Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

Pabellón C (Arokham)

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21/09/2018, 01:24
Hazir Al-Tamsa
Sólo para el director

Evidentemente, seguir voces espectrales que salían misteriosamente de la oscuridad nunca era una buena idea, y era el principio de la mayoría de cuentos infantiles aleccionadores que les contaban a todos los niños del mundo. Cuando una entidad te insta desde la oscuridad a alejarte de tu grupo, quedarte solo y encima dice que te huele... básicamente, solo un necio o un loco iría. Hazir constató que nadie más oía aquella voz, lo que solo lo hacía más preocupante. El sentido común de Hazir le decía que se quedara allí y que se dejase de voces en su cabeza. 

Por desgracia, Hazir tendía a no hacer mucho caso a los cuentos infantiles, y a veces tampoco a su sentido común. Acarició la empuñadura de su gran alfanjón, encontrándola reconfortantemente familiar, y se dirigió hacia la voz sin dudar. Aquella era una prisión de locos, y para salir habría que hacer unas cuantas locuras. 

Corrió por el pasillo, hacia donde debería estar la dueña de la voz, pero de pronto la oscuridad se cerró sobre él como una jaula, de forma muy poco natural, como si la hubiera derramado al interior de la habitación y de pronto se hallara inundada. No era solo que se apagara la luz, sino que la sala en sí pareció disolverse hasta quedar solo oscuridad por todas partes, fundiéndose en la negrura. 

Inmediatamente Hazir se puso en tensión, se llevó la mano al arma y la desenvainó con un movimiento fluido. Sintió como se agudizaba su oído y su tacto al desaparecer la visión, y su olfato de licántropo formó ante él una imagen tan clara como la visual, mientras sentía cada olor de la habitación. Olía la decreptitud de la casa, la madera vieja y podrida, la carcoma que se arrastraba por el interior de las vigas, la magia que la inundaba... y olía poder. 

Aun sin su agudo olfato de licántropo, Hazir habría notado que ante él se hallaba el ser más poderoso con el que se había enfrentado jamás. Su presencia reverberaba como si ondas invisibles atravesaran en aire, era como una piedra arrojada a un estanque, generando olas de poder puro que salían en amplios círculos. 

Dioses encerrados bajo Arkhania...

Evidentemente, solo podía ser aquello. O tenían a un archidemonio o archicelestial allí, o se trataba de una deidad o su avatar. Hazir guardó el alfanjón. En todo caso, no le iba a servir de nada contra una entidad como esa. Si quería matarle, estaba muerto, pero Hazir lo dudaba. 

Seguía sin ver absolutamente nada, pero de pronto notó una solidificación, como si el aire cristalizara, y de pronto pudo notar a alguien allí, en vez de solo una bruma informe de poder. La deidad, o lo que fuera, había tomado forma corpórea, y Hazir pudo oler su vida y oír sus pasos. Por la voz y el olor quedaba claro que había tomado forma de mujer, pero eso no significaba gran cosa. La notó avanzar hacia él, su voz seductora y su olor embriagador. Sin embargo, Hazir no sentía verdadera atracción hacia ella, pues, aun en esa forma, seguía exudando poder. Demasiado poder para un mortal, porque sin duda no lo era. Ese poder era demasiado amplio y temible como para que Hazir experimentara verdadero deseo. Solo notaba su consciencia gritándole que escapara de allí, que se alejara de la mujer, que corriera por su vida. 

Por supuesto, no le hizo caso. 

-Te huelo...- dijo, mientras caminaba a su alrededor -...estás... está dentro...- 

Está dentro. Hazir podría haber pensado que se refería a que él estaba dentro de la habitación, o que tal vez había "entrado" en el interior de la diosa, que ese era su interior... pero no parecía referirse a eso. Está dentro, como si hubiera algo dentro de él... ¿Se refería a su licantropía? Tenía que ser eso, pues era lo único que Hazir llevaba "dentro". No dejaba de ser extraño, aun así, que se refiriera a su condición de esa forma. Aunque pudiera dar esa impresión, en realidad los licántropos no llevaban a sus animales dentro, sino que se transformaban en ellos, como los magos mediante los conjuros de polimorfar. Estaba seguro de que una diosa debería saber eso...

-No tienes que preguntarte quién soy. Lo importante es quién eres tú.- Evidentemente, no tenía que preguntarlo, porque era más que obvio. Tendría que haber sido un necio sin mente para no sentir el poder de la deidad. Hazir frunció el ceño ante todo aquello -Eres un aliado- aclaró ante su ceño fruncido, cosa que no necesariamente le tranquilizó. No muchos dioses se preocupan de verdad por los mortales, y para muchos sus aliados son más bien herramientas. Desechables. -Un señor de las arenas que debe volver a su hogar, como nosotros debemos volver a nuestros dominios. La oscuridad ha influido para que una sierva llegue hasta mí...

Las caricias de la diosa, que ahora deslizaba sus manos por sus hombros, hacían que se le erizara el vello del cuerpo y que le recorriera una corriente de electricidad, como si sus manos estuvieran cargadas con conjuros arcanos de contacto electrizante. Ante la suavidad de sus manos y la seducción de su voz sintió algo de deseo despertar en él, pero pronto la sensación quedó aplastada y reducida a nada por lo imponente de su presencia, por lo brutal de su poder. Ante un dios no podía sentir deseo, solo ganas de protegerse en un agujero muy lejano.

-Dudas... tienes dudas... expón tus preguntas, Señor de las Arenas, Dueño del Nilo-

Por supuesto que tenía dudas. De hecho, eran lo único que tenía en ese momento, porque la sola certeza que le quedaba era que podía matarlo con esas manos tan suaves con la facilidad con la que se aplasta un insecto bajo la bota. ¿A qué venían esos títulos? Señor de las Arenas era el título habitual de Zoser, uno de los dioses más importantes en su patria, y siempre muy conectado a su familia, ya que su propia hermana era una alta clériga del dios. Sin embargo, Hazir, más allá de rendirle el debido respeto, no tenía especial conexión con él, a parte de ser quishashi y rendirle el culto normal en una familia como la suya. Algo le decía que no se estaba refiriendo a Zoser, pero, ¿qué más Señores de las Arenas había? 

El segundo título no era de Zoser, ni de ningún dios que conociera Hazir, por lo menos no se le ocurría ninguno. Señor del Nilo... La última palabra rebotaba en su mente, tratando de agarrarse a un conocimiento enterrado en su mente. Nilo... estaba seguro de haber oído esa palabra durante su formación, cuando los maestros le enseñaban las antiguas lenguas, el antiguo quishashi, y las pocas palabras que se conservaban de la olvidada escritura marru...

Eso es. Río, pensó Hazir. Por fin, el ideograma quedó claro en su mente, esculpido en piedra: Nilo, la antigua palabra marru que significaba "río". Señor de los Ríos. ¿Quién diablos era el señor de los ríos? Él no, desde luego. Tampoco creía que la diosa se hubiera equivocado de hombre, pero lo parecía. 

Mientras pensaba todo eso, la diosa volvió a hablar.

-Ella me llama Shar, pero en otra tierra, en otra era, tu pueblo me conoce con otro nombre... Nebet-Het. Neftis. Para vosotros soy la oscuridad y la protección. Para ellos, soy la dama de la perdición. Diferencias divinas para una misma conciencia todopoderosa y que me han permitido no quedar aquí recluida totalmente. Otros dioses no han tenido la misma suerte y sus clérigos rozan la locura para volver a escuchar sus voces, recuperar sus dones. El mal que Arkhania ha hecho no tiene nombre... pero puede cambiar, debe cambiar.

Aquello confirmaba lo que Hazir había sospechado, pues pocas diosas de la oscuridad conocía que tuvieran interés en él más que Shar. Sin embargo, que fuera también Neftis fue inesperado. Neftis había sido una de las muchas diosas de la muerte y los muertos de los marru, pero era también de la protección, de la magia e incluso de la ayuda en el parto. Estaba claro que su versión como Neftis había sido más benévola que su versión de Dama de la Pérdida, la de Shar. El resto de sus palabras confirmaban lo dicho por Yzlin. Al tener múltiples personalidades, Shar parecía haber podido escapar en cierta medida, pero no del todo. Aunque quisiera olvidarse, como le había dicho a la mercenaria, de todo aquel asunto de los dioses por el momento, parecía que no iban a dejarle. 

Hazir reflexionó sobre sus palabras antes de decirlas. 

-Mi señora Shar-comenzó, con respeto y reverencia. No es que fuera devoto, ni siquiera le caía especialmente bien la Dama de la Pérdida, pero no tratarla con respeto y deferencia habría sido una necedad absoluta-Me honras con tu presencia, y me siento halagado de ser elegido para hablar con vos. Sin embargo, espero que disculpéis mi ignorancia si os confieso que no sé por qué se me ha concedido tal honor. Es mi compañera la que está aquí por vos, y como tal, no entiendo por qué no habláis con ella, en vez de conmigo. Estoy seguro de que estará más que encantada de oír la voz de su diosa, y su devoción sin duda merece ese regalo. 

Además, lamento no reconocerme en los títulos con los que me llamáis. No tengo ninguna conexión con Zoser para ser llamado por su título, y no sé a qué se refiere el de Señor del Nilo. Espero que me disculpéis-terminó haciendo una pequeña reverencia, algo un poco absurdo, ya que no sabía hacia dónde hacerla en completa oscuridad. Esperó que se apreciara la intención aunque le hubiera hecho la reverencia mirando a la pared. 

Notas de juego

Master, como el Egipto real no existe en este mundo, y, por lo tanto, tampoco el Nilo, he puesto que "nilo" sea la antigua palabra marru para "río". Si te parece bien lo dejamos así, si no, dímelo y edito.

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23/09/2018, 00:16
Pain

Sin duda, ha sido rápido. Hacía varios días que seguía los progresos en la ciudad, y tenía que aceptar, asombrado, que efectivamente habían hecho un buen trabajo. Para ser una prisión, y una ciudad deshecha, era increíble la eficiencia con la que habían reparado los daños causados por la terrible explosión que sin duda tenía que haber ocurrido allí. No había podido, por desgracia, ver en todo su esplendor el estallido, la deflagración en su punto álgido, pero si los resultados, que me habían llenado de gozo. Fuego de alquimista. Tantas posibilidades. Aquello, también, me recordó algo: había un gnomo por ahí que había prometido encontrar respuestas para mi. Y un arma, pensé con deleite. Llegado el momento, le buscaría. Y por su bien, espero que no esté junto a esa mocosa alada. Nickar parecía dispuesta a convertirse realmente en alguna especie de líder. Todo lo que abarcaba su inquieta mirada caía en seguida presa de sus maquinaciones. Hasta el momento, no la había visto ni un solo momento si no era intentando ganar adeptos o proclamando su futuro gobierno sobre tal y cual lugar. Llegaría un momento dónde atraería a alguien que me fuera necesario, dónde su ego se interpondría en mi camino, y entonces descubriría, por las malas, que por mucha sangre demoníaca que corriera por sus venas no era más que una niña estúpida jugando a algo que no solo se escapaba a su entendimiento, sino que tampoco tendría tiempo de comprender jamás. No si se enfrenta a mi.

Volví a prestar atención en cuanto entramos a la taberna. El Grosero era exactamente tal como lo recordaba, tal vez con alguna gente de menos, seguramente quienes habían resultado heridos o directamente muertos. Al parecer, eso podía pasar, lo que sin duda había engrosado las filas de ese gigante guardián que esperaba a los incautos que intentaran moverse por la Necrópolis sin permiso. Fuera como fuera, lo demás seguía igual, cosa que era de agradecer. Estaba habiendo demasiados cambios, demasiado rápidamente, en mi vida, y aquél ambiente decadente y mugriento, al menos a simple vista, era un ancla a la realidad. Y un recuerdo del pasado que, extrañamente, no me desagradaba. Me encuentro a gusto aquí. Y ni siquiera me molestaba ésta idea. La mala fortuna, en cambio, tenía planes para que aquella sensación no durara demasiado.

Tú... —Siseé contrariado, girando en seguida hacia Virming pero sin perder atención, de reojo, al vampiro. ¿Qué hace él aquí?Bufé al escuchar la respuesta, pero no podía hacer nada. Comadreja tenía sus contactos y yo, por muy mal que hubiera empezado con aquella criatura, debía aceptarlo. Además, no podía olvidar que La Estirpe seguía siéndome útil. Aún no les había descartado para mis planes, ni siquiera para los nuevos. Así que le devolví la mirada, con ojos fríos como el invierno, y escuché lo que tenía que decir.

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24/09/2018, 23:11
Lythrai Fonn'Aster

Lythrai apenas conoció a Eliannha. La Fonn'Aster ni siquiera recordaba su cara. ¡Ni siquiera recordaba si la había llegado a ver o no! Le importaba poco realmente que esa mujer hubiera muerto, al menos, en lo personal. Si se ahondaba un poco más podía ver que obviamente era una pérdida importante, una buena aliada de Roriarkas y quizás también Socar. Un efectivo importante. Una curandera, además, que era un tipo de poder a menudo menospreciado y sin duda tan valioso como un diamante, y en aquella prisión más que un diamante.

Podía percibir el dolor de Roriarkas así que se mostró respetuosa. El forjado Socar, en cambio, tenía un rostro metálico y carente de emoción, más allá del brillo de sus ojos del que a veces podían intuirse atisbos de emociones. Esta vez, cuando echó a Hazir por la cara, Lythrai no percibió nada de nada en el rostro ni las palabras del Forjado. Quizás así fuera mejor. Lythrai se limitó a gruñir ligeramente en molestia, pero no protestó ni se opuso. El Forjado tendría sus razones. Hazir pareció tomarselo bien de todas formas, aunque no se le habría pasado por la cabeza a la Fonn'Aster que el siempre sabio quisashi hubiera reaccionado de alguna otra forma. Se despidió mudamente de él con un gesto de cabeza y una mirada ligeramente culpable, y continuó siguiendo a Roriarkas y al Forjado.

Quizás la muerte de Eliannha no fuera la peor de las noticias que estaban por oir.

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26/09/2018, 22:32
Socar Fonn'Aster

    Tras pasar el umbral de la puerta, el forjado se quedo a un costado del mismo en espera de que la comandante atravesara la sala. Esta no había replicado en modo alguno, por lo que podrían iniciar la reunión tal como estaba previsto, así que acto seguido cerró el acceso a la sala y acto seguido se dirigió al centro de la misma.

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26/09/2018, 22:34
Socar Fonn'Aster

    Ya a solas, Socar dirigió su mirada a Roriarkas, era perfectamente consciente del vínculo que aún lo ataba a ese hombre y ese era precisamente el primer asunto que deseaba tratar, manteniéndose firme y apoyado sobre su lanza, comenzó a hablar.

    -Se que lo ocurrido a Eliannha es grave y por ello os pido disculpas, ya que no es mi intención detenerme ahora con ello ya que antes debo de pediros algo a raíz de lo acontecido durante el transcurso de nuestra misión.- El tono neutro hizo perder fuerza a aquella disculpa carente de todo rastro de emoción, estaba claro que la introducción respondía más a un protocolo que el caballero creyó necesario iniciar que a una muestra de consternación por la muerte de la sanadora, aunque en el fondo una parte del forjado aún se preocupaba por el bienestar del mago, estaba claro que por el momento permanecía oculta. -Y es que debo pediros que me liberéis de la deuda que Socar contrajo con vos en el pasado, aunque mis objetivos y promesas siguen siendo los mismos, ahora soy una espada juramentada de los Fonn'Aster y esa lealtad me impele a seguir los dictados de mi Comandante.- Se detuvo por un momento, no para tomar aire, si no para señalar a Lythrai, la maestre de los Fonn'Aster a quien había jurado seguir. -Mis únicas condiciones fueron que se me permitiera seguir con la búsqueda del traidor o traidores que acabaron con nuestros hombres antes de su llegada y que orquestaron el asesinato de Socar así como golpear el corazón de Arkhania para evitar que tragedias como la de Ulthaborg y Azur se repitan. De este modo, quiero haceros conocedor que lo que yo sepa, ahora también podría saberlo ella si me requiriera esa información.- El guerrero retomó su posición marcial con la espalda recta y mirada al frente. -Hay otra cosa más, en nuestra misión hemos podido confirmar nuevamente la división entre las altas esferas de Arkhania, así como un complot contra la Reina de Azur que en cierta forma logramos frustrar y que bien podría ayudaros en vuestros planes, pero decir más podría poneros en riesgo si no accedéis a ayudarnos, aunque de hacerlo considero que las posibilidades de éxito aumentarían en gran medida.- Esperó por la reacción del mago, seguramente Roriarkas aceptase, pero no diría nada más hasta confirmarlo. -Una cosa más, dudo mucho que la primera traición no este ligada al asesinato de Eliannha, me gustaría conocer el resto de detalles, especialmente si estos apuntan hacia Hernst o Reo013*ella dirigía a los Tann'aruks y dijo saber acerca de lo ocurrido en el anterior ataque, aunque se negó a dar más detalles al respecto. Soy consciente de que la súcubo no es de fiar y que será difícil dar con ella, pero de hacerlo podríamos obtener más información al respecto.- De momento había dicho lo que tenía que decir, así que ahora esperó por sus respuestas de vuelta, aquellos asuntos eran lo único que hacía que casi llegase a experimentar de nuevo la sangre corriendo por sus venas y agolpándose en sus sienes, si se dejara emerger a aquel pequeño resquicio de irracionalidad de su ser, ahogaría al envenenador en su propia sangre y clavaría su cabeza en una pica como advertencia para el resto, aunque sabía que tales pensamientos ya no tenían cabida y que eran una debilidad más que debía de eliminar.

Notas de juego

*Pongo Reo013 ya que supongo que la magia de la prisión nos impide llamarla por el nombre de Leixle Ir'van, de todos modos refiriéndome a ella como a la súcubo no creo que quede lugar a dudas sobre quien hablo XD.

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27/09/2018, 00:14
Grook

En cuanto entró al refugio junto a Níckar y Suscinda*, comenzó a observar la estancia con detenimiento. Un viejo hábito, siempre se podían deducir cosas útiles a través de los pequeños detalles, pero Suscinda no perdió el tiempo y pronto acaparó su más absoluta atención. Cual mercader enseñando sus productos, empezó a tocar por encima todos los temas de los que pretendía hablar, y él tuvo que reprimir su excitación. Quería comprarlo todo. ¿El precio? Tal como la semidrow dijo, algo nuevo... sin duda lo que todos y cada uno de los presentes deseaba oír: detalles sobre la misión.

Entonces entraron Lisa y Cisco en la estancia, con este último aparentemente sorprendido de que Níckar y él se conociesen.

- Sólo brevemente. Y ella es Suscinda, una invitada - respondió escueto al kóbold, sin intención de iniciar una conversación paralela y escuchando cuanto Níckar dijo. La tiflin se mostró quizá demasiado... generosa, en su opinión. Suscinda aún no había dicho nada realmente, pero ella ya había empezado a dar detalles acerca de esa llave y de sus propias hipótesis. No pudo evitar preguntarse si sería tan confiada con todo el mundo... o si estaría diciendo la verdad. No podía saber si recurriría a eso, apenas la conocía aún. Pero sí que había mostrado con claridad uno de sus rasgos al poseer un genuino deseo de vengar a su súbdita caída: lealtad. Algo que en determinadas circunstancias merecía la pena mostrar, pero que otras veces resultaba ser un lastre.

En cualquier caso, acerca de lo que Suscinda ofrecía, lo que le resultaba más interesante era sin duda obtener información sobre la superficie. En principio poco o nada le importaba lo que le ocurriese a la Lanza Negra, especialmente ahora que se encontraba en disposición de hacer nuevos aliados, pero el interés de Suscinda en ellos despertó su curiosidad. Quizá ahí se encontrase el verdadero motivo de que la semidrow quisiera hablarles de todo aquello: buscar algún tipo de reacción al respecto por su parte. Utilizarlo como si fuese un peón. Empezaba a caerle bien.

- No me suena ese Taasón el Negro - admitió, respondiendo a la pregunta. - ¿Quién es? Bueno... parece que en efecto vas a contarnos algunas cosas interesantes, Suscinda. Y ahora que sabemos de qué quieres hablar... ¿qué quieres oír? Supongo que ese "algo nuevo" a lo que te referías se trata de todo cuanto merezca la pena saber sobre la misión, ¿me equivoco?

Tenía bastante clara la respuesta a esa pregunta, pero no quería arriesgarse a decir lo que ella quisiera oír sin que quedase establecido primero. Si se equivocaba, entregaría información gratis y precisamente ese era el tipo de cosas que había que evitar en el juego que "estaban obligados a jugar", tal como decía la semidrow.

Notas de juego

* ¿Etharium sigue con nosotros?

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27/09/2018, 01:25
Serge Leblanc

El ladrón había permanecido en silencio desde hacía un buen rato. No había dicho nada a la llegada de Suscinda ni había hecho referencia alguna a los comentarios de los demás. Simplemente se había quedado observando y pensando, como si no estuviera allí realmente.

Cuando Virming empezó a caminar hacia el grosero, el ladrón le siguió aún en silencio, rumiando los dioses sabían qué pensamientos. Sin embargo, al llegar ante la presencia de aquel extraño invitado, la expresión del ladrón cambió, como si acabara de despertar de un profundo trance.

 -Que diable?

Miró a Virming, luego al extraño y luego a Virming otra vez.

 -¿Le conoces, jefe?

Serge fue a sentarse en una de las sillas cercanas, mientras miraba con desconfianza a aquel individuo.

 -No digo que lo que cuente no sea interesante, monsieur pero, ¿no sería mejor presentarse primero? Por eso de la educación y la caballerosidad. Tenemos una dame entre nosotros, después de todo.

Prepotencia... Qué mala que era siempre. Y qué abundante que era en aquel lugar, desgraciadamente.

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27/09/2018, 01:26
Serge Leblanc

Mientras soltaba su enorme mentira, el ladrón se concentró para poder comunicarse telepáticamente con Vannegar.

 -Je suis désolé por mi discurso, mon ami, pero creo que algo de pantomima es necesaria para consolidar mi tapadera. Siéntete libre de abofetearme si quieres darle réalisme a la cosa, pero no lo hagas muy fuerte.

El ladrón sabía que ahora Yzlin era consciente de que algo raro pasaba con él, pero probablemente no lo relacionara con su pertenencia al mundo de los vampiros. Pain... No sabía ni lo que pensaba ni hasta dónde llegaban sus conocimientos. Sólo esperaba que Virming le siguiera el juego también, no quería desvelar que era un replicante y un vampiro a sus compañeros el mismo día.

Notas de juego

¡Sigo viva! Perdón por la gigantesca tardanza, la vida real me ha dejado sin fuerzas y sin inspiración por completo x_x.

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28/09/2018, 19:21
Ishrad Corlav
Sólo para el director

Escucho la explicación del elfo oscuro... ¿Una diosa que se había vuelto contraria a su propio culto y ahora está de nuevo en el? Eso sonaba extraño, pero lo increíble era que en Arkhania pudieran haber hecho rehenes a propios dioses. Si tenían ese poder, que no podrían hacer contra un mortal...

finalmente llegamos a una zona fuera de la oscuridad que me ha guidado el elfo. Era una buena forma de evitar que otros pudieran llegar hasta aquí, y me quedo observando a las tres figura que parecen esperarnos.

Gracias. Contesto cuando me dicne que he hecho un buen trabajo.

¿Yo acabaré con la monarquía de aqui? Digo sorprendido. El entramado de la ciudad y la capacidad de los dirigentes estaba muy por encima de la mía, seguramente cualquiera de ello podría matarme con una sola mirada.

 

Notas de juego

Doy por hecho que no me han dado nombres, así que no metarolearé con el tema de las Ir'van.

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06/10/2018, 22:03
Reo 016

Asiento a la pregunta del recién llegado pero no de forma tajante -El futuro es múltiple. Vivimos en un cruce de caminos constante y, de seguir por este camino. Sí. Pero aun no y...- la esfera cambia tornándose roja contagiando mis ojos con el mismo color durante unos segundos. Acto seguido miro a Leixle.

-Los demonios han entrado en Arkhania. Gerkashan está atacando Bastión Rojo1 tras haber abierto un portal por el que han entrado varios demonios- anuncio con los ojos muy abiertos -El incidente supondrá un duro golpe para Arkhania que desembocará en una guerra civil.-

Notas de juego

1Bastión rojo, lo conoces. Es la sede de los Caballeros Rojos donde los portales son controlados.

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06/10/2018, 22:09
Reo 009

-¡Es el evento que esperábamos!- exclamo excitado -Dejemos a Yzlin en su lugar... necesitamos a ese mago planario ¡Ya!-

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06/10/2018, 22:11
Hernst Daragón

-Iremos a por los dos- me giro hacia mis compañeros -Neyderrad, ve con Ishrad, pero dejemos que él decida. ¿A por quién vas, a por el mago planario conocido como Roriarkas o a por Yzlin?-

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06/10/2018, 22:13
Reo 016

-Hay más- añado -Tras el incidente aniquilarán a todos los demonios de Arkhania.- Sigo mirando a Leixle -El reo que te lleve tu cabeza a la plaza de "El Grosero" obtendrá la libertad.- Nada más decir estas palabras caigo en el error...

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06/10/2018, 22:15
Reo 009

Amplío la sonrisa completa y absolutamente. -La libertad- repito mirando a Leixle -Ese caramelito está muy por encima de ti, cariño- mis manos comienzan a llamear mientras veo la electricidad erizando el pelo de la súcubo.

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06/10/2018, 22:16
Reo 587

-Salid... ¡YA!- comento mientras retrocedo por donde hemos venido. No tengo ninguna intención de quedarme en las cercanías de este encuentro.

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06/10/2018, 22:17
Vannegar

-Arkhania está siendo atacada y este hecho se extenderá a la prisión- miro a los presentes con paciencia infinita -Aún no tenemos los detalles pero nuestro hombre en Bastión Rojo1 lo ha confirmado. Él me manda aquí a recabar información. Es mucha coincidencia que ésto ocurra justo a vuestro regreso.- Una ligera mueca se muestra en mi rostro -Aunque no estoy diciendo que sea algo malo, claro. Ésto dependerá del curso de los acontecimientos a partir de ahora.-

Notas de juego

1Bastión Rojo es la sede de la Orden Roja. El edificio donde se construyen y controlan los portales de la ciudad, además de ser el hogar de los Caballeros Rojos. Sin duda, aquellos con los que vinisteis en el Despeñapresos (y algún que otro elfo) están ahora entretenidos.

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06/10/2018, 22:22
Virming "Comadreja" Davenrost

Me giro hacia Yzlin enarcando una ceja pues, de los presentes, es la única que podría tener algo de información al respecto. -Él es Vannegar, por cierto. Y, antes de que digas nada.- Miro a Vannegar -Sabes que hay un acuerdo entre vuestra Estirpe y La Aguja y ahora, esta bella mujer está con nosotros.- Alzo las manos -No estoy rompiendo nuestro acuerdo ni pretendo ofenderos, pero Ibrahin no vería con buenos ojos este... ¿cómo lo diría?... adelanto.-

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06/10/2018, 22:27
Vannegar

La risa se borra de mi rostro -El tiempo hay que ganárselo. Otorga la ventaja. Entréganos a la mujer, Comadreja. No lo pongas más difícil.- A mis costados aparecen dos soldados de La Estirpe preparados para usar la fuerza si es necesario.

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06/10/2018, 22:29
Vannegar

-Tranquilo. Sigue la pantomima y alíate con Comadreja. Si él no te delata, yo no lo haré. Se avecina algo grande y vamos a cambiar el juego.- Comento telepáticamente a Serge instando a que luche en contra de estos seres recién creados. -Hablaremos pronto- añado para su tranquilidad.

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06/10/2018, 22:32
Virming "Comadreja" Davenrost

Algo grande está ocurriendo, sin duda. -Vienes aquí... ¿así?- frunzo el ceño ante la ofensa en mi hogar, mi pequeño rincón del mundo -Señores, parece que nuestra comida tendrá que esperar. Antes debemos darle una lección a estos vampiros- camino dando un rodeo, dejando la mesa entre Vannegar y yo.