Partida Rol por web

Calixto nos llevó por diferentes calles hasta ver la Boa.

-Se están preparando para la guerra. Por lo que sabemos, Tres Ríos apoya a Puerta del Dragón porque creen que serían más fáciles de gobernar que Nueva Alejandría. Tal vez se hayan cansado de esperar y prefieran debilitar a uno de los dos bandos. 

Me detuve un momento antes de proseguir.

-Por lo que escuché en el interior, cuando nos tenían retenidos, el general cree que la regente es solo una marioneta. Me dio la sensación de que ella no pintaba nada en todo esto. Tenemos bastante claro que el arca fue saboteada de forma intencional. Puede que fuera el grandullón para que Puerta del Dragón no tuviera esa herramienta contra Nueva Alejandría. Y una vez esté debilitada por la guerra, hacerse ellos mismos con el control del Arca. 

-Eso es... un desastre- la máscara tranquila del hombre se torció en una mueca de espanto incontrolable, os apartó un poco de la vista pública y bajó el volumen para evitar oídos indiscretos- Las cosas aquí no están nada bien: muchos Perfectos están pensando quitarle el apoyo a Regente Milla por considerarla... blanda con los humanos. Pero sin Tres Ríos para equilibrar las cosas... o con el soldado de plomo al mando... Esto es muy serio, y deberéis andar con mucho cuidado.

-Aparte está el hombre-payaso. ¿Sabías que eso era SU CARA? Casi mata a tres cortesanas cuando se enteraron.  Apenas habla fuera de las reuniones privadas con la Regente, y cuando ha estado ausente apenas salía de sus aposentos. Es un hombre extraño, que estoy seguro que no trama nada bueno. Que las Islas de Cristal estén aquí, tal y como están las cosas, es muy mala señal... Parte de mi trabajo consiste en saberlo todo, de todo el mundo; pero ese hombre es un verdadero misterio, y eso no me gusta.

-Os alojaréis esta noche en el hostal de uno de mis contactos- anuncia finalmente- Mientras decidís vuestro siguiente paso, quiero que estéis tan cómodos como sea posible. Puede que el amigo de ojos raros sea nativo de nuestra ciudad; si, no me engañas, como ya he dicho, lo se todo de todo el mundo. Eres el agente de Diabolo, todo el mundo te tiene miedo.-mira con cierto recelo a Virgilio, pero su voz no tiene ni una gota de ira o rencor, es casi como si le resultara divertido- Pero espero que un pequeño tour por los rincones más interesantes de la ciudad os ayude a decidir vuestro próximo destino. Siguiente parada, Seda Blanca.

-Y mientras llegamos- Calixto se engancha del brazo de Iria e intenta alejarla un poco del resto del grupo, pero no demasiado- Quiero que me cuentes todo lo que has echo durante estos días.

El resto del día lo pasáis contemplando el lado menos turístico y más decadente de la ciudad. Aspirantes a artistas que hablan sin tener ni idea de lo que están diciendo mientras la aristocracia más aburrida se deleita con auténticas aberraciones para los sentidos; un lugar de comida donde, en lugar de platos, os dan a elegir una joven muchacha para que sirva de plato para unas delicados aperitivos (bastante buenos) mientras un castrati interpreta una delicada pieza de ópera; intenta arrastraros a un par de burdeles, pero al darse cuenta de la edad de Lyra decide que es mejor cobrarse un par de sobornos para llevaros a una de las zonas más altas de la ciudad, desde donde se puede observar la inmensidad del lugar, lejos del ruido y de la gente. Solo con el sonido del viento y del mar de telón de fondo mientras los últimos rayos del día dan paso a la oscuridad. Ni siquiera Virgilio había conocido esas partes de la ciudad, y la verdad era que le resultaba curioso y le hizo querer un poco más su ciudad.

Por la noche, os lleva al hostal de su contacto, un hombre grande de piel oscura sin pelo en la cabeza y unos intensos ojos negros. El hombre tiene un trato exquisito con vosotros y os encuentras unas cuidadas habitaciones individuales, aunque para ello os reserva la planta completa.

-Espero que hayáis disfrutado- Calixto se despide efusivamente de cada uno de vosotros, unos con abrazos, otros simplemente estrechándoos la mano- Si queréis salir de la ciudad, os preparé unas balizas diplomáticas que dejaré en recepción cuando estén listas. Estoy seguro que un espíritu inquieto como Iria no se quedará en este sitio demasiado tiempo, y si podéis, encontrar pruebas de que el Arca fue saboteada por Lord Chanatos... eso hundiría todos sus planes.

La hora de la cena es un momento realmente tranquilo, tenéis una sala común en la planta donde estáis alojados que ha sido preparada para vuestra visita, y aunque la comida que os sirven parece deliciosa, la verdad es que no os cabe más comida en el estómago. El día ha pasado volando, y aunque estáis algo cansados, os dais cuenta de que es un buen momento para discutir sobre que hacer a continuación.

-Sinceramente, creo que es muy pronto para concluir cuáles son los verdaderos propósitos de Chanatos... o de quien quiera que maneje los hilos -reflexiona ante las palabras del cortesano-. Creedme; cualquier advertencia que pueda haceros al respecto de Máscara de Sombras (pues así se hacía llamar cuando lo conocí en Islas de Cristal) se queda corta. Por lo que decís, no me cabe duda de que la Regente es, con toda seguridad, una marioneta, pero es muy posible que nuestro fornido general sea otra.

-En cualquier caso -prosigue-, parece bastante verosímil que fuera él quien saboteó el Arca, aunque no podemos afirmarlo con rotundidad. Por otro lado, no termino de entender el papel de Arcturus en todo esto. Se supone que tiene un acuerdo con Chanatos para construir otro Arca para Tres Ríos, ¿no es así?

-Estoy seguro de que un hombre como vos es plenamente consciente del riego que estamos asumiendo al haceros partícipe de esta información, y de que estamos al corriente de ella -añade con una inclinación de cabeza-. De vuestras palabras colijo que sois partidario de la Regente, y que la tanto la calidad como la propia esperanza de vida de los humanos de la región disminuirían ostensiblemente si Chanatos se hace con el poder. Por lo poco que he podido interactuar con él, he de decir que no me sorprende. Si es así, creo que todos estamos en el mismo bando.

A pesar de que estas palabras eran sinceras, Luthor echa un vistazo a la estancia donde se encuentran antes de discutir con sus compañeros (y, dependiendo de la respuesta del noble, a lo mejor incluso sugiere buscar un lugar más discreto).

-No soy Partidario de ningún Perfecto. Soy Partidario del pueblo. Si las cosas van bien para la ciudad, la gente es feliz, y gasta dinero. Eso es bueno para mí. Si hay guerra, muy pocos salen ganando, hay hambres, levantamientos, crispación. Eso es malo. Hasta ahora, la Regente ha echo el más exquisito de los trabajos manteniendo la ciudad apartada de esta absurda guerra, y espero que siga así.- se toma un momento para meditar sus siguiente palabras- No quería llegar a esto, pero igual es prudente que veáis una cosa más. Mañana por la mañana reuniros conmigo en la entrada del Quinto Distrito.

-Si realmente Maese Arcturus ha echo un pacto para proporcionar un Arca a la ciudad, eso explicaría porque están preparando las tropas. Finalmente Tres Ríos se alzaría contra Nueva Alexandria. Eso es muy malo. Nueva Alexandria dispone de un ejército poderoso, y en caso de ataque, sería nuestra ciudad la que pagaría las consecuencias... 

Luthor asiente a las palabras de Calixto. ¡Lástima que tan juicioso criterio de gobernanza se reduzca, las más veces, a una mera declaración de principios y buenos deseos! Ingenuo o mentiroso, no tiene sentido entablar una discusión con él al respecto y arriesgarse a perder un posible aliado. Es demasiado pronto para encajar las piezas del rompecabezas, pero los preparativos para la guerra son una de ellas, y está ansioso por averiguar cuál les muestra mañana.

-¿Qué sabemos del Quinto Distrito? -pregunta, una vez se han quedado solos-. Según tengo entendido, se trata de un barrio humilde. ¿Es posible que nuestro amigo esté envuelto en algún tipo de organización clandestina?

Aunque no se dirige a nadie en particular, cabría esperar que Virgilio esté más al tanto de los asuntos de la ciudad. Sin embargo, Iria parecía conocer al noble:

-¿Quién es esta persona? ¿Qué es esa insignia que debía entregarte? ¿Sabes por qué, supuestamente, nos ayuda?

Todavía quedan muchas interrogantes que despejar, sobre todo en cuanto a las motiviaciones de cada persona o facción.

-Por más vueltas que le doy -piensa en voz alta-, no logro elucubrar una explicación coherente de por qué ni para qué nos capturaron. ¿Tal vez, simplemente, quitarnos de la circulación?

-Tú tienes contactos en Puerta Dragón, ¿verdad? -pregunta a Iria-. La tal Aurelia, por ejemplo, ¿no?

Casi había olvidado el mensajero alado. Mencionaba algo de que Arcturus acudía con frecuencia a algún sitio, pero ahora mismo no es capaz de recordar exactamente dónde.

-¿Podrías ponerte en contacto con ella y pedirle que por favor averigüe qué se dice de nosotros en la ciudad? Alguna noticia tendrá que haberles llegado, ¿no? Aparte de eso, ¿ha tenido lugar cualquier otro incidente digno de mencion?

Nada parecía ir bien, aunque al menos podíamos disfrutar de un pequeño momento de respiro.

Mientras nos dirigíamos a otro sitio le conté a Calixto lo que había sido mi vida desde que nos separamos: le hablé de la pequeña misión en las minas o cuando derribamos al guardián de las montañas. Dado que estábamos caminando por la zona, y que todo podía estar lleno de oídos indiscretos, no comenté nada del arca y de nuestra misión.

Una vez solos, escuché las preguntas de mi compañero:

-Calixto y yo somos amigos. Venía a menudo a Ash Tree y hablábamos mucho, aunque siempre fue muy discreto con su vida privada y sobre su profesión. -Tras eso le señalo el emblema que llevo en la solapa-. Se refería a esta insignia. Es la que me identifica como embajadora. E imagino que nos ayuda, por un lado porque somos amigos, y por otro porque no le debe gustar que su país empiece una guerra. Las guerras nunca son buenas para nadie... Solo para los que mandan...

Me detuve un momento antes de seguir.

-Podría mandarla un mensaje a Aurelia. Aunque más que para preguntar cómo están las cosas por allí, creo que sería mejor informar de nuestra situación. Sobre por qué nos sacaron del Arca, se me ocurre pensar que, sin un arma de ese calibre en funcionamiento, Puerta del Dragón podría verse "obligada" a pedir ayuda, por ejemplo a Tres Ríos, para vencer a Nueva Alejandría. Y, como pago por esta ayuda, que les propongan proporcionarles un Arca para ellos. ¿Suena muy descabellado? 

Miré tanto a Verith como a nuestor nuevo compañero, Virgilio:

-¿Qué opináis?

-Si el Arca es en realidad un arma, Maese Arcturus ha mentido- Dama Verith intentó calibrar las opciones que tenían- Aunque no es del todo descabellado, dado lo que hemos visto. La han vendido como una ventaja para las ciudades, algo que salvaría muchas vidas y nos las haría más cómoda a todos. La guerra empezó porque se suponía que Puerta Dragón tendría una gran ventaja en el desarrollo tecno-mágico de Sin Fin, lo que dejaría a Nueva Alexandria una vez más a la cola de las ciudades del continente; a fin de cuentas, ¿Qué pueden ofrecer ellos? Y si las Islas de Cristal se hacen con ese arma... Pero necesitamos pruebas. Soy una Perfecta ,mi palabra es ley, pero sin nada que las sustente es mi palabra contra la de Maese Arcturus. El Consejo no estaba de acuerdo con la guerra, así que si demostramos que el Arca es un arma, perderá su puesto y se podría negociar un tratado con Nueva Alexandria.

-Por lo poco que sabemos -se encoge de hombros-, cualquier teoría medianamente razonable podría tener sentido. Si Arcturus no quisiera que nosotros descubriéramos algo (que el Arca es un arma, que el diseño tiene un defecto gravísimo, que simplemente es un timo, o vaya usted a saber qué), podría haberle encargado a Chanatos que nos sacase discretamente de allí. La cuestión, entonces, sería por qué nos envió en primer lugar (¿para cubrir las apariencias delante del Consejo?) y por qué no nos han tirado al mar durante el viaje.

-En ese sentido, informar de que hemos sido capturados por las fuerzas de Tres Ríos y liberados en su capital me parece una buena idea. Aunque no podamos sacar conclusiones, este hecho puede hacer saltar las alarmas de que algo raro está pasando, aunque no podamos precisar qué. La decisión en este caso es ¿a quién debemos informar? ¿Debería tu amiga filtrar la noticia a la prensa?

-De momento, todo esto no son más que elucubraciones -prosigue-. Me parece bastante plausible que el Arca pueda ser utilizada como arma: cualquier fuente de magienergía lo es. Cuanto más potente, más destructiva. No hace falta ser ingeniero ni mago para llegar a esa conclusión. Sin embargo, no solo carecemos de pruebas sino que, de hecho, es una mera conjetura que nos hemos sacado de la manga a partir de unos pocos indicios dispersos. No creo que el Consejo (suponiendo que no esté al corriente de todo) nos tomase demasiado en serio si les vamos con una acusación tan poco sólida.

-Me tienta la idea de agitar el avispero a través de rumores, pero no es fácil predecir si eso facilitaría nuestra investigación (la ciudadanía estaría pendiente de escuchar el dictamen de la comisión, y por lo tanto no habría forma de quitarnos de en medio discretamente) o la entorpecería (las personas o grupos involucrados sentirían la suficiente presión como para que la discreción no fuera una de sus mayores preocupaciones).

-Por otro lado -continúa, mientras pasea por la habitación-, si el Arca tuviese un propósito distinto a los nobles ideales bajo los que se aprobó su construcción, la posibilidad del sabotaje interno cobrar algo de valor. Incluso sin llegar a tal extremo, quizá sería posible encontrar voces críticas dentro del equipo de trabajo dispuestas a testificar ante el Consejo...

 -Hmph... -durante gran parte de la conversación, el pelirrojo se reservaría la palabra para escuchar y pensar, meditando sobre cada detalle y posibilidad que se iba comentando al aire en la privacidad de aquel lugar que les habían reservado, un gran trabajo por parte del amigo de Iria. -. Todo parece apuntar a que entre perfectos se están jugando su propia guerra... ¿Pero exactamente por qué...? -con esa mirada característica suya, buscaría la opinión del grupo. -. Creo que ya todos sabemos que el Arca no es lo que dice ser, y damos por hecho que es un arma... ¿Pero y si su motivo real es otro...? Sabemos que Chanatos desea alzarse con el poder para tomar las decisiones, y dudo que cuente sus planes detalladamente a Maese Arcturus, ni que siga sus ordenes al pie de la letra... ¿Y si es lo que Lord Chanatos quiere? Que se corra la voz sobre los secretos del arca, que la gente desconfíe de Maese Arcturus, y que finalmente su reputación quede manchada y pierda su puesto en el mando... Obviamente Chanatos tendría mucho que explicar también, pero si se las arregla para hacer parecer que fue uno de los cuales buscó revelar la verdad del arca, y no usarla en su beneficio, podría conseguir exactamente lo que quiere... -Virgilio se cruzo de brazos, cerrando los ojos momentáneamente. -. La idea de destruir el arca parece la más sensata, y hasta dejar que el sabotaje se lleve a cabo suena a un buen plan, pero la manera en la que se haga puede marcar un cambio en el punto de vista del consejo y la ciudad... Si el arca se destruye o sabotea sin que se sepa su verdadero fin, las personas pensarán que alguien saboteo uno de los bienes más nobles de la ciudad, y se lo tomarán como una declaración de guerra, lo que impulsará los planes de Chanatos de llevar a Tres Rios a la batalla... -volviendo a abrir los ojos, el hombre mantendría su mirada perdida, viendo hacia ninguna parte en particular. -. El mejor resultado para Tres Rios será el que revelé no solo los fines del arca, sino los verdaderos responsables detrás de él y sus objetivos personales con todo el proyecto.

-Estoy de acuerdo -asiente-. Solo que yo incluiría a Máscara de Sombras en la lista de Perfectos involucrados...

 -Me temo que no lo conozco lo suficiente para saber cual es su plan, y por lo que se tú ni ningún otro tampoco lo sabe... Ciertamente es alguien que tendremos que tener en cuenta, siendo que el Arca, Arcturus y Chanatos seguramente solo sean el principio de todo, pero no podemos adelantarnos a alguien como él, no por ahora... -opinó Virgilio sobre Mascara de Sombras.

Tras una noche tranquila durmiendo en un colchón bastante cómodo amanecéis con las campanas de la torre de la Plaza Blanca. Una bonita forma de despertar a toda la ciudad, aunque resulte un poco molesta. Cuando bajáis a la planta principal, el hombre que os estaba acogiendo ya tiene preparado un buen desayuno, no excesivo, pero si bastante suculento.

Virgilio apenas tarda una hora en reunirse con vosotros, y un poco más tarde se une al grupo Calixto, que está tan sonriente como siempre; os saluda uno a uno y coge algo de bollería para el camino con uno modales refinados.

Vuestra primera parada es en la orfebrería, donde vuestras armas están listas para ser usadas. El cambio es apenas notable, se ha añadido una anilla encantada a la empuñadura de la espada de Iria y una similar al pomo de la espada de Luthor. Como es habitual, el ayudante del orfebre es quien os atiende, haciéndoos sentir los mejores y más apreciados clientes que han pasado por el lugar. Acto seguido, os dirigís al Quinto Distrito.

-Hay una cosa que os tengo que decir- Dama Verith había permanecido callada durante toda la noche y durante el desayuno, como si estuviera rumiando alguna idea en su cabeza- Si Tres Ríos va a ir a la guerra, debería hacer algo para evitar cuantas muertes me sea posible. Tengo... aliados en la ciudad que nos pueden ayudar, minimizar el número de bajas en caso de guerra. Y de paso investigar ciertos temas personales. Nuestros caminos se deben separar aquí por el momento.- Se nota que intenta mantenerse firme y lo más neutral que la es posible, pero sus ojos a punto de romper a llorar la delatan- Luthor y Lyra deberían seguir con vosotros; mis amigos son bastante recelosos con las visitas. Y si podéis averiguar cuanto sea posible sobre el Arca, mucho mejor- Dama Verith da un fuerte abrazo a Iria, resulta cálido y maternal, aunque lo que susurra es más una amenaza velada- Dejo a mis humanos en tus manos; si les sucede algo, te lo haré pagar.

La despedida se prolonga durante lo que os parece una eternidad. Habéis viajado mucho tiempo juntos, habéis compartido buenos y malos momentos, y aunque sabéis que no es un "adiós" sino un "hasta pronto" eso no hace que duela menos.

Además, Deus se encarga personalmente de que siempre tengáis una impronta psíquica de la Perfecta en vuestras mentes.

El Quinto Distrito está separado del resto de la ciudad por lo que hace muchos años debió ser una muralla, pero que con el tiempo y el desuso se ha convertido en el blanco de actos vandálicos, saqueos de material pétreo y solo queda un vago recuerdo de la barrera que separaba los barrios.

Más allá la imagen no es mucho mejor.

Apenas podéis reconstruir en vuestras mentes lo que debió ser un barrio próspero en vida, con estructuras no demasiado altas de una arquitectura de lo más variopinta. Aún se conservan en pie algunas estructuras con motivos florales o exquisitos bajorrelieves, pero la mayoría de las estructuras son poco menos que chabolas que apenas sirven de refugio contra las inclemencias del tiempo. Las vistas de la costa son bastante espectaculares, y el distrito ni siquiera tiene un acceso directo al mar; una pared vertical de quince metros separa el barrio más pobre de una muerte segura contra las piedras afiladas del fondo.

A esas horas de la mañana el personal de mantenimiento están haciendo cuanto pueden por mantener el sitio en condiciones aceptables. Lo que en otros tiempos fueran calles estrechas ahora son rincones donde acumular la basura, o donde la naturaleza ha reclamado de nuevo su territorio con hiedra y mala hierba. El estado de dejadez del sitio es bastante más que evidente, pero hay algo que os llama poderosamente la atención.

La gente.

Incluso habiéndolo perdido todo, incluso teniendo que subsistir entre los restos, incluso teniendo que conformarse con las migajas de Tres Ríos... Son felices.

Podéis sentir ese aire de concordia y harmonía del barrio. Los vecinos se saludan por su nombre con una sonrisa sincera, comparten alegres chascarrillos y alguna que otra queja, que resulta más una broma que una molestia real. Los niños corren por las calles sin preocuparse de nada más que de disfrutar de su infancia, con un aire despreocupado como si no vivieran entre ruinas.

Apenas dais unos pasos dentro del Quinto Distrito y os llama la atención lo que en otro tiempo debió ser un templo a deidades ya olvidadas; casi todas las paredes son ruinas, y solo queda en pie un enorme mural con criaturas multicolores de toda suerte de formas y capacidades elementales, rematados con un rosetón de múltiples colores cuya luz incide directamente sobre un hermoso macizo de flores que crece alegremente en el centro del templo. El verde de la hierba hace juego con el azul intenso del las flores que desprenden un aroma peculiar y sus estambres están dotados de una extraña luminiscencia propia.

Cuidando de las flores hay un niño cuyos ojos de un azul brillante os recuerdan al de las propias flores. No parece tener más de siete u ocho años y cuida de las flores como si fuera un verdadero profesional, canturreando una canción distraído mientras limpia las malas hierbas.

Al percibir vuestra presencia, os mira con sus ojos infantiles y os dedica su mejor y más encantadora sonrisa, se levanta, se limpia las manos sobre sus pantalones para quitar la tierra y barro como mejormente puede y os ofrece su pequeña mano a modo de saludo.

-Hola, soy Denzel-

Después de hablar con mis compañeros, tomo una decisión:

-Creo que voy a mandar un mensaje a mi amiga de Puerta del Dragón, al igual que a Ash Tree -Aunque este será más delicado, no me fío mucho de que no lo intercepten-. Para que en Puerta del Dragón sepan de lo ocurrido. Creo que sería buena idea no hablar de conjeturas, sino simplemente explicar lo que nos ha ocurrido. Que allí saquen sus conclusiones. Por lo demás creo que tendríamos que volver al Arca y averiguar todo lo que podamos. Desde luego, como dice Luthor, toda fuente de magia se puede usar como un arma, de manera que no debemos descartar esta idea. 

Y si la cosa no podía empeorar, la Perfecta decidió ocuparse de otros asuntos. Era una pena, por una parte practica, ya que al final éramos un grupo de humanos normales... Por otro lado me daba pena su marcha.

-Espero que nuestros caminos vuelvan a encontrarse en el futuro. Que el Viento sople a vuestro favor y los Dioses guíen vuestro camino.

Tras esto fuimos a un barrio que me pilló por sorpresa. La pobreza, la situación... Cómo estaba todo. Y sin embargo parecían felices. Además estaba el templo... ¿Qué hacía un templo en aquel lugar?

-Es un placer, Denzel -dije al ver al niño-. Yo me llamo Iria. Esas flores son preciosas. ¿Cómo se llaman?