonríe. Tiene un aspecto muy delgado y enfermizo, y unos dientes amarillentos —¡Precios especiales! ¡Todos los días tenemos nuevas reliquias!— dice, tratando de llamar vuestra atención.

—¡Lámparas de fuego de almas! Delicadas y finas. No encontraréis ninguna que ilumine tanto y os defienda de los espectros como éstas.— dice una mujer haciendo competencia, mientras levanta sus manos en las que exhibe dos cortes profundos a la altura de las muñecas. En la mesa en la que está, Hay varios objetos de cristal que emanan colores, son observados por algunos transeúntes.

—Tenemos comida real, mejor que la que encontraréis en el Expreso de Medianoche— grita un hombre barbado desde lo que parece un carro móvil de comidas armado con pedazos de chatarra y madera vieja. —¡Deleitad vuestros corpus con una rica sopa!— ofrece mientras sirve en una copa a una pareja. Está vestido con un delantal blanco muy manchado de sangre, cosa que no parece hacer mella en otros Wraiths caminando por allí. El mercado también es patrullado por soldados enmascarados de la Legión Siniestra, quienes caminan entre los puestos con su logo de la calavera sonriente. 

—Eh tú, cariño...— le dice a Leah un hombre gordinflón de tez oscura que huele a vómito —...Seguro te interesa. Máscaras a la moda de Estigia. Capas también. Guantes si quieres. Todo hecho 100% libre de almas. Sólo plásmidos. Materiales de gran calidad, sin los gemidos... Para ti, ¡con descuento!— dice alegre sin caminar más de unos pasos en vuestra dirección.

—¿Problemas con tu sombra grandulón?— le susurra un chico joven a Doug, hay marcas en su rostro, y sus ojos le examinan de arriba a abajo. Sus manos están muy sucias. Sonríe con bastante seguridad, baja la voz y le susurra —Tenemos los mejores perdonadores del East End, a mitad de precio. Más rápido y menos doloroso. Unos instantes, y estarás tranquilo por varios días...— dice caminando a su lado.

Notas de juego

*Una tirada de Int+Academicismo a dif 8 os podría dar más información. Sólo podéis lanzar si tenéis Academicismo.

De acuerdo a vuestra aproximación, tendréis que dejar una tirada. Como sois relativamente nuevos, no os dejo tirar Callejeo, pero sí que podéis usar otras cosas a vuestra disposición.

  • ¿Queréis interrogar algo forzadamente a ver qué podéis sacar? Manipulación+Persuasión. 
  • ¿Intimidar para que os digan algo? Manipulación+Intimidación.
  • ¿Seguir el juego y tratar de ganaros a alguien? Carisma+Empatía.

Hay varias opciones, pero depende de vosotros. Si no estáis seguros, siempre podéis preguntarme.

También podéis intentar conseguir algo en particular, os he descrito algunos puestos, pero seguro que si queréis haceros con algo, podéis buscarlo (no os garantizo que vayáis a encontrarlo).

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11/05/2021, 16:45
Eric Kutner

Kutner caminaba erguido, despacio y mirando a su alrededor con atención. Aquel mundo era nuevo para ellos, y pensaba que cuanto menos actuaran, más difícil sería que todos se dieran cuenta de quiénes eran los novatos.

Además, aunque hubieran querido adquirir alguna baratija, no tenían dinero. Aquellos mercachifles pasaban mucho tiempo en la calle, y serían una buena fuente de información: pero su experiencia le dictaba que no colaborarían sin obtener nada a cambio, ni tampoco lo harían delante de todo el mundo. Mejor sería seguir adelante, pero... ¿en busca de qué?  El punto que había aportado Doug era bueno: ¿habría bares allí?  Eric veía que había comida, y si había comida, habría bebida también... parecía lógico que hubiera también garitos, y quizá fuera buena idea buscar uno para empezar a preguntar.

La intervención del joven con las manos manchadas hizo que se acercara a Doug y a él.

—Nos han recomendado a alguien para eso, cerca de aquí: Elijah — respondió, también sonriendo y en voz baja — Dime, ¿qué tienen esos Perdonadores tuyos que no tenga él?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Eric intenta ganarse la confianza del Perdonador. 2 éxitos (contando FV).

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11/05/2021, 17:29
Eric Kutner
Sólo para el director

—¿Has oído eso, hijo de puta? — se dijo con una risita — Aquí hay gente que te puede meter en vereda, si te pasas de listo.

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11/05/2021, 19:19
Sombra de Eric

«Si te pasas de listo», se repite en tu mente, con el mismo tono divertido de tu pensamiento anterior, «Aliado o enemigo. Tú decides. Asegúrate de elegir bien, no te pases de listo».

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12/05/2021, 08:38
Leah Veilchenduft

Arrugo el ceño y me quedo mirando hacia el este. En el fondo tiene razón, ni siquiera me he planteado ir a ver si está bien. «¿Y si no está bien? ¿Y si ha muerto y ha venido a parar aquí?», esas preguntas que me planteo sin realmente querer hacerlo me hacen sentirme como la mierda. Vivía mucho mejor teniendo la total certeza que ella estaba viva, y decir vivía podría llegar a ser un eufemismo, he muerto y ahora no sé exactamente como nombrar a mi propia existencia. Realmente eso no tiene ninguna importancia, solo que tengo que evitar que le hagan algo a Dalila y que me metan en la sala de torturas, eso es lo que tengo que hacer.

«Hael...» la llamo. «No sé que es lo correcto, quiero ser mejor o quería serlo», divago, empezando a pensar en mis padres y mi familia. Nada tiene sentido, qué más da como me vean si ya no pueden hacerlo. «No me quedo con ellos por gusto, los estoy utilizando, parecen fuertes y quizás necesito esa fuerza. No conozco este mundo. Y sí, me gustaría ver a mi hermana para saber cómo esta, pero no estoy segura que ahora mismo tenga tiempo o pueda hacerlo».

«¿No tenía que ser útil? Eso es lo que intento para que no me torturen y me conviertan en unos zapatos o a saber qué».

- Tiradas (2)
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12/05/2021, 09:24
Leah Veilchenduft

Arrugo el ceño y me quedo mirando hacia el este. Sacudo la cabeza y sigo caminando, me siento bastante perdida, pero la sensación no creo que me venga por no saber a dónde ir, sino porque se me presentan dos opciones y me resulta demasiado difícil elegir solo una. A medida que avanzamos me doy cuenta de que este lugar es lo más parecido a un centro comercial, o tal vez, se parezca más a los mercados que aparecen en las películas, pero da igual a qué se parezca más, el caso es que posiblemente encontremos gente dispuesta a hablar sobre sus productos y, desde ahí, podamos intentar hilar con algo más.

Mis ojos van mirando a un lado y a otro, observando los distintos puestos que van anunciando sus diversas mercancías como si de la mejor ganga se tratara. «¿Reliquias?» me pregunto, deteniéndome a observar uno de los animales de peluche de los que dispone en su puesto. Aquí parece que intentan venderte cualquier cosa. Sin embargo, un claro recuerdo aparece en mi mente, el de un osito de peluche vestido de aviador que ha estado a mi lado durante casi toda mi vida; en la estantería atento a todo lo que ocurría en mi habitación y de más pequeña, en mi cama, velando mi sueño y preparado para salir volando a por mí, incluso recuerdo haberlo cogido alguna vez —ya siendo más mayor— cuando he estado triste, aunque no tuviera ningún sentido su compañía, simplemente su tacto siempre ha sido agradable. Sonrió un poco, pero enseguida doy una sacudida de cabeza y vuelvo a poner los pies en el suelo. Sé dónde estoy y no es en casa. 

Sigo paseando. Las lámparas, aunque curiosas y llamativas, no creo que sirvan para ahuyentar nada de nada, sino las habrían llevado los soldados; y la comida, eso si que no tiene ningún sentido, «¿por qué le llamarán a eso comida?»

Entonces, oigo como me llaman a mí y después de llevarme la mano al pecho y mirar a los lados dudosa, porque lo más evidente es que se haya confundido, hago una mueca y me acerco a él.

Pues sí, creo que sí —admito tras escuchar todo lo que dice—. Estaba buscando una máscara, por ir a la moda. Me gustaría una que exagere mis facciones, como si tuviera una nariz de bruja. —Acompaño mi frase con un gesto de mi mano que emula alargar mi propia nariz—. Y pómulos prominentes, ¿tendría algo así? Quizás también alguna capa negra por ir a juego con las sombras que hay por todas partes y con eso y un sombrero con forma triangular podría presentarme al… —Me detengo a pensar a dónde y solo me viene ideas absurdas, tan absurdas como comerse un trozo de metal—. Al baile de graduación, claro. ¿Tienes algo de lo que busco? Es que parece que tiene que venderse genial, sobre todo con alguien tan majo como usted, ¡qué hace descuentos y todo!

«Menuda imbécil debo parecer», me digo, haciendo un esfuerzo por no rodar los ojos y evidenciar lo poco que valgo para todo esto.

- Tiradas (1)
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12/05/2021, 21:05
Doug Gibson

Doug estaba observando el ajetreo de la plaza cuando un chaval se le acercó, con las formas de un vulgar camello. Los dos se miraron de arriba abajo unos segundos, y justo cuando iba a mandarle a paseo, Eric apareció listo para tirarle de la lengua. Incómodo por tenerle tan cerca, Doug exhaló un resoplido y se apartó unos pasos, como asqueado. Era como tener una mosca encima: las ganas de aplastarla de un manotazo eran casi irresistibles.

Mientras se recomponía, una pareja de patrulleros atrapó su atención. Lentamente y sin darse cuenta, el grandullón se fue separando de los demás, siguiendo sus pasos, como si los de la Legión Siniestra le volvieran a tener encadenado. Cuando pasó al lado de Peter le dio un manotazo, para ver si se animaba a echarle un cable, y entonces llamó a la parejita.

—Eh, eh. ¿Conocéis a Frank? Tenéis que conocerle, es de vuestra Legión. Un capullo gordo, se cree muy gracioso —y se calló, a la espera de que le respondieran, se le ocurriera algo que decir o Pete lo hiciera por él.  

Notas de juego

Peter, échame un cable que como tire sociales lo más probable es que nos muramos todos otra vez XD

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12/05/2021, 22:51
Peter White

La actividad del puente le atrapó al instante. Empezaba a pensar que aquella vida después de la muerte tal vez no fuera tan mala. Más allá de los soldados, las almas forjadas y las cadenas la muerte bullía con vitalidad. Le recordaba a sus viajes por el mundo, en los que todo era nuevo, y recorrió el camino mirando los edificios, los puestos y a la gente con fascinación.

Se fijó en Leah, que le preguntaba al tendero justo por el outfitt que llevaba el marqués, chica lista, esperaba que sacara algo... el poli pareció olvidar lo que le les había llevado allí, y preguntó al Perdonador. ¿Tendría problemas con su sombra? La suya era una voz molesta, aunque acertaba al decirle lo que deseaba oír... pero no pensaba que necesitara ayuda con ella, al menos de momento... 

Siguió mirando los puestos pensando en qué hacer, cuando Doug llamó su atención. Se acercó a donde estaba fingiendo que se interesaba por una cosa u otra, pero sin quitarle el ojo de encima, esperando ver la reacción de los guardas para acudir en su ayuda con su armas más poderosas, su labia y su carisma.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Jajaja, ahí voy, pero me espero a ver qué te dicen para acudir al rescate.

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13/05/2021, 00:15
Doug Gibson

Doug observó de reojo a Peter revoloteando a su alrededor sin decir nada, por lo que decidió seguir él solo. No tenía ninguna labia, sino todo lo contrario, pero por suerte para él su apariencia no era tanto un problema allí, donde todo el mundo llevaba puesta su causa de muerte. 

«¿Cómo era...? O... ¿Ópalos? No... Era...»

—El muy cabrón me debe unos cuantos óvalos

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro Persuasión 

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13/05/2021, 00:23
Bull
Sólo para el director

Notas de juego

Gasto 1 punto de Angustia para hacerle Aura de corrupción a mi psique. 

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13/05/2021, 02:05
Narración

Ves como tus compañeros cada uno decide enfrentarse de forma diferente al mercado, y os separáis apenas un poco. Leah es llevada al puesto del vendedor regordete a unos metros más allí, y Doug y Peter deciden hablar con un par de soldados. El chico de las manos sucias, quien en principio se había fijado en el expresidiario, te examina ahora y sonríe. Luego, tras pensarlo unos instantes, hace un gesto de desagrado y niega con fuerza.

—Demasiado caro. Cobra mucho y tarda mucho, no vale la pena, señor— dice el muchacho mientras baja la voz, para que sólo tú puedas oírle. —Nuestros perdonadores trabajan en una fracción del tiempo. En un abrir y cerrar de ojos. Mire, le diré algo señor... le diré algo, sin costo alguno. De cortesía...— dice mirando a lado y lado. —Usted lo está necesitando. Muchos deciden esperar, pero cuando menos lo piense, ¡BAM!— dice levantando la voz y chocando su puño izquierdo contra su palma derecha. —Estará usted de copiloto. Créame. Por hoy, incluso, mi jefe me deja negociar un precio especial con rebaja. Dos visitas, por el precio de una. Cuando usted lo desee— dice convincente y con la labia de un vendedor experimentado en el cuerpo aparente de un adolescente que seguro llevaba más tiempo de muerto que tú en la Tierra de las Sombras.

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13/05/2021, 02:27
Narración

—Ah, ¡una máscara con nariz grande!— dice el hombre regordete y sonríe, mientras te toma bruscamente del brazo y te lleva unos pasos más allá a su puesto. De cerca, el olor es aún más desagradable. Atrás se queda Eric, Doug y Peter, cada uno preguntando cosas. —Sí, tenemos varias, así como la describes. Mira linda, mira— dice señalando una mesa, y una señora delgada como un esqueleto y una sonrisa como una calavera, se levanta como un resorte, te sonríe y rápidamente toma lo que los dedos hinchados del vendedor le indican.

Levanta primero una máscara en un material blanquecino, una máscara con una nariz larga y ganchuda y dos agujeros opacos para los ojos, como las que usaban los médicos de la peste en la época medieval. —Muy populares entre la Legión Descarnada. Están muy a la moda.— dice.  Sobre la mesa hay varias máscaras dispuestas, algunas lisas y sin facciones y otras con aires africanos y japoneses, sin embargo, ninguna se parecía en realidad a la máscara de Polichinela del Marqués, e incluso, ninguna con aire de carnaval veneciano. El vendedor luego señala una percha rodante con diferentes telas de colores. —También capas negras, muy finas, casi no sientes la diferencia. Pasa, pasa— le dice a la mujer, quien reacciona y señala varias, antes de tomar la negra, y el vendedor la arrebata para ponértela en frente y dejar que la toques. —No gime, es muy suave, muy tersa. Negra como las sombras sí.— explica con cierto orgullo. —No está hecha con el alma de nadie, ¿eh? Ni siquiera con la de un espectro. Se nota la diferencia, es mejor llevar cosas que sabes que no fueron una persona antes.— dice sonriente.

—El sombrero. Tenemos este, muy adornado, muy popular— dice, señalando uno de ala grande con lo que parece una pluma roja, que seguro usaría un mosquetero sin mayor lío. —El estilo muy decorado está de nuevo in. El que describes es demasiado común, demasiado plebeyo. Una chica linda como tú se vería mejor con algo así. O una tiara, sí. Pero si lo que quieres es el sombrero, lo podemos moliar y en unos dos o tres días lo tendríamos listo— ofrece.

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13/05/2021, 03:11
Soldado de la Legion Siniestra

Eric se entretuvo con el vendedor joven, Leah fue casi que llevada al puesto del otro vendedor y vosotros decidís encarar a una pareja de enmascarados de la Legión Siniestra. Ambos escuchan y se giran ante las palabras de Doug. Los soldados se detuvieron un momento. Los ojos a través de sus máscaras se fijaron en Doug en primera instancia. —¿Qué has dicho...?— y su voz sonó divertida pero algo lo detuvo en seco. Ambos se llevaron la mano al cinto mirando al grandote y por un momento dudaron. —A nosotros no nos metas en tus deudas. Si tienes un lío, llévalo con un Monitor.— responde finalmente, y su voz demuestra una abierta hostilidad que se desvaneció casi de inmediato. El otro le da un sutil codazo y asiente y se quedan mirándote muy fijamente.

—¿Qué dices que vas a hacer cuando encuentres a este Frank que dices que está con nosotros?— pregunta el otro enmascarado, su voz es más femenina, pero aquello parece tener una doble intención. Ambos parecen mosqueados de alguna manera, y de estar relajados y casi ajenos a lo que ocurría alrededor, parecía que se habían ensañado con el expresidiario durante este preciso instante. Quizás habíais violado algún código de conducta o a lo mejor les habíais faltado al respeto, pero claro estaba que toda la conversación había comenzado con el pie izquierdo.

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13/05/2021, 03:19
Narración

Algo había cambiado de forma sutil pero influyente en Doug. Normalmente su corpulencia y su cara de pocos amigos le dan un aire intimidante, pero de alguna manera esas características parecían haberse pronunciado hasta volverse realmente desagradable. Quizás eran sus músculos hinchados, o su mirada con un tinte de violencia difícil de ocultar, a lo mejor era el tono rasposo de su voz... no estabas seguro del qué, pero ciertamente no te sentías muy cómodo a su lado. Era como estar junto a un perro rabioso sin bozal y sin la certeza de que no te iba a atacar si su humor cambiaba intempestivamente para mal.

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13/05/2021, 03:22
Bull

«Estos cabrones de mierda, ¿ves cómo te miran? Se creen que eres marica, seguro. Se creen que estás liado con el afeminado de Peter, joder. Deberías reventarles los dientes para que aprendan a no mirarte así como si fueras bujarra». 

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13/05/2021, 21:59
Eric Kutner

Eric sonrió: tenía al muchacho justo donde quería.

—Ya, es como el dentista. Pospones ir porque es caro, y cuando por fin te decides la factura es mucho peor, ¿no?

Miró cómo se alejaban sus compañeros. No le gustaba que se dispersasen, pero era la forma más eficaz de buscar información... siempre que Doug no decidiera liarla, claro.

—El caso es que me da un poco de miedo eso... ya sabes, lo de "quedarme de copiloto". Tiene que ser jodido, ¿no crees?  — y, bajando la voz, añadió — Cuando me cosecharon, un legionario mencionó que eso es lo que le pasó a ese... ¿cómo le llaman? ¿"Marqués"?  Que perdió el control, y ahora es su Sombra la que está al mando. ¿Tú que opinas, chaval?

Se había acercado para hablar con el joven.

—Tu jefe tiene suerte: tienes buen ojo. Si me dices cómo encontrarle, le diré que voy de tu parte... en cuanto tenga dinero para pagarle, claro.

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14/05/2021, 12:04
Leah Veilchenduft

En el momento que toma mi brazo, siento que son demasiadas confianzas y que no me deja nada de espacio para mí. Podía ir yo sola, pero no sé si resistirme o si no, necesito que suelte lo que tenga que soltar, si es que puede ayudarme. También veo que me separa de los demás, eso no puede ser una buena idea. Miro hacia ellos tres y solo espero que estén al tanto de lo que pasa antes de adentrarme finalmente en el puesto del tendero. Estoy intranquila, aquí todos son gente rara. 

Noto ese olor desagradable. «¿La gente termina acostumbrándose a esto?», me pregunto asqueada mientras intento conservar la misma cara de interés que he puesto instantes antes. La gente, los fantasmas, los wraiths dan un mal rollo que flipas, pero creo que yo debo dar esa misma sensación, lo que aún no me he mirado al espejo y simplemente estoy viendo este mundo a través de los ojos de los que todavía viven. «Te toca cambiar, Leah», me aconsejo a mi misma antes de volver a centrarme en esa nueva realidad.

Observo la máscara que me muestra.

La Legión Descarnada. Esa no la conozco —admito, apuntándome el dato para mi misma. «El Marqués» puede haber pertenecido a la Legión Descarnada, pero no son exactamente iguales, solo es una posibilidad. Que cada legión se identifique por un tipo de máscara y la suya nos conduzca a una legión, ya sea la Descarnada, la Sonriente, la Apacible o la Molesta. La que sea.

Luego, acerco mi mano para acariciar esa capa que me tiende y fuerzo una sonrisa cordial.

No gime, claro que no. Algo importantísimo en una capa. —Ni me hubiera imaginado esa posibilidad segundos antes, pero ahora, y tras su breve explicación sobre los productos que se hacen a partir de personas, me doy cuenta de lo horripilante que es esta sociedad de los muertos. Todos aquellos que no son útiles deben ser castigados y convertidos en bienes para el Imperio. Asqueroso, terrorífico. —Sí, es mucho mejor, de otra forma sería como llevar pieles o algo así. ¿Cómo se sabe si algo está hecho con el alma de alguien? —pregunto, por curiosidad y por si es útil. Nunca se sabe.

Cuando señala el sombrero, acerco la mano para tocar la pluma para apreciar cómo se siente. «¿Será igual?», me pregunto un instante antes de tocarla.

Plebeyo, lo entiendo, yo tampoco quiero parecer una plebeya —digo, siguiéndole la corriente—. ¿Qué más hacen los plebeyos? ¿Se reúnen en algún sitio al que no deba ir? —Ha dicho demasiado común, por lo que no tengo demasiadas esperanzas—. ¿Y qué es moliar? ¿Es un trabajo de confección?